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TECNICATURA SUPERIOR EN SEGURIDAD E

HIGIENE E EL TRABAJO.

Cátedra Relaciones Humanas


Profesor: Zapata, Lucia Soledad
Ficha de Cátedra
Selección de textos recopilados. Sitios web, documentos universitarios y bibliografía
recomendada.

UNIDAD I

INTRODUCCIÓN A LAS RELACIONES HUMANAS

Así como sucede con muchos términos, la palabra relación ostenta una
multiplicidad de usos y aplicaciones en diversos contextos.
Todo acto en el que intervengan dos o más personas es una relación humana. Se considera
que las relaciones humanas son el contacto de un ser humano con otro respetando su cultura
y normas, compartiendo y conviviendo como seres de un mismo género en una sociedad.
El hombre se relaciona con los demás, ya sea de manera familiar, colectiva o
laboral. Éste intercambia con otros, ideas, opiniones, anécdotas, experiencias, inclusive
cosas más personales.
Una relación se puede definir como el trato o unión que hay entre dos o más
personas o entidades. (Relaciones comerciales; relaciones laborales; relación de parentesco,

Unidad I: INTRODUCCION A LAS RELACIONES HUMANAS


entre otros).

Cuando los seres humanos interactúan en el marco de una sociedad o de una


comunidad, entablan relaciones humanas.
Se considera que las relaciones humanas son esenciales para que las personas
puedan desarrollar su potencial individual, ya que estos vínculos son los que permiten la
constitución de diversas sociedades que tienen distintos órdenes, desde pequeñas aldeas
hasta las ciudades más grandes.
Toda relación humana implica, necesariamente, al menos a dos individuos. A partir
de las interacciones, las personas pueden desarrollar una vida compartida de manera
amistosa y cordial. La clave está en aceptar ciertas reglas que deben respetar todos los
integrantes de la comunidad y en no avanzar sobre los derechos individuales de cada sujeto.
Hay que diferenciar entre el concepto de relaciones humanas y relaciones públicas.
Estas últimas pretenden lograr el desarrollo y la aceptación de una organización dentro de
la comunidad, al informar sus objetivos y sus metodologías de trabajo. Es decir que,
mientras las relaciones humanas son vinculaciones entre personas, las relaciones públicas
establecen vínculos entre los seres humanos (individuos) y una organización o entidad
(grupo).

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El campo de las relaciones humanas es muy importante en el ámbito laboral, ya que
si no se desarrollan en forma amistosa, pueden afectar la productividad y la eficiencia de la
empresa. Por eso, los directivos siempre deben esforzarse por conformar equipos de trabajo
donde existan buenas relaciones humanas, minimizando las discordias y evitando los
ambientes conflictivos.

Algunas definiciones del término:

 Una relación humana es cualquier interacción que se desarrolla entre dos o


más seres humanos, ya sea de forma directa o indirecta. En este intercambio cada uno
intentara satisfacer sus necesidades y se regirá por un código de referencia. Muchas veces
las necesidades no se cubren, en tal caso la interacción ha sido deficiente.
 Interacción entre personas que lleva intrínseco un elemento fundamental, la
aceptación personal y del otro. Asegura que ambas actitudes se encuentran unidas y en la
medida que un individuo es capaz de aceptarse a si mismo puede aceptar a los que le
rodean.

Ciencias básicas en el estudio de las relaciones humanas:


 Psicología: ya que estudia como son las personas. Se centra en la conducta
de los individuos y los motivos que los impulsa a comportarse en una forma determinada.
Examina la determinación, el liderazgo, la toma de decisiones y el uso del poder dentro de
los grupos.
 Sociología: estudia la interacción entre las personas. Enfatiza su estudio en
el análisis de porque funcionamos en diversos grupos y porque las organizaciones están
formadas en grupos pequeños. Se centra en la interacción entre dos o más individuos y en
sus relaciones en situaciones colectivas.
 Antropología: se encarga de estudiar el origen y la cultura de las personas.
Toma importancia debido a que la sociedad y la fuerza de trabajo se vuelven más

Unidad I: INTRODUCCION A LAS RELACIONES HUMANAS


multiculturales y la globalización de la economía.

Importancia de las relaciones humanas:


 El éxito para alcanzar las metas organizacionales, estudiantiles o
profesionales requieren que el individuo interactúe de manera efectiva.
 Provee una oportunidad para aprender acerca de nosotros, como de otros en
un esfuerzo para poder trabajar eficientemente en conjunto.
 La interacción entre los individuos juega hoy en día un papel significativo en
las organizaciones.

LA ÉTICA COMO BASE DE TODA RELACION HUMANA

La Ética es la rama de la filosofía que estudia la bondad o la maldad de los


comportamientos. Tiene como centro de atención las acciones humanas y aquellos aspectos
de las mismas que se relacionan con el bien, la virtud, el deber, la felicidad y la vida
realizada.
La ética busca fundamentar la manera de vivir por el pensamiento humano.

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VALORES EN LOS QUE SE SUSTENTAN LAS RELACIONES HUMANAS

El valor es aquella escala ética y moral que el individuo posee a la hora de actuar,
esta es la que nos ayuda a discernir lo bueno de lo malo. De esto se deriva lo que llamamos
principios que son actitudes consecuentes de los valores asumidos. Priman valores como el
respeto, la libertad, la justicia, responsabilidad, solidaridad y tolerancia.
Los valores son importantes y necesarios, pues son los pilares sobre los que se
cimienta la identidad humana, nos sirven de guía para poder convivir sobre la base de la
sinergia social, y son la condición que forma y distingue a una comunidad.
Los valores son las propiedades, cualidades o características de una acción, una
persona o un objeto considerados típicamente positivos o de gran importancia.
Referido al ser humano, se suele hablar de valores humanos, valores universales;
que son el conjunto de características y normas de convivencia del ser humano
consideradas como cualidades positivas y validas en una época determinada. Se suelen
considerar innatos a la naturaleza humana.
Valores sociales y valores culturales, estos son aplicados a un grupo de personas, los
valores que están influidos o determinados por una determinada sociedad y una cultura.

EL INDIVIDUO OBJETO Y SUJETO DE LAS RELACIONES HUMANAS

El hombre por naturaleza es un ser sociable que actúa asociado con otros mediante
vínculos de muy diversa modalidad y se dan en dos hechos importantes:
 El objeto: está dado por los hechos y fenómenos en los que nosotros
mismos estamos inmersos.
 Obramos socialmente de determinada manera aceptada por la
sociedad o el grupo en el que actuamos; y no es fácil analizar a la sociedad ya que
no es un sujeto, ni un ente, sino un conjunto de procesos diferentes.

Unidad I: INTRODUCCION A LAS RELACIONES HUMANAS


El individuo vive en permanente proceso de interacción social en el marco de las
agrupaciones que integra con sus semejantes, siendo de esta forma al mismo tiempo
sujeto y objeto de las relaciones humanas.

RELACIONES HUMANAS EN LA FAMILIA

Todos pensamos en la familia, pero pocos nos detenemos a pensar sobre su


concepto y correspondencia en las relaciones humanas: hablar de la familia, es hablar de
estructuras complejas que encierran diferentes miradas y puntos de vista. Se ve a la familia
como un sistema de interrelaciones entre el individuo, la sociedad y la cultura. Basada en
funciones centrales de socialización para las nuevas generaciones como la prolongación de
la cultura, la reproducción de la especie y la creación de vínculos afectivos.
La familia es la célula principalmente de la sociedad siendo el primer contacto de
relaciones humanas en que se encuentra el individuo desde su nacimiento.
La familia juega un papel muy importante en la sociedad y en la cultura, ya que
influye de manera significativa en la construcción de las dinámicas relacionales que a la vez
la influyen y la afectan por el conjunto de factores políticos, sociales, económicos y

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culturales que se interrelacionan y que dan lugar a un sin número de dinámicas y relaciones
nuevas. Esto implica entonces considerar a la familia dentro de la sociedad y la cultura
como un espacio de influencia recíproca en los procesos de producción y reproducción
social.
La familia por tanto es generadora de hábitos, estilos de vida, sistemas de valores,
normas, actitudes y comportamientos, que a su vez reproducen y son elementos
constitutivos de la cultura y la sociedad. De tal manera que no se puede mirar aisladamente
a la familia sin una interrelación con el contexto social y cultural donde se ubica.
La familia según la Declaración Universal de los Derechos Humanos, es el elemento
natural y fundamental de la sociedad, y tiene derecho a la protección de la sociedad y del
Estado. Los lazos principales que definen una familia son de dos tipos: vínculos de afinidad
derivados del establecimiento de un vínculo reconocido socialmente, como el matrimonio,
que, en algunas sociedades, solo permite la unión entre dos personas mientras que en otras
es posible la poligamia. Y vínculos de consanguinidad, como la filiación entre padres e
hijos o los lazos que se establecen entre los hermanos que descienden de un mismo padre.

ACERCA DEL VÍNCULO

Recorrido de la noción de vínculo

Nos parece relevante hacer referencia al concepto de vínculo, siendo que este es
fundamental en la consideración de la familia conceptualizada como una producción
humana, por lo tanto básicamente simbólica, y es a su vez un factor de humanización que
tiene a su cargo transmitirla. También el lenguaje es un producto humano y a través de él el
ser biológico adquiere una cualidad por la cual se puede decir que el ser humano es algo
más que el funcionamiento armónico de sus órganos y la familia algo más que una reunión
de personas que conviven durante un tiempo prolongado en un lugar determinado.

Unidad I: INTRODUCCION A LAS RELACIONES HUMANAS


La definición de familia, basada en los vínculos de parentesco tal como se la conoce
hoy, tenía antiguamente matices distintos. Sólo hacia el siglo XIX se reúnen las ideas de
corresidencia y consanguinidad para definir lo que luego se llamó en psicología social, la
familia nuclear y el parentesco como el conjunto de vínculos estables con precisas
denominaciones como se conoce actualmente.
El acercamiento a la teoría vincular, nos permite visualizar los procesos que se
producen en el mundo de las relaciones interpersonales, y que constituyen verdaderos
modeladores de nuestra subjetividad.
Desde su nacimiento y aún antes del mismo, los sujetos ya se encuentran inscriptos
en relaciones de pertenencias. Es decir que nacen en el seno de una determinada familia,
con sus características propias, socioculturales, ideológicas, económicas, etc. y luego a lo
largo de su vida van conformando otras relaciones o configuraciones vinculares, tales
como: la pareja, las instituciones, como grupos de pertenencia y forma de estar insertos en
la cultura
El pertenecer a un grupo (léase: familia, pareja, instituciones) implica el transitar
por procesos internos muy profundos que tienen como punto de partida la presencia del
otro-os, activo para la conformación de lo que llamamos vínculo.
Pero qué es un vínculo, algo que en lenguaje común puede resultar bastante simple
de describir y que parece sencillo de entender. El comprender las características de esta

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dimensión, que muchas veces produce un grado de sufrimiento muy importante, no es nada
fácil, ya que intervienen en ella múltiples atravesamientos.
En un principio psicoanalíticamente se utilizó el término vínculo como sinónimo de
relación, refiriéndose así tanto a relación con él objeto interno como con los objetos
externos. Luego la palabra vínculo, fue adquiriendo mayor especificidad con relación al
tratamiento psicoanalítico de grupos, parejas y familias.
Hasta aquí vínculo quiere decir relación estable y mantenida en el tiempo,
persistente.
El término vínculo (Puget, Berenstein, 1988), en castellano tiene su origen latín en
vinculum, de vinculare: atar. Se quería significar unión o atadura de una persona o una cosa
con otra. Atar, a su vez, remite a unir, juntar o sujetar como con ligaduras estables y
duraderas. Se supone que los nudos atan duraderamente.
La definición sugiere la idea de una relación estable. Lo mismo ocurre, por lo
general, con el uso de este concepto aplicado a las parejas. Toda relación matrimonial y
familiar parece estar asociada a la fantasía así como en el imaginario popular a una
condición estable en el tiempo y el espacio.

Vínculos de sangre y vínculos de alianza

Dice Berenstein11: “Toda familia contiene el conflicto nunca resuelto entre dos
tipos de vínculos: los de sangre y los de alianza. Estos parecen acompañar al ser humano en
su devenir, a partir de su acceso a la cultura, mediante el establecimiento de alguna ley o
regla, de la cual el paradigma es el tabú del incesto, sosteniendo la condición de estructura
familiar.”
Veamos entonces cómo se describen los vínculos en una familia (Berenstein, 1990).
Hay dos tipos de vínculo:
I) los de sangre circunscriben el parentesco sobre el hecho de base
biológica, como el que liga a la madre y al padre con los hijos tenidos entre sí;

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II) los vínculos de alianza, que denominan aquellos entre los cuales el
parentesco se basa en compromisos recíprocos entre las personas, de los cuales
el mejor ejemplo es la relación matrimonial.
De entre las alianzas, la establecida en la relación conyugal a su vez origina el
parentesco, aunque también podría considerarse que éste, apoyado en los vínculos de
sangre, le antecede.
La relación de pareja matrimonial participa de las cualidades propias de toda alianza
y, además, tiene un intercambio especial dado por la relación sexual, uno de los elementos
definitorios que, asociados a la cotidianeidad, tendencia monogámica y proyecto vital
compartido (Berenstein, I.; Puget, J.; 1982) componen sus parámetros definitorios.
El pasaje de parentesco de sangre a vínculos de alianza implica el pasaje a una
relación entre dos partes donde crecen la reciprocidad y también el conflicto, (en función de
la creencia inconsciente de que se da más de lo que se recibe y que se recibe menos de lo
que se da.)
El parentesco reúne un conjunto de denominaciones con grados permitidos y
prohibidos. Desde este punto de vista es posible considerarlos como una pura clasificación
de lugares y posiciones. Berenstein afirma que “sangre” es una marca como lo es el nombre
propio, aunque se le otorgue sentido de real o verdadero. Su importancia es de orden
identificatorio. Para el yo parecería ser necesario tener un punto de certeza sobre el cual

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erigir su identidad y son las convicciones familiares y sociales las que marcan el vínculo
como de sangre o de alianza, pasando el primero a simbolizar lo más firme e indisoluble.
El prototipo del vínculo de sangre es la relación madre-hijo y por extensión se llama
vínculo de consanguinidad al de los hermanos entre sí (aquellos que descienden del mismo
tronco o raíz).
El prototipo de vínculo de alianza es la relación de tipo matrimonial, este tipo de
vínculo tiende a fundar otra familia, cualquiera sea su definición y extensión. Es la manera
de concretarse el principio general de intercambio y asegurar la transmisión de significado,
el cual puede trasladarse con las familias y a través de ellas.
La estructura familiar es un elemento intermedio entre lo sociocultural y lo
altamente individual, trata de armonizar ambas instancias y mediar a su vez en el conflicto
latente que tiene lugar entre los vínculos de alianza y los de consanguinidad.
El vínculo también es una construcción conjunta generada por el intercambio
afectivo entre quienes lo componen y que constituyen de esta forma un ámbito de sentido,
pero también es una diferencia que no está a la vista, pero que es necesaria para producir
los procesos de construcción y de-construcción de los sujetos, donde a su vez hay impuesto
un juego de poder y sexualidad que implica un trabajo psíquico continuo entre ambas
partes, ya que las diferencias van a estar siempre presentes.
La llamada ajenidad del otro, que implica aquello que impacta, que desconcierta y
atrae a la vez, es ineludible para el establecimiento del vínculo, ya que lo que se intenta
capturar es lo inasible del otro. Por ello para que se establezca un vínculo tiene que haber
algo distinto, algo del otro que cautive por ajeno y que es vivenciado como la necesidad de
transformar al otro, conjuntamente con el deseo de inscribirse en esa zona desconocida del
otro. La distancia, siempre presente y necesaria para el establecimiento del vínculo por
momentos puede parecer desaparecer, como por ejemplo en las parejas en el
enamoramiento inicial, que tiende a ocultar las diferencias entre los yoes y produce que se
perciba al otro como idéntico, esto ocurre también en la tipología de pareja de la mellicez.
Esto nos hace pensar que la ajenidad es eliminada por momentos, pero esto no es

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más que una ilusión, no obstante cuando se vuelven a visualizar las diferencias, muchas
veces éstas se perciben de forma intensamente catastrófica, con la vivencia de amenaza de
destrucción del vínculo. Por ello me pregunto cómo juega la tolerancia en el vínculo, ya
que muchas veces parece no ser contemplada, ya que en la imposición del vínculo, se
tiende a transformar al otro, en un accionar bilateral que constituye una expresión del deseo
de los yoes.
No obstante creo que como forma de contrarrestar esta vivencia, el vínculo aporta
desde sus elementos más sólidos y sanos, que son el cuidado, la responsabilidad, el
compromiso, una estrategia reparadora de esta vivencia invasiva del otro. Pero en la
vincularidad siempre van a estar presentes, estas dos caras que son la imposición del otro
como presencia, con su ajenidad como aporte positivo, en cuanto a lo diferente, y lo
negativo, como lo inasible del otro, que por incognoscible llega a desacomodar la
resonancia interna del otro.
Pero más allá de estos sentimientos que se juegan en la vincularidad, el vínculo es
central para la vida, en el sentido de habilitador de nuevos procesos psíquicos. El ser
humano se reconoce como tal a partir de la relación con el otro y los otros, ya que como ser
social, el encuentro es la base de la constitución de los sujetos.

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En todo encuentro los sujetos se construyen y de-construyen, en la medida en que
son capaces de reconocer en el otro un semejante, dando comienzo de este modo a los
procesos de subjetivación.
Si el estar insertos en la cultura, constituye un modo de existencia sano,
imprescindible para los sujetos, ya que como contrapartida el aislamiento constituye una
grado de enajenación y violencia extrema que conduce a la desintegración psíquica; tiene
que haber algo en la relación vincular que es constitutivo para el ser humano como tal, para
su aparato psíquico y por ende para la especie, ya que según considero hasta desde una
mirada antropológica si se quiere, pudo ser lo vincular lo que habilitara mecanismos de
sobre vivencia de la especie.
Tal vez hay algo en la formación inconsciente del vínculo que funciona como
operador, basado en la relación de presencia del otro, como reforzador de la integridad
psíquica, que otorga la ilusión de complementariedad mediante la presencia del otro, y
encuentra en el hacer con el otro, un facilitador en la resolución de las conflictivas.
Algo ocurre en el interior de los sujetos que lleva a producir y reproducir
permanentes modalidades grupales, hablando en un sentido amplio, ya que cada vínculo es
único e irrepetible.
Pienso que el vínculo que se constituye con el otro-os es generador de psiquismo, es
decir que el vínculo va creando estructuración psíquica y por ende otros niveles de
comunicación entre los sujetos, ya que desde el comienzo de la vida si no hay otro con
quien vincularnos, no sobrevivimos.
Necesitamos de la presencia de otro-os desde la concepción si se quiere. Partiendo
de la reproducción por la unión celular de los padres (otros), se va conformando luego un
lugar psíquico y vincular para ese hijo; que si bien la definición de vínculo, nos habla de la
imposición de la presencia del otro, se me ocurre, que desde los inicios de la vida
intrauterina, esa presencia ya se va conformando cada vez más, a partir de que la madre
comienza a percibir los primeros movimientos de su hijo. Es decir, que sin la presencia
externa aún del bebé, considero que ya hay un vínculo sobre el que posteriormente se

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edificará lo que llamamos propiamente el Primer Vínculo madre-hijo, cuando ya esté
presente lo tangencial del otro.
Aquí ya sobre la presencia propiamente dicha del bebe y de la madre, se va
construyendo un vínculo fundamental para el sujeto, donde hay otro que mediante la
función materna, decodifica sus necesidades, lo contiene, lo calma y le devuelve un sentido
diferente a su sentir. Por ello en la construcción de un vínculo es necesario, una mirada que
integre, que perciba lo que le sucede al otro. Sólo a través de la acción de otro, como ser la
madre que logra subjetivar al bebé, éste puede humanizarse. El contacto emocional es
imprescindible tanto para la madre como para su hijo y desde ahí parte una construcción
vincular singular. Por lo tanto, al decir de Berenstein, el vínculo es lo que hace a cada
sujeto único e irrepetible y constituye una dimensión imprescindible en el devenir de la
vida biológica en humana, ya que es únicamente a través de éste, que el sujeto se inscribe
en la cultura.
Continuando luego pensando en otros vínculos como los familiares, los de pareja, el
vínculo con el terapeuta, si bien todos son distintos y los sujetos funcionamos de manera
diferente según sea la relación, considero que todos estos vínculos que son habilitadores de
psiquismos, son también constitutivos de los sujetos, ya que permiten habitar otros
espacios, mediante las características propias de cada vínculo, donde cada sujeto tiene un
lugar determinado, el de hijo-a, el de esposo-a, el de madre-padre, que luego habilita a la

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comprensión del otro como un semejante, mientras que el otro a su vez, re-apuntala mi
psiquismo en un movimiento de ida y vuelta donde los seres humanos se moldean.

Los vínculos de parentesco y sus denominaciones.


Los vínculos de sangre y de alianza se representan a través de relaciones definidas y
diferentes entre los miembros de la familia.
Cada uno de los tipos de vínculos:
1. El vínculo de filiación: Se denomina vínculo de filiación a aquel que
liga a los padres con el o los hijos. Filiación se relaciona con descendencia. Dice
Radcliffe-Brown:
“Dos personas son parientes cuando existe una de las relaciones siguientes: o
bien una desciende de la otra o bien ambas descienden de un antepasado común.
Hay que recordar aquí que la palabra “descent” (filiación) se refiere a la relación
social y no física, entre padres e hijos/as. El parentesco se basa pues, en la filiación
y lo que determina fundamentalmente el carácter de un sistema de parentesco es la
forma de reconocer y calcular la filiación”
La sociedad capta y regula el deseo de continuar en quien lo sucede, y esta
es una forma de compensar la separatividad y la pérdida de sus miembros por la
muerte.
2. El vínculo de alianza matrimonial: De acuerdo con el Dr. Berenstein,
podemos afirmar que este tipo de vínculo denominado de alianza matrimonial es un
componente vincular por el que se relacionan dos familias a través de sus
respectivos representantes. El parentesco, estudiado por Lévi-Strauss, ha sido
enfatizado desde el punto de vista del vínculo matrimonial y la alianza es sinónimo
de lo que anteriormente se denominó vínculo de afinidad. Esto ubica la prohibición
del incesto como centro del tema, vamos a decir, que esta prohibición se acompaña
de una indicación positiva que conocemos como exogamia, esto es, la búsqueda de
cónyuge en el sector extrafamiliar de la sociedad, o por fuera del grupo, donde la

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clasificación ubica ciertas personas como permitidas y otros como prohibidas. Esta
concepción del vínculo de alianza lleva implícitas las nociones de reciprocidad y de
intercambio por las cuales en el parentesco se define a las personas y se las
transforma en pareja con el acuerdo de transferir un valor de una familia a otra.
3. El vínculo avuncular: Literalmente avunculus significa tío materno o
hermano de la madre. Como ya vimos anteriormente, este vínculo tiene un carácter
fundante a nivel inconsciente y debería entenderse desde el punto de vista de toda la
estructura de vínculos, no aisladamente. Al respecto decía LéviStrauss: “(…) la
relación avuncular no es entre dos sino entre cuatro términos: supone un hermano,
una hermana, un cuñado y un sobrino”. Su papel se borra si el punto de vista que se
sustenta es el del vínculo familiar como estructura biológica y retorna si el punto de
vista es el de intercambio inconsciente en el parentesco familiar.
Dice Berenstein: “Si la relación con el avúnculo resulta de su ubicación
como dador de la ley en sus distintas exteriorizaciones, entonces el hermano de la
madre es como una madre masculina, un subrogado de la misma. Pero si el tío
materno es el encargado de la ley entonces el padre o marido de la madre es un
subrogado de éste”.
4. El vínculo entre hermanos: Este vínculo está comprendido en el
avuncular en tanto hermano de la hermana (la esposa en la pareja o la madre en la

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familia), como tenidos por los mismos padres. Cuando uno de ellos se convierte en
el dador de la hermana, es instalado en otra posición de la estructura. En relación a
los comportamientos afectivos de nivel psíquico y social, podemos decir que hay
actitudes prescriptas según el grado de parentesco: respeto riguroso al padre,
familiaridad respecto del tío, hostilidad, afección, competencia o solidaridad con el
hermano, etc.

Hasta aquí hemos hecho referencia a la concepción de vínculo desde el parentesco.


A continuación veremos una segunda articulación del este concepto, es decir, el vínculo
como experiencia emocional.
Desde el punto de vista psicoanalítico muchos autores se han referido a vínculo
como estructura mental, tomaremos el aporte de Bion, quien describe al vínculo como una
experiencia emocional correspondiente a la ligadura entre dos o más personas en una
familia, una persona y un grupo, una emoción y otra, etc.

Lo emocional se refiere a un conjunto de vivencias, sentimientos con los que la


mente se puso en contacto, susceptibles de ser registrados y evocados. Aunque contiene
trazos de memoria de experiencias originarias, la experiencia emocional es inédita por el
contacto con otro y por la cuota de azar incluida en todo vínculo; hay una relación de doble
implicancia puesto que el vínculo es descripto como una experiencia emocional y esta no es
concebible fuera de aquél.

Las relaciones básicas postuladas por Bion son: amor, odio y conocimiento.

Amor denomina los sentimientos relacionados al acercamiento entre dos o más


sujetos con tolerancia de ser dos y no uno. Contienen la vivencia de deseo y una promesa
de placer alguna vez experienciado con ese objeto o uno inconscientemente semejante.

Unidad I: INTRODUCCION A LAS RELACIONES HUMANAS


Odio es el nombre de los afectos por los cuales el deseo mayor es el de alejarse del
otro, con intolerancia a su presencia, porque éste produce un sentimiento de amenaza y
peligro del yo.

Conocimiento denomina la toma de contacto psíquico con lo desconocido del otro, o


de sí mismo.

Amor, odio y conocimiento son términos de cierta complejidad y tienen como


referente una enorme gama de sentimientos que llevan a diversas experiencias emocionales
en el contacto vincular con los otros.

Características de los lugares de parentesco.

Veremos a continuación algunas de las características particulares de cada lugar de


parentesco, a saber: el lugar de la madre, el lugar del padre, el lugar el del hijo y por último
el lugar del cuarto término denominado avúnculo.

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El lugar de la madre comprende dar vida material y emocional al hijo, ayudarlo con
las funciones de autoconservación, narcisizar su cuerpo y la representación mental de él
mismo como diferente del propio, instalarse como objeto de deseo después de ser el hijo un
objeto deseado, transmitir la intuición de una presencia por fuera de los dos, aquella que a
través de la evolución y expansión se desplegará como la función del Padre.

El lugar del Padre comprende asumir la identificación con la función paterna en


tanto alguien que prohíbe a los otros: a la esposa primero, luego, cuando ésta deviene
madre, prohíbe al hijo y principalmente se prohíbe a sí mismo, tendrá que aceptar como
provisoria la exclusión de la escena ocupada por la madre y el hijo. También es inherente a
este lugar la indicación de contextos para cada vínculo y especificar, repetir toda vez que
hiciera falta y cuidar los parámetros definitorios de cada relación y la de todos los vínculos
en la estructura familiar, incluir la voz de lo sociocultural (ser el portavoz de lo
extrafamiliar). Desde el lugar del padre también ha de provenir el deseo del hijo, ocupando
la madre una representación en su propio mundo interno, aquello que al principio era
aceptar un lugar de exclusión, se transformará en la noción de ausencia aceptada, condición
obligatoria para transmitir al hijo la posibilidad de tomar en sus manos la función de la ley
y si es hija, la posibilidad de hacer lugar a otro hombre que no sea él mismo.

El lugar del hijo es al principio un lugar contradictorio, porque es de pasividad


inicial vinculado al desamparo originario y de actividad debido a la fuente pulsional y a las
identificaciones. Comprende aceptar ser un objeto deseado por la madre y prohibido por el
padre, ocupar el lugar destinado y configurado por los padres, la familia y la sociedad,
aunque luego ese hijo sepa de su posibilidad de introducir modificaciones de acuerdo con
los modelos identificatorios. Deberá aceptar que el acceso de la madre a su cuerpo es casi
en absoluto al comienzo de su vida, y el de él/ella al cuerpo de la madre, aunque total en su
fantasía, será parcial y limitado. Este hijo ha de circunscribirse como incluido- excluido de
la pareja parental, será un portavoz de los ideales de los padres, los ideales familiares y los

Unidad I: INTRODUCCION A LAS RELACIONES HUMANAS


ideales socioculturales.

El lugar del cuarto término, denominación del representante de la familia materna,


comprende ser dador de la mujer, que pasará a ser esposa y madre, a un hombre, que
devendrá esposo y padre. También implica aceptar que la mujer dada como hermana o
como hija tenga un hijo con alguien que no es de la propia familia, cambiar de posición al
pasar a ser abuelo o tío de un nieto o sobrino y aceptar un lugar definitivo de exclusión,
esto es, en la disolución y la desaparición de su lugar.

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ESTRUCTURA FAMILIAR INCONSCIENTE.

El funcionamiento de sus partes.

Sabemos que mucho antes de su llegada al mundo alguien le dirá a un niño quién es
y formulará los enunciados que darán base y punto de partida a su constitución subjetiva:
cuándo nacemos, de qué forma, en qué lugar, en cuál familia y grupo social corresponden a
un orden no electivo que nos aliena.
La persona que nace adquiere nombre, sentido y particularidad a partir de un medio
social que define ciertas exigencias y expectativas para los individuos que lo habitan en
cada época y lugar.
Es así como cada cultura específica constituye subjetividades y modalidades
vinculares en relación a sus valores, ideales y significaciones. El grupo familiar funciona
como intermediario y transmisor entre el sujeto y el macrocontexto en los inicios de la vida.
Como hemos visto hasta ahora, la idea de “familia” en el contexto del psicoanálisis
excede el sentido explícito de la familia visible o manifiesta. Para dar cuenta de esto, de las
implicancias y significaciones diversas de la idea de familia, tomaremos el concepto de
Estructura Familiar Inconsciente.
Cada grupo familiar presenta variadas y complejas modalidades de relaciones que
podemos describir y percibir. Esta modalidad que es empírica y observable corresponde a
lo que denominamos orden manifiesto pero, para poder comprender el sentido de estas
manifestaciones y las relaciones entre sus miembros tendremos que recurrir a un orden
latente, no consciente para sus miembros, que proviene de la estructura familiar
inconsciente.
La Estructura Familiar Inconsciente es una organización que regula las relaciones
familiares, que otorga significación y las determina. Este concepto se refiere a un orden
inconsciente eficaz que organiza y da sentido a las relaciones familiares observables. Es un
conjunto integrado por cuatro tipos de relaciones que ya hemos analizado en el capítulo

Unidad I: INTRODUCCION A LAS RELACIONES HUMANAS


anterior: de alianza, de consanguineidad, de filiación y avuncular.
Dicha estructura funciona como un operador que neutraliza y a la vez genera las
significaciones culturales que llegan al sujeto en forma privilegiada desde el entorno
exogámico. Determina la amplitud y cualidad de las identificaciones registradas en ese
grupo como existentes y posibles, y el grado y tipo de contacto de los integrantes con el
mundo del afuera familiar, mundo exogámico contrapuesto a los lazos endogámicos
familiares.
Es a través de la Estructura Familiar Inconsciente que se transmiten significados,
que atraviesan a los individuos y a los vínculos, llevando a aceptar y rechazar algunas
significaciones sin que los miembros de una familia tomen conciencia de ello. Esta
transmisión de significados se realiza a través de ideales, mitos, creencias, mandatos,
modelos identificatorios, que pueden promover patología o no.
Podemos decir que los senderos para la revelación de la Estructura Familiar
Inconsciente provienen del inconsciente y se manifiestan a través de: los nombres propios,
el tiempo y el espacio familiar, la circulación del dinero, los síntomas, el relato familiar
conjunto, entre otros. Estos elementos ofrecen una combinación de signos que revelan las
reglas de la dinámica familiar.
Cada Estructura Familiar Inconsciente autogenera sus propios significados
familiares a partir de lo semantizado desde cada yo y desde lo cultural.

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La Estructura Familiar Inconsciente es una matriz simbólica y los lugares y sus
vínculos dan lugar a las relaciones familiares. Estas son la realización de cada yo en
conjunción con el mandato de la cultura. En una forma de transacción, cada yo ocupa esos
lugares a su manera, de acuerdo con la disposición de lo subjetivo de sí y de los demás.

Unidad I: INTRODUCCION A LAS RELACIONES HUMANAS

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BIBLIOGRAFÍA

- Berentein, Isidoro: “Del ser al hacer”. Ed. Paidos, Bs. As. 2007.

- Gottlieb, Nelson: “Lo común de los vínculos” II Congreso de Psicoanálisis de las Configuraciones Vinculares.
Perspectivas vinculares en Psicoanálisis. Las prácticas y sus problemáticas 15, 16 y 17 de mayo de 2008.

- Puget, Janine: “Por qué pensar en términos de configuraciones vinculares” Tramas. Perspectiva psicoanalítica vincular.

Unidad I: INTRODUCCION A LAS RELACIONES HUMANAS

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