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INTRODUCCIÓN

La educación es un proceso de formación que dentro de la sociedad ocupa un


papel indiscutiblemente importante para el desarrollo de los individuos, esto ocurre
porque dentro del contexto educativo existen fases de transmisión de conocimientos,
valores, cultura, principios, entre otros. En tal sentido, se distingue que la educación
aporta al crecimiento académico y formativo de las personas en una sociedad.
Para la postura de Sánchez y Araya (2018) la educación efectúa importantes
funciones dentro de la sociedad, como son: conservación de principios culturales de
grupo a través de su transferencia de generación en generación; integración y
diferenciación a los individuos como parte de un entorno social con características
específicas y promoción de un recurso humano calificado para impulsar la producción
social y económica de un país.
Los enfoques filosóficos, sociológicos y pedagógicos en la educación son
cruciales para lograr un efecto positivo en los procesos de enseñanza y aprendizaje. Es
importante mencionar que estos enfoques proporcionan principios que en la educación
pueden ser aplicados dando a los procesos educativos efectividad. En otras palabras,
por medio de estos fundamentos se pueden estructurar estrategias y acciones de
estudio ajustados al ambiente externo y comportamiento de los estudiantes.
Por ello, se presenta la siguiente problemática: ¿De qué manera los recursos
didácticos influyen en el fortalecimiento de las habilidades lectoras? con el objetivo de
establecer la relación de los fundamentos filosóficos, sociológicos y pedagógicos con
los problemas que surgen en el campo educativo.
Es esencial, abordar esta problemática desde los diferentes enfoques
epistemológicos (filosóficos, sociológicos y pedagógicos) con un aporte reflexivo y
crítico para comprender la relación entre ellos con el fortalecimiento de las habilidades
lectoras, desde diferentes situaciones, que algunas veces los docentes desconocen o
pasan por alto.
En este sentido, se desarrollará un aporte reflexivo y crítico sobre la actividad
educativa, tomando en consideración un enfoque filosófico con sus diferentes
fundamentos: cosmovisivos, lógicos y gnoseológicos, para analizar su intervención en el
proceso educativo.

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Por otro lado, el estudio del proceso de enseñanza-aprendizaje, en el uso de
recursos didácticos para el fortalecimiento de las habilidades lectoras, requiere también,
un aporte sociológico; por lo que el presente ensayo desarrollará un enfoque sociológico
tomando en consideración la escuela, el docente y su sistema de relaciones, la familia,
y la comunidad como agentes sociales.
Desde el enfoque pedagógico se hará referencia a los diferentes conceptos que
existen dentro del entorno educativo. Por ende, se expondrá de manera clara los tres
postulados elegidos: el método de aprendizaje constructivista, el rol del docente y el
modelo pedagógico de la escuela del desarrollo integral, cada uno con sus propias
competencias e ideas.

DESARROLLO

Con base en lo expuesto, en este ensayo se plantea los postulados


epistemológicos de los fundamentos: filosóficos, sociológicos y pedagógicos de la
educación centrada en la influencia de los recursos didácticos para el fortalecimiento de
las habilidades lectoras de los estudiantes.
Fundamentos filosóficos
Abordar los fundamentos filosóficos complementará el presente ensayo en el
ámbito de la educación sobre la influencia de los recursos didácticos en el
fortalecimiento de las habilidades lectoras. Para Aguilar (2020) La filosofía en la
educación es la ciencia que se emplea en el discernimiento de su problemática, de sus
funciones y sus fines en los hechos educativos, con ello se constituye que la filosofía de
la educación establece una parte fundamental de las ciencias del ser humano.
De tal manera las ciencias humanas se encargan de la explicación y reflexión de
la naturaleza humana, interesadas por el conocimiento amplio del ser humano. Por ello,
la filosofía es la esencia para el entendimiento de la educación y de sus principales
agentes involucrados, además, se asegura que la filosofía proporciona las herramientas
necesarias para la toma de conciencia del individuo.
Estos fundamentos filosóficos se refieren a la correcta comprensión y
entendimiento de la actividad educativa. Según Camacho y Morales (2020) La
educación debe empezar de la comprensión adecuada de las capacidades, de los

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intereses y de los hábitos de los estudiantes. Por ende, estas capacidades, estos
intereses y estos hábitos deben ser objeto de desarrollo continuo para que se logre una
transformación constante del individuo y de la sociedad.
La educación, cualquiera que sea su propósito depende de la visión y de los fines
que se pretenden alcanzar. De este modo, los fines de la educación son los objetivos o
intenciones fundamentales que le dan sentido, dirección y orden a la actividad educativa
y, por ende, a la enseñanza-aprendizaje. El rumbo correcto que se le da a la educación
permitirá la adecuada y correcta formación intelectual, la formación de la verdad y la
valoración del pensamiento filosófico.
A nivel académico, la epistemología cumple un papel importante porque estudia
el conocimiento, como señalan Paitan et al. (2021) Es parte de la filosofía que se enfoca
en la indagación científica y su resultado, el saber científico. De modo que, la
epistemología enfocada al área educativa permite lograr el progreso educativo de
manera crítica y reflexiva, considerando todos los métodos que propone para lograr el
desarrollo del conocimiento por parte de los estudiantes.
A lo mencionado se establece que el estudio filosófico en el ámbito educativo
aporta al desarrollo de la misma por medio de fundamentos cosmovisivos,
gnoseológicos y lógicos que se relacionan con la implementación de los recursos
didácticos para el fortalecimiento de las habilidades lectoras.
Para Espinoza et al. (2020) Los fundamentos cosmovisivos tienen como
propósito el perfeccionamiento de la actividad educativa. De esta manera, estos
principios toman como base la práctica, el desarrollo, la contradicción, la correlación del
sujeto y el objeto de la actividad educativa; y finalmente la valoración en el proceso
docente.
Por lo tanto, utilizando como ejemplo el principio de la práctica, se evidencia que
el ejercicio constante de actividades en un área permite al estudiante desarrollar de
mejor manera sus capacidades y habilidades. En este sentido, la práctica constante de
la lectura permite mejorar las habilidades lectoras de los estudiantes. Según López et al.
(2019) Para perfeccionar las habilidades lectoras es necesario utilizar una serie de
recursos didácticos que se mejoran con la práctica, y que ayudan a encontrar la idea
central de la lectura.

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En cuanto al principio de desarrollo los recursos didácticos evidencian un
beneficio tanto académico como en el desarrollo integral de los estudiantes. Además,
otro beneficio demostrado en este principio estaría en el desarrollo de sus capacidades
y habilidades lectoras como la decodificación, la fluidez y el vocabulario que son
indispensables para la correcta comprensión lectora de los estudiantes, ya que conectar
ideas dentro y entre oraciones permite a los alumnos comprender el texto en forma
total.
Bedolla (2019) Por otra parte, los fundamentos lógicos en el campo educativo
consideran aquellos procesos por medio de los cuales ocurre el conocimiento y que
está presente en los actuales procesos de enseñanza y de aprendizaje. En este sentido,
los fundamentos lógicos en la actividad docente radican en observar y reconocer la
conducta de los estudiantes en las actividades.

Con base en lo analizado, se puede mencionar que para poder leer de forma
adecuada se debe aplicar estrategias de lecturas para fortalecer las habilidades
lectoras, como practicar con lecturas significativas, prestar atención a cada palabra,
practicar con voz alta y todos los días, por ende, si se toma en cuenta estas estrategias
y se aplican de forma correcta se podrá mejorar los procesos de lectura de manera
gradual hasta llegar un dominio completo.
Entre las acciones que se pueden realizar para fortalecer el desarrollo de la
comprensión lectora de los estudiantes es incentivar la práctica de las lecturas, evitando
tratar la lectura como una obligación. Adicionalmente, se debe realizar fichas de lecturas
que pueden ser impresas o digitales como una manera de aprovechar las herramientas
tecnológicas que existen en la actualidad. También se puede utilizar en las aulas libros
colocados en diferentes partes para que los alumnos puedan leer y comentar entre sí a
cualquier hora dentro de las horas educativas para un mejor proceso de aprendizaje.
En este sentido, los docentes coinciden que las estrategias más adecuadas para
mejorar y fortalecer la comprensión lectora de los estudiantes que se pueden fomentar
son planearse preguntas sobre lo que se ha leído, en este caso, los docentes deben
aclarar dudas generadas por los alumnos acerca de la lectura o el texto que se ha
empleado.

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Con respecto a los fundamentos gnoseológicos de la actividad educativa,
Basantes et al. (2019) señala que estos principios son aquellos por medio de los cuales
transcurre el proceso de conocimiento y este se encuentra presente en los procesos
educativos actuales. De esta manera, el ser humano debe tener presente lo que está
aprendiendo y la mejor manera de comprobarlo es la práctica. Entre sus componentes
se destacan: el principio del reflejo activo y creador a través de la práctica en la
enseñanza; y lo sensorial y lo racional en la formación de conocimientos, habilidades y
destrezas.
Por ello, es indispensable emplear recursos didácticos apoyados en la tecnología
para mejorar la capacidad cognitiva del estudiante, el nivel de comunicación y la
capacidad lectora de los estudiantes. En consecuencia, el docente es el encargado de
despertar el interés de los estudiantes en la lectura mediante juegos, técnicas, métodos
y estrategias que permitan desarrollar las capacidades y habilidades en la lectura, a
través de la implementación de los recursos didácticas vigentes tomando en
consideración los factores y principios que interviene desde un enfoque cosmovisivo,
lógico y gnoseológico.
De esta forma, los fundamentos filosóficos se relacionan de muchas formas en el
campo educativo, más que todo en la resolución de problemas, como el que se ha
establecido referente al uso de recursos didácticos en el fortalecimiento de la
habilidades lectoras, por ende, para que este proceso de aprendizaje sea más
dinámico, es importante que el docente se enfoque en estos principios y pueda
entender los beneficios que pueden tener estos fundamentos como herramientas para
desempeñar de mejor manera estos procesos.
Se evidencia que aprender a través de la práctica es una buena estrategia, pero
no se trata solo de practicar, hay que tener presente que desde un enfoque cosmovisivo
se debe relacionar la teoría con la didáctica trasladada a la práctica, en el
fortalecimiento de las habilidades lectoras, para que establecidos en el fundamento
lógico se pueda comprobar que los alumnos han aprovechado ese conocimiento, para
que puedan seguir fortaleciendo su lectura, con base es lo establecido en el fundamento
gnoseológico.

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De tal forma, en los procesos de enseñanza los docentes deben utilizar de
manera consciente los principios fundamentales en los programas y proyectos de
estudio, la impartición del contenido académico, el discernimiento de los materiales por
parte de los alumnos, y la respectiva evaluación para comprobar el conocimiento
aprendido, y la posterior retroalimentación, de esta manera, la actividad educativa debe
aportar a la idea de que el desarrollo del hombre y de la sociedad depende de nuestra
propia voluntad.
De esta manera, el estudio filosófico en el campo educativo se convierte en una
herramienta efectiva para empleo del docente en sus horas académicas, tanto práctica
como teórica, la misma que tendrá la oportunidad de basarse en el dominio y la
comprensión en particular en el área académica. En este sentido, el docente
debidamente preparado en la rama filosófica tendrá a su alcance un panorama reflexivo
y crítico que podrá utilizar para desarrollar la calidad de su desempeño docente.
Partiendo desde este enfoque, los fundamentos filosóficos en el área educativa
dejarán de ser un pasatiempo, una ocupación sin relevancia, para convertirse en un
recurso para comprender y asimilar mejor la información y el conocimiento, fundamentar
de manera más profunda y elevar de una manera más eficiente los procesos de
enseñanza y de aprendizaje en el campo de la educación.
Con el empleo de los fundamentos filosóficos en la educación, enfocada en
resaltar lo esencial que representa utilizar nuevos métodos, procesos y recursos para
lograr enseñar a los alumnos, por medio de la idea de motivar a los estudiantes a leer,
aprender, comprender y discernir mejor la información, y otros intereses propios de los
estudiantes a su edad. Estos procedimientos ayudarán a formar y mejorar el
conocimiento.
Esta propuesta enfocada en el uso de recursos didácticos para fortalecer las
habilidades lectoras ayudará y contribuirá de manera beneficiosa a los docentes debido
a que tendrá nuevas ideas para enseñar a sus alumnos, por ello, la práctica docente
será eficiente enfocándose en una buena relación entre los estudiantes y la obtención
de nuevos conocimientos.

Fundamentos sociológicos

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Abordar los fundamentos sociológicos complementará el desenlace del presente
ensayo en el ámbito de la educación sobre la influencia de los recursos didácticos en el
fortalecimiento de las habilidades lectoras. Para Pascagaza y Estrada (2020) La
sociología en la educación es la ciencia que se encarga de dar una explicación profunda
de la dimensión social de los actores educativos por medio de la examinación de las
relaciones interpersonales que los individuos llegan a tener; asimismo sus reacciones
con el ambiente que los rodea.
De tal manera, la escuela es considerado uno de los lugares claves donde las
personas tienen relaciones sociales con otras distintas a las perteneciente a su entorno
familiar dando paso a que la variable escolaridad tome un papel influyente en el aspecto
conductual del ser humano. Por ello, los centros educativos no solo son aportan al
desarrollo cognitivo de los estudiantes, sino que también abarca el área social, esto se
evidencia en las relaciones de amistad entre compañeros de clases, trabajo
colaborativo y respeto a su docente. La sociología aparte de buscar estudiar al
estudiante como un ente social, se enfoca en descubrir técnicas metodológicas que
viabilicen la aplicación de nuevas herramientas educativas que ayuden al aprendizaje
de los estudiantes.
Los fundamentos sociológicos facilitan la compresión de la movilidad social,
equidad, igualdad social, empatía, entre otros factores, dentro del área educativa; esto
surge en función de garantizar a las generaciones actuales y próximas una educación
de calidad que les permita un adecuado desarrollo social para convertirse en personas
adultas que muestren un criterio de responsabilidad estable ante la sociedad.
La escuela es un actor importante dentro del contexto social educativo; se lo
visualiza como un escenario de formación y socialización, este último porque Velasco y
Rentería (2019) indican que se producen intercambios humanos intencionados al
aprendizaje de nuevos conocimientos, al desarrollo de competencias cognitivas, socio-
afectivas, comunicativas, etc. y a la construcción de la identidad de los sujetos como
individuos y de la escuela como comunidad que convoca y genera adhesión.
Los autores describen que la escuela es un centro potencial para la construcción
de relaciones interpersonales en donde los estudiantes pueden aprender por medio de
la interacción con otras personas, lo cual es fundamental en el desarrollo social del

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individuo debido a que obtendrá nuevas concepciones sobre el mundo, alto nivel de
autoestima, empatía, entre otras. También, reflejan la idea acerca de la relación
intrínseca que existe entre la sociedad y la escuela porque ambas se alimentan e
interactúan de tal manera que los vínculos que se dan entre ellas tienen incidencia en
los modelos educativos actuales.
Por eso, la sociología tiene una destacada participación en los procesos de
enseñanza y aprendizaje que ocurren en una institución educativa. En el aula es
indispensable que exista un proceso de socialización estable debido a que los procesos
educativos se desarrollan de persona a persona; este escenario permitirá alcanzar las
metas pedagógicas deseadas. Un estudiante con problemas sociales tendrá
consecuencias negativas en su rendimiento personal dentro del aula de clase, este
hecho existe en diversas instituciones hoy en día, por lo cual, como expresa Torres
(2018) el profesor tiene que aportar soluciones oportunas que creen posibilidades al
estudiante de percibir, vivir y actuar con compromiso social en el entorno educativo;
siendo el docente generador de cambios profundos en la conciencia del educando y la
transformación social. Esto fundamenta que los docentes tienen que asumir una postura
profesional frente a este tipo de problema; estableciendo medidas que sirvan para
vencer estos obstáculos educativos de manera colectiva docente, familia y la escuela.
La familia es el núcleo de la sociedad, es un factor de gran incidencia en todos los
ámbitos de las ciencias, es decir, tiene relación con lo económico, educativo, político,
cultural o social. El ambiente familiar influye en una persona porque es el medio donde
se obtienen bases para el proceso de construcción de identidad, principios y valores
morales, formación de habilidades afectivas, entre otras. Por eso, Vélez et al. (2019)
manifestó que la influencia de la familia en el desarrollo y formación de la persona es
determinante en su configuración como tal, pues no solo influye en su desarrollo
cognitivo sino también, entre otros aspectos, como lo personal, emocional, socioafectivo
o sociocultural.
A lo mencionado se establece que la familia en el ámbito educativo aporta
elementos claves para lograr una calidad educativa que beneficie a los estudiantes en
desarrollo académico. El contexto familiar es de apoyo estratégico para el contexto
escolar, es así que la familia tiene una responsabilidad determinante en la instrucción

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de los estudiantes. Los problemas familiares son eventos que surgen en el proceso
escolar, siendo una de las causar primarias para que los estudiantes tengan un bajo
desempeño académico en las aulas de clases, dando paso a las dificultades en el
proceso de aprendizaje como déficit de habilidades lectoras, bajo razonamiento lógico,
mala redacción y ortografía; a parte internamente el estudiante vivirá un dilema de
emociones o sentimientos que impiden relacionarse fácilmente con sus compañeros o
profesores.
Al fomentar la participación y colaboración de la familia en los procesos escolares
se reflejarán resultados saludables para el ecosistema educativo de cualquier institución
educativa. La familia tiene influencia en el desarrollo y crecimiento de los niños
manifestado en el aspecto conductual; un niño que ha absorbido la formación apropiada
en sus primeros años, existe la probabilidad que tenga una mejor actitud y
comportamiento en la escuela. Asimismo, los estudiantes al sentirse involucrados a la
familia, darán como resultado una actitud de seguridad y compromiso en dar un mejor
rendimiento en el proceso educativo. De tal forma, la familia no solo causa un impacto
en los primeros años, con frecuencia es el ejemplo a seguir profesionalmente. Los
educandos aprenden de la profesión de los padres convirtiéndose como un modelo a
seguir en un futuro.
Según Aguiar et al. (2020) las instituciones educativas están encargadas de
brindar educación de calidad para que los estudiantes se formen con todos los
conocimientos importantes para desenvolverse en cada etapa de la vida, pero también
ayudan a las familias en dar asesoría que les permita guiar en la educación. En Ecuador
se alineó un programa denominado Educando en Familia para aumentar la participación
del entorno familiar en las diferentes etapas de aprendizaje. La finalidad de esta idea es
fortalecer las capacidades en los procesos educativos y potenciar la relación entre la
familia y la institución educativa.
La comunidad es un agente social que tiene que ver con la realidad que
experimenta o rodea a un individuo delimitado en un espacio o tiempo. En sociología se
define como un conjunto de individuos que tienen en común diversos elementos, como
el territorio que habitan, las tareas, los valores, los roles, el idioma o la religión.
(Ramírez, 2020). Esto se entiende como un sistema de relaciones psicosociales que

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tiene como característica principal los patrones o hábitos socioculturales de los
individuos.
Por lo tanto, la comunidad tiene un rol clave en el campo socioeducativo porque
promueven actividades que conllevan mejoramiento en la calidad de los procesos de
enseñanza y aprendizaje, dando un giro de importancia al alcance del bienestar
psicosocial de los educandos. Con la aplicación de los fundamentos sociológicos en la
educación, enfocada en resaltar lo esencial que representa utilizar las relaciones
personales, condiciones sociales y más a través de métodos, recursos para lograr
enseñar a los alumnos, por medio de la idea de motivar a los estudiantes al trabajo en
equipo con el fin de aprender, comprender y discernir mejor la información, y otros
intereses colectivos de los estudiantes. Estos procedimientos ayudarán a formar y
mejorar el conocimiento.
Esta propuesta enfocada en el uso de recursos didácticos para fortalecer las
habilidades lectoras ayudará a que la comunidad educativa en general para que tenga
beneficios importantes. Una forma considerar los agentes sociales antes expuestos es
por medio de un programa de capacitaciones sobre los recursos didácticos como medio
para el desarrollo de las habilidades lectoras de los estudiantes.
Fundamentos pedagógicos
Los fundamentos pedagógicos orientados al uso de los recursos didácticos en el
fortalecimiento de las habilidades lectoras se abordarán tomando en cuentas tres
postulados: el método constructivista, el rol del docente y el modelo pedagógico de la
Escuela del Desarrollo Integral.
De acuerdo con Tigse (2019) El paradigma constructivista ofrece una explicación
integradora acerca de los procesos de enseñanza-aprendizaje, centrándose en el
diagnóstico, análisis, planificación, toma de decisiones y evaluación de dicho proceso.
Por ello, el método constructivista se orienta en construir el conocimiento de los
estudiantes partiendo de elementos básicos, realidades y procesos empíricos para
lograr desarrollar las habilidades y destrezas de cada uno de los estudiantes.
La importancia del aprendizaje constructivista reside en el cambio del rol del docente,
pasando de ser solo un transmisor de conocimientos, a un ente innovador, que imparte
situaciones significativas de aprendizaje empleando estrategias cognitivas,

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metacognitivas y afectivas que logren activar los conocimientos y destrezas de los
estudiantes. De esta manera, el estudiante se convierte en el centro del aprendizaje,
participa de forma activa en el proceso de enseñanza y aprendizaje, se relaciona con el
objeto de conocimiento y consigue alcanzar un aprendizaje significativo. Por lo tanto, el
docente alienta a los estudiantes a trabajar en equipo y obtener una autonomía en su
proceso de enseñanza-aprendizaje.
Enfocándose en el fortalecimiento de las habilidades lectoras de los estudiantes,
el uso de recursos didácticos permite que el aprendizaje ocurra a partir de la
experiencia, del juego y de las actividades reales a las que el estudiante es guiado por
el docente, pero son los estudiantes los que desarrollan el conocimiento participando en
el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Teniendo en cuenta el método constructivista, es importante reflexionar acerca
de la manera más adecuada de impartir el proceso de enseñanza-aprendizaje, puesto
que esta concepción orienta la metodología escogida para llevarlo a cabo por parte del
docente a sus estudiantes. Por ello, desde el enfoque constructivista, se entiende en
este proceso como una interacción entre los conocimientos del docente y los del
estudiante, que entran en discusión, oposición y dialogo, para llevar a resultados
productivos y significativos. Sin embargo, el aprendizaje, aun cuando sea
constructivista, está determinado por un contexto específico que influye en ambos
participantes: docente y estudiantes.
De tal forma, el docente que imparte sus clases parte del principio de que el
conocimiento se construye, va a promover y desarrollar la participación activa de los
estudiantes, va a entrar en diálogo con ellos, para alcanzar un ambiente de
colaboración, llegando de esta manera, a la construcción del conocimiento, tomando
como base los recursos científicos y tecnológicos, desarrollados por el ser humano. Por
lo tanto, en este enfoque el aprendizaje es un proceso continuo y el estudiante debe
estar en constante actualización y adaptación de los cambios tecnológicos y
académicos del entorno.
El proceso pedagógico se basa en un enfoque constructivista que requiere que el
estudiante tenga el poder de decidir su acercamiento al conocimiento, así como poseer
las herramientas, técnicas y procesos para ello. Estos recursos pueden ser aplicados

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en aulas particulares o institucionales, y otorgarles a los estudiantes la oportunidad de
dedicar parte de su tiempo hacia la actividad educativa. El constructivismo es una teoría
del aprendizaje, que constituyen enfoques de la educación que pretenden aprovechar la
capacidad del estudiante para construir el conocimiento mediante la realización de
actividades basadas en la experiencia.
El constructivismo es una de las escuelas del pensamiento más importantes en el
campo de la educación, en la cual los estudiantes desarrollan progresivamente
habilidades de pensamiento abstracto a través de experiencias que implican la
interacción entre estudiantes y docentes. En consecuencia, en este proceso de
aprendizaje el docente actúa como agente de cambio y guía a los estudiantes hacia
nuevas competencias, destrezas y habilidades proporcionando oportunidades de trabajo
en grupo y actividades de colaboración para lograr un mejor desarrollo académico. Es
importante que se usen los recursos didácticos necesarios y que se emplee este
método para obtener mejores resultados, no solo con la obtención de buenas
calificaciones, sino que los estudiantes sean críticos y no se limiten a demostrar estos
conocimientos.
Para Tamayo et al. (2021) El método constructivista es una teoría que cumple
con esas premisas al estar basada en la creación de espacios de aprendizaje que
tienen como propósito la participación activa del estudiante, apoyada en la
interpretación de la realidad. Asimismo, cuando las horas académicas involucran este
tipo de recursos prácticos llevados a la experiencia, la memoria de los estudiantes
puede construir los conocimientos constantes, ya que los alumnos aprenden algo nuevo
y lo empiezan a adaptar a sus experiencias, de esta manera, la transferencia del
conocimiento ocurre de forma significativa. Cuando los estudiantes han cumplido con el
proceso adecuado de aprendizaje, se consigue que los estudiantes perciban y asimilen
de mejor manera la información y puedan fortalecer sus habilidades lectoras.
En este apartado, se resalta el rol del docente como postulado pedagógico
tomando en consideración que es un modelo de enseñanza-aprendizaje centrado en el
estudiante. Según Suckel et al. (2020) La capacidad de analizar y reflexionar de forma
crítica y colectiva sobre la práctica se convierte en un elemento articulador que conduce
a la actividad profesional docente en torno a un conjunto de actividades abordadas

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como un saber hacer en el marco de una comunidad educativa. En este sentido, el
conocimiento sobre el saber enseñar se reconoce como tal, elevando el protagonismo
del personal docente en el contexto de una institución que reconoce y resalta su
liderazgo pedagógico.
El rol del docente es, ante todo, facilitar el aprendizaje, diseñando situaciones y
actividades para que los estudiantes aprendan de manera eficiente, además, orientarlos
en la ejecución de las tareas que dichas situaciones suponen, permitiendo lograr los
objetivos previstos. De esta forma, se supera el rol tradicional de transmisor de
información, y pasa a convertirse en un creador de oportunidades de aprendizaje para
desarrollar sus habilidades y destrezas.
Rico y Ponce (2022) señalan que el reto de la educación para el docente es
enfatizar el aprendizaje activo y participativo del sujeto, adquiriendo las herramientas
necesarias para integrarse en una sociedad que demanda individuos creativos y
autorrealizables. Por ello, como facilitador del aprendizaje el docente es la persona
destinada a seleccionar y organizar los contenidos académicos para las horas
académicas; definir las actividades que se asignará a los estudiantes, escoger las
herramientas que se utilizarán, en este caso para el fortalecimiento de las habilidades
de lectura de una manera didáctica y participativa con los estudiantes.
De esta manera, un docente debe seleccionar de forma correcta las herramientas
y materiales que se utilizarán como recursos didácticos que permitan que sea más
entretenido el fortalecer las habilidades de lectura. Por ende, el docente es el
responsable de fijar los tiempos de trabajo y elaborar estrategias e instrumentos de
evaluación para determinar que tan bien se logró impartir y desarrollar las herramientas
y recursos que se emplearon.
Es importante mencionar que el rol del docente como mentor se reflejará en la
capacidad de orientación que fortalece el desarrollo de los estudiantes. De este modo,
el docente será un mediador de los conocimientos. El aprendizaje sucede desde
diferentes ámbitos educativos que fortalecen el conocimiento adquirido para lograr en
los estudiantes un equilibrio personal y académico.
Por lo tanto, el docente deber permanecer en una constante actualización de sus
conocimientos, competencias y destrezas, ya que solo de esta forma logrará llegar a los

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estudiantes con procesos eficientes e innovadores. En consecuencia, el docente debe
desarrollar sus capacidades investigativas, que le permitan aplicar nuevas técnicas y
metodologías que responda a las necesidades de aprendizaje de los estudiantes.
En el tercer apartado se describe acerca de uno de los modelos más
actualizados como es la “Escuela del Desarrollo Integral” la cual hace referencia sobre
el paradigma del desarrollo integral que propone integrar dialécticamente algunas de
estas concepciones.
Uno de los principios que destaca las Escuela del Desarrollo Integral es que es
una educación que tiene en su centro al individuo, su aprendizaje y el desarrollo integral
de su personalidad. De tal forma, es un proceso educativo en el que el estudiante tiene
el rol protagónico bajo la orientación del docente. Para Siguenza et al. (2021) La
pedagogía humanista persigue al desarrollo integral del sujeto, potenciando sus
capacidades, donde el principal contenido del proceso de enseñanza-aprendizaje es la
vida humana. Entre los factores para lograr este propósito están la creación de espacios
armónicos de aprendizaje partiendo de los resultados del diagnóstico, empleo de las
vivencias cotidianas para el acercamiento de los estudiantes a los contenidos y las
tareas de las horas educativas.
Para Castro (2022) La Escuela del Desarrollo Integral contribuye a la formación
integral de las nuevas generaciones, fortaleciendo el sentido de pertenencia social,
visualizar su compromiso con los sectores sociales más necesitados y vulnerables. Una
educación dirigida a la unidad de lo afectivo y lo cognitivo, en la que la formación de
valores, sentimientos y modos de comportamientos reflejen el carácter humanista de
este modelo.
Con base en este postulado se puede mencionar que, para lograr un
fortalecimiento de las habilidades lectoras se debe enfocar en ser guías activos del
aprendizaje de los estudiantes, en donde los educandos buscan ser el protagonista
principal de los conocimientos de forma acertada y al mismo tiempo puede formar su
propio criterio sobre las diferentes normas de lectura, además, se debe tomar en cuenta
de que la lectura es una de las principales herramientas para el desarrollo.
CONCLUSIONES

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• La filosofía en el campo educativo contribuye de manera significativa en
los procesos de enseñanza y aprendizaje, dado que comprende diversos enfoques
tanto prácticos como teóricos, que unidos ayudan a mejorar la práctica de los
educadores en beneficios de los estudiantes para su correcto desarrollo personal,
educativo y profesional. Además, la filosofía ofrece un aporte significativo en la
educación, dentro de los procesos de enseñanza-aprendizaje, debido a que aborda el
problema desde los enfoques didácticos, prácticos y racional, utilizando los
fundamentos cosmovisivos, lógicos y gnoseológicos que juntos permiten reflexionar
sobre la labor docente centrada en los estudiantes.
• La sociología en el campo educativo contribuye en los procesos de
enseñanza y aprendizaje, dado que es la ciencia que evalúa y examina los diferentes
fenómenos que ocurren en una determina sociedad, siendo el individuo su principal
fuente de información. El objetivo de la sociología en la educación es comprender la
contribución del aprendizaje escolar a la comunidad y viceversa, con el propósito de
mejorar las conductas humanas de los educandos. La escuela, el docente y su sistema
de relaciones son ejes transcendentes en el campo educativo de acuerdo a la óptica
sociológica; estos actores tienen una relación directa con el estudiante y sus procesos
académicos. La familia ocupa un lugar determinante en el área social y educativo; lo
que se genere en este agente es influyente para cualquier individuo. La comunidad en
terreno educativo desempeña un rol claramente fundamental para garantizar que la
calidad educativa se encuentre en aptas condiciones.
• Los fundamentos pedagógicos han sido objeto de estudio en la búsqueda
de mejoras en áreas académicas para una formación integral de los estudiantes. En
este sentido, el fortalecimientos de las habilidades lectoras es abordado con base a los
presupuestos que la pedagogía otorga al docente; empleando el método constructivista,
comprendiendo la importancia de la experimentación en las aulas con recursos
didácticos que permiten el correcto desarrollo de las habilidades de los estudiantes,
teniendo claro que el rol del docente no es ser el protagonista sino guía y orientador
para los estudiantes, para alcanzar un desarrollo integral que combine los principios
pedagógicos en la formación del conocimiento de los estudiantes.

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• En conclusión, los fundamentos epistemológicos presentados, tienen una
fuerte relación con el uso de los recursos didácticos en el fortalecimiento de las
habilidades lectoras, ya que permite analizar crítica y reflexivamente su uso en el
proceso de enseñanza-aprendizaje, considerando que, los fundamentos filosóficos,
sociológicos y pedagógicos representan los pilares fundamentales para comprender la
educación como un proceso integrador.

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