Está en la página 1de 6

ENSAYO SOBRE: LAS REFORMAS A LA SALUD: EFECTOS POSITIVOS Y

NEGATIVOS EN EL PUEBLO COLOMBIANO

PRESENTADO POR:

GUTIERREZ MIGUEL

GRUPO: T15

DOCENTE:

MARY SANCHEZ

COMUNIDAD Y SALUD

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD

01-05-2020

MEDICINA

BARRANQUILLA – ATLANTICO

2020
LAS REFORMAS A LA SALUD: EFECTOS POSITIVOS Y NEGATIVOS EN EL
PUEBLO COLOMBIANO
La atención en salud en Colombia, a partir de la adopción del sistema de aseguramiento
hace dos décadas, ha presentado una serie de problemas que se han vuelto recurrentes e
impiden la realización del goce del derecho a la salud en un Estado Social de Derecho
(ESD). Los diversos ajustes institucionales y las medidas tomadas para resolver las crisis
presentadas, no han modificado el diseño estructural del Sistema de Salud y en
consecuencia no han sido resueltas de manera adecuada por las instancias correspondientes;
los distintos actores, afectados por los problemas del sector, presionan al Estado para que
atienda sus inquietudes y las resuelva de manera acorde a su visión. La perspectiva de
derechos le posibilita al ciudadano exigirlos cuando éstos le hayan sido vulnerados, de tal
manera que para evitar los costos de transacción sería más adecuado reorientar la política
pública en salud hacia los principios del Estado Social de Derecho. De esta manera, existe
una conexidad de la salud como derecho fundamental con otros conjuntos de derechos, en
la medida que sin garantizar los factores que determinan la salud, no es posible el ejercicio
de los otros derechos humanos: al trabajo, a la educación, a la seguridad, y demás, en
consecuencia, la salud se concibe como un elemento central en la dignidad de las personas
y factor determinante de sus derechos humanos. La salud en este contexto, incluye la
interrelación entre determinantes como la disponibilidad, la accesibilidad, la aceptabilidad y
la calidad, que no sólo implican relaciones entre el Estado, las personas y los demás actores
del sistema, sino que configura las orientaciones en materia de programas, estándares y
mecanismos de acceso en el sentido de acceso, físico, económico y de información que
deben tener todas las personas, para garantizar como tal el derecho. De esta manera se
desgarran una seria de leyes desde 1991 que aunque se realizaron para mantener una buena
estabilidad en salud para cada individuo y sus núcleo familiar se han evidenciado muchas
desventajas significativas que han contribuido a que no se ofrezca una salud integra y digna
a el pueblo colombiano.
Desde La Constitución de 1990 de Colombia se estableció la seguridad social como “un
servicio público de carácter obligatorio garantizando el derecho irrenunciable a la seguridad
social” (artículo 48), y la atención en salud y el saneamiento ambiental como “servicios
públicos a cargo del Estado el cual debe garantizar el acceso a los servicios de promoción,
protección y recuperación” (artículo 49), donde puede haber participación de agentes
privados y públicos. En la ley 10 de 1990 se estableció la descentralización del sistema, y
en el año 1993, la ley 100 se establecieron Los principios esenciales de la reforma al
sistema de salud, mediante esta ley como fueron la equidad, la calidad y el aumento en
cobertura. Se estableció así un sistema de prestación de servicios y de fuentes de
financiación en donde la solidaridad en el financiamiento, y la eficiencia y la competencia
en la provisión de los servicios se constituyeron como los elementos centrales para
aumentar la equidad, la calidad y la cobertura.
Dentro del estudio a las reformas de salud de los proyectos para el sistema de salud por
parte del Gobierno Nacional de Colombia y de las organizaciones que representan el Sector
de la Salud se han tenido en cuenta las metodologías de análisis de sistemas de salud
propuestas por la OMS y el Banco Mundial. se ha visto que la ley 100 propuso un modelo
de seguridad social basado en el pluralismo que “…evita los extremos del monopolio en
el sector público y la atomización en el-sector privado”. El modelo de seguridad social
ha demostrado logros en afiliación, uso de servicios y reducción de gasto de bolsillo; el
gobierno le ha apostado a mantener este modelo. Aunque aún Existen varios puntos de
tensión y discusión en la dinámica de los actores del sistema. Un primer debate se pregunta
si la administración debe ser asumida por el Estado o puede delegarla a operadores; y si
esta administración debe cumplir un papel de intermediación financiera o de comprador
inteligente, quien asume parte del riesgo financiero, o esta función es responsabilidad del
Estado. También se dieron una serie de acuerdos que darían lugar al Sistema de Seguridad
Social en Salud y a la coexistencia del sistema de pensiones del ISS junto con las
administradoras privadas, se iniciaría su implementación, la cual se vio marcada por el
resurgimiento de desacuerdos, retrasos e inconsistencias
El sistema ha evidenciado prácticas inadecuadas tanto en el sector público como en el
privado. Las Empresas Promotoras de Salud (EPS) con frecuencia desconocen los derechos
de los beneficiarios, anteponiendo criterios estrictamente comerciales: reducción de costos
mediante la restricción de la prestación de los servicios a los afiliados o incremento de sus
ganancias al favorecer la integración vertical entre EPS e Instituciones Prestadoras de Salud
(IPS) de la misma filial, a pesar de los límites que se han fijado. La implementación de la
Ley 100 se ha visto afectada por un proceso político de más de dos décadas, en la cual se
han venido presentando desacuerdos, retrasos e inconsistencias. Se podría afirmar que no
existe en el país consenso sobre el modelo en salud. Se cuestiona la forma en que el
gobierno participa con los particulares en el aseguramiento y la prestación de servicios, así
como en la cobertura de riesgos y búsqueda de equidad.
Luego salió una nueva ley mucho más exigente con la implementación de medidas que
protegieran el derecho a la salud de los colombianos esta es la Ley Estatutaria 1751 de
2015, que regula el derecho fundamental a la salud, buscando solucionar los problemas de
la atención relacionados con la calidad, oportunidad y el acceso a los servicios de salud.
Esta ley ha buscado tener un mayor alcance al regular sobre los ámbitos de la práctica
profesional en relación con la autonomía médica y la relación médico-paciente, relación
histórica que define la percepción de los usuarios acerca del servicio de salud que reciben.
El propósito de la norma es superar las barreras actuales del sistema que han repercutido en
la prestación del servicio, con lo que se espera impactar positivamente la situación de salud
de los colombianos; sin embargo, estos cambios implican una modificación en la forma en
que los actores del sistema interactúan, incluso en la forma en que el talento humano en
salud se relaciona con las instituciones del sistema.
La nueva reforma estatutaria plantea la creación de una red de prestadores de carácter
público, privado o mixto (artículos 14 y 15) y prohíbe la negación de prestación de
servicios únicamente en urgencias para mantener una buena atención de calidad para todos
los colombianos que desde los estratos más bajos ven tan lejos la posibilidad de tener una
buena atención en salud aunque podemos ver que esto no se cumple en muchas de los
hospitales y clínicas más que todo privadas que si el paciente no tiene una EPS con las que
ellos tienen contrato no pueden atenderlo y deben direccionarlos a otras instituciones
públicas, evidenciando la vulnerabilidad del derecho de la prestación de un buen servicio de
salud para los colombianos.
Recientemente la Ley 1751 de 2015 (Ley Estatutaria en Salud) ha tomado varios elementos
del Derecho para resaltar su naturaleza como derecho fundamental. De este modo, la
Declaración de Derechos Humanos, el Pacto Internacional de Derechos Económicos,
Sociales y Culturales, en especial la observación y la Constitución Política de Colombia,
han provisto las bases legales y constitucionales para instituir el derecho fundamental a la
salud con base en sus características sustantivas, entre otras, que es inherente a la condición
humana, es irrenunciable, que no prescribe y que es deber del Estado garantizarlo; para ello
la citada norma incluye 18 elementos esenciales y principios que pretenden garantizar la
prestación de los servicios de Salud de una manera que consoliden dicho derecho y lo
conviertan en una realidad. Aunque El Ministerio de Salud ha reconocido una falta de
liderazgo en el sector y de capacidad de coordinación, aspectos delegados a las
aseguradoras y a otros actores. En la actual reforma, la función principal es ahora del
Estado, lo que permite profundos cambios en la responsabilidad de la salud, por lo que se
busca recuperar algunas funciones que se habían delegado, como el control de la afiliación,
recaudo y pago, a la vez que se permite a las personas “participar en las decisiones del
sistema de salud” (artículo 12). La ley estipula un equilibrio de pesos dado que recupera la
autonomía profesional, para garantizar la disponibilidad de servicios en zonas marginadas y
dar el destino fijo de los recursos de la salud, con un control de precios en medicamentos y
regulación en los avances en tecnología basada en criterios de necesidad, calidad, costo
efectividad, suficiencia y oportunidad.
En la Constitución Política de 1991 Colombia con la adopción del ESD como una forma de
Estado, concibió la salud como un derecho fundamental en unión con el derecho a la vida;
con la sentencia T-760 de 2008 se le dio a la Salud el carácter de derecho fundamental y
posteriormente ratificado en la Ley Estatutaria de Salud de 2015, conforme a los
lineamientos de los Organismos Políticos Internacionales. El hecho de que la salud deba ser
prestada y garantizada por el Estado hace que este derecho esté asociado con el desarrollo
de la democracia para alcanzar la equidad, en un sistema político y se le reconozca al
ciudadano el derecho a exigirlo.
Actualmente La falta de oportunidad en cada uno de los componentes de la prestación de
los servicios de salud por la demora en los recursos de parte de la administradora impide,
entre otros, la accesibilidad y disponibilidad del derecho fundamental a la salud, por
consiguiente, no se tiene una población sana. Aquí surgen varias preguntas ¿Se justifica la
intermediación financiera atraves de las EPS en la prestación de servicios de salud? ¿Una
de las causas estructurales de los problemas de salud está ligada al modelo de
intermediación financiera a través de las EPS? Aunque podemos evidenciar que
primeramente el sistema se construyó sobre unos supuestos de empleo formal y desarrollo
económico, que hacían viable el modelo de pluralismo estructurado en su momento. En
esos supuestos, el 70% de la población debía estar afiliada al régimen contributivo y ésta
población a través del mecanismo de solidaridad debía ayudar a sostener a la población sin
recursos. Debido a que los supuestos macroeconómicos no se cumplieron, el Gobierno ha
tenido que realizar ajustes en el sistema con el fin de generar los recursos adicionales que
coyunturalmente ha requerido para mitigar las crisis que se han presentado, sin que haya
encontrado hasta ahora una verdadera solución estructural al tema. En cuanto a cobertura y
acceso, se puede señalar que el mayor inconveniente radica en el acceso real a los servicios,
por cuanto no se han superado las barreras de oferta y de demanda que garanticen al
ciudadano el goce efectivo del derecho fundamental a la salud. Por lo tanto, las medidas de
aumento de cobertura deben ir de la mano de estrategias para facilitar el acceso a los
servicios de salud con el fin de lograr que los ciudadanos gocen del verdadero derecho a la
salud.
Otro de los problemas asociados al actual sistema y que ninguna reforma ha buscado
resolver es la fragmentación, que según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y
Organización Panamericana de Salud (OPS) está a ocasionada en Colombia Una
deficiencia muy grande que afecta la garantía del derecho por medio de la multiplicidad de
actores y la complejidad de los procedimientos a los cuales tiene que enfrentarse el
ciudadano para acceder a los servicios de salud, lo que conduce a que el derecho a la salud,
consagrado en la Constitución Política de 1991 en consonancia con el Estado Social de
Derecho y con la adopción de los acuerdos internacionales de derechos económicos,
sociales y culturales , sea observado con precariedad, por lo que a menudo los afiliados a
los diferentes regímenes de salud se ven obligados a recurrir a la acción de tutela para ser
atendidos, no sólo en lo que tiene que ver a lo referido por enfermedades de alto
costo(consultas, cirugías, medicamentos o tratamientos),sino que en ocasiones se ha tenido
que utilizar para reclamar por procedimientos y medicamentos incluidos de manera
explícita en el propio POS. Como complemento podemos decir que Los servicios de salud
efectivamente disponibles están en función de la capacidad de pago de cada usuario, es
decir que su acceso es el que le corresponde según el plan de aseguramiento al que esté
adscrito, en donde el POS Contributivo goza de una cobertura virtualmente plena, mientras
que el Subsidiado tiene acceso a menores beneficios. Pero además se fortalecieron las
modalidades de medicina propagada y planes complementarios, con costosos seguros que
cubren únicamente a quienes disponen de un mayor poder adquisitivo. En la práctica, este
criterio profundiza la desigualdad sobre la base del acceso a un derecho social y
fundamental que debiera garantizar el Estado sobre todo los estratos sociales.
Podemos concluir que Las reformas del sistema de salud en Colombia presenta grandes
retos. El aumento progresivo de los costos en salud es un problema mundial debido al
aumento de la expectativa de vida y las enfermedades crónicas, y al avance de la
tecnología. Los modelos de aseguramiento en salud han presentado grandes aciertos y
fracasos en diferentes regiones del mundo, lo que evidencia la imposibilidad del desarrollo
de un sistema ideal. La definición de la salud como un derecho fundamental que el Estado
tiene por obligación proveer, proteger y regular es un avance social de una nación. Sin
embargo, se requieren grandes esfuerzos institucionales, con elementos internos que pueden
generar riesgos para su cumplimiento. Además, El derecho a los servicios de salud tiene
límites técnicos, éticos y económicos; hay acuerdos sociales sobre sus límites en temas
estéticos o experimentales, pero no se ha establecido un claro mecanismo para excluir otros
medicamentos o servicios que sí implican una mejora con respecto a lo que se tiene hoy,
pero que el sistema de seguridad social no podrá cubrir. Es necesario un acuerdo social, un
equilibrio y control por parte del Estado sobre la tensión entre el beneficio particular y el
beneficio colectivo. Aunque En la actualidad existen múltiples barreras que confinan el
derecho a la Salud a una ilusión o a una letra muerta y para que esta realidad cambie se
requiere la participación activa de cada uno de los actores del sistema incluyendo a los
usuarios mediante el autocuidado y el cuidado de la salud colectiva. Para que el derecho
fundamental a la salud sea una realidad la sociedad colombiana deberá entender la salud de
una manera distinta, dentro de un marco de referencia integral, que involucre los
determinantes sociales de la salud y que vire el sistema asistencial hacia un sistema que
permita promocionar la salud y prevenir la enfermedad. Las Entidades promotoras de salud
como actores importantes dentro del sistema, pueden y tienen el deber de participar en la
formulación de estrategias que permitan cumplir los elementos esenciales del derecho
fundamental a la salud para garantizar la prestación de los servicios de una manera
adecuada; pero además para garantizar que los recursos que le sean asignados se usen de la
manera más eficiente sin desconocer los criterios de costo-efectividad, racionalidad
científica y financiera que aún continúan vigentes con la nueva ley.

BIBLIOGRAFIA DE APOYO:
https://www.scielosp.org/pdf/spm/2015.v57n5/433-440 - Sobre ley 100 de 1991

http://www.scielo.org.co/pdf/cesd/v7n2/v7n2a03.pdf - Sobre ley estatutaria 1751 de 2015

También podría gustarte