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PONENCIA
Resumen carrying out research and when in the practice, both at the
academic as well as the Nursing care levels. It retakes a simple
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AVANCES EN ENFERMERÍA · VOL. XXIV NO. 1 ENERO-JUNIO 2006
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específica a la salud. Esta contribución se identifica por se deja absorber por otro, o que precisa llegar a ser
el marco de representación teórico o disciplinar (6). otro para sentirse valorizado –quedándose siempre a
Bordieu (1985) plantea que la producción de dis- la sombra de aquel que tenga el derecho del ejercicio–
cursos legítimos que han permitido la hegemonía de las no puede pretender ser reconocido”.
visiones empírico-analíticas de la salud y la enfermedad A su vez J. Medina (1999) sostiene que aunque invi-
encarnadas por el modelo biomédico, el enfermero y la sible y ausente en la práctica asistencial (el trabajo en
red de prácticas sociales que los acogen, son un claro hospitales y centros de salud), la noción de cuidado ocu-
ejemplo de cómo los discursos se constituyen en formas pa un lugar central y fundamentalmente importante en
de poder al convertir en homogéneo un espacio de pro- el discurso de la enfermería (Gaut, 1983; Leininger,
ducción simbólica e imponer la arquitectura conceptual 1978). Desde el punto de vista disciplinar, el cuidado es
y las reglas de comunicación autorizada en la comuni- objeto de conocimiento de enfermería y criterio funda-
dad de expertos en el área de la salud y en otras áreas. mental para distinguirla de otras disciplinas del campo
En esta línea de pensamiento Bordieu, plantea que de la salud.
los marcos a la luz de los cuales las enfermeras otorgan Una primera mirada a la literatura indica que el tér-
sentido y significado a su práctica, que las reglas que mino cuidado se ha usado de manera creciente desde la
usan para atribuir significado y relevancia a sus accio- década de los sesenta hasta nuestros días. Existe en la
nes y para distinguir un problema de aquello que no lo actualidad un gran número de conceptos con relación al
es, se producen mayoritariamente en otros contextos cuidado, que han dado paso a una serie de ambigüeda-
teóricos que no son los de enfermería, cabría entonces des. Algunas de ellas tienen que ver con el significado y
preguntarnos ¿ante quién se siente responsable la en- función del término cuidado. Sin embargo, es necesario
fermera? La respuesta entraña, sin duda, una polémica identificar: “cuidar o tomar contacto, es el elemento
y un gran debate. esencial de la relación en-
A mi juicio, aún existe un estatus de sumisión de la fermera-cliente (…) y la
enfermera respecto a otros profesionales de la salud, capacidad de la enferme-
más implícito que explícito y manifestado en las accio- ra para realizar o ‘sentir
nes de poder que se observan a diario en los hospitales y
clínicas en Colombia. La explicación de esta pa-
norámica se puede soportar en las relaciones
sexistas médico-enfermera, marido-mujer,
varón-hembra; eso explica parte pero no
todo el fenómeno de la sumisión, a esto se
suman los espacios cedidos por la enfer-
mería en la toma de decisiones, por fal-
ta de compromiso y en algunos casos
falta de conocimiento. Sumado a
todo lo anterior encontramos que
algunas prácticas que realiza la en-
fermería se fundamentan única-
mente en marcos conceptuales de
otras disciplinas y de igual forma la
investigación está soportada en teo-
rías propias de otras disciplinas; en
este aparte vale recordar lo manifes-
tado por Colliere (7): “Un oficio que
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desde’ el paciente que representa la principal caracte- cuidado entendido como una ayuda a otra persona
rística de las relaciones profesionales”, afirman Benner permite el desarrollo y la actualización del yo; es un
y Wrubel (1989). proceso de interrelación que implica desarrollo, de la
Cuidado es un proceso interactivo por el que la enferme- misma manera que la amistad solo aparece a través de
ra y el cliente se ayudan mutuamente para desarrollar- la confianza mutua que produce una transformación
se, actualizarse y transformarse hacia mayores niveles profunda y cualitativa de la relación.
de bienestar. El cuidado es alcanzado por una concien- Cuidar, por tanto, es prestar una especial conside-
cia íntima de apertura del yo al otro, por una determi- ración a la dimensión psicológica, emocional y moral de
nación sincera de compartir emociones, ideas, técnicas la salud y la enfermedad. Esta visión antropológica,
y conocimientos, sostiene Planner (8). comprensiva y profunda, percibe el cuidado y la enfer-
La doctora Ann Boykin (9), sin embargo, afirma medad como un “cairos existencial”, como una oportu-
que los fundamentos para la teoría de enfermería como nidad única para profundizar en el alcance y las raíces
cuidado se basan en que la enfermera llegue a conocer de la dignidad humana. La riqueza humana de la viven-
su ser como persona cuidadora en la dimensión más cia de la enfermedad se manifiesta cuando el dolor y la
profunda y amplia. Mientras que las enfermeras pueden crisis del cuerpo nos hacen tocar las esencias de ese ser
tener (o por lo menos pueden haber tenido) un sentido de atravesado de grandezas y miserias que cada uno de
sí mismas como persona cuidadora, el practicar con este nosotros somos: “El enfermar no ensimisma, nos ayu-
marco de referencia amerita un compromiso delibe- da a redescubrir una intimidad inquieta, que se abre a
rado para desarrollar este conocimiento. En muchos lu- la búsqueda de certezas firmes y de esperanzas cier-
gares en los que las enfermeras desarrollan su práctica tas” (11).
hay muy poco en el ambiente para apoyar el desarrollo Para Jean Watson el cuidado es también una res-
creciente del sentido del ser como un cuidador. De hecho, ponsabilidad moral que trasciende los límites de la en-
muchos ambientes de la práctica parecen apoyar el cono- fermería como profesión, para insertarse en el campo de
cimiento del ser solo como instrumento, como tecnolo- los valores sociales y las acciones moralmente justifica-
gía. Cuando uno percibe su propio “ser de enfermería” bles. En ese sentido, en el contexto de enfermería el cui-
como una herramienta despersonalizada, acorporal, la dado supone una alta consideración por la otra persona
enfermería tiende a perder el sabor, y el compromiso y su modo de estar en el mundo, es decir, un compromi-
devoto con la enfermería se apaga. La preocupación en- so moral, casi imperativo, con el valor y dignidad de la
tonces es cómo sostener y actualizar este compromiso persona cuidada y con el respeto hacia los significados y
fundamental que debe ser un aspecto seriamente estu- el sentido que asigna a su vivencia de la enfermedad.
diado por la enfermera que decide practicar enfermería Desde esta perspectiva fenomenológica y ética el cuida-
como cuidado. do está más centrado en la persona y en su subjetivación
de la enfermedad que en el proceso biopatológico mis-
A su vez, Mayerof (10) manifiesta, desde la perspec-
mo (en el que suele centrarse la medicina):
tiva existencial, que se trata de determinar los atributos
generales del cuidado: Hay un elevado valor de la vida-mundo subjetivo de la
persona que experimenta estados de salud-enferme-
Cuidar es la síntesis del uso simplista de otra persona
para satisfacer nuestras necesidades. Su significado dad-curación. El énfasis se pone en ayudar a la persona
no debe ser confundido con tener buenas intenciones o a obtener más autoconocimientos, más autocontrol y
deseos, con el cariño, el confort y el mantenimiento o disponibilidad para la autocuración, independiente de
con el interés que puede tenerse por lo que le ocurra a la condición externa de salud. La enfermera se conside-
otra persona. Tampoco es un sentimiento aislado o una ra copartícipe en el proceso de cuidados humanos, por
relación humana momentánea, ni tampoco es una lo que se confiere un gran valor al proceso de relación
cuestión de tener la intención de cuidar a alguien. El entre la enfermera y la persona (12).
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cuidado al paciente generalmente permanecen como un De fi nir una he rra mien ta para ana li zar
aspecto que se “esconde” dentro de la actividad de las el am bien te po lí ti co de la in ter ven ción
enfermeras. Esta falta de exposición de los elementos La actualización de una filosofía de cuidado al paciente
del cuidado a los pacientes tiene impacto en el reconoci- en el hospital es un proyecto particularmente innova-
miento de la experiencia profesional de las enfermeras y dor, ya sea en el contexto nacional o internacional. Estu-
lleva a recortes irracionales tanto en personal como en dios realizados por O’Neill (13) en Quebec muestran que
servicios de enfermería. es fundamental conocer los antecedentes, y determinan
Vemos entonces que en los sistemas de salud los que el adoptar una filosofía del cuidado al paciente no
recortes en el cuidado de la salud han aumentado dra- representa ningún problema en el papel, pero imple-
máticamente y en años recientes las decisiones políti- mentarla en una estructura organizada y también den-
cas han tenido consecuencias importantes en la tro del comportamiento individual de cada uno de los
dimensión humana de los servicios de enfermería y de participantes es una cosa muy distinta, aunque funda-
salud. En este contexto, el cambiar la administración mental para lograr el cambio.
y ejercicio de la enfermería en una institución, me-
diante la introducción de un modelo inspirado por la De fi nir una he rra mien ta para
filosofía del cuidado al paciente, promete ser un de- pla ni fi car la im ple men ta ción
safío difícil. La propuesta que se quiere hacer es: reco- de la in ter ven ción
nocer la importancia de las prácticas de curación con En esta etapa es necesario comprometer a las altas ge-
base en una filosofía de cuidado al paciente, su familia rencias y direcciones, con el objeto de lograr una inter-
y cuidadores, las cuales deben enfatizar las relaciones vención monumental. De acuerdo con Ann Boykin, son
humanas en la enfermería y en las diferentes depen- las enfermeras en ejercicio y su alto compromiso con los
dencias, que promuevan y favorezcan el cuidado de la valores y creencias, y no los consultores o asesores, las
persona humana. que impulsan las transformaciones, las que convierten
Para lograr estas transformaciones en las diferen- en una realidad el modelo de ejercicio del cuidado a los
tes instituciones (docentes y asistenciales), podemos pacientes. Si solo enfermería se compromete en lograr
pensar en proponer de manera sencilla: el análisis político, el impacto en las instituciones es me-
nor, pero si se logra involucrar, comprometer y lograr
cooperación de todos los actores de una institución de
De fi nir una he rra mien ta
salud, el impacto es monumental.
para aná li sis po lí ti co
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esencia de la enfermería está encajada en la situación de minimizar el aporte, la practicidad y la clara evidencia
la misma. El compartir la experiencia vivida en la cual la de las teorías de mediano rango, que serían el camino
enfermera entra en el mundo del paciente y llega a cono- más rápido para transformar el futuro.
cerlo como una persona a quien consolida y ayuda en su Aunque el papel de la teoría de gran alcance, o como
vivir y crecer en el cuidado. La enfermera también per- Kikuchi (15) lo manifiesta en sus estudios, el marco filo-
mite que se la conozca como cuidadora que participa de sófico de enfermería, no es universalmente aceptado ni
una relación de reciprocidad. quizás universalmente entendido, la evidencia de la
El concepto “viviendo y creciendo en el cuidado” práctica en la literatura está montada en que la práctica
toma su significado sustantivo cuando la enfermera lo de enfermería aterriza en una teoría de gran alcance de
refleja en su propia expresión personal de vivir el cuida- enfermería. Luego, el uso popular de conceptos genéricos
do día a día. Este entendimiento puede facilitarse a tra- de cuidado, no relacionados con una perspectiva teórica
vés del estudio de Mayeroff (10) y sus ingredientes del organizada de enfermería, no resulta esperanzador para
cuidado: conocimiento, paciencia, ritmos alternativos, la transformación. Para la transformación de la práctica
esperanza, coraje, sinceridad y honestidad. El llegar a es fundamental tener en cuenta:
conocerse a uno mismo como cuidador realza la capaci- Proponer la transformación de la práctica más allá
dad de las enfermeras de saber y apreciar las expresio- de lo superficial o cosmético, lo que requiere el uso de un
nes únicas de cuidar de aquellos a quienes cuidamos. sistema conceptual completamente desarrollado cono-
A la vez es fundamental reconocer la importancia cido como una teoría de gran alcance.
de una práctica basada en la teoría; este proceso ha Demostrar el valor de la teoría de enfermería como
sido visto como un movimiento de avanzada en enfer- cuidado (Boykin y Schoenfer, 2001), como un marco de
mería. Tener la práctica de enfermería aterrizada explí- referencia productivo para la transformación de la prác-
citamente en teorías de la disciplina podrá contribuir en tica que realce su coherencia y efectividad (Boykin y
tres objetivos muy importantes: Schoenfer, 2004).
1. Que la práctica sea coherente. El compromiso de la enfermera que practica la en-
2. Que el cuidado del paciente sea efectivo. fermería como cuidado es nutrir a las personas que
3. Que la práctica tenga coherencia dentro de la disci- viven y crecen como cuidadoras, lo cual implica que la
plina de enfermería como profesión aprendida. enfermera las conozca como cuidadoras en el momento.
El deseo de mejorar la coherencia y la efectividad “Las dificultades de cuidar” en un momento son las si-
de cuidado del paciente ha liderado un llamado a la tuaciones que reflejan la extensión de conocimiento y
práctica basada en la evidencia científica (PBE), que se compromiso necesario para cuidar de manera efectiva.
enfoca principalmente en el uso de las ya desarrolladas y El entendimiento diario del significado del cuidado es
probadas teorías de rango medio. Un aumento similar obviamente inadecuado cuando la enfermera está fren-
ha ocurrido en medicina, en la que existen múltiples y te a alguien a quien es difícil cuidar. En estas situaciones
diversas perspectivas del significado preciso de la PBE extremas (no infrecuentes), un concepto de enfermería
en enfermería (14). No obstante la ausencia de consenso orientado a cumplir tareas, sin una base disciplinar de
en el significado, el interés en la práctica basada en evi- enfermería, puede ser adecuado para asegurar el cum-
dencia se ha extendido ampliamente en ser consciente plimiento de cierto tratamiento y técnicas de supervi-
de la madurez de la enfermería como una disciplina, sión. Sin embargo, a nuestros ojos esa es una respuesta
como una práctica disciplinada y como una disciplina insuficiente; ciertamente no es la enfermería que noso-
práctica. Sin embargo, autores como Ann Boykin, Savi- tros defendemos. La teoría de enfermería como cuidado
na O. Schoenfer, Jon Baldwin, Dee McCarthy (2005) y llama a que la enfermera busque en lo profundo de una
Red (1995) son partidarios del papel de la teoría de gran base de conocimiento bien desarrollada que haya sido
alcance como un marco de referencia transformativo de estructurada utilizando todos los patrones de conoci-
una práctica coherente de enfermería, pero no se puede miento disponibles, fundamentados en la obligación
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evidencias que provienen de la investigación podrán (3) MARQUIS BISHHOP, S. Proceso de desarrollo de las teo-
usarse con el objetivo de desarrollar guías, estándares, rías. Modelos y teorías en enfermería. 4ª edición. Mosby,
protocolos o políticas que guíen la implementación de 1999, p. 43.
toda una serie de intervenciones de enfermería. El obje- (4) LEININGER, M. The phenomenon of caring: importance,
research, questions and theoretical considerations. En:
tivo final de la enfermería es precisamente proporcionar
M. Leininger (ed.). The Phenomena and Nature of Ca-
cuidados basados en la evidencia que faciliten conseguir
ring. Salt Lake City: University of Utah, 1978, pp. 3-17.
resultados de calidad para los pacientes, familias y cui-
(5) CUSHING, A. Historical and epistemological perspectives
dadores, como para el mismo sistema de salud (16). on research and nursing. Journal of Advanced Nursing,
Además, la investigación en enfermería es muy im- 20: 406-411, 1994.
portante para el desarrollo del conocimiento científico (6) MEDINA, J. L. El cuidado: objeto de conocimiento de la
que facilite a las enfermeras proporcionar cuidados de enfermería como disciplina. La pedagogía del cuidado:
enfermería fundamentados en una filosofía del cuida- saberes y prácticas en la formación universitaria en en-
do y basados en evidencia científica. En general la pro- fermería. Barcelona: Alertes, 1998, p. 31.
fesión de enfermería es responsable ante la sociedad de (7) COLLIERE, Marie Françoise. Promover la vida. De la
proporcionar cuidados de calidad y rentables a los práctica de las mujeres cuidadoras a los cuidados de en-
fermería. Madrid: McGraw-Hill, 1993.
pacientes y sus familias. Por eso el cuidado de enferme-
(8) PLANNER, B. Holistic Nursing. Englewood Cliffs, USA:
ría debe evaluarse y mejorarse con base en los nuevos
Prentice Hall.
conocimientos.
(9) BOYKIN y SCHOENHOFER. Enfermería como cuidado: un
Quiero terminar mi reflexión con estas palabras de modelo para transformar la práctica. Capítulo 4. Nueva
Jean Watson: York: ALN, 1993.
Cada situación de enfermería es una experiencia vivida (10) MAYEROFF, M. On Caring. New York: Norton, 1971.
que involucra al menos a dos personas únicas. Por lo tan- (11) LLANO, A. El cuidado integral del enfermo. En: U. de Na-
to, cada situación de enfermería difiere de cualquier otra. varra (ed.). Jornada de actualización de procedimiento
de enfermería. Pamplona: Universidad de Navarra, pp.
La naturaleza recíproca de la experiencia vivida de la
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situación de enfermería requiere inversión de las dos per-
(12) WATSON, Jean. Filosofía y teoría de los cuidados humanos
sonas cuidadoras comprometidas. El foco inicial es cono-
en enfermería de Watson. En: J. RIHEL-SISCA. Modelos
cer a las personas como cuidadoras, tanto al cuidado
conceptuales de enfermería. Doyma, 1992, pp. 179-192.
como a la enfermera. El proceso de conocer el ser y al otro
(13) O’NILL, M., F. GAGNON y M. BOYER. La santé politique.
como cuidador requiere un mutuo y constante desdoblar-
Petit manuel d’analyse et d’íntervention politique dans le
se. Con el fin de conocer al otro, la enfermera debe querer domaine de la santé. Les monographie du centre québe-
tomar el riesgo de entrar en el mundo del otro y el otro cois collaboraterur de l´Organisation Mondiale de la
debe querer dejar entrar a la enfermera en su mundo. Santé pour le Développement des Villes et Villages en
Para que esto pase la aceptación de confianza y fortale- Sant'. Monographie No. 3 Beauport: Centre québécois
za del coraje requerido por las personas en la situación collaborateur de l’ OMS sur VVs. 1997.
de enfermería puede ser de gran inspiración. (14) BANNING, M. Conceptions of evidence, evidence-based
medicine, evidence-based practice an their use in nur-
sing: independent nurse prescribers’ views. Journal of
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Clinical Nursing, 14: 411-418.
(1) RAILE ALLIGOOD, M. y E. CHONG CHOI. Evolución del de- (15) KIKUCHI, J. F. Clarifying the nature of conceptualization
sarrollo de las teorías de enfermería. Modelos y teorías about nursing. Canadian Journal of Nursing Research,
en enfermería. 4ª edición. Mosby. 1999, p. 57. 29(1): 97-110.
(2) PARKER, M. Introduction a Nursing Theory. Nursing (16) BROWN, S. J. Knowledge for healthcare practice: a gui-
Theories and Nursing Practice. Philadelphia: Davis Com- de to using research evidence. Philadelphia: Saunders,
pany, 2001, p. 6. 1999.
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