Está en la página 1de 83

Aquiles Julián

Contra
Angelita Trujillo
y sus infamias

Ensayos y poemas

1
Quincuagésimo Aniversario de la
Gesta Heroica del 30 de Mayo
l e ctofilia
digital
2
EDICIÓN HOMENAJE

Quincuagésimo Aniversario de la
Gesta Heroica del 30 de Mayo

2
Contra Angelita Trujillo y
sus infamias

Aquiles Julián

Ensayos y poemas

l e ctofilia 3
digital
© 2011 Lectofilia digital
1ª edición, mayo 2011
Editado en Rep. Dominicana
Se autoriza la reproducción parcial o total de esta obra y su difusión.

4
A los héroes del 30 de Mayo y a
sus familias que pagaron con sangre la libertad
de nuestro país,
de parte de un dominicano agradecido.

5
Índice

Presentación 6
Hoja de vida 10
El suceso histórico más importante del siglo XX:
El ajusticiamiento de Trujillo 12
José Messón 24
Las infamias de Angelita Trujillo 28
El maquillista 39
Más infamias adicionales de Angelita Trujillo 42
Calles 58
Las insuficiencias de nuestra democracia y la
reivindicación del trujillismo, y sus
responsables 60
Tenemos a bien recomendar… 80

6
7
Presentación

La frase de Churchill encaja perfectamente: “Nunca


tantos debieron a tan pocos”. Los héroes del 30 de
Mayo, el único acontecimiento exitoso del siglo XX
dominicano y el que mayor impacto tuvo en las vidas
y en el futuro del país, fue el fruto del coraje, la
determinación, el valor y el compromiso de un
puñado de hombres decididos a poner fin a una era
de oprobios.
Son la prueba ácida del trujillismo, pues ante ellos se
definen los partidarios declarados o encubiertos de la
tiranía, que de inmediato buscan desconocerles
méritos, y los auténticos enemigos del trujillismo,
porque les agradecemos su gesto heroico,
enaltecemos su ejemplo y reconocemos su gloria.
Ahora, cuando se cumplen 50 años de la gesta
inmortal del 30 de Mayo, todavía ni suficientemente
estudiada y mucho menos suficientemente
reconocida, vivimos el artero ataque de una
delincuente redomada: la hija del dictador, que se
desparrama en un caldo de infamias y bajezas.
¿Qué persigue? Confundir a los jóvenes dominicanos
mintiendo de manera descarada, pervirtiendo
8
hechos, inventando otros, deformándolo todo, en un
ejercicio del descaro y la inmundicia que indigna.
Se trata de una simuladora que no tiene empacho
alguno en sostener lo insostenible. Y que, a resguardo
de la justicia humana, en su escondrijo de Miami,
Florida, vomita todo tipo de calumnias y mentiras.
Y cuenta con el coro inmoral de malos dominicanos
que se le prosternan, como antes se le prosternaron
al padre.
Y también con la respuesta viril y patriótica de
muchos que le salen al paso a sus infamias.
El legado de heroísmo y valor de los héroes del 30 de
Mayo merece que se conozca y difunda. Ningún
dominicano puede vivir ajeno al hecho que dio forma
al presente del país en todo lo positivo que tiene.
Y vale también denunciar la perfidia del trujillismo,
encarnado en esta delincuente y su familia, que tiene
el propósito de reinstalarse en el poder y volver a
tiranizarnos.
Y esa, sobre todo, es la tarea de este pequeño libro
digital.
Honrar a los héroes y señalar a sus verdugos, ese
bando parricida y traidor al que Duarte siempre
condenó.

9
Hoja de vida

10
Supones que el sicario hizo hoja de vida
¿A cuántos torturó? ¿En qué tipo de suplicio
se ha especializado?
¿Algún postgrado o certificación internacional?
¿Guantánamo? ¿La Habana? ¿Moscú?
¿Qué tipo de armas domina? ¿Por cuál
cementerio responde? ¿Cuántas viudas le deben su
condición?
¿Será mucho pedir que sus víctimas les
firmen cartas de recomendación?
Inclúyase dos fotos 2 x 2 y copia de la cédula.

(De: “Argucias contra el tiempo”, poemario de Aquiles Julián


editado por Libros de Regalo, editorial digital gratuita, en la Colección
Lectofilia digital, que dirige el autor, en el 2011)

11
El suceso histórico más
importante del siglo XX:
el ajusticiamiento de
Trujillo.

12
A doña Chana Díaz, In Memoriam

¿Cuál es el hecho histórico más importante del siglo


XX? ¿Cuál es el acontecimiento que mayor impacto
ha tenido en la vida y la realidad dominicana
posterior a su suceder? ¿A cuál gesta heroica los
dominicanos debemos más? Sin dudas, sólo una
reúne todos los méritos, sin menoscabo de otras
muchas honrosas: el ajusticiamiento del tirano
Rafael Leónidas Trujillo, aquel delincuente que
usurpó con violencia durante 31 años el poder en el
país.
Fue también una de las pocas exitosas, pues logró su
objetivo. Y cambió la historia del país en un antes y
un después, con indudables beneficios para la
sociedad dominicana.
La conspiración culminó toda una serie de esfuerzos
abortados y frustrados, pagados con generosa sangre
patriótica, para sacudirnos al déspota, que
empezaron desde los primeros años de la dictadura.
Y reunió la determinación de hombres cansados de
ser pisoteados y ver cómo se pisoteaba a otros; de ex-

13
colaboradores del régimen junto a acérrimos
enemigos del mismo; de gente que decidió no sólo
arriesgar sus vidas, sino las de toda su familia con tal
de quitarnos de encima al monstruo feroz que
sometía al país.

EL QUINCUAGÉSIMO ANIVERSARIO DE
UNA ACCIÓN GLORIOSA

Este mes, cuando se celebra el quincuagésimo


aniversario de la acción heroica del 30 de mayo de
1961, tenemos más que motivos para homenajear a
los héroes vivos y muertos de la gesta, para reconocer
a todos aquellos que colaboraron, apoyaron y
contribuyeron a esa meta patriótica, a rendir tributo
de agradecimiento a las familias que pusieron la
sangre y los muertos para que este país respirara el
aire de la libertad, tras 31 años de crímenes, torturas,
abusos y despojos.
Es cierto que en el país tenemos hechos muy
honrosos, como la resistencia valiente de La
Barranquita a la primera intervención
norteamericana o la rebelión de los campesinos del
Este a las tropelías de la soldadesca extranjera. Y
durante todo el infausto período en que Trujillo
encabezó una asociación de malhechores que, en
base a asesinatos, terrorismo y la fuerza descarada,
usurpó ilegalmente las instituciones nacionales:
14
presidencia, congreso y justicia, se vieron múltiples
casos de heroísmo, todos más que merecedores del
eterno reconocimiento de los dominicanos.
Hay muchos héroes anónimos qué rescatar y exaltar.
Muchos. Gente que prefirió la muerte ante que
mantenerse prosternado frente al criminal
entorchado. Y sabemos, igualmente, que el retorno
de remanentes del trujillismo durante los gobiernos
presididos por Joaquín Balaguer, y el
colaboracionismo que han mostrado los perredeístas
con el trujillismo e incluso sectores del mismo PLD,
ha mantenido un inexcusable velo malagradecido
para desconocer el martirio de quienes perdieron sus
vidas por querer librar las nuestras de las garras del
dictador.
Pero nada iguala al acto del 30 de mayo. Nada. La
gallardía y el valor de estos hombres, su pasión
libertaria, su decisión inquebrantable, fueron
ejemplares.
Quien les regatee méritos simplemente no está bien
del juicio. O, como sucede, se presta a ser
instrumento de las bajas pasiones de parientes del
delincuente usurpador que todavía añoran aquella
época y buscan deslustrar el acto más relevante de
todos los que honran al país en el siglo XX.

UNA TAREA ANTIPATRIÓTICA E INFAME

15
Tratar de empañar esa gesta es una tarea
antinacional de enemigos de este país, a las que
algunos cretinos se prestan.
Y para lo cual mienten, difaman, especulan, engañan.
Los antiguos colaboradores del tirano buscan
disfrazar no sólo su cobardía, peor aún, su abyección,
enarbolando opiniones indignas, como esa de que
aquí “se ha vivido del antitrujillismo”. ¿Y quién?
Porque aquí, salvo el interregno del Consejo de
Estado de enero de 1962 hasta la toma de posesión de
Juan Bosch, y luego, en el período que va desde el 25
de septiembre de 1963 al 24 de abril de 1965,
momentos en que se puede decir que las fuerzas que
liquidaron a Trujillo ejercieron el poder, todo el resto
del tiempo han sido los trujillistas y amigos de ellos
los que han gobernado, y eso incluye el mismo
gobierno de Bosch, surgido con el apoyo patente de
los remanentes del Partido Dominicano y de ex-
funcionarios trujillistas, que planteó aquella dañina
política de “Borrón y cuenta nueva”.
El primer período, llamado de los Doce Años, del ex-
presidente Balaguer fue la vuelta de “los trajes
blancos” tan brillantemente retratado por Miguel
Alfonseca en aquel cuento: “Los trajes blancos han
vuelto”, que es una de las cumbres de la cuentística
dominicana: la burocracia trujillista. Antiguos
calieses, viejos torturadores, oscuros cómplices de la
tiranía se reagruparon bajo la dirección del último

16
presidente títere. Volvieron a sonar los merengues de
la Era en cuarteles y fiestas, de manera descarada (yo
mismo vi y oí a la orquesta de la FAD tocar
“Recogiendo limosnas” y otros temas trujillistas en el
jardín frontal de la residencia del entonces
presidente Balaguer, en la Máximo Gómez 25). E
igual retornaron muchas de las viejas prácticas.
Y fue en ese mismo período en que se trató de
cumplir el pedimento de Ramfis Trujillo de que se
asesinara a los sobrevivientes del ajusticiamiento,
cuando en 1967 se tiroteó al héroe Antonio Imbert
Barreras. Y se montó una trama conspirativa para
traer de nuevo al “pato” a gobernarnos, en que la
militares “constitucionalistas” y otros que hicieron
causa común con el “Gobierno de Reconstrucción
Nacional” durante la guerra de abril del 1965
hicieron causa común para destruir la incipiente
democracia y devolvernos a la tiranía.
Ese hecho, convenientemente ocultado a la
conciencia nacional para sostener falsos procerismos
y nombradías fementidas, desmantelará las
verdaderas motivaciones de muchos que se
involucraron en la rebelión militar contra el
triunvirato. ¿No fue uno de esos falsos héroes de la
“revolución” el agente que sufragó a los que
asesinaron en su casa a un verdadero héroe nacional,
antitrujillista de toda la vida y uno de los motores de
la conspiración que ajustició al sátrapa, Ángel Severo

17
Cabral? ¿Puede quien mandó a asesinar a “Plutarco”,
nombre de guerra del héroe, y conspiraba para que
Ramfis volviera a encaramarse, pasar por héroe
nacional?

EL PRECIO DE NUESTRA LIBERTAD

Fue alto el precio pagado por los héroes del 30 de


Mayo. La cólera homicida de la dictadura cayó sobre
ellos. La tortura y las vejaciones fueron bestiales. Y
todos los que participaban del gobierno y del Estado,
todos: jueces, fiscales, carceleros, militares,
secretarios de Estado, incluyendo al ex –presidente
títere Balaguer, fueron cómplices pasivos o activos de
la orgía de sangre y esos crímenes los salpican.
Eran cobardes redomados, arrodillados a la sevicia
de un trastornado mental, habituados al servilismo.
Y el crimen de la Hacienda María, última masacre
cometida por la tiranía en su postrer momento
(porque la matanza programada de personalidades y
líderes, así como la ascensión al poder de un sicópata
como José Arismendy Trujillo, alias Petán, fue
abortada por el oportuno alzamiento de la Base Aérea
de Santiago de los Caballeros), enloda al ex –
presidente Balaguer por complicidad e inacción, ya
que fue advertido de la intención homicida con
suficiente tiempo de antelación y no movió un dedo

18
para evitarla, y todos los que ejercían el poder en ese
momento.
No sólo la muerte de los héroes, también la de los
humildes policías custodios que fueron asesinados
por sus propios compañeros de armas y al entonces
Jefe de la Policía, el general Marcos Jorge Moreno,
implicado en el hecho criminal.
Familias enteras casi barridas del todo. Incluso
inocentes servidores asesinados porque sí, en una
espiral sangrienta que segó vidas sin piedad alguna.
Y muchos de esos criminales volvieron impunemente
al país. Y aquí encontraron a sus viejos colegas. Y
todos se pusieron a añorar los “buenos tiempos” de la
época del Jefe.

¿POR QUÉ NO HEMOS AVANZANDO MÁS


EN NUESTRA DEMOCRACIA?

Muchos despotrican contra las insuficiencias y


limitaciones de nuestra democracia, parcial, pobre,
lastradas de prácticas autoritarias, de abusos de
poder, de corrupción, de impunidad, etc., e ignoran
que fuimos y somos los que quedamos vivos los
responsables de esa situación.
Los héroes del 30 de Mayo en su inmensa mayoría
fueron cruelmente asesinados. Ellos cumplieron
exitosamente su tarea: quitarnos al tirano de encima.
Fuimos nosotros, los sobrevivientes, los que fallamos
19
en las que teníamos que acometer: impulsar una
sociedad democrática, de oportunidades, de
mecanismos que controlen la concentración de
poder.
Todo empezó a fallar desde el mismísimo gobierno
de Bosch, al aliarse con los trujillistas y legitimarlos.
Y con el retorno de Balaguer al poder en 1966 fue un
paso en la dirección equivocada que nos estancó en
prácticas autoritarias y frustró las posibilidades de un
desarrollo democrático.
Y todos han copiado y aplicado la misma receta
infame. Todos han aspirado a la reelección, al
continuismo. Todos, sin excepción. Todos han
permitido la impunidad, el crimen político. Todos se
han amancebado con criminales. ¿No fue acaso el
PRD el que llevó al sicario Joaquín Pou Castro a
general, consciente como era de que había
comandado a la pandilla de exterminadores que
asesinó al periodista y dirigente del PCD Orlando
Martínez? ¿No protegió a los autores intelectuales
que mandaron a cometer el crimen?
La tarea que nos tocaba no la cumplimos. Los jóvenes
fueron adoctrinados en el culto a la dictadura, unos
“del proletariado”, otros “con respaldo popular”.
¿Quiénes educaron a favor de la democracia, la
tolerancia, el respeto a las ideas discrepantes, el
debate inteligente, los derechos ciudadanos, el
pluralismo y otros valores de la democracia liberal?

20
No, en el culto a la tiranía, en el asesinato de quien
disienta. Y esa mentalidad es la que prevalece en los
líderes de todos los partidos en este país. ¿No se
aplastan acaso, entre sí?

¿LES VAMOS A ECHAR LA CULPA A LOS


HÉROES DE MAYO DE NUESTRO FALLO?

La conspiración para matar a Trujillo fue el único


evento exitoso del siglo XX dominicano. Todos los
otros fueron intentos meritorios, pero que fallaron. Si
bien quienes los acometieron merecen nuestro
respeto y nuestro reconocimiento eternos, esos actos
no alcanzaron su meta. Fueron infructuosos.
El trama contra Trujillo del 30 de mayo no. Ella
alcanzó su objetivo.
De ahí que mucho del intento de desconocer ese
hecho o restarles méritos a los héroes busca encubrir
que no fuimos capaces de estar a la altura de ellos ni
de cumplir la otra parte que nos tocaba a los que
hemos vivido estos últimos cincuenta años de
historia dominicana: llevar el país hacia una
democracia real.
Hemos fallado en la responsabilidad que nos tocaba.
Ellos no, ellos tuvieron éxito.
Si tenemos una democracia más formal que real, si
no existen leyes y aparato que las haga cumplir en
nuestro país, si hay corrupción, impunidad,
21
prevaricación; si cada gobernante de turno quiere
perpetuarse en el poder; si se modifican las
constituciones al gusto; si un ministro de educación
se gasta más de 30 millones “remodelando su
despacho” en un acto delirante y faraónico en un país
pobre y lleno de miseria (lo que hace temer el destino
de los fondos cuando se logre el propósito del 4%
para la educación) y no sucede nada, no se le procesa
por ese hecho; si la PN y las FF.AA. están penetradas
por el narcotráfico; si aquí se entra en “chancleta” y
se sale en jeepeta; si todo eso y más sucede, es
responsabilidad mía, tuya, de todos los que hemos
vivido estos últimos 50 años de historia dominicana,
no de los héroes del 30 de Mayo que nos dieron la
oportunidad de conducir a este país por otros
senderos.
Los apologistas de la dictadura, sea “del
proletariado” o “con respaldo popular”, ¿enseñaban
democracia? ¿Promovían la tolerancia? ¿El respeto a
las leyes? Y no digamos de los remanentes trujillistas
agrupados en torno a Joaquín Balaguer. Él mismo
admitió que para él la Constitución no era más que
“un pedazo de papel”. Y así la usó.
Pero, ¿no hizo lo mismo Hipólito Mejía? ¿No se llegó
a la aberración de considerar a Balaguer como el
modelo de gobernante a seguir?
No estuvimos, y todavía no estamos, a la altura de los
héroes del 30 de Mayo. Ellos cumplieron su tarea.

22
Fueron los únicos que lograron su meta. Nosotros,
entretenidos en alharacas y como veletas sin rumbo,
no cumplimos la tarea que nos tocaba: llevar a este
país a una democracia real, de oportunidades, de
respeto a las leyes, de educación y prosperidad.
Fuimos tú y yo los que fallamos. No ellos. Ellos
tuvieron éxito, nosotros lamentablemente
fracasamos. Lo que existe es nuestra responsabilidad,
¿o se la vamos a endilgar a quienes murieron en 1961
para que los que sobrevivimos tuviésemos la
oportunidad que no supimos aprovechar?

23
José Messón

24
El mundo es de los dóciles.
Hemos concebido en nuestros ratos de ocio
los placeres secretos que públicamente denunciamos
y ante los que hacemos
(para las cámaras, para la Historia)
un gesto unánime de horror.
Ese hombre, ese negro, ese animal
sobre el cual ejercemos la tortura desde siempre
que luego de muerto (y por muerto), reverenciamos
y cuyo nombre adorna nuestras calles
junto al de sus asesinos
(para que nadie ponga en duda nuestra justicia),
se propuso quebrantar el mundo.
Ese hombre, según la ley, debe morir.
Para él inventamos los suplicios más dolorosos y
eficaces:
si desorbita los ojos no es para impresionarnos, de
seguro.
Ese cimarrón que se niega a acatar el orden es un
peligro:
es contagioso, devastador, obliga a uno a su
exterminio.
Si le hemos argollado la oreja como a un cerdo;
si antes de morir hemos fotografiado su rostro
tumefacto;
si hemos perpetuado la imagen de su cuerpo:
25
las señas visibles del azote con los cables de acero;
si hemos menguado su fe con drogas poderosas,
es porque en cada uno de nosotros anida la vocación
de esbirro.
Ese cuerpo que intenta precipitarse sobre uno desde
la silla eléctrica:
manos hinchadas, boca desaforada y pupilas listas a
saltar por la descarga;
ese cuerpo, se hombre, ha sido torturado por
nosotros;
aún más por aquellos que hemos delegado en dos o
tres verdugos la tarea
para no acometerla todos juntos.
Si luego hemos encarcelado y tiroteado a algunos de
estos,
reivindicado a este hombre ya cadáver, doméstico,
y constituido comités de recordación, escrito
discursos
y poemas a su memoria,
es para disimular nuestra responsabilidad,
aplacar la conciencia
y echar sobre unos pocos (es la costumbre),
la culpa que a todos concierne.
Si quieres aprender qué somos abísmate sobre este
hombre;
si quieres saber sobre qué bases está erigido nuestro
mundo
trata de descifrar qué te dice este hombre.

26
En nuestras cárceles diariamente lo sometemos a
suplicio.
Solamente su rostro es un manual de Historia Patria.

(De: “Nosotros mismos somos”, antología de poemas del grupo …Y


Punto!, editada por la Biblioteca Nacional, en la Colección Orfeo que
dirigió Cándido Gerón, en 1986)

27
Las infamias de Angelita
Trujillo

28
“Los enemigos políticos de mi padre
han querido satanizar su nombre, pero
nosotros, conocedores de la verdad, nadie nos
puede confundir”.
Angelita Trujillo

Tragarse una entrevista a Angelita Trujillo es tarea


ingrata, pero necesaria. Sus “verdades”
acomodaticias y su amnesia selectiva sorprenden. Y
conviene ponerlas en evidencia.
En la entrevista que el director del Listín Diario le
hace, la “soberana” se despacha con una serie de
opiniones insultantes y engañosas: repite el cúmulo
de calumnias puestas a circular por el trujillismo
para desdorar la acción viril, responsable y justiciera
más importante ocurrida en el país en todo el siglo
XX: el ajusticiamiento del monstruo; por cierto, su
padre.
No es ni tan angélica ni tan inocente esta vividora;
por el contrario, es pérfida, maligna y tiene bajo sus
uñas un plan satánico contra el país: endosarnos al
petimetre de su hijo, un sirveparanada, con el fin de
restaurar la “monarquía” trujillista. Y sería un
descuido penoso dejarle pasar sus infamias.

29
TRUJILLO NUNCA FUE PRESIDENTE
ELECTO DEL PAÍS

Lo primero es dejar claro que Trujillo no fue nunca


presidente electo del país. Fue un asaltante que,
mediante el terror y el crimen descarado, dirigió una
asociación de malhechores que secuestraron el poder
en 1930 y durante 31 ominosos años empleó el
crimen, el soborno y el terror para someter a los
dominicanos.
Si sus cómplices, o los descendientes de sus
cómplices, que son muchos, quieren tildarlo de
presidente, de “Benefactor” o de lo que les dé la
gana, allá ellos. No lo fue. No ganó ninguna elección.
Fue un maleante que se adueñó por la fuerza de
nuestras endebles instituciones y lo pervirtió todo.
No más.
Trujillo, su padre, fue un sicópata: simulador (le
decía “papá” a Horacio Vásquez, y “mamá” a doña
Trina de Moya, la esposa, mismos a los que traicionó
cuando se sintió con fuerzas para ello); avieso, dado a
todo tipo de delincuencia (secuestró, estafó,
chantajeó, despojó e hizo todo tipo de abuso
amparado en sus servicios a la soldadesca yanqui
durante la primera intervención norteamericana que
concluyó en 1924: así hizo fortuna), medró al amparo
de Horacio Vásquez, el cándido mocano que alimentó
aquella serpiente que terminó por morderle el
30
calcañar. Era un violador contumaz, desde siempre;
oportunista y trepador. Ególatra consumado y
criminal que no se paraba ante nada.
Ese y no otro es el perfil moral y mental de aquella
fiera. Y esa es la sangre que lleva en la sangre
Angelita junto a la otra, a la sangre prostituida de “la
españolita” que vivía de amantes. ¿Y es esa damisela
la que habla de “moralistas sin moral”? Inmoral ella
misma que toda su vida ha vivido de lo robado a este
país ¿o ha sido de su trabajo?

MUCHO MENOS FUE ESTADISTA NI


CIVILIZADOR

Algo que Trujillo y los trujillistas siempre


pretendieron fue vender la idea de que este país era
una selva previo al 1930 y que fue Trujillo que lo
“civilizó”. Y aparece más de un trujillista disimulado
que repite y airea esa falsedad. Y no faltará quien
endose a Trujillo la construcción de la Catedral
Primada y hasta el Alcázar de Colón. El servilismo da
para todo.
Pero cualquier dominicano sólo tiene que caminar
por Gazcue para saber cuál fue el máximo nivel que
produjo el trujillismo. Bien, Gazcue es el monumento
al desarrollo urbano trujillista. Compárenlo con otras

31
urbanizaciones y zonas residenciales de clase media
alta y alta y verán si hemos avanzado o no.
Los 31 años trujillistas fueron de retroceso en todos
los órdenes para el país. Las obras públicas hechas
por el tirano se hacían como negocio para él: esta era
su finca, su propiedad. Y todos los dominicanos
siervos de la gleba de este señor feudal anacrónico.
Al frustrar el desarrollo de un empresariado
nacional, vía el crimen, el despojo y el abuso, nuestro
país, comparado con Cuba, por ejemplo, que exhibía
en el mismo período impresionantes niveles de
desarrollo, era de un atraso espantoso, pese al
maquillaje que las obras trujillistas querían
disimular.
No sólo un dañino retroceso en lo económico, en lo
político todavía es el tiempo en que padecemos las
secuelas de aquel régimen: el caudillo que se
entroniza en el poder y no respeta Constitución ni
leyes; el tráfico de influencias; la carencia de marcos
legales verídicos a los que los ciudadanos,
empresarios y trabajadores puedan acogerse; la
prevaricación y el dolo; la corrupción; el sicariato
(iniciado por Trujillo cuando mandó a matar al poeta
y político Virgilio Martínez Reyna y con la letal “42”),
los abusos de poder, la impunidad y otras prácticas
derivadas de la Era infame de Angelita I.
¿Y el daño moral? La sumisión rastrera, el
clientelismo, el soborno, el chantaje, la moral de

32
María Gargajos, el maipiolaje, el lambonismo, el
caliesaje y las exaltaciones delirantes ¿no son todavía
inconductas que se viven en todas las formaciones
políticas y que asquean en todos los gobiernos?
¡Y viene esta pérfida señora a vendérsenos como
inocente víctima de la ingratitud de los dominicanos!
¡La hija del “Benefactor”, como ella misma persiste
en llamarlo!

LAS MOTIVACIONES DE LOS HÉROES


DEL 30 DE MAYO

¿Dónde se pone en evidencia su verdadero


propósito? En la respuesta que da a varias preguntas
que le hace el director del Listín Diario a las
“motivaciones” de los héroes del 30 de Mayo.
Siempre es sospechoso discutir sobre motivaciones,
porque lo que cuenta es el impacto positivo o no de
los hechos. Las intenciones son subjetivas y cada
quien las pinta a su conveniencia. Para la hija del
delincuente infame, la motivación de los héroes del
30 de Mayo era “la ambición”.
Ellos eran los ambiciosos. Ahora bien, ¿basado en
qué lo dice? ¿Qué documento o conversación recoge
la división de bienes que los conjurados hicieron
previo a la comisión del acto justiciero? ¿Cuáles
empresas eran para la familia Díaz? ¿Cuáles otras
33
para la familia De la Maza o la Báez? ¿Qué finca
tocaría a Amado García Guerrero? ¿Qué otras
tocarían a los Tejada o a los Cedeño?
Porque la ambición (el propósito de eliminar a
Trujillo para apoderarse de sus bienes), tendría que
haber originado una repartición previa para que,
muerto el tirano, cada quien corriera a adueñarse de
la parte del despojo que le tocaba.
Nunca hubo tal acuerdo, ni tal motivación, ni
conversación alguna sobre el tema. Se trata de una
vulgar calumnia propia de una calumniadora
contumaz, empecinada en retorcer los hechos para
exculparse de la impía sangre que le fluye por las
venas.
Y como buena calumniadora que es, sigue acusando
sin proporcionar prueba alguna: “se demostró a
través de los años”, los que quedaron vivos “fueron
muy favorecidos”. ¿Y por qué no nos dice qué
propiedades del Estado o bienes de los Trujillo
usufructúan los Amiama Tio, los Imbert Barrera, los
Báez Perelló, los Cedeño, los Díaz Quezada, los De la
Maza, los García Guerrero, los Cáceres, los Tejada,
etc., incluyendo a los vinculados a la trama y que
sobrevivieron como los Reid Cabral, los Vicini, los
Cabral, etc.?
No es haciendo alusiones improbadas que se
esclarecen las cosas.

34
Angelita, que ha sobornado a funcionarios públicos y
se ha apropiado de documentos y propiedades del
Estado dominicano, incluyendo los videos y películas
de Radiotelevisión Dominicana y archivos del propio
Palacio Nacional, cuestión admitida por su propio
esposo, el desertor y delincuente Luis José
Domínguez, tiene suficiente material para probar el
origen de fortunas y propiedades, además de la
colaboración de funestos cortesanos del trujillismo
que mantienen en el país posiciones de poder.
¿Por qué no denuncia con pelos y señales los
desmanes y la apropiación indebida de bienes del
Estado y de las empresas de los Trujillo? Primero,
porque no hubo tales “favorecimientos”. Segundo,
porque tanto durante los siete meses del gobierno de
Juan Bosch en 1963, como desde el 1966 en que han
gobernado los partidos Reformista, Revolucionario
Dominicano y de la Liberación Dominicana, los
trujillistas han cogobernado el país desde esos
mismos partidos o desde sus aliados. Y si algunos
han depredado el Estado y se han enriquecido con el
patrimonio incautado a Trujillo fueron ellos, no los
antitrujillistas y menos los que cumplieron la digna
tarea de librarnos del monstruo que nos desangraba.

¿DÓNDE APARECE QUE ANGELITA


ADMITIÓ LOS “EXCESOS”?
35
No leí en ninguna de las respuestas que la infame hija
de Chapita admitiera “algunos excesos” de su padre.
Por el contrario, justifica sus prácticas. Es más,
muchas de lo que se cuenta y ha documentado de
torturas, crímenes, vejaciones, despojos, etc., no son
más que el resultado de “fantasías” inventadas por
personas “para hacerse mártires y héroes ante los
demás y ante la opinión pública”.
Eso, claro, debe incluir los fotomontajes o las
manipulaciones vía photoshop (aunque no existía
para la época), de la foto de José Messón en la silla
eléctrica y otras por el estilo. Ya sabemos que Messón
lo que quería era hacerse el mártir y el héroe ante los
demás ¿verdad, Angelita?
Y por si acaso usted o alguien no lo sabía, el crimen
del administrador del Banco de Reservas, muerto por
haber entregado a Fulgencio Batista los millones de
dólares depositados por aquel en su cuenta, fue el
producto de que aquel infeliz burócrata bancario
estaba involucrado en un complot para asesinar a
Trujillo. ¡Habrase visto tales disparates!
Uno tiene que aguantarse las náuseas para navegar
por estas retahílas de infamias, sueltas sin escrúpulo
ni decoro alguno. ¿Su meta? Engañar al país,
prostituir su memoria histórica, desinformar y
pervertir.

36
UNA ÚLTIMA MENTIRA ENTRE TANTAS
DICHAS

Despidámonos con otra mentira más, el cuento de la


Fundación “Rafael Leónidas Trujillo”. El libro,
extenso y rico en información, “Los Estados
Unidos y Trujillo 1960-1961. Los días finales”,
del escritor y economista Bernardo Vega, recoge y
documenta las presiones que el gobierno
norteamericano hizo a los Trujillo, en particular a
Ramfis Trujillo, el trastornado hijo del sátrapa, para
traspasar al Estado dominicano las propiedades que
figuraban como patrimonio del tirano.
¿Por qué Ramfis cedió? Porque buscaba
desesperadamente que le levantaran las sanciones
económicas y diplomáticas al país y el Estado
norteamericano desembolsara varios millones de
dólares de la venta de azúcar, retenidos al país.
¿Dónde está el desprendimiento generoso y
desinteresado? ¡No hubo ninguno! Ramfis lo que
pretendía era apropiarse de aquellos millones de
dólares y alzar vuelo, tal como hizo luego de la
masacre de Hacienda María: el asesinato cobarde de
un puñado de héroes que, de seguro, querían
“hacerse mártires y héroes ante los demás y ante la
opinión pública”.

37
Pero donde la bota es cuando dice, con toda esa
candidez fingida, que “ninguno de nosotros tenía
dinero fuera del país” y que “ninguno de nosotros
recibíamos asignaciones del gobierno, ni contratas”.
Y luego a continuación informa que “Ramfis creó
algunas industrias como la Chocolatera, la fábrica
de pinturas, los Molinos Dominicanos y nosotros
éramos accionistas” (¿Y con qué dinero se montaron
esas industrias y se adquirieron esas acciones? ¡Con
papeletas de Monopolio, de seguro!). Todo, “asistido
de la generosidad de mi padre”, que era quien
sacaba el dinero del Estado dominicano, esquilmado
a su gusto.
Y aquí es donde llega al colmo: “…pero mi mamá,
cuando nosotros éramos pequeños, sacó una cuenta
para cada uno de nosotros, para mi hijo menor,
Rafael Leónidas Trujillo Martínez, y ahí estuvo
poniendo dinero todos los años y logró sacar esas
cuentas y de esas cuentas es que nosotros hemos
vivido toda la vida”. ¿Ven? No tenían “dinero fuera
del país”, sino unas cuentecitas donde se depositaba
dinero año tras año, tan pródigas que de ellas
“nosotros hemos vivido toda la vida”. ¡Vividora de lo
ajeno! ¡Parásita del expolio al pueblo dominicano! ¡Y
a una cosa así le dedican páginas los periódicos
dominicanos! ¿No hay víctimas a las que entrevistar?

38
El maquillista
39
A Heberto Padilla

Inicialmente, pidieron al poeta


simplemente silencio. Le enseñaron las rosas y
ordenaron:
“Limítate a ellas. Habla de su perfume, su color, su
tersura.
aparta ahora la vista y déjanos actuar como
debemos”.
Luego se le acercaron de nuevo
y le instruyeron: “No hables de lo que ves, sino de
aquello
que querrías ver. De cómo el mundo será
después de que este horrendo tiempo pase
y las tareas desgraciadas que nos tocan hacer
la hagamos. Pinta el sueño, pinta el futuro.
Sé un ingeniero del alma” y para eso
pusieron en sus manos premios, ediciones y
reconocimientos.
Entonces echó mano a sus palabras
40
y se extasió en contemplar el paraíso
mientras a su vecino lo sacaban a medianoche de la
cama
y lo perdían para siempre en una cárcel.
Por último se le acercaron,
sorprendidos por su habilidad para adecentar
con la palabra la vida sórdida y pidieron
“Escribe sobre nosotros.
Píntanos como debíamos haber sido.
Exalta nuestros hechos y disfrázalos.
Haz que nos amen, nos veneren y respeten.
Muestra que eres capaz de todo,
como nosotros”
Y entonces con palabras que se podrían en sus manos
empezó a maquillar a monstruos.
Monstruo él mismo entre los monstruos.

(De: “Argucias contra el tiempo”, poemario de Aquiles Julián


editado por Libros de Regalo, editorial digital gratuita, en la Colección
Lectofilia digital, que dirige el autor, en el 2011)

41
Más infamias adicionales
de Angelita Trujillo
42
“Los dominicanos tenemos una gran
deuda de gratitud con el generalísimo
Trujillo. Sin él no tuviéramos los
dominicanos la democracia que vive
hoy el país.”
Angelita Trujillo

La edición del jueves 26 de mayo del 2011 del


periódico Listín Diario trae la segunda parte de la
entrevista hecha por su director, el periodista Miguel
Franjul, a la hija predilecta del monstruo criminal
que nos aplastó por 31 años: Rafael Leónidas Trujillo.
Esta segunda parte es, como la anterior, una
destilación de la infamia moral y mental de esta
delincuente. Una afrenta al país, a cada dominicano,
a cualquier persona con dignidad.
De ahí que sea pertinente desmontar sus infundios y
evidenciar la malignidad de sus juicios, la
perversidad de sus propósitos, la bajeza en que una y
otra vez incurre.
De entrada, es válido poner en evidencia que se trata
de una delincuente redomada, carne de presidio que
ha escapado impune a la acción de la justicia por la

43
complicidad de los que han ejercido y ejercen la
autoridad en nuestro país.
Ninguno de los años que ha vivido esta delincuente
se ha ganado un solo día el pan: siempre ha sido una
parásita. No sabe lo que es trabajar. Ella misma lo
admitió: ha vivido de dineros robados a este país,
ella, el delincuente del esposo, desertor y proscripto,
y su familia, incluyendo al sirve-para-nada que aspira
a engancharnos como príncipe heredero de la
monarquía trujillista, el tal “Ramfito”.
No sólo es delincuente por vivir de fondos robados a
este pueblo por su madre, una “querida” que supo
enganchar por vía de una barriga al entonces
cabecilla de la asociación de malhechores que se
adueñó del poder en 1930; también lo es por
conspirar para destruir el régimen democrático y
reinstalar la tiranía trujillista; por calumnia y
difamación, al escribir un libelo infamante. También
lo es por soborno y adquisición de documentos y
propiedades robados al Estado dominicano, como los
films del patrimonio audiovisual de Radiotelevisión
Dominicana y los archivos distraídos del Palacio
Nacional. Y lo es, por último, por violar la ley 58-80
que prohíbe la promoción del trujillismo en
República Dominicana, delito en que incurrió junto a
sus cómplices de la llamada Universidad del Caribe.
¿La enjuiciarán por ese cúmulo de delitos? No aspire
a ello: sus cómplices están sólidamente incrustados

44
en este gobierno y en los tres principales partidos
políticos, el PRSC, el PRD y el PLD, así como en otros
de los mal llamados “emergentes”, variopinta camada
de buscavidas guiados por la teoría política del
“sácame-lo-mío”. La impunidad es la norma para
cierto tipo de delincuencia. Si no, pregúntese qué
penalidad cumplieron los que mandaron al sicario
Joaquín Pou Castro (ningún general, ni ex –general
ni general retirado, llamémosle como lo que siempre
fue), a asesinar al periodista y dirigente del PCD,
Orlando Martínez. Andan por ahí, de lo más
campantes. Esa es la verdad de la “justicia” en este
país. Y no hay otra.

LA PRUEBA ÁCIDA DEL TRUJILLISMO EN


CUALQUIER PERSONA

Una cosa es Trujillo y otra cosa los trujillistas. A


Trujillo lo ultimaron en un acto de valor y heroísmo
digno de imitar, los dignísimos héroes del 30 de
Mayo. ¿Tenían un pasado de colaboración con el
régimen muchos de ellos? Sí, al igual que el 98% de
los dominicanos que fuimos cómplices, pasivos la
mayoría, activos una minoría, de aquel régimen por
conveniencia o por cobardía.
Modesto Díaz Quezada era presidente del Partido
Dominicano, cierto. Y ese dato lo que hace es que lo
45
enaltece. Pudo elegir seguir disfrutando las mieles
del poder. Escogió arriesgar su vida y la de su familia.
Y pagó con su vida su decisión.
El teniente Amado García Guerrero era del Cuerpo de
Ayudantes Militares del monstruo. ¿Eso lo infama?
No, lo enaltece. Tomó una decisión y la regó con su
sangre, para liberarnos del monstruo. ¿Hicieron lo
mismo los otros militares? No, ellos salieron a matar
a los héroes que ajusticiaron a Trujillo.
Saulo de Tarso fue un perseguidor feroz de los
primeros cristianos. Estuvo presente y aplaudió el
suplicio de Esteban. ¿Y a quién le debe el
cristianismo, fuera de Jesús, mayor mérito en su
difusión por todo el Imperio Romano, que al
rebautizado Pablo, tras su conversión camino a
Damasco? ¿Debemos, debido a su pasado, negarle o
restarle méritos y sacar sus epístolas del Nuevo
Testamento?
Todos tenemos un pasado y cosas de las que
avergonzarnos o de las que reconocer que fueron
equivocaciones. Yo lo he hecho con las mías. Modesto
Díaz, de quien el pariente y colaborador de Trujillo,
Virgilio Alvarez Pina, dice en su libro autobiográfico
recopilado por sus hijos que en 1929 “Modestico” le
recomendó que se “montara en el tren” de la
conspiración contra Horacio Vásquez, fue el mismo
que dijo con responsabilidad, “Yo ayudé a subirlo y
yo tengo que ayudar a bajarlo”. ¿Cuántos de los que

46
ayudaron a subirlo y a mantenerlo tuvieron el mismo
coraje y la misma responsabilidad?
De ahí que lo que sería la prueba ácida de la
proclividad trujillista declarada o encubierta de
alguien es su actitud ante los héroes del 30 de Mayo.
Si anda repitiendo calumnias trujillistas contra ellos
o es trujillista o es un cretino y lo más probable una
mezcla de ambos a partes iguales.

¿RETORNARON O NO LOS TRUJILLISTAS


AL PODER EN 1966?

Aunque no resulta elegante citarse a sí mismo,


incurro en el hecho para recordar que en mi artículo
anterior, Las infamias de Angelita Trujillo, expresé
claramente que desde 1966 hasta la fecha, los
trujillistas han cogobernado al país desde el PRSC, el
PRD y el PLD o desde sus aliados.
La alianza que Juan Bosch y Joaquín Balaguer
hicieron en 1961 en reunión a puertas cerradas en el
hotel Waldorf Astoria, en New York, y que motorizó,
vía el respaldo de las estructuras políticas del Partido
Dominicano en cada localidad a las que se les hizo
llegar la información de que serían perseguidas y
desconsideradas si la Unión Cívica Nacional ganaba
las elecciones de 1962, el triunfo del PRD en las
primeras elecciones libres celebradas en el país tras
la defenestración de la dictadura, produjo un ingreso
47
masivo de calieses, personeros del régimen caído,
empleados de Johnny Abbes en Radio Caribe, ex
legisladores trujillistas y demás paleros y cortesanos
a lo que era en realidad una entelequia sin peso ni
prestigio entre el exilio dominicano: el llamado
Partido Revolucionario Dominicano.
Fueron allí a blanquear con el “cloro revolucionario”
del PRD, que siempre ha sido instrumentalizado para
lo mismo (incluyendo a parte de los autores
intelectuales del crimen de Orlando Martínez), un
pasado de sicariato, de hostigamiento a la Iglesia
Católica, de caliesaje, de torturas, de servilismo.
Y en aquel régimen sólo hay que revisarles el pedigrí
a muchos “revolucionarios” de conveniencia para
darnos cuenta de su procedencia.
Ese conocimiento, claro, se le ha estafado a este
pobre país, manejado por consignas y
mediaverdades. De ahí tantos loquitos que creen que
opinan cuando en realidad repiten esa “historia a la
carta” construida para que el dominicano
desconozca la verdad de su pasado reciente. Y es esa
“historia a la carta”, fabricada por cierta izquierda
que desde 1960 ha hecho causa común con el
trujillismo, la que se enseña en nuestras escuelas y
universidades (¿sorprendidos? ¿Van a creerle las
protestas “anticomunistas” de Angelita Trujillo? Fue
Trujillo, el padre, quien trajo el MPD al país desde
Cuba en 1960 y Ramfis, el hijo (no “Ramfito”, el

48
impostor, sino el verdadero), era quien protegía a
Máximo López Molina en su casa de veraneo en Boca
Chica, mientras supuestamente se le buscaba para
arrestarlo, según informa en sus memorias el
secretario de Ramfis, César Saillant Ornes).
¿Qué hicieron esa izquierda y ese PRD desde el
mismo 1961? Lapidar a las fuerzas antitrujillistas
como “oligárquicas”. Eran “los tutumpotes” de los
que hablaba Bosch. Crearon un monigote, “los
oligarcas”, “la oligarquía”, como si Trujillo hubiese
permitido que existiera un poder económico
significativo ajeno a él, su familia y paniaguados, y
confundieron a un pueblo ingenuo y cándido, que se
tragó el cuento repetido oportunistamente por
millares de dirigentes del Partido Dominicano en
todas las comunidades del país (era el único partido
organizado a nivel nacional que existía en realidad),
que actuaban asustados por la amenaza de ser
procesados, encarcelados o despojados de bienes si
las fuerzas antitrujillistas agrupadas en la Unión
Cívica Nacional alcanzaban el poder.
¿A qué condujo todo eso? Al retorno, en 1966, de esas
fuerzas, que en su mayoría fueron reagrupadas en el
llamado Partido Reformista, organizado por el último
presidente títere de Trujillo, el Dr. Joaquín Balaguer,
desde el exilio, al poder, con el apoyo, según la
misma Angelita declaró en la entrevista, de Ramfis y
la familia Trujillo. “Lo apoyamos en todo lo que

49
pudimos para que pudiera ganar las elecciones”.
¿Quiénes, entonces, fueron los que canibalizaron y
despilfarraron los bienes: fábricas, fincas, etc.,
quitados a los Trujillo? ¡Oh, los que llegaron al poder
en 1966: los trujillistas! ¿O fueron los antitrujillistas
los que recibieron aquel “apoyo” en todo lo que se
pudo para ganar las elecciones del 66?

¿ES O NO ES UNA DELINCUENTE


REDOMADA?

No voy a hacer mayor énfasis en la calumnia que


repite como cotorra vieja sobre la suerte de las
Mirabal. Ya en mi libro digital “El último estertor del
trujillismo” que publiqué y distribuí gratuitamente
por la Internet (para que nadie diga que busco
lucrarme de Trujillo. Ni lo necesito ni me interesa),
mostré la carencia de evidencias de sus acusaciones.
Es viejo este tipo de prácticas. Y ella, hija de un
simulador, capaz de mandar a Ludovino Fernández,
el sicópata aquel famoso por aplicar la Ley de Fuga a
ladronzuelos mientras él mismo tiene hasta una
urbanización y una calle en la ciudad capital
(muestra, junto a otras calles dedicadas a esbirros
trujillistas como Francisco Prats Ramírez y Virgilio
Díaz Ordóñez de que el trujillismo se quedó
cogobernando al país), a que cortara la cabeza a
50
Desiderio Arias sólo para después hacerse el
escandalizado y rendir honras a quien él mismo
mandó matar, no tiene ningún empacho en
demostrar que es astilla de tan inicuo palo.
Claro, su desvergüenza llega a niveles cada vez más
descarados. Es cosa sabida cómo Ramfis se ensañó,
con toda la crueldad propia de su desequilibrio
mental, en particular con Pupo Román al que redujo
poco menos que a un amasijo sanguinoliento de
carne. Pero según Angelita, de Pupo “no se podía
alegar que fuera torturado”. Y uno tiene que leer
eso. Peor aún, los centros de tortura da “La 40” y “El
9” son simplemente “inventos” de los “comunistas”.
No hubo tales torturas ni tales crímenes. Y quienes
perdieron la vida, como el novelista Ramón Marrero
Aristy, por ejemplo, asesinado por Trujillo (o quizás
también mandado a asesinar por aquel
“colaborador” de su padre, quien también con
Marrero dio igual orden a Pupo de “echarle esa vaina
al Jefe”, la perdieron por conspirar para matar a
Trujillo. Igual sucedió, quién pone en duda la palabra
de la escritora e intelectual María de los Ángeles del
Corazón de Jesús Trujillo Martínez, hija que es de
otra intelectual y escritora de fuste, de la que se pidió
su nominación al premio Nobel de literatura, la
eximia María Martínez de Trujillo, autora de dos
obras cumbres de la literatura universal:
“Meditaciones morales” y “Falsa Amistad”, con otros

51
que complotaron para matar a Trujillo como Jesús de
Galíndez Suárez, José Almoina, Gerald Lester
Murphy (esa fue una vaina mayor que le tiraron al
Jefe, pues generó una investigación del FBI con nada
menos que Edgar J. Hoover como persona
directamente interesada detrás), Octavio de la Maza,
uno de los fundadores de la Compañía Dominicana
de Aviación (otra vaina al que el “colaborador” del
Jefe mandó a matar para empujar a Antonio de la
Maza, su hermano, a buscar venganza).
Ya sabemos que incluso los sicarios de su mismo
cuerpo de espionaje que Trujillo mandó matar en
diversos momentos, hay que atribuirlo a que
“complotaron” para matar al Benefactor. Tremenda
intelectual nos gastamos.

CÓMO ANGELITA JUSTIFICA LA TIRANÍA

“¿Se podía realizar la obra que hizo mi padre con un


régimen democrático?”, se pregunta en un alarde
retórico la hija del tirano. La obra de crímenes,
abusos, despojos y tropelías no. La obra física y de
infraestructura se hubiera sobrepasado.
Los trujillistas se solazan en los “palacios” (hay todo
un lenguaraje hiperbólico y una hinchazón verbal
típicas del trujillismo, todo son “palacios”,
“princesa”, “generalísimo” y otras desmesuras

52
propias del servilismo rastrero) y demás obras físicas.
Pero el desarrollo de un país no consiste en obeliscos
y Monumentos a la Paz de Trujillo. El tirano castró y
cercenó el desarrollo de un empresariado nacional,
que sí pudo empezar a constituirse a partir del 1962.
Aquel Estado corporativo en que el Estado era
Trujillo y Trujillo era el Estado, el mayor empleador,
produjo un país totalitario filofascista.
La Era de Trujillo fue una perversión de cualquier
desarrollo posible. Involucionamos y retrocedimos en
todos los órdenes. Sólo el tirano, sus familiares y
paniaguados tenían derecho a prosperar. Nadie más.
Cualquier florecimiento de la economía particular de
alguien llamaba de inmediato la atención envidiosa y
depredadora del régimen. ¿No fue acaso su tío, José
Arismendy Trujillo alias Petán, el responsable mayor
de la férrea enemistad de Rómulo Betancourt con el
régimen al quererle despojar de un negocio de
exportación de plátanos a Puerto Rico que
Betancourt tenía en el país en sus tiempos de exilio?
Si se compara al país con Cuba en el mismo período
de tiempo, veremos la real cara de nuestro atraso.
Allí hubo una burguesía nacional, misma que, al
llegar Fidel Castro al poder, emigró a Miami con una
mano delante y otra detrás, y allí prosperó de nuevo,
porque lo importante no es tener dinero, es saber
producir dinero, y ellos se fueron con el know-how
empresarial, una verdadera sangría de la inteligencia

53
o “fuga de cerebros” como ahora se vive en
Venezuela. Aquí casi el 80% de la empleomanía eran
empleados de la familia Trujillo. Nos tenían cogidos
por el cheque a todos.
Repetir las mentiras del “desarrollo” del país cuando
Trujillo es un embuste de tomo y lomo. No hay
desarrollo sin desarrollo de un empresariado que
compita y de un mercado nacional. Las empresas
trujillistas no podían sobrevivir porque vivían en
régimen de monopolio y con un mercado ya no
cautivo, sino esclavizado. Y es que no existían en el
país administradores calificados, sino simples
burócratas serviles a Trujillo. ¿Cómo iban ellos a
sacar a flote compañías fundadas en el monopolio? Y,
conste, que he leído a más de un “izquierdista”
repitiendo la misma monserga (claro, tampoco tienen
ni idea de cómo opera la economía y el capitalismo
¿No son anticapitalistas, según ellos?).
Llamar a Trujillo “patriota” es una de las peores
infamias. Y si el servil Abelardo Nanita lo dijo, lo dijo
por “alpiste”, como aquel otro servil, masa de grasa y
abyección, que fue Arturo Logroño, parásito como el
que más. Esa opinión más que de Nanita, sería
propia de Nananita o Trespatines. Y es el respeto que
merece.
Trujillo fue el criminal alumno de sicópatas como los
capitanes del US Marines Corp Charles Merkel y
Charles R. Buckalew, que sirvió a la soldadesca

54
yanqui en la represión del alzamiento de los
campesinos del Este frente a los despojos y desmanes
de que fueron víctimas para extender las
plantaciones azucareras de los ingenios
norteamericanos. Allí mató, torturó y violó (y de
seguro Isabel Guzmán decía, mientras Trujillo la
violaba en el campanario de la iglesia de Los Llanos,
“Es todo un galán”), y también aprovechó para
chantajear, secuestrar, atracar y despojar a su gusto,
con lo cual hizo fortuna. ¿Es brindarse de verdugo
para perseguir y matar a sus propios conciudadanos
una muestra de patriotismo? Un preboste contra su
propio pueblo, eso fue siempre. Y no más que eso.

LA ÚNICA VERDAD DICHA POR LA HIJA


DEL TIRANO

Angelita Trujillo implica a los norteamericanos, “a la


CIA”, en el asesinato del tirano. ¿Y en qué país vive?
Pregunte usted si ha interpuesto algún recurso, pese
a que su hija es fiscal, parte del sistema legal
norteamericano, para develar la participación
norteamericana en el complot que mató a su padre, o
ha pedido algún tipo de compensación por ello (y lo
necesita, porque aunque se ha vivido de los pródigos
ahorros durante todos estos años, ahora hay que
dividir entre seis la herencia y no creo que sean tan
55
pródigos como para dar para tantos. De hecho, si no
fuera así no quisiera que carguemos con el sirve-
para-nada de “Ramfito”, tan original como una copia
desleída).
Con todo, le reconozco una verdad: la única que ha
dicho de toda su monserga. Tanto así que la puse
como cita de este artículo: los dominicanos debemos
a Trujillo la democracia que hoy vivimos. Lo que no
dice es que es en sus insuficiencias, limitaciones,
deformaciones, impunidades, corrupción, falta de
decoro y miserias.
No hemos sido, los que hemos vivido estos últimos
50 años, dignos del sacrificio y el ejemplo de los
héroes del 30 de Mayo.
Hemos fallado en honrar su legado y dignificar este
país. Hemos permitido que las prácticas trujillistas se
perpetúen. Hemos callado cuando debimos hablar.
Hemos sido cobardes y cómplices. Hemos puesto
precio al honor y al decoro.
Por eso y sólo por eso es que es verdad que la
democracia que hoy vivimos se la debemos a Trujillo.
Porque se mató a Trujillo pero no se terminó de
matar al trujillismo en conductas, moral y
pensamiento.
De ahí que en este quincuagésimo aniversario de la
gesta heroica del 30 de Mayo vale que el ejemplo
inmortal de los héroes que esperaron al criminal
entorchado en la carretera a San Cristóbal y lo

56
mandaron al infierno prenda de nuevo en nuestros
corazones. Ellos no pusieron su sangre para que
termináramos en esta democracia mediatizada y
prostituida. Esa condición es fruto del trujillismo que
todavía pervive. Hay que terminar su obra y eliminar
el trujillismo por completo.

57
Calles

58
Aquí, mientras me desplazo por las calles, topeto
con los esbirros y sus víctimas:
A ambos dedicamos nuestras calles.
Allí el infame que justificó el crimen
y aquí el que padeció la bala
Una esquina más allá el que pronunció el
discurso
a dos o tres cuadras del torturado
Cualquier plaza dedicada al orador felón
al que ocultó el hecho
al que se desgranó en loas
Y algunas calles para los que murieron
Pero, eso sí, cuidando siempre
de que el esbirro y su víctima
muestra maravillosa de justicia,
en ninguna ocasión
hagan esquina.

(De: “Argucias contra el tiempo”, poemario de Aquiles Julián


editado por Libros de Regalo, editorial digital gratuita, en la Colección
Lectofilia digital, que dirige el autor, en el 2011)

59
Las insuficiencias de
nuestra democracia y la
reivindicación del
trujillismo, y sus
responsables
60
“Desde aquí podremos
transmitir a todas las generaciones
todo el sacrificio, toda la heroicidad de
quienes lucharon para que en la
República Dominicana exista libertad,
democracia, independencia y justicia
social”.
Leonel Fernández
Presidente constitucional de la Rep. Dominicana
Acto inauguración Museo de la
Resistencia.

Un artero movimiento en pinzas, desde un supuesto


radicalismo de boca e izquierdismo trasnochado, en
el fondo trujillismo vergonzante, como veremos; y
por el otro, desde la desvergonzada reivindicación del
nefasto régimen que encabeza la hija del tirano y su
pareja, se pone en evidencia, para echar lodo y
calumniar a los héroes del 30 de Mayo con motivo
del quincuagésimo aniversario de la única acción
heroica que logró su meta en todo el siglo XX
dominicano.
¿Cuál es el propósito velado de toda la estrategia?
Lograr instalar en el país una “fundación cultural”
que sirva para estructurar un partido político

61
trujillista y postular a Luis José Ramfis Domínguez
Trujillo, alias “Ramfito”, el hijo de Angelita I, como
candidato, capitalizando la ignorancia, confusión,
desinformación y carencias formativas de la
población, y reiniciar la tiranía, aprovechando cierta
tendencia antidemocrática y pro gobiernos
autoritarios que prevalece en América Latina.
Así, tanto los trujillistas como los falsos “radicales
izquierdizantes” echan pestes sobre nuestra
maltrecha democracia, abominan de sus lacras,
insuficiencias, permisividades, impunidades y
limitaciones. Lo que no dicen es que si nuestra pobre
democracia es tal, no se debe a los héroes del 30 de
Mayo, sino a ellos, a los trujillistas que recuperaron
el control del poder en 1966 y a los sectores
supuestamente liberales y de izquierda que se aliaron
con ellos en 1961 y 1964-65, y que empezaron a
denostar de la democracia como régimen de gobierno
y a vindicar la dictadura, enalteciéndola como el tipo
de gobierno mejor para este país. ¿Qué gran
diferencia tendría el apellido que le pongan a la
dictadura? ¡Era dictadura! Sea trujillista, del
“proletariado” o con “respaldo popular”.
Ante los actos de este quincuagésimo aniversario de
la gesta heroica que nos libró del malhechor
ensorbecido, han emprendido una renovada alianza
antipatriótica, antinacional y desvergonzada, para
elevar el nivel de ruido y confusión, de manera que la

62
conciencia ingenua del dominicano sea sorprendida
por falsedades que arrojen dudas y provoquen
desconfianza sobre su historia reciente, doren y
magnifiquen la tiranía mostrándola como un “tiempo
mejor” donde sólo los que se oponían a Trujillo
sufrían las consecuencias de enfrentar al poder, pero
en la que el pueblo dominicano “progresó” y “vivía
mejor” (mentiras de un descaro total), y provoquen
suspicacias y recelos sobre la conducta y la acción
viril de los héroes del 30 de Mayo, a los que se
intenta desacreditar por todos los medios posibles.

¿POR QUÉ TIENE TANTAS LIMITACIONES


NUESTRA DEMOCRACIA?

¿A qué se debe que, 50 años después de la muerte de


Trujillo, nuestra democracia tenga tantos rasgos
autoritarios, prevalezca tanta concentración de poder
en el Ejecutivo, las instituciones sean más formales
que reales, la Constitución siga siendo “un pedazo de
papel”, la impunidad y la corrupción permanezcan
intocadas, y la justicia sea un mercado en que jueces
y fiscales se lucran de manera descarada y el dinero
opere como el real código penal o civil, y no las leyes?
Tanto trujillistas como estos seudo radicales
izquierdófilos (y reales trujillistas vergonzantes),
suelen echar pestes de nuestra endeble democracia, a
63
la que acusan de todos los males y todas las maldades
habidas y por haber. Y tras toda esa campaña contra
nuestros magros avances se esconde un propósito
que los une: desacreditar la democracia para
enaltecer… ¡la dictadura!
Ciertamente, tenemos muchas insuficiencias, lacras y
deformaciones. Ahora, pregúntese, ¿debido a qué?
¿Quiénes son los responsables de que no hayamos
avanzado? ¡Oh, pues los trujillistas y los sectores
supuestamente liberales y de izquierda que se aliaron
a ellos! Son los reales responsables del mamotreto de
democracia que todavía exhibimos y lo crearon para
poder desacreditarlo a gusto y provocar que la náusea
que ciertas prácticas deleznables que todavía se
cometen con total impunidad y descaro lleve a los
cándidos dominicanos, que son la mayoría, a darle
espacio a la reinstauración de la tiranía.
Desde el equivocado pacto de Juan Bosch y Balaguer
en el Waldorf Astoria de Nueva York en 1961 por el
cual el PRD recibiría el apoyo de los remanentes del
Partido Dominicano, único partido que existía
totalmente estructurado en el país, a cambio de
impunidad (política de “borrón y cuenta nueva”), los
sectores que se han presentado una y otra vez como
liberales y prodemocracia y de tendencia
izquierdizante, han en realidad legitimado y servido
al peor de los enemigos de este país: el trujillismo.

64
A los dirigentes y miembros del Partido Dominicano
se les informó, comunidad por comunidad, que
serían perseguidos, desconsiderados, humillados,
arrestados y despojados si la Unión Cívica
Dominicana, entidad que agrupaba a las fuerzas
sociales que habían descabezado la dictadura, ganaba
las elecciones del 1962, primeras elecciones libres en
nuestro país, tras 31 años de dictadura.
Ese hecho, la alianza entre Bosch y Balaguer en 1961,
produjo una aberración: que la muerte de Trujillo no
trajera aparejada la desaparición del trujillismo.
Los trujillistas se inscribieron en masa en el PRD,
entelequia que existía sólo de manera formal en el
exilio, pues su negación a participar en la gesta de
Constanza, Maimón y Estero Hondo lo había aislado
y desacreditado. Eso explica por qué un partido que
era unas siglas sin militancia (¿pregúntese cuántos
perredeístas arribaron al país, fuera de Ángel Miolán,
Ramón Castillo, Nicolás y Lucy de Silfa, su esposa, y
Juan Bosch, y verá que el llamado PRD no era más
que una entelequia que no llenaba un cuarto? ¿Cómo
entonces ganó las elecciones de diciembre del 1962?
¡Oh, y con los votos del Partido Dominicano y los
trujillistas! ¿No lo sabía usted? Pues entérese), al
proponer la errónea táctica (útil a corto plazo,
inmoral y dañina a largo plazo, como demostró ser)
del “Borrón y cuenta nueva” que amnistiaba al

65
trujillismo y a los trujillistas, se impuso
electoralmente.
Calieses, esbirros, personeros de los que hostigaron a
la Iglesia Católica a finales de la dictadura (lo que
explica las reservas que la jerarquía católica tuvo
frente al PRD y no el “consevadurismo” como han
querido pintarlo), ex empleados de Johnny Abbes
García en Radio Caribe como Euclides Gutiérrez
Félix, ex diputados y senadores trujillistas, ex
alcaldes y figuras del trujillismo local como los
Sánchez Barets de Cotuí, hijos y parientes de
connotados trujillistas como Ivelisse Prats Ramírez,
la hija del esbirro Francisco Prats, entraron por
montones a blanquear con el “cloro revolucionario”
del PRD su pasado de colaboración activa con el
régimen depuesto.
Al legitimar el trujillismo y exonerarlo de culpas, y
limitar el trujillismo a Trujillo, sosteniendo que
muerto Trujillo el trujillismo había acabado, se les
dio un respiro a las estructuras políticas y sociales
que servían de sostén al régimen, que terminó por ser
mortal para nuestra incipiente democracia. De ahí
sus insuficiencias y la permanencia de prácticas y
añagazas trujillistas que perviven 50 años después de
muerto el tirano.

66
LA ALIANZA PARA DESACREDITAR LA
DEMOCRACIA

¿Qué hicieron posteriormente los sectores


formalmente de izquierda y los sectores
supuestamente liberales? La emprendieron contra la
democracia como modelo político y social,
desacreditándola ferozmente y promoviendo que lo
que debía ser la aspiración de este país era que se
instaurara… ¡una dictadura!
Se predicó por ciudades y campos que la democracia
no servía, que no funcionaba, que no era lo que los
dominicanos tenían que valorar, defender y
perfeccionar. Se vindicó el gobierno de fuerza, el
aplastamiento de toda disidencia o discrepancia, el
imponerse a las malas, por la fuerza, el culto al fusil
(porque “el poder viene del fusil” como se voceaba en
la UASD y en los liceos públicos), y se llamó a los
dominicanos a reinstaurar en el país una dictadura a
la que se le daba apellido: “del proletariado”, “con
respaldo popular”, “revolucionaria”, “de nuevo
tipo”, etc. Y en eso, de nuevo, coincidieron con los
intereses estratégicos de los trujillistas.
¿Cómo podía mejorar nuestra democracia si se le
descartaba como modelo? ¿Quién la iba a defender si
todas las fuerzas existentes en el país con cierta
significación la menospreciaban y la consideraban

67
inútil o innecesaria, considerando que lo que el país
precisaba era instalar de nuevo una dictadura?
Ese fue el pecado en que todos incurrimos. Y es el
que nos hace responsables a todos los que
sobrevivimos estos últimos 50 años de existencia
republicana de que el trujillismo perviva como una
amenaza para el país.
Y ahora mismo, disfrazado como radicalismo
izquierdizante, enumerando las lacras y deficiencias
que lastran nuestra democracia más formal que real,
vemos cómo siguen en un ejercicio de trujillismo
vergonzante haciendo causa común con los
desembozados partidarios de reinstalar en el país el
régimen de terror y oprobio del que el valor
temerario y la determinación heroica de los héroes
del 30 de Mayo nos libró.

¿USTED CREE QUE LA VERDAD DE LA


GUERRA DE ABRIL SE CONOCE?

Voy a aventurar ahora una hipótesis que sospecho


tiene fuertes posibilidades de ser verdad y que es
probable que permanezca conveniente en la sombra:
la real razón de que una buena parte de los militares
que hoy pasan por “constitucionalistas” y
“partidarios del retorno al poder de Juan Bosch” al

68
poder se involucraran en la conspiración contra el
“triunvirato” en 1964.
La revuelta militar y la guerra civil desatada en abril
de 1965 han sido mitificadas y manipuladas a
conveniencia tanto por el PRD como por las
“izquierdas”, a un grado tal que le han escamoteado
y estafado a este país la verdad de ese hecho
histórico.
Se sabe que hubo un sector militar, encabezado por el
coronel Rafael Tomás Fernández Domínguez, que
hizo el compromiso de retornar al poder a Bosch. Y
que hubo otro grupo, el llamado Grupo de San
Cristóbal uno de cuyos líderes lo era el coronel Neit
Rafael Nivar Seijas, partidario de la deposición del
Triunvirato y la convocatoria a elecciones libres, pues
tenía compromisos políticos con la candidatura del
Dr. Joaquín Balaguer. Y aquí va mi hipótesis: hubo
un tercer sector militar, que respondía a las órdenes
de Ramfis Trujillo, comprometido en un plan inicuo
de restaurar la dictadura trujillista y traer de nuevo al
país al hijo mayor del dictador. Este sector se
encubrió bajo el ropaje conveniente de los otros dos,
pero tenía su agenda oculta. Y en particular creo que
a este sector es que pertenecían Francis Caamaño
(que partidario de Bosch no era en nada), Manuel
Ramón Montes Arache (que cumplió para Ramfis
una tarea inmunda: mandar a asesinar al héroe

69
nacional Ángel Severo Cabral en 1965), Hernando
Ramírez y otros.
Lavados por el “cloro revolucionario” del PRD y las
izquierdas, estos militares trujillistas en forma
alguna, llevados al nivel de “héroes nacionales”, no
es verdad que van a clarificar su posible papel en pro
de la restauración del trujillismo en aquella conjura.
Sin embargo, ¿podía Francis Caamaño ser partidario
del retorno de Bosch al poder, cuando pidió en 1963
que “le dejaran al Ovejo para él tirarlo al mar”? El
incidente en que Bosch dijo que él nunca se sentaría
a la mesa a cenar con el hijo de Fausto Caamaño y en
que Caamaño, irritado, pidió que le entregaran a
Bosch para tirarlo por la borda de la goleta en que lo
extrañaban del país estaba lo suficientemente fresco
como para que Francis Caamaño cambiara sus
simpatías y pusiera en riesgo su rango militar y su
familia. Él tenía que tener otras motivaciones: su
trujillismo (fue ayudante militar de Trujillo, un
puesto altamente comprometedor y era hijo del único
secretario de las fuerzas armadas que no fue
miembro de la familia Trujillo en los 31 años de la
Era infame), tiene mayor posibilidad de ser. De una
posición mimada, como hijo de Fausto Caamaño,
ahora estaba en malas. El retorno de Ramfis
aprovechando la destitución del Triunvirato sí podía
motivarlo.

70
La conducta de Montes Arache revela claramente
cuál era su compromiso. No sólo su pasado: fue de
los implicados en el atentado terrorista contra
Rómulo Betancourt; tras el final de la guerra de abril
fue la eminencia gris tras la turba que asaltó la
residencia de la familia Cabral en Ciudad Nueva y el
que pagó a los autores del asesinato del héroe del 30
de Mayo Ángel Severo Cabral, cumpliendo un pedido
de Ramfis Trujillo de que se diera muerte a todos los
que complotaron para matar a su padre.
Y posteriormente, estuvo implicado en la conjura que
se montó para dar un golpe de estado
(¿revolucionario?) a Joaquín Balaguer y reponer en
el poder a Ramfis Trujillo, complot en que muchos
militares “constitucionalistas” hicieron causa común
con militares que lucharon en el bando del “gobierno
de reconstrucción nacional”. Sólo el conveniente
accidente en que perdió la vida Ramfis Trujillo (y que
tengo la sospecha de que fue provocado, pues no es
verdad que los norteamericanos, avisados como
estaban de la conjura, iban a permitir que un grupo
de nostálgicos de la tiranía armaran otro rebú y
desestabilizaran el país, sobre todo sabiendo, como
sabían, las actitudes antinorteamericanas de Ramfis),
hizo a Montes Arache desistir de su intención. Y la
foto del supuesto “constitucionalista” en el sepelio de
su líder real, Ramfis Trujillo, está ahí, para que nadie
se llame a engaño.

71
Y por último, la carta de Hernando Ramírez a Ramfis
Trujillo que aparece publicada en el tercer libro de
los archivos de Ramfis Trujillo entregados a
Rodríguez Demorizi que editó el historiador y
economista Bernardo Vega, deja bien claro que el
cabecilla de la conjura militar no era un partidario
del retorno de Bosch al poder sino un servil
instrumento de las aspiraciones de recuperar el
poder que exhibió poco después Ramfis Trujillo,
animado por sus partidarios en las fuerzas armadas
que le instaban a ello.
Ahí está mi hipótesis y algunos de los hechos en que
se fundamenta. ¿Podrá ser probada? Lo dudo. Hay
demasiados intereses envueltos. He públicamente y
en persona reclamado a mi amigo, el poeta y político
Tony Raful, que tiene una serie de datos sobre la
conjura para dar un golpe de estado
(¿revolucionario?) a Balaguer y reponer a Ramfis
Trujillo, que los haga público. Pero eso, sin dudas, le
crearía más de una dificultad en el PRD, partido que
vive de mitos y mentiras. Por lo que creo que todo
permanecerá convenientemente callado. Así es que se
construye la “historia a la carta” que padecemos los
dominicanos.

72
¿DÓNDE ESTOS RADICALES
ANTIDEMOCRÁTICOS REVELAN SU
TRUJILLISMO REAL?

Ya establecí que la prueba ácida, lo que deslinda a


trujillistas vergonzantes o a las claras, de los que
sostenemos en alto la bandera de la democracia y el
honor legados por los héroes del 30 de Mayo es,
precisamente, su valoración de la única acción
histórica exitosa de carácter patriótico, la más
importante y significativa, del siglo XX dominicano y
de sus ejecutores.
Ramfis, Angelita y los Trujillo no sólo han pretendido
eliminar físicamente a los que se conjuraron para
eliminar a Trujillo (y el atentado contra el general
Antonio Imbert Barrera en 1967 es, junto al asesinato
de Ángel Severo Cabral, “Plutarco”, demostración de
este plan criminal), también y, sobre todo, han
urdido una estrategia de desinformación, calumnias,
incriminaciones, acusaciones y una sórdida malla de
infamias para enlodar sus figuras, retorcer sus
motivaciones, empañar su acción y deslustrar su
heroísmo.
Y a ese plan antinacional y antipatriótico se suman
una serie de personajillos sin mérito ni moral, que
atacan desde “el radicalismo izquierdizante” a los
héroes del 30 de Mayo, en una operación de pinzas
para hacer el ruido suficiente como para que el
73
ejemplo de ellos en este quincuagésimo aniversario
de la gesta heroica no prenda en la conciencia y el
corazón de los dominicanos.
Todavía es todavía, y algunos implicados en la trama
contra Trujillo prefieren mantener el anonimato,
sabedores de que los Trujillo mantienen sectores
incluso en las mismas Fuerzas Armadas del presente
que sueñan con su retorno. ¿Acaso el presidente
anterior no levantó a Angelita y a su esposo el
impedimento de entrada y no les hizo una fiesta en la
Base Aérea de San Isidro en que la orquesta de la
aviación le tocaba a la hija del tirano los temas
musicales trujillistas, violando el entonces presidente
de forma descarada la ley 58-80, la Constitución de
la República, ese pedazo de papel que una y otra vez
ultrajó con sus prácticas autoritarias, y afrentando a
tantas víctimas de los crímenes de la Era infame? Y
no dudemos que los Trujillo aspiren a que una
posible vuelta de “Papá” les premie con la derogación
de la ley 58-80 y les dé carta blanca para sus planes
de operar como partido político organizado en el
país.
Sumarse de forma alegre a la campaña sucia contra
los héroes del 30 de Mayo, haciendo causa común
con Angelita Trujillo y su banda los desenmascara.
No sólo amplifican mentiras y calumnias contra los
héroes del 30 de Mayo, también amplifican el mito
del “período de mayor esplendor que jamás haya

74
conocido la historia de la república”, ¿juicio
valorativo basado en qué? ¡En el libelo trujillista de
Angelita!
Cuando estudié Programación Neuro-Lingüística,
PNL, una de las cosas que aprendí fue que ese tipo de
juicio partía de la eliminación del referente
comparativo, así que es conveniente desafiarlo:
¿período de mayor esplendor con respecto a cuál
otro? Se trata de un mito mal disimulado, basado en
que la mayoría de los dominicanos ni siquiera han
conocido aquellos tiempos infames y cualquier
mentira dicha puede pasar por verdad.
No es contra el pasado ni contra el futuro contra el
cual debemos contrastar ese período, sino contra el
mismo período en un país muy similar al nuestro, así
que escojo a la Cuba precastrista. Y ahí se muestra,
sin dudas, el formidable retroceso que significó el
trujillismo para el país.
Mientras Cuba desarrollaba un empresariado
nacional, aquí se descabezó toda posibilidad de tener
uno. Mientras Cuba desarrollaba instituciones
modernas, aquí se creaban mamotretos formales sin
contenido, pues la voluntad omnipotente del tirano y
su familia era la única institución, la única ley y el
único derecho real. Mientras Cuba desarrolló una
clase media pujante, aquí Trujillo y sus secuaces
acogotaban al país.

75
El gusto por el fascismo y su parafernalia que es
típica de los partidarios del totalitarismo, sea
estalinista o pronazi, hace que los desfiles, los
monumentos y edificaciones, los obeliscos y aquellas
industrias montadas sobre el monopolio y leyes que
les fabricaban un mercado por la fuerza al tirano (por
ejemplo, montar una fábrica de pintura y lanzar una
ley que obligaba so penalización de no hacerlo, a
pintar el frente de las viviendas), sean vistos como
pruebas de progreso. ¿En qué el obelisco o el
Monumento a la Paz son pruebas de progreso? ¿En
qué lo es la Feria de la Paz y Confraternidad del
Mundo Libre, aquella teatralización en que el tirano
quiso halagar a su hija haciéndola sentir una Isabel II
cualquiera, luego de su retorno de la coronación de la
reina británica?
La total carencia de criterio de qué es lo que significa
el desarrollo y el progreso de un país hace que se
repita la atroz mentira del progreso bajo Trujillo.
¿Qué hubo obras públicas? ¿Oh, y acaso este no era el
corral del tirano, su finca, su propiedad? ¿Qué
pretendían, que en 31 años no hicieran ni una
letrina?

A 50 AÑOS DE LA GESTA HEROICA UNA


AMENAZA Y UNA TAREA PENDIENTE

76
Que todavía haya actores implicados en la trama del
30 de Mayo que prefieran el anonimato, como hizo
ver el Dr. Eduardo Díaz, presidente de la Fundación
30 de Mayo en el conversatorio que se realizó en
FUNGLODE el pasado jueves 26 de mayo, con la
presencia del Señor Presidente de la República, no
deja de alertarnos de los peligros que todavía se
ciernen sobre nuestra frágil democracia.
El retorno de los servidores de Trujillo al poder en
1966, con el triunfo de Joaquín Balaguer, al que
financiaron significó una involución del proceso
democrático, una mediatización que caricaturizó la
democracia naciente y la lastró con las viejas
prácticas antidemocráticas de la tiranía.
No menos daño recibió la democracia de los errores
cometidos por el principal líder de oposición, el
escritor Juan Bosch, quien inició una feroz campaña
contra la democracia y las elecciones, tildadas de
“mataderos”, proclamando que el país lo que
necesitaba era ¡una dictadura “con respaldo
popular”! Ya supongo la risotada que tal disparate le
provocó al entonces presidente Balaguer: ¡Juan
Bosch promoviendo una dictadura en un país que
recién se había librado de una bien larga, de 31
terribles años de duración!
Las izquierdas marxanas, por otro lado, denunciaban
a la democracia y abjuraban de ella, proclamando la
inutilidad de las elecciones (“¡Los electoreros son

77
traidores!”), y promoviendo que este país lo que
necesitaba era ¡una dictadura “del proletariado”!
La pervivencia de prácticas y esquemas culturales y
políticos trujillistas hace que nos quede la tarea
pendiente de liquidar el trujillismo de una vez por
toda.
Hemos fracasado, quienes sobrevivimos a los héroes
del 30 de Mayo en esa impostergable tarea, en esa
responsabilidad que nos legaron. El mismísimo
presidente de la República actual decía anoche, en el
acto de inauguración del Museo de la Resistencia en
la Arzobispo Nouel, evento al que tuve la cortesía de
ser invitado por la Federación de Fundaciones
Patrióticas a instancia de mi querido amigo Nelson
Báez, hijo del héroe del 30 de Mayo Miguel Ángel
Báez Díaz, que “todavía existen carencias que
ameritan cambios y reformas” (Listín Diario, lunes
30 de mayo del 2011, Pág. 4A).
La alianza que en los hechos muestran los supuestos
“radicales antisistema” con las huestes del
trujillismo que encabeza Angelita Trujillo indica
claramente que la amenaza del trujillismo es una
realidad de la que no debemos descuidarnos.
Hay que educar a nuestra población, hay que asumir
la responsabilidad de perfeccionar y profundizar
nuestra democracia, destrujillizarla; hay que
responsabilizarse del legado recibido y sellado con su

78
sangre generosa y sus vidas, de los héroes del 30 de
Mayo.
Y hay que cerrarle el paso al trujillismo, se declare de
forma desembozada o nos llegue de manera taimada
y vergonzante, disfrazado de crítica radical y
“antisistema”.
Porque, como dijo el presidente Fernández anoche,
tenemos que actuar, los buenos dominicanos, para
que se eleve y concretice “la sensibilidad y el
compromiso para que jamás se repita en la
República Dominicana la tiranía, la opresión y la
dictadura”, y yo añado ni trujillista, ni del
“proletariado”, ni “con respaldo popular” o
cualquier otro apellido con el que quiera disfrazarse.

79
Tenemos a bien
recomendar…

80
Nuestro problema en realidad no es de
procedimientos,
es de fotografía
Tenemos que aprender cómo disimular los
garrotazos
qué zonas no tocar del cuerpo
dónde infligir dolor sin que genere ronchas
verdugones
marcas que nos delaten
Tendremos que promover algún entrenamiento
una certificación ISO
para que la tortura se haga con calidad total.
Qué padezcan, pero que no se note
Qué emitan alaridos desgarrantes
pero que nadie pueda incriminarnos
Llevemos el suplicio a un nivel superior
y enseñémosles a sonreír a cámara previo al flash.

(De: “Argucias contra el tiempo”, poemario de Aquiles Julián


editado por Libros de Regalo, editorial digital gratuita, en la Colección
Lectofilia digital, que dirige el autor, en el 2011)

81
Colección Lectofilia digital

1. palabra dada / ensayos Aquiles Julián

2. Contra Angelita Trujillo y sus


infamias / ensayos y poemas Aquiles Julián

82
Contra Angelita Trujillo y sus infamias / ensayos y
poemas

El libro

El quincuagésimo aniversario del ajusticiamiento de Trujillo no


podía, de mi parte, pasar sin que honrara públicamente el valor,
el patriotismo, la grandeza de los que nos libraron del monstruo
que nos pisoteaba de manera inmisericorde. Los héroes del 30
de Mayo y sus familias merecen mi agradecimiento y el de todos
los dominicanos. Y este modesto libro digital es mi aporte,
humilde y agradecido, a la celebración de este 50 Aniversario
del hecho histórico más importante ocurrido en la República
Dominicana en todo el siglo XX: el ajusticiamiento del tirano.

El autor

Aquiles Julián (El Seibo, Rep. Dominicana,


1953)
Escritor, teatrista y cineasta dominicano. Ganador
de importantes premios literarios en su país.
Empresario de network marketing. Editor de
varias colecciones digitales, entre ellas Muestrario
de Poesía, La Biblioteca Digital, Libros de Regalo y Lectofilia
digital. Sus artículos se reproducen en medios y blogs de
distintos países, entre ellos España, Uruguay y Estados Unidos.

l e ctofilia
digital
2011 83

También podría gustarte