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Desde 1976 hasta el presente, ha habido 16

brotes de enfermedades durante ese período,


pero el brote actual es el más virulento, el más
violento y el que ha causado mayor preocupación
en la comunidad mundial. La mortalidad es alta,
oscilando entre porcentajes del 50 al 90%.
Transmisión: Los virus se transmiten de persona a persona a través del
contacto directo con los órganos, la sangre, las secreciones u otros fluidos
corporales de una persona infectada, o mediante el contacto indirecto con
material contaminado por dichos fluidos corporales. En los funerales en los
que los miembros del cortejo fúnebre tienen contacto directo con el cadáver
también pueden ser una fuente de transmisión. Los hombres aún pueden
transmitir el virus a través del esperma hasta 7 semanas después de la
recuperación clínica.
Período de incubación: (Intervalo entre la infección y el inicio de los síntomas)
es de 2 a 21 días.
Clínica: Enfermedad viral aguda que comienza con fiebre, astenia, astenia,
mialgia, artralgia y dolor de cabeza. A esto le siguen vómitos, diarrea,
sarpullido, insuficiencia renal y hepática y, a veces, sangrado profuso.
Mientras el virus esté presente en sangre y secreciones, los pacientes pueden
infectarse con infecciones virales como hepatitis, fiebre hemorrágica.
Síntomas: Los primeros síntomas pueden incluir
fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares y
escalofríos. El sangrado puede ocurrir más tarde
y puede provocar vómitos y hemoptisis.
Qué pueden experimentar las personas:
Áreas de dolor: abdomen, articulaciones, músculos o pecho
Cuerpo en general: deshidratación, escalofríos, cansancio, fiebre, malestar
general, pérdida de apetito o sudoración.
Gastrointestinales: diarrea, náuseas, vómitos o hematemesis
También comunes: confusión, dolor de cabeza, dolor de garganta, ojos rojos,
manchas rojas en la piel o tos con sangre
Elisa: Prueba de detección de antígenos la reacción en cadena de la polimerasa
RT-PCR con transcriptasa inversa cultivo celular.
Prevención y Tratamiento: No existe vacuna para la EVE. Se han probado
varios, pero de ellos aún no están disponibles para uso clínico.
Los agentes antivirales existentes son ineficaces. Las muestras de pacientes
enfermos son muy peligrosas. Por lo tanto, se debe tener cuidado cuando el
personal médico manipule las muestras.

Bibliografía:
- HL Pizzi, E. E.-R. (2014). enfermeria.fcm.unc.edu.ar. Obtenido de
https://enfermeria.fcm.unc.edu.ar/wp-
content/uploads/sites/12/2014/12/RSP14_3_11_Foro-opinion.pdf
- Sergio Monraz-Pérez, P. V.-P. (10 de 10 de 2014). scielo.org.mx.
Obtenido de https://www.scielo.org.mx/pdf/nct/v73n3/v73n3a1.pdf

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