Está en la página 1de 2

CUÁNTO CUESTA UNA ELECCIÓN

Un año después de la elección fallida de 2019, que desató acusaciones de fraude y disturbios
violentos que resultaron en la salida del entonces presidente Evo Morales del país, los
bolivianos planean regresar a las urnas este domingo 18 de octubre.
Para esta ocasión, se hará con el desafío de una jornada electoral en medio de la pandemia
del COVID-19. Un obstáculo aún más sustancial para poner fin a las secuelas de hace un año
son las divisiones políticas de Bolivia que continúan acentuándose por discusiones sobre las
elecciones del 2019 y la legitimidad del sistema electoral en general.
Serán 215 millones de bolivianos que costarán las Elecciones Generales 2020, según el
presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Salvador Romero.
"Incluso una vez efectuados estos ajustes y adiciones al presupuesto, el costo global de la
elección 2020 ascenderá a 215 millones de bolivianos, por lo tanto, permanecería inferior al de
la elección de 2019, en aproximadamente 12%", señaló la autoridad.
Es decir que, las Elecciones del 2019 costaron 244 millones de bolivianos, dividido ese monto
en 27 millones de bolivianos que se erogaron para las elecciones primarias en la que se
presentaron binomios únicos y 217 millones de bolivianos las Elecciones Generales, anuladas
posteriormente por el fraude electoral propiciado por el MAS.
Por otra parte, debemos sumar los aproximadamente 35 millones de bolivianos del
presupuesto electoral, que luego de un consenso entre las organizaciones políticas,
renunciaron al denominado "fortalecimiento público".
QUE ESTIPULA LAS NORMAS EN CASO DE FRAUDE
Un fraude de ley es una maniobra o triquiñuela que consiste la vulneración de una norma
jurídica al amparo de otra norma o disposición legal. Se trata de conductas aparentemente
lícitas, pero producen un resultado contrario a la ley en la que se amparan o prohibido por otra
norma.
Se comete un fraude de ley cuando se realiza un acto jurídico amparándose en una ley de
cobertura con la intención de alcanzar objetivos impropios de esa norma y, además, contrarios
a otra ley o al ordenamiento jurídico. Es decir, se utiliza una ley de cobertura para ocultar la ley
defraudada.
Además, el acto fraudulento debe buscar un fin condenado por otra norma del ordenamiento.
Esta figura jurídica aparece regulada en el artículo 6.4 del Código Civil y en el 11.2 de la Ley
Orgánica del Poder Judicial.
Para que se produzca un fraude de ley tiene que existir una ley de cobertura y una ley
defraudada que se pretende eludir. Asimismo, la jurisprudencia considera que el fraude de ley
debe reunir los siguientes requisitos:
1. Ha de producirse un acto jurídico, no siendo suficiente la mera intencionalidad.
2. El acto con apariencia de legalidad debe vulnerar el contenido ético de los preceptos de
la normal en el que se ampara.
3. En principio, es indiferente si el infractor tenía la intención de eludir la norma
defraudada, siendo suficiente con que se produzca un resultado ilícito.
4. El acto ha de ser contrario al fin práctico de la norma defraudada.
5. La norma de cobertura no ha dirigirse expresamente a proteger el acto o negocio
jurídico realizado.
Según se indica en el mencionado artículo del Código Civil, el efecto principal del fraude de ley
consiste en deshacer la supuesta protección que la norma de cobertura otorga al acto para
someterlo a los preceptos de la ley defraudada que se intentó eludir.

¿BOLIVIA VIVE EN ESTADO DE DERECHO, EXISTE JUSTICIA EN BOLIVIA?


"Somos testigo de un deterioro del Estado de derecho y de la institucionalidad", opina Moira
Zuazo, investigadora en la Fundación alemana Friedrich Ebert (FES) en La Paz. Según Zuazo,
La sentencia del tribunal "es el juego jurídico que se plantea por encima de la Constitución
porque viola cuatro de sus artículos. Además, se pone por encima de la voluntad popular
expresada en el referéndum del 21 de febrero de 2016".
En 2016, Morales había perdido un referéndum que le hubiese permitido una nueva
candidatura en 2019. Ahora, el Tribunal Constitucional justificó su sentencia haciendo
referencia al Artículo 23 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, también
conocida como Pacto de San José. Según la interpretación de los jueces en La Paz, el Pacto
de San José demanda que no haya restricciones en las elecciones. Y por lo tanto tampoco las
debe haber para gobernantes.
"Esto es más que solo un problema domestico de Bolivia. Es un problema que debería tratarse
como un tema regional. No es la primera vez que se hace esa interpretación del Pacto de San
José. Y eso es un mal antecedente. Necesitamos un debate más amplio y abierto en América
Latina respecto a ese doble lenguaje".
La potestad de impartir justicia emana del pueblo boliviano y se sustenta en los principios de
pluralismo jurídico, interculturalidad, equidad, igualdad jurídica, independencia, seguridad
jurídica, servicio a la sociedad, participación ciudadana, armonía social y respeto a los
derechos.
La función judicial es única. La jurisdicción ordinaria se ejerce por el Tribunal Supremo de
Justicia, los tribunales departamentales de justicia, los tribunales de sentencia y los jueces; la
jurisdicción agroambiental por el Tribunal y jueces agroambientales; la jurisdicción indígena
originaria campesina se ejerce por sus propias autoridades; existirán jurisdicciones
especializadas reguladas por la ley. II. La jurisdicción ordinaria y la jurisdicción indígena
originario campesina gozarán de igual jerarquía. III. La justicia constitucional se ejerce por el
Tribunal Constitucional Plurinacional. IV. El Control Administrativo Disciplinario de Justicia es
parte del Órgano Judicial.

También podría gustarte