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Derechos Humanos y Competencias

Socioemocionales
Módulo 1: Derechos humanos y sociedad

Foto de Jakayla Toney en Pexels

1.2 Las relaciones interpersonales como fuente de herramientas psicosociales

Las relaciones interpersonales como fuente de herramientas psicosociales

Es evidente que las relaciones humanas pueden ser una fuente de bienestar, pero también de malestar,
y en un sentido contrario al anteriormente descrito, relaciones precarias, débiles, poco solidarias, donde
existe maltrato, violencia y falta de respeto por la dignidad de las personas que conforman este vínculo,
tendrá como consecuencia personas en una condición vulnerable, propensas a vivir situaciones de
riesgos latentes como enfermedades y trastornos mentales, peligros sociales y dificultades para
alcanzar un nivel óptimo de desarrollo.

Para Salvador, Hernández y Pozo:


“la disponibilidad de un sistema amplio de relaciones sociales satisfactorias se ha
relacionado con una menor incidencia de múltiples enfermedades y de trastornos
mentales. La integración de una red de vínculos interpersonales fomenta el sentido
de pertenencia y proporciona oportunidades para la participación social, la realización
de actividades agradables y el disfrute de experiencias positivas en compañía de otras
personas. La interacción con otras personas, resulta fundamental en el desarrollo de la
propia identidad y autoestima, haciendo posible la representación de diversos roles e
incrementando la percepción de estabilidad social y control sobre el entorno”.
(Salvador, Hernández y Pozo 2016, p.143)
Como se puede observar, de acuerdo a estas autoras, una red de vínculos
personales tiene efectos positivos en los diferentes ámbitos de la vida humana: en el ámbito
emocional, personal, familiar, laboral y social. Esto tiene como consecuencia, que
personas más satisfechas en sus relaciones, generen ambientes sociales también más
satisfactorios y, por ende, exista una mejor convivencia y una mejor calidad de vida.

Refieren que las relaciones interpersonales también son el componente de una fuente de diversas
herramientas psicosociales importantes para el desarrollo de las personas. Estas herramientas se
traducen en ayuda material e instrumental, apoyo emocional, redes solidarias, acompañamiento
emocional, etc.

Es interesante el análisis de estas autoras, pues como se mencionó anteriormente, su investigación


se enfoca en la forma en la que las relaciones interpersonales intervienen en la salud y en el bienestar
personal. Pensado desde el enfoque de los derechos humanos, podemos rescatar la forma en la
que la dimensión emocional y mental de la salud, es un componente que se vincula al ejercicio del
derecho a la salud.

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En el artículo “Relaciones interpersonales positivas: los adolescentes como protagonistas” de Lacunza,
A. y Contini, E. (2016), las autoras plantean que dado que las personas nacen en el seno de las
relaciones sociales y viven en relaciones con los demás, la vida en sociedad es un componente
esencial para el desarrollo humano y para el bienestar.

Para estas autoras, las relaciones positivas: “son todas las interacciones sociales que implican una
reciprocidad de dos o más sujetos. Poseer relaciones positivas implica que las personas se sientan
integradas socialmente, con un importante apoyo de las demás personas y satisfechas en sus relaciones
sociales”. (Lacunza, A. y Contini, E., 2016, p. 76).

Estos elementos son esenciales para la construcción de la convivencia social. La integración al


grupo social reforzará el sentido de pertenencia y de aceptación, el cual es necesario al momento de
establecer relaciones interpersonales positivas.

En este sentido, las autoras mencionan que:

“para que una relación interpersonal sea calificada de positiva,


debe vincularse con la confianza, el respeto, la comprensión y el amor entre otros
aspectos. Estas relaciones contribuyen al bienestar humano, puesto que hacen una
diferencia respecto a la percepción que la persona tiene de sí, de los demás, de su
significado y propósito, de su compromiso como de los sentimientos positivos que
experimenta. Está comprobado que, cuando las relaciones funcionan positivamente, éstas
colaboran en el disfrute, promueven una mayor eficacia en las habilidades y en los distintos
contextos en los que se desenvuelven las personas” (Lacunza, A. y Contini, E., 2016, p.76).

Esta idea refleja de manera clara el fuerte nexo que existe entre los elementos que conforman las
relaciones positivas y los derechos humanos: tienen valores y principios en común, los cuales son el
basamento para la construcción de una cultura de respeto a los derechos humanos.

Ahora bien, desde otra perspectiva, se puede entender que las relaciones interpersonales cumplen
con la función de satisfacer necesidades básicas humanas. En este sentido, se puede encontrar otro
aspecto en común con los derechos humanos.

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Al principio de este capítulo se expuso la idea de que las personas tenemos que satisfacer determinadas
necesidades para poder tener un desarrollo integral.

A partir de las
interacciones con otras
personas es que
construimos nuestra
identidad personal y social.

Para Henri Tajfel, psicólogo social nacido en Polonia, el sentido de pertenencia a un grupo es el
componente principal de la identidad social. Esta identidad la describe como “el conocimiento que posee
una persona de que pertenece a determinados grupos sociales junto a la significación emocional y de
valor que tiene para él/ella dicha pertenencia” (Tajfel, 1981, en Mercado y Hernández, 2010, p.232)

Esta pertenencia es posible gracias a diversos elementos. Uno de ellos tiene que ver con el hecho
de que la persona perciba que efectivamente es parte del grupo, la aceptación que pueda tener por
parte de las demás personas pertenecientes al mismo grupo y compartir rasgos y experiencias; este
último elemento permite la construcción del grupo, de un “nosotros”.

Esta pertenencia y la consecuente identidad social, permite a las personas establecer grupos que
tienen la función de satisfacer las necesidades humanas anteriormente mencionadas.

Fuentes de consulta
Mercado, A. Y Hernández, A. (2010). El proceso de construcción de identidad colectiva. Convergencia.
Revista de Ciencias Sociales. Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo. No. 53. pp. 229 - 251.
Recuperado de http://www.scielo.org.mx/pdf/conver/v17n53/v17n53a10.pdf

Lacunza, A. y Contini, E. (2016). Relaciones interpersonales positivas: los adolescentes como


protagonistas. Psicodebate, Vol 16, Núm 2. Recuperado de:
http://www.codajic.org/sites/www.codajic.org/files/Relaciones%20interpersonales%20positivas%20
los%20adolescentes%20como%20protagonistas.pdf

Salvador, C., Hernández, S. y Pozo, C. (2016). El papel de las relaciones interpersonales en la salud y
el bienestar. En Salud, Familia y Bienestar. España: Universidad de Almería.
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