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Ebola

La enfermedad por el virus del Ebola (EVE) es una enfermedad grave, a menudo mortal en
el ser humano. El virus se detectó por vez primera en 1976 en el rio Ebola; durante dos
brotes simultáneos ocurridos en Sudán y en la República Democrática del Congo.

El virus del Ebola se introduce en la población humana por contacto estrecho con órganos,
sangre, secreciones u otros líquidos corporales de animales infectados, principalmente el
murciélago, monos, simios. Posteriormente, el virus se propaga en la comunidad mediante
la transmisión de persona a persona, por contacto directo (a través de las membranas
mucosas o de soluciones de continuidad de la piel) con órganos, sangre, secreciones, u
otros líquidos corporales de personas infectadas, o por contacto indirecto con materiales
contaminados por dichos líquidos.

El periodo de incubación del virus, intervalo entre el momento de la infección hasta la


aparición de los síntomas, es alrededor de los 2 - 21 días (la persona no se considera
contagiosa hasta la aparición de los síntomas).

Agente etiológico

Este virus es de la Familia Filoviridae (filovirus) el cual tiene 3 géneros: Ébolavirus,


Marburgvirus y Cuevavirus.
El género Ebolavirus a su vez comprende 5 especies distintas:

1. ebolavirus Bundibugyo
2. ebolavirus Zaire
3. ebolavirus Reston
4. ebolavirus Sudan
5. ebolavirus Tai Forest

El virus responsable del brote en África Occidental en 2014-2016 pertenece a la especie


Zaire.
Signos y Síntomas
Esquemáticamente se pueden distinguir cuatro fases clínicas:
 Primera fase (inicial): febril: predominan síntomas inespecíficos, como fiebre,
malestar general, astenia y mialgias. La aparición de la fiebre coincide con el aumento
de la viremia. Habitualmente se mantiene hasta el tercer día de enfermedad.
 Segunda fase: Gastrointestinal: desde el día 3 al 10, caracterizada por dolor
epigástrico, náuseas, vómitos y diarrea, puede persistir la fiebre junto con la aparición
de diaforesis, artralgia, dolor torácico, odinofagia y hasta desorientación.
 Tercera fase: Entre el día 7 y 12 de la enfermedad puede haber una supuesta
mejoría del paciente, pero posteriormente el paciente comenzaría con deterioro del
nivel de conciencia que puede acabar en coma, oliguria, anuria, taquipnea, pulso rápido
y muerte.
 Cuarta fase: complicaciones tardías: a partir del día 10 pueden aparecer
hemorragias gastrointestinales, las infecciones secundarias como la menigoencefalitis
o las alteraciones neurocognitivas.
Tratamiento

Hasta el día de hoy no hay tratamientos específicos que hayan demostrado eficacia en la
destrucción total del virus.

El único factor terapéutico común de los pacientes es que todos han recibido “Tratamiento
de soporte” basado fundamentalmente en la reposición hidroelectrolítica agresiva y en
prevenir las complicaciones del shock.
Como parte del tratamiento de soporte hay que incluir la oxigenoterapia, la analgesia y los
antipiréticos.
Al ser una enfermedad con alteraciones en los factores de coagulación, se suele dar
preferencia al paracetamol sobre los antiinflamatorios no esteroideos.
Las náuseas y vómitos pueden tratarse con clorpromazina
Para la diarrea, se postula el empleo de loperamida por su función antisecretora y
antiperistáltica
Para la agitación y la confusión, la OMS recomienda diazepam.
Otras medicaciones que han sido utilizadas son la vitamina K al momento del ingreso
Los hemoderivados se usan en caso de hemorragiay/o shock hemodinámico y/o
hemoglobina inferior a 7 mg/dl.

Exámenes complementarios
Los siguientes métodos de diagnóstico sirven para confirmar que los síntomas son
causados por la infección por el virus del Ebola:
 prueba de inmunoadsorción enzimática (ELISA)
 pruebas de detección de antígenos
 prueba de seroneutralización
 reacción en cadena de la polimerasa con transcriptasa inversa (RT-PCR)
 aislamiento del virus mediante cultivo celular
Las pruebas actualmente recomendadas por la OMS son:
 Para el diagnóstico sistemático, las pruebas de ácidos nucleicos (PAN)
automatizadas o semiautomatizadas.

Recomendación y prevención
Según la OMS un buen control de los brotes depende de la aplicación de diferentes
intervenciones, como la atención, la vigilancia y el rastreo de los casos, los entierros en
condiciones de seguridad. La participación de la comunidad también es fundamental para
el éxito del control de los brotes.

 Reducir el riesgo de transmisión de animales salvajes al ser humano: Deben


utilizarse guantes y otras prendas protectoras apropiadas para manipular animales.
Sus productos (sangre y carne) deben estar bien cocidos antes de consumirlos.
 Reducir el riesgo de transmisión de persona a persona: Hay que evitar el
contacto físico estrecho con pacientes con EVE y utilizar guantes y equipo de
protección personal adecuado para atender a los enfermos en el hogar. Es necesario
lavarse las manos con regularidad tras visitar a enfermos en el hospital.
 Reducir el riesgo de posible transmisión sexual.  la OMS recomienda que los
varones que sobrevivan a esta enfermedad tengan prácticas sexuales e higiénicas
seguras durante los 12 meses siguientes al inicio de los síntomas o hasta que sus
muestras de semen den dos veces negativo para el virus del Ebola. Se debe evitar el
contacto con líquidos corporales y se recomienda el lavado con agua y jabón.
 Medidas de contención de los brotes. Entre ellas se encuentran la inhumación
rápida y segura de los cadáveres infectados, la identificación de las personas que
puedan haber estado en contacto con alguien infectado por el virus y su observación
durante 21 días.

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