Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
ELABORACIÓN
VALIDACIÓN
DISEÑO DOCUMENTO
1. CORRIENTES FUNDAMENTALES DE LA
ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
A. El Cameralismo:
En su libro Política y Administración, Jiménez (1977) define a esta última “como un fenómeno
institucional típicamente” (p. 25), y estrechamente vinculado a la optimización de la relación
insumo producto según los criterios de eficiencia técnica o económica impuestos por su propia
naturaleza. También sostiene que la administración es un proceso de gerencia, de toma de
decisiones, delegación de autoridad, de comunicación, análisis de las conductas, así como de
relaciones de los miembros de la organización y las relaciones objetivas de la institución con su
medio ambiente.
Ello significa que, para este reconocido autor, todo cuanto concierne a la persona jurídica es
materia administrable. En otras palabras, el alcance de la administración no se limita al ámbito de
los negocios o las empresas solamente, sino que esta ciencia tiene inherencia en todo tipo de
institución: pública o privada.
El cameralismo ha sido estudiado desde dos puntos de vista diferentes: “…en primer lugar, del
intento de encontrar los fundadores del pensamiento económico (…) en segundo lugar, de la
tendencia a descubrir los orígenes de la ciencia de la administración en las primeras
recomendaciones acerca del aparato burocrático…” (Bobbio y Matteucci, 1987: p. 203)
formuladas por expertos a los príncipes territoriales alemanes a finales del siglo XVI y durante los
siglos XVII y XVIII.
El cameralismo tiene su raíz en la Cámara, la cual a decir de Omar Guerrero Orozco, autor del
artículo intitulado “Las Ciencias Camerales” publicado en la revista Ensayos, en México en 1985;
era una especie de organización colegiada, cuya finalidad era atender todos los asuntos
administrativos del Estado, estaba compuesta por una serie de centros de decisión y de poder en
los cuales privaba el consenso, era asistida por una secretaría integrada por oficiales
administrativos que tenían como tarea redactar los acuerdos camerales, archivar la documentación
y despachar los negocios. Los miembros de la Cámara eran llamados cameralistas, considerados
altos funcionarios estatales, encargados de fortalecer el Estado absolutista (Guerrero, 1985a).
Como ideología, el cameralismo comprendió desde los primeros años del siglo XVI, a la primera
mitad del XIX, pasando por sus cuatro etapas: la primera etapa del cameralismo o etapa original,
va desde principios del siglo XVI al año 1656, caracterizada por su combate contra el todavía
poderoso feudalismo. La segunda etapa o sistemática, va desde 1656 a 1727, durante la cual se
funda el estatuto académico de las ciencias camerales y se escriben sus programas de acción. La
tercera o etapa académica, comprendida entre 1727 y 1755, durante la cual se establece la
cátedra “Profesión en Economía, Policía y Cameralística”, de donde nacen las ciencias
cameralisticas. La cuarta fase o científica, que va desde 1755 a 1842, en la cual se desarrollan
teóricamente las ciencias camerales a partir del notable libro de Juan Enrique von Justi, Elementos
Generales de Policía, publicado en 1756 (Guerrero, 1985a).
Durante el cameralismo, al príncipe se le dotaba de todas las atribuciones, sin límites, a fin de que
cumpliera con éstas, de ahí el nombre de absolutista. La Cámara, reconocida como la
organización medular del Estado, activaba a la Policía para administrar a la sociedad y producir
el bienestar de los súbditos. La Policía sólo estimulaba el bienestar y disponía lo necesario. Lo
Con el tiempo el Cameralismo pasa, de ser un conjunto de trámites oficinescos como lo califica
Guerrero, a convertirse en “…un estadio superior de sistematización, racionalización y
organización del trabajo administrativo, (…) para potenciar el poder del Estado absolutista (…)
constituye una construcción teórica encaminada a explicar esos complejos procesos constructivos
del Estado, y (…) a transmitirlos por medio de la cátedra” (Guerrero, 1986: p. 4).
En su afán de convertirse en una especie de ciencia del estado o forma de organización de la vida
pública, el cameralismo logra articular en una unidad, elementos de administración, economía,
finanzas y de la técnica agraria o manufacturera (que al extrapolarlos a nuestros días se asemeja
a la administración pública), con lo que adquiere un enfoque de globalidad a ser usado por el
estado para gobernar.
B. Burocracia de Weber:
El modelo burocrático, crece frente a la naciente necesidad de los estados nacionales de establecer
mecanismos para lograr una gestión del Estado que sea estructurada y ordenada. En este sentido,
Max Weber crea los principios fundamentales de la burocracia los cuales podemos indicar a
continuación:
1-. Democracia y eficiencia son sinónimos (conciliables): sobre esta han ido surgiendo rechazantes
a las definiciones originales de ambos conceptos.
Por lo tanto, con el surgimiento de nuevas dudas, los principios que validarían a la administración
pública como ciencia se hacen cada vez más críticos.
Los estudios de Administración pública han crecido y se caracterizan por ser especializados, fácticos
y empíricos. Pero esta especialización ha ocurrido en los aspectos funcionales de esta disciplina y
no en los aspectos institucionales.
El problema de todo lo anterior saber si hay un estudio de la Administración pública como tal
o si hay una función administrativa (utilizada para la preparación y especialización).
Este problema se da por abrazar un empírico acrítico, y de ahí surgen dos características:
Otra idea tratada en esta teoría trata sobre que el pensamiento administrativo depende de lo que
ocurre en el contexto, y este a la vez, afectará el futuro. El autor afirma que la administración
pública depende de la seguridad de la nación y de ahí vendrá la forma y funciones que adopte.
Además del entorno y el contexto, también hay movimientos políticos e intelectuales que afectan a
esta disciplina.
El positivismo lógico de Simon, indica que la administración pública debe seguir ciertos preceptos
fundamentales para cumplir con su labor, pero no adjudicándoles la categoría de absolutos tal
como lo eran en la administración burocrática, estos principios son:
1) Especialización:
Se contradice con el de especialización, las órdenes para realizar una tarea pueden venir
de diferentes personas especialistas de esa tarea y eso rompe la jerarquía.
Todo depende del tamaño de org. y no existe acuerdo de los autores sobre si debe primar
el control o la agilización
No existen org. con un propósito y no existe una diferencia tan grande entre propósito y
proceso
Es necesario:
Reconoce que las actividades administrativas del Estado no eran objeto de estudio. Esto es, porque
no existía una ciencia de la administración que se dedicara al análisis del complejo sistema de
ingresos y la deuda pública, como él dice era una “época de mucha política y poca
administración”. En contraste, el pensamiento de los heriditos estaba dominado por los temas
políticos de la soberanía y el derecho constitucional del siglo XIX en Europa.
Wilson, determina que, para realizar los estudios de la administración pública, se requiere realizar
dos distinciones importantes. Por un lado, la diferencia entre la política y la administración y por
otro, entre el derecho constitucional y los actos administrativos. En la primera, Wilson argumenta
que la administración se encuentra fuera de la esfera propia de la política. Las cuestiones
administrativas no son cuestiones políticas. Aunque la política fija las tareas de la administración,
ésta no debe tolerar que se manipulen sus funciones. En esta distinción el autor hace referencia
que tanto la política como la administración son dos esferas de competencias diferentes, cada una
tiene su ámbito de acción delimitada; la política se encarga de las actividades grandes y universales
y el lado administrativo le compete las acciones pequeñas e individuales. El método de estudio de
la administración según el autor requiere que estas dos esferas no se mezclen entre sí.
La aparición de una Nueva Gestión Pública (NGP) es una de las tendencias internacionales más
importantes de la Administración Pública. El ascenso de la NGP no es solo un desarrollo británico,
parece estar vinculada con otras cuatro mega tendencias administrativas:
IV. el desarrollo de una agenda más internacional, cada vez más centrado en cuestiones
generales de la gestión pública, el diseño de políticas, los estilos de decisión y la
cooperación intergubernamental, en la parte más alta de las tradiciones especializadas de
cada país en administración pública.
El ascenso de la NGP también desencadenó el debate sobre cómo sería etiquetado, interpretado
y explicado el movimiento, interrogantes que se explican a continuación:
Una forma de interpretar los orígenes de la NGP es como un matrimonio de dos diferentes
corrientes de ideas:
No existe una explicación o interpretación única aceptada del por qué la NGP ocurrió, y por qué
perduró. Muchos comentaristas académicos lo asociaron con el surgimiento político de la “nueva
derecha”. Pero eso no explica por qué estas doctrinas se pusieron de moda, ni porque la NGP era
tan fuertemente respaldada por los gobiernos. Los siguientes cuatro puntos son posibles
explicaciones:
a) En primer lugar, para los escépticos que creen que la reforma administrativa fue una serie
de modas pasajeras, el ascenso de la NGP podría interpretarse como un repentino e
impredecible producto de sucesos locuaces. Spann ofrece una clásica interpretación de
moda de la reforma administrativa, 'barato, superficial y popular ".
La cuarta explicación tiene el poder de explicar lo que ninguno de los demás pudo hacer, es decir,
por qué la NGP ha surgido en el momento y el lugar en que lo hizo y en virtud de una variedad
de diferentes auspicios.
¿Un traje para todo momento? El argumento de la universalidad de la Nueva Gestión Pública
Al igual que muchas otras filosofías de administración, la NGP, se presentó como un marco de
aplicabilidad general. La Pretensión de universalidad fue presentada de dos formas principales:
Transportabilidad y difusión. Gran parte del mismo conjunto de doctrinas avanzadas fueron
recibidas como los instrumentos para resolver las enfermedades de la gestión, en contextos
diferentes y en diferentes organizaciones, sectores, niveles de gobierno y países. Una
solución para la realidad y problemas existentes. El universalismo no fue completo en la
práctica, ya que no tuvo impactos sobre burocracias internacionales.
La mayoría de las críticas hacia la NGP han llegado en términos de cuatro principales
contraargumentos, ninguno de los cuales han sido definitivamente probados.
1. El primero es la afirmación de que la NGP es como la nueva ropa del emperador, mucho
ruido y pocas nueces. Desde este punto de vista, la aparición de nuevos directivos ha
cambiado muy poco, todos los viejos problemas y debilidades siguen.
En este sentido, la Nueva Gestión Pública está orientada a incrementar la eficacia y la eficiencia
de la administración pública. Esta búsqueda es lógica y trascendente debido a que la ausencia de
eficacia y eficiencia del sector público pone en peligro su legitimidad y estabilidad que puede llegar
a poner en cuestión el propio sistema político, ya que en la medida en que los gobiernos no
proporcionen con eficacia las políticas y los servicios públicos demandados socialmente,
disminuyen los apoyos al sistema político (Bazaga et al., 1998).
Durante las últimas cuatro décadas han sido numerosas las aportaciones teóricas y prácticas que
han intentado modificar los parámetros organizativos y la gestión del sector público. La
administración pública tradicional va asociada al concepto de burocracia, es decir, una
organización jerárquica en que cada unidad tiene unas responsabilidades claramente delimitadas
estando sus actuaciones reguladas mediante reglas escritas y mecanismos de control vertical.
¿En qué consiste la Nueva Gestión Pública? Una primera consideración es que bajo esta
perspectiva se agrupan muchas corrientes y modelos de gestión diferentes; unos analíticos, la
mayoría de carácter normativo; unos genéricos y otros más concretos. Corrientes significativas de
la Nueva Gestión Pública son: la desregulación, la agencialización, la gerencialización, la
privatización, la externalización (servicios públicos gestionados por organizaciones privadas con y
sin ánimo de lucro), la ética en la gestión pública, la participación ciudadana, etc.; todo ello
intentando vertebrar un nuevo paradigma que se ha denominado “postburocrático” (Barzelay,
1998).
Todo lo anterior se materializa en organismos que tienen unas formas jurídicas alejadas en mayor
o menor grado del Derecho Público.
- Se deben reforzar los valores de la cosa pública en los empleados públicos y crear una
cultura administrativa asociada tanto a la eficacia y a la eficiencia como a la ética en la
gestión pública.
- Actuar con principios y valores como la universalidad y la igualdad en los servicios públicos,
contrapuestos a los de economicismo y gestión.
- Se debe definir claramente qué ámbitos de la gestión pública pueden ser objeto de
externalización (prestación de servicios públicos por organizaciones privadas con o sin
ánimo de lucro) y cuáles no pueden serlo desde la perspectiva de las necesidades y
derechos de los ciudadanos. En el caso de los servicios externalizados se debe garantizar
la dirección, control y evaluación de las autoridades públicas desde una perspectiva
económica, legal y de defensa de los ciudadanos como receptores de los servicios
públicos.
La Administración Pública chilena tiene su raíz en la española colonial. A pesar de que desde 1820
siguieron caminos distintos y en Chile hubo esfuerzos por eliminar muchos rasgos de la
administración colonial, especialmente durante la década de 1820, son extraordinarias las
similitudes entre ambas administraciones y la existencia de instituciones como de “el administrado”
que corresponde al concepto moderno de “el usuario”. Estas similitudes están ilustradas en el Cap.
VI al presentar el resumen del libro “La organización del desgobierno” (Nieto, 1984).
Entre estas posiciones, la que parece más sólida es la concepción de que en Chile se desarrolló
una burocracia barroca. En efecto, la organización administrativa pública, desde la época colonial
es una burocracia autoritaria, con énfasis en la jerarquía y el formalismo legalista, que difiere de
la burocracia racionalista que se desarrolló simultáneamente en Europa. España fue el baluarte
de la contrarreforma católica que exaltó el predominio del absolutismo y que impidió la expansión
del racionalismo de la ilustración del norte de Europa. Este fue el marco intelectual en el cual se
desarrolló la burocracia española que se implantó en las colonias.
La burocracia colonial española estaba encabezada por el Consejo de Indias, pero el soberano
tenía gran injerencia que delegaba en “el círculo interno”, y que posteriormente se abrió con la
venta de cargos, lo que permitió el acceso de los grandes comerciantes. Esta burocracia se formó
bajo la influencia barroca y no recibió influjos del racionalismo, ya que España estaba liderando
la contrarreforma. De esta manera la burocracia colonial española no corresponde a la burocracia
racional-legalista descrita por Weber. Los grandes burócratas que constituían el círculo interno
transformaron a la burocracia en parte de la Clase Política Civil (CPC), teniendo más o menos
influencia según la coyuntura.
3.2. La formación del aparataje estatal durante la mitad del siglo XIX e
inicios del siglo XX:
La década de 1880 marcó un cambio en las características de Chile. El triunfo en la Guerra del
Pacífico trajo consigo una holgura fiscal, que permitió que el Estado ampliara su campo de acción,
además de generar cambios en la estructura socioeconómica, la que afectó a las propias agencias
públicas, creadas, en su mayoría, en el período 1833-1854. Estos problemas se hicieron claros
en el ramo de Hacienda. Sus organizaciones debieron gestionar cada vez más recursos,
presentado, a causa de esto, dificultades para responder a la carga de trabajo bajo su
responsabilidad.
Como respuesta, en 1883, se realizó una reforma completa de los servicios del ramo, a la que se
sumaron los cambios a la ley de régimen interior, en 1885, y de ministerios y municipalidades, en
1887, junto al reemplazo de la Contaduría Mayor, por el Tribunal de Cuentas, y la creación de la
Dirección de Obras Públicas, en 1888 (Urzúa, 1970). Algunas de estas reformas tuvieron como
objeto avanzar en la centralización de la gestión de ciertas materias.
Por ejemplo, con la creación, en 1887, del Ministerio de Industria y Obras Públicas, se buscó que
el gasto fiscal en obras públicas, hasta ese entonces disperso en los distintos ministerios, fuera
gestionado por una sola agencia, buscando la eficiencia del gasto (Barría, 2008). Estas ideas no
solamente fueron impulsadas en la administración civil, sino que también en el militar.
Un excelente estudio sobre las reformas militares durante la época de Balmaceda muestra que las
ideas de centralización de mando, preparación del personal y eficiencia en la actuación estuvieron
presente en las diferentes propuestas de modernización militar llevadas adelante en el período
(Ibarrola, 2003).
Con la caída de Balmaceda, en la Guerra Civil de 1891, la idea de centralizar continuó presente,
por ejemplo, en la creación de una comisión, en 1892, que buscó proponer una reforma global
La caída del liberalismo, ocurrida en 1924, por la intervención de un grupo de jóvenes militares,
y la demanda por resolver una serie de problemas sociales, que se hacían visibles desde comienzos
del siglo, fueron factores que facilitaron la llegada al poder, en 1927, de una corriente de
pensamiento nacionalista, antiliberal, y que valoraba la acción como una cuestión vital. Apoyado
por un grupo de jóvenes ingenieros, encabezados por Pablo Ramírez, Carlos Ibáñez del Campo
impulsó un proceso de cambio en el rol del Estado, derivado de la Constitución de 1925, y la
administración pública, caracterizado por la mayor intervención en diferentes ámbitos sociales, la
centralización de poder en el Presidente de la República y el abordaje de los problemas públicos
a partir de conocimientos técnicos, propios de los ingenieros (Ibáñez, 1983, 2003, Silva, 1994).
La búsqueda de la eficiencia tuvo un lugar central en este plan, y la valoración de Ibáñez hacia los
conocimientos de este grupo de ingenieros puede entenderse como una concordancia en cuanto
a los deseos de cientificidad. En el caso de Ibáñez, esto pudo haber derivado de su formación
militar. Téngase en cuenta que, desde 1880, los militares chilenos buscaron especializarse en las
ciencias militares (Ibarrola, 2003).
El plan modernizador de Ibáñez vino a cristalizar las tendencias hacia la mayor intervención social,
y la centralización y burocratización, presentes desde 1880. Al papel central del Presidente de la
República, se sumó la creación de un Banco Central, de una Contraloría General de la República,
que fundió la Dirección de Contabilidad y el Tribunal de Cuentas, además de otras instituciones
menores, y la dictación de un Estatuto Administrativo, para los empleados públicos (Ibáñez, 2003).
De 1939 a 1946 hubo un desarrollo del Estado Empresario, Desarrollista, y Social benefactor y
productor surgiendo un eficiente grupo de gerentes públicos, creándose la CORFO, herramienta
fundamental del desarrollo económico posterior. En 1947 la administración pública civil (sin incluir
a los profesores) era de 28.961 personas, lo que significaba que desde 1938 se había triplicado
su número.
Algunos políticos consideraban que Chile era el país que tenía más funcionarios públicos del
mundo, pero esta exageración no corresponde a la información disponible. Según el Ministro de
Hacienda de González Videla, Carlos Vial Espantoso, muestra que Chile tiene un 2,1% de
funcionarios en relación a la población activa mientras que Francia tiene 3,1%, Estados Unidos
4,1% e Inglaterra 2,8% (Urzúa y García, 1971).
El gobierno más radical de Salvador Allende profundiza esas reformas (reforma agraria,
nacionalización del cobre, participación, área social productiva, etc.), pero fracasan ante la alianza
de una parte de CPM (la burocracia militar) y la CPC (la oligarquía) que veía amenazados
profundamente sus intereses. La expansión del Estado es cortada de raíz y la dictadura militar se
impone la tarea de reordenar el sistema político y económico reduciendo el rol del Estado y
suspendiendo la democracia por más de 20 años y estableciendo una institucionalidad
subordinada a las Fuerzas Armadas con control sucio de las mayorías parlamentarias.
Sin embargo, sigue habiendo Estado. Aunque tiene muchas facultades truncadas por el
desmantelamiento sufrido puede seguir actuando. En el ámbito regulador conserva alguna
influencia y poder, determinantes para lograr el desarrollo económico, aunque normalmente la
Las grandes empresas habían sido estatales, en primer lugar, los ferrocarriles y después las
gigantescas empresas derivadas de la CORFO. La única empresa privada nacional de importancia
fue la Empresa Manufacturera de Papeles y Cartones
Sólo la dictadura militar de Pinochet tronchó este rol estatista y su expresión más significativa es el
fin de los ferrocarriles estatales y su reemplazo por un sistema de transportistas privados dueños
de camiones que usan la infraestructura vial del Estado.
El golpe militar puso en el poder a una Junta Militar en la cual se mezclaban diversas opiniones,
pero que tenían una clara definición opuesta al régimen anterior. Poco a poco, la totalidad del
poder político se concentró en Pinochet, quien encontró la solidaridad política de la derecha
tradicional y seleccionó a un grupo de colaboradores que dijeron llamarse los Chicago Boys. Este
grupo de técnicos formados en la doctrina económica neoliberal, consideraban que el único
sistema económico capaz de resolver los problemas del país era el capitalismo, en la variante que
acordaron llamar como economía social de mercado. Las orientaciones centrales eran las de
fortalecer y garantizar la propiedad privada, para estimular la iniciativa privada, que guiada por
el mecanismo natural del mercado permitiría adoptar las mejores decisiones que optimizarían el
uso de los recursos.
La aplicación de esta receta debería ser sin claudicaciones y aplicada totalmente para que
produjera resultados.
A estas concepciones de los Chicago Boys, los militares agregaron algunos conceptos en términos
de eliminar el ideologismo reinante y suprimir todo tipo de participación democrática que
empantanara las decisiones que había que aplicar y la doctrina de seguridad nacional se
transformó en filosofía del Estado. La concepción del ser humano fue esencialmente de carácter
funcional: los trabajadores deberían trabajar, los empresarios optimizar los resultados, los
estudiantes estudiar, los religiosos catequizar, etc. En este esquema los políticos no tenían cabida
y aparentemente la política desaparecía, aunque las decisiones políticas serían adoptadas por los
militares, cuya función de defensa de la patria, les permitía superar la visión de facción de interés
o sector social parcial, dada su vinculación con el concepto total de patria.
La empresa privada pasaba a liderar el desarrollo y el Estado tenía la obligación de apoyarla por
todos los medios, especialmente mediante su propia desaparición o reducción drástica. El Estado
no podía ser un obstáculo burocrático que paralizara la acción de la empresa privada mediante
las fiscalizaciones, los permisos, los controles y especialmente los impuestos.
La regulación automática del mercado era el mejor control imaginable, pues el precio para ganar
en el mercado es la eficiencia y la calidad.
En consecuencia, las primeras medidas tendieron a deshacer todas o casi todas las
transformaciones efectuadas por la Unidad Popular con una clara intención de restaurar la
situación anterior.
Las empresas socializadas fueron devueltas al sector privado, los latifundios objeto de reforma
agraria fueron devueltos a sus antiguos propietarios. Sin embargo, si bien se intentó deshacer las
transformaciones, no era posible una vuelta atrás, la agricultura y la industria nunca volverían a
ser las mismas.
La participación de los trabajadores en la dirección de las empresas y los servicios, establecida por
la Unidad Popular, se eliminó radicalmente y se reincorporaron los valores de la jerarquía y la
disciplina acrecentados por la presencia de numerosos oficiales de las Fuerzas Armadas en muchos
niveles directivos, especialmente en los primeros años. Las organizaciones de trabajadores del
Estado desaparecieron o perdieron toda su capacidad de negociación. De manera que la
continuidad del servicio público se alcanzó notablemente a lo que contribuyó un clima general de
inestabilidad en el empleo y de persecución ideológica.
Joaquín Lavín afirma que fueron eliminados 208.963 personas que trabajaban en el Estado, entre
1977 y 1986 (Lavín, 1987) aunque los despidos masivos ocurrieron a partir del 11 de septiembre
de 1973. La única excepción notable fue el cobre nacionalizado, al que se le asignó el carácter
de estratégico y sus empresas siguieron siendo de carácter estatal, aunque parte de sus utilidades
pasaron a ser propiedad de las Fuerzas Armadas y se aceptó la creación de nuevas empresas
privadas en el área, las que prácticamente estaban exentas de pagar impuestos.
Sólo siguieron siendo públicas la previsión de las Fuerzas Armadas, para mantener sus privilegios,
que evidentemente no eran rentables y se creó el INP (Instituto de Normalización Previsional) que
iría extinguiéndose en la medida que los afiliados a los sistemas anteriores fueran muriendo.
Estas medidas aplicadas constantemente habrían conducido a la sustancial reducción del sector
público, después de tantos años. Sin embargo, y paradojalmente, se puede verificar que, durante
un período de varios años, el sector público creció como fuente de empleos en forma explosiva,
al mismo tiempo que se proletarizaba. En efecto, como resultado de las crisis económicas y el
fracaso de la política de desarrollo, centenares de miles de cesantes fueron incorporados al
personal municipal en virtud de los Programas de Empleo Mínimo (PEM) y Programa Ocupacional
para Jefes de Hogar (POJH) y otros. En 1981 alcanzaron a las 168.149 personas en el PEM, en
1982 PEM y POJH tenían 444.356 personas, en diciembre y en noviembre de 1983 eran 517.654.
Esta absorción de cesantes por el sector municipal fue transitoria y al cabo de algunos años fue
disminuyendo paulatinamente hasta eliminarse (en diciembre de 1988 quedaban 8.488 personas
en los dos programas.
La dictadura militar sostuvo un discurso modernizador del sector público y creó organismos
encargados de dirigir la reforma administrativa como la CONARA. Esta Comisión Nacional de la
Reforma Administrativa tenía funciones asesoras y de estudio. Uno de los estudios que realizó fue
el de la nueva regionalización del país. Todos los organismos de la Administración Pública estaban
obligados a proporcionarle información. Se crearon fondos de desarrollo regional y algunas
Cronológicamente se puede indicar que en los primeros años del gobierno militar se eliminó el
área social y simultáneamente se redujo el personal del sector público restante. En la segunda
etapa se disminuyeron los servicios y empresas estatales retirándose el Estado de la actividad
productiva, con contadas excepciones. En la tercera se redistribuyeron funciones y personal,
traspasándolos del sector público central al sector municipal. Los estímulos al sector privado
influyeron para que este entrara a reemplazar actividades estatales, especialmente en salud,
previsión y educación.
Al término del gobierno de Pinochet, hubo una aceleración por profundizar el traspaso de
entidades públicas al sector privado y al parecer no alcanzaron a cumplirse todas las
privatizaciones deseadas, ya sea por oposición de los trabajadores afectados o por carecer de
formas que fueran aceptadas como legítimas para privatizar. En cualquier caso, muchas
adquirieron un status especial que las hace casi independientes como el Banco Central, la
Contraloría General de la República y el Canal Nacional de Chile (Televisión).
Fuera de las reducciones estructurales del sector público, aquí resumidas, hay que señalar que
simultáneamente hubo una profunda transformación del sector público.
Sin embargo, las transformaciones que han afectado a numerosas actividades e instituciones del
sector público mantuvieron estructuras y funcionamientos ineficientes en el servicio exterior, en el
sistema judicial y carcelario y en otros servicios tradicionales, así como en el sector municipal,
especialmente en educación y salud. Las funciones de regulación pasaron a ser meramente
simbólicas, ya que los organismos encargados carecían de personal para efectuar inspecciones.
La ley 20.500 de participación ciudadana, promulgada el año 2011, tiene como objetivos
fundamentales normar en relación al empoderamiento que debe tener la ciudadanía para hacerse
participe de las decisiones gubernamentales y de la administración pública en general,
institucionalizándola como un derecho básico de la población civil.
- Consejos de sociedad civil: De carácter consultivo, los cuales se conforman por vecinos y
asociaciones sin fines de lucro relacionadas al órgano público, con el fin de intercambiar
ideas y proyectos.
En la página web informativa sobre los avances de la modernización en Chile, se describe como
un proceso integral que busca generar las condiciones para vivir en un Estado cercano, inclusivo,
transparente y participativo, orientado a satisfacer de mejor manera las necesidades de los
ciudadanos, contribuyendo así a mejorar su calidad de vida.
Desde los años 90, hay una apertura en las condiciones sociales, ambientales, etc., incluso en
áreas no cotidianas. Por ejemplo, hay nuevos estándares económicos y de calidad de la uva,
analizando la responsabilidad social, los derechos humanos, las variables políticas, lo que tiene
relación con un mejor servicio y calidad, es decir, orientación al usuario o beneficiario y exigibilidad
de buenos procedimientos. Para esto, era necesario mejorar las instituciones.
Las ideas base de la modernización del Estado, tienen directa relación con:
Implementación del plan estratégico y de sus instrumentos en todas las reparticiones públicas, el
impulso de la gestión de calidad y las tecnologías de información incorporación de PMG y la
creación de mecanismos de medición integral de desempeño como el Premio Nacional a la
Calidad.
Reformas estructurales centradas en la forma como funciona el sector público (sistema de compras
públicas, ascenso en la carrera funcionaria, discusión y gestión presupuestaria, masificación de
tecnologías de información y comunicaciones, la creación de una nueva institucionalidad para la
gestión y modernización del Estado y la creación de un sistema de alta gerencia pública.
Modernización en diversos períodos de Gobierno
Presidente Avances
Aylwin Creación de Instituciones: SEGPRES, Senama, Conado, Fosis, Fonadis, AGCI y
(1990-1994) Conama Inicio de Procesos de Modernización en: Impuestos Internos,
Tesorería, Fondo de Salud, Registro Civil, etc.
Mejoramiento AP: Incrementos salariales, Reconocimiento y formalización de
asociaciones de funcionarios.
Frei (1994- Ley de Probidad (1999): Establece el derecho de los ciudadanos a obtener
2000) información de la administración y obliga la declaración de intereses de parte
de las autoridades y de determinados funcionarios.
Establecen Inhabilidades e incompatibilidades para ingreso a la Administración
Pública.
Consejo de Auditoría Interna General de Gobierno (CAIGG),
Incentivos vinculados a calidad de gestión, Propuesta de sistema de gerencia
pública y Mejoras en capacitación.
Premio nacional a la calidad de servicios públicos y Premio a la innovación en
gestión pública.
Plan de Acción de Nuevos TI, agenda de Modernización transversal, creación
de Chile Compra e inicio del E-government
Ricardo Agenda de Modernización consensuada con la oposición (Producto del Caso
Lagos MopGate)
(2000- Ley 19.882 sobre Alta Dirección Pública
2006) Proyecto de Reforma y Modernización del Estado – PRYME.
Modernización de la CGR, Perfeccionamiento de la fiscalización Municipal.
Reforma Constitucional, fin a la existencia de senadores designados y vitalicios,
terminó con la inamovilidad de los comandantes de las FFAA y definió al
Ministerio Público como organismo autónomo.
Rediseño del Fondo Común Municipal.
Presupuesto ligado a resultados, ley de Compras Públicas
Por medio del siguiente mapa conceptual, se destacan las ideas clave de esta semana:
Corrientes
administración
pública
Separación Principales
Teoría Positivismo Nueva Gestión
Cameralismo Burocracia Política y
Democrática
Administración
Lógico Pública Corrientes
Expresión en
Chile Administración Administración
Administración
Pública Chilena Pública Chilena
Colonial en Chile
Siglo XX Actual
Participación
Ciudadana
Fenómenos
destacados
Modernización
del Estado
Explicación:
La administración pública es una ciencia social que a lo largo de la historia no ha tenido una sola
interpretación analítica y práctica, es más han existido distintas corrientes de pensamiento entre las
cuales destacamos:
o Democracia y eficiencia son sinónimos (conciliables): sobre esta han ido surgiendo
rechazantes a las definiciones originales de ambos conceptos.
o Especialización
o Miembros grupo en jerarquía de autoridad
o Se limita alcance de control
o Si se agrupa a los trabajadores con propósitos de control (propósito, proceso,
clientela y lugar)
Nueva Gestión Pública: Modelo de reforma adoptado en casi todo el mundo para mejorar
los resultados alcanzados por el gobierno. Inspirado en la teoría de la elección pública
este paradigma adopta el supuesto del comportamiento racional de los funcionarios de
gobierno y recomienda aumentar los mecanismos de control e introducir sistemas de pago
por desempeño para mejorar la eficiencia en las acciones del gobierno. Basada en el
gerencialismo, la NGP asume que para mejorar la gestión es necesario otorgar mayor
flexibilidad y autonomía a las agencias y altos directivos.
Durante lo largo de la historia estas tendencias han sido parte del funcionamiento del sector
público chileno.
Modernización del Estado: Avanzar hacia un Estado al servicio de las personas, que orienta
toda su inteligencia, recursos y acción para superar sus expectativas, en calidad,
oportunidad, cercanía y generación de confianzas; es configurar un Estado que reconoce
que sus dueños son las personas, no la burocracia.
En este sentido, el aporte de cada una de las teorías al campo de la administración pública en su
conjunto ha ayudado a configurar los sistemas de administración pública que hoy en día
poseemos.
En especial se ha visto una evolución principalmente desde la complejidad del aparataje estatal
evolucionando desde directrices generales de administración, hacia sistemas interconectados de
gerencialismo público, como por otra parte desde una gestión enfocada en los procesos hacia una
cuyo focos principales se base en los resultados.
Cabe destacar que ninguna teoría es mejor o peor que otra, sino que corresponden a enfoque
distintos con énfasis en materias divergentes y que han sido más o menos adoptadas a lo largo del
tiempo en base a contingencias o pensamiento predominantes en determinadas épocas.
2. Guerrero Orozco, Omar (1985a). “Las Ciencias Camerales”. en: Revista Ensayos. México:
unam. vol. ii, nº 6. pp. 16-20.
4. Guerrrero Orozco, Omar (1986). “La teoría de la administración pública”. México: harla S.a.
(Colec. Textos universitarios en Ciencias Sociales).
5. Jiménez nieto, Juan ignacio (1977). “Política y Administración: Un ensayo de teoría empírica
para el análisis interdisciplinario de la actividad pública” (2ª edic.). Madrid-España: Tecnos.
(Colec. de Ciencias Sociales, Serie de Ciencia Política)
10. Waldo, Dwight (1961)” TEORIA POLITICA DE LA ADMINISTRACION PÚBLICA”. Madrid, Edit.
Tcnos, 1961, 4º, 338 págs.
11. Simon, Herbert; Smithburg, Donald y Thompson, Victor (1956). “Administración Pública”, (pp
21-40). Ediciones Universidad de Puerto Rico.
12. Arellano, D. (2002): Nueva Gestión Pública: ¿El Meteorito que Mató al Dinosaurio? Lecciones
para la reforma administrativa en países como México, en Reforma y Democracia, Nº23,
CLAD, Caracas.
13. Hood, Ch. (1991): A Public Management for All Seasons? en Public Administration Vol.69,
Spring 1991 (3-19), Royal Institute of Public Administration.
14. Ramió, C. (2001): Los Problemas de la Implantación de la Nueva Gestión Pública en las
Administraciones Públicas Latinas, en Reforma y Democracia Nº21, CLAD, Caracas.
15. BEZAGA, I, (1998) “El consumo y la calidad de los servicios públicos”, Madrid.
17. López-Nieto, Francisco (1989), “La Administración pública en España”, Barcelona, Ariel.
18. Musso Castro, Fernando (1997), “El síndrome preorganizacional de las organizaciones
públicas”, en REVISTA CHILENA DE ADMINISTRACIÓN PÚBLICA N° 15, Santiago.
20. Prats i Catalá, Joan (1992); “La modernización administrativa en las democracias avanzadas:
las políticas de los 80 “, en Modernización de la Administración Pública, dilemas y desafíos,
Caracas CLAD.
21. Barría, Diego (2008). “¿A REFORMAR UNA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA COLONIAL?”
AGENDA PÚBLICA: AÑO VII, N° 12
22. Ibarrola, B. (2003). “El ejército de Balmaceda: modernización y crisis. Las fuerzas chilenas de
mar y tierra, 1885- 1890”. Tesis Doctorado (Política Latinoamericana), Instituto Universitario
Ortega y Gasset, Madrid, España.
23. León Atria, Macarena (2010) “LA LLEGADA DE LA ESCUELA Y LA LLEGADA A LA ESCUELA. LA
EXTENSIÓN DE LA EDUCACIÓN PRIMARIA EN CHILE, 1840-1907”.
25. Ibáñez, A. (1983). “Los Ingenieros, el Estado y la Política en Chile. Del Ministerio de Fomento
a la Corporación de Fomento, 1927-1939”. Historia 18: 45-102.
26. Ibáñez, A. (2003).” Herido en el Ala. Estado, Oligarquías y Subdesarrollo. Chile, 1924-1960”.
Santiago. Biblioteca Americana.
27. Ibarrola, B. (2003) “El ejército de Balmaceda: modernización y crisis. Las fuerzas chilenas de
mar y tierra, 1885- 1890”. Tesis Doctorado (Política Latinoamericana), Instituto Universitario
Ortega y Gasset, Madrid, España.
28. Urzúa Valenzuela, Germán y Ana maría García Barzelatto (1971), “Diagnóstico de la
burocracia chilena (1818-1969”), Santiago, Editorial Jurídica de Chile.
29. Barría, Diego (2008). “¿A reformar una administración pública colonial?” Agenda pública: año
vii, n° 12
33. Ministerio Secretaría General de Gobierno (2014) “Instructivo Presidencial N° 007 para la
participación ciudadana en la gestión pública”
34. Ramírez- Alujas, A (2001) “Modernización de la gestión pública. El caso chileno (1994 - 2000)”
35. Tello, Felipe (2011) “La política de reforma y modernización de la gestión pública en Chile.
Actores y procesos” Universum vol.26 no.2 Talca
36. Centro de Estudios Públicos (2017) “Un Estado para la Ciudadanía Informe de la Comisión de
Modernización del Estado”