Está en la página 1de 8

Universidad Autónoma de Santo Domingo

(UASD)

Asignatura

Relacione
Relaciones Humanas En Educación

Maestro

Luisa Quisqueya Genao Duran

Tema

Que son las relaciones humanas

Alumnos/as

Álvaro Álvarez Santos

(100361787)

Fecha de entrega

5/2/2023
Relaciones huma

Qué son las relaciones humanas

Las relaciones humanas son vínculos físicos o emocionales que se generan entre
dos o más personas a través de formas de comunicación.
En administración, las relaciones humanas se refiere a la disciplina que se encarga
de aumentar la satisfacción y moral de los empleados de una organización o
empresa con el fin de reducir su resistencia y imprimir una mayor aceptación de la
autoridad formal.

La teoría de las relaciones humanas en administración es posteriormente


reemplazada por el concepto de los recursos humanos que al mismo tiempo que
mejora la satisfacción y entusiasmo del empleado, busca también mejorar los
mecanismos de decisión y control.

En términos afectivos, las relaciones humanas son indispensables para la


construcción de una sociedad. Los componentes que son importantes en cada tipo
de relación humana dependerá de su naturaleza amorosa, familiar, afectiva o
utilitaria.

Importancia de las relaciones humanas


Las relaciones humanas son importantes para nuestra evolución como sociedad, ya
que, es vital para la creación y organización de cualquier tipo de sociedad. El
hombre para poder sobrevivir necesita de otras personas, por lo que es imposible
vivir sin relaciones humanas.
El objetivo de las relaciones humanas es la armonización y empatía para
comunicar efectivamente lo que necesitamos y así ayudarnos mutuamente.

Tipos de relaciones humanas


En ciencias sociales, las relaciones humanas se dividen esencialmente en dos tipos:

 Relaciones primarias: son aquellas relaciones consideradas dentro del círculo más
cercano e íntimo del individuo caracterizado por el afecto y la importancia del
vínculo. Las relaciones tanto familiares como amorosas son ejemplos de relaciones
primarias.
 Relaciones secundarias: son vínculos determinados por la necesidad o utilidad de
la relación. Por ejemplo, una relación profesional con el empleador, relación
cliente-proveedor, relación médico-paciente.

La familia y su importancia en las relaciones humanas

Todos pensamos en la familia, pero pocos nos detenemos a pensar sobre su


concepto y correspondencia en las relaciones humanas:

Hablar de la familia, es hablar de un sistema complejo que encierra diferentes


miradas y puntos de vista. Para el desarrollo de este artículo asumiré la familia
como un sistema de interrelaciones biopsicosociales que median entre el
individuo, la sociedad y la cultura. Por tanto se entenderá a la familia como la base
inicial para establecer las funciones centrales de socialización de los seres que van
llegando, en ella se transmiten las tradiciones de la cultura, la reproducción de
saberes y la creación de vínculos afectivos.

Al ser una institución de estándar mundial es transcultural; con cambios a través


de la historia que además dependen del contexto geográfico que permiten
delimitar formas culturales y de socialización familiar diferentes (Gutiérrez de
Pineda, 1975). Establecida desde una estructura variada que obedece al tipo de
unión y de conformación familiar, por tanto existen distintos esilos de familia que
van desde la monoparental, la nuclear hasta la familia extensa, entre otras.

La familia juega un rol muy importante en la sociedad y en la cultura, ya que


influye de manera significativa en la construcción de las dinámicas relacionales
que a la vez la permean, la influencian y la afectan por el conjunto de factores
políticos, sociales, económicos y culturales que se interrelacionan y que dan lugar a
un sin número de dinámicas y relaciones nuevas. Esto implica entonces considerar
a la familia dentro de la sociedad y la cultura como un espacio de influencia
reciproca en los procesos de producción y reproducción social (Palacio, 2000)

La familia por tanto es generadora de hábitos, estilos de vida, sistemas de valores,


normas, actitudes y comportamientos, que a su vez se reproducen y son elementos
constitutivos de la cultura y la sociedad. De tal manera que no se puede mirar
aisladamente a la familia sin una interrelación con el contexto social y cultural
donde se ubica.

Relaciones humanas y desarrollo social

A lo largo del proceso de humanización las sociedades han evolucionado hacia


estructuras cada vez más complejas constituidas sobre la base de relaciones
interpersonales. Relacionarse con los demás ha sido y es decisivo para adquirir la
propia identidad y llegar a ser parte del grupo social al que se pertenece. Mediante
las interacciones que se establecen en los diferentes sistemas de relación, familia,
pareja, amistad, educación, trabajo, vecindad..., adquirimos la cultura, el idioma, los
conocimientos, los valores, definimos nuestra singular manera de ser y nos
desarrollamos como personas. Lo esperado y deseable es que las relaciones
humanas nos aporten seguridad, experiencias positivas y bienestar; es que sirvan
para configurar progresivamente nuestro status y rol social, así como para definir
nuestro sentido de pertenencia, nuestra capacidad de convivencia y nuestras
actitudes sociales. Pero, lamentablemente, hay quienes por razón de sus
limitaciones individuales o por las circunstancias en las que viven se ven abocados
a la marginalidad, exclusión, desarraigo, pobreza, desprotección o dependencia.
Precisamente, el valor de las relaciones humanas es potenciar y ampliar las
posibilidades de desarrollo y de bienestar de las personas; es contar con un tejido
social que proporcione protección y que garantice la igualdad de oportunidades; es
superar los conflictos y conseguir que toda acción social esté guiada por el
derecho, la colaboración, el respeto y la tolerancia.

Como expertos en intervención social, los trabajadores y las trabajadoras sociales,


frente a una sociedad cada vez más uniforme, excluyente y deshumanizada,
abogamos por un mundo en el que el centro y la prioridad de cualquier iniciativa
social, educativa, científica, política o económica sean las personas y la búsqueda
del bien común. El Trabajo Social es un espacio de conocimiento y práctica
profesional que proporciona recursos, estrategias y apoyos para quienes sufren
situaciones que atentan contra sus derechos, dignidad e integridad en su condición
de ciudadanos y ciudadanas. Mediante acciones preventivas, diagnósticas y de
intervención social, guiadas por las buenas prácticas y la deontología, nuestro
colectivo profesional trabaja para superar situaciones individuales o de
determinados colectivos en desventaja social. Y para este cometido, desde hace
unas semanas, contamos con la Ley de Servicios Sociales Inclusivos, aprobada por
las Cortes Valencianas, en la que se declaran estos de interés general y esencial, y
se reconocen como un derecho universal para la protección social. Esta nueva
herramienta legal ofrece posibilidades para potenciar la inclusión de todos y de
todas en la sociedad y para mejorar las posibilidades de desarrollo de quienes más
lo necesitan. Los profesionales del Trabajo Social reconocemos la trascendencia de
esta norma para nuestra Comunidad y, al mismo tiempo, reivindicamos la
necesidad de desarrollarla y dotarla de la financiación que asegure su eficacia
presente y futura.

Pero, además del marco jurídico idóneo para el desarrollo social, es necesario
contar con actitudes colectivas e individuales proactivas y con el compromiso de
los sectores y las organizaciones sociales para superar la confrontación y el
aislamiento, contraponiendo a ello valores de convivencia, escucha y colaboración.
Una vez más las trabajadoras y los trabajadores sociales alertamos sobre la
importancia de la solidaridad y del apoyo social a los colectivos más
desfavorecidos y vulnerables, insistimos sobre la necesidad de luchar en todos los
frentes por la compensación de las desigualdades sociales y por dar prioridad a las
emergencias sociales. El progreso socioeconómico ha de servir también para que
cada persona disponga de los recursos y las oportunidades para tener una vida
digna durante toda su existencia, en un contexto de diálogo permanente y
relaciones transversales basadas en la confianza y el respeto a la pluralidad.

Bajo el lema «Promover la importancia de las relaciones humanas», el tercer


martes del mes de marzo se celebra el Día Mundial del Trabajo Social, que este año
se centra en las relaciones sociales entre las personas, su entorno y su futuro.
Desde el Colegio Oficial de Trabajo Social de Alicante nos sumamos a esta iniciativa
para impulsar prácticas y desarrollar acciones en los diferentes ámbitos de la vida
social y política con las que reconocer y proteger los derechos de todos y todas,
mejorar las relaciones entre las personas y construir un mundo más justo,
sostenible e inclusivo.

Sugerencias para construir buenas relaciones humanas

1. Respetar el tiempo de la otra persona


Es increíble cuánta gente hoy en día ni siquiera piensa en esta regla. Recordar que
cada vez que se escribe, se llama o se inicia una conversación con alguien, puede
que esté ocupado. Aunque parezca estar ocioso, puede estar pensando en cosas
importantes.

Uno no siempre está dispuesto a dar su tiempo a los demás. Se ignoran los SMS y
los mensajes de las redes sociales, porque se sabe: será seguido por una
conversación amplia, y tal vez incluso por alguna propuesta.

Así que, antes que nada, es mejor preguntar si la persona con la que se está
hablando tiene tiempo para una conversación. Y aunque responda
afirmativamente, se deben observar algunas señales durante el diálogo: quizá se
pueda notar que mira nerviosamente hacia la salida o que está tenso. Si se percibe
esto, lo mejor es volver a preguntar.

2. Recordar la regla de oro

No hay nada más valioso para la humanidad en cuanto a la construcción de buenas


relaciones que la antigua regla de oro: Trata a los demás como quieres que te traten
a ti.

¿Sorprendería que una persona egoísta, codiciosa e irritable tuviera amigos con el
mismo nivel moral? Lo similar atrae a lo parecido.

3. Escuchar atentamente

Escuchar con atención es la capacidad de aumentar la autoestima de otra persona,


una forma discreta de adulación que hace que la gente se sienta apoyada y
valorada. Las relaciones exitosas nacen precisamente cuando se entiende a la otra
persona a un nivel más profundo. Lo que hay de fondo en las palabras.

Se debe estar genuinamente interesado en lo que la persona quiere decir, siente o


desea. Se debe establecer como norma parafrasear los mensajes del interlocutor y
devolvérselos para su verificación. Esta es la mejor forma de retroalimentación.

4. Tomar el tiempo

En un mundo en el que el tiempo es esencial, este se convierte en un regalo


precioso para aquellos con los que se trata.

5. Desarrollar habilidades de comunicación

La comunicación ocurre cuando alguien entiende, no sólo cuando se habla. Uno de


los mayores peligros aquí es que se asume que la persona ha entendido el mensaje.

Alguien que se siente incomprendido se estresa y se pone nervioso fácilmente. Esto


requiere el desarrollo de habilidades de comunicación, con las que se aprende a
comunicar adecuadamente el mensaje utilizando palabras, lenguaje corporal y
emociones.

6. Desarrollar la empatía

La empatía y la comprensión crean una conexión entre las personas. Es un estado


de percibir y relacionarse con los sentimientos y necesidades de la otra persona,
sin culpar ni ordenar. La empatía también significa leer el estado interior de la otra
persona e interpretarlo de manera que se ofrezca apoyo y se desarrolle la
confianza mutua.

7. Desarrollar asertividad

La asertividad es la capacidad de establecer límites. No se podrá dar a todos la


misma cantidad de tiempo, así que se debe aprender a decir no sin herir los
sentimientos de la otra persona.

8. Hacer preguntas

Esta es la mejor manera de mostrar participación y respeto. Aunque la persona no


deje de hablar, hacer las preguntas correctas puede cambiar el tema o empezar a
hablar de algo que interesa a ambos.

Para evitar que el cambio de tema parezca brusco, preguntar sobre algo lindo y
personal.

9. Aceptar a las personas por lo que son

Todos queremos rehacer a alguien, hacerlo más inteligente, más racional,


divertido. Es un deseo comprensible, pero si se quiere ayudar a la persona, se debe
demostrar con el ejemplo propio. Hasta entonces, aceptarle como es.

Si se quiere que un amigo o novia se haga más inteligente, entonces no se le tiene


que decir en voz alta, sino más bien hacer algo al respecto: llevarlos a ver una
película inteligente, darles libros, hacer un rompecabezas juntos, etc. Si no se está
tan cerca de ellos, entonces sólo hay que trabajar en uno mismo. Convirtiéndose en
un modelo a seguir.
10. Involucrar a las personas todo el tiempo

Las personas quieren ser parte de algo más grande que ellos mismos. Muchas
personas buscan oportunidades para conocer a quienes comparten sus intereses,
pero por timidez, se quedan al margen y se aburren. Se sentirán halagados si se
les invita a unirse.

También podría gustarte