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(Didactic)
Para poder iniciar el presente curso, es necesario entender lo que es la Administración Financiera
y conocer la evolución del Estado, por lo que tomaremos los antecedentes históricos, pudiendo
revisar el desarrollo y madurez de nuestra organización Estatal.
Antes que todo, desarrollemos una definición (simple) de lo que se entiende por Finanzas Publicas:
Las finanzas públicas forman parte del campo de la economía, que se encarga del estudio y del
pago de las diferentes actividades gubernamentales. Junto a lo anterior, se orienta a la
administración y el diseño de dichas actividades. El campo se divide (a menudo) en las actividades
y/o funciones, de lo que el gobierno o las organizaciones colectivas tienen que hacer o están
haciendo, y las formas o maneras de cómo pagar estas actividades.
También se le ha denominado como economía pública o finanzas del sector público.
En un Estado moderno se necesita que los recursos financieros y presupuestarios de las instituciones
públicas, sean entendidos como un activo estratégico que permite la creación de valor público.
Ustedes deben ser y se deben convertir en administradores y gestores, con funciones directivas y
profesionales, debiendo ser responsables de su administrar. Por lo tanto, se hace necesario que
cuenten con una formación técnica y profesional adecuada y actualizada, de manera constante y
que permita generar una gestión no sólo con eficiencia y eficacia, sino también con transparencia
y probidad, conceptos que hoy se encuentran consagrados en las normativas legales vigentes y en
la Constitución.
Pero, para entender el sistema de hoy, se hace necesario revisar, ver y comprender como ha sido
la evolución del Estado, su sistema de gobierno y el manejo económico-financiero, no sin antes
tener claro que existen influencias externas, que terminaron por influir en la construcción de un
Estado naciente y que toma las ideas planteadas por el Estado Liberal (post revolución francesa).
Surge como consecuencia de la crisis del modelo político absolutista, el que es propio de los
Estados o Regímenes monárquicos, que dio origen a la revolución liberal. Este modelo de Estado,
sustituyó al existente modelo monárquico o también entendido como antiguo régimen, por el
modelo liberal o nuevo régimen.
1.1.1. LIBERALISMO
El liberalismo es una doctrina filosófica con expresiones concretas en el terreno político, económico
y social, cuyos pilares fundamentales son la libertad individual, la limitación del papel del Estado
en la vida civil y las relaciones económicas, la protección de la propiedad privada, la igualdad
ante la ley sustentada en el Estado de derecho, la separación de poderes y la tolerancia de credos.
Los principales hitos históricos del liberalismo son, desde luego, la Revolución estadounidense y la
Revolución francesa, ambas en el siglo XVIII. A partir de allí, se extiende a Latinoamérica y alienta
las revoluciones que devendrán en la creación de las nuevas naciones independientes durante el
siglo XIX.
Liberalismo económico:
Como liberalismo económico se denomina la doctrina, inicialmente formulada por Adam Smith en
su libro Causas y consecuencias de la riqueza de las naciones, que propone limitar la intervención
del Estado, ya con regulaciones, ya con impuestos, en materia económica, pues considera que las
relaciones comerciales deben efectuarse en un marco de libertad e igualdad de condiciones, bajo
los principios de la iniciativa individual y privada, donde sean las fuerzas propias del mercado y la
búsqueda del individuo de su propio beneficio material, lo que impulse el proceso productivo de
una nación, todo lo cual, en teoría, la conduciría a la riqueza y al bien común de todos sus
habitantes.
Liberalismo social:
El liberalismo social surge en el siglo XIX como respuesta a las condiciones de vida injustas
propiciadas por el liberalismo económico y la Revolución industrial en la clase obrera, y abre paso
al social liberalismo, el liberalismo progresista y la social democracia actuales. De este modo, el
liberalismo social, basándose en la doctrina liberal, propone la mediación del Estado para ofrecer
condiciones sociales más justas e igualitarias para los desfavorecidos, como el acceso a la
educación y a los servicios de salud.
La palabra liberalismo se forma a partir del término latín liberālis, e "-ismo", sufijo relativo a
doctrina, sistema, escuela.
En lo jurídico, el Estado liberal se erige sobre el principio de la legalidad. En este sentido, ofrece
al individuo un Estado de derecho, lo cual garantiza sus derechos individuales, el ejercicio de la
libertad, la igualdad ante la ley, la libertad de expresión, entre otras cosas, todo lo cual se traduce
en seguridad jurídica.
En lo social, el Estado liberal ofrece una teórica igualdad de oportunidades para que cada quien
conquiste el lugar que le corresponde en la sociedad de acuerdo a sus méritos, capacidades o
trabajo, dejando atrás los privilegios de casta o linaje de la sociedad estamental.
El Estado liberal oligárquico es aquel en el cual determinado grupo económico, político o social
es el detentor de las posiciones de poder dentro del Estado, impidiendo o dificultando que otros
individuos, que son ajenos a dichos grupos privilegiados, puedan ocupar también dichas
posiciones. Ciertos regímenes políticos han recibido este apelativo a lo largo de su historia. Un
ejemplo de ello, lo podemos observar en nuestro continente, como lo es el caso del Estado liberal
oligárquico que existió en Argentina entre 1880 y 1916.
El intervencionismo económico supone por lo tanto la posición predominante del sector público
frente al sector privado en una economía. De este modo el Estado controla y vigila toda actividad
económica existente en su territorio (o parte de ella en forma de sectores) y el comportamiento de
los agentes mediante leyes y normas de tipo económico.
La principal consecuencia de este tipo de intervención estatal es la clara incidencia que suele
permitir en variables como el consumo y ahorro de la población o los niveles de producción de las
diferentes industrias del país, estimulando o no los sectores económicos en los que se centre la
prioridad.
Los estados y grandes organizaciones económicas cuentan con una extensa lista de herramientas
mediante las cuales promover su influencia en el ámbito económico y la vida financiera de un
territorio.
Dependiendo del grado de intervención económica que acometa el poder, existen diferentes
teorías económicas, que van desde el ejemplo del keynesianismo o el socialismo a otro tipo de
sistemas más cercanos al totalitarismo como es el comunismo.
Pese a que su definición más básica supone que los sistemas capitalistas se rigen por el mercado
y no por poderes estatales, existen una serie de aspectos de la vida económica que justifican un
cierto grado de intervención:
• Controlar los denominados bienes públicos (como por ejemplo la provisión de sistemas de
defensa para el país, enseñanza o sanidad) o comunes (el aire, el terreno, las zonas de
pesca…) frente a intereses privados.
Por tanto, en este sistema mixto, la mayoría de las decisiones son tomadas por los agentes privados
de la economía (los hogares y empresas), que deciden qué, cómo y dónde producir. Pero al mismo
tiempo, la actuación del Estado también está presente, cubriendo los fallos de mercado, como por
ejemplo proveyendo a la población bienes públicos o redistribuyendo la riqueza a través de
impuestos y subvenciones para establecer una sociedad más equitativa.
La economía mixta es una mezcla de los dos extremos de sistemas económicos básicos:
• Economía capitalista: el libre mercado es el mecanismo esencial para resolver las tres
preguntas básicas de la economía (qué, cómo y para quién producir).
En una economía mixta, el Estado tiene un rol esencial. A continuación, describamos sus
principales funciones:
• Marco jurídico: El Estado debe crear y asegurar un marco de leyes para que el mercado
pueda funcionar bien. Así por ejemplo, asegura la existencia y defensa de los Derechos de
Propiedad privada, establece canales de resolución de desacuerdos, etc.
• Regulación: El Estado interviene cuando existen fallas de mercado que impiden lograr un
resultado eficiente. Así por ejemplo, cuando existen bienes públicos como la defensa
nacional, el Estado se encarga de la recolectar los recursos y proveer de los servicios. La
regulación debe seguir ciertos principios para ser eficiente.
• Fallos de mercado: Son situaciones donde el mercado no es capaz de asignar los recursos
de forma eficiente (la luz de las calles, el alcantarillado, etc).
Existen varias ventajas dentro de este sistema, las cuales generan su existencia y buena ejecución,
tales como:
A pesar de que entrará en juego cómo se gestione este sistema, la economía mixta posee algunas
desventajas, tales como las que se detallan a continuación:
• El sector privado suele tener el temor de que el gobierno manifieste intromisiones en sus
operaciones y negocios, lo cual puede generar especulación de mercado.
• En la economía mixta, los impuestos suelen ser altos ya que el gobierno debe asegurar sus
ingresos.
La economía social o solidaria es una tendencia de tipo económico marcada por la necesidad de
gestionar y organizar los distintos recursos e instituciones económicas priorizando el interés social
y equitativo.
Esto supone que no siempre se deben intentar maximizar los beneficios individuales y
empresariales. En lugar de eso, la economía social busca maximizar el beneficio común. Es decir,
el beneficio más igualitario para toda la sociedad.
• Economía verde.
• Emprendimiento social.
En ese sentido, conviene no llegar a confundir lo social con una economía de carácter socialista.
Ambos conceptos pueden compartir determinados lazos de relación, pero por definición son
totalmente ajenos en categoría.
Definido lo anterior, podemos agregar el apellido al concepto de Economía Social “de Mercado”.
es un orden social, económico y político integrado, que se caracteriza por tener una política
económica de mercado, y al mismo tiempo una política social que regula a la primera, lo que se
configura además como su mayor diferencia frente al neoliberalismo.
La economía social de mercado está fundada bajo valores éticos que son definidos como
trascendentes y universales para la doctrina social. Este sistema se ha implementado en varios
países del viejo continente y se comporta como el contrario a los sistemas económicos socialistas
de planeación y a la economía de tendencia liberal, por lo que es considerada como una tercera
vía.
Los valores éticos en los cuales se fundamenta la economía social de mercado se centran en
principios que guardan relación con la dignidad humana, el bien común, la solidaridad y la
subsidiaridad, a fin de lograr un sistema económico al servicio del hombre. Por lo mismo se
entiende como un sistema liberal con márgenes y límites reglados según una agenda valórica y de
principios.
Entre los principios constitutivos de la economía social de mercado, encontramos siete principios
básicos:
1. El sistema de “competencia perfecta”, un sistema de precios para el que es necesaria una gran
cantidad de oferta y de demanda.
3. El “libre acceso a los mercados”, en el que no deben existir barreras para ingresar a los
diferentes mercados.
5. La “propiedad privada con función social” o “hipoteca social”, que se refiere a que, dentro de
los fundamentos de la economía social de mercado, se encuentra la propiedad privada de los
medios, subordinada al principio de destino universal de los bienes.
Un estado capitalista en el que además de economía de mercado hay una política de protección
social que garantiza a todo ciudadano, sin distinción de condición ni clase, pensiones de vejez,
invalidez, viudedad y enfermedad razonablemente altas; un salario mínimo y un subsidio de
desempleo que le permitan vivir con la dignidad y el decoro que exigen las circunstancias;
prestación gratuita y con los mejores estándares de calidad de ciertos servicios públicos
considerados esenciales en el mundo moderno, como son la sanidad y educación, además de los
servicios públicos tradicionales de seguridad, defensa y justicia; un cierto grado de implantación y
desarrollo de la democracia industrial.
El nombre de Estado de bienestar o Welfare State para designar a un Estado más o menos de estas
características, esto es, para referirse a un Estado que se responsabiliza del bienestar de sus
ciudadanos «desde la cuna hasta la tumba», fue utilizado por vez primera en lengua inglesa en el
Informe Beveridge (1942) sobre Seguridad Social, aunque este mismo concepto venía siendo
utilizado en Alemania desde hacía dos décadas, el primer país europeo que implantó —en la
década de 1880— el moderno sistema de seguridad social. El Estado de bienestar modificó las
condiciones de reproducción de la fuerza laboral e hizo posible que la clase trabajadora pudiera
disfrutar de un nivel de bienestar muy superior al que le correspondería si la ley de hierro de los
salarios hubiera funcionado con toda su crudeza.
La justicia social o justicia redistributiva del Estado de bienestar le confirió al orden económico de
mercado la legitimación moral necesaria para que el proceso de acumulación capitalista pudiera
proseguir. El largo ciclo de desarrollo económico que se inició en Europa a partir de la Primera
Revolución Industrial, a finales del siglo XVIII, que tuvo como pilares el principio de la división del
trabajo y la mecanización de los procesos productivos, al sustituir la autonomía de la heteromía (o
mercantilización generalizada), minó los cimientos de un orden económico o marco de convivencia
en el que las funciones de protección social eran realizadas fundamentalmente por las familias y
otras comunidades de base. El Estado de bienestar nació para dar respuesta a los nuevos
problemas y a las nuevas demandas sociales que el progreso económico fue generando.
No fue sino hasta 1828 que se logra un marco constitucional mayormente validado, que tenía una
orientación más bien Liberal, lo que generó grandes diferencias entre quienes gobernaban y
quienes se oponían a este modelo (conservadores-pelucones, O´higginistas y estanqueros). Estos
provocaron la caída del régimen liberal (Batalla de Ochagavía – Batalla de Lircay), permitiendo la
instauración del gobierno revolucionario de Jose Tomás Ovalle.
Entre 1831 y 1861, se desarrolla el periodo de la República conservadora, el que estuvo marcado
por la puesta en vigor de la Constitución de 1833, destacando la figura de Diego Portales, quien
doto al Estado de un gobierno fuerte y centralizador. A pesar de algunos intentos de subversión,
se mantuvo la estabilidad institucional y el país conoció cierta prosperidad económica, la que se
dio gracias al descubrimiento del mineral en Chañarcillo y la venta de trigo hacia mercados
externos, generando una mayor riqueza al país.
• Creación del cuerpo de ingenieros civiles (1842). Esto permite iniciar una serie de trabajos
de mejora y construcción como caminos, puentes y peajes.
• Construcción del camino que permite mejorar la comunicación terrestre entre Santiago y
Valparaíso;
• Consiguió mejorar las condiciones y arregló con los acreedores del empréstito inglés, en
base al pago de la deuda en plazos definidos
• En 1849, introdujo el sistema métrico decimal para la uniformidad del proceso de pesos y
medidas de las oficinas y contabilidades del gobierno.
Bajo la administración del presidente Montt, se desarrollaron obras, ligadas a lo efectuado por su
antecesor:
• Se genero una política de obras para la educación, permitiendo pasar de 186 a casi 600
escuelas básicas.
Antonio Varas, quien era el candidato del Partido Nacional para el cargo de presidente, fue
derrotado por la Fusión Liberal-Conservadora en 1861, siendo electo Jose Joaquín Pérez. Con
este hecho, se da inicio al periodo conocido como la República Liberal, que se desarrolló entre
1861 hasta 1891.
Este periodo se caracterizó por una mayor estabilidad política y permitió una extensión del territorio
hacia el sur y el norte, este último hecho generado por el desarrollo de la Guerra del Pacifico.
También se destaca el conflicto con España.
Para 1876, durante el primer periodo del mandato del presidente Aníbal Pinto, se genera una
política de recorte al gato fiscal, evitando el aumento de 25% de los salarios de los funcionarios
estatales.
Se genera un amplio debate respecto de las políticas que se pretendían implementar por parte del
ministro Vicente Reyes, quien proponía nuevos pagos por contribuciones para sanear el sistema
estatal y administrado por el ministerio de hacienda. Se decreta la inconvertibilidad de billete,
queriendo con esto evitar la quiebra de la banca
El conflicto con Perú y Bolivia, se genera (1878) con la violación del Tratado de Límites de 1874
y del establecimiento de impuestos por parte de Bolivia. Conjugado con esto, la intervención de
Perú en su apoyo, termina por desencadenar el conflicto bélico que los enfrentó con Chile (febrero
de 1879). Las operaciones militares se prolongaron por cuatro años y medio, involucrando la
movilización de cuantiosos recursos económicos, humanos y materiales por parte de los tres países.
Una vez finalizada la guerra, los países involucrados incurrieron en diversas negociaciones
diplomáticas para lograr acuerdos de paz con Chile. Tras ellos, nuestro país pudo incorporar
nuevos territorios, comprendidos entre Arica y Antofagasta, los que dieron origen a las provincias
de Tarapacá y Antofagasta.
La riqueza salitrera de estos territorios permitió al Estado, reactivar la economía nacional, que
hasta en entonces era básicamente agrícola y comenzar con un nuevo ciclo de desarrollo
económico y de expansión, el que se prolongaría hasta 1930, dotando al Estado, de enormes
recursos provenientes del impuesto salitrero.
Junto a ello, se inició una amplia y sostenida política de obras públicas. Se invirtió en ferrocarriles
y obras portuarias y, el Estado expandió la educación pública con la construcción de cientos de
colegios.
Gracias a las entradas producidas por el salitre, se inició un vasto programa de obras públicas,
abarcando principalmente:
• Ferrocarriles.
• Cárceles.
• Hospitales.
• Escuelas públicas.
El sector privado también se vio favorecido, pues se reactivó la agricultura generando un nuevo
mercado interno, una incipiente industria y ayudo a levantar las alicaídas economías urbanas.
Todo lo anterior produjo impacto en la vida política, fortaleciendo principalmente a la Alianza
Liberal gobernante.
Se implementa una agenda que permite la democratización del sistema político y de laicalización
de las instituciones públicas, lo que permite valerse de la unidad suscitada en torno al sentimiento
nacional y patriótico que imperaba en las diferentes clases y estratos sociales del país.
Se generó una sostenida migración de la población chilena a los nuevos territorios incorporados,
cuya industria salitrera demandó gran cantidad de mano de obra. Esto facilitó la chilenización del
espacio. Esto último, propicia el surgimiento de clases proletarias que sentaron las bases de
movimientos sociales, políticos y reivindicatorios de derechos sociales y laborales, comúnmente
vulnerados (el problema de la "cuestión social").
Dos importantes hechos que se dan en esta época y que son generadores de cambio, son la
Constitución de 1925 que vuelve hacia un Estado presidencialista; y, la llegada de la misión
Kemmerer, proponiendo la necesidad de establecer el patrón oro, la creación de una
Superintendencia de Bancos y del Banco Central (1925); la elaboración de una ley basada en el
modelo norteamericano de la Reserva Federal y el establecimiento de un monopolio en la emisión
de billetes convertibles en metal a cargo de la nueva entidad bancaria.
Se propuso la autonomía del Banco Central, para evitar que éste fuese controlado por el Gobierno
y por los bancos comerciales. Con esto se decidió crear un directorio de diez miembros: tres
nombrados por el presidente de la república, dos representantes de los bancos nacionales, uno de
los bancos extranjeros, uno de los accionistas generales, uno de la Sociedad Nacional de
Agricultura y la SOFOFA, uno de la Cámara Central de Comercio y la Asociación de Productores
de Salitre y finalmente, uno de las Asociaciones Obreras.
Durante el primer Gobierno de Carlos Ibáñez (1927-1931) se crearon diversos organismos como
la Línea Aérea Nacional, la Contraloría General de la República, Carabineros de Chile y la Fuerza
Aérea de Chile. Además, se promulgó el Código del Trabajo, se crea la caja de crédito minero y
el instituto de crédito industrial.
Tras la dimisión de Ibáñez, diferentes hechos provocaron una desestabilidad social y política, que
influyó fuertemente en el desarrollo económico del país. A partir de 1932, se suceden en el poder
Manuel Trucco (presidente interino) y Juan Esteban Montero, quien es electo como presidente de
la república. El 4 de junio de 1932 se proclama la denominada “República Socialista”, que derroca
a Montero y disuelve el Congreso, siendo sucedida por juntas cívico-militares de diversa
composición y orientación política. Posteriormente, Abraham Oyanedel, quien era el gobernante
interino, llama a elecciones presidenciales para el 30 de octubre de 1932, siendo electo Arturo
Alessandri Palma como presidente para el período 1932-1938.
Una de las tantas políticas económicas que se lleva a cabo en esta época, es el abandono del
patrón oro y establecimiento de la inconvertibilidad del papel moneda.
• 80% de los ingresos públicos, proceden de exportaciones de la minería (cobre y salitre), con baja
demanda.
Para 1932, el PIB había disminuido a menos de la mitad de lo que había sido en 1929, lo que
genera dos hechos que terminaron afectando la vida nacional:
La substitución de importaciones, fue afectada por el escenario bélico que se inicia en Europa,
debido a la Segunda Guerra Mundial, ligado a la pérdida de acceso de productos importados.
Se crean empresas estatales, tales como la de energía eléctrica, acero, petróleo y otras industrias
pesadas, las que se ampliaron durante los primeros años del proceso de industrialización, siendo
la dirección de CORFO la responsable de muchos de estos logros.
Este modelo económico no logra generar una industria de bienes viable, debido a que los agentes,
empresas y firmas, confiaron en importaciones de capital que a menudo eran anticuadas y
apostando en bienes intermedios. Se genera una dependencia a las subvenciones estatales y de
protección estatal. Debido a estas restricciones de importación, la industria local fue mayormente
capaz de sobrevivir. Las mejores políticas proteccionistas, lograron aislar al país de impactos
ocasionales, los cambios de precios siguieron tomando su parte.
Como dato, Chile logró tener una de las más altas y variables estructuras proteccionarias, de los
países en vías de desarrollo.
Durante el este periodo, el cobre siguió siendo la materia de exportación principal y la fuente de
ingresos de divisas, así como el generador más relevante de ingresos para el Estado, el que lograba
retener parte del valor de salida del cobre (el que aumentó de aproximadamente 1/4 en 1925, a
un 80 % en 1970), lo que se lograba debido a la existencia de impuestos más altos.
Es importante hacer notar que, para mediados de la década del 40, los grupos sociales, más
identificados con el concepto de Proletariado, toman gran fuerza, lo que permite que, en 1947, el
Partido Comunista consiguiera importantes triunfos en las elecciones municipales. Este hecho no
es menor, ya que debido a la (naciente) guerra fría, el poder de los grupos sindicales que
constantemente amenazan la estabilidad del país, provocan que el presidente Gonzalez Videla,
separe del gabinete a los comunistas, quienes formaban parte del gobierno que estaba compuesto
por Radicales, comunistas y Liberales. Esto tendrá un impacto Político y Social importante.
Las elecciones presidenciales de 1952, dan como ganador al ya conocido Carlos Ibáñez del
Campo, quien cuenta con un amplio apoyo por parte de los electores y ciudadanos. Inicialmente,
el gobierno de Ibáñez acerca posiciones con la izquierda, lo que se puede ver en su colaboración
a la creación de la Central Única de Trabajadores, liderada por Clotario Blest. Además, fue bajo
su gestión, que se deroga la Ley Maldita. Sin embargo, para 1955 la economía basada en la
Sustitución de Importaciones, entra en recesión, lo que genera una baja en su aprobación y bajo
apoyo partidista.
A pesar del problema económico que golpea fuertemente al país, es electo Arturo Alessandri. Bajo
su gobierno, coloca en práctica un plan que permitiría una estabilización económica, luchando
principalmente contra la inflación. Sus medidas no fueron populares, pero se centra en la idea de
que el Estado debía contar con infraestructura que incentivara al sector privado y generar así mayor
inversión, abandonando finalmente la idea de seguir siendo un Estado paternalista.
Dentro de su gestión, se crean nuevos entes estatales: ENTEL, ENAMI y LADECO, además de
generar ayuda económica por parte de Estados Unidos, por medio de la denominada Alianza para
el Progreso. Junto a ello, se inicia el proceso de Reforma Agraria, optimizando así la explotación
de los recursos agrícolas (redistribución de terrenos del Estado, sin interferir con aquellos que
pertenecían a los empresarios y latifundistas).
Eduardo Frei Montalba es electo presidente (1964), y es quien lleva a cabo reformas políticas
moderadas permitiendo un proceso de modernización del Estado, construcción de viviendas,
fortalecimiento de la reforma agraria, establece la obligatoriedad de 8 años de estudios (por medio
de una reforma a la educación), se fortalecen las organizaciones sociales, se inicia el proceso de
chilenización del cobre, se adquieren las minas de El Teniente y parte importante de las acciones
Para los últimos años de su gestión, una crisis social se vuelca a las calles y se propagan las
huelgas. Comienzan enfrentamientos entre el estudiantado (U. de Chile y U. Católica) contra el
Gobierno.
Debido a los resultados obtenidos en las elecciones presidenciales, el congreso nacional debió
pronunciarse y designa a Salvador Allende como nuevo presidente del país.
Dentro de su primer año de gobierno, se logran desarrollar importantes reformas y mejoras, ligadas
al bienestar de la población y del país. Algunos de estos logros fueron detonantes (negativos) para
el futuro de su gobierno:
• Congelamiento de precios.
A partir de ciertos hechos que terminan confrontado a los chilenos, la notable influencia del Estado
Cubano y la preocupación por parte de Estados Unidos, produce los primeros síntomas de
desgaste en lo político, pero en lo económico se comienza a generar hiperinflación y
desabastecimiento.
La oposición logra que en el congreso se apruebe una reforma constitucional, que lograría
regulariza los planes estatizadores del gobierno de la UP, lo cual fue rechazado por el presidente
Allende quien por medio de vetos supresivos, finalmente hizo llegar por oficio (abril de 1972).
En lo económico:
El Estado sufre un giro de timón en esta época. A este importante periodo se le ha denominado
como de Transición al Socialismo.
En el sector agrario se profundizó el proceso de reforma agraria iniciado por el gobierno de Jorge
Alessandri y acelerado por el de Eduardo Frei Montalva, logrando la expropiación de más de
4.400 predios, sin contar con las más de 2.000 tomas efectuadas por los trabajadores agrícolas.
El gasto social provocó un creciente déficit en los recursos fiscales que el gobierno intentó
solucionar mediante la emisión monetaria fiscal. Esto generó un proceso inflacionario que se vio
agravado por severos problemas de abastecimiento, acaparamiento y sabotaje empresarial. Junto
a esto, el gobierno debió enfrentar la virulenta oposición del Partido Nacional, al que luego se
unió la Democracia Cristiana que en sus inicios había apoyado la elección de Allende y su
programa de gobierno. También se sumó el rechazo de gremios como el de médicos, comerciantes
minoristas, camioneros y mineros de El Teniente. En el frente interno, el gobierno se vio entrampado
por la división entre los sectores que querían acelerar y profundizar el proceso revolucionario
(Movimiento de Izquierda Revolucionario, MIR; Movimiento de Acción Popular Unitario, MAPU; y
un sector del Partido Socialista, PS) y los que pretendían consolidar el proceso (Partido Comunista,
El inesperado resultado electoral obtenido por la Unidad Popular en las parlamentarias de marzo
de 1973, no hizo más que consolidar la opción golpista en algunos sectores de la oposición.
Aunque esta opción se vio frustrada el 29 de junio de 1973, en el fallido intento de golpe de
estado conocido como el tanquetazo, fue claro para Salvador Allende que solo un contundente
apoyo popular daría viabilidad a su gobierno. Su idea de convocar a un plebiscito, sin embargo,
nunca llegó a efectuarse, pues el 11 de septiembre de ese año fue derrocado por las fuerzas
armadas encabezadas por el general en jefe del ejército Augusto Pinochet, hecho que marcó el fin
de la Unidad Popular.
En el ámbito económico, el gobierno militar intenta desarrollar una política de choque, con la que
se pretende corregir la crisis en que había sido sumido el gobierno (inflación superior al 300%).
Para esto, se solicita la asesoría de economistas jóvenes egresados de la Universidad de Chicago,
quienes implantan el modelo “neoliberal” (Milton Friedman).
Los denominados Chicago Boys, plasmaron las ideas nacidas de “El Ladrillo” y, siguiendo la teoría
de Friedman, comienzan con el tratamiento de shock para la economía chilena:
• El gasto público fue reducido en un 20%, desvinculando al 30% de los empleados públicos.
A pesar de esto, las medidas aplicadas durante este período comenzaron a surtir efecto a partir de
1977, cuando la economía comenzó a levantarse y se dio inicio a lo que fue llamado como el
Boom o el Milagro de Chile. Esto coincide con la finalización de los trabajos del Metro y el inicio
de las obras para conectar el sur de chile, por medio de la denominada Carretera Austral.
Los primeros síntomas de una nueva crisis económica (1981) comenzaron a sentirse en el país.
• La banca extranjera dejó de invertir, mientras que el gobierno decía que todo esto era parte de
la recesión mundial.
• La banca nacional y las empresas chilenas habían solicitado, durante este periodo, diversos
préstamos, basándose en la idea de un cambio fijo de un dólar a $39.
La situación no se pudo sostener y el peso fue devaluado, terminando con la política de cambio
fijo. Los préstamos alcanzaron intereses exorbitantes, provocando la quiebra de bancos y
empresas.
La cesantía se elevó a un 26% y el gobierno no logra desarrollar una fórmula que permitiera
mejorar y manejar la situación.
En el ámbito económico, con Hernán Büchi como Ministro de Hacienda, se produjo el denominado
«Segundo Milagro» debido a un profundo proceso de privatizaciones de empresas públicas (LAN
Chile, ENTEL, CTC, CAP, entre otras) y la profundización del modelo neoliberal (en los años más
crudos de la crisis, se aplicaron algunas medidas de tipo keynesiano). Sin embargo, dichas
privatizaciones se realizaron sin fiscalización, sin bases de licitación y bajo una completa falta de
transparencia, un proceso que perjudicó a los intereses del país. De acuerdo a un informe del año
2004 de una comisión investigadora de la Cámara de Diputados, como consecuencia de dichas
operaciones el Estado chileno perdió el equivalente a 2.209 millones de dólares101. De acuerdo
a lo informado por la Contraloría General de la República solo la privatización de CAP significó
pérdidas para el Estado de 706 millones de dólares; y la de ENDESA, 811,5 millones.102 Entre
los principales beneficiarios de estas operaciones se encontraban partidarios de la dictadura, tales
como Julio Ponce Lerou (yerno de Augusto Pinochet), Roberto De Andraca, José Yuraszeck, los
grupos de Hurtado Vicuña, Fernández León y el grupo Penta de Carlos Alberto Délano.102 Esto
último, sin considerar el traspaso directo que se hizo el Fisco, en el período 1973-1990, de cerca
de 11 000 inmuebles, propiedad de Bienes Nacionales, a manos de privados.
Aunque el PIB se duplicaría en los próximos años, la reducción en el gasto social aumentó la brecha
entre ricos y pobres. Chile, históricamente muy desigual, incrementó aún más sus niveles de
inequidad. Si a fines del gobierno de Allende el índice de Gini ajustado por equivalencias y economías
de escala era de 0,44, a fines de la dictadura era de 0,57103. Por otro lado, la zona del Chile central
fue sacudida por el terremoto del 3 de marzo de 1985, sufriendo graves daños las estructuras de las
edificaciones de Santiago, Valparaíso y San Antonio.
Para poder complementar la materia, les recomiendo leer el texto “Subsidiariedad: El eslabón
olvidado, texto escrito por el economista y sociólogo, Jorge Fábrega, el que podrán leer en el
siguiente link:
https://www.cepchile.cl/cep/site/docs/20160810/20160810132207/rev140_jfabrega.pdf
Durante la gestión del presidente Aylwin, se propuso crear modificaciones a las normas tributarias
para aumentar el gasto fiscal y mejorar la redistribución del ingreso, en momentos en que la
economía chilena seguía prosperando debido al aumento en las exportaciones del cobre y de
productos agrícolas. Asimismo, durante su mandato, se redujo la pobreza de un 38,75 % a cerca
de un 27,5 %107 y se promulga la Ley Indígena (Ley 19253 de 5 de octubre de 1993), que
reconoce por primera vez a los pueblos indígenas y que crea la Corporación Nacional de
Desarrollo Indígena (CONADI), organismo encargado de la promoción de políticas que fomenten
el desarrollo integral de estos pueblos. Igualmente, la Oficina de Planificación Nacional y
Cooperación (ODEPLAN) se transforma en el Ministerio de Planificación y Cooperación
(MIDEPLAN) y se crea el Fondo de Solidaridad e Inversión Social (FOSIS) para fomentar las políticas
sociales, y con la promulgación de la Ley sobre Bases Generales del Medio Ambiente (Ley 19300
de 9 de enero de 1994), que buscaba estructurar un marco para un ordenamiento ambiental, se
crea la Comisión Nacional del Medio Ambiente (CONAMA), para promover el desarrollo
sostenible y coordinar las acciones derivadas de las políticas y estrategias ambientales del
gobierno.
Frei, que asumió el 11 de marzo de 1994, revitalizó las relaciones del país con el exterior, luego
del cierto aislamiento en que se estuvo durante la dictadura militar. La economía se expandió aún
más y el crecimiento promedio un 8 % anual durante los primeros tres años de gobierno, lo que
permitió el inicio de negociaciones con Canadá, Estados Unidos y México para la integración al
NAFTA y el ingreso como miembro asociado al Mercosur. Chile además ingresó al Grupo de Río
y a lo largo de la década resolvió algunos de los últimos litigios fronterizos con la Argentina (Laguna
del Desierto, aún pendiente parte del trazado de Campos de Hielo Sur).
Además, se inician las primeras gestiones para un tratado de libre comercio y de asociación con
la Unión Europea y, en 1994, Chile se convierte en miembro de la APEC, abriendo su economía
hacia la cuenca del Asia-Pacífico, principalmente Japón y China. La pobreza, en tanto, continuó
con su ritmo descendente y, en 1998, llegó al 21,7% de la población. En tanto, diversas obras
públicas fueron construidas a lo largo del territorio y se inició el sistema de licitaciones que permitió
la construcción de las primeras autopistas de nivel internacional en el país.
Sin embargo, a mediados de su mandato, comienza la crisis financiera asiática que afectará en
gran modo a la pujante economía chilena. Durante esos mismos años, el país debió enfrentar
importantes crisis ambientales: la alta contaminación atmosférica en Santiago, el Terremoto Blanco
de 1995 que asoló el sur de Chile, las fuertes sequías de 1996 que impidieron la generación de
hidroelectricidad y el corte del suministro a las principales ciudades, las inundaciones de 1997 en
la zona centro-sur y el terremoto de Punitaqui en ese mismo año.
Las cifras macroeconómicas comienzan a mejorar, las que se ven potenciadas por los tratados de
libre comercio con la Unión Europea, Corea del Sur y Estados Unidos, gestionados por el gobierno
anterior y sellados por Alvear. Estos elevan la capacidad exportadora del país, recuperando Chile
el crecimiento que tenía la década anterior, aunque no se logran paliar las cifras de cesantía (que
bordean el 8%) y la desigualdad en el ingreso no varía sustancialmente.
El gobierno de Lagos se caracterizó en un amplio desarrollo de obras viales, creándose las primeras
autopistas urbanas del país, nuevas líneas del Metro de Santiago, el Metro de Valparaíso, la
inauguración del nuevo Biotrén.
Bachelet: En medio de la crisis política, la economía chilena tuvo un fuerte crecimiento y el alza en
el precio del cobre en los mercados internacionales generó importantes excedentes en CODELCO
que permitieron un aumento en el gasto social. Bachelet implementó la principal reforma de su
mandato, la Reforma Previsional, que aseguraba pensiones a todos los chilenos de bajos recursos,
así como un aumento en la cobertura de la educación preescolar. La encuesta CASEN confirmó
los avances económicos en la reducción de la pobreza, que llegó al 13 % hacia 2006. Sin
embargo, gran parte de los excedentes cupríferos fueron reservados por el ministro de Hacienda
Andrés Velasco, pese al rechazo de gran parte de la opinión política.
Las altas expectativas económicas se vieron bruscamente frenadas por el estallido de la crisis
económica mundial de 2008, que impactó fuertemente la economía chilena. El desempleo
aumentó por sobre el 10% en 2009 y el crecimiento alcanzó cifras negativas ese mismo año. Pese
a las malas cifras, las acciones emprendidas por Velasco utilizando los recursos del cobre
permitieron que la crisis no impactara de la misma forma que como ocurrió con la Crisis Asiática
en 1999.
Para complementar la lectura y conocimiento, los invitamos a leer el texto “El rol del Estado chileno
en el desarrollo de las políticas de bienestar”, a través del siguiente link:
Otro texto, que nos ayuda a comprender la importancia del Estado respecto del bienestar social,
es el que les dejo a continuación, una lectura que puede complementar y ayudara a entender lo
que más adelante veremos:
Las finanzas públicas pertenecen al campo de la economía y son las encargadas de definir el
sistema pago de actividades gubernamentales; además, define la administración y el diseño de
dichas actividades.
• Lo que el gobierno u organizaciones del Estado tienen que hacer o están haciendo.
El Estado, es una construcción general que representa la organización de una nación y están
representados (democráticamente). Según la definición más clásica y conocida, existen tres
poderes:
• Poder Legislativo.
• Poder Judicial.
• Poder Ejecutivo.
En el ámbito de las finanzas públicas se consideran tres aspectos: los efectos gubernamentales en:
En teoría, dependiendo de las circunstancias, el mercado privado asigna los bienes y servicios entre
los individuos de manera “eficiente” (en el supuesto de que no produce o genera residuos y que
los gustos individuales pueden ser coincidentes con la capacidad productiva de la economía).
Afirmativamente, podríamos decir que, si el mercado fuese capaz de ofrecer resultados eficientes
y, si la distribución del ingreso fuese socialmente aceptable, entonces no existiría posibilidad alguna
para la existencia del servicio público. Pero, en muchos casos, las condiciones para la existencia
de la eficiencia del mercado privado, es violado.
Es en virtud de lo anterior, que existe un sistema que actúa y que supuestamente funciona, en favor
de que no se vulnere al consumidor, como también ayuda a la protección económica (en lo micro
como en lo macroeconómico).
Bajo estos supuestos generales, las decisiones de un gobierno sobre el alcance y el nivel de
eficiencia de sus actividades, puede ser eficaz pensar en la separación de las decisiones sobre el
diseño de los sistemas fiscales. En este punto, los programas del sector público deben ser diseñados
para maximizar los beneficios sociales menos los costos (análisis de costo-beneficio), seguido de
esto, los ingresos generados y necesarios para pagar los gastos, deben ser planteados a través de
un sistema tributario que debe crear el menor número de pérdidas de rendimiento a la actividad
privada, como sea posible. En la práctica y en la realidad, el presupuesto anual aprobado por
parte del congreso, para que el sistema público funcione o se desarrolle, es mucho más complejo,
complicado y con frecuencia genera prácticas poco eficientes.
Quien administra el Estado, puede pagar el gasto de los préstamos (por ejemplo, con Bonos del
Estado), aunque los préstamos son un método de distribución de las cargas fiscales a través del
tiempo, en lugar de sustituirlo vía impuestos. El déficit fiscal es la diferencia entre el gasto público
y los ingresos públicos. La acumulación del déficit con el tiempo, es la deuda pública total. El
Déficit de financiación permite a los gobiernos suavizar las cargas tributarias a través del tiempo,
Se puede afirmar entonces que las finanzas públicas están estrechamente vinculadas a la
distribución del ingreso y la igualdad social. Los gobiernos pueden redistribuir ingresos a través de
transferencias o por el diseño de sistemas fiscales que apuntaran a mejorar (de manera diferente)
y equilibrar las diferencias de los hogares de altos ingresos y los hogares de bajos ingresos.
Una de las principales características de las economías modernas, es el peso y papel que el sector
público ocupa en ellas. Definir qué es exactamente el sector público, resulta ser una tarea
compleja, más allá de intuiciones o ideas preconcebidas.
Una definición la encontramos expresada por Elinor Ostrom: "Un bien que está disponible a todos
y del cual su uso por una persona no substrae de su uso por otros".
En términos técnicos, decimos que un bien público puro es no saturable, no excluyente y no rival.
Esta problemática nos lleva a una segunda definición que, aunque quizá menos elegante, resulta
más precisa. Decimos así que: un bien público es aquél cuyo coste no puede repercutirse sobre
sus consumidores. Éste sólo puede sufragarse de forma indirecta y aun así resulta imposible
determinar cuál sería la contribución de cada individuo, dada la dificultad de distinguir la
frecuencia y proporción de cada individuo en cada caso.
Una de las razones que explican la imposibilidad de repercusión sobre los consumidores es el
problema del free-rider, esto es, dado que un bien público es no excluyente, un consumidor
racional tenderá a evadir al pago de dicho bien, del que por otra parte no puede excluírsele. Este
y otros problemas son los que hacen que la solución más efectiva sea obligar a todos los
consumidores a su sostenimiento y, por tanto, de ahí que su provisión se encargue a la única
institución que posee la potestad de ejercer la coacción, es decir, el Estado. Su función no
solamente consiste en proveer y sostener los bienes públicos existentes, sino también recaudar y
gestionar las contribuciones que se sustraen a los consumidores para su financiación a través de
los impuestos.
Samuelson (1954) y Musgrave (1939), ambos economistas que analizaron en profusión (definición
de la RAE: Abundancia en lo que se da, difunde o derrama. Prodigalidad, abundancia excesiva,
superfluidad) la función del sector público, terminaron ante la disyuntiva inexorable de un trade-
off entre eficiencia y equidad.
La existencia de un mecanismo de precios que organizarse un mercado para los bienes públicos
resulta imposible, y en tales condiciones, sólo algunos individuos u organizaciones con elevados
niveles de renta, pueden permitirse la provisión de bienes públicos, tales como protección y
defensa, de forma que, a pesar de los costes derivados de la apropiación por parte de terceros o
de la no remuneración de las externalidades positivas generadas, aún obtuviesen una utilidad
positiva por el consumo de dichos bienes. La única provisión posible a gran escala, descansa sobre
el Estado, al margen de cualquier sistema de precios y soportando la ineficiencia que dicho proceso
conlleva para la economía. En todo caso, la labor del sector público sería adaptativa, es decir,
trata de adaptarse en la medida de lo posible a las preferencias de los usuarios-consumidores,
principalmente a través del método de ensayo y error, confirmado por medio del sistema electoral,
con todas las deficiencias que pueden achacarse a este procedimiento. Se puede considerar como
“tamaño óptimo" del sector público, en el que la garantía de una provisión óptima de bienes
públicos, se conjugue con la menor ineficiencia posible para la economía.
“La transferencia de ingresos y de riqueza de unas personas a otras mediante mecanismos sociales
como impuestos, caridad, Estado de bienestar, servicios públicos, subsidios, reforma agraria,
políticas monetarias, confiscación, divorcio o acciones legales de reparación de daños. El término
normalmente se refiere a redistribución en un contexto económico amplio más que entre individuos
específicos, y siempre se refiere a quitar a quienes tienen más para transferir a quienes tienen
menos”.
“El conjunto de políticas que, en lugar de fijarse en mitigar la desigualdad, se concentra en originar
previamente menos desigualdad”.
Las deducciones a medida, llamadas también lagunas fiscales, tienden a perpetuar las diferencias
de ingresos, en vez de poner en práctica un sistema de impuestos neutral como el de tipo único.
Son variadas las propuestas (alternativas) de imposición, pero en la realidad no existe mayor
voluntad política para cambiar el statu quo.
Pensemos en la Regla Buffett, la que es un modelo de impuestos combinados que equilibra sistemas
opuestos, pretendiendo minimizar el favoritismo del diseño interesado del sistema impositivo.
Los efectos de un sistema de redistribución son activamente debatidos en los terrenos económico
y moral. La cuestión incluye diferentes análisis de sus fundamentos, objetivos y medios, y de la
eficacia de sus políticas.
Otro método de redistribución basado en los impuestos es el que opera sobre la renta negativa,
donde los contribuyentes de menores ingresos, quienes no pagan impuesto sobre la renta, son
quienes lo cobran o perciben. En este caso, el Estado les abona una cantidad que les permite
poder complementar los ingresos.
En este contexto, la realidad en Chile nos muestra que se cuenta con formas de redistribución,
tales como los subsidios de desempleo, subsidio único familiar, las pensiones de vejez, de
discapacidad, entre otras. Estos programas (como otros existentes) se financian por medio de
impuestos, beneficiando a los quienes se encuentran con mayor nivel de vulnerabilidad, que pagan
pocos impuestos o ninguno. Aunque las personas beneficiarias de tales programas puedan preferir
que se les dé directamente dinero en efectivo, las transferencias mediante subsidios suelen ser más
aceptables para la sociedad, pudiendo así controlar en cierta medida el gasto de los fondos.
Aunque el coeficiente de Gini se utiliza, sobre todo para medir la desigualdad en los ingresos,
también puede utilizarse para medir la desigualdad en la riqueza. Este uso requiere que nadie
disponga de una riqueza neta negativa.
Otro argumento es contar con una clase media más amplia, la que beneficiaría a una economía
cualquiera, permitiendo que más individuos sean consumidores, a la vez de proporcionar igualdad
de oportunidades logrando una mejor calidad de vida.
John Rawls dice que una sociedad verdaderamente justa, si se organizara de alguna manera,
podría llegar a beneficiar a los menos aventajados, y cualquier desigualdad sería permisible solo
si beneficia a los menos aventajados. Un muy buen ejemplo de esto es el tolerar que los médicos
tengan mayores salarios porque, de lo contrario, menos gente estudiaría esta profesión y, por lo
tanto, no habría suficientes especialistas que permitan curar a quienes son usuarios del sistema de
salud pública.
Socialmente existen partidarios de la redistribución, quienes argumentan que una característica del
capitalismo, es la desigual distribución de la riqueza.
Otro autor, Paul Krugman, argumenta que: la desigualdad de ingresos es causa de crisis
económicas, y que reducir esta desigualdad es una manera de impedir o aliviar estas crisis. De
esta forma la redistribución beneficia al conjunto de la economía Esta particular visión, se
encuentra asociada con subconsumismo, considerado un producto de la economía keynesiana.
Actualmente existe un gran debate respecto a cuánto más ricos se han hecho los extremadamente
ricos en décadas recientes, lo que se encuentra desarrollado por Thomas Piketty, en su libro El
capital en el siglo XXI.
Se definen como decisiones de consumo, producción e inversión que toman los individuos, los
hogares y las empresas y que afectan a terceros que no participan directamente en esas
transacciones. A veces, esos efectos indirectos son minúsculos, pero cuando son grandes, pueden
resultar problemáticos; Las externalidades son una de las principales razones que llevan a los
gobiernos a intervenir en la economía.
Si una Empresa contamina el ambiente, arrojando residuos a un río, su actividad produce entonces
una Externalidad negativa sobre quienes habitan cerca del mismo y que utilizan sus aguas para la
agricultura; si una persona coloca una obra de arte en su jardín, a la vista de todos los que pasen
por la calle, produce entonces en los transeúntes una Externalidad de signo positivo, pues éstos
podrán disfrutar del Bien sin haber tenido que pagar por ello.
Las Externalidades surgen en los casos en los que no existe un Mercado para el Intercambio de
Bienes o servicios: si existieran derechos de Propiedad definidos sobre el río (del ejemplo anterior),
la Empresa contaminante se vería en la obligación de pagar a su dueño una cantidad determinada
por el uso de sus aguas como vertedero.
Pero, dado que no existen derechos de Propiedad sobre una gran cantidad de Bienes y no se
genera un Mercado alrededor de ellos, se producen entonces efectos externos al Mercado que no
son compensados por intercambios mercantiles. En este sentido, el tratamiento económico de la
Externalidad, se aproxima al de los Bienes públicos.
Los costes sociales (costos que nos afectan a todos) de la producción son superiores a los costes
privados. Esos costes indirectos, que no recaen ni en el productor ni en el usuario, incluyen el
deterioro de la calidad de vida, el encarecimiento de la atención de la salud y la pérdida de
oportunidades de producción (por ejemplo, cuando la contaminación desalienta el turismo). En
otras palabras, cuando las externalidades son negativas, los costes privados son inferiores a los
costes sociales.
Existen también externalidades positivas; en este caso, se trata de la diferencia entre beneficios
privados y sociales. Por ejemplo, las actividades de investigación y desarrollo están ampliamente
consideradas como generadoras de efectos positivos que trascienden al productor (por lo general,
la empresa que las financia). La razón es que la investigación y el desarrollo enriquecen el
conocimiento general, lo cual contribuye a otros descubrimientos y avances. Sin embargo, la
rentabilidad percibida por una empresa que vende productos basados en sus propias actividades
de investigación y desarrollo, no suele reflejar la rentabilidad percibida por sus beneficiarios
indirectos. Cuando las externalidades son positivas, la rentabilidad privada es inferior a la
rentabilidad social.
Se puede nombrar una tercera externalidad, la que se denomina como Externalidad Posicional.
Una solución a esta externalidad, podría ser la imposición de regulaciones, venidas desde una
autoridad externa. En el caso que recién dimos, Un gobierno podría aprobar una ley en contra de
las empresas que exijan títulos de maestría, a menos que el puesto realmente requiera una
calificación avanzada.
1.- Si algunos postulantes a un trabajo empiezan a usar trajes caros, un efecto secundario de sus
acciones es que otros postulantes tengan menos probabilidades de dar una impresión favorable a
los entrevistadores. Desde el punto de vista de cualquier individuo que busca trabajo, la mejor
respuesta va a ser igualar los gastos más altos de los otros, en vez de perder la oportunidad de no
tener el trabajo. Pero este resultado puede ser ineficiente porque si todos gastan más, la
probabilidad de cada candidato de tener éxito se mantiene igual. Todos pueden estar de acuerdo
en que alguna forma de restricción de gastos colectiva podría ser útil.
2.- Frank nota que tratar a las externalidades posicionales como a las otras externalidades puede
llevar una economía invasiva y a una regulación social.
Los economistas neoclásicos reconocieron que las ineficiencias asociadas a las externalidades,
constituyen una forma de “falla de mercado”. Desde una perspectiva de bienestar general, la
decisión privada basada en el mercado no produce resultados eficientes. Estos economistas
recomiendan la intervención del gobierno para corregir los efectos de las externalidades. En la
obra The Economics of Welfare, el economista británico Arthur Pigou sugirió (1920) que los
gobiernos sometieran a los contaminadores a un impuesto que compensara el perjuicio causado
a terceros. Ese impuesto produciría el resultado de mercado que habría ocurrido si los
contaminadores hubieran internalizado debidamente todos los costes. Siguiendo la misma lógica,
los gobiernos deberían, por lo tanto, subsidiar a quienes generan externalidades positivas, en la
misma proporción en que otros se benefician.
Estas tentativas se pueden dividir en dos grandes grupos: tentativas de persuasión o dirección por
parte del gobierno y tentativas de control legal directo, que generalmente se refieren a las
externalidades negativas o detrimentales.
Esta aproximación es caracteriza por la tentativa de definición exacta de lo envuelto en los derechos
de propiedad y contratos, pero dejando en la medida de lo posible a los actores mismos la
implementación y/o defensa de tales contratos y derechos. Por ejemplo, en una habitación cerrada
los fumadores generan una externalidad negativa sobre los no fumadores al hacerles respirar el
humo de los cigarros. Sin embargo, si, por ejemplo, los derechos de propiedad sobre el aire
especificaran la calidad del aire a la que se tiene derecho legal, fumadores y no fumadores podrían
negociar sobre las compensaciones adecuadas relacionadas con los perjuicios ocasionados por
el humo del tabaco.
Sin embargo, estas soluciones entre fumadores y no fumadores no son tan sencillas, por lo que
recientemente, los distintos Estados han tenido que tomar cartas en el asunto al tratarse de un
problema de salud pública. Como se sabe, se ha comprobado que la incidencia del cáncer de
garganta y de pulmón es varias veces mayor en los fumadores que en los no fumadores. Como
los costes del tratamiento del cáncer son muy elevados, nos encontramos que los no fumadores
tienen una externalidad negativa muy grave porque, además de resultar perjudicado por el humo
del tabaco ajeno, tiene que compensar, con su aporte a la medicina pública o privada, los mayores
costes ocasionados por los contribuyentes fumadores.
No siempre es posible determinar quién es responsable, o incluso puede que no haya un grupo
diferente a la sociedad misma. Esto da origen a tentativas tanto de corrección como de provisión
por parte del estado.
Por ejemplo, el aire en las ciudades tendrá menor calidad que la del aire en un bosque, deterioro
que puede alcanzar niveles peligrosos o dañinos para la salud humana. Pero ese deterioro se debe
en gran parte, más allá de la polución debida a actividades industriales, de transporte, etc., al
hecho que en las ciudades (aunque suene extraño) hay muchas personas utilizando el aire.
Adicionalmente, existen actividades que incurren en tales costes y generan tan pocos beneficios
para el proveedor, que pocos o nadie se interesa en efectuarlas (Adam Smith). Y, sin embargo,
son de beneficio general. Esas actividades al no estar en el interés público, se podría tender a
dejarlas en la actividad privada.
Ejemplos de estas tentativas de provisión y/o corrección estatal incluyen parques públicos, la
administración de justicia; seguridad nacional; programas de promoción de la salud, de educación
pública; construcción y mantenimiento de obras públicas; entre otras.
Así, por ejemplo, la provisión de un parque o medio de transporte subvencionado por parte de un
gobierno pueden ser considerados tanto una tentativa de corrección de los problemas causados
por la mala calidad del aire, como la provisión de un bien público (disminución de polución
causada por transporte privado - número de automóviles - y provisión de aire puro
respectivamente). Nótese que esto no implica que una empresa privada no pudiera ofrecer ambos
servicios, el argumento es que la provisión al nivel requerido y con la intención mencionada no
ofrecería la ganancia necesaria para motivar la acción privada, lo que requiere un financiamiento
común, que puede tomar la forma de una subvención a una empresa privada o social. En otras
palabras, si se deseara disminuir la polución causada por el gran número de automóviles en una
ciudad, seria (quizás) necesario ofrecer un sistema de transporte público cuya conveniencia
compensará a los individuos, no existiendo eso, las personas seguirán usando sus automóviles.
Algunas de las sugerencias anteriores, se basan en el supuesto de que sería posible llegar
efectivamente a un acuerdo general entre los actores, a fin de determinar un nivel apropiado de
compensación. Surge así un problema de revelación de preferencias, ya que los agentes podrían
tener incentivos para comportarse estratégicamente acerca de su valoración de los efectos
externos. Similarmente, la asignación de derechos de propiedad y la negociación sobre los mismos
pueden dar lugar, ya sea los mismos comportamientos estratégicos o incluso algunos adicionales,
a lo que impediría alcanzar una solución óptima. Adicionalmente, no siempre es el caso que los
actores poseen la necesaria información y/o que los costes de transacción asociados a una posible
negociación, sean por lo menos ínfimos.
Finalmente, sucede que el tipo más común de solución es un acuerdo tácito entre las partes, ya
sea a través de un proceso político o a través de normas y costumbres sociales, que pueden haber
evolucionado como una manera de hacer frente a los costos y beneficios externos. Cualquiera que
sea el caso, las comunidades de funcionamiento democrático generalmente se ponen de acuerdo
para hacer frente a estos costes y beneficios a través de un consenso. Como Arrow sugiere: “es un
error reducir la acción común a la acción estatal”.
Sin embargo, no es menos cierto que tales acuerdos pueden concretarse más rápida o
efectivamente debido a la amenaza de la acción gubernamental. En todo caso, es el deber del
estado representar el interés general, aun cuando intereses sectoriales lleguen a acuerdos. Por
ejemplo, una fábrica de acero cuyas emisiones contaminantes traspasan a los pulmones, de un
gran número de individuos en un área geográfica, y hay grandes costos de transacción, para un
solo miembro de ese público general negociar con el productor, lo cual no evita que la empresa
haya llegado a un acuerdo con los sindicatos acerca de medidas de prevención, etc, en el lugar
de trabajo mismo.
Todo lo anterior resalta el problema de evaluar tanto los daños y beneficios de una actividad como
las compensaciones adecuadas.
Un fallo o falla de mercado, es una situación que se produce cuando el mercado no es capaz de
asignar los recursos de manera y forma eficiente.
Pensemos, por ejemplo, en la luz de las calles y el alcantarillado, ambos son fallos de mercado.
No es rentable para una empresa dedicarse a poner alumbrado en la calle, la inversión es alta y
su retorno es lento y bajo, lo que podría generar su quiebre. Por ello, el gobierno se debe encargar
de realizar estas tareas, cubriendo los fallos de mercado.
• Ausencia de regulación: El sector público regulará los mercados con normas tanto
nacionales como internacionales y así favorecer el desarrollo de la economía.
• Desigualdad en la distribución de la renta: El sector público contará con una política fiscal,
como la implantación de impuestos progresivos.
I. Fallo de mercado puro: Por utilizar un producto, no excluyes a los demás de su uso y no
existe rivalidad (por ejemplo, el alumbrado público).
II. Fallo de mercado no puro: En los que se puede excluir a una persona de su uso mediante
el pago de un precio (por ejemplo, la educación).
c) Equilibrio externo.
En el corto plazo, esto puede ser incompatible. Esto quiere decir que, alcanzar una de ellas puede
ir en desmedro de la situación de las otras dos. En la literatura económica se sostiene que la
estabilidad de precios y el equilibrio externo se pueden conseguir sólo a costa de provocar un
aumento del Desempleo.
Para esto, se pueden ocupar instrumentos de estabilización, que principalmente son la Política
Monetaria y la Política Fiscal.
El Estado participa dentro del sistema de economía mixta; para poder alcanzar sus objetivos, debe
contar con los Recursos Financieros suficientes. Uno de estos Recursos proviene de los
contribuyentes, que integran la economía a través del instrumental tributario. Los objetivos que
persigue la Política Fiscal pueden ser de diversa índole como: fomentar el ahorro y el comercio
exterior, desalentar el contrabando, aumentar el bienestar social, modificar la Distribución del
Ingreso y evitar el Desempleo, entre otras.
Para tales efectos, los gobiernos cuentan con herramientas, como son el manejo del volumen y
contenido de los Impuestos y, el volumen y destino del Gasto público.
Por ejemplo, si la economía está entrando en una fase recesiva, el gobierno puede:
• Disminuir los Impuestos y aumentar el Gasto con el fin de expandir la Demanda Agregada
y superar la Recesión.
• Si existe un nivel de Desempleo muy alto, puede procurar crear nuevos empleos y otorgar
Subsidios temporales a los desocupados.
• Si existe una alta tasa de Inflación, intentará reducir el Gasto para contrarrestar posibles
presiones de Demanda y moderar las alzas de Precios.
• A corto plazo: (DA = OA) ocurre cuando la cantidad demandada de PIB real, es igual a
la cantidad ofrecida de éste; es decir, en la intersección de la curva de demanda agregada
(DA) y la curva de oferta agregada de corto plazo (OAC).
• A largo plazo: sucede cuando la oferta agregada no refleja la producción real sino otra
potencial o de largo plazo. En este caso producción potencial y demanda agregada son
las variables que determinan el nivel de precios, que repercute por lo tanto en la tasa de
salario nominal.
Las variables a observar en el equilibrio macroeconómico y que lo condicionan son el nivel general
de precios y el PIB real observado. Su interacción refleja el punto de equilibrio.
Cualquier cambio registrado en las variables que componen tanto oferta como demanda
agregadas, que no sea el nivel de precios, suele tener como efecto desplazamientos en las
funciones y el surgimiento de nuevos puntos de equilibrio.
Estos cambios pueden ser periodos de sequía en la producción agrícola, la cantidad de dinero
existente en la economía, decisiones de gasto público por parte de las instituciones, conflictos
políticos o bélicos, mejoras tecnológicas, expectativas económicas de futuro, alteraciones en el
precio de combustibles o la preferencia de los habitantes por el ahorro frente al consumo, entre
otros.
Criterio que orienta la Distribución de un determinado atributo entre los miembros de un grupo
social. En economía, los atributos considerados se refieren a las oportunidades, la Riqueza,
Ingreso, Consumo, etc. Existen muchos criterios de equidad, siendo el igualitarismo uno de ellos,
pero no el único.
Es también entendido como atributo de la justicia, que cumple la Función de corregir y enmendar
el derecho escrito, restringiendo (algunas veces) la generalidad de la ley y otras extendiéndola para
suplir sus deficiencias, con el objeto de atenuar el rigor de la misma.
Es un principio fiscal que establece que un sistema impositivo es equitativo cuando las personas
que se encuentran en las mismas condiciones, reciben el mismo trato, y las que se encuentran en
diferentes condiciones son objeto de trato diferente.
Desde las Ciencias Económicas, se entiende como: “la justicia que debe aplicarse al tratamiento
de impuestos de las personas. Esto quiere decir que las cargas impositivas deben variar según cada
caso particular para alcanzar verdaderamente la equidad”.
Es una de las funciones más importantes del Estado. El Gobierno, a través de políticas de Estado,
determina prioridades, las que son denominadas como “estratégicas para la nación”,
determinando las áreas o sectores de mayor importancia y en donde se deben invertir los recursos.
Estas áreas o sectores más importantes, en que se Administra el Gasto Público son:
• Salud, Seguridad Social y Educación: Si bien parte de estas funciones son desarrolladas
también por el ámbito privado, los Gobiernos utilizan parte de sus presupuestos en el
financiamiento de mejorar el bienestar social de los ciudadanos.
• Defensa y seguridad nacional: Por una parte, encontramos que los Gobiernos destinan un
porcentaje del presupuesto, en materias relacionadas a la Defensa Nacional, representada
por las Fuerzas Armadas, como también en el financiamiento sus policías, representado
por (en el caso chileno) Carabineros y la Policía de Investigaciones, además de las
entidades dedicadas a la protección ciudadana en general.
• Obras públicas y manejo energético: Estas funciones no necesariamente son cubiertas por
el Estado, pero en general, los países establecen diferentes mecanismos, estándares y
políticas encaminadas a garantizar el desempeño económico, mediante la construcción,
desarrollo y facilitación de infraestructura y energía, las que son usadas finalmente por las
empresas tanto públicas como privadas, servicios públicos, como también por los
ciudadanos.
Aplicación de política monetaria: Consiste en el manejo de la moneda y, junto con analizar las
variables presentes en la economía a través de su Banco Central, se busca desarrollar e impulsar
el crecimiento económico, aplicando variables tales como: tasa de interés, masa monetaria
(cantidad de dinero en la economía), emisión de dinero (con respaldo), entre las más importantes.
Política de regulación: Se busca poder garantizar la libre competencia y evitar abusos en las
actividades económicas desarrolladas en el país. Comprende áreas de control a las empresas,
regulación comercial y anti–monopólica, defensa de los usuarios y consumidores, etc.
Política fiscal: De manera simple, podemos definirlo como el manejo de los tributos y los impuestos
de la nación.
Utilizar ingresos corrientes: estos Ingresos están compuestos por: Impuestos, Tarifas, Permisos,
Licencias, Servicios Prestados, etc, que sean producto de la actividad Estatal.
Obtención de recursos por medio del endeudamiento: Los esquemas de financiamiento de los
Estados, generalmente provienen de la Emisión de Bonos, Deuda Pública (externa o interna),
prestamos con la banca privada y préstamos de última instancia.
Esta función consiste en atesorar los recursos de la nación, pudiendo crear fondos de reserva,
conocidos como “Reservas de la Nación”. Estas reservas son la garantía general que el Estado
posee y con lo que demuestra su capacidad de cumplir con los (variados) compromisos (nacionales
e internacionales) y, por tanto, que es susceptible de créditos internos como externos.
A nivel mundial, las calificaciones de deuda de los Estados tienen muy en cuenta la cantidad de
reservas de estos, pudiendo así verificar y garantizar la capacidad de pago. En la actualidad,
existen casos de países, en donde se pueden observar evidentes deterioros de la reserva
internacional.
La podemos definir como la determinación del nivel de impuestos y las tarifas que deben pagar
los ciudadanos. Dependiendo del país, “la determinación de las tasas impositivas”, pueden venir
desde el Congreso y/o del Ejecutivo (para países con alto grado de centralización) o de los
Gobiernos Locales (como en el caso de los Gobiernos Federales). Existen también impuestos
locales o impuestos especiales, como por ejemplo al cobre en Chile.
Hagamos notar que tanto los Gobiernos Centrales manejan los impuestos directos, tales como el
impuesto a la renta o al patrimonio, mientras que los entes descentralizados se ocupan de
impuestos locales o impuestos indirectos.
Complementemos ahora nuestro aprendizaje, apoyándonos con un video que nos orientara a
poder responder la siguiente pregunta: ¿cuál es el rol del Estado en la economía?