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Poder Judicial de la Nación

REPRESENTACION Y ASISTENCIA
CAPACIDAD JURIDICA
El código en sus art 22 y 23 refiere a la capacidad de derecho y a la capacidad de
ejercicio.
La capacidad jurídica se estableció en el código derogado como la capacidad para
ser titular de un derecho y la aptitud para el ejercicio de ese derecho
El concepto refería a aquellas personas que por su edad, por encontrarse
declarados dementes en sentido jurídico o por ser sordomudos que no podían darse
a entender por escrito, debían tener un régimen de incapacidad absoluta.-
Nuestro país ratifico la Convención Internacional de los Derechos con Discapacidad
(ahora CDPD) que en su art 12 reconoce que las personas con discapacidad tienen
capacidad jurídica en iguales condiciones que las demás. Esta convención impacto
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respecto de la modificación actual al concepto de capacidad jurídica, abandonando


el criterio médico-jurídico para determinar la capacidad jurídica de las personas e
introduciendo el concepto desde el modelo social, que se caracteriza por la
posibilidad jurídica de contar con apoyos para la toma de decisiones.-
La diferencia radica en que en el código anterior la capacidad jurídica se
determinaba por un criterio medico jurídico donde la persona era asociada al
concepto de enfermedad (dementes en sentido jurídico)
El concepto de capacidad jurídica que adopta el nuevo código a partir de su
reforma, refiere a un sistema mixto dejando claramente establecido que toda
persona humana goza de la aptitud para ser titular de derechos y deberes jurídicos
y que toda persona humana puede ejercer por si misma sus derechos “excepto las
limitaciones expresamente previstas en este código y en una sentencia judicial”. Lo
expuesto significa que no existe en el Código una división tajante entre personas
capaces e incapaces. Establece una presunción de capacidad jurídica plena, con
excepción de las limitaciones expresamente previstas.
Art. 22.— Capacidad de derecho. Toda persona humana goza de la aptitud para
ser titular de derechos y deberes jurídicos. La ley puede privar o limitar esta
capacidad respecto de hechos, simples actos, o actos jurídicos determinados.
Art. 23.— Capacidad de ejercicio. Toda persona humana puede ejercer por sí
misma sus derechos, excepto las limitaciones expresamente previstas en este
Código y en una sentencia judicial.
REPRESENTACION Y ASISTENCIA
En la representación, el representante (padre y madre que ejercen la
responsabilidad parental, tutores, curadores) actúa en principio en nombre de la
persona declarada incapaz. La representación viene a suplir la falta de actuación
del titular del derecho.-
En el régimen anterior, el representante tomaba as decisiones en nombre del
incapaz.-
Mientras que la representación implica el desplazamiento de la voluntad total o
parcial de la persona que se representa, la asistencia supone que la persona
mantiene el ejercicio de su voluntad como titular de los derechos que pretende
ejercer, pero que esta es integrada con otra voluntad, que es la de la persona que
desempeña la función de asistente.-
Art. 102.— Asistencia. Las personas con capacidad restringida y las inhabilitadas
son asistidas por los apoyos designados en la sentencia respectiva y en otras leyes
especiales.
Significa que el artículo mantiene el nombramiento de un curador designado por el
juez pudiendo también en el mismo cuerpo de la sentencia designar los apoyos
necesarios.-
CARACTERES DE LA REPRESENTACION
Legal: Es legal porque encuentra su origen en la ley. Se basa en la modalidad de
intervención de una persona por otra (el representado) que no ha manifestado su
voluntad y que sin embargo recibe de manera inmediata y directa los efectos del
acto.-
Necesaria: En el supuesto de capacidad absoluta no puede prescindirse de ella, ya
que es una imposición que establece la ley. El nuevo código ha mantenido la figura
de la representación para el supuesto de la declaración de incapacidad, pudiendo
el juez nombrar curador para actos determinados y coexistiendo el curador con los
apoyos que, a la persona con restricción a la capacidad jurídica, se la haya
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designado judicialmente a los fines de promover en la mayor extensión posible su


autonomía.-
Dual y conjunta: Se ejerce con la intervención del Ministerio Publico de Menores e
Incapaces, quien ejerce una representación complementaria y en algunos casos
principal.-
APOYOS
Art. 43.— Concepto. Función. Designación. Se entiende por apoyo cualquier
medida de carácter judicial o extrajudicial que facilite a la persona que lo necesite
la toma de decisiones para dirigir su persona, administrar sus bienes y celebrar
actos jurídicos en general.
Las medidas de apoyo tienen como función la de promover la autonomía y facilitar
la comunicación, la comprensión y la manifestación de voluntad de la persona para
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el ejercicio de sus derechos.


El interesado puede proponer al juez la designación de una o más personas de su
confianza para que le presten apoyo. El juez debe evaluar los alcances de la
designación y procurar la protección de la persona respecto de eventuales
conflictos de intereses o influencia indebida. La resolución debe establecer la
condición y la calidad de las medidas de apoyo y, de ser necesario, ser inscripta en
el Registro de Estado Civil y Capacidad de las Personas.
Estos apoyos serán designados por el juez que intervenga debiendo tener en mira
la función específica que debe cumplir el apoyo.
Medidas de apoyo: Se parte del presupuesto como regla general que las personas
tienen plena capacidad jurídica, que incluye la capacidad de obrar con los apoyos
necesarios.-
El segundo párrafo del art 43 establece que las medidas tienen como función la de
promover la autonomía y facilitar la comunicación, la comprensión y la
manifestación de voluntad de la persona para el ejercicio de sus derechos.-
El tercer párrafo del art 43 establece que el interesado puede proponer al juez la
designación de una o as personas de su confianza para que le presten apoyo. El
juez debe evaluar los alcances de la designación y procurar la protección de la
persona respecto de eventuales conflictos de interés o influencia indebida. La
resolución debe establecer la condición y la calidad de las medidas de apoyo, y de
ser necesario, ser inscripta en el registro de estado civil y capacidad de las
personas. El artículo señala que el apoyo puede ser unilateral o plural.-
Salvaguardas: Las salvaguardas están previstas en la CDPD con el fin de evitar el
abuso de hecho y de derecho en contra de la persona que requiera apoyos para el
ejercicio de su capacidad.-
El legislador ha procurado el reconocimiento del principio de autonomía de la
persona, resguardando la eventual posibilidad de conflicto de intereses o abuso por
parte de terceros designados como apoyos. En ese sentido, la designación
realizada por la persona encuentra el límite del control judicial, a quien le cabe la
función de garantía en el ejercicio de los derechos.-
Inscripción de la sentencia: La inscripción resulta necesaria a los efectos de la
publicidad de los actos frente a terceros, así como la seguridad jurídica de ellos,
pues el tercero contratante deberá conocer que la persona actúa con los apoyos
necesarios para la toma de decisiones y los efectos que genere el acto jurídico a
celebrarse.-
PERSONAS QUE REQUIEREN REPRESENTACION Y ASISTENCIA
El código establece que son incapaces de ejercicio: las personas por nacer, las
personas que no cuentan con la edad y el grado de madurez suficiente y las
personas declaradas incapaces por sentencia judicial en la extensión dispuesta en
esa decisión. Esta calificación es la que habilita la introducción de la representación,
la asistencia y los apoyos para el ejercicio de la capacidad jurídica
Personas por nacer: La representación de ellos, la tienen sus padres con las
consideraciones establecidas en el código, respecto del redimen de
responsabilidad parental, pudiendo ser representantes ambos padres en forma
conjunta o solo uno de ellos en caso de ser una familia monoparental.
Para el supuesto de restricciones a la capacidad jurídica de los padres, serán
representantes el curador, si hubiera sido designado o el padre que cuente con
apoyos para representar al hijo.-
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También en el caso de que los padres estuvieran privados o suspendidos del ejerció
de la responsabilidad parental, los hijos pueden eventualmente quedar sujetos a
tutela con el alcance previsto en el art 104.-
Personas menores de edad. Niños, niñas y adolescentes: En relación con las
personas que no cuentan con la edad y grado de madurez suficiente, la normativa
vigente en materia de niñez ha provocado una evolución que modificó
sustancialmente la incapacidad absoluta de niños, niñas y adolescentes.
El niño era para el sistema tutelar una persona incapaz absoluta, con
representación absoluta de sus padres, tutores y bajo la tutela del Estado. Con la
introducción de la teoría de la protección integral y la realización y movilización de
los derechos humanos en relación con la infancia, el niño es considerado sujeto de
derecho, y en esa calidad, con participación en cualquier situación donde se
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comprometa sus derechos.-


Esta ubicación en el derecho actual incidió directamente en la intervención por si
de los actos jurídicos en la que tuvieran participación, y con ello en la modalidad de
la representación y de la asistencia de sus representantes legales.-
La persona menor de edad ejerce sus derechos a través de sus representantes
legales, quienes en primer lugar son los padres y en caso de suspensión o privación
del ejercicio de la responsabilidad parental, un tutor o un tercero.
La representación en este caso se ejerce teniendo en cuenta la edad y grado de
madurez suficiente de la persona menor de edad para el ejercicio de aquellos actos
que son permitidos por el ordenamiento jurídico, es decir, que prevalece el principio
de autonomía progresiva que introdujo la doctrina de la protección integral que fuera
plasmada por la ley 26.061.-
Personas con capacidad restringida: En el nuevo código se ha adoptado un régimen
en donde la incapacidad queda restringida a un sistema excepcional con amplitud
en la posibilidad de graduar la capacidad jurídica y establecer un sistema de apoyo
que facilite el ejercicio de esa capacidad. Las limitaciones al ejercicio de la
capacidad jurídica se traducen en un sistema de protección a través de la
representación, la asistencia y los apoyos.-
El nuevo código establece un régimen diferente respecto de la capacidad jurídica
de las personas con padecimiento psíquico, estableciendo que el juez puede
restringir la capacidad de una persona mayor de 13 años que padece una adicción
o alteración permanente o prolongada, de suficiente gravedad, siempre que estime
que del ejercicio de su propia capacidad puede resultar un daño a su persona o a
sus bienes. Este articulo faculta a los jueces a declarar la incapacidad de una
persona designando a un curador o establecer los apoyos que resultaren
necesarios, todo ello tendiente a favorecer la autonomía y las decisiones que pueda
adoptar, según sus preferencias, la persona.-
INTERVENCION DEL MINISTERIO PÚBLICO
Art. 103.— Actuación del Ministerio Público. La actuación del Ministerio Público
respecto de personas menores de edad, incapaces y con capacidad restringida, y
de aquellas cuyo ejercicio de capacidad requiera de un sistema de apoyos puede
ser, en el ámbito judicial, complementaria o principal.
a) Es complementaria en todos los procesos en los que se encuentran involucrados
intereses de personas menores de edad, incapaces y con capacidad restringida; la
falta de intervención causa la nulidad relativa del acto.
Es complementaria porque interviene en todos los procesos en los que se
encuentran involucrados intereses de las personas menores de edad, incapaces y
con capacidad restringida. La falta de intervención causa la nulidad relativa del acto.
Esta intervención complementaria, lo es sin perjuicio de los representantes de la
persona menor de edad y aun, del ejercicio propio de la capacidad a través del
principio de la autonomía progresiva.-
b) Es principal:
i) cuando los derechos de los representados están comprometidos, y existe
inacción de los representantes;
ii) cuando el objeto del proceso es exigir el cumplimiento de los deberes a cargo de
los representantes
iii) cuando carecen de representante legal y es necesario proveer la representación.
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En el ámbito extrajudicial, el Ministerio Público actúa ante la ausencia, carencia o


inacción de los representantes legales, cuando están comprometidos los derechos
sociales, económicos y culturales.
El Ministerio de Incapaces representa plenamente una garantía para el debido
proceso, funciona como una condición necesaria para reforzar la garantía
constitucional del debido proceso de niños, niñas y adolescentes en cada cuestión
en que se vea comprometido. La función del Ministerio Publico en el carácter que
asuma (principal o complementaria) será siempre para impedir que se frustren los
derechos de sus asistidos y como condición de garantía.-
TUTELA
Art. 104.— Concepto y principios generales. La tutela está destinada a brindar
protección a la persona y bienes de un niño, niña o adolescente que no ha
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alcanzado la plenitud de su capacidad civil cuando no haya persona que ejerza la


responsabilidad parental.
Se aplican los principios generales enumerados en el Título VII del Libro Segundo.
Si se hubiera otorgado la guarda a un pariente de conformidad con lo previsto en el
Título de la responsabilidad parental, la protección de la persona y bienes del niño,
niña y adolescente puede quedar a cargo del guardador por decisión del juez que
otorgó la guarda, si ello es más beneficioso para su interés superior; en igual
sentido, si los titulares de la responsabilidad parental delegaron su ejercicio a un
pariente. En este caso, el juez que homologó la delegación puede otorgar las
funciones de protección de la persona y bienes de los niños, niñas y adolescentes
a quienes los titulares delegaron su ejercicio. En ambos supuestos, el guardador es
el representante legal del niño, niña o adolescente en todas aquellas cuestiones de
carácter patrimonial.
La tutela es el derecho o responsabilidad que una autoridad recibe para velar por
una persona que no ha llegado a la mayoría de edad o que no puede cuidarse a si
mismo. La tutela es dar amparo, protección y asistencia. Es la institución jurídica y
social por la que una o más personas capaces y aprobadas judicialmente como
idóneas, mediante deberes, cumplen una función de cuidado que incluye la
alimentación y educación de un niño que no se encuentre bajo responsabilidad
parental.
Con esa expresa finalidad lo representa jurídicamente en aquellos actos para los
que carece de capacidad y administra sus bienes, todo en un conjunto de deberes
y derechos de acuerdo con la legislación para su pleno desarrollo hasta su mayoría
de edad o emancipación.-
Guarda. Opción: El nuevo código otorga representación legal al guardador en todas
aquellas cuestiones de carácter patrimonial, otorgando la opción al juez de la
guarda para brindar funciones de representación para la persona y bienes a quien
ejerce la guarda del niño o adolescente.-
Principios Generales: La tutela se ejerce teniendo presentes los siguientes
principios:
a) Interés superior del niño.-
b) La autonomía progresiva del hijo conforme a sus características psicofísicas,
aptitudes y desarrollo. A mayor autonomía, disminuye la representación de los
progenitores en el ejercicio de los derechos de los hijos.-
c) El derecho del niño a ser oído y a que su opinión sea tenida en cuenta según su
edad y grado de madurez. Rige el superior interés del niño o adolescente, la
autonomía progresiva.-
Funciones de la tutela:
1) El cuidado de un niño o adolescente teniendo en mira para su logro la realización
plena de los derechos de estos.-
2) Administración de los bienes teniendo en cuenta las disposiciones de este
Código respecto de la actuación personal de niño o adolescente en ejercicio de sus
derechos a ser oído y el progresivo reconocimiento de su capacidad otorgado por
la ley o autorizado por el juez.-
3) Representación. El tutor o tutores ejercen la representación jurídica en función
de la menor edad, teniendo en cuenta la autonomía progresiva de los niños y lo
dispuesto en relación con la guarda delegada a un tercero o a la delegación del
ejercicio de la responsabilidad parental efectuada por los progenitores.-
CARACTERES DE LA TUTELA
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Es una función personalísima, y este carácter la hace intransmisible, indelegable.


Deben personalmente ejercer la función, lo que no significa que frente a un acto
determinado, el tutor o tutores pueden otorgar un mandato, pero esta circunstancia
es en relación a la ejecución de un acto específico y no excluye a la responsabilidad
del tutor en su función.-
Otro carácter es que la tutela es supletoria de la responsabilidad parental, dejando
a salvo el caso de la tutela especial establecida en el art 109, solo por muerte,
privación de la responsabilidad parental o ausencia con presunción de
fallecimiento.-
CLASES DE TUTELA
La tutela se otorga por designación de los padres o por el juez:
Art. 106.— Tutor designado por los padres. Cualquiera de los padres que no se
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encuentre privado o suspendido del ejercicio de la responsabilidad parental puede


nombrar tutor o tutores a sus hijos menores de edad, sea por testamento o por
escritura pública. Esta designación debe ser aprobada judicialmente. Se tienen por
no escritas las disposiciones que eximen al tutor de hacer inventario, lo autorizan a
recibir los bienes sin cumplir ese requisito, o lo liberan del deber de rendir cuentas.
Si los padres hubieran delegado el ejercicio de la responsabilidad parental en un
pariente, se presume la voluntad de que se lo nombre tutor de sus hijos menores
de edad, designación que debe ser discernida por el juez que homologó la
delegación o el del centro de vida del niño, niña o adolescente, a elección del
pariente.
Si existen disposiciones de ambos progenitores, se aplican unas y otras
conjuntamente en cuanto sean compatibles. De no serlo, el juez debe adoptar las
que considere fundadamente más convenientes para el tutelado.
Designación de los padres: Los padres que no han sido privados o suspendidos del
ejercicio de la responsabilidad parental pueden nombrar tutor o tutores a sus hijos
menores de edad, sea por testamento o por escritura pública.-
En los supuestos de tutela testamentaria se tendrán en cuenta los efectos de la
revocación y caducidad del testamento, teniendo presente que es irrenunciable la
facultad de modificar o revocar las cláusulas testamentarias.-
Art. 107.— Tutela dativa. Ante la ausencia de designación paterna de tutor o tutores
o ante la excusación, rechazo o imposibilidad de ejercicio de aquellos designados,
el juez debe otorgar la tutela a la persona que sea más idónea para brindar
protección al niño, niña o adolescente, debiendo fundar razonablemente los motivos
que justifican dicha idoneidad.
Designación a guardadores: El código establece que cuando los padres hubiesen
delegado el ejercicio de la responsabilidad parental en un tercero, se presume la
voluntad de que estos sean los guardadores, esa presunción tendrá que ratificarse
con la aprobación judicial y haber acreditado la idoneidad para el ejercicio de la
guarda, la que puede posteriormente convertirse en tutela, de acuerdo con los
requisitos establecidos en el art 104 del código.-
Cuando los padres, por razones fundadas, delegan la guarda, debe prima facie
reconocerse la voluntad presunta de que estos sean los tutores de sus hijos, todo
bajo la debida aprobación judicial.-
El juez de la guarda o el del centro de la vida del niño deberá aprobar la designación
efectuada por los padres. La aprobación judicial y la valoración de la idoneidad
giraran siempre sobre el interés superior del niño, la opinión dada por ellos, dentro
del principio de inmediatez con el juez interviniente. La decisión debe ajustarse a
los principios generales establecidos en el art 104.-
Todo el proceso de tutela tendrá la debida intervención del Ministerio Público.-
Tutela dativa: El art 107 establece que ante la ausencia de designación paterna de
tutor o tutores o ante la excusación, rechazo o imposibilidad de ejercicio de aquellos
designados, el juez debe otorgar la tutela a la persona que sea más idónea para
brindar protección al niño, debiendo fundar razonablemente los motivos que
justifican dicha idoneidad.-
Prohibiciones para ser tutor dativo: La prohibición es para el juez quien no podrá
designar a ninguna persona vinculada a su persona fuera de la función
jurisdiccional.-
Art. 108.— Prohibiciones para ser tutor dativo. El juez no puede conferir la tutela
dativa:
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a) a su cónyuge, conviviente, o parientes dentro del cuarto grado, o segundo por


afinidad;
b) a las personas con quienes mantiene amistad íntima ni a los parientes dentro del
cuarto grado, o segundo por afinidad;
c) a las personas con quienes tiene intereses comunes;
d) a sus deudores o acreedores;
e) a los integrantes de los tribunales nacionales o provinciales que ejercen sus
funciones en el lugar del nombramiento; ni a los que tienen con ellos intereses
comunes, ni a sus amigos íntimos o los parientes de éstos, dentro del cuarto grado,
o segundo por afinidad;
f) a quien es tutor de otro menor de edad, a menos que se trate de hermanos
menores de edad, o existan causas que lo justifiquen.
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Tutela especial: Los supuestos de la tutela especial tienden a representar al menor


en algún negocio o acto jurídico puntual, sin que dichas cuestiones tengan
incidencia para modificar el resto de las relaciones inherentes a la responsabilidad
parental o de la tutela general, que continúan normalmente.-
Se deberá designar un tutor especial cuando un hijo bajo el régimen de
responsabilidad parental encuentra su derecho en oposición directa con la
representación que ejercen los padres. No se debe constreñir exclusivamente la
representación a una situación patrimonial como la venta de un bien o un acto de
liberalidad como la donación, sino que se debe designar un tutor especial, en casos
de ejercicio de derechos personales, como puede ser un proceso de violencia
familiar, régimen de comunicación o custodia. La figura del defensor del niño puede
armonizarse con la designación de un tutor especial. Se agrega como supuesto
particular la designación de un tutor especial cuando existan razones de urgencia
y hasta tanto se tramite la designación del tutor definitivo.-
PERSONAS EXCLUIDAS
De acuerdo con el art 110 se encuentran excluidos para ser tutores, aquellos que
no tengan domicilio en la Republica, las personas quebradas no rehabilitadas, los
que hayan sido suspendidos o privados del ejercicio de la responsabilidad parental
o hayan sido removidos de la tutela, curatela o apoyo de otra persona incapaz o
con capacidad restringida por causa que les fuera atribuible.-
Art. 110.— Personas excluidas. No pueden ser tutores las personas:
a) que no tienen domicilio en la República;
b) quebradas no rehabilitadas;
c) que han sido privadas o suspendidas en el ejercicio de la responsabilidad
parental, o han sido removidas de la tutela o curatela o apoyo de otra persona
incapaz o con capacidad restringida, por causa que les era atribuible;
d) que deben ejercer por largo tiempo o plazo indefinido un cargo o comisión fuera
del país;
e) que no tienen oficio, profesión o modo de vivir conocido, o tienen mala conducta
notoria;
f) condenadas por delito doloso a penas privativas de la libertad;
g) deudoras o acreedoras por sumas considerables respecto de la persona sujeta
a tutela;
h) que tienen pleitos con quien requiere la designación de un tutor. La prohibición
se extiende a su cónyuge, conviviente, padres o hijos;
i) que, estando obligadas, omiten la denuncia de los hechos que dan lugar a la
apertura de la tutela;
j) inhabilitadas, incapaces o con capacidad restringida;
k) que hubieran sido expresamente excluidas por el padre o la madre de quien
requiere la tutela, excepto que según el criterio del juez resulte beneficioso para el
niño, niña o adolescente.
DISCERNIMIENTO DE LA TUTELA
El discernimiento de la tutela es el acto jurisdiccional por el cual queda investido
jurídicamente en su función de tutor “la persona designada de acuerdo a las
modalidades que el Código establece.
Ellas son la tutela designada por los padres (art 106), la tutela dativa (art 107) y los
casos de tutela especial (art 109). El discernimiento califica jurisdiccionalmente la
evaluación realizada de la conveniencia o el provecho del nombramiento del tutor
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basada en su idoneidad. Es un acto de neto carácter judicial por medio del cual el
tutor designado es puesto en posesión del cargo por el juez.-
El juez del discernimiento es el juez donde el niño tiene su centro de vida,
entendiéndose por este, el lugar donde los niños hubiesen transcurrido en
condiciones legitimas la mayor parte de su existencia. Es la residencia del niño el
eje a tener en cuenta para determinar al juez competente.-
Art. 112.— Discernimiento judicial. Competencia. La tutela es siempre discernida
judicialmente.
Para el discernimiento de la tutela es competente el juez del lugar donde el niño,
niña o adolescente tiene su centro de vida.
Art. 113.— Audiencia con la persona menor de edad. Para el discernimiento de la
tutela, y para cualquier otra decisión relativa a la persona menor de edad, el juez
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debe:
a) oír previamente al niño, niña o adolescente;
b) tener en cuenta sus manifestaciones en función de su edad y madurez;
c) decidir atendiendo primordialmente a su interés superior.
Esta obligación legal es impostergable e irrenunciable para el juez, pudiendo el niño
y el Ministerio
Publico declarar la nulidad de esa omisión.-
ACTOS ANTERIORES AL DISCERNIMIENTO. INVENTARIO Y AVALUO
Art. 114.— Actos anteriores al discernimiento de la tutela. Los actos del tutor
anteriores al discernimiento de la tutela quedan confirmados por el nombramiento,
si de ello no resulta perjuicio para el niño, niña o adolescente.
Es decir que los actos celebrados quedan convalidados con el discernimiento.-
Discernida la tutela, los bienes del tutelado deben ser entregados al tutor, previo
inventario y avalúo que realice quien el juez designe. Si el tutor tiene un crédito
contra la persona sujeta a tutela, debe hacerlo constar en el inventario; sino lo hace,
no puede reclamarlo luego, excepto que al omitirlo haya ignorado su existencia.-
Hasta tanto se haga el inventario, el tutor solo puede tomar las medidas que sean
urgentes y necesarias. La confección del inventario y avalúo e los bienes del niño
son un deber esencial del tutor. El juez debe señalar el plazo para hacer el
inventario según la naturaleza y situación de los bienes del niño y establecer el
tiempo en el que el tutor debe hacer el inventario judicial de ellos.
Mientras el inventario no está hecho, el tutor no podrá tomar medidas sobre los
bienes, salvo aquellas urgentes y necesarias. Debido a los caracteres de su función
de cuidado, resguardo, representación y administración el tutor responderá por su
omisión, con daños y perjuicios y podrá ser removido del cargo. El inventario es
siempre de carácter judicial y debe intervenir en la diligencia el defensor del niño,
bajo pena de nulidad. (art 103)
El niño puedo, de acuerdo con su madurez y en ejercicio de su autonomía
progresiva, participar de la diligencia de inventario, pudiendo formarse un juicio
propio sobre el acto del inventario y sus consecuencias.-
El tutor debe contabilizar en el inventario en el caso de tener algún crédito contra el
niño y si no lo hiciese, no podrá reclamarlo en adelante, a menos que el tiempo del
inventario hubiese ignorado la deuda a su favor, los bienes que en adelante
adquiriese, que el niño recibiera por herencia, legado o donación, deben ser
inventariados.-
Art. 115.— Inventario y avalúo. Discernida la tutela, los bienes del tutelado deben
ser entregados al tutor, previo inventario y avalúo que realiza quien el juez designa.
Si el tutor tiene un crédito contra la persona sujeta a tutela, debe hacerlo constar
en el inventario; si no lo hace, no puede reclamarlo luego, excepto que al omitirlo
haya ignorado su existencia.
Hasta tanto se haga el inventario, el tutor sólo puede tomar las medidas que sean
urgentes y necesarias.
Los bienes que el niño, niña o adolescente adquiera por sucesión u otro título deben
inventariarse y tasarse de la misma forma.
RENDICION DE CUENTAS
Art. 130.— Deber de rendir cuentas. Periodicidad. Quien ejerce la tutela debe llevar
cuenta fiel y documentada de las entradas y gastos de su gestión. Debe rendir
cuentas: al término de cada año, al cesar en el cargo, y cuando el juez lo ordena,
de oficio, o a petición del Ministerio Público. La obligación de rendición de cuentas
es individual y su aprobación sólo libera a quien da cumplimiento a la misma.
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Aprobada la cuenta del primer año, puede disponerse que las posteriores se rindan
en otros plazos, cuando la naturaleza de la administración así lo justifique.
La rendición de cuentas judicial constituye la descripción escrita, con respaldo
documental y demostración del equilibrio permanente entre el debe y el haber.-
Tiene carácter individual e indivisible, aunque se trate de tutela plural. Esto está
íntimamente relacionado con los caracteres de la tutela, siendo intransmisible e
indelegable.-
Las debe rendir el tutor al juez de la tutela. La obligación de rendir cuentas es
inexcusable para el tutor. El tutor debe rendir cuentas ante la persona tutelada, ante
el Ministerio Publico, los parientes y los acreedores, pues estos últimos pueden
tener un interés legítimo en las cuentas de la tutela, pudiendo ejercer acción
subrogatoria.-
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La obligación de rendir cuentas es individual, esto quiere decir que solo queda
liberado quien cumple.-
El requisito para pedir la rendición de cuentas es que existan dudas sobre la
administración, que la persona tutelada no consienta o no tenga conocimiento de
cómo se llevan las cuentas.-
Rendición final:
Art. 131.— Rendición final. Terminada la tutela, quien la ejerza o sus herederos
deben entregar los bienes de inmediato, e informar de la gestión dentro del plazo
que el juez señale, aunque el tutelado en su testamento lo exima de ese deber. Las
cuentas deben rendirse judicialmente con intervención del Ministerio Público.
Los gastos del tutor serán abonados por el niño o adolescente si las cuentas
estuvieren dadas en debida forma. El art 133 establece que el tutor tiene derecho
a la restitución de todos los gastos razonablemente hechos. Estos actos tienen
siempre el debido control del Ministerio Público.-
Art. 132.—Gastos de la rendición. Los gastos de la rendición de cuentas deben ser
adelantados por quien ejerce la tutela y deben ser reembolsados por el tutelado si
son rendidas en debida forma.
Art. 133.— Gastos de la gestión. Quien ejerce la tutela tiene derecho a la restitución
de los gastos razonables hechos en la gestión, aunque de ellos no resulte utilidad
al tutelado. Los saldos de la cuenta devengan intereses.
EJERCICIO DE LA TUTELA
Art. 117.— Ejercicio. Quien ejerce la tutela es representante legal del niño, niña o
adolescente en todas aquellas cuestiones de carácter patrimonial, sin perjuicio de
su actuación personal en ejercicio de su derecho a ser oído y el progresivo
reconocimiento de su capacidad otorgado por la ley o autorizado por el juez.
Art. 118.— Responsabilidad. El tutor es responsable del daño causado al tutelado
por su culpa, por acción u omisión, en el ejercicio o en ocasión de sus funciones. El
tutelado, cualquiera de sus parientes, o el Ministerio Público pueden solicitar
judicialmente las providencias necesarias para remediarlo, sin perjuicio de que sean
adoptadas de oficio.
El tutor representa al niño por el que ejerce su función, pero esta representación se
debe realizar con la opinión del niño tal como resulta del art 12 de la Convención
sobre los derechos del Niño.
Actuará reconociendo la capacidad progresiva del niño en la toma de decisiones
que involucren sus derechos personales y/o patrimoniales.-
El tutor responde por culpa, acción u omisión. El código faculta al propio tutelado a
reclamar los daños y obtener la reparación debida, sin perjuicio de las medidas que
el juez puede tomar de oficio.
Educación y alimentos: El art 119 establece que el juez debe fijar las sumas
requeridas para la educación y alimentos del niño, ponderando la cuantía de sus
bienes y la renta que producen, sin perjuicio de su adecuación conforme a las
circunstancias.-
Si los recursos de la persona sujeta a tutela no son suficientes para atender a su
cuidado y educación, el tutor puede, con autorización judicial, demandar alimentos
a los obligados a prestarlos
La administración de los bienes del tutelado:
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El tutor tiene la responsabilidad de gestionar y administrar el patrimonio de la


persona tutelada. Los tutores pueden autorizar al tutelado en la ejecución de actos
judiciales y extrajudiciales, representarlo en estos actos y administrar sus bienes.-
La administración extraordinaria es la que excede la mera administración con
autorización judicial y debida intervención del Ministerio Público.-
La finalidad de la administración es ordenar las cuentas debiendo enfocar los
recursos económicos administrados en financiar el patrimonio que requiere la
educación y alimentación de la persona tutelada. En el caso de ser titular un
patrimonio, el deber que conlleva la función debe realizar todas las gestiones útiles
para su conservación e incremento.-
Para asegurar la transparencia de esta función, el código estructura en los art 120
y 121 los actos prohibidos y aquellos que requieren autorización judicial.-
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Los únicos actos discrecionales son los de administración propiamente dicha, actos
que puede ejecutar libremente, el tutor administra los bienes, los conserva, los
repara, los aumenta.-
Actos prohibidos: En la tutela son idénticos que para los padres. No pueden, ni
siquiera con autorización judicial, comprar por sí o por persona interpuesta bienes
de su hijo, ni constituirse en cesionarios de créditos, derechos o acciones contra su
hijo, ni hacer partición privada con su hijo de la herencia del progenitor prefallecido,
ni de la herencia en que sean con él coherederos o colegatarios, ni obligar a su hijo
como fiadores de ellos o de terceros.-
Art. 120.— Actos prohibidos. Quien ejerce la tutela no puede, ni con autorización
judicial, celebrar con su tutelado los actos prohibidos a los padres respecto de sus
hijos menores de edad.
Antes de aprobada judicialmente la cuenta final, el tutor no puede celebrar contrato
alguno con el pupilo, aunque haya cesado la incapacidad.
Actos que requieren autorización judicial: Además de los actos para los cuales los
padres necesitan autorización judicial, el tutor debe requerirla para los siguientes:
Art. 121.— Actos que requieren autorización judicial. Además de los actos para los
cuales los padres necesitan autorización judicial, el tutor debe requerirla para los
siguientes:
a) adquirir inmuebles o cualquier bien que no sea útil para satisfacer los
requerimientos alimentarios del tutelado;
b) prestar dinero de su tutelado. La autorización sólo debe ser concedida si existen
garantías reales suficientes;
c) dar en locación los bienes del tutelado o celebrar contratos con finalidad análoga
por plazo superior a tres años. En todos los casos, estos contratos concluyen
cuando el tutelado alcanza la mayoría de edad;
d) tomar en locación inmuebles que no sean la casa habitación;
e) contraer deudas, repudiar herencias o donaciones, hacer transacciones y remitir
créditos aunque el deudor sea insolvente;
f) hacer gastos extraordinarios que no sean de reparación o conservación de los
bienes;
g) realizar todos aquellos actos en los que los parientes del tutor dentro del cuarto
grado o segundo de afinidad, o sus socios o amigos íntimos están directa o
indirectamente interesados.
El tutor requiere de autorización judicial para todo acto que pueda comprometer el
patrimonio del niño y es el estado quien debe otorgar la garantía en la función
jurisdiccional. Los distintos supuestos del art transcripto son enunciativos pues si el
interés del niño indica que una operación de naturaleza patrimonial es en su
beneficio, el juez puede autorizarlos.-
El juez puede autorizar la transmisión, constitución o modificación de derechos
reales sobre los bienes del niño, si estos actos son en beneficio del
acrecentamiento o conservación del patrimonio de la persona tutelada. El Código
establece que los bienes de valor afectivo solo podrán ser vendidos en caso de
necesidad.-
Por regla general, la venta se hará en subasta pública con excepción de aquellos
muebles de escaso valor o si, a juicio del juez, la venta extrajudicial resultara más
ventajosa.-
RESPONSABILIDAD DEL TUTOR
La responsabilidad del tutor, en principio, resulta de la mala administración sin
perjuicio de la responsabilidad que pueda caberle por la función de tutor de manera
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integral. Para determinar el daño en la administración, el art 134 reafirma que la


carga de la función implica buena fe en el desempeño, pero si hay atribución de
culpa o dolo deberá indemnizar el daño causado:
Art. 134.— Daños. Si el tutor no rinde cuentas, no lo hace debidamente o se
comprueba su mala administración atribuible a dolo o culpa, debe indemnizar el
daño causado a su tutelado. La indemnización no debe ser inferior a lo que los
bienes han podido razonablemente producir.
RETRIBUCION
El tutor tiene derecho a la retribución que se fije judicialmente, teniendo en cuenta
la importancia de los bienes del tutelado y el trabajo que ha demandado su
administración en cada periodo. En caso de tratarse de tutela ejercida por dos
personas, la remuneración será única y distribuida entre ellos conforme al criterio
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judicial. La remuneración única no podrá exceder de la décima parte de los frutos


líquidos de los bienes del menor de edad. Se mantiene la décima para establecer
los honorarios del tutor. La tutela no tiene fin lucrativo, sino que implica el
compromiso frente a la realización de los derechos del niño.-
Dos son las condiciones para tener derecho a la retribución: 1) la existencia de
bienes y 2) el trabajo, la calidad e intensidad de este en la administración.-
El guardador que ejerce funciones de tutela también tiene derecho a la retribución.-
Los frutos pendientes al comienzo de la tutela y a su finalización deben computarse
a los efectos de la retribución, en la medida en que la gestión haya sido útil para su
percepción.-
Cese del derecho a la retribución:
Art. 129.— Cese del derecho a la retribución. El tutor no tiene derecho a retribución:
a) si nombrado por un testador, éste ha dejado algún legado que puede estimarse
remuneratorio de su gestión. Puede optar por renunciar al legado o devolverlo,
percibiendo la retribución legal;
b) si las rentas del pupilo no alcanzan para satisfacer los gastos de sus alimentos
y educación;
c) si fue removido de la tutela por causa atribuible a su culpa o dolo, caso en el cual
debe también restituir lo percibido, sin perjuicio de las responsabilidades por los
daños que cause;
d) si contrae matrimonio con el tutelado sin la debida dispensa judicial.
TERMINACION DE LA TUTELA
Art. 135.— Causas de terminación de la tutela. La tutela termina:
a) por la muerte del tutelado, su emancipación o la desaparición de la causa que
dio lugar a la tutela;
b) por la muerte, incapacidad, declaración de capacidad restringida, remoción o
renuncia aceptada por el juez, de quien ejerce la tutela. En caso de haber sido
discernida a dos personas, la causa de terminación de una de ellas no afecta a la
otra, que se debe mantener en su cargo, excepto que el juez estime conveniente
su cese, por motivos fundados.
En caso de muerte del tutor, el albacea, heredero o el otro tutor si lo hubiera, debe
ponerlo en conocimiento inmediato del juez de la tutela. En su caso, debe adoptar
las medidas urgentes para la protección de la persona y de los bienes del pupilo.
Remoción del tutor: La remoción implica en su naturaleza una sanción por falta de
buen desempeño del cargo de tutor, salvo situaciones que pudieran exculpar de
responsabilidad por hechos fortuitos o que su capacidad hubiese sido restringida y
esta obstara al ejercicio. El art 136 dispone:
Art. 136.— Remoción del tutor. Son causas de remoción del tutor:
a) quedar comprendido en alguna de las causales que impide ser tutor;
b) no hacer el inventario de los bienes del tutelado, o no hacerlo fielmente;
c) no cumplir debidamente con sus deberes o tener graves y continuados
problemas de convivencia.
Están legitimados para demandar la remoción el tutelado y el Ministerio Público.
También puede disponerla el juez de oficio.
Suspensión provisoria: La sola eventualidad de mal desempeño activa el resguardo
y garantía a través de medidas, como es en este caso la suspensión provisoria:
Art. 137.— Suspensión provisoria. Durante la tramitación del proceso de remoción,
el juez puede suspender al tutor y nombrar provisoriamente a otro.
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CURATELA. CONCEPTO
Conceptualmente es la persona encargada del cuidado y bienes de los que poseen
capacidad restringida o son declarados incapaces y tratan de recuperar su salud.-
Art. 138.— Normas aplicables. La curatela se rige por las reglas de la tutela no
modificadas en esta Sección.
La principal función del curador es la de cuidar a la persona y los bienes de la
persona incapaz, y tratar de que recupere su salud. Las rentas de los bienes de la
persona protegida deben ser destinadas preferentemente a ese fin.
Cuando la persona se encuentre absolutamente imposibilitada de interaccionar con
su entorno y expresar su voluntad por cualquier modo, medio o formato adecuado
y el sistema de apoyos resulte ineficaz, el juez puede declarar la incapacidad y
designar un curador.-
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Función:
Art. 139.— Personas que pueden ser curadores. La persona capaz puede designar,
mediante una directiva anticipada, a quien ha de ejercer su curatela.
Los padres pueden nombrar curadores y apoyos de sus hijos incapaces o con
capacidad restringida, en los casos y con las formas en que pueden designarles
tutores.
Cualquiera de estas designaciones debe ser aprobada judicialmente.
A falta de estas previsiones el juez puede nombrar al cónyuge no separado de
hecho, al conviviente, a los hijos, padres o hermanos de la persona a proteger
según quien tenga mayor aptitud. Se debe tener en cuenta la idoneidad moral y
económica.
Las directivas anticipadas son instrucciones precisas que toda persona capaz deja
por escrito sobre que tipo de cuidados desea recibir o no, cuando no pueda tomar
decisiones o expresar su voluntad.-
Art. 140.— Persona protegida con hijos. El curador de la persona incapaz es tutor
de los hijos menores de éste. Sin embargo, el juez puede otorgar la guarda del hijo
menor de edad a un tercero, designándolo tutor para que lo represente en las
cuestiones patrimoniales.
TIPOS DE CURATELA
La curatela puede ser provisoria o definitiva:
CURATELA PROVISORIA
Tiende a la representación y defensa durante el proceso hasta la sentencia
definitiva. Este curador atento a lo dispuesto en el art 38 coexistirá con el defensor
designado por la persona para su defensa en el proceso donde se pone en juego
su capacidad jurídica. La designación recae en un abogado de la matrícula y si la
persona carece de bienes, en un defensor oficial.-
CURATELA DEFINITIVA
Será designado el curador definitivo, luego de extremar la prueba de idoneidad del
pretenso curador. El juez valorara de acuerdo con las reglas del proceso, luego de
haber escuchado a la persona. Debe garantizar la inmediatez con el interesado
durante el proceso y entrevistarlo personalmente antes de dictar resolución alguna.
El ministerio Publico y al menos un letrado que preste asistencia al interesado,
deben estar presentes en la audiencia.-
PERSONAS QUE NO PUEDEN SER CURADORES
Se aplica lo dispuesto en el art 110 respecto de quienes no pueden ser tutores por
vía supletoria.-
Actuación del curador: El curador, como representante legal de la persona
declarada con capacidad restringida o incapaz, gestiona por si en lo que se refiere
a su persona y bienes, en todos los actos de la vida civil, siempre observando el
interés de la persona, sus preferencias y decisiones. Sus facultades tienen las
mismas limitaciones que las establecidas para el tutor y en su administración debe
desempeñarse de acuerdo con las preferencias de su asistido y tratar de
comprender el modo de relacionarse de este cuando la discapacidad le impide
hacerlo, a través de los apoyos técnicos, sanitarios y de cualquier medio que se
tenga a mano, con la cercanía del juez que garantice ese derecho. El curador tiene
amplia facultad para estar en juicio sin más limitación que la establecida por la ley
y puede en general, contestar cuantas acciones sea menester para conservar,
mejorar y aumentar el patrimonio de la persona con restricción a la capacidad
jurídica, pero siempre que se trate de un curador definitivo.-
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Retribución: El curador tiene derecho a una retribución por su gestión equivalente


a la décima parte de los frutos líquidos de los bienes de la persona con incapacidad
o restricción a la capacidad jurídica. El curador que ha ejercido la representación
legal en juicio, tiene derecho a la fijación de honorarios por sus trabajos, con
prescindencia de la décima; o por tratarse de su defensa y representación. La
retribución se determina por las rentas que se produjeron desde que se hizo cargo
de la curatela hasta el cese.-
El curador pierde el goce de la retribución cuando sean muy limitadas las rentas de
las personas con restricción a la capacidad jurídica o declaradas incapaces.
También pierde el goce de la retribución cuando las necesidades de las personas
bajo curatela representan el gasto total de los ingresos que percibe o que solo
contara como ingreso con beneficio previsional.-
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Obligaciones del curador: Las obligaciones nacen de la función específica que le


esta impuesta, con respecto a la persona, sus cargas y la naturaleza de la función
de cuidado personal y administración del patrimonio.-
El curador será responsable sino comunica en debida forma, sino cumple con su
deber de cuidado con diligencia y respetando el principio pro debilis, así como si
llevara fuera del país a la persona con capacidad restringida o incapacidad, pues
esto importa la sustracción a la jurisdicción del juez y del Ministerio Publico,
organismos encargados de la custodia y control de los derechos del curador y de
la persona.-
Inventario: Es obligatorio que el inventario de los bienes se efectúe por el curador
definitivo. Si bien este se practica por el curador provisional, tal circunstancia no
impide que al hacerse cargo realice los actos necesarios para comprobar su
número.-
La falta de asiento de un crédito o cualquier otro acto en la administración lo hará
pasible de remoción. La ley impone que, discernida la curatela, los bienes del
incapaz no serán entregados sino después que judicialmente hubiesen sido
inventariados y avaluados, a menos que antes del discernimiento de la curatela se
hubiera hecho su inventario y tasación.-
Rendición de cuentas: Las cuentas de la curatela pueden ser exigidas en cualquier
momento por el incapaz o el Ministerio Publico. Es una consecuencia de la
obligación de llevar cuenta fiel y documentada de las rentas y de los gastos que la
administración y la persona del insano hubiesen hecho necesarios. Esta obligación
se transmite a los herederos del curador siguiendo lo prescripto para la tutela.-
Fin de la curatela: Se pondrá fin a la curatela cuando la persona haya celebrado
plenamente el ejercicio de la capacidad jurídica, sin restricciones. La terminación
de la curatela está vinculada a la cesación de la incapacidad; los supuestos,
además de recuperar la plena capacidad jurídica, son la muerte o remoción, que
pueden requerirla, tal como los supuestos de la tutela, la persona, el Ministerio
Publico, el juez de oficio o el curador designado como definitivo.-
Remoción: Las causas para la remoción del curador son; la incapacidad o
inhabilidad en la persona del curador; el no haber formulado inventario de los bienes
en el término y formas establecidas, no haber cuidado debidamente la salud,
seguridad y moral de la persona que tuviere a su cargo, así como sus bienes. El
abandono, a negligencia, la despreocupación por la vida comunitaria de la persona,
la falta de interés en los cuidados y atenciones debidas, mala administración,
omisión de rendir cuentas o insolvencia del curador, son de mismo modo causales
de remoción.-

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