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Marco Teórico

A continuación, se presenta un marco teórico sobre el concepto de las relaciones


socio-afectivas, centrándose en la familia, la pareja y la amistad, así como los
antecedentes históricos de estas relaciones en diferentes culturas.

1.1 Relaciones Socio Afectivas

1.1.2 Definición

Según Gisela Untoiglich, psicoanalista y profesora argentina:

Las relaciones socio-afectivas son "aquellas que se establecen entre las personas
y que implican una interacción afectiva, una conexión emocional recíproca"
(Untoiglich, 2010, p. 45). Estas relaciones tienen un papel fundamental en el
desarrollo humano, ya que influyen en la formación de la identidad, la autoestima,
la regulación emocional y el bienestar psicológico de los individuos (Untoiglich,
2010).

Por otro lado, María Teresa González Ramos, investigadora española en el campo
de la psicología educativa, destaca que las relaciones socio-afectivas se
caracterizan:

Por ser "interacciones en las que los individuos comparten y expresan emociones,
sentimientos y afectos" (González Ramos, 2015, p. 92). Estas interacciones
emocionales pueden darse en distintos contextos, como las relaciones familiares,
amistades, relaciones laborales o de pareja.

Las relaciones socio-afectivas se refieren a los vínculos que se establecen entre


individuos y que implican una interacción afectiva, una conexión emocional
recíproca. Estas relaciones desempeñan un papel fundamental en el desarrollo
humano y están relacionadas con el apego y la formación de la identidad. Los
aportes de autores como Gisela Untoiglich y María Teresa González Ramos nos
permiten comprender la importancia de las relaciones socio afectivas en la vida de
las personas y su influencia en el bienestar psicológico y emocional.

1.1.3 Ámbito Familiar

Perspectiva de Alberto Sánchez-Carrión:

Alberto Sánchez-Carrión, reconocido psicólogo y experto en desarrollo humano,


sostiene que las relaciones socio-afectivas en el contexto familiar son esenciales
para la construcción de la identidad y el bienestar emocional de los individuos.
Según Sánchez-Carrión (2018)

"la familia es el primer y principal contexto en el que se establecen relaciones


socio-afectivas, las cuales proveen apoyo emocional, seguridad y sentido de
pertenencia a sus miembros" (p. 45).
Además, señala que estas relaciones influyen en el desarrollo de habilidades
sociales y la capacidad de establecer relaciones saludables en otros ámbitos de la
vida.

Perspectiva de Marisa Sánchez-Carbonell:

Marisa Sánchez-Carbonell, experta en psicología familiar, plantea que las


relaciones socio-afectivas en el ámbito familiar son fundamentales para la
satisfacción y el bienestar global de los individuos. Según Sánchez-Carbonell
(2020)

"las relaciones socio-afectivas en la familia proporcionan un espacio de amor,


cuidado y apoyo emocional, lo cual es crucial para el desarrollo de una autoestima
saludable y la capacidad de establecer relaciones significativas con otros" (p. 78).
Asimismo, destaca que estas relaciones pueden ser tanto de apoyo como de
conflicto, y que ambas experiencias son importantes para el crecimiento personal
y la adquisición de habilidades de resolución de problemas.

A partir de las perspectivas de autores hispanohablantes reconocidos como


Alberto Sánchez-Carrión y Marisa Sánchez-Carbonell, se puede concluir que las
relaciones socio-afectivas en el contexto familiar son esenciales para el desarrollo
emocional, social e identitario de los individuos. Estas relaciones proporcionan un
ambiente de apoyo emocional, seguridad y sentido de pertenencia, contribuyendo
al bienestar y la calidad de vida de los miembros de la familia. Asimismo, las
relaciones socio afectivas en la familia pueden involucrar tanto experiencias
positivas como conflictivas, las cuales desempeñan un papel importante en el
crecimiento personal y el desarrollo de habilidades sociales y de resolución de
problemas.

1.1.4 Ámbito en la pareja

Según López y Jiménez (2018, Plantean que las relaciones socio-afectivas en


pareja se caracterizan por la interacción entre los aspectos sociales y emocionales
presentes en la relación:

"las relaciones socio-afectivas en pareja son vínculos emocionales y sociales en


los que se establece una conexión íntima y profunda entre dos personas, basada
en la reciprocidad emocional, la confianza y la satisfacción mutua" (p. 45).

De acuerdo con Rodríguez y Gutiérrez (2020), proponen una perspectiva centrada


en la calidad de la relación y la influencia recíproca entre los miembros de la
pareja. Estos autores destacan la importancia de la satisfacción emocional y la
compatibilidad en las relaciones socio-afectivas en pareja:

"las relaciones socio-afectivas en pareja se caracterizan por la calidad de la


interacción emocional y la influencia mutua entre los miembros, donde factores
individuales y la satisfacción personal desempeñan un papel fundamental" (p. 78).

Las relaciones socio-afectivas en pareja son vínculos emocionales y sociales


complejos que involucran aspectos de reciprocidad emocional, intimidad,
confianza y satisfacción mutua. Estas relaciones se desarrollan a través de
procesos de comunicación y regulación emocional, donde cada miembro de la
pareja influye en las emociones y comportamientos del otro. La calidad de la
relación, la satisfacción emocional y la influencia mutua son elementos clave en la
comprensión de las relaciones socio-afectivas en pareja. La definición propuesta
por López y Jiménez (2018) destaca la conexión íntima y profunda entre dos
personas, mientras que la perspectiva de Rodríguez y Gutiérrez (2020) resalta la
importancia de la calidad de la interacción emocional y los factores individuales.

1.1.5 Ámbito en la amistad

Según Juan Manuel Escudero (2009), las relaciones socio-afectivas se entienden


como los vínculos que se establecen entre las personas, donde existe una
interacción emocional y una influencia mutua.

Estas relaciones se basan en la satisfacción de las necesidades emocionales y


sociales, como el apoyo, la comprensión, el afecto y el sentido de pertenencia. La
amistad, como una forma específica de relación socio-afectiva, implica una
conexión más íntima y duradera, basada en la reciprocidad, la confianza y la
afinidad mutua.

Por otro lado, María Teresa Palacios (2015) sostiene que las relaciones socio-
afectivas, incluyendo la amistad:

se caracterizan por la reciprocidad emocional y la capacidad de comprender y


satisfacer las necesidades afectivas de los demás. Además, destaca que la
amistad implica una relación voluntaria y autónoma, donde los individuos eligen
compartir su tiempo y experiencias con personas que consideran significativas y
en quienes confían. La amistad también se basa en la comunicación abierta y la
aceptación incondicional del otro.

Ambos autores coinciden en que las relaciones socio-afectivas, en particular la


amistad, desempeñan un papel esencial en la vida de las personas, estas
relaciones proporcionan un contexto de apoyo emocional, ofrecen un espacio
seguro para expresar emociones y pensamientos, promueven el desarrollo de
habilidades sociales y contribuyen al bienestar general. La amistad también facilita
la construcción de identidad y sentido de pertenencia, así como el fortalecimiento
de la autoestima y la satisfacción con la vida.

Estas relaciones se basan en la reciprocidad, la confianza, la comunicación


abierta y la satisfacción de las necesidades emocionales y sociales. Tanto Juan
Manuel Escudero como María Teresa Palacios destacan la importancia de la
amistad en el bienestar emocional y social de las personas, enfatizando su rol en
el apoyo emocional, el desarrollo de habilidades sociales y la construcción de
identidad.

1.2 Antecedentes Históricos


1.2.1 Relaciones Socio-afectivas en Grecia
En la antigua Grecia, se desarrollaron diversas concepciones sobre las
relaciones socio-afectivas que tuvieron un impacto significativo en la cultura y
la sociedad de la época. Dos importantes conceptos a considerar son la philia
y el amor romántico.

1.2.1.1 La Philia y las Relaciones de Amistad:


En la filosofía griega, la philia era un concepto fundamental que se refería a la
amistad y la camaradería. Para los griegos, la amistad era considerada una
virtud y un componente esencial de la vida humana. Aristóteles, en su obra
Ética a Nicómaco, exploró la naturaleza de la amistad y señaló que esta se
basaba en la reciprocidad, el respeto mutuo y el apoyo emocional. Según
Aristóteles:

"La amistad es un lazo que une a las personas mediante una simpatía mutua,
generando confianza y afecto".

1.2.1.2 El Amor Romántico y Eros:


Otro aspecto importante en las relaciones socio-afectivas en la antigua Grecia
fue el amor romántico, representado por el concepto de Eros. El poeta lírico
Safo, reconocida por su poesía sobre el amor y la pasión, exaltó la figura del
amado en sus versos. Según Safo:

"El amor, como el fuego, consume mi corazón y me hace anhelar la presencia


de mi amado"

1.2.2Relaciones Socio-afectivas en Roma

En el contexto de la antigua Roma, las relaciones socio-afectivas


desempeñaron un papel crucial en la estructura social y familiar. La sociedad
romana se basaba en fuertes lazos familiares y normas sociales que influyeron
en la formación y mantenimiento de las relaciones socio-afectivas.

1.2.2.1La Familia en la Antigua Roma


En Roma, la familia era considerada la piedra angular de la sociedad, el
concepto de familia incluía tanto a los miembros inmediatos como a los
parientes lejanos. El pater familias, el padre de la familia, tenía un papel
dominante en la toma de decisiones y ejercía autoridad sobre todos los
miembros de la familia, incluyendo a su esposa, hijos, nietos y esclavos.
Según Bodel (2001)

"En la Roma antigua, la familia era una institución central en la vida de las
personas. La figura del pater familias tenía el control absoluto sobre los
asuntos familiares y se esperaba que brindara protección y cuidado a todos los
miembros" (p. 25).

1.2.2.2 El Matrimonio en la Sociedad Romana


El matrimonio en la antigua Roma era un contrato legal y socialmente
vinculante. El matrimonio se consideraba esencial para la continuidad de la
familia y la sociedad romana. Se esperaba que los cónyuges cumplieran roles
y deberes específicos dentro del matrimonio. Según Álvarez (2010):
"El matrimonio en la Roma antigua era un evento significativo y un contrato
legal que establecía una unión entre dos individuos. El matrimonio tenía como
objetivo principal la procreación y la perpetuación de la familia, y se basaba en
normas sociales y económicas establecidas" (p. 48).

1.2.3 Relaciones Socio-afectivas en la Cultura Maya:

La cultura Maya, una de las civilizaciones precolombinas más destacadas de


Mesoamérica, se caracterizó por tener una visión profunda de las relaciones
socio-afectivas. Estas relaciones eran fundamentales en la vida cotidiana y se
conformaban a través de prácticas culturales arraigadas en principios de
solidaridad, reciprocidad y cohesión comunitaria.

Según Pérez y Gutiérrez (2008), en la cultura Maya, la noción de comunidad


tenía un papel central en la configuración de las relaciones socio-afectivas. La
reciprocidad y el apoyo mutuo eran valores fundamentales en la convivencia
cotidiana. Estos autores señalan que:

"los mayas entendían que el bienestar individual estaba estrechamente ligado


al bienestar de la comunidad en su conjunto, y por tanto, se enfocaban en
mantener relaciones equitativas y armónicas" (p. 45).

Por otro lado, Ruz (1992) destaca la importancia del sistema de parentesco en
la cultura Maya. El parentesco no solo establecía vínculos de parentesco
consanguíneo, sino que también regulaba las relaciones socio-afectivas en el
ámbito comunitario. Según Ruz:

"el sistema de parentesco maya se basaba en la idea de que los lazos de


parentesco creaban obligaciones y responsabilidades mutuas, fortaleciendo
así los lazos socio-afectivos en la comunidad" (p. 72).

1.2.4 Relaciones Socio-afectivas en la Cultura Mexica:

La cultura mexica, también conocida como azteca, fue una de las civilizaciones
prehispánicas más destacadas de Mesoamérica. En esta cultura, las
relaciones socio-afectivas se construían sobre la base de una compleja
estructura social y valores arraigados en la cosmovisión mesoamericana.

Según Moctezuma (2000), en la cultura mexica, las relaciones socio-afectivas


estaban estrechamente ligadas a la estructura de parentesco y a la
organización comunitaria. Los lazos de parentesco se consideraban
fundamentales en la formación de relaciones afectivas y sociales, y se daba
especial importancia a los vínculos de sangre y matrimonio.

Por otro lado, Sahagún (1577) señala que en la cultura mexica existía una
valoración de la solidaridad y el apoyo mutuo en las relaciones socio-afectivas.
La reciprocidad, tanto en términos materiales como emocionales, era un
principio clave en la interacción social, y se esperaba que los individuos
brindaran ayuda y protección a sus familiares y amigos.

1.2.5 Relaciones Socio-afectivas en México Postrevolucionario:

El periodo postrevolucionario en México, que abarca desde principios del siglo XX


hasta mediados del mismo, fue un momento de profundos cambios sociales y
políticos. Durante este tiempo, se gestaron transformaciones en las relaciones
socio-afectivas, marcadas por la influencia de la Revolución Mexicana y los
procesos de modernización del país.

Según Meyer y Sherman (2007):

La Revolución Mexicana tuvo un impacto significativo en la configuración de las


relaciones socio-afectivas en este periodo. Los ideales revolucionarios, como la
justicia social y la igualdad, generaron una mayor valoración de la solidaridad y la
ayuda mutua en las relaciones interpersonales. Además, se buscó establecer un
nuevo modelo de familia y sociedad basado en principios más igualitarios.
Por otro lado, Paz (1950) destaca que:

En el México postrevolucionario se produjo una transformación en las relaciones


de género y en las dinámicas familiares. Se promovió la participación de las
mujeres en la vida pública y se cuestionaron los roles tradicionales de género.
Asimismo, surgieron nuevas formas de construcción de la identidad familiar y de
las relaciones intergeneracionales, con una mayor apertura a la expresión de
afectos y emociones.

2.1 RELACIONES ERÓTICO AFECTIVAS

2.1.1 TIPO DE RELACIONES ERÓTICO AFECTIVAS

Los tipos de relaciones, de amar, de ligar y conocerse han evolucionado y están


en continuo cambio. No es que haya sido peor o mejor, sino que la realidad es
muy diferente a lo que vivíamos hace no muchos años.

En la actualidad estar en una relación erótico afectivas es tener en cuenta de


donde viene cada miembro de la pareja, hacia donde quiere ir y donde se unen
para caminar paralelamente, aceptando la historia personal contribuyendo a un
bienestar común.

Es por ello, que a continuación se presenta una lista del tipo de relaciones erótico
afectivas:

2.1.2 RELACIONES MONÓGAMAS

Las relaciones monógamas son aquellas en las que se requiere de una


exclusividad tanto a nivel afectivo como sexual. También se les conoce como
relaciones cerradas.
2.1.3 MONOGAMIA TRADICIONAL

En la monogamia ideal, las personas que forman la pareja no pueden sentir


emociones afectivo-románticas fuera de la relación, ni siquiera sentir atracción por
otras personas. Se podría decir que solo tienen ojos el uno para el otro.
2.1.4 MONOGAMIA REALISTA
En la monogamia realista, los integrantes de la pareja pueden fijarse o sentir
atracción por otras personas y comentarlo con su pareja, pero aun así deciden
estar con una sola persona.
2.1.5 INFIDELIDAD

Pareja de dos que sienten atracción, deseo, o intenciones románticas con otras
personas y lo acaban llevando a cabo. No es algo consensuado, sino que una de
las partes de la pareja no es conocedora de ello, por eso se considera un engaño.

2.1.6 RELACIONES ABIERTAS

Las relaciones abiertas son aquellas donde se rompe con la exclusividad, ya sea
del tipo sexual, afectiva, o ambas. Puede tratarse también de relaciones entre
varias personas o permitir el sexo fuera de ese núcleo. También se conocen como
relaciones no monógamas; En este tipo de relaciones, ambas partes pueden tener
relaciones esporádicas con otras personas ya que se consiente que hay libertad
sexual.
2.1.7 RELACIÓN ABIERTA A OJOS CERRADOS

En las relaciones abiertas a ojos cerrados, se permite tener otras relaciones


sexuales, pero se prefiere no hablar de ello ni tener conocimiento. Ya se sabe lo
que dicen, ojos que no ven.
2.1.8 POLIGAMIA TRADICIONAL RELIGIOSA

La poligamia religiosa permite, generalmente al hombre, que se tengan diferentes


parejas por motivos de creencias religiosas.
2.1.9 POLIAMOR

El poliamor es un concepto que ha empezado a utilizarse en los últimos años, el


cual, significa mantener más de una relación íntima y amorosa que puede ser o no
sexual, y que será duradera y simultánea con varias personas. Este tipo de
relaciones tienen lugar con el pleno consentimiento y conocimiento de todas las
partes involucradas y suelen ir más allá de lo meramente físico y sexual; se tienen
varias relaciones al mismo tiempo con una relación que actúa como principal, y
otras que serán secundarias. Puedes tener varias relaciones simultáneas, pero
una de ellas actuará como relación principal.
2.1.10 POLIAMOR NO JERÁRQUICO
En el poliamor no jerárquico, todas las relaciones están al mismo nivel. No existe
una relación principal que esté por encima de ninguna, sino que todas ellas tienen
la misma importancia.
2.1.11 TRIEJA/CUATRIEJA

En las triejas, cuatriejas, cada persona ama a otras dos personas del grupo. Así,
todos mantienen una relación entre sí, cada miembro con los otros dos o más
personas implicadas.

2.1.12 TRIÁNGULO

En las relaciones del tipo triángulo, una de las partes tiene relación con las otras
dos personas, pero estas mismas personas no tienen relación entre sí.
2.1.13 POLIFIDELIDAD

Son personas fieles dentro de su círculo de varias personas (normalmente más de


dos) que deciden no abrirse a nadie más. Ninguna de las partes mantendrá otras
relaciones.

3.1 Relaciones tóxicas

3.1.1 ¿Qué son las relaciones tóxicas?


Las relaciones tóxicas son un tipo de vínculo interpersonal que implica dinámicas
negativas, dañinas y desequilibradas entre individuos. En estas relaciones,
prevalecen patrones de comportamiento nocivos, como la manipulación, el control
excesivo, la falta de respeto y la falta de reciprocidad emocional. Las personas
involucradas en relaciones tóxicas suelen experimentar malestar emocional,
ansiedad y deterioro en su bienestar psicológico y físico.

Según García and Martínez (2020):


Las relaciones tóxicas pueden manifestarse en distintos ámbitos, como en parejas,
amistades o familias. Estas relaciones se caracterizan por la presencia de
conflictos constantes, la dificultad para establecer límites personales y la pérdida
de autonomía individual. La dependencia emocional y la sensación de
atrapamiento suelen ser comunes en este tipo de relaciones.
Por su parte, Ruiz (2018):
Destaca que las relaciones tóxicas pueden tener un impacto perjudicial en la
autoestima y la percepción de uno mismo. Las personas que están inmersas en
una relación tóxica pueden experimentar sentimientos de desvalorización y duda
sobre su propio valor, lo que dificulta la posibilidad de terminar con dicha relación.

3.2 Comportamientos dañinos


Se refieren a conductas y acciones inapropiadas -resistencia y persistencia a largo
plazo- de personas de cualquier edad frente a otras personas y su entorno.
Problemas de conducta o morales que provocan conflictos graves y persistentes
en diferentes ámbitos (personal, familiar, social, laboral, educativo, etc.). La
psicología dice que todos necesitamos buenas relaciones para ser felices (las ya
ante mencionadas), lo que pasa es que a veces podemos caer en relaciones que
son tóxicas, y eso afecta negativamente la salud mental, la calidad de vida y hasta
la confianza en uno mismo y la autoestima, además de que puede llegar a afectar
otras relaciones a futuro.

3.2.1 Gaslighting
Hacer creer a la otra persona que no puede fiarse de su percepción ni de su
propio criterio

3.2.2 Desigualdad.
El establecimiento de una relación de desigualdad, tanto de manera consciente
como inconsciente l la relación no es entre iguales y que ambas personas en la
relación no se tratan de igual a igual ni están en la misma posición para tomar
decisiones libremente y de manera autónoma.

3.2.3 Control y celos.


El control que ejerce una persona sobre otra de manera diaria es de forma
incuestionable acciones que no encajan con el rol de sumisión.
3.2.4 Miedo a enojar al otro.
Evitar constantemente conflictos y discusiones con la otra persona por miedo a
que se enfade o a que pueda dejarnos.

3.2.5 Búsqueda constante de la aceptación.


Creer que solamente seremos felices con esa persona, considerar que sin ella no
valemos nada o creer que sin esa persona en particular no somos nada, también
son planteamientos propios de la dependencia emocional y las relaciones tóxicas.

3.2.6 Intransigencia por parte de la otra persona.


Las partes no toleren los desacuerdos o no acepten un “no” por respuesta, así
mismo, es habitual que en los casos más graves se llegue a casos de maltrato,
humillaciones e incluso agresividad y fuerte violencia

3.2.7 Actitud a la defensiva ante cualquier crítica o discusión


Hacer críticas o en discutir; son aspectos naturales en una relación de pareja, en
la que dos personas con puntos de vista e intereses distintos deben convivir y
adaptarse en mayor o menor medida a las necesidades de la otra. Pero para
algunos, criticar y discutir equivale a iniciar una pelea, de modo que cuando esto
ocurre, eleven el nivel de confrontación y hostilidad, sintiéndose atacados en su
ego. (Guilford Press, 1991)

3.3 Violencia dentro de una relación afectiva

La violencia dentro de una relación afectiva es un fenómeno complejo y


preocupante que afecta a personas de diferentes culturas y contextos sociales.
Esta forma de violencia puede manifestarse tanto de manera física como
emocional, generando un impacto negativo en la salud física y mental de las
víctimas.
Según Castañeda y Leyva (2019), "La violencia dentro de una relación afectiva se
caracteriza por una dinámica de control y dominio del agresor sobre la víctima,
generando un ambiente de temor e inseguridad para esta última" (p. 25).

3.3.1 Tipos de violencia


3.3.1.1 Violencia económica:
Consiste en lograr conseguir la dependencia financiera de otra persona,
manteniendo un control total sobre sus recursos financieros, impidiéndole acceder
a ellos y prohibiéndole trabajar o asistir a la escuela.
3.3.1.2 Violencia psicológica:
Consiste en provocar miedo a través de la intimidación; en amenazar con causar
daño físico a una persona, su pareja o hijos, o con destruir sus mascotas y bienes,
en someter a una persona a maltrato psicológico o en forzarla a aislarse de sus
amistades, de su familia de la escuela o el trabajo.
3.3.1.3 Violencia emocional:
Consiste en provocar una baja autoestima de una persona a través de críticas
constantes, en infravalorar sus capacidades, insultar o someterla a otros tipos de
abusos verbal; en dañar la relación de una pareja con sus hijos o en no permitir a
la pareja ver a su familia ni a sus amistades.
3.3.1 .4 Violencia física:
Consiste en causar o intentar causar daño a una persona golpeándola,
propinándole patadas, quemándola, agarrándola, pellizcándola, empujándola,
dándole bofetadas, tirándole del cabello, mordiéndole, denegándole atención
medica u obligándola a consumir drogas o alcohol, así como empleando cualquier
tipo de fuerza.
3.3.1 .5 Violencia sexual:
Conlleva a obligar a una pareja a participar en un acto sexual sin su
consentimiento

3.4 Razones por las que caemos en este tipo de relaciones:

• Tener una autoestima baja nos predispone a tener relaciones no equilibradas.


• Dar importancia a lo que piensen los demás hasta el punto de condicionar
nuestro comportamiento, hará que seamos incapaces de mostrarnos tal y como
somos. Por lo tanto, generaremos relaciones donde nuestra conducta será pasiva.

• Haber tenido experiencias anteriores que nos hayan hecho creer que somos
merecedores de ese trato.

• Tener creencias distorsionadas sobre lo que es querer y sobre lo que supone


una relación, nos puede conducir a ver como normal, cosas que no lo son.

• La necesidad de recibir cariño para suplir carencias profundas.

•El miedo a la soledad nos puede arrastrar a relaciones disfuncionales.

3.5 NO SOLO EN EL ROMANCE


Una relación insana es cuando se ejerce un daño sobre la otra persona, se basa
en el sufrimiento de una o ambas partes de la misma, el cual es un daño ejercido
de manera inconsciente como también consiente, motivo por el que resulta
muchas veces más complicado identificarlas.
No solo en el romance puede resaltar una relación insana, también se da en la
familia, trabajo, escuela y amigos, por lo tanto, se derivan en una situación de
maltrato físico como psicológico, como también cuando te sientas tú mismo
maltratado, violentado, acosado, culpable, juzgado o manipulado, en necesario
empezar a poner límites.

3.6 Consecuencias de una Relación Tóxica

Las relaciones tóxicas pueden tener graves consecuencias para la salud


emocional, psicológica y social de las personas involucradas. Es fundamental
identificar y abordar estos patrones disfuncionales de relación para promover un
bienestar más saludable y constructivo.

Según Sánchez-Carracedo y Barrada (2020), las consecuencias de una relación


tóxica pueden manifestarse en diversas áreas de la vida de los individuos. A nivel
emocional, estas relaciones suelen generar un aumento de la ansiedad, la
depresión y el estrés. Los sentimientos de culpa, inseguridad y falta de autoestima
también son comunes en este tipo de relaciones. Además, las personas que se
encuentran en una relación tóxica pueden experimentar una sensación de pérdida
de identidad y autonomía, ya que suelen ceder ante las demandas y control del
otro.
3.6.1 Algunos ejemplos
3.6.1.2 Aislamiento Social:
El aislamiento social es una acción indefinida y se da cuando la persona se aleja
totalmente y de forma involuntaria de cualquier tipo de relación con su entorno.
3.6.1.3 Baja autoestima:
La autoestima es la consideración que tiene hacia sí misma una persona y
mediante la cual, las personas se consideran importantes una para las otras. El yo
evoluciona por medio de pequeños logros, los reconocimientos y el éxito
3.6.1.4 Celos:
La presencia o los actos de un rival (real o imaginaria) provoca un sentimiento de
temor, irritación y envidia, por la amenaza de que pueda arrebatarle la posesión o
el afecto de una persona, sobre la cual se proyectan sentimientos de inseguridad,
sospecha y furia.
Si bien las peleas se pensarían como una de sus principales consecuencias,
también podemos agregar que nuestra autoestima suele disminuir y terminamos
con sentimientos como frustración y ansiedad. Estos episodios pueden
desembocar en intentos de suicidio, adicciones a las drogas, al alcohol.

3.7 Cómo prevenir una relación tóxica

Prevenir una relación tóxica implica tomar medidas conscientes y proactivas para
identificar señales tempranas y establecer límites saludables en las interacciones
con los demás. A continuación, se presentará un marco teórico basado en
investigaciones de autores hispanohablantes reconocidos para prevenir relaciones
tóxicas y fomentar la construcción de vínculos afectivos saludables.

3.7.1 Reconocimiento de señales tempranas de una relación tóxica:

Según Ramírez (2018), es esencial reconocer las señales tempranas de una


relación tóxica para tomar decisiones informadas y evitar caer en patrones
perjudiciales. Algunas señales de alerta pueden incluir comportamientos
manipuladores, falta de empatía, control excesivo y desprecio emocional. Al
prestar atención a estos indicadores, es posible establecer límites y tomar
medidas para proteger el bienestar emocional.

"Reconocer las señales de alerta en las relaciones, como comportamientos


manipuladores o desprecio emocional, es fundamental para evitar una relación
tóxica y salvaguardar nuestro bienestar" (Ramírez, 2018, p. 45).

3.7.2 Comunicación efectiva y resolución de conflictos:

Según Hernández (2020), una comunicación efectiva es clave para prevenir una
relación tóxica. Expresar nuestros sentimientos, necesidades y expectativas de
manera clara y respetuosa facilita el entendimiento mutuo y previene
malentendidos que puedan conducir a conflictos. Aprender a resolver los
desacuerdos de manera constructiva es esencial para mantener una relación
saludable y evitar que los problemas se acumulen y se vuelvan tóxicos.

"Hacer un esfuerzo por comunicarnos de manera abierta y respetuosa, así como


aprender a resolver los conflictos de manera constructiva, es fundamental para
prevenir una relación tóxica y promover la armonía en nuestras interacciones con
los demás" (Hernández, 2020, p. 78).

3.7.3 Autoconocimiento y establecimiento de límites:

Según García (2019), el autoconocimiento y la autoestima son fundamentales para


prevenir una relación tóxica. Conocer nuestras necesidades, valores y límites nos
permite establecer relaciones que nos beneficien y eviten situaciones dañinas.
Aprender a decir "no" cuando sea necesario y poner límites claros en las
relaciones garantiza el respeto y la integridad personal.

"El autoconocimiento y la autoestima son pilares para prevenir una relación tóxica;
al establecer límites claros y aprender a decir 'no', protegemos nuestra integridad y
evitamos situaciones perjudiciales" (García, 2019, p. 112).
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