Está en la página 1de 1

Como interviene el ejercicio en la memoria, atención y en el

rendimiento intelectual.
Si el deporte es bueno para el cuerpo, también ha de serlo para la mente.

Cuando practicamos ejercicio físico, nuestro corazón bombea más sangre y llega
más oxígeno a nuestro cerebro. De este modo, nuestra mente se despeja y varias
funciones cognitivas se ven favorecidas.

El aprendizaje se traduce, pues, en el estímulo que necesitan las neuronas para


unirse unas con otras. La formación de estas nuevas conexiones o sinapsis es lo
que permite a nuestro cerebro incorporar nueva información. A esto es lo que
llamamos “aprender”.

Según los estudios, la actividad física regular aumenta la producción de células en


el hipocampo, región del cerebro involucrada en el aprendizaje y la memoria.
Entonces, el ejercicio físico ayudaría a que nuestro cerebro funcione mejor en
todos los ámbitos de la vida cotidiana, actuando con agilidad e inteligencia.

Incluso en aquellos con afecciones cerebrales; tales como las primeras etapas del
Alzheimer, la esquizofrenia o las lesiones cerebrales; realizar ejercicio impulsa
mejoras en el aprendizaje, la atención y la memoria, además de que colabora en
las tareas de memoria espacial.

Para finalizar el realizar ejercicio físico estimula la capacidad de aprendizaje, de


toma de decisiones, la memoria y la velocidad de reacción. Constituyéndose como
una herramienta importante para potenciar la actividad cerebral.

También podría gustarte