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• Nuestros hijos se sentirán más motivados por todo lo relacionado con la escuela y el
aprendizaje.
• Será para nosotros más fácil establecer un diálogo continuado sobre sus dificultades e
intereses.
CÓMO PARTICIPAMOS
La Participación Escolar es un proceso de colaboración que lleva a la comunidad educativa
a compartir metas, implicándose en la toma de decisiones, en las tareas que se derivan de
dichas metas y en la evaluación de las mismas.
1. Colaborar individualmente con los profesores en las labores educativas que lo precisen.
• Supone conocer:
o qué se va a trabajar
• supone aportar
o colaboración en la información de los comportamientos y actitudes de los hijos en casa,
sus dificultades.
o Formación
o Desayunos
o Actividades
o Ampliación de horarios
― Intervenir en la vida del centro: la organización, los planes de actuación, los resultados
de evaluación…
A la vista de estas funciones, podemos pensar que requieren de una presencia personal
exhaustiva en la vida del centro… no es necesario, cada uno puede participar en el grado de
implicación que su compromiso personal quiera asumir:
o Pequeñas tareas temporales: abrir y clasificar el correo, ordenar y decorar el local, buscar
determinada información para las actividades, trabajar puntualmente en la preparación de
alguna actividad: celebración día de la paz, etc.
OTRO DOC
“Educar a un niño no es hacerle aprender algo que no sabia, sino hacer de él alguien
que no existía”
John Ruskin
El ser humano está diseñado para aprender. Como padres debemos dejar que nuestros hijos
desarrollen su potencial, brindándoles las posibilidades y las herramientas necesarias para
que aprendan a acercarse al conocimiento. Además, debemos valorar cada pregunta,
contarles cómo y dónde pueden aprender, apoyar sus gustos e intereses, mostrar entusiasmo
frente a sus dudas y averiguar juntos las respuestas, esto les brindará a sus hijos seguridad
para que asuman la incertidumbre como un elemento fundamental del aprendizaje y no
teman preguntar en el colegio.
Las tareas son de los hijos, no las haga por ellos. Ayúdelos orientándolos en lo que se les
dificulta o cuando se lo soliciten, guíelos hacia los lugares donde pueden encontrar
información, explíqueles las instrucciones que no entiendan y acláreles conceptos, pero
jamás resuelva los problemas por ellos. En caso de usted no saber orientar el trabajo,
disfrute aprendiendo con él, empleando para ello herramientas como el internet o la visita a
las bibliotecas.
Cuando los niños o jóvenes presenten un bajo rendimiento académico, hable primero en el
colegio para definir juntos cómo los pueden ayudar, para saber cómo y cuándo exigir,
establecer cuáles responsabilidades se deben asumir en la casa y cuáles en el colegio.
* Encuentre un método, cada ser humano aprende en forma diferente, a unos les va mejor
cuando visualizan, a otros cuando escuchan o cuando leen, no todos se concentran igual.
Identifique en su hijo la forma en que se le facilita el aprendizaje y a través de que
actividades se muestra más motivado. Pero algo que no podemos olvidar es que las
personas aprenden por asociación, estableciendo relaciones con su cotidianidad.
* No presione, sus hijos no deben sentir que lo principal en la vida debe ser conseguir el
éxito, muéstrele s que la vida no consiste solamente en ser los primeros, que lo importante
es aprender a disfrutar el proceso reconociendo las fortalezas y las debilidades que les
permitirá asumir los triunfos y los fracasos de manera responsable.
* Valore los errores, si permitimos a los hijos experimentar los fracasos, esto le ayudará a
formar su carácter. Si frente a las tareas necesitan un apoyo especial o pierden una materia
muéstrele que esto puede ser una oportunidad para que se prepare mejor, déjelo asumir las
consecuencias y desarrollar fortalezas para superarlas.
PALABRAS NECIAS
“Ve a estudiar, anda a estudiar” si se dice en forma de cantaleta y no como una
verdadera orden, son palabras que pierden valor.
“Si no va al colegio, no importa” estas palabras comunican a los hijos que no es necesario
dedicarse al estudio o ser responsables. No pretenda después que ellos le den importancia.
“Si no comes sólo, no te van a recibir; allá no te van aguantar como yo” algunos padres
les dicen frases como estas a sus hijos en referencia al colegio o al jardín infantil porque
creen que con ellas pueden cambiar los comportamientos de los niños. Están equivocados
estas amenazas sólo generan miedo, inseguridad o angustia para ir al centro educativo.
“Vamos a hacer las tareas” es mejor decir ve a hacer tu tarea, para crear en los niños
seguridad en que son capaces de hacerlo y responsabilidad porque no son los deberes de los
padres sino que son los deberes de los hijos. Lo importante es que al momento de
acompañarlo en sus tareas lo vaya haciendo consciente de su propia responsabilidad.
“Tan inteligente como la mamá “ o “tan vago como el papá”estas frases van siendo
interiorizadas por los hijos y en algunos casos se vuelven una justificación en su desempeño
académico o genera en ellos poca confianza en si mismos.
“Todavía te falta” si cada vez que sus hijos le muestran un resultado, una tarea, un dibujo
y usted sólo menciona lo que le falta o lo que podría haber hecho mejor, les estará diciendo
que nada es suficiente y esto los desmotivará. Es necesario que ellos conozcan en que
deben mejorar pero también lo que está bien hecho, sus aciertos y progresos.