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EL RÉGIMEN DE SALUD MENTAL EN EL CÓDIGO CIVIL

Y COMERCIAL DE LA NACIÓN

Juan Pablo Olmo

Sumario: I. Introducción.— II. Capacidad jurídica: principios genera-


les.— III. Restricciones al ejercicio de la capacidad jurídica.— IV.
Internaciones.— V. A modo de cierre.

I. Introducción 

Con la sanción del nuevo Código Civil y Comercial de la Nación han


aparecido nuevos institutos jurídicos y nuevas lógicas de funcionamiento
cuya comprensión se impone en pos de dimensionar el nuevo régimen de la
salud mental. En efecto, el abordaje de la salud mental como objeto de es-
tudio implica analizar distintas aristas que se presentan a lo largo del articu-
lado del Código unificado, como ser la incorporación de reglas generales
que rigen en la materia, nuevos encuadres jurídicos para el dictado de sen-
tencias que restringen el ejercicio de la capacidad jurídica, sus proyeccio-
nes sobre otros institutos del derecho privado, etcétera. En este trabajo ofre-
cemos un repaso de los principales lineamientos que se observan en la re-
gulación de la salud mental.

II. Capacidad jurídica: principios generales 

El Código unificado mantiene la distinción tradicional entre capacidad


de derecho (aptitud para ser titular de derechos y deberes jurídicos) y capa-
cidad de ejercicio (aptitud para ejercer esos derechos y deberes jurídicos de
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los cuales se es titular), según lo normado en los artículos 22 y 23 del Códi-


go unificado, respectivamente. [1]
Por contraposición, el artículo 24 del Código unificado enumera a los
incapaces de ejercicio:
a) la persona por nacer;
b) la persona que no cuenta con la edad y el grado de madurez suficien-
te, con el alcance dispuesto en la sección segunda del Código unificado (o
sea, los artículos 25 a 30 del Código unificado referidos a las personas me-
nores de edad);
c) la persona declarada incapaz por sentencia judicial, en la extensión
dispuesta en esa decisión (o sea, según los nuevos encuadres jurídicos que
se regulan en los artículos 32 y 48 del Código unificado).
De este modo, las personas que tienen limitado en mayor o menor me-
dida el ejercicio de su capacidad jurídica, sea por motivos de una disposi-
ción legal referida a la edad o por una sentencia judicial, no ejercen por sí
la totalidad de sus derechos, sino a través de sus representantes, ya sean
“representantes legales” (padres, tutores o curadores) o porque detentan fa-
cultades de representación para determinados actos (los apoyos, cuando así
estuviera previsto excepcionalmente en la sentencia), conforme lo estable-
cido en los artículos 100 y 101 del Código unificado; [2] o bien, los ejercen
por sí pero con algún tipo de asistencia de un tercero designado a tal fin, se-
gún lo establece el artículo 102 del Código unificado. [3]

III. Restricciones al ejercicio de la capacidad jurídica 


1
[] Artículo 22 del Código unificado: “Capacidad de derecho. Toda persona humana
goza de la aptitud para ser titular de derechos y deberes jurídicos. La ley puede privar o
limitar esta capacidad respecto de hechos, simples actos, o actos jurídicos determina-
dos”. Artículo 23 del Código unificado: “Capacidad de ejercicio. Toda persona humana
puede ejercer por sí misma sus derechos, excepto las limitaciones expresamente previs-
tas en este Código y en una sentencia judicial”.
2
[] Artículo 100 del Código unificado: “Regla general. Las personas incapaces ejer-
cen por medio de sus representantes los derechos que no pueden ejercer por sí”. Artícu-
lo 101 del Código unificado: “Enumeración. Son representantes: a) de las personas por
nacer, sus padres; b) de las personas menores de edad no emancipadas, sus padres. Si
faltan los padres, o ambos son incapaces, o están privados de la responsabilidad paren-
tal, o suspendidos en su ejercicio, el tutor que se les designe; c) de las personas con ca-
pacidad restringida, el o los apoyos designados cuando, conforme a la sentencia, éstos
tengan representación para determinados actos; de las personas incapaces en los térmi-
nos del último párrafo del artículo 32, el curador que se les nombre”.
3
[] Artículo 102 del Código unificado: “Asistencia. Las personas con capacidad res-
tringida y las inhabilitadas son asistidas por los apoyos designados en la sentencia res-
pectiva y en otras leyes especiales”.
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1. Reglas generales

En el nuevo Código la regulación de las restricciones al ejercicio de la


capacidad jurídica comienza con una enumeración de reglas generales (Art.
Nº 31 del Código unificado). [4] Estas reglas hacen las veces de pautas
orientadoras para interpretar los preceptos del nuevo Código en casos du-
dosos o bien cuando se presenta alguna laguna jurídica. En estos casos se
puede recurrir a estas reglas específicas de la materia, sin necesidad de te-
ner que acudir directamente a los grandes principios generales del derecho.
Según estos lineamientos, se establece como regla la “capacidad jurídi-
ca de ejercicio”, y como excepción, sus restricciones a través de la senten-
cia. Esto mismo, proyectado a los abordajes terapéuticos, impone como
conclusión que se deberán favorecer los tratamientos menos restrictivos po-
sibles y que en mejor medida respeten la autonomía y libertad del sujeto.
En cualquiera de los dos casos, los abordajes deberán ser interdisciplinarios
y, a su vez, las personas tendrán derecho a participar por sí mismas, incluso
con asistencia letrada. Para favorecer la comprensión y la consecuente toma
de decisiones que respondan a la voluntad, los deseos y las preferencias de
las propias personas interesadas, estas tienen derecho a recibir información
de un modo comprensible e incluso con la utilización de medios facilitado-
res para la aprehensión y comunicación del lenguaje.

2. Nuevos encuadres jurídicos. Apoyos y curatela

Ahora bien, en cuanto a las posibles sentencias por dictarse en tal senti-
do, el Código prevé los supuestos de “capacidad restringida” (Art. Nº 32
párr. 1° del Código unificado), “incapacidad” (Art. Nº 32 párr. 4° del Códi-

4
[] Artículo 31 del Código unificado: “Reglas generales. La restricción al ejercicio
de la capacidad jurídica se rige por las siguientes reglas generales: a) la capacidad gene-
ral de ejercicio de la persona humana se presume, aun cuando se encuentre internada en
un establecimiento asistencial; b) las limitaciones a la capacidad son de carácter excep-
cional y se imponen siempre en beneficio de la persona; c) la intervención estatal tiene
siempre carácter interdisciplinario, tanto en el tratamiento como en el proceso judicial;
d) la persona tiene derecho a recibir información a través de medios y tecnologías ade-
cuadas para su comprensión; e) la persona tiene derecho a participar en el proceso judi-
cial con asistencia letrada, que debe ser proporcionada por el Estado si carece de me-
dios; f) deben priorizarse las alternativas terapéuticas menos restrictivas de los derechos
y libertades”.
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go unificado) [5] e “inhabilitación por prodigalidad” (Art. Nº 48 del Código


unificado). [6]
Manteniendo el criterio biológico-jurídico, está previsto que a partir de
los trece años se puede restringir judicialmente la capacidad de una persona
cuando por padecer una adicción o una alteración mental permanente o pro-
longada, de suficiente gravedad (elemento biológico), se estime que del
ejercicio de su plena capacidad puede resultar un daño a su persona o a sus
bienes (elemento jurídico); o bien declarar su incapacidad, cuando la perso-
na se encuentre absolutamente imposibilitada de interaccionar con su en-
torno y expresar su voluntad por cualquier modo, medio o formato adecua-
do y el sistema de apoyos resulte ineficaz. Por su parte, las sentencias de
inhabilitación han quedado estipuladas únicamente para los casos de prodi-
galidad en la gestión de los bienes. [7]
En el Código Civil derogado siempre se designaba un curador, sin im-
portar el tipo de sentencia. Lo que variaba eran sus funciones, las cuales es-
taban determinadas según los alcances de la incapacidad del sujeto. Por
ejemplo: en el caso de la sentencia de insania, la persona era considerada
incapaz absoluta y se le designaba un curador que era su representante legal
(Art. Nº 141 del Código derogado); en cambio, en la inhabilitación civil la
persona era por regla capaz y podía otorgar por sí el consentimiento para la
toma de decisiones, pero requería del asentimiento de su curador para de-

5
[] Artículo 32 del Código unificado: “Persona con capacidad restringida y con inca-
pacidad. El juez puede restringir la capacidad para determinados actos de una persona
mayor de trece años que padece una adicción o una alteración mental permanente o pro-
longada, de suficiente gravedad, siempre que estime que del ejercicio de su plena capa-
cidad puede resultar un daño a su persona o a sus bienes. En relación con dichos actos,
el juez debe designar el o los apoyos necesarios que prevé el artículo 43, especificando
las funciones con los ajustes razonables en función de las necesidades y circunstancias
de la persona. El o los apoyos designados deben promover la autonomía y favorecer las
decisiones que respondan a las preferencias de la persona protegida. Por excepción,
cuando la persona se encuentre absolutamente imposibilitada de interaccionar con su
entorno y expresar su voluntad por cualquier modo, medio o formato adecuado y el sis-
tema de apoyos resulte ineficaz, el juez puede declarar la incapacidad y designar un cu-
rador”.
6
[] Artículo 48 del Código unificado: “Pródigos. Pueden ser inhabilitados quienes
por la prodigalidad en la gestión de sus bienes expongan a su cónyuge, conviviente o a
sus hijos menores de edad o con discapacidad a la pérdida del patrimonio. A estos fines,
se considera persona con discapacidad, a toda persona que padece una alteración funcio-
nal permanente o prolongada, física o mental, que en relación a su edad y medio social
implica desventajas considerables para su integración familiar, social, educacional o la-
boral. La acción sólo corresponde al cónyuge, conviviente y a los ascendientes y des-
cendientes”.
7
[] OLMO, Juan Pablo, Salud mental y discapacidad. Análisis del Código Civil y
Comercial de la Nación - Ley 26.994, Buenos Aires, Dunken, 2015, p. 44 y ss.
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terminados actos de carácter patrimonial (Art. Nº 152 bis del Código dero-
gado).
En cambio, a la luz del nuevo Código unificado, según la sentencia de
que se trate se deberá designar un apoyo para que asista a la persona en la
toma de decisiones (Art. Nº 43 del Código unificado) [8] o bien, por excep-
ción, un curador (arts. 138 a 140 del Código unificado). [9]
Tradicionalmente, la curatela fue pensada desde lo que hoy se conoce
como modelo de sustitución en la toma de decisiones. Tras incapacitar al
sujeto se le otorgaba la potestad a un tercero (curador) de tomar decisiones
en su nombre, de acuerdo con lo que entendiera que era lo mejor para la
persona interesada. De este modo, la voluntad jurídicamente relevante esta-
ba en cabeza del curador, quien debería actuar como un “buen padre de fa-
milia” según las reglas que regían la tutela y que, por remisión legal, se
aplicaban a la curatela, ya que el incapaz tenía el mismo estatus jurídico
que la persona menor de edad.
Los apoyos para la toma de decisiones, en cambio, fueron tomados del
artículo 12 de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Disca-
pacidad y están pensados no para sustituir a la persona, sino para asistirla
8
[] Artículo 43 del Código unificado: “Concepto. Función. Designación. Se entiende
por apoyo cualquier medida de carácter judicial o extrajudicial que facilite a la persona
que lo necesite la toma de decisiones para dirigir su persona, administrar sus bienes y
celebrar actos jurídicos en general. Las medidas de apoyo tienen como función la de
promover la autonomía y facilitar la comunicación, la comprensión y la manifestación
de voluntad de la persona para el ejercicio de sus derechos. El interesado puede propo-
ner al juez la designación de una o más personas de su confianza para que le presten
apoyo. El juez debe evaluar los alcances de la designación y procurar la protección de la
persona respecto de eventuales conflictos de intereses o influencia indebida. La resolu-
ción debe establecer la condición y la calidad de las medidas de apoyo y, de ser necesa-
rio, ser inscripta en el Registro de Estado Civil y Capacidad de las Personas”.
9
[]Artículo 138 del Código unificado: “Normas aplicables. La curatela se rige por
las reglas de la tutela no modificadas en esta Sección. La principal función del curador
es la de cuidar a la persona y los bienes de la persona incapaz, y tratar de que recupere
su salud. Las rentas de los bienes de la persona protegida deben ser destinadas preferen-
temente a ese fin”. Artículo 139 del Código unificado: “Personas que pueden ser cura-
dores. La persona capaz puede designar, mediante una directiva anticipada, a quien ha
de ejercer su curatela. Los padres pueden nombrar curadores y apoyos de sus hijos inca-
paces o con capacidad restringida, en los casos y con las formas en que pueden desig-
narles tutores. Cualquiera de estas designaciones debe ser aprobada judicialmente. A
falta de estas previsiones el juez puede nombrar al cónyuge no separado de hecho, al
conviviente, a los hijos, padres o hermanos de la persona a proteger según quien tenga
mayor aptitud. Se debe tener en cuenta la idoneidad moral y económica”. Artículo 140
del Código unificado: “Persona protegida con hijos. El curador de la persona incapaz es
tutor de los hijos menores de éste. Sin embargo, el juez puede otorgar la guarda del hijo
menor de edad a un tercero, designándolo tutor para que lo represente en las cuestiones
patrimoniales”.
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en el ejercicio de su capacidad jurídica. Por lo tanto, esto implica el paso de


un modelo de “sustitución en la toma de decisiones” a uno de “toma de de-
cisiones con apoyo”. Este último parte de la base del reconocimiento de la
capacidad jurídica y de la implementación de apoyos para asistir a la perso-
na para el ejercicio de esa capacidad, la cual no le debe ser privada a través
de una sentencia.
Finalmente, si bien en el Código derogado el carácter de la intervención
del curador (representante) no generaba mayores inconvenientes, la incor-
poración de apoyos para determinados actos obliga a que las sentencias
sean más minuciosas al momento de resolver. Es decir, los apoyos “asis-
ten” a las personas, lo cual puede tener diversos matices según las necesi-
dades de cada caso y de acuerdo con la situación de cada persona, siendo la
representación solo una de las posibilidades para los apoyos, que, por cier-
to, se aplica con criterio de excepción.
Este punto es de especial trascendencia, a poco que se repara que en el
nuevo Código la curatela ha quedado subsumida a supuestos de excepción.
En efecto, en las sentencias de capacidad restringida (regla) e inhabilitación
corresponde la designación de apoyos. En cambio, en las sentencias de in-
capacidad (excepción) se designa curador.
En resumen:
1) En el caso de las sentencias de “capacidad restringida” (Art. Nº 32
párr. 1° del Código unificado) e “inhabilitación” (Art. Nº 48 del Código
unificado), el juez deberá especificar los actos y funciones que se le limitan
a la persona.
2) En estos casos la persona es por regla capaz y podrá ejercer por sí
todo aquello que no se le haya limitado a través de la sentencia.
3) En la sentencia no alcanza con enumerar los actos que se restringen
(extensión), sino que también debe establecerse el tipo de restricción y el
consecuente carácter de la intervención del tercero que brinda asistencia
(intensidad), la cual, de más a menos, podrá consistir en: facultades de re-
presentación para determinados actos, otorgar el asentimiento, brindar un
asesoramiento, explicar los alcances del acto, acompañar a la persona en la
toma de decisión, etc.
4) No procede la designación de curador sino de uno o más apoyos para
que asistan a la persona en la toma de decisiones con relación a los actos
que le fueron restringidos a través de la sentencia.
5) Por excepción, en los casos del Art. Nº 32 párr. 4° del Código unifi-
cado la persona es declarada incapaz y se le debe designar un curador,
quien será su representante legal.
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3. Reglas mínimas del procedimiento

En el Código Civil y Comercial de la Nación se regulan diversos aspec-


tos íntimamente relacionados con cuestiones referidas al procedimiento,
como ser:
a) Los legitimados para promover la acción, entre los cuales ahora se
incluye al propio interesado y al conviviente (Art. Nº 33); [10]
b) Medidas cautelares que se pueden dictar durante el proceso: están
previstas para garantizar tanto los derechos personales como patrimoniales
(Art. Nº 34); [11]
c) Obligación del juez de entrevistar a la persona antes de dictar resolu-
ción alguna (Art. Nº 35); [12]
d) Se le reconoce al interesado el carácter de parte en el proceso (Art.
Nº 36 párr. 1°), se establece que el juez competente es el del domicilio de la
persona o bien el del lugar de internación, y se prevé que el interesado debe
intervenir con asistencia letrada desde el inicio de las actuaciones (Art. Nº
36 párr. 2°); [13]
d) Se enuncian los aspectos vinculados a la persona sobre los que nece-
sariamente debe expedirse el juez en su sentencia, para lo cual se requiere
10
[] Artículo 33 del Código unificado: “Legitimados. Están legitimados para solicitar
la declaración de incapacidad y de capacidad restringida: a) el propio interesado; b) el
cónyuge no separado de hecho y el conviviente mientras la convivencia no haya cesado;
c) los parientes dentro del cuarto grado; si fueran por afinidad, dentro del segundo gra-
do; d) el Ministerio Público”.
11
[] Artículo 34 del Código unificado: “Medidas cautelares. Durante el proceso, el
juez debe ordenar las medidas necesarias para garantizar los derechos personales y pa-
trimoniales de la persona. En tal caso, la decisión debe determinar qué actos requieren la
asistencia de uno o varios apoyos, y cuáles la representación de un curador. También
puede designar redes de apoyo y personas que actúen con funciones específicas según el
caso”.
12
[] Artículo 35 del Código unificado: “Entrevista personal. El juez debe garantizar
la inmediatez con el interesado durante el proceso y entrevistarlo personalmente antes
de dictar resolución alguna, asegurando la accesibilidad y los ajustes razonables del pro-
cedimiento de acuerdo a la situación de aquél. El Ministerio Público y, al menos, un le-
trado que preste asistencia al interesado, deben estar presentes en las audiencias”.
13
[] Artículo 36 del Código unificado: “Intervención del interesado en el proceso.
Competencia. La persona en cuyo interés se lleva adelante el proceso es parte y puede
aportar todas las pruebas que hacen a su defensa. Interpuesta la solicitud de declaración
de incapacidad o de restricción de la capacidad ante el juez correspondiente a su domici-
lio o del lugar de su internación, si la persona en cuyo interés se lleva adelante el proce-
so ha comparecido sin abogado, se le debe nombrar uno para que la represente y le pres-
te asistencia letrada en el juicio. La persona que solicitó la declaración puede aportar
toda clase de pruebas para acreditar los hechos invocados”.
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de un examen interdisciplinario como prueba necesaria, sin la cual no es


posible el dictado de una sentencia válida (Art. Nº 37); [14]
e) Si la sentencia es de “capacidad restringida”, se deberán especificar
los actos y las funciones que se limitan, designar apoyos y señalar las con-
diciones de validez de los actos y la modalidad de actuación; y si es de "in-
capacidad", la designación de curador y la modalidad de actuación, sobre
todo si se tiene en cuenta que ahora se permite la pluralidad (Art. Nº 38);
[15]

f) A modo de publicidad frente a terceros, la sentencia debe ser inscrip-


ta en el Registro de Estado Civil y Capacidad de las Personas, luego de lo
cual los actos celebrados en contradicción con lo allí dispuesto serán pasi-
bles de nulidad (Art. Nº 39); [16]
g) Se prevén como dos instancias procesales diferenciadas la revisión
de los alcances de la sentencia, al menos cada tres años (Art. Nº 40), [17] y el
cese de las restricciones (Art. Nº 47); [18]
[] Artículo 37 del Código unificado: “Sentencia. La sentencia se debe pronunciar
14

sobre los siguientes aspectos vinculados a la persona en cuyo interés se sigue el proceso:
a) diagnóstico y pronóstico; b) época en que la situación se manifestó; c) recursos perso-
nales, familiares y sociales existentes; d) régimen para la protección, asistencia y pro-
moción de la mayor autonomía posible. Para expedirse, es imprescindible el dictamen
de un equipo interdisciplinario”.
15
[] Artículo 38 del Código unificado: “Alcances de la sentencia. La sentencia debe
determinar la extensión y alcance de la restricción y especificar las funciones y actos
que se limitan, procurando que la afectación de la autonomía personal sea la menor po-
sible. Asimismo, debe designar una o más personas de apoyo o curadores de acuerdo a
lo establecido en el artículo 32 de este Código y señalar las condiciones de validez de
los actos específicos sujetos a la restricción con indicación de la o las personas intervi-
nientes y la modalidad de su actuación”.
16
[] Artículo 39 del Código unificado: “Registración de la sentencia. La sentencia
debe ser inscripta en el Registro de Estado Civil y Capacidad de las Personas y se debe
dejar constancia al margen del acta de nacimiento. Sin perjuicio de lo dispuesto en el ar-
tículo 45, los actos mencionados en este Capítulo producen efectos contra terceros re-
cién a partir de la fecha de inscripción en el registro. Desaparecidas las restricciones, se
procede a la inmediata cancelación registral”.
17
[] Artículo 40 del Código unificado: “Revisión. La revisión de la sentencia decla-
rativa puede tener lugar en cualquier momento, a instancias del interesado. En el su-
puesto previsto en el artículo 32, la sentencia debe ser revisada por el juez en un plazo
no superior a tres años, sobre la base de nuevos dictámenes interdisciplinarios y median-
do la audiencia personal con el interesado. Es deber del Ministerio Público fiscalizar el
cumplimiento efectivo de la revisión judicial a que refiere el párrafo primero e instar, en
su caso, a que ésta se lleve a cabo si el juez no la hubiere efectuado en el plazo allí esta-
blecido”.
18
[] Artículo 47 del Código unificado: “Procedimiento para el cese. El cese de la in-
capacidad o de la restricción a la capacidad debe decretarse por el juez que la declaró,
previo examen de un equipo interdisciplinario integrado conforme a las pautas del ar-
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h) Se definen los apoyos para el ejercicio de la capacidad jurídica y se


regula su función y algunos aspectos vinculados con su designación (Art.
Nº 43); [19]
i) En cuanto a la validez de los actos, se regula la posibilidad de decla-
rar la nulidad de aquellos realizados con posterioridad a la inscripción de la
sentencia (Art. Nº 44), [20] los anteriores (Art. Nº 45) [21] y los supuestos en
que procede la impugnación post mortem (Art. Nº 46). [22]
j) Por su parte, las sentencias de “inhabilitación” han quedado reducidas
únicamente a los casos de prodigalidad en la gestión de los bienes, y en tan-
to y en cuanto existan las personas beneficiarias de dicha medida, que tiene
como fin la protección del patrimonio familiar (Art. Nº 48); [23]
tículo 37, que dictamine sobre el restablecimiento de la persona. Si el restablecimiento
no es total, el juez puede ampliar la nómina de actos que la persona puede realizar por sí
o con la asistencia de su curador o apoyo”.
19
[] Artículo 43 del Código unificado: “Concepto. Función. Designación. Se entien-
de por apoyo cualquier medida de carácter judicial o extrajudicial que facilite a la perso-
na que lo necesite la toma de decisiones para dirigir su persona, administrar sus bienes y
celebrar actos jurídicos en general. Las medidas de apoyo tienen como función la de
promover la autonomía y facilitar la comunicación, la comprensión y la manifestación
de voluntad de la persona para el ejercicio de sus derechos. El interesado puede propo-
ner al juez la designación de una o más personas de su confianza para que le presten
apoyo. El juez debe evaluar los alcances de la designación y procurar la protección de la
persona respecto de eventuales conflictos de intereses o influencia indebida. La resolu-
ción debe establecer la condición y la calidad de las medidas de apoyo y, de ser necesa-
rio, ser inscripta en el Registro de Estado Civil y Capacidad de las Personas”.
20
[] Artículo 44 del Código unificado: “Actos posteriores a la inscripción de la sen-
tencia. Son nulos los actos de la persona incapaz y con capacidad restringida que contra-
rían lo dispuesto en la sentencia realizados con posterioridad a su inscripción en el Re-
gistro de Estado Civil y Capacidad de las Personas”.
21
[] Artículo 45 del Código unificado: “Actos anteriores a la inscripción. Los actos
anteriores a la inscripción de la sentencia pueden ser declarados nulos, si perjudican a la
persona incapaz o con capacidad restringida, y se cumple alguno de los siguientes extre-
mos: a) la enfermedad mental era ostensible a la época de la celebración del acto; b)
quien contrató con él era de mala fe; c) el acto es a título gratuito”.
22
[] Artículo 46 del Código unificado: “Persona fallecida. Luego de su fallecimiento,
los actos entre vivos anteriores a la inscripción de la sentencia no pueden impugnarse,
excepto que la enfermedad mental resulte del acto mismo, que la muerte haya aconteci-
do después de promovida la acción para la declaración de incapacidad o capacidad res-
tringida, que el acto sea a título gratuito, o que se pruebe que quien contrató con ella ac-
tuó de mala fe”.
23
[] Artículo 48 del Código unificado: “Pródigos. Pueden ser inhabilitados quienes
por la prodigalidad en la gestión de sus bienes expongan a su cónyuge, conviviente o a
sus hijos menores de edad o con discapacidad a la pérdida del patrimonio. A estos fines,
se considera persona con discapacidad, a toda persona que padece una alteración funcio-
nal permanente o prolongada, física o mental, que en relación a su edad y medio social
implica desventajas considerables para su integración familiar, social, educacional o la-
JUAN PABLO OLMO

k) En este tipo de sentencias también corresponde que se especifiquen


los actos y las funciones que se limitan y la consecuente designación de
apoyos (Art. Nº 49); [24]
l) Por último, se regula el presupuesto para el cese de la inhabilitación
tras una nueva evaluación interdisciplinaria (Art. Nº 50). [25]

4. Aplicación de la ley en el tiempo

Con relación a la aplicación de la ley en el tiempo, el tema debe ser ana-


lizado a la luz de la regla general establecida en el artículo 7 del Código
unificado, [26] que en resumen se traduce en la aplicación inmediata no re-
troactiva de la nueva ley. Es decir, a partir de la entrada en vigencia del Có-
digo unificado (01/08/2015) sus preceptos se aplican en forma inmediata y
para el futuro, incluso respecto de las consecuencias de las relaciones y las
situaciones jurídicas preexistentes.
En lo que aquí interesa, pueden extraerse algunas conclusiones con rela-
ción a la materia objeto de análisis:
a) A partir de la entrada en vigencia del nuevo Código, las nuevas sen-
tencias deberán dictarse según los recaudos estipulados a lo largo de su ar-
ticulado, sea que el proceso judicial se haya iniciado antes o después del
01/08/2015 (aplicación inmediata, Art. Nº 7 párr. 1° del Código unificado);
b) Si el proceso judicial ya se encontraba iniciado con anterioridad pero
sin sentencia, el trámite deberá readecuarse según la etapa procesal en la
cual se encuentre, y dictarse una sentencia según las reglas del nuevo Códi-
go (aplicación inmediata, Art. Nº 7 párr. 1° del Código unificado);
c) Si en el proceso ya se había dictado una sentencia que no se en-
contraba firme, en las instancias recursivas deberá ser analizada según el

boral. La acción sólo corresponde al cónyuge, conviviente y a los ascendientes y des-


cendientes”.
24
[] Artículo 49 del Código unificado: “Efectos. La declaración de inhabilitación im-
porta la designación de un apoyo, que debe asistir al inhabilitado en el otorgamiento de
actos de disposición entre vivos y en los demás actos que el juez fije en la sentencia”.
25
[] Artículo 50 del Código unificado: “Cese de la inhabilitación. El cese de la inha-
bilitación se decreta por el juez que la declaró, previo examen interdisciplinario que dic-
tamine sobre el restablecimiento de la persona. Si el restablecimiento no es total, el juez
puede ampliar la nómina de actos que la persona puede realizar por sí o con apoyo”.
26
[] Artículo 7 del Código unificado: “Eficacia temporal. A partir de su entrada en
vigencia, las leyes se aplican a las consecuencias de las relaciones y situaciones jurídi-
cas existentes. Las leyes no tienen efecto retroactivo, sean o no de orden público, excep-
to disposición en contrario…”.
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nuevo Código y dictarse una nueva sentencia en consecuencia (aplicación


inmediata, Art. Nº 7 párr. 1° del Código unificado);
d) Con relación a las sentencias firmes dictadas en los términos del Có-
digo Civil derogado, las mismas mantendrán plena vigencia en los términos
en que fueron dictadas hasta tanto sean revisadas y adecuadas a la nueva
normativa (irretroactividad, Art. Nº 7 párr. 2° del Código unificado);
e) La sola entrada en vigencia del Código obliga a revisar las sentencias
firmes que fueron dictadas con anterioridad al 01/08/2015 (aplicación in-
mediata, Art. Nº 7 párr. 1° del Código unificado).

5. Implicancias a lo largo del articulado del nuevo Código

Llegados a este punto, corresponde señalar que lo que se diga con relación
al ejercicio de la capacidad jurídica en el Libro Primero (Parte General) del
nuevo Código tiene proyección sobre el resto de sus libros. Es así que, el
Código estructura el resto del articulado sobre la base de considerar a las
personas: a) capaces; b) incapaces; c) con capacidad restringida.
Sin embargo, hay algunos artículos que no refieren al ejercicio de la ca-
pacidad jurídica, sino que se sustentan en el hecho de que la persona se en-
cuentre o no en una situación de “discapacidad” (artículos 48, 59, 304, 455,
526, 1741, 2041, 2048, 2391 y 2448 del Código unificado). En otros casos,
en cambio, refiere a la “privación de la razón” (artículos 261 y 2467 inciso
c, del Código unificado), o bien a la “falta de salud mental” (artículos 403
inciso g, 405, 425 inciso b, del Código unificado) o limitación de la capaci-
dad por “razones graves de salud mental” (artículo 702 inciso c, del Código
unificado).
Por lo tanto, en estos otros supuestos la aplicación de dichos artículos
no obedece necesariamente a la existencia de una sentencia en términos de
capacidad restringida, incapacidad o inhabilitación, sino a la verificación en
cada caso de las circunstancias exigidas en el artículo de que se trate. [27]

IV. Internaciones 
 
1. Marco normativo en el Código unificado
El nuevo Código regula muy sucintamente lo referido al régimen de in-
ternaciones de las personas a través de sus artículos 41 y 42. Allí se estable-

[] OLMO, Juan Pablo, Salud mental y discapacidad. Análisis del Código Civil y
27

Comercial de la Nación - Ley 26.994, Buenos Aires, Dunken, 2015, p. 137 y ss.
JUAN PABLO OLMO

cen reglas mínimas para la procedencia de las internaciones no consentidas


por las personas [28] y el procedimiento para trasladar a una persona para su
evaluación y eventual internación, [29] respectivamente. En lo demás, los
dos artículos remiten a la legislación especial, donde se podrá encontrar
una regulación detallada de todos los aspectos y pormenores que se pueden
suscitar en el marco de una internación. [30]
Por lo tanto, esta regulación rige para todo el territorio del país, y en lo
que refiere a la legislación especial, esta deberá complementarse —entre
otras— con:
a) La Ley Nacional de Salud Mental Nº 26.657;
b) Su decreto reglamentario Nº 603/13;
c) Códigos de procedimientos locales y demás legislaciones de salud
mental de cada jurisdicción del país (provincias y Ciudad Autónoma de
Buenos Aires).

2. Concordancias con la legislación especial

En este tema el nuevo Código sigue los lineamientos introducidos por la


Ley Nº 26.657, aún vigentes. En efecto, los antecedentes de los cinco inci-

28
[] Artículo 41 del Código unificado: “Internación. La internación sin consenti-
miento de una persona, tenga o no restringida su capacidad, procede sólo si se cumplen
los recaudos previstos en la legislación especial y las reglas generales de esta Sección.
En particular: a) debe estar fundada en una evaluación de un equipo interdisciplinario de
acuerdo a lo dispuesto en el artículo 37, que señale los motivos que la justifican y la au-
sencia de una alternativa eficaz menos restrictiva de su libertad; b) sólo procede ante la
existencia de riesgo cierto e inminente de un daño de entidad para la persona protegida
o para terceros; c) es considerada un recurso terapéutico de carácter restrictivo y por el
tiempo más breve posible; debe ser supervisada periódicamente; d) debe garantizarse el
debido proceso, el control judicial inmediato y el derecho de defensa mediante asisten-
cia jurídica; e) la sentencia que aprueba la internación debe especificar su finalidad, du-
ración y periodicidad de la revisión. Toda persona con padecimientos mentales, se en-
cuentre o no internada, goza de los derechos fundamentales y sus extensiones”.
29
[] Artículo 42 del Código unificado: “Traslado dispuesto por autoridad pública.
Evaluación e internación. La autoridad pública puede disponer el traslado de una perso-
na cuyo estado no admita dilaciones y se encuentre en riesgo cierto e inminente de daño
para sí o para terceros, a un centro de salud para su evaluación. En este caso, si fuese
admitida la internación, debe cumplirse con los plazos y modalidades establecidos en la
legislación especial. Las fuerzas de seguridad y servicios públicos de salud deben pres-
tar auxilio inmediato”.
30
[] Para un análisis detallado del régimen de internaciones en la ley 26657 y su de-
creto reglamentario 603/13, nos remitimos a OLMO, Juan Pablo, Salud mental y disca-
pacidad, Buenos Aires, Dunken, 2014, pp. 53-177.
EL RÉGIMEN DE SALUD MENTAL EN EL CÓDIGO CIVIL Y COMERCIAL

sos del artículo 41 del Código unificado los encontramos en la propia Ley
Nº 26.657, a saber: [31]
Inciso a): la propia Ley Nº 26.657 regula en su artículo 20 inciso a) la
exigencia de la interdisciplina, y en el inciso b) del mismo artículo, lo refe-
rido a la ausencia de una alternativa menos restrictiva;
Inciso b): en el artículo 20 inciso a) de la ley, cuando exige la existencia
de un riesgo cierto e inminente para sí o para terceros;
Inciso c): en los artículos 14 (es un recurso de carácter restrictivo), 15
(que debe ser lo más breve posible) y 24 (sujeta a control periódico).
Inciso d): en los artículos 21 (control judicial de la internación involun-
taria) y 22 (derecho de defensa durante el proceso);
Inciso e): el artículo 21 inciso a) también refiere a la sentencia que
aprueba la internación, con lo cual se reconoce que son los equipos inter-
disciplinarios de salud quienes disponen las internaciones, las cuales que-
dan sujetas a su posterior aprobación judicial.

3. Régimen de internaciones en la legislación especial

En la Ley Nº 26.657, complementaria del Código, se regulan dos tipos


de internaciones: voluntarias e involuntarias.
a) Internaciones voluntarias: cuando el consentimiento libre e informa-
do para llevar a cabo la internación es expresado en forma positiva y por
escrito, por el propio interesado mayor de edad y con capacidad jurídica a
tal fin, debiendo mantenerse durante todo el tiempo que dure la internación.
En estos casos, la persona podrá en cualquier momento decidir por sí mis-
ma el abandono de la internación.
En principio, las internaciones voluntarias no son controladas judicial-
mente. Pero si se prolongan por más de sesenta días corridos el equipo de
salud debe comunicarlo al Órgano de Revisión y al juez, quien deberá eva-
luar si continúa siendo voluntaria o si debe pasar a considerarse involunta-
ria y darle ese trámite. Si se resuelve mantener el carácter de voluntaria, de-
berá reiterarse la comunicación a los ciento veinte días como máximo (a
contar desde la internación). En este caso, a los efectos de evaluar si la in-
ternación continúa siendo voluntaria, el juez solicitará una evaluación al
equipo interdisciplinario dependiente del Órgano de Revisión. A pesar de
que la persona por su propia voluntad podrá abandonar la internación en
cualquier momento, cuando existiese una situación de riesgo cierto e inmi-
[] OLMO, Juan Pablo, Salud mental y discapacidad. Adenda de actualización,
31

Buenos Aires, Dunken, 2016, p. 31 y ss.


JUAN PABLO OLMO

nente podrá limitarse el egreso, en cuyo caso se deberá proceder de confor-


midad con el artículo 20 y siguientes de la ley (internaciones involuntarias).
b) Internaciones involuntarias: en caso de que la persona se oponga a la
internación, de no prestar el consentimiento por no poder hacerlo, o bien
que este sea otorgado por una persona de menos de 18 años de edad o de-
clarada incapaz, o por su representante legal, en cualquier caso la interna-
ción se reputará involuntaria.
La internación involuntaria es considerada un recurso terapéutico de ca-
rácter excepcional, que solo puede ser dispuesta cuando existe riesgo cierto
e inminente de daño para la persona o para terceros, que debe estar deter-
minado por un equipo interdisciplinario conformado al menos por dos pro-
fesionales de distintas disciplinas, uno de los cuales necesariamente debe
ser psicólogo o médico psiquiatra; y siempre que no exista otra alternativa
eficaz para su tratamiento y menos restrictiva de su libertad. Aun en estos
casos, el juez deberá garantizar el derecho de la persona internada, en la
medida que sea posible, a ser oída en relación con la internación.
A los fines del control de legalidad, esta deberá ser comunicada en el
plazo de diez horas al Órgano de Revisión y al juez, quien podrá autorizar-
la, o denegarla y asegurar la externación de forma inmediata; o bien, previo
a resolver, requerir informes ampliatorias. Una vez convalidada judicial-
mente la internación, se realizarán controles judiciales periódicos cada
treinta días que deberán ser interdisciplinarios e incluir información acerca
de la estrategia de atención, las distintas medidas implementadas por el
equipo y las respuestas obtenidas, fundamentando adecuadamente la nece-
sidad del mantenimiento de la medida de internación. Transcurridos noven-
ta días y luego del tercer informe el juez requerirá al Órgano de Revisión
que designe un equipo interdisciplinario para una nueva evaluación.
El alta, la externación o los permisos de salida son facultad del equipo
de salud, que no requiere autorización del juez. Cuando una internación in-
voluntaria se transforma en voluntaria, se le comunicará al juez remitiéndo-
le un informe con copia del consentimiento debidamente firmado y se pro-
cederá de conformidad con lo establecido en el artículo 18 de la ley (inter-
naciones voluntarias), debiéndose realizar la comunicación allí prevista si
transcurriesen sesenta días desde la firma del consentimiento.

V. A modo de cierre 
EL RÉGIMEN DE SALUD MENTAL EN EL CÓDIGO CIVIL Y COMERCIAL

A lo largo de su historia el Código Civil derogado tuvo diversas refor-


mas parciales que, a pesar de sus significativos logros, atentaban contra la
idea de un cuerpo normativo coherente en sí mismo. Si a ello se le suman
los avances producidos en la legislación especial, se podrá advertir que ha-
cía falta un nuevo Código que receptara en forma integral los lineamientos
que actualmente rigen la materia.
El Código unificado ha estructurado el nuevo régimen de salud mental
de acuerdo con los lineamientos introducidos por entonces a través de la
Ley Nº 26.657, como ser: a) abordaje interdisciplinario; b) necesidad de es-
pecificar los actos y funciones que se limitan; c) revisión de las sentencias
al menos cada tres años; d) reglas mínimas para la procedencia de las inter-
naciones y remisión a la legislación especial. Asimismo, el Código ha re-
ceptado como regla los apoyos para la toma de decisiones, los cuales fue-
ron tomados de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Dis-
capacidad. La curatela la ha dejado para casos de excepción.
Ahora bien, estas reformas no deben ser entendidas como un punto de
llegada, sino de partida. Si bien se observan avances, aún resta una adecua-
ción completa a los lineamientos de la Convención. Por otro lado, también
sería deseable que en un tiempo prudente los códigos de procedimientos lo-
cales se adaptaran al nuevo Código de fondo, puesto que en aquellos toda-
vía se sigue haciendo referencia a los procesos de insania y sordomudez,
actualmente derogados. Por lo tanto, queda trabajo por delante.

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