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Física y Anestesia "Solamente puede aceptarse como satisfactorio nuestro conocimiento si somos capaces de expresarlo mediante números".

Lord Kevin

Unidades básicas de medición

Una parte importante de los conocimientos que hacen posible la parte científica de la anestesiología son patrimonio de lo que en medicina se
denomina "ciencias básicas". Es por ello, que en los primeros volúmenes de esta obra se tendrán que tocar por necesidad, algunos aspectos de
la relación existente entre la anestesiología, la física, la química, la bioquímica, la fisiología y la farmacología.

Se consideran ciencias experimentales aquellas que por sus características y, particularmente por el tipo de problemas de los que se ocupan
pueden someter sus afirmaciones o enunciados al juicio de la experimentación. La física constituye un importante ejemplo de las ciencias
experimentales. La historia de esta disciplina pone de manifiesto que la experimentación ha desempeñado un doble papel en su desarrollo.
Con frecuencia, los experimentos científicos sólo pueden ser entendidos en el marco de una teoría que orienta y dirige al investigador sobre
qué es lo que hay que buscar y sobre qué hipótesis deberán ser evaluadas experimentalmente. En ocasiones, los resultados de los
experimentos generan información que sirve de base para una elaboración teórica posterior.

Este doble papel de la experimentación como juez y guía del trabajo científico se apoya en la utilización de medidas que facilitan la
descripción y comparación de los fenómenos en términos de cantidad.

La operación que permite expresar una propiedad o atributo físico en forma numérica es precisamente la medida. La noción de magnitud
está inevitablemente relacionada con la medida. Se denominan magnitudes a ciertas propiedades o aspectos observables en un sistema físico
que pueden ser expresados en forma numérica. En otras palabras las magnitudes son propiedades o atributos medibles. La longitud, la masa,
el volumen, la fuerza, la velocidad, la cantidad de sustancia son ejemplos de magnitudes físicas. En el lenguaje de la física la noción de
cantidad se refiere al valor que toma una magnitud dada en un cuerpo o sistema concreto.

Una cantidad de referencia se denomina unidad y el sistema físico que le da forma a la cantidad considerada como unidad se denomina
patrón. El proceso de medir se basa en la comparación de una magnitud con otra de la misma especie que se toma como patrón o unidad.
Los procesos de medida en física pueden realizarse de dos modos: mediante la comparación directa con el patrón empleado ( medida
directa), o por la aplicación de una teoría, midiendo directamente un valor a partir del cual se puede deducir el valor de la magnitud buscada
por medio de la aplicación de alguna ley (medida indirecta).

Tipos de magnitudes

Magnitudes fundamentales. Son aquéllas que no pueden derivarse de ninguna otra y constituyen la base de los sistemas de medida empleados
en física; estos son la longitud, la masa y el tiempo. La elección de dichas magnitudes se deriva de consideraciones de orden práctico y no
implica que éstas representen propiedades fundamentales de la energía o la materia.

Magnitudes derivadas. Son aquéllas que se obtienen a partir de las fundamentales por combinación de ellas o como consecuencia de la
aplicación de las leyes físicas. Así, por ejemplo, la velocidad es la relación entre la longitud y el tiempo, por lo que se expresa en
metros/segundo.

Sistemas y unidades de

medidas

A lo largo de su existencia, el hombre ha venido empleando diversos tipos de sistemas de unidades. Éstos están íntimamente relacionados
con la condición histórica de los pueblos que las crearon, las adoptaron o las impusieron a otras culturas. Su permanencia y extensión en el
tiempo lógicamente también ha quedado ligada al destino de esos pueblos y a la aparición de otros sistemas más coherentes y generalizados.

Las unidades de medidas usadas en la mayoría de los países iberoamericanos derivan de los sistemas centímetro-gramo-segundo (cgs) y
metro-kilogramo-segundo (MKS).

El sistema inglés de medidas utiliza entre otras: millas, pies, libras, grados Fahrenheit, etc.

La física constituye un importante ejemplo de las ciencias experimentales. La historia de esta disciplina pone de manifiesto que la
experimentación ha desempeñado un doble papel en su desarrollo.

Magnitudes fundamentales. Son aquéllas que no pueden derivarse de ninguna otra y constituyen la base de los sistemas de medida
empleados en física.

La noción de magnitud está inevitablemente relacionada con la medida

La cantidad de una sustancia de peso molecular conocido se expresa en moles

Un galón EUA (1 gal USA)=3.785 litros.

Un galón inglés (1 gal Imp)=4.546 litros.


Un pie cúbico (1 cu ft)=28.3 litros.

Una libra=453.6 gramos.

Una milla= 1 609 metros.

Un pie= 33.5 centímetros.

Grados Fahrenheit= °C x 9/5 + 32= 1.8 (°C) + 32.

Unidad de presión (psi)= libra por pulgada cuadrada.

Si bien este sistema anglosajón de medidas, todavía está en vigor en determinadas áreas geográficas, es un ejemplo evidente de un sistema de
unidades que aunque lo pudiéramos considerar en recesión, se sigue usando, siendo fuente de cierta dificultad para hacer comparaciones
entre experimentos. En relación con esta situación, con el fin de facilitar la comunicación y cooperación en el terreno científico y técnico, a
nivel mundial, se ha señalado lo ventajoso que resultaría el adoptar un sistema internacional de unidades. En este sentido, la XI Conferencia
General de Pesas y Medidas celebrada en París en 1960 tomó la resolución de adoptar el anteriormente llamado Sistema Práctico de
Unidades, como Sistema Internacional de Unidades (SIU). El SI establece como magnitudes fundamentales la longitud, la masa, el tiempo,
la intensidad de la corriente eléctrica, la temperatura, la intensidad luminosa, y la cantidad de sustancia fijando las correspondientes unidades
para cada una de ellas.

Unidades fundamentales

Metro (m). Es la longitud del trayecto recorrido en el vacío por la luz durante un tiempo de 1/299 792 458 de segundo.

Kilogramo (kg). Se define como la masa de un patrón de platino iridiado que se conserva en la Oficina Internacional de Pesas y Medidas de
París en las condiciones fijadas por la Primera Conferencia General de Pesas y Medidas en 1889. De forma cilíndrica, sus dimensiones son
de 39 mm de diámetro por 39 mm de altura.

Segundo (s). Se define como la duración de 9 192 631 770 periodos de la radiación correspondientes a la transición entre dos niveles
superfinos del estado fundamental del átomo de Cesio 133.

Amperio (A). Es la intensidad de corriente eléctrica que al circular por dos conductores rectilíneos, de grosor despreciable, paralelos entre sí,
y separados mutuamente por una distancia de un metro en el vacío, genera una fuerza mutua de atracción de 2 x 10 -7 neutonios por cada
metro de longitud de la línea paralela.

Grado Kelvin o grado absoluto (k). Unidad de temperatura termodinámica correspondiente a la fracción 1/273.16 de la temperatura
termodinámica del punto triple del agua.

Candela (cd). Es la intensidad luminosa que irradian en dirección normal 1/600 000 m 2 de superficie de un cuerpo negro, a la temperatura de
solidificación del platino y a una presión de 101 325 pa.

Mol (mol). La cantidad de materia de un sistema que contiene tantas entidades elementales (átomos, moléculas, etc.) como átomos hay en
0.012 kg del nucleido Carbono 12. Dicho número coincide con el número de Avogadro.

La cantidad de una sustancia de peso molecular conocido se expresa en moles, donde: número de moles (mol)= Peso en g/peso molecular, y
por consiguiente, las unidades de concentración son mol/litro, mmol/litro, µmol/litro, etc. Para iones univalentes, como Na +, K+, HCO3 y Cl,
milimoles y miliequivalentes son numéricamente iguales. En el caso de un ion divalente como el Ca ++, el número de miliequivalentes ha de
dividirse entre 2 (la valencia) para convertirlos a milimoles. Para transformar resultados previamente expresados como mg/100 ml y mmol/l,
la cifra debe dividirse entre el peso molecular de la sustancia en cuestión (para convertir mg a milimoles) y multiplicarse por 10 (para
transformar desde 100 ml a 1l). Ejemplo: para convertir 90 mg/100 ml de glucosa a mmol/l: 90 x 10/180 (peso molecular de la glucosa)= 5
mmol/l. Cuando se considere la cantidad de la sustancia, más que la concentración, 90 mg de glucosa equivalen a 90/180=0.5 mmol.

Unidades derivadas

Coulomb (c). Cantidad de electricidad transportada en un segundo por una corriente de un amperio.

Joule (J). Trabajo producido por una fuerza de un newton cuando su punto de aplicación se desplaza la distancia de un metro en la dirección
de la fuerza.

Newton (N). Es la fuerza que, aplicada a un cuerpo que tiene una masa de un kilogramo, le comunica una aceleración de un metro por
segundo, cada segundo.

Pascal (Pa). Unidad de presión. Es la presión uniforme que, actuando sobre una superficie plana de un metro cuadrado, ejerce
perpendicularmente a esta superficie una fuerza total de un newton.
Voltio (v). Unidad de tensión eléctrica, potencial eléctrico, fuerza electromotriz. Es la diferencia de potencial eléctrico que existe entre dos
puntos de un hilo conductor que transporta una corriente de intensidad constante de 1 amperio cuando la potencia disipada entre esos puntos
es igual a 1 watt.

Watt (w). Potencia que da lugar a una producción de energía igual a 1 joule por segundo.

Ohm (W). Unidad de resistencia eléctrica. Es la resistencia eléctrica que existe entre dos puntos de un conductor, cuando una diferencia de
potencial constante de 1 volt, aplicada entre dos puntos produce en dicho conductor, una corriente de intensidad de 1 amperio, cuando no
haya fuerza electromotriz en el conductor.

Weber (Wb). Unidad de flujo magnético, flujo de inducción magnética. Es el flujo magnético que, al atravesar un circuito de una sola espira,
produce en la misma una fuerza electromotriz de 1 volt si se anula dicho flujo en 1 segundo por decrecimiento uniforme.

El Sistema Internacional de Unidades distingue y establece, además de las unidades básicas o fundamentales y de las derivadas, un tercer tipo
formado por aquellas que aún no están incluidas en ninguno de los dos anteriores y se denominan unidades suplementarias (como el radian
por ejemplo). Además existen unidades especiales no SIU como litro (l), día (d), hora (h) y minuto (min).

El Sistema Internacional acepta una serie de coeficientes (llamados prefijos) que multiplican o dividen el valor de una magnitud expresada en
cierta unidad, sin necesidad de asignarle un nombre diferente como sucede en los sistemas tradicionales de unidades de medida. Dichos
prefijos se emplean de forma individual, no estando permitido combinarlos. Se indican mediante la anteposición de una partícula al nombre
de la unidad, como por ejemplo, en el caso del voltio (v), kilovoltio (kv) para expresar 1 000 voltios. Los prefijos aceptados por el Sistema
Internacional y sus correspondientes valores numéricos son:

atto (a) 10-18 exa (E) 1018

femto (f) 10-15 peta (P) 1015

pico (p) 10-12 tera (T) 1012

nano (n) 10-9 giga (G) 109

micro (µ) 10-6 mega (M) 106

mili (m) 10-3 kilo (k) 103

centi (c) 10-2 hecto (h) 102

deci (d) 10-1 deca (da) 101

Unidades de presión usadas

actualmente y su conversión

Presión es fuerza por unidad de superficie. Atmósfera (atm), kilogramo por centímetro cuadrado (kg/cm 2), bar (bar), y milibar (mbar), libra
por pulgada cuadrada (psi), torricelli (torr), milímetro de mercurio (mmHg), y centímetro de agua (cm H 2O). De acuerdo con las normas del
Comité Internacional de Pesos y Medidas, sólo se conservará el uso de las unidades atmósfera y bar. Todas las otras unidades antes
enlistadas serán reemplazadas por el pascal (Pa) y el kilopascal (kPa).

Equivalencias de las unidades convencionales de presión:

1 atm=1.033 kg/cm2=14.7 psi=1.013 mbar=760 torr= 760 mm Hg

1 kg/cm2=0.968 atm=14.23 psi=736 torr

1 torr= 1 mm Hg=0.00132 atm=1.36 cm H2O=0.1333 kPa

1 cm H2O=10 mm Hg/13.6=0.735 torr

1 bar=1 dyn/cm2

Equivalencias entre estas unidades y el kilopascal:

kPa= torr x 0.133 torr= kPa x 7.501

kPa= cm H2O x 0.098 cm H2O= kPa x 10.197


kPa= atm x 101.325 atm= kPa x 0.010

kPa= psi x 6.895 psi= kPa x 0.145

Cuando menos, en teoría, el Sistema Internacional de Unidades, a partir de 1960 iría substituyendo paulatinamente el uso de las unidades
tradicionales en todos los países adheridos a la Conferencia General de Pesos y Medidas. En la realidad, después de 37 años, el avance al
menos en México no se ha extendido como debiera, ya que no debería existir para nosotros mayor dificultad para irlo adoptando. Debiera
insistirse más en su uso en las Escuelas de Medicina, en los planes de estudio de las Residencias Médicas, en los reportes de los laboratorios,
y en las normas para los autores para la publicación de libros y revistas médicas.

El Sistema Internacional de Unidades distingue y establece, además de las unidades básicas o fundamentales y de las derivadas, un tercer
tipo formado por aquellas que aún no están incluidas en ninguno de los dos anteriores y se denominan unidades suplementarias.

De acuerdo con las normas del Comité Internacional de Pesos y Medidas, sólo se conservará el uso de las unidades atmósfera y bar.

"Solamente puede aceptarse como satis-


factorio nuestro conocimiento si somos capaces de expresarlo mediante números". Lord Kevin

Unidades básicas de medición

Una parte importante de los conocimientos que hacen posible la parte científica de la anestesiología son patrimonio de lo que en medicina se
denomina "ciencias básicas". Es por ello, que en los primeros volúmenes de esta obra se tendrán que tocar por necesidad, algunos aspectos de
la relación existente entre la anestesiología, la física, la química, la bioquímica, la fisiología y la farmacología.

Se consideran ciencias experimentales aquellas que por sus características y, particularmente por el tipo de problemas de los que se ocupan
pueden someter sus afirmaciones o enunciados al juicio de la experimentación. La física constituye un importante ejemplo de las ciencias
experimentales. La historia de esta disciplina pone de manifiesto que la experimentación ha desempeñado un doble papel en su desarrollo.
Con frecuencia, los experimentos científicos sólo pueden ser entendidos en el marco de una teoría que orienta y dirige al investigador sobre
qué es lo que hay que buscar y sobre qué hipótesis deberán ser evaluadas experimentalmente. En ocasiones, los resultados de los
experimentos generan información que sirve de base para una elaboración teórica posterior.

Este doble papel de la experimentación como juez y guía del trabajo científico se apoya en la utilización de medidas que facilitan la
descripción y comparación de los fenómenos en términos de cantidad.

La operación que permite expresar una propiedad o atributo físico en forma numérica es precisamente la medida. La noción de magnitud
está inevitablemente relacionada con la medida. Se denominan magnitudes a ciertas propiedades o aspectos observables en un sistema físico
que pueden ser expresados en forma numérica. En otras palabras las magnitudes son propiedades o atributos medibles. La longitud, la masa,
el volumen, la fuerza, la velocidad, la cantidad de sustancia son ejemplos de magnitudes físicas. En el lenguaje de la física la noción de
cantidad se refiere al valor que toma una magnitud dada en un cuerpo o sistema concreto.

Una cantidad de referencia se denomina unidad y el sistema físico que le da forma a la cantidad considerada como unidad se denomina
patrón. El proceso de medir se basa en la comparación de una magnitud con otra de la misma especie que se toma como patrón o unidad.
Los procesos de medida en física pueden realizarse de dos modos: mediante la comparación directa con el patrón empleado ( medida
directa), o por la aplicación de una teoría, midiendo directamente un valor a partir del cual se puede deducir el valor de la magnitud buscada
por medio de la aplicación de alguna ley (medida indirecta).

Tipos de magnitudes

Magnitudes fundamentales. Son aquéllas que no pueden derivarse de ninguna otra y constituyen la base de los sistemas de medida empleados
en física; estos son la longitud, la masa y el tiempo. La elección de dichas magnitudes se deriva de consideraciones de orden práctico y no
implica que éstas representen propiedades fundamentales de la energía o la materia.

Magnitudes derivadas. Son aquéllas que se obtienen a partir de las fundamentales por combinación de ellas o como consecuencia de la
aplicación de las leyes físicas. Así, por ejemplo, la velocidad es la relación entre la longitud y el tiempo, por lo que se expresa en
metros/segundo.

El Sistema Internacional de Unidades distingue y establece, además de las unidades básicas o fundamentales y de las derivadas, un tercer
tipo formado por aquellas que aún no están incluidas en ninguno de los dos anteriores y se denominan unidades suplementarias.

De acuerdo con las normas del Comité Internacional de Pesos y Medidas, sólo se conservará el uso de las unidades atmósfera y bar.

Estática de los fluidos El peso específico de una sustancia es la relación entre su peso y el volumen que ocupa.

La estática de fluidos estudia el equilibrio de gases y líquidos. A partir de los conceptos de densidad y de presión, se obtiene la ecuación
fundamental de la hidrostática, de la cual el principio de Pascal y el de Arquímides pueden considerarse consecuencias. El hecho de que los
gases, a diferencia de los líquidos puedan comprimirse hace que el estudio de ambos tipos de fluidos tengan algunas características
diferentes.
Se entiende por fluido un estado de la materia en el que la forma de los cuerpos no es constante, sino que se adapta a la del recipiente que los
contiene. La materia fluida puede ser trasvasada de un recipiente a otro, es decir, tiene la capacidad de fluir. Los líquidos y los gases
corresponden a dos tipos diferentes de fluidos. Los líquidos tienen un volumen constante que no puede modificarse apreciablemente por
compresión. Se dice por ello que son fluidos incompresibles. Los gases no tienen un volumen propio, sino que ocupan el del recipiente que
los contiene; son fluidos compresibles porque, a diferencia de los líquidos, sí pueden ser comprimidos.

El estudio de los fluidos en equilibrio constituye el objeto de la estática de fluidos, una parte de la física que comprende la hidrostática o
estudio de los líquidos en equilibrio, y la aerostática o estudio de los gases en equilibrio y en particular del aire.

Para lograr un mejor entendimiento del comportamiento de los fluidos en reposo, es necesario recordar los conceptos de densidad, presión,
volumen y temperatura.

Densidad

La densidad de una sustancia es la relación entre su masa y el volumen que ésta ocupa. Su unidad en el sistema internacional (SI) es el
cociente entre la unidad de masa y la del volumen, es decir kg/m 3 o kg·m3.

Densidad absoluta es la masa de la unidad de volumen de un cuerpo. Ella depende del peso molecular y de la cantidad de moléculas
contenidas en ese volumen, o sea, del grado de aglomeración de las mismas, condición que depende a su vez, de las fuerzas de atracción
intermolecular y de la temperatura, agregándose en los gases otro factor importante que es la

presión. Si bien la densidad y el peso específico son términos que se utilizan en forma indistinta en ciertos contextos, lo correcto es
diferenciarlos.

El peso específico de una sustancia es la relación entre su peso y el volumen que ocupa. Como peso es igual a masa por aceleración de la
gravedad, el peso específico está expuesto a las conocidas variables de la gravedad según la ubicación de los cuerpos en el espacio y sobre la
superficie terrestre, en tanto que la densidad será siempre la misma mientras no se modifique el grado de cohesión molecular. La unidad de
peso específico en el SI es el N/m3 o N·m-3.

Por las razones antes señaladas, en lo que corresponde a la densidad, siempre es necesario indicar la temperatura en que se efectúa la
medición y, tratándose de gases, la temperatura y la presión. Por otra parte, para lograr un mejor entendimiento sobre el comportamiento de
los anestésicos inhalados y los cambios que experimentan al pasar del estado líquido al gaseoso, resulta de utilidad agregar a esta serie de
definiciones, la de densidad relativa. La densidad relativa de una sustancia es el cociente entre su densidad y la de otra sustancia
diferente que se toma como referencia o patrón. Para sustancias líquidas se suele tomar como sustancia patrón el agua, cuya densidad a 4
°C es igual a 1 000 kg/m3. Para gases la sustancia de referencia la constituye con frecuencia el aire que a 0 °C de temperatura y 1 atm de
presión tiene una densidad de 1.293 kg/m 3. Como toda magnitud relativa que se obtiene como cociente entre dos magnitudes iguales, la
densidad relativa carece de unidades físicas, por lo que puede ser especificada con la anotación densidad (agua= 1) o densidad (aire= 1),
según corresponda. Para resaltar la diferencia entre densidad y peso específico en lo relacionado al comportamiento de algunos anestésicos,
podemos establecer, que en igualdad de condiciones (20°C), 1 ml de enflurano o de isoflurano líquidos tienen una masa de 1.51 g, por lo que
su peso tiene el mismo valor; mientras que a 1 ml de halotano líquido le corresponde 1.86 g de masa y de peso. A 4 000 m.s.n.m., por
ejemplo, esas mismas masas ejercen un peso menor, consecuentemente sus pesos específicos serán menores también

Se entiende por fluido un estado de la materia en el que la forma de los cuerpos no es constante, sino que se adapta a la del recipiente que
los contiene

La densidad relativa de una sustancia es el cociente entre su densidad y la de otra sustancia diferente que se toma como referencia o patrón

Presión

El cociente entre la intensidad de la Fuerza (F) aplicada perpendicularmente sobre una superficie dada y el área (S) de dicha superficie se
denomina presión (P): P=F/S. La presión representa la intensidad de la fuerza que se ejerce sobre cada unidad de área de la superficie
considerada. Cuanto mayor sea la fuerza que actúa sobre una superficie dada, mayor será la presión, y cuanto menor sea la superficie para
una fuerza dada, mayor será también la presión resultante.

La presión en los fluidos. El concepto de presión es muy general y por ello puede emplearse siempre que exista una fuerza actuando sobre
una superficie. Sin embargo, su empleo resulta especialmente útil cuando el cuerpo o sistema sobre el que se ejercen las fuerzas es
deformable. Los fluidos no tienen forma propia y constituyen el principal ejemplo de aquellos casos en los que es más adecuado utilizar el
concepto de presión que el de fuerza. En el SI la unidad de presión es el pascal (Pa) y se define como la presión correspondiente a una fuerza
de 1 newton de intensidad, actuando perpendicularmente sobre una superficie plana de 1 m 2. 1 Pa equivale, por lo tanto a 1 N/m2.

Volumen específico

El volumen específico de cualquier sustancia es el espacio ocupado por un gramo de la misma. Se puede establecer que la masa de un cuerpo
muy denso es mayor que la de uno de igual volumen pero de menor densidad, por lo que se puede enunciar, que la masa de toda sustancia (en
cualquier estado físico) ocupa un volumen inversamente proporcional a su densidad. Los sólidos y los líquidos son incompresibles, por lo
tanto sus volúmenes pueden modificarse exclusivamente mediante cambios térmicos, los que producen la contracción o la dilatación de sus
masas. Los gases, en cambio modifican sus volúmenes no sólo a causa de las variaciones térmicas, sino también a las de presión, de donde el
volumen específico de los mismos se encuentra en relación inversamente proporcional a la presión a que son sometidos.

Temperatura
La teoría cinético-molecular de la materia recibe ese nombre porque admite que las diferentes partículas, átomos y moléculas, que
constituyen las sustancias están en continuo movimiento. En los cuerpos sólidos este movimiento es de vibración en torno a puntos fijos o de
equilibrio. En los gases el movimiento es desordenado y zigzagueante, a consecuencia de los choques de las moléculas del gas entre sí y con
las paredes del recipiente que las contiene. En los líquidos, como estado intermedio, pueden darse ambos tipos de movimientos moleculares.
La teoría cinético-molecular establece que la energía asociada a esos movimientos moleculares internos es la responsable de los fenómenos
caloríficos, y llega a demostrar que cuando se promedian las energías cinéticas individuales de las partículas en movimiento, la energía que
resulta es directamente proporcional a la temperatura del cuerpo expresada en grados de temperatura absoluta o escala Kelvin.

Junto a la definición de temperatura, basada en nuestros sentidos y apoyada en la observación de los fenómenos correspondientes, que la
presentan como una propiedad que caracteriza el grado de calor de los cuerpos y rige su transmisión de unos a otros, la teoría cinética
propone otra, compatible con la anterior, pero que ofrece la ventaja de explicar cuál es su naturaleza. La temperatura es una medida de
nivel de agitación interna de las partículas que constituyen un cuerpo, nivel expresado por el valor de su energía cinética media. Cuanto
mayor es la energía media de agitación molecular, tanto mayor es la temperatura que detecta la sensibilidad del hombre y que miden los
termómetros

La teoría cinético-molecular de la materia recibe ese nombre porque admite que las diferentes partículas, átomos y moléculas, que
constituyen las sustancias están en continuo movimiento

El concepto de presión es muy general y por ello puede emplearse siempre que exista una fuerza actuando sobre una superficie

Dinámica de los fluidos

El estudio del movimiento de los fluidos requiere de recordar una serie de conceptos que nos permitan entender de mejor manera tanto la
dinámica de los fluidos, como los fenómenos que se producen en los cuerpos sumergidos en sus corrientes

A menos que se fragmente, todo cuerpo sólido sometido a una fuerza, se desplaza conservando su forma y consecuentemente las posiciones
relativas de sus moléculas entre sí. Los fluidos, en cambio, pueden moverse de un sitio a otro cambiando su forma y/o posiciones
moleculares relativas.

Flujo

A menos que se fragmente, todo cuerpo sólido sometido a una fuerza, se desplaza conservando su forma y consecuentemente las posiciones
relativas de sus moléculas entre sí. Los fluidos, en cambio, pueden moverse de un sitio a otro cambiando su forma y/o posiciones
moleculares relativas. El movimiento de traslación masiva de las moléculas de un fluido, constituye su flujo y siempre está determinado por
diferencias de presión entre distintos puntos de su masa, de tal forma que el desplazamiento se hace siguiendo el sentido del gradiente de los
de mayor a los de menor presión. Los términos flujo o caudal se utilizan indistintamente para definir el volumen de un determinado fluido
que pasa por un sitio en un tiempo dado. Flujo= Volumen/Tiempo.

Carácter del flujo

Al pasar un fluido a través de un conducto, las partículas que lo integran, pueden asumir básicamente dos comportamientos. Si el
movimiento de las partículas se efectúa en forma lineal, formando capas paralelas, recorriendo el camino por la distancia más corta, se
denomina flujo laminar; bajo este comportamiento, las partículas del flujo que viajan por el centro del conducto alcanzan mayores
velocidades; la velocidad de viaje disminuye progresivamente en las capas paralelas de las moléculas que se mueven más cerca de las
paredes del conducto. Bajo estas características de movimiento en el flujo laminar, las capas paralelas de moléculas se deslizan entre sí,
ocurriendo fricción entre las capas adyacentes. La fricción interna de las moléculas de los fluidos en movimiento se llama viscosidad.

La viscosidad es una de las variables que determinan la magnitud del flujo laminar y la podemos considerar como una resistencia interna de
la masa de todo fluido, generada por las fuerzas de atracción intermoleculares, que se oponen al desplazamiento relativo entre las mismas,
cuando el flujo es laminar. El otro tipo de comportamiento de los fluidos en movimiento es el denominado flujo turbulento en donde las
líneas de desplazamiento de las moléculas del fluido no son paralelas, sino irregulares y anárquicas.

Resistencia al flujo

Al pasar los fluidos por cualquier sistema se presenta resistencia al flujo. Esta resistencia es causada por la fricción interna de las moléculas
del fluido, y está en función de la velocidad del flujo y con la fricción con las paredes del sistema que los contiene. Esta oposición al
movimiento de los fluidos se denomina resistencia. Se mide por la diferencia de presión entre los puntos de entrada y salida de un sistema
dado para una velocidad dada de flujo o grado.

Ley de Poiseuille

Si el diámetro de un tubo que contiene el movimiento de un fluido aumenta, se eleva considerablemente el gasto del orificio; y si se reduce,
se reducirá también el gasto. La relación exacta entre el gasto de un tubo y el diámetro del mismo fue elaborada por Poiseuille en 1841,
estableciendo que el volumen de un fluido emitido por un tubo es proporcional a la cuarta potencia de su diámetro. La participación del radio
en su cuarta potencia, indica que pequeños incrementos del mismo permiten grandes complacencias al flujo. Por ejemplo, si se duplica el
radio, y la diferencia de presiones entre los extremos del tubo se mantiene igual, el flujo aumenta 16 veces. Si en cambio, se duplica el radio,
y se mantiene constante el flujo, la resistencia disminuye 16 veces. Si se duplica la longitud del tubo, manteniendo las demás variables
constantes, la resistencia también se duplica, a menos que el flujo se reduzca a la mitad.

Aplicaciones en Anestesiología
En la práctica clínica anestesiológica, generalmente el flujo de gas a lo largo de un tubo tiene un comportamiento laminar, pero cuando la
velocidad del flujo aumenta, se alcanza una velocidad crítica con la cual el flujo tiende a hacerse turbulento. El flujo de aire en el aparato
respiratorio de un paciente normal es laminar, y el flujo de gases durante la inspiración en la aplicación de la anestesia no alcanza
velocidades lo bastante elevadas para producir un flujo turbulento. El diámetro interno de los tubos a lo largo de los cuales los gases fluyen y
la presencia de una obstrucción en ellos pueden no obstante, afectar la velocidad crítica y, por consiguiente, producir un flujo turbulento. Por
esta razón es importante que el anestesiólogo utilice para la intubación endotraqueal el tubo más grueso que logre pasar fácilmente a través
de la abertura glótica, porque en el adulto ésta constituye la parte más estrecha del aparato respiratorio entre los labios y la carina. En los
niños, el estrechamiento que produce el cartílago cricoides es el factor limitante. Además, los conectores de los tubos endotraqueales y los
codos deben ser de calibre ancho y curvos para evitar las turbulencias

La viscosidad es una de las variables que determinan la magnitud del flujo laminar y la podemos considerar como una resistencia interna de
la masa de todo fluido

En la práctica clínica anestesiológica generalmente el flujo de gas a lo largo de un tubo tiene un comportamiento laminar, pero cuando la
velocidad del flujo aumenta, se alcanza una velocidad crítica con la cual el flujo tiende a hacerse turbulento

Teorema de Bernoulli. Paso de fluidos en tubos de diámetro variable

En un sistema de presión hidrostática y velocidad de fluido o gasto constante, la cantidad de fluido que pasa por un determinado punto en la
unidad de tiempo será la misma, cualquiera que sea el sitio elegido para medir el gasto. Por lo que en un sistema en que los conductos del
fluido son de diámetro variable, se deduce que la velocidad del flujo tendrá que ser mayor en las porciones de diámetro menor. Estos hechos
se sustentan en el teorema del científico suizo Daniel Bernoulli (1700-1782) que establece que la velocidad de un fluido en un tubo de
diámetro variable, es inversamente proporcional al área de sección. De acuerdo con este teorema y con la ecuación de continuidad, en una
parte estrecha del conducto, un fluido debe aumentar su velocidad. Este aumento de la velocidad ocasiona una distribución de la presión
interna en el fluido. Bajo estas condiciones, tratándose de aire por ejemplo, al hacerlo fluir por un tubo y aumentar su velocidad de flujo,
aumentando la presión hidostática, la presión en un tubo lateral puede reducirse hasta igualarse con la atmosférica o incluso a cifras menores;
en este caso, el aire pasará por el tubo lateral al tubo de descarga, es decir, el aire será "aspirado" o arrastrado. El descenso de presión lateral
en las zonas de menor área de sección proviene de la transformación de la energía estática en energía cinética. Una aplicación del teorema de
Bernoulli es la diferencia de presiones que se establece por arriba y abajo de las alas de los aviones, que debido a su forma, generan esa
diferencia de presiones que empuja al avión hacia arriba y lo mantiene a flote. El teorema de Bernoulli también se puede expresar de la
siguiente manera: cuando un fluido se mueve de un lugar a otro, la velocidad y la presión cambian de manera que la suma de la energía
cinética [que denota la expresión 1/2 d v 2, o sea la mitad de la masa (d) por el cuadrado de la velocidad, más la energía potencial (o sea la
presión) permanecen constantes].

Al pasar un fluido de la parte estrecha de un tubo a otra con mayor área de sección, disminuye la velocidad y aumenta la presión lateral (Fig.
1). En 1797 Venturi demostró que, para que un fluido dado que se mueve por un tubo de diámetro variable vuelva a ejercer la misma presión
lateral que ejercía antes de la constricción, la porción distal del tubo tendría que dilatarse gradualmente (sin exceder de 15°) (Fig. 2). Este es
el principio en el que se basa la construcción del tubo Venturi.

Figura 1. Teorema de Bernoulli

Figura 2. Principio de Venturi

Combinando la teoría de Bernoulli, es decir, la presión lateral es menor donde la velocidad es mayor, con el principio de Venturi se logra la
construcción del inyector. En muchos dispositivos modernos ideados para medir la capacidad de un fluido que sale en un tiempo dado por un
orificio, se encuentran aplicados ambos principios, por ejemplo, en los atomizadores, en el mechero de Bunsen y en el aparato inyector que
se emplea para obtener mezclas variables de oxígeno y aire durante la oxigenoterapia (Fig. 3).

Rotámetros

Los medidores de flujo para gases más usados actualmente en aparatos de anestesia son los rotámetros llamados de resistencia variable, en
donde un pequeño flotador o rotor se desplaza libremente empujado por el flujo de gas dentro de un tubo vertical transparente y ligeramente
cónico. La resistencia al fujo dependerá del espacio variable comprendido entre el flotador y la pared del tubo, o sea, de la altura en la que el
flotador se detenga cuando la presión por debajo quede equilibrada con el peso de aquél más la presión distal. Esto quiere decir que con
cualquier flujo o caudal habrá siempre una misma diferencia de presión entre los dos extremos del flotador, y el flujo de gas dependerá
entonces de la resistencia al flujo, es decir, del espacio anular por donde el gas debe pasar entre el flotador y la pared cónica del tubo, y de la
densidad o viscosidad del gas en cuestión o de ambas.

La escala de cada rotámetro ha sido calibrada para un determinado gas, y no puede servir para medir el flujo de otro gas, que no tenga su
misma densidad y

viscosidad. La viscosidad en micropoises a 20° C del aire es 180, del oxígeno 193, y del óxido nitroso 136. La densidad aire= 1, para el aire
obviamente es de 1.0, para el oxígeno 1.1 y para el óxido nitroso 1.53.
Figura 3.

Entrada de aire Corriente principal de líquido que fluye Paso del chorro

En un sistema de presión hidrostática y velocidad de fluido o gasto constante, la cantidad de fluido que pasa por un determinado punto en la
unidad de tiempo será la misma, cualquiera que sea el sitio elegido para medir el gasto

Combinando la teoría de Bernoulli, es decir, la presión lateral es menor donde la velocidad es mayor, con el principio de Venturi se logra la
construcción del inyector

Los medidores de flujo para gases más usados actualmente en aparatos de anestesia son los rotámetros llamados de resistencia variable, en
donde un pequeño flotador o rotor se desplaza libremente empujado por el flujo de gas dentro de un tubo vertical transparente y ligeramente
cónico

Dinámica de los circuitos respiratorios en anestesia

Los sistemas con absorción de CO2, en los cuales se permite la reinhalación de los gases, presentan como ventajas, la conservación del
calor y humedad dentro del circuito, ahorro de anestésico por ser bastante eficiente, y reducción de la contaminación ambiental

En base al importante criterio de reinhalación o no de los gases, los circuitos anestésicos se agrupan en dos categorías: A) Sin reinhalación,
B) Con reinhalación

La finalidad de un sistema de adminisración de anestesia o circuito anestésico no es solamente la de proveer oxígeno, sino también debe
permitir bajo condiciones controladas la administración de gases y de vapores anestésicos, garantizando con eficiencia, la eliminación del
CO2 y ofrecer, al mismo tiempo, mínima resistencia para la respiración.

Si bien existe una falta de rigor en la ordenación taxonómica de los circuitos anestésicos, la reinhalación o no de los gases espirados y en
especial la forma de eliminación del CO 2 por razones fisiológicas, debe constituir el primer criterio sistémico de clasificación, lo cual puede
ser eficientemente realizado de tres maneras:

1. Eliminación hacia la atmósfera por medio de válvulas u orificios teniendo por base la relación entre el flujo de admisión de gases frescos
(FGF) y el volumen-minuto respiratorio (VMR).

2. Por la utilización de válvulas que no permiten la reinhalación.

3. Mediante la absorción química del CO2.

En base al importante criterio de reinhalación o no de los gases, los circuitos anestésicos se agrupan en dos categorías: A) Sin reinhalación,
en el cual el FGF debe ser igual o mayor que el VMR para que haya una eficiente eliminación por barrido del CO 2, usando además válvulas
que no permitan la reinhalación, (bajo máscara con administración gota a gota, pieza en T de Ayre o Mapleson E, sistemas Mapleson y sus
variantes y circuito Bain o Mapleson D), y B) Con reinhalación; en este caso se utiliza la absorción química del CO 2 para su eliminación; en
donde el FGF usado, siempre debería ser menor que el VMR. La reinhalación puede ser parcial o total.

Los sistemas con absorción de CO2, en los cuales se permite la reinhalación de los gases, presentan como ventajas, la conservación del calor
y humedad dentro del circuito, ahorro de anestésico por ser bastante eficiente, y reducción de la contaminación ambiental. Los sistemas sin
absorción, en los cuales los gases son eliminados, tienen como ventajas principales una mayor facilidad para variar la concentración de
anestésico descargado por el sistema, por el hecho de poder eliminar el uso de válvulas la resistencia a la respiración es menor, son versátiles,
de bajo costo y poco peso. Aunque en el lado de las desventajas son altamente ineficientes al permitir un gran desperdicio de oxígeno y
vapores anestésicos y por consiguiente generadores de contaminación ambiental; por lo que su principal indicación es en pacientes
pediátricos preferentemente en el grupo de recién nacidos, lactantes y preescolares.

Diversos tipos de circuitos anestésicos de no reinhalación fueron analizados y clasificados por Mapleson en 1954. Los flujos de gas fresco
requeridos para asegurar la eliminación de CO2 han sido ya establecidos y se relacionan con el volumen-minuto, producción de CO 2, talla y
edad del paciente. Cabe señalar que el comportamiento y eficiencia de eliminación del CO 2 cuando se usan estos circuitos anestésicos de no
reinhalación, aparte de depender del FGF, también pueden cambiar dependiendo de si la ventilación es espontánea o controlada.

Mapleson A (Magill). Este circuito consiste de un tubo corrugado, una bolsa reservorio, con entrada de gas fresco cerca de la bolsa, y una
válvula de rebosamiento espiratorio cerca del paciente. La reinhalación durante la ventilación espontánea en este circuito se evita con el uso
de flujos de gas fresco relativamente bajos (FGF mayor o igual que 1 x VMR). Sin embargo, este tipo de circuito se torna ineficiente para
eliminar CO2 cuandose usa con ventilación controlada, debido a que la resistencia en la válvula espiratoria deberá aumentarse para poder
ventilar de manera controlada al paciente. El aprovisionamiento de gas en el circuito ocurre durante la fase inspiratoria, reteniéndose gas
alveolar dentro del circuito durante la fase de exhalación, permitiéndose por lo tanto la reinhalación de gas alveolar lo que produciría un
aumento del CO2. Para lograr una adecuada eliminación del CO 2 usando este circuito con respiración controlada, se requiere un FGF tan alto
o más como los 20 l/min. Por lo que el uso de este circuito, prácticamente se reservará para los casos en que no sea necesario realizar
ventilación controlada.

Mapleson B. Este circuito presenta la entrada de gas fresco cerca del paciente pero distal a la válvula respiratoria. Este circuito funciona de
manera semejante tanto con el modo de ventilación espontánea como con la controlada a diferencia del Mapleson A. La composición de la
mezcla inhalada depende del FGF usado. La reinhalación puede evitarse si la velocidad del FGF es superior al doble del volumen minuto
(VM), tanto en ventilación espontánea como controlada.

Mapleson C. También conocido como circuito de Waters sin absorbedor. La disposición de sus componentes es similar al del Mapleson B,
aunque la longitud del tubo corrugado es acortada, lo cual reduce el volumen del reservorio y permite la buena mezcla de gases frescos y
exhalados. La mezcla inspirada contiene más gas alveolar que con el Mapleson B. Para evitar la reinhalación, se requiere de un FGF de 2 a 3
veces el VM.

Mapleson D. Este circuito puede describirse como una pieza T con válvula espiratoria. La entrada de gas fresco se localiza cerca del paciente
y la válvula espiratoria cerca de la bolsa reservorio. El contenido de su mezcla de gases inspirados está determinada por la velocidad de flujo
de gas fresco, el volumen corriente del paciente y de la duración de la pausa espiratoria. Una pausa espiratoria larga [frecuencia respiratoria
(F.R.) baja] permite que el gas fresco se mueva dentro del tubo y remueva o barra el gas alveolar. Una pausa respiratoria corta (F.R. alta)
proporciona un tiempo inadecuado para barrer el gas alveolar y puede permitir que la reinhalación ocurra. La cantidad de gas alveolar que
entra en el tubo puede aumentar si el volumen corriente es grande. La reinhalación en tal situación puede evitarse con FGF alto y con una
pausa respiratoria prolongada. Mapleson deter

minó que un FGF mayor a dos veces el VM es suficiente para evitar la reinhalación. La normocapnia puede mantenerse durante la
ventilación espontánea si el FGF es de 100 ml/kg/min a pesar de la reinhalación. Flujos de 206 ml/kg/min en pacientes pediátricos de cinco
años resultan en normocapnia. Durante la fase inspiratoria de la ventilación controlada, el gas alveolar y el del espacio muerto son forzados
hacia afuera por la válvula espiratoria en lugar del gas fresco por lo que este circuito causa menos reinhalación que el Mapleson B y el C.

Bain y Spoerel recomiendan los siguientes FGF durante la ventilación controlada con el circuito Mapleson D:

2 l/min en niños con peso menor a los 10 kg.

3.5 l/min en pacientes de 10 a 50 kg de peso.

70 ml/kg para pacientes con más de 50 kg de peso.

En cada uno de estos casos se recomienda un volumen corriente de 10 ml/kg y una F.R. de 12 a 16/min.

Circuito Bain. Este circuito es una modificación de Mapleson D en el cual el tubo que lleva el FGF que es de menor calibre, es introducido
de manera coaxial dentro del tubo corrugado de mayor calibre. Con esta modificación se conserva la entrada de gas fresco cerca del paciente,
mientras que los gases exhalados que se encuentran en el tubo corrugado son expulsados por la válvula espiratoria cercana a la bolsa
reservorio. Este circuito puede usarse tanto con ventilación espontánea como con controlada. El FGF para evitar la reinhalación es semejante
al de Mapleson D. Para lograr normocarbia durante ventilación espontánea se requiere un FGF de 200-300 ml/kg. Con ventilación controlada
la normocarbia se logra con FGF de 70/ml/kg.

Mapleson E. Es una modificación de la pieza T de Ayre desarrollada en 1937 por Phillip Ayre para usarla en pacientes pediátricos sometidos
a corrección de paladar hendido o cirugía intracraneal. Consiste en una entrada de gas fresco cerca del paciente y un tubo corrugado largo
que permite un mínimo espacio muerto y muy baja resistencia al no contar con válvulas. La rama espiratoria funciona como reservorio. Un
volumen de la rama espiratoria mayor que el volumen corriente del paciente evita la entrada de aire ambiente dentro del circuito evitando la
dilución de los gases anestésicos y del oxígeno. Un FGF mayor a tres veces el VM evita la reinhalación

Mapleson E. Es una modificación de la pieza T de Ayre desarrollada en 1937 por Phillip Ayre para usarla en pacientes pediátricos
sometidos a corrección de paladar hendido o cirugía intracraneal.

Mapleson F. El sistema de pieza en T más comúnmente utilizado es la modificación de Jackson-Rees del Mapleson D. Es una pieza en T
con bolsa reservorio y la incorporación de un mecanismo de liberación de los gases exhalados consistente en una válvula ajustable en la parte
distal de la propia bolsa reservorio. El FGF recomendado es similar a los del circuito Bain. Se recomiendan flujos equivalentes a tres veces el
volumen minuto para evitar la reinhalación.

Este circuito impide la reinhalación de CO2 al incorporar cal sodada como absorbedor de CO2

Circuito circular. Con reinhalación y absorbedores de CO 2. Este circuito impide la reinhalación de CO 2 al incorporar cal sodada como
absorbedor de CO2 (aproximadamente 100 g de cal sodada tienen la capacidad de absorber 20 litros de CO 2), permitiendo la reinhalación del
resto de los gases exhalados. El grado de reinhalación de estos gases depende de la disposición de los componentes del circuito y del flujo de
gas fresco por lo que puede ser semicerrado o cerrado. En el circuito circular cerrado se requiere de la administración de un FGF que
coincida con el consumido por el paciente, hay una reinhalación completa de los gases exhalados después de realizarse la absorción de CO 2 y
se necesita cerrar completamente la válvula de rebosamiento. Con el circuito circular semicerrado, se usan FGF que van del consumido por el
paciente al volumen minuto, permite la reinhalación parcial de los gases exhalados después de la absorción del CO 2 y permite la expulsión
por la válvula de rebosamiento del exceso de gas fresco administrado en relación con el consumido.
El circuito circular consta de siete componentes principales que incluyen: 1) Una fuente de FGF, 2) Válvulas unidireccionales (inspiratoria y
espiratoria), 3) Tubos corrugados (inspiratorio y espiratorio), 4) Conector en Y, 5) Una válvula de sobreflujo o de rebosamiento ajustable a
diferentes límites de presión, 6) Una bolsa reservorio y 7) Un contenedor para el absorbedor de CO 2. Las válvulas unidireccionales se
colocan en el sistema para asegurar el flujo unidireccional por los tubos corrugados. Existen numerosas variaciones en la localización de los
diferentes elementos que constituyen el circuito. Sin embargo, para evitar la reinhalación de CO 2 se deben seguir tres reglas fundamentales:
1) Una válvula unidireccional deberá colocarse entre el paciente y la bolsa reservorio tanto en la rama inspiratoria como en la espiratoria del
circuito, 2) La entrada de gas fresco no debe ingresar al circuito entre la válvula espiratoria y el paciente, y 3) La válvula de rebosamiento no
deberá colocarse entre el paciente y la válvula espiratoria.

Las ventajas del circuito circular incluyen: la relativa constancia de la concentración inspirada, la conservación de la humedad y el calor en el
circuito respiratorio y la sustancial disminución de la contaminación del ambiente del quirófano por residuos de gases anestésicos, además
del ahorro en el consumo del oxígeno y de los anestésicos.

Propiedades de la materia

PRESIÓN ATMOSFÉRICA Y PRESIÓN HIDROSTÁTICA

El paso de los líquidos se manifiesta como una fuerza que actúa perpendicularmente sobre las paredes de los recipientes que los contienen y
sobre los cuerpos sumergidos en ellos

El paso de los líquidos se manifiesta como una fuerza que actúa perpendicularmente sobre las paredes de los recipientes que los contienen y
sobre los cuerpos sumergidos en ellos. Se llama presión hidrostática a la magnitud de esa fuerza calculada por unidad de superficie. Si
denominamos (p) al peso específico de un líquido, (h) a la profundidad desde la superficie libre y (A) al área de la superficie que soporta la
presión total, el valor de la presión hidrostática (Ph) se puede representar mediante la siguiente ecuación:

(ph)

Ph=

Existe cierta similitud entre presión hidrostática y presión atmosférica, porque todos los cuerpos que se encuentran sobre la superficie
terrestre están, prácticamente, sumergidos en la masa de aire que rodea a nuestro planeta, y entonces, es el peso de esa masa de aire o
atmósfera, lo que se manifiesta como presión cuando se mide por unidad de superficie. Como es de suponer el aire de las capas inferiores de
la atmósfera se encuentra más comprimido que el de las capas más altas, debidoprecisamente a las diferencias de peso, de tal manera que las
diferencias de presión atmosférica a distintas alturas se deben al efecto de la gravedad y al grado de aglomeración de moléculas del aire
(densidad del aire). Otro factor importante de la variación de la densidad del aire, es el rápido descenso de la temperatura que se presenta
hacia las capas superiores de la atmósfera. Por todos estos aspectos, no es fácil calcular teóricamente la presión atmosférica como se hace con
la presión hidrostática, aunque se puede obtener cierta aproximación aceptable con el empleo de factores de corrección.

La presión o profundidad de los cuerpos sumergidos en la atmósfera está determinada indirectamente, por la altura de los mismos sobre la
superficie terrestre tomando como plano de referencia el nivel del mar. Se ha elegido como el valor de la presión atmosférica estándar el
promedio de los valores registrados en distintas latitudes a nivel del mar, promedio que equivale al peso de una columna de mercurio de 760
mm de altura. Este valor estándar de presión fue adoptado como unidad básica de presión con el nombre de Atmósfera (atm). De ella se ha
derivado otra unidad práctica en anestesiología, el torricelli (torr), que es la 1/ 760 parte de 1 atmósfera. Un torricelli y un milímetro de
mercurio (mm Hg) serían exactamente equivalentes si no fuera por la influencia de la temperatura y de la altitud sobre el peso específico del
mercurio. Sin embargo, de todas maneras, en el lenguaje técnico habitual se emplean indistintamente milímetros de mercurio (mm Hg) y
torricelli (torr) para designar a esta unidad.

Por otro lado, es habitual llamar presión barométrica (PB) a la presión atmosférica de un determinado lugar. Sus valores promedios según
la altura de la localidad, pueden ser encontrados consultando tablas o en los boletines de información de las estaciones meteorológicas. Pero
debe recordarse que como esos valores no son constantes, la presión barométrica debe ser medida en el lugar y en el momento en que se
desea determinar con exactitud cualquier parámetro en el que ella pueda influir.

Propiedades físicas de los gases

No se pueden dar medidas del volumen de un gas sin especificar su temperatura y presión. La presión de los gases es expresada del mismo
modo que la presión atmosférica, es decir: en unidades de fuerza

por unidad de superficie, o bien en valores equivalentes de peso o de presión hidrostática. Cuando nada se opone a la expansión de un gas, su
presión será igual a la presión atmosférica.

Para medir volúmenes u otros parámetros relacionados con el volumen de los gases, se ha convenido en establecer un nivel estándar de
temperatura y presión: cero grados Celsius (0°C = 273°K) y 1 atmósfera de presión (1 atm = 760 torr).

Estas condiciones de medida son identificadas por las iniciales STP, que en idioma inglés significan Standard Temperature and Pressure.
Los valores encontrados a cualquier otra temperatura o presión, o sea, en las llamadas condiciones ATP (Temperatura y Presión
Ambientales) pueden ser convertidos a STP mediante ecuaciones o tablas para tal fin.
Cuando se menciona que la presión de un gas es cero, se quiere decir que su presión es igual a la presión atmosférica, porque las escalas de
los manómetros de uso corriente están calibrados a partir de ese nivel, elegido arbitrariamente como nivel cero. Por tanto, la presión absoluta
de un gas está dada por la presión del manómetro más el valor de la presión atmosférica del lugar, expresadas ambas en un mismo sistema de
unidades.

Gas ideal y gases reales

Se ha dado el nombre de gas ideal o gas perfecto a un gas teórico cuyas moléculas no ocupan espacio ni ejercen atracción alguna entre ellas,
por lo que en él se cumplen todas las leyes que se aplican a los gases. Las leyes fundamentales que describen en términos matemáticos las
relaciones de volumen, presión y temperatura de los gases no son aplicables en la práctica de la anestesiología con rigurosa exactitud, porque
esas leyes no toman en cuenta el volumen propio de cada molécula tan variable como su constitución atómica ni las fuerzas electrostáticas de
atracción intermolecular, las que varían según la naturaleza química de cada gas y según el grado de separación de sus moléculas. Por lo
tanto, es bueno saber que todos los cálculos basados en ecuaciones derivadas de estas leyes no darán resultados matemáticamente exactos,
aunque sí razonablemente aproximados y aceptables en la práctica ordinaria. El comportamiento físico de los gases reales se acercará tanto
más al de los gases ideales cuanto más alejadas entre sí se encuentren sus moléculas, que en otras palabras equivale a decir, cuanto menor sea
la presión o más elevada la temperatura

La presión o profundidad de los cuerpos sumergidos en la atmósfera está determinada indirectamente, por la altura de los mismos sobre la
superficie terrestre tomando como plano de referencia el nivel del mar.

Se ha dado el nombre de gas ideal o gas perfecto a un gas teórico cuyas moléculas no ocupan espacio ni ejercen atracción alguna entre
ellas, por lo que en él se cumplen todas las leyes que se aplican a los gases.

Principio de Avogadro

En sus respectivos volúmenes molares, todos los gases contienen 6.02 x 1023 moléculas. Esta cifra recibe el nombre de número de Avogadro

A volúmenes iguales y a igual temperatura y presión, todos los gases contienen el mismo número de moléculas. Se llama volumen molar al
volumen que ocupa un mol de cualquier gas en condiciones de STP. El volumen molar de los gases reales difiere muy poco entre sí. En sus
respectivos volúmenes molares, todos los gases contienen 6.02 x 1023 moléculas. Esta cifra recibe el nombre de número de Avogadro.

Ley de Boyle-Mariotte

La tendencia expansiva permanente de las masas gaseosas hace que ellas ocupen completamente el recipiente que las contiene. Si por algún
motivo éste aumenta de tamaño, el gas lo acompañará, indicando que sus moléculas presionan sobre las caras internas de las paredes en todos
los sentidos. Boyle comprobó que comprimiendo y descomprimiendo una masa gaseosa, el volumen de la misma disminuía y aumentaba
respectivamente; posteriormente, Mariotte desarrolló importantes experimentos sobre la compresión del aire y formuló la Ley de Boyle-
Mariotte, cuyo enunciado dice: "El volumen de una determinada masa de gas seco a temperatura constante, varía de modo inversamente
proporcional a la presión a la cual se somete". De modo que el producto del volumen por presión se mantiene siempre constante.

PxV=K

La curva que representa en un sistema de coordenadas esta relación presión-volumen toma la forma de una hipérbole equilátera y si se
representa gráficamente dicha relación a distintas temperaturas constantes se obtendrán curvas paralelas que se llaman isotermas de presión-
volumen.

Dadas las diferencias ya señaladas entre gases ideales y gases reales, para aplicar la Ley de Boyle-Mariotte en cálculos que requieran mucha
exactitud, hay que restar del volumen del gas, el volumen de sus moléculas, y a la presión del gas hay que sumarle el valor de la atracción
intermolecular. Esta doble operación es la llamada corrección de Van der Waals.

Ley de Charles Gay Lussac

Ley de Charles Gay Lussac

Esta ley enuncia que "Cuando la presión de un gas se mantiene constante, su volumen varía en razón directa de los cambios de su
temperatura absoluta

Esta ley enuncia que: "Cuando la presión de un gas se mantiene constante, su volumen varía en razón directa de los cambios de su
temperatura absoluta". Por tanto, se puede decir también que, si se mantiene constante su volumen, la presión del gas experimentará cambios
directamente proporcionales a los de su temperatura:

Volumen Presión

=K =K

Temperatura Temperatura
Para aplicar esta ley, los cambios de temperatura deben ser consignados en valores de temperatura absoluta, es decir, en grados Kelvin (0°C
= 273 °K).

De acuerdo con esta ley, el gas que ocupa a 25°C un cierto volumen del circuito de anestesia al pasar a los pulmones (37°C), sufrirá un
aumento de volumen de 12 veces (37 -25 =12).

Ecuación general de los gases

Las tres variables: volumen, presión y temperatura pueden ser reunidas en una misma ecuación correlacionando las leyes de Boyle-Mariotte
y Charles Gay Lussac:

PxV

=K

Esta ecuación tiene aplicaciones más frecuentes en anestesiología que las correspondientes a cada ley por separado; ello se debe a que casi
siempre los fenómenos gaseosos se producen acompañados de cambios térmicos y de presión simultáneamente.

Para una misma masa gaseosa, los valores iniciales y finales de sus variables conforman una constante cuyo valor se ve reflejado en la
ecuación general de los gases como sigue:

Pi x Vi Pf x Vf

Ti Tf

En esta fórmula Pi, Vi y Ti corresponden a los valores iniciales de presión, volumen y temperatura, y Pf, Vf y Tf son los valores finales de
esas mismas variables.

La aplicación práctica de esta ley en anestesiología queda demostrada con el siguiente ejemplo: los globos insuflables de las sondas
endotraqueales se llenan habitualmente con aire empleando una jeringa. La maniobra correcta consiste en medir la presión del globo con el
objetivo de no sobrepasar la necesaria, que es la manera de evitar lesiones de la pared de la vía aérea. No obstante el valor de la presión que
se alcance en el momento del llenado sufrirá variaciones posteriores debido al calentamiento hasta la tempera

tura corporal (37°C) de la masa de aire insuflado.

Suponiendo que el volumen de expansión a que puede ser sometido el globo es de 5 cc y que más allá de ese valor se comporta como un
recipiente rígido debido a la pared traqueal, si se infla con 5 cc de aire, la presión en su interior superará la atmosférica. Por otro lado, la
temperatura del gas inyectado es igual a la ambiental (25°C) y en pocos minutos pasa a ser igual a la corporal (37°C). Tanto el volumen (5
cc) como el cambio de temperatura (25°C a 37°C) producirán un cambio de presión en la masa de aire utilizado (dentro del globo). Al
alcanzar el equilibrio térmico la presión habrá aumentado por segunda vez como corresponde a la ecuación general de los gases. Por esta
razón, en la práctica actual se deben emplear sondas endotraqueales con globos de baja presión, pero aún así debe observarse precaución en
el inflado de los globos.

Ley de dalton y presión

parcial

Cuadro 1. Composición del gas alveolar y su presión parcial

Presiones parciales Porcentaje mm Hg

Nitrógeno 75 570
Oxígeno 13.50 103
Bióxido de carbono 5.20 40
Agua 6.30 47
Presión total 100 760

En una mezcla gaseosa cada gas tiene una presión propia llamada presión parcial, la cual es igual a la que ese gas tendría si solamente él
ocupara el espacio ocupado por la mezcla, y la presión total de ésta es igual a la suma de las presiones parciales de los gases que la
componen. Este es el enunciado de la ley de Dalton.
A nivel del mar la presión total ejercida por la mezcla de gases constituyentes del aire atmosférico es de 760 mm Hg; esos gases son el
oxígeno, nitrógeno, gases raros y vapor de agua, aunque para fines prácticos sólo se considera al oxígeno y al nitrógeno, cuyas relaciones de
volumen son 21% y 79%, respectivamente. Por consiguiente, del total de la presión atmosférica a nivel del mar 160 mm Hg son ejercidos por
el oxígeno y 600 mm Hg por el nitrógeno. Cada uno de dichos valores corresponden a las presiones parciales de estos gases en el aire
ambiental.

En el gas alveolar, en cambio, las cantidades de bióxido de carbono (CO 2) y de vapor de agua son significativas a tal punto, que las presiones
parciales del oxígeno y nitrógeno difieren sustancialmente de las encontradas en el aire. El CO 2, producto del metabolismo del cuerpo, está
en equilibrio con la sangre arterial, lo que equivale a decir que ejerce una presión de 40 mm Hg, mientras que el agua con su vapor está
saturando a la mezcla de gases al valor que le corresponde para los 37°C, es decir, ejerce una presión de 47 mm Hg. A su vez la presión total
dentro de los alvéolos pulmonares es de 760 mm Hg, valor que es compartido por los tres gases y el vapor en cuestión. Podemos decir que el
gas alveolar, salvo ciertas variaciones producidas por el ciclo respiratorio, se encuentra a 760 mm Hg de presión (a nivel del mar) y su
composición porcentual de vapor de agua depende de la temperatura corporal, mientras que la proporción de los demás gases depende de la
ventilación y de la composición de la mezcla inspirada. La composición porcentual normal del gas alveolar y las presiones parciales de sus
componentes se muestra en el cuadro 1.

Algunas consideraciones prácticas se pueden deducir del concepto de presión parcial, por ejemplo: considerando que el nitrógeno es un gas
inerte y no indispensable para la respiración, se puede excluir de la mezcla ventilatoria y reemplazarlo o no por otro gas. Esta situación puede
ocurrir frecuentemente en anestesia general cuando no se emplea óxido nitroso (N 2O), ocupando el oxígeno (O2) el total del volumen
inspirado y consecuentemente ejerciendo el 100% de la presión parcial, por lo menos al nivel de la boca del paciente.

Si por otro lado, reemplazamos el aire por una mezcla de O 2 y N2O en partes iguales, la presión parcial de cada uno será igual a la mitad de la
atmosférica. La presión parcial del vapor de agua es independiente de la presión total de los gases restantes como también lo es de las
respectivas presiones parciales de los mismos. Dicho valor se rige por la temperatura corporal y permanentemente se encuentra a nivel de
saturación (47 mm Hg a 37°C); además la presión parcial del CO 2 a nivel alveolar oscila en situaciones normales alrededor de los 40 mm Hg,
obedeciendo al ritmo de producción metabólica de dicho compuesto y en relación directa con la ventilación pulmonar.

Las concentraciones y las presiones parciales de los gases de la atmósfera, se mantienen prácticamente constantes aún en las grandes alturas,
donde la presión total que ejerce el aire alcanza a unos pocos mm Hg. Teniendo en cuenta que las presiones parciales a nivel de los alvéolos
pulmonares ejercidas por el nivel del agua y por el CO 2 son independientes de la composición de la mezcla inspirada y de la presión a la que
ésta se encuentra, en las grandes alturas, durante el ascenso respirando aire, la disminución de la presión intraalveolar se hace a expensas del
nitrógeno y oxígeno. La presión parcial de los vapores anestésicos en contacto con sus respectivos líquidos depende de la temperatura y de
las propiedades fisicoquímicas del líquido. Un mismo vaporizador de anestesia llevado a alturas cercanas a los 2000 metros sobre el nivel del
mar, rinde concentraciones mayores que a nivel del mar. El rendimiento de un vaporizador puede incrementarse hasta un 20% respecto a la
marca en el DIAL. Este aumento puede no ser peligroso si se trata de un anestésico poco potente, pero puede ser significativamente peligroso
para un anestésico potente como sería el caso del halotano.

En la práctica de la anestesia se acostumbra referir las mezclas anestésicas como porcentaje de una concentración, de esta manera, una
mezcla anestésica puede estar representada por un 70% de N 2O y 30% de O2, agregando a esa mezcla 2% de un anestésico halogenado (por
ejemplo, sevoflurano), a través de un vaporizador específico. Para más detalles se recomienda ver el capítulo de Vaporizadores del libro A-1.

Compresión adiabática

Se llama compresión adiabática de un gas, la que se lleva a cabo sin que haya ningún intercambio de calor entre el gas y el medio ambiente.
Existen dos maneras de comprimir un gas: ya sea disminuyendo la capacidad del espacio ocupado por aquél, o bien haciendo entrar más
cantidad de gas a dicho espacio. Si se duplica la cantidad de gas contenido en un recipiente, es lo mismo que si la capacidad del recipiente se
redujese a la mitad. En una u en otra forma se reducirán las distancias que separan a las moléculas entre sí, y ésto producirá los siguientes
cambios físicos en el gas: 1. Aumento de su densidad, 2. Aumento de la presión, y 3. Conversión de cierta cantidad de trabajo en energía, la
cual se manifiesta como aumento de la temperatura del gas. Cuando la compresión efectuada en estas condiciones es bastante grande y
rápida, la temperatura del gas aumenta notablemente y puede llegar a niveles muy altos y por lo mismo, peligrosos. Es así como pueden
originarse accidentes sumamente graves en el manejo del oxígeno a alta presión.

De manera contraria a la compresión, la expansión de los gases hace que éstos absorban calor, con el consiguiente descenso de su
temperatura. Para conseguir una compresión isotérmica (sin cambio en la temperatura), es necesario emplear aditamentos especiales que
permitan la rápida disipación del incremento de calor.

Licuación de los gases

Si se repite la compresión de un gas a temperaturas constantes pero cada vez más bajas, se observará que, por debajo de una determinada
temperatura, la presión ascendente del gas se detiene a cierta altura y se mantiene allí invariable aunque continúe aumentando la compresión.
Esto se debe a que el acercamiento entre las moléculas y la disminución de la energía cinética de las mismas, permite que predominen las
fuerzas de Van der Waals, las que tienden a condensar el gas, es decir, a convertirlo en estado líquido.

Para que sea posible este proceso de licuación de un gas por compresión, es necesario descender su temperatura por debajo de cierto nivel,
conocido como temperatura crítica. Se denomina presión crítica a la presión requerida para licuar un gas a nivel de su temperatura crítica.
Ningún gas puede ser licuado sin enfriarlo primero por debajo de su temperatura crítica, y la presión necesaria para su licuación será tanto
menor cuanto más lejos de ese nivel se haya descendido la temperatura del gas. En los cilindros de gases comprimidos utilizados en medicina
y en la industria, se encuentran en estado líquido aquellos gases cuyos valores de temperatura crítica son superiores a los valores ordinarios
de temperatura ambiente. Tal es el caso del bióxido de carbono, óxido nitroso y del ciclopropano (este último ya no se emplea). Por otro
lado, el aire atmosférico, el oxígeno, el helio y el nitrógeno con muy bajos valores de temperatura crítica, sólo pueden ser envasados en
estado líquido en condiciones especiales que mantengan una temperatura muy baja.
Debe recordarse que la presión registrada en el cilindro de cualquier gas licuado no se modificará durante su consumo mientras quede una
parte del gas en estado líquido. Por lo tanto, solamente pesándolo se puede conocer el contenido de un cilindro de un gas licuado

En una mezcla gaseosa cada gas tiene una presión propia llamada presión parcial, la cual es igual a la que ese gas tendría si solamente él
ocupara el espacio ocupado por la mezcla

La presión parcial del vapor de agua es independiente de la presión total de los gases restantes como también lo es de las respectivas
presiones parciales de los mismos

Si se repite la compresión de un gas a temperaturas constantes pero cada vez más bajas, se observará que, por debajo de una determinada
temperatura, la presión ascendente del gas se detiene a cierta altura y se mantiene allí invariable aunque continúe aumentando la
compresión

Se llama compresión adiabática de un gas, la que se lleva a cabo sin que haya ningún intercambio de calor entre el gas y el medio ambiente

Difusión de los gases

En la difusión, los desplazamientos o transferencias moleculares se hacen a expensas de los movimientos intrínsecos propios de esas
partículas, desde las zonas de mayor concentración a las zonas de menor concentración; de esta forma, la difusión es un mecanismo de
transferencia de materia en la que no intervienen los movimientos moleculares masivos, tales como el fluir de un gas o el vertir de un líquido
a un recipiente.

Tratándose de gases que difunden entre sí, es habitual expresar como gradiente de presión parcial la concentración de los mismos en las
distintas fases; ambos términos son equivalentes, mientras que en la difusión de los gases en líquidos para expresar la concentración del gas
en el líquido se emplea el término de Tensión.

La difusión puede producirse entre substancias colocadas en íntimo contacto como también cuando entre ellas se interpongan membranas
semipermeables o superficies porosas. En el caso de los gases, la difusión hacia un líquido o a través de una membrana acuosa, se ve
favorecida si en esas fases el gas es altamente soluble, en cuyo caso la velocidad de difusión es alta aunque no directamente proporcional al
coeficiente de solubilidad (ver adelante). A su vez si el gas solubilizado difunde hacia otro líquido en contacto con el primero, la velocidad
de ese fenómeno es directamente proporcional a la diferencia de concentraciones del gas entre ambos líquidos e inversamente proporcional a
la diferencia de solubilidad. En estas condiciones, cada líquido actúa como si atrapara cierta masa del gas al solubilizarlo.

La difusión como fenómeno único, permite la mezcla completa de dos gases en muy poco tiempo, mientras que con los líquidos se llega al
mismo resultado en un tiempo mucho mayor.

Los movimientos moleculares se encuentran en relación directa con la temperatura, y por ser una consecuencia de ellos, la velocidad de
difusión tiene la misma proporcionalidad. A su vez, el alcance de la difusión o lo que es lo mismo, la distancia a la que difunden las
moléculas de un determinado fluido en otro, es directamente proporcional a la velocidad de difusión y al tiempo de la misma. De acuerdo con
la teoría cinética de los gases, la velocidad del movimiento molecular intrínseco en las masas gaseosas es inversamente proporcional a la raíz
cuadrada de sus pesos moleculares. Los elementos o substancias en estado gaseoso cuyos pesos moleculares son relativamente bajos, se
difunden con mayor facilidad, obedeciendo de esa forma a la ley de Graham, que dice: "a iguales presiones parciales, la velocidad de
difusión de los gases es inversamente proporcional a la raíz cuadrada de sus pesos moleculares".

Difusión=

PM

La densidad de los gases es una propiedad en relación directa con los pesos moleculares, por tanto, la ecuación de la ley de Graham puede ser
expresada como sigue:

Difusión (gas) =

En las mezclas gaseosas la difusión de cada componente se hace independiente de los demás y en relación con el gradiente de su presión
parcial. Entre líquidos en cambio, la difusión obedece a las concentraciones de los mismos. Estableciéndose así la ley de Fick que dice: "la
magnitud de la difusión es proporcional al gradiente de presiones parciales de los gases o de las concentraciones de los líquidos".

La presión total carece de efecto sobre la difusión de los gases. De tal manera que si una membrana semipermeable divide dos zonas, y en
una de ellas se encuentra un gas no difusible, mientras que en la otra hay uno difusible, este último gas difundirá a través de la membrana,
independientemente de que la presión total de esa cámara sea inferior a la del lado opuesto. La difusión de los gases a través de una
membrana semipermeable se representa en la figura 4.
De lo anterior podemos señalar que la

Figura 4. Difusión de los gases

difusión del oxígeno de la luz alveolar de la sangre y desde ésta hacia los tejidos, está influenciada por los siguientes factores:

a) Peso molecular del oxígeno (ley de Graham).

b) Gradiente de presión parcial (alvéolo-capilar) ley de Fick.

c) Solubilidad del oxígeno en agua (membrana alvéolo-capilar).

d) Solubilidad del oxígeno en sangre (coeficiente de Ostwald).

e) Superficie (área) alveolar total.

f) Espesor de la membrana alvéolo-capilar (0.5 micras).

g) Temperatura.

h) Diferencia de concentraciones (presiones parciales).

Una manera práctica de expresar la velocidad de difusión de un gas, es representarla mediante el llamado coeficiente de difusión, el cual está
dado por el volumen STP de gas que se difunde en un minuto a través de un centímetro cuadrado de una membrana por cada 0.001 mm de
espesor y por cada unidad torr de diferencia de presión parcial entre uno y otro lado.

Una manera práctica de expresar la velocidad de difusión de un gas, es representarla mediante el llamado coeficiente de difusión

Coeficientes de solubilidad

En la representación de un sistema líquido-gas, para cada nivel de presión parcial del gas se establecerá, después de cierto tiempo, un
equilibrio entre la cantidad de moléculas del gas que se incorporan al líquido y la cantidad de moléculas que salen de éste para volver a la
fase gaseosa

Solubilidad de los gases

L a máxima cantidad de gas que puede disolverse en un líquido depende de tres factores:

1. La presión parcial del gas.

2. Temperatura del líquido.

3. La solubilidad específica del líquido.

La solubilidad es inversamente proporcional a la temperatura. En tanto que la presión parcial, otro factor determinante enunciado en la ley de
Henry, es de particular importancia en el proceso de absorción de los gases anestésicos y en la fisiología respiratoria. Hay gases muy solubles
y otros poco solubles tanto en agua, como en otros líquidos; a esta característica propia de cada gas se le designa como coeficiente de
solubilidad y se expresa de manera cuantitativa.

En la representación de un sistema líquido-gas, para cada nivel de presión parcial del gas se establecerá, después de cierto tiempo, un
equilibrio entre la cantidad de moléculas del gas que se incorporan al líquido y la cantidad de moléculas que salen de éste para volver a la
fase gaseosa. Un proceso semejante ocurre cuando se ponen en contacto dos líquidos no miscibles que contienen disuelto un mismo gas.
Cuando se alcanza la fase o estado de equilibrio en el sistema líquido-gas, la presión del gas disuelto muestra una tendencia a escapar del
líquido, la cual será igual a la presión parcial del mismo gas en la fase gaseosa del sistema.

La solubilidad de un gas se puede definir utilizando los siguientes coeficientes:

a) Coeficiente de solubilidad (beta).

b) Coeficiente de solubilidad de Ostwald (lambda).


c) Coeficiente de partición o distribución (sangre-tejidos).

d) Coeficiente de solubilidad de Bunsen (alfa).

Los coeficientes de solubilidad más utilizados en la anestesiología son el coeficiente de solubilidad de Ostwald y el coeficiente de partición o
de distribución (sangre-tejidos).

Coeficiente de solubilidad de Ostwald

Es el volumen de gas, medido a la temperatura del experimento, que se disuelve en la unidad de volumen de un líquido a determinada
temperatura, cuando la presión del gas encima del líquido es de una atmósfera.

Coeficiente de solubilidad de Bunsen

Se define prácticamente igual que el coeficiente de solubilidad de Ostwald, pero en el coeficiente de Bunsen se toman los valores de
solubilidad a la temperatura y presión del experimento expresado en unidades STP.

Influencia de la solubilidad en la farmacocinética de los anestésicos inhalatorios

La administración de los gases anestésicos a diferencia de los anestésicos intravenosos, se caracteriza por dos aspectos nuevos e interesantes.
Primero, la velocidad de entrada de un gas está controlada por un proceso cíclico: la respiración, así que el anestésico se presenta a los
alvéolos para su absorción en una forma intermitente, alrededor de 16 a 20 veces por minuto. Segundo, muchos de estos agentes no se
metabolizan ni se excretan en grado significativo (excepto el metoxiflurano), a través del hígado o el riñón, respectivamente. Los gases
anestésicos actualmente disponibles son captados y eliminados casi por completo a través de los pulmones, el sitio de su absorción. Así que
la curva de captación se muestra como una meseta final que representa en realidad un "equilibrio de flujos".

La velocidad neta de transferencia de los alvéolos a la sangre es rápida al principio, durante la inducción de la anestesia; después se hace
progresivamente más lenta conforme aumenta la concentración sanguínea, hasta que por último, al nivel sanguíneo de meseta, la velocidad
de transferencia de los alvéolos a la sangre es igual a la velocidad de transferencia de la sangre a los alvéolos, cuando se alcanza el
mantenimiento de la anestesia.

En el equilibrio, la concentración en la sangre (Cb) se relaciona con la concentración en el aire alveolar (Ca) por medio de la ecuación:

Cb

=S

Ca

En donde (S) es simplemente la solubilidad del gas en la sangre. La solubilidad de un gas en un líquido se define como la relación de la
concentración del gas disuelto con la concentración de la fase gaseosa, en equilibrio. Esta solubilidad se definió ya como coeficiente de
Ostwald. La definición de solubilidad es con frecuencia confusa, pero se debe recordar que, a diferencia de los sólidos, los gases se
distribuyen por sí mismos en la interfase líquido-gas, por lo que la cantidad que se disuelve aumenta sin límite "teóricamente, por lo menos"
mientras aumenta la concentración en la fase gaseosa. Por tanto, la única forma racional de definir la solubilidad consiste en relacionar la
cantidad de gas disuelto en un volumen dado de líquido con la concentración necesaria para mantener el gas en solución durante la fase
gaseosa.

Los gases anestésicos varían mucho en sus solubilidades y puesto que la solubilidad es una relación de concentraciones, no importa en qué
unidades se expresen éstas siempre y cuando sean las mismas en las dos fases. La ecuación:

Cb = S (Ca)

es otra forma de enunciar la ley de Henry, que relaciona la concentración del gas disuelto con la presión parcial en la fase gaseosa en el
equilibrio. Cualquier substancia en estado gaseoso sigue las leyes de los gases independientemente de que su punto de ebullición esté por
arriba o por abajo de la temperatura ambiental. Las diferencias principales se originan del hecho de que mientras la concentración de un gas
en el aire inspirado se puede variar a voluntad hasta un 100%, la concentración máxima de un vapor está limitada por su presión de vapor a
temperatura ambiente, ya que la presión de vapor es por definición la presión parcial en equilibrio con el líquido; en consecuencia, no puede
existir una presión parcial más alta, cualquier tendencia a una evaporación mayor se compensa por la reentrada de moléculas de vapor a la
fase líquida. Para que un anestésico líquido volátil sea útil, debe ser suficientemente potente (es decir, tener una CAM baja), o
suficientemente volátil, para que la anestesia quirúrgica se pueda producir con una presión parcial (en el aire inspirado) por debajo de su
presión de vapor a la temperatura ambiente.

El cuadro 2 muestra las propiedades fisicoquímicas de los anestésicos volátiles que son importantes para su administración en la práctica de
la anestesia.

Implicaciones del coeficiente sangre/gas


El coeficiente de solubilidad sangre/gas tiene implicaciones muy importantes en la práctica de la anestesia inhalatoria. El coeficiente de
solubilidad sangre/gas influye de manera determinante en la cinética de captación, distribución y eliminación delos anestésicos inhalatorios.
Los agentes con coeficientes de solubilidad sangre/gas bajos, como desflurano (0.42), óxido nitroso (0.47) y sevoflurano (0.60-0.69), son
captados rápidamente por los alvéolos y alcanzan el equilibrio con la sangre arterial y en consecuencia con el cerebro en un tiempo corto
(minutos). Con estos agentes el periodo de inducción de la anestesia y el estado anestésico (anestesia quirúrgica) se obtienen rápidamente
(minutos). Por el contrario, agentes con un coeficiente de solubilidad sangre/gas alto, como el halotano (2.40), son captados más lentamente
y su estado de equilibrio con la sangre arterial y el cerebro se establece de manera más tardía. Por esta razón, el periodo de inducción y la
anestesia quirúrgica con halotano requieren de más tiempo para alcanzarse, que con los anestésicos de baja solubilidad en sangre (como
sevoflurano y desflurano). La figura 5 ilustra las curvas de captación y la meseta de equilibrio de varios anestésicos inhalatorios.

Cuadro 2. Farmacología de los anestésicos inhalatorios

Agente Coeficiente Punto de Presión de CAM(%) Pungencia


de ebullición vapor en adultos N2O=0
partición °C a 760 mm Hg de 30 a
sangre/gas mm Hg a 20°C 60 años

Halotano 2.40 50.2 241 0.77 1


Isoflurano 1.41 48.5 238 1.15 3
Enflurano 1.91 56.5 175 1.68 2
Sevoflurano 0.60 58.5 170 2.0 0.5
Desflurano 0.42 23.5 669 6.0 4

Adaptado de Eger, E.I.H. Anesthesiology, V 80, No. 4, Apr. 1994

Los gases anestésicos actualmente disponibles son captados y eliminados casi por completo a través de los pulmones, el sitio de su
absorción

La solubilidad de un gas en un líquido se define como la relación de la concentración del gas disuelto con la concentración de la fase
gaseosa, en equilibrio.

El coeficiente de solubilidad sangre/gas tiene implicaciones muy importantes en la práctica de la anestesia inhalatoria

Las curvas de captación que se representan en la figura 5, muestran claramente como los agentes de bajo coeficiente de solubilidad
sangre/gas, alcanzan rápidamente y en menor tiempo el equilibrio entre la fracción inspirada (FI) y la fracción alveolar (FA), que los agentes
con un coeficiente de solubilidad sangre/gas más elevado. Por otro lado, el nivel del plano de profundidad de la anestesia, una vez alcanzado
el equilibrio, se puede cambiar rápidamente con los agentes poco solubles en la sangre. De esta manera, se puede ajustar con rapidez el
requerimiento del anestésico en la práctica clínica aumentando o disminuyendo la concentración del agente en el DIAL del vaporizadorPara
hacer estas modificaciones en la concentración del anestésico, el anestesiólogo se auxilia de parámetros fisiológicos en el paciente, tales
como: presión arterial, frecuencia cardiaca, respiración o la presencia de movimientos.

Sin embargo, la forma más exacta de medir la dosis (concentración) de un anestésico inhalatorio es determinando su concentración en el sitio
de acción, es decir, en el cerebro. Como ésto es prácticamente imposible se asume que la concentración alveolar mínima (CAM) del agente
es una manera aproximada para calcular los requerimientos de anestesia por el paciente. Los analizadores de gases anestésicos empleados en
la actualidad, proporcionan la información adecuada referente a la fracción inspirada, fracción expirada y la CAM de los modernos
anestésicos. De esta manera, el anestesiólogo puede monitorear los requerimientos de los anestésicos y estimar en forma precisa el nivel del
plano de profundidad de la anestesia durante la cirugía en forma eficaz y segura.

La eliminación de los anestésicos inhalatorios también está determinada por el coeficiente de solubilidad sangre/gas. Cuando termina o se
aproxima el final de la cirugía, el anestesiólogo cierra o disminuye la concentración del anestésico en el vaporizador. Esto hace que la presión
parcial del anestésico descienda en el cerebro, la sangre arterial y los alvéolos, favoreciendo su eliminación a través de los pulmones. La
rapidez con la cual se establece el gradiente de eliminación del anestésico está determinada por el coeficiente de solubilidad sangre/gas. Para
los anestésicos que tienen una baja solubilidad en sangre como sevoflurano y desflurano, la eliminación se establece rápidamente (ver cuadro
2). En tanto que para el halotano, cuya solubilidad en sangre es mayor (2.40), su eliminación se prolonga por más tiempo, como
consecuencia la recuperación también se prolonga. La figura 6, muestra las curvas de eliminación de los anestésicos inhalatorios.

Las curvas de eliminación de los anestésicos inhalatorios que se representan en la figura 6, destacan de manera importante que la eliminación
de un agente anestésico, en función del tiempo está en relación directa con el grado de su solubilidad en sangre. Así, cuando se cierra el
DIAL del vaporizador (FAO), la fracción alveolar (FA) del anestésico desciende exponencialmente con el tiempo de acuerdo al coeficiente
de solubilidad sangre/gas. Como se observa, las curvas

de eliminación de los anestésicos poco solubles en la sangre como es el caso del desflurano y sevoflurano, caen rápidamente y en menor
tiempo que las curvas de eliminación del isoflurano y halotano, cuyo coeficiente de solubilidad en sangre es mayor y por tanto, descienden
más lentamente en función del tiempo.

La eliminación de un anestésico inhalatorio determina el tiempo del periodo de emersión y de recuperación de la anestesia. Por esta razón,
los anestésicos con un coeficiente de solubilidad sangre/gas elevado como el halotano (2.40), requieren de más tiempo para su eliminación y
como consecuencia la emersión y recuperación de la anestesia son más prolongados. Por el contrario agentes como el desflurano y
sevoflurano que tienen una solubilidad sangre/gas baja, completan su eliminación en menos tiempo y permiten un periodo de emersión y de
recuperación de la anestesia más cortos.
Otros factores que influyen en la velocidad con la cual se alcanza el equilibrio entre la fracción inspirada (FI) y la fracción alveolar (FA) son
la respiración y el gasto cardiaco. Con los anestésicos que tienen un coeficiente de solubilidad sangre/gas alto, la velocidad para llegar al
equilibrio entre (FI) y (FA) es lenta y la respiración es el factor principal limitante del equilibrio. Por esta razón, la hiperventilación inicial es
una maniobra que se utiliza para intentar acortar el tiempo de equilibrio con anestésicos con un coeficiente de solubilidad sangre/gas elevado.
Sin embargo, debe recordarse que si bien el anestesiólogo controla la respiración del paciente, la solubilidad en sangre del anestésico está
fuera de su control, ya que ésta es una propiedad física intrínseca de cada anestésico y por lo tanto, no se puede cambiar.

Por otro lado para los anestésicos que tienen un bajo coeficiente de solubilidad sangre/gas, la velocidad de equilibrio se establece en forma
rápida, pero para estos agentes, es el gasto cardiaco el factor principal limitante del equilibrio. Así, la velocidad de equilibrio entre (FI) y
(FA) será rápida para desflurano y sevoflurano siempre y cuando se cuente con un gasto cardiaco adecuado. Se debe esperar entonces que en
pacientes con un gasto cardiaco bajo (sepsis, hipovolemia, etc.), la velocidad de equilibrio no sea rápida, como ocurre en el paciente con
gasto cardiaco normal. La figura 7, muestra la relación entre la solubilidad en sangre de los anestésicos inhalatorios y la implicación de la
respiración y del gasto cardiaco con la velocidad de equilibrio.

Efecto de concentración y efecto de segundo gas

La velocidad de acercamiento de la concentración alveolar (FA) a la concentración inspirada (F I) es mayor entre más alta sea la
concentración que se inspira. Este fenómeno se denomina efecto de concentración. El principio es evidente al imaginar una concentración de
100% de un gas anestésico en el aire inspirado. Sin importar qué tanto pase a través de los alvéolos, la concentración que quede seguirá
siendo 100%. Como es de esperar, el efecto de concentración es teóricamente mayor para agentes de alta solubilidad. Sin embargo, con
agentes de baja solubilidad como sevoflurano, también es posible crear un efecto de concentración aumentando su concentración inspirada
originando así una "sobrepresión" en el circuito de anestesia.

La eliminación de un anestésico inhalatorio determina el tiempo del periodo de emersión y de recuperación de la anestesia

Para los anestésicos que tienen un bajo coeficiente de solubilidad sangre/gas, la velocidad de equilibrio se establece en forma rápida, pero
para estos agentes, es el gasto cardiaco el factor principal limitante del equilibrio

En la práctica, el efecto de concentración o la técnica de sobrepresión se pueden aplicar siempre y cuando el anestésico permita su
administración sin causar irritación de las vías aéreas (pungencia) o bien, no ocasione efectos cardiovasculares secundarios en el paciente
(bradicardia, hipotensión, etc.).

Un aspecto interesante del efecto de concentración es el efecto de segundo gas. Si un agente como el halotano, es utilizado a una
concentración baja, se asocia a un agente como el óxido nitroso a concentraciones altas, el influjo adicional de la mezcla de gases para
reemplazar el óxido nitroso absorbido aumentará la concentración y la captación alveolar del halotano. De manera simplista, puede decirse
que el efecto del segundo gas es un fenómeno de "acarreo" por el gas más concentrado (óxido nitroso) en la mezcla inspirada.

Cuadro 3. Coeficientes de partición sangre/tejido de los anestésicos inhalatorios

Coeficiente de
partición Sevoflurano Desflurano Isoflurano Halotano

Sangre/gas 0.60 0.42 1.41 2.40


Cerebro/sangre 1.70 1.29 1.57 1.94
Corazón/sangre 1.78 1.29 1.61 1.84
Hígado/sangre 1.85 1.31 1.75 2.07
Riñón/sangre 1.15 0.94 1.05 1.16
Músculo/sangre 3.13 2.02 2.92 3.38
Grasa/sangre 47.50 27.20 44.90 51.10

De manera simplista, puede decirse que el efecto del segundo gas es un fenómeno de "acarreo" por el gas más concentrado en la mezcla
inspirada

Coeficientes de partición o de distribución sangre / tejido

Se define como la relación entre el volumen en centímetros cúbicos de gas solubilizado por cada mililitro de líquido, a la temperatura y
presión del experimento. Se llama índice de partición a la razón aritmética entre los volúmenes de un gas disuelto a igual presión en
volúmenes iguales de dos líquidos a determinada temperatura. El índice de partición puede encontrarse experimentalmente o bien por
cálculo, si se conocen los coeficientes de Ostwald del gas para cada líquido. La relación entre la solubilidad en un tejido del organismo y la
solubilidad en sangre es expresada también como índice de partición: músculo sangre, cerebro sangre, etc. Los anestésicos inhalatorios
presentan un grado diferente de solubilidad en varios tejidos. La relación de este grado de solubilidad está dada por la concentración del
anestésico en equilibrio en dos fases o tejidos. El cuadro 3 muestra los coeficientes de partición sangre/tejido de los anestésicos inhalatorios.

No se debe confundir el coeficiente de solubilidad aceite/gas de un anestésico con el coeficiente de solubilidad grasa/gas o grasa/sangre. La
solubilidad aceite/gas se determina experimentalmente con aceite de olivo, que no es lo mismo que la grasa del tejido adiposo

Bioquímica aplicada a la anestesia

INTRODUCCIÓN
La concepción, que la cultura occidental ha elaborado del mundo en que vivimos, ha cambiado muchas veces. Ha sido secudida violenta y
profundamente por las revoluciones del conocimiento propuesto por seres humanos comunes y corrientes, que sólo difieren de sus
congéneres en haber poseído la capacidad de poder ver y entender lo que los demás habían mirado sin haber entendido.

José Sarukhán

En la formación actual de los médicos, una de las materias más incomprendidas y por lo tanto, temidas, es sin duda la Bioquímica.

En la formación actual de los médicos, una de las materias más incomprendidas y por lo tanto, temidas, es sin duda la Bioquímica. En las
facultades de medicina se la considera como un "filtro" (junto con la Anatomía) para que los alumnos puedan ser promovidos de grado
escolar. Desgraciadamente, la mayoría de las ocasiones, el profesorado al que se le ha confiado la tarea de enseñar la bioquímica es
sumamente erudito en su materia, pero poco versado en la didáctica o incluso en el enfoque que debe darse a la bioquímica que se enseña a
un médicoPermítaseme hacer la analogía de que el conocimiento es como un prisma de "n" lados. Cuando nosotros lo vemos desde un punto
de vista, podemos ver solamente "x" número de esos lados a la vez. Si giramos el prisma, veremos ese mismo conocimiento desde otro punto
de vista, quizá sin cambios muy notorios, pero al fin diferente en detalles. Para algunas personas será más agradable (o útil) un ángulo de este
prisma y para alguien más, lo será algún otro.

El conocimiento es uno sin lugar a dudas, pero el biólogo, el odontólogo, el ingeniero en alimentos, el químico, el parasitólogo, el nutriólogo,
el farmacólogo y el médico, tendrán que abordarlo cada uno, desde su muy particular punto de vista y campo de acción. Es encomiable la
labor que los profesores universitarios realizan en las aulas, sin embargo, cuando su profesión no es la medicina, ciertamente será muy difícil
que puedan hablar de enfermedades, sus cuadros clínicos y su semiología, correlacionarlos con alteraciones sistémicas, orgánicas, tisulares,
celulares y moleculares y mucho más difícil será hablar sobre pronóstico y tratamiento.

Cuando entendemos la Bioquímica, podemos entender lo que sucede a nivel de las moléculas que conforman a los organelos celulares, lo que
a su vez repercute en la función celular, tisular, orgánica y sistémica del hombre. Entendemos también el lugar donde actúan los
medicamentos y los venenos así como los mecanismos locales y sistémicos de control y autorregulación orgánica, los mecanismos de
transmisión de las enfermedades y su prevención.

Contrariamente a lo que se pudiera pensar, la Bioquímica no es una ciencia muy reciente, sino que nació en el siglo pasado en la Universidad
de Tübingen, en una pequeña ciudad del mismo nombre, situada en el sur de Alemania, cercana a Stuttgart. Aquí nació la cátedra
denominada Química Fisiológica, impartida por Félix Von Hoppe-Seyler quien, aparentemente, acuñó la palabra Biochemie en l866. Sin
embargo, es hasta 1903 con Neuberg, que la Bioquímica se considera como ciencia independiente de la química orgánica.

Desde entonces, muchas han sido las definiciones que se han hecho para tratar de describir a esta vasta ciencia. Para los fines que persigue
esta obra, trataremos de ser eclécticos con las definiciones ya hechas sobre la Bioquímica:

Es una ciencia que estudia los constituyentes químicos de los seres vivos, su conformación espacial, los procesos biológicos a nivel
molecular, es decir, las funciones, transformaciones y eventos que controlan a la materia viva, utilizando técnicas y principios químicos,
físicos y biológicos.

Partiendo de lo anterior, podemos afirmar que la Bioquímica es la ciencia que estudia a la materia cósmica que ha cobrado vida (como lo
dijera Carl Sagan), por ello, es tan importante que todos los interesados en alguna de las Ciencias Biológicas y Químicas estén en contacto
con ella.

Apartemos de nuestra mente aquel mito de que la Bioquímica es sólo para algunos elegidos -!Nada más erróneo que ésto!- . La Bioquímica
es el enlace de muchas Ciencias Médicas, tanto las Básicas como las Clínicas. Es entender lo que sucede cuando corremos, cuando
observamos, cuando tocamos, cuando degustamos, cuando amamos, en fin, todas las funciones que esta creación irrepetible del universo
llamada hombre puede realizar.

LAS BIOMOLÉCULAS

Al hombre se le puede disculpar que experimente cierto orgullo por haber escalado, aunque no con su esfuerzo, la cúspide de la jerarquía
orgánica..... a pesar de todo ello, digo, el hombre aún lleva impresa en su estructura corpórea la huella indeleble de su humilde origen.

Charles Darwin

Exite una ley conocida como de la CONSERVACION DE LAS MASAS o de Lavoisier, que dice: la materia no se crea ni se destruye, sólo
se transforma. En algún momento en nuestra preparación académica hemos escuchado sobre la evolución del pensamiento humano respecto
a las "substancias" que forman lo que nos rodea. Desde los pensamientos antiguos que decían que todo estaba formado por cuatro elementos
fundamentales (tierra, agua, aire y fuego) hasta las teorías y leyes químicas actuales, acuñadas por Proust, Dalton, Böhr, Schöedinger y tantos
otros.

Para los fines que buscamos en esta obra, baste recordar y tener en cuenta los siguientes conceptos:

Materia. En términos coloquiales, podemos decir que es toda aquella substancia que podemos percibir con nuestros sentidos.

Energía. Podemos decir que es la fuerza que se genera o se desprende de alguna transformación de la materia. En términos físicos se conoce
como la capacidad que tiene un cuerpo de producir trabajo.
Es una ciencia que estudia los constituyentes químicos de los seres vivos, su conformación espacial, los procesos biológicos a nivel
molecular, es decir, las funciones, transformaciones y eventos que controlan a la materia viva, utilizando técnicas y principios químicos,
físicos y biológicos.

Molécula. Son compuestos formados por la unión de dos o más átomos, los cuales adquieren características propias, que dependen del tipo
y número de átomos que están conformándolas.

Átomo. Proviene de dos vocablos griegos que son: a (sin) y tomé (corte) y significa indivisible.

Es la mínima parte en la cual se puede fragmentar a la materia y conservar sus características propias.

Molécula. Son compuestos formados por la unión de dos o más átomos, los cuales adquieren características propias, que dependen del tipo y
número de átomos que están conformándolas.

Ion. Átomo que lleva una carga eléctrica, debido a la pérdida o ganancia de algún electrón.

Radical. Cuando las moléculas reaccionan, producen fragmentos que se agrupan luego de manera diferente, para forman otras moléculas
distintas. Estos fragmentos pueden estar constituidos por un átomo único, o por un grupo de ellos, el cual recibe el nombre de radical, resto o
residuo.

A raíz del avance de la ciencia y la tecnología, el ser humano se dió cuenta de que existen moléculas que conforman a los seres vivos. Estas
moléculas tienen comportamiento químico y físico similar a las demás, sin embargo poseen características muy especiales. A este conjunto
de complejas moléculas se les ha denominado

BIOMOLÉCULAS.

Debido a esta estructura

tridimensional, el agua se convierte en un poderoso disolvente: de compuestos iónicos, compuestos no iónicos (de tipo polar), sales
cristalizadas y

moléculas anfipáticas

Figura. 8. Esquema de la molécula del agua

Podemos observar el átomo de oxígeno al centro y los dos átomos de hidrógeno en dos de las esquinas del tetraedro que mencionamos. A la
izquierda una representación esquemática. A la derecha una representación diagramática

Para su estudio, podemos agrupar a las biomoléculas que comparten características químicas y bioquímicas entre sí. Habitualmente en los
cursos de Bioquímica Médica que se imparten en las universidades, se estudia a las biomoléculas de la siguiente manera:

a) El agua y los iones.

b) Los aminoácidos y las proteínas.

c) Las vitaminas y coenzimas.

d) Los carbohidratos

) Los lípidos.

f) Los ácidos nucleicos.


g) Los oligoelementos.

Esbozaremos ahora en forma muy concisa las características más útiles para nosotros de cada uno de los grupos antes mencionados.

El agua y los iones

Las teorías sobre el origen de la vida que actualmente aceptamos, indican que la vida se originó en un medio acuoso. El agua cubre
aproximadamente tres cuartas partes de la superficie terrestre. Por si fuera poco, el componente molecular más abundante en el ser humano
es el agua. Dependiendo de su edad, sexo, complexión, actividad física, y lugar donde vive, el porcentaje puede ser desde 45% hasta 75% de
su masa corporal total y alrededor de 68-73% de su peso magro (sin grasa).

La molécula del agua está formada por dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno. La distancia entre el oxígeno y los átomos de hidrógeno
es de aproximadamente de 0.0965 nanómetros, con un ángulo de aproximadamente 104.5. Lo anterior hace que la molécula del agua tenga
una forma parecida a un tetraedro irregular, cuyo centro es el átomo de oxígeno. Los hidrógenos están dirigidos hacia dos de los vértices del
tetraedro, dejando los electrones no compartidos en los dos vértices restantes. Esta distribución espacial hace que tenga una región
relativamente positiva y otra relativamente negativa, lo cual la convierte en un dipolo eléctrico (Fig. 8).

El dipolo eléctrico formado en la molécula del agua, hace que la energía electrostática del par no compartido de electrones y el núcleo de
hidrógeno de otra molécula de agua interactúen, formando lo que conocemos como Puentes de hidrógeno. Los puentes de hidrógeno son
relativamente débiles, ya que se requieren aproximadamente 4.5 Kcal/mol para romperlos, en comparación con las 110 Kcal/mol requeridas
para romper el enlace H-O.

Debido a esta estructura tridimensional, el agua se convierte en un poderoso disolvente: de compuestos iónicos, compuestos no iónicos (de
tipo polar), sales cristalizadas y moléculas anfipáticas. Otra propiedad es la alta conductividad térmica, lo cual le permite regular
rápidamente la temperatura corporal en todos los compartimentos del organismo, haciendo que exista casi la misma temperatura en todos
ellos.

Cuando al agua se incorporan otro tipo de moléculas o iones, se modifican sus propiedades. Esto se conoce como propiedades coligativas (en
general es el cambio que un soluto produce a su disolvente). Las siguientes son las propiedades coligativas del agua.

1. Alto punto de congelación, lo que significa descenso en el punto de congelación.

2. Alta tensión superficial, lo que facilita que todas las substancias disueltas en ella sean capilarmente activas, lo que facilita el intercambio
de éstas entre los tejidos del organismo, y produce así la presión osmótica.

3. Alto calor específico, lo que significa que se requiere de mucha energía para elevar su temperatura, y por lo tanto no ebulle fácilmente ni
tiene vaporización rápida.

4. Alto calor latente de vaporización; como lo mencionamos en el punto anterior, la vaporización se ve disminuida, ya que la temperatura a
la cual se inicia la vaporización debe ser mayor.

Disociación del agua: Concepto de pH

El agua tiende a disociarse en dos iones: OH- y H+. A la probabilidad de que ésto ocurra se le conoce como potencial de hidrógeno o pH. La
posibilidad (potencial) de que ésto esté ocurriendo en un momento determinado es muy baja si lo tratamos de medir en forma convencional.
En 1909, Sorensen realizó el estudio de la disociación del agua. Realizó cálculos a base de logaritmos, con los cuales se elaboró la escala del
pH. Así pues, la escala del pH está basada en la disociación potencial del agua. Esta escala va del 0 al 14, siendo el punto neutro el 7; los
valores inferiores al punto neutro se conocen como ácidos, y a los que se encuentran por arriba de éste se les conoce como bases o álcalis.

El pH se define matemáticamente como: el logaritmo negativo de la concentración de iones hidrógeno (hidrogeniones), es decir:

pH = -log (H+) ó pH = 1/log (H+)

Es muy importante hacer hincapié en que el pH es una propiedad de las soluciones, y nosotros medimos la cantidad de iones hidrógeno libres
en esa solución. Si en la solución se encuentran substancias o compuestos que cedan o acepten iones hidrógeno, el pH de la solución
cambiará de acuerdo a la concentración de éstas.

Brönsted y Lowry definen a estos compuestos de la siguiente manera:

Acido. Substancia o compuesto que en solución acuosa da o libera iones hidrógeno.

Base. Substancia o compuesto que en solución acuosa capta o acepta iones hidrógeno.

En palabras sencillas, podemos afirmar que cuando una molécula tiende a liberar más fácilmente iones hidrógeno, es un ácido y cuanto
mayor sea esta tendencia, menor será el pH de la solución en la que se encuentra. Por el contrario, si una molécula tiende a aceptar fácilmente
iones hidrógeno, se llama base o álcali y el pH de la solución en la que se encuentra será mayor. Recordemos que el concepto de pH es
INVERSAMENTE proporcional a la concentración de hidrogeniones libres.
Todos los conceptos anteriormente expuestos tienen una importancia crucial en medicina, ya que todos los compuestos en el organismo son
suceptibles de ser modificados en su estructura y por lo tanto, en su función al existir cambios en el pH de los compartimientos acuosos del
organismo. Así mismo, los medicamentos que se administran pueden ser destruidos por el pH desfavorable de alguno de estos
compartimientos.

Las proteínas son las encargadas de la velocidad de las reacciones en el organismo, del transporte de substancias y su aprovechamiento. Por
la estructura que poseen, un cambio en el pH hace que estas funciones se alteren, llevándose a cabo demasiado aprisa o muy lentamente. Si
tomamos en cuenta lo anterior, entenderemos porqué algunas vías metabólicas se echan a andar con el fin de corregir los cambios en el pH
del organismo.

Como sabemos, los medicamentos que se administran por vía oral deben de pasar primero por un pH relativamente alcalino en la saliva de la
boca, para después caer en un medio de pH muy bajo que es el jugo gástrico; posteriormente el pH se eleva hasta ser nuevamente alcalino en
el intestino delgado gracias a las secreciones biliar y pancreática. Cuando el pH de alguno de estos lugares se modifica, la absorción de los
medicamentos se modifica, ya que pueden ceder o aceptar hidrogeniones.

De la misma manera, cuando administramos algunos medicamentos por vía parenteral, su absorción, su latencia, su eficacia, su potencia, su
vida media y su excreción (en una palabra su farmacocinética) se modifican de acuerdo al pH. Por ejemplo, si a un paciente se le ha
administrado una substancia que sabemos que se excreta por vía renal en un medio alcalino y está cursando con acidemia, podemos
administrar medicamentos que alcalinicen la orina para que la substancia se elimine más rápidamente

Las proteínas son las encargadas de la velocidad de las reacciones en el organismo, del transporte de substancias y su aprovechamiento.

Muchas de las biomoléculas poseen grupos químicos, que en solución acuosa, son susceptibles de donar electrones, lo que las convierte en
moléculas ionizables.

Existen otros cationes de gran importancia por su concentración en los líquidos corporales; podemos citar al sodio, potasio, calcio y
magnesio.

Concepto de ionización: los principales iones

Muchas de las biomoléculas poseen grupos químicos, que en solución acuosa, son susceptibles de donar electrones, lo que las convierte en
moléculas ionizables. Los iones han cobrado gran importancia, ya que día con día se descubren y describen nuevos procesos en los cuales
intervienen. Aunque el ión más abundante y más estudiado en el organismo humano es el de hidrógeno, existen muchos otros que se han
relacionado con vías metabólicas muy importantes.

Los iones se dividen muy fácilmente en dos: los que tienen carga eléctrica positiva y los que tienen carga eléctrica negativa. En electricidad,
al polo negativo se le llama cátodo y al polo positivo ánodo. Los iones al ser analizados en un campo eléctrico, tienden a desplazarse hacia el
lado contrario de la carga que poseen. Así, los iones cargados positivamente se mueven hacia el cátodo, por lo que reciben el nombre de
cationes. Por otro lado, los iones cargados negativamente, se mueven hacia el ánodo, por lo que se les llama aniones.

Cationes

Como lo mencionamos anteriormente, los cationes son los iones cargados positivamente. El principal, por su función en el equilibrio ácido-
base, es el de hidrógeno. Lo podemos medir a través de un aparato llamado potenciómetro, el cual nos indica el pH de la solución. El ion
hidrógeno juega un papel muy importante en la regulación de la actividad enzimática. Las enzimas tienen un punto dentro en la escala del pH
en el cual tienen una actividad máxima. A este punto se le conoce como Km. Algunas enzimas se encuentran en un pH donde su Km es
óptimo, por lo cual llevan a cabo las reacciones adecuadamente en situaciones sin patología. Sin embargo, otras enzimas se encuentran
normalmente fuera del pH adecuado a su Km. Al haber modificaciones en el pH de su entorno, estas enzimas son llevadas más cercanamente
hacia su Km y agilizan vías metabólicas alternas.

Otro ejemplo clásico (no enzimático) es el que se lleva a cabo sobre algunas proteínas transportadoras, como la hemoglobina. Sabemos que
la afinidad de la hemoglobina se regula a través de los siguientes factores: pH, 2,3 difosfoglicerato, temperatura y presión parcial del CO 2. De
esta manera, en estados de desequilibrio del estado ácido-básico del organismo, el transporte de oxígeno se ve modificado.

Existen otros cationes de gran importancia por su concentración en los líquidos corporales; podemos citar al sodio, potasio, calcio y
magnesio. Todos ellos juegan un papel relevante en la regulación de la transmisión neuronal, con la despolarización membranal. Recordemos
que existen proteínas especializadas en el transporte de iones a través de la membrana. Algunas, por sus características son conocidas como
bombas y otras como canales. Para nosotros resulta familiar oir de la bomba de sodio-potasio, y los canales de calcio. Recordemos que uno
de los tejidos más abundantes en el organismo es el muscular (sea liso o estriado), por lo cual necesitamos cantidades importantes de cationes
para la contracción muscular.

Otra función que podemos citar es la de preservar una cierta cantidad de agua en un compartimiento determinado. El papel que juega el sodio
en ésto es primordial. Como lo mencionamos anteriormente, la molécula de agua es un dipolo eléctrico, lo que la hace capaz de "rodear" a
los iones (esto se conoce como solvatación). La interacción electrostática entre el agua y los iones genera una atracción entre ellos, lo que
crea la presión osmótica. Se sabe que seis moléculas de agua son atraídas por un ión de sodio (Fig. 9). Figura 9. Esquema de la solvatación
A. Al centro un catión (positivo), rodeado por las moléculas de agua con la parte polar negativa de la molécula orientada hacia éste.

B. Forma en que se orientan las moléculas del agua para rodear un anión, con su parte polar positiva hacia él.

Aniones

Como ya lo mencionamos, los aniones son los iones cargados negativamente. Los aniones más importantes debido a su concentración en los
fluidos corporales son sin duda el cloro y el bicarbonato. El cloro contribuye a la excitabilidad celular y al equilibrio iónico plasmático.
Existen en la membrana celular canales y receptores extrínsecos e intrínsecos que regulan su tránsito a través de ella. Por otro lado, el
bicarbonato funciona como un regulador en el equilibrio ácido-base del organismo.

Otros aniones importantes son: las proteínas plasmáticas (encabezadas por la albúmina), los ácidos orgánicos (como el ácido láctico), los
fosfatos y los sulfatos (Fig. 10).

Desde la década de los años 50, Gamble en su libro: Anatomy, Physiology and Pathology of Extracellular Fluids, describe que el organismo
se encuentra en equilibrio iónico, es decir, que el número de aniones y cationes es igual. La concentración de ambos en plasma humano es
alrededor de 150 meq/l. En base a estos trabajos, se inició el concepto de lo que es la brecha aniónica (o anion gap), que ha sido uno de los
puntos a través de los cuales se ha estudiado a los desequilibrios ácido-básicos.

El concepto de la brecha aniónica en realidad es muy sencillo. Dice que los cationes principales en el plasma sanguíneo son el sodio y el
potasio, mientras que los aniones principales son el cloro y el bicarbonato. Además, estos cuatro componentes son los que más fácilmente
podemos medir en un laboratorio clínico. La concentración del sodio y potasio juntos es de aproximadamente 150 meq/l. La concentración
del cloro y el bicarbonato juntos es de aproximadamente 130 meq/l. La diferencia entre ambos valores es lo que se conoce como brecha
aniónica.

Con el establecimiento de la brecha aniónica se iniciaron trabajos clínicos, en los cuales se decía que si alguno de los ácidos orgánicos
aumentaba (p. ej: ácido láctico, ácido acetoacético, o ácido betahidroxi butírico), para conservar el equilibrio iónico, otro de los aniones
debería de disminuir. Así, al aumentar los ácidos orgánicos, el anión que inicialmente disminuye es el bicarbonato.

En la actualidad la determinación de la brecha aniónica no es de gran utilidad clínica real, sino meramente académica, ya que su mayor
utilidad es en la determinación indirecta del aumento de ácidos orgánicos, cuando queremos diferenciar si un trastorno ácido-base es doble o
incluso triple y no contamos con otros medios clínico-diagnósticos.

Sugiero a los lectores que deseen adentrarse en este fascinante tema, revisen el libro: Manejo Clínico de los Gases Sanguíneos de Shapiro,
Harrison, Cane y Templin, Edit. Médica Panamericana, 4a. Edición.

Concepto de amortiguador

Los amortiguadores son moléculas capaces de evitar cambios bruscos en el pH. Es decir, que cuando están presentes en una solución,
pueden aceptar o ceder iones hidrógeno (dentro de un límite), evitando que haya cambios inmediatos y violentos en el pH de esa solución.
Otros términos usados como sinónimos de amortiguador son: tampón, buffer y zwitterion. En esta obra, utilizaremos más el término
amortiguador, ya que es una palabra que nos describe mejor el fenómeno del cual hablamos.

En el organismo humano tenemos varios sistemas especializados en preservar el pH de sus compartimientos y podemos clasificarlos de
acuerdo a lo señalado en el cuadro 4.

Los amortiguadores funcionan gracias a que tienen grupos funcionales que pueden actuar como aceptores o dadores de electrones. Cuando
ceden sus electrones decimos que se disocian. La tendencia a disociarse es característica de cada grupo funcional, por decirlo
metafóricamente es como su "huella digital". La disociación en una solución es siempre constante, por lo cual se simboliza con una "K". Si
recordamos que el objetivo de los amortiguadores es evitar cambios bruscos en el pH, entonces la constante de disociación deberá traspolarse
a la escala del pH. Al llevar a cabo esto, creamos el concepto del pK, que es el pH al cual una molécula se encuentra disociada en un 50%.

Cuadro 4. Clasificación de los amortiguadores

A. Por sus componentes:


1. Con bicarbonato
2. Sin bicarbonato
B. Por su localización
1. Intracelular
a) Hemoglobina*
b) Otras proteínas y péptidos
c) Fosfatos orgánicos e inorgánicos
d) Bicarbonato (anhidrasa carbónica)*
2. Extracelular
a) Proteínas (plasmáticas principalmente)
b) Fosfatos inorgánicos
c) Amonio
d) Sales de calcio

*Aunque su localización es intracelular, su acción se refleja extracelularmente.

Los amortiguadores son moléculas capaces de evitar cambios bruscos en el pH.

La constante de disociación es inversamente proporcional al pH. Por lo cual, si una molécula tiene una K alta (es decir que cede sus
electrones fácilmente), su pH será bajo. Si su constante de disociación es alta (no cede sus electrones con facilidad), su pH será alto. Los
ácidos y las bases pueden clasificarse gracias a su pK en débiles y fuertes. Si éste es cercano a 0 de pH, será un ácido fuerte; si está más
cercano a 7, será débil. De igual manera podemos clasificar a las bases: si su pK es cercano a 7 de pH es débil; por el contrario, si es cercano
a 14 será fuerte.

Existe un principio fisiológico conocido como principio isohídrico. Este principio nos dice que todos los amortiguadores funcionan en forma
proporcional, es decir, que aunque el sistema del bicarbonato es el responsable de la mayor parte de la amortiguación intra y extracelular, los
demás sistemas colaboran en forma proporcional. Una forma fácil de entenderlo es traspolándolo a los impuestos. Si se solicita que se pague
un l0% sobre los ingresos de los trabajadores de una empresa, pagará el l0% de su sueldo el obrero, el capataz y el patrón; aunque en
números absolutos, el ingreso de cada uno de ellos es diferente, el monto de lo aportado será del l0% del sueldo de cada uno de ellos. Con
este ejemplo, quizá el patrón (sistema del bicarbonato) aporte al fisco en dinero, lo que aportan 10 de sus obreros (otros sistemas
amortiguadores), pero está aportanto el mismo porcentaje que ellos.

Como habremos intuido ya, los ácidos y bases débiles (cercanos a pH 7) son los que ayudan al organismo humano, ya que el pH plasmático
es de alrededor de 7.40. Todos los sistemas amortiguadores tienen un pK cercano al pH que normalmente tiene el medio en el que se
encuentran y funcionan adecuadamente en un rango de 2 unidades de pH.

Existe una ecuación que se conoce como de Henderson-Hasselbalch. El nombre puede ser muy familiar al lector, aunque su compresión
quizá no. Esta ecuación se basa en el pK del mayor amortiguador del organismo, que es el sistema del bicarbonato. Además, en un principio
fisico-químico que es la ley de acción de masas, el cual dice:

HA = H+ + A- El número de átomos que forman a una molécula que se disocia (HA) será igual a la suma de sus átomos disociados.

Si nosotros deseamos encontrar la constante de equilibrio de esta reacción, entonces debemos realizar las siguientes operaciones:

1. K = (H+) (A-)

(HA) Se despeja a la molécula sin disociar al segundo miembro y se iguala a su constante de disociación.

2. K (HA) = (H+) (A-) Se pasa a la molécula sin disociar al primer miembro, multiplicando así a la constante de disociación

3. (H+) = K (HA)

A-) Se despeja a la concentración de hidrogeniones, que es la que nos interesa encontrar.

4. log (H+) = log k + log (HA)

(A-) Se obtiene el logaritmo base 10 de ambos miembros de la ecuación.

5. -log (H+) = -log K - log (HA)

(A-) Se multiplica por -1, para poder sustituir los logaritmos de la concentración de H+ y K por pH y pK.

6. pH = pK - log (HA) (A-) Se sustituyen los logaritmos de H+ y K por pH y pK.

7. Ecuación de Henderson-Hasselbalch pH = pK + log (A-)

(HA) Se invierten las concentraciones de A- y HA para eliminar los logaritmos negativos


La ecuación de Henderson-Hasselbalch se utilizó para realizar los estudios en el estado ácido-base del organismo. Como lo mencionamos, se
utilizó al sistema del bicarbonato para estos fines. El sistema del bicarbonato se encuentra esencialmente en los eritrocitos, los cuales
contienen a la enzima anhidrasa carbónica, la cual es responsable de agilizar la siguiente reacción:

CO2 + H20 H2CO3 HCO3- + H+

Anhidrasa Reacción carbónica espontánea

pK = 6.1

Como podemos apreciar, esta reacción tiene por el extremo izquierdo al bióxido de carbono y al agua, los cuales son convertidos a ácido
carbónico. Posteriormente, por una reacción no enzimática y debido a que la molécula del ácido carbónico es muy inestable, éste se disocia
en bicarbonato e ion hidrógeno (a la derecha). Esta reacción tiene gran importancia en el transporte de oxígeno, ya que interviene en lo que se
conoce como efecto Böhr.

Al sustituir el pK de la anhidrasa carbónica en la ecuación de Henderson-Hasselbalch, tenemos que:

pH = 6.l + log (HCO3-)

CO2 *

pH = 6.1 + log (HCO3-)

a(PaCO2)

*El CO2 no puede medirse como tal, sino que se debe obtener por su presión parcial en la sangre y multiplicarse posteriormente por una
constante específica para éste, conocida como Coeficiente de Bunsen (a), que es de 0.03. Esta constante permite transformar los mmHg (en
los que se mide la presión parcial) en mEq.

Si nosotros sustituimos los demás valores, encontraremos entonces que:

(24 mEq)

pH = 6.1 + log =

0.03(40 mm Hg)

24 mEq

pH = 6.1 + log =

1.2 mEq

pH = 6.1 + log 20 mEq

Así, finalmente, la ecuación resulta en:

pH = 6.l + l.3 = pH = 7.40, cuando los valores son los ideales a nivel arterial.

Para nosotros, es importante tener en cuenta la ecuación de Henderson-Hasselbalch, ya que aunque los planteamientos matemáticos hasta
ahora explicados pudieran resultar poco útiles en la práctica, la ecuación final nos dá una gran ayuda clínica:

pH = 6.1 + log (HCO3-) (I)

a (PaCO2) (II)

I. Esta parte de la ecuación nos habla de lo que comúnmente conocemos como "control metabólico" del equilibrio ácido-base. El bicarbonato
es regulado principalmente por el riñón. Esta respuesta es a mediano plazo, ya que se instala efectivamente hasta las 24 horas posteriores a un
desequilibrio ácido-base. Nótese que los cambios que puedan surgir en la concentración del bicarbonato serán DIRECTAMENTE
proporcionales sobre el pH (mayor bicarbonato=mayor pH y viceversa).

II. La parte inferior de la ecuación nos habla de la respuesta "respiratoria", es decir, los cambios que la ventilación puede producir sobre la
concentración del bióxido de carbono. Estos cambios son casi inmediatos. Los podemos observar cuando hacemos ejercicio, ya que además
de requerir mayor cantidad de oxígeno para llevar a cabo el metabolismo aerobio (que explicaremos en su oportunidad) hay un aumento de la
producción de los ácidos orgánicos, como el ácido láctico. La respuesta que el organismo da a estos ácidos, es la pérdida de CO 2, el cual se
comporta como un ácido débil. Cabe mencionar, que los cambios en la concentración del CO 2 son INVERSAMENTE proporcionales sobre
el pH (menor PaCO2=mayor pH y viceversa).
Cuando los anestesiólogos aumentamos la frecuencia respiratoria y el volumen corriente de los pacientes durante una anestesia general, este
aumento en el volumen minuto puede hacerle al paciente lo que comúnmente denominamos "barrido" del CO 2. Como lo mencionamos antes,
una disminución en éste puede producir una alcalosis respiratoria transoperatoria. De la misma manera, si no contáramos con la cal sodada o
baritada, cuya función es reaccionar con el CO 2 y captarlo, la acumulación en nuestros circuitos cerrados y semicerrados de CO 2 produciría
una acidosis respiratoria.

En nuestra práctica diaria como anestesiólogos ponemos (a veces sin notarlo), en práctica mucho del conocimiento que la bioquímica ha
aportado a la medicina. Con sólo cambiar la cal sodada del canister de nuestra máquina de anestesia, estamos evitando la posibilidad de un
trastorno ácido-base en el paciente.

El monitoreo no invasivo de nuestros días, como es el capnómetro (o capnógrafo en su caso), que nos proporciona la presión tele-espiratoria
del CO2, ha ayudado grandemente a no disminuir la PaCO 2 arterial si no lo deseamos. Además, en neuroanestesia, se puede llevar a cabo una
disminución de la PaCO2 como una de las muchas medidas de protección a la integridad cerebral.

Sugiero a los lectores que quieran adentrarse aún más en este fascinante tema a consultar los libros escritos por el Dr. West: Fisiología
Respiratoria y Fisiopatología Pulmonar, publicados por la Ed. Médica Panamericana.

Es importante tener en cuenta la ecuación de Henderson-Hasselbalch, ya que aunque los planteamientos matemáticos hasta ahora
explicados pudieran resultar poco útiles en la práctica, la ecuación final nos dá una gran ayuda clínica

Los aminoácidos son compuestos químicos que se caracterizan por tener un átomo de carbono (conocido como carbono alfa), el cual puede
formar cuatro enlaces.

Se caracterizan por tener un grupo radical que posee un grupo carboxilo adicional al que está unido al carbono alfa

Los aminoácidos se unen a través de enlaces covalentes que se forman entre el grupo alfa amino de un aminoácido y el alfa carboxilo de
otro aminoácido

Los aminoácidos y las proteínas

Los aminoácidos son compuestos químicos que se caracterizan por tener un átomo de carbono (conocido como carbono alfa), el cual puede
formar cuatro enlaces. Estos cuatro enlaces, están asociados siempre a un hidrógeno, un grupo amino, un grupo carboxilo y un grupo radical.
El hecho de estar unido a cuatro grupos diferentes, hace que el carbono alfa sea asimétrico, es decir, que la distribución espacial de sus cuatro
enlaces es siempre diferente (Fig. 11).

El carbono alfa se llama así, porque a partir de él se contabilizan los carbonos que forman al aminoácido. Recordemos que en el alfabeto
griego la letra alfa es la primera. El grupo amino funciona como una base, es decir, su disociación (pK) está por arriba de pH 7. El grupo
carboxilo tiene propiedades de ácido, lo que significa que su disociación (pK) está por debajo del pH 7.El átomo de hidrógeno no se disocia.
El grupo radical es lo que caracteriza a cada aminoácido y le confiere propiedades diferentes.

En la naturaleza existen alrededor de 300 aminoácidos, sin embargo son sólo unos 25 los que son comunes a todos los organismos vivos. De
éstos, sólo 20 forman parte de las proteínas, los demás funcionan como neurotransmisores o como intermediarios en el metabolismo.

Aminoácidos que conforman a las proteínas

Albert Lehninger describió a los 20 aminoácidos que pueden formar proteínas como sillares de las proteínas. Estos aminoácidos no sólo son
comunes en los animales, sino también en virus, bacterias, hongos y plantas. Por lo anterior, podemos deducir que muchos de los
aminoácidos que el cuerpo humano utiliza provienen primordialmente de su dieta. El cuerpo humano sintetiza también parte de ellos, aunque
algunos no en la cantidad requerida. Es por esto que algunos aminoácidos son considerados como esenciales, es decir, que deben de ser
consumidos en la dieta, ya que el organismo no es capaz de sintetizarlos (completa o parcialmente) para cubrir sus requerimientos.

Para tratar de comprender mejor a los aminoácidos se han clasificado de muchas formas. Creo que para los fines que perseguimos en esta
obra, la más accesible es la que se refiere a su comportamiento ácido-básico, es decir, cuando los clasificamos como ácidos, básicos y
neutros. Además, los podemos subdividir en los que tienen una carga eléctrica parcial, es decir, si son polares o no polares.

Aminoácidos ácidos

Se caracterizan por tener un grupo radical que posee un grupo carboxilo adicional al que está unido al carbono alfa. Éste les confiere
propiedades ácidas. Al pH sanguíneo se encuentran con una carga parcialmente negativa (por lo que son polares). Son dos: el ácido
aspártico y el ácido glutámico. Además de formar proteínas, están relacionados también con la neurotransmisión a nivel central y son
precursores del ácido gamma amino butírico (GABA, en inglés).

Unión entre los aminoácidos: los enlaces peptídicos

Los aminoácidos se unen a través de enlaces covalentes que se forman entre el grupo alfa amino de un aminoácido y el alfa carboxilo de otro
aminoácido. A este tipo de enlace se le conoce como amida en química orgánica y como peptídico en bioquímica. En la figura 12 podemos
observar este tipo de enlaces en los rectángulos discontinuos.

Para su estudio, se ha clasificado a los polímeros de aminoácidos de acuerdo al número de éstos que contienen (Cuadro 5).
Figura. 12. Representación de los enlaces peptídicos

Cuadro 5. Clasificación de los polímeros de los aminoácidos

Nombre No. de Peso molecular


aminoácidos

- Dipéptido 2
- Tripéptido 3 Menor a
Oligopéptido - Tetrapéptido 4 2 000
- Pentapéptido 5
- Hexapéptido, etc. 6
Se consideran oligopéptidos
hasta 20 aminoácidos
Péptido

Polipéptido 21-50 Menor a 5 000

Proteína 51- en adelante; Mayor a


llega a ser hasta 5 000
2 500

La estructura tridimensional de los péptidos y proteínas se divide para su estudio en cuatro, a saber:

1. Primaria. Es la secuencia que tienen los aminoácidos (p. ej. valina+alanina+ glicina, etc.).

2. Secundaria. Es la forma en que los aminoácidos, el unirse entre ellos, van formando un eje longitudinal, el cual puede tomar forma de
hélice o de lámina plegada. Depende principalmente de los enlaces peptídicos, aunque colaboran los puentes de hidrógeno y las interacciones
hidrofóbicas de los grupos R.

3. Terciaria. Es la forma que toma la proteína al hacer "pliegues" sobre su propio eje. Depende de uniones no covalentes, como: enlaces
disulfuro, puentes de hidrógeno y las fuerzas de Van der Waals.

4. Cuaternaria. Es la forma que adquieren cuando se une con otros péptidos, proteínas o grupos funcionales (como el hem de la
hemoglobina y los citocromos). Depende de enlaces covalentes y no covalentes (los mencionados anteriormente).

Aminácidos básicos

Aminácidos básicos.

Se caracterizan por tener un grupo amino adicional al que está unido al carbono alfa. Este grupo les dá propiedades de bases.

Se caracterizan por tener un grupo amino adicional al que está unido al carbono alfa. Este grupo les dá propiedades de bases, además de
convertirlos en polares, cargados positivamente. Son tres: lisina, arginina e histidina. Este último es de suma importancia, ya que abunda en
la estructura de la hemoglobina y mioglobina.

Posee un grupo R llamado imidazol. Este grupo posee la capacidad de ganar o ceder electrones, en un rango muy cercano al del pH
sanguíneo, por lo que funciona como un regulador del pH intracelular a nivel eritrocítico, modificando así la afinidad de la hemoglobina por
el oxígeno. Además a nivel muscular, regula el pH del miocito para poder llevar a cabo con efectividad la contracción muscular,
especialmente aquélla conocida como aerobia.

Aminoácidos neutros

Este es el grupo más amplio de aminoácidos, ya que se subdivide en siete subgrupos:

1. Hidrocarbonados no ramificados. Son los más sencillos estructuralmente hablando. Son dos: la glicina (antiguamente llamada glicocola).
Posee en su grupo R únicamente un átomo de hidrógeno, por lo que es el único aminoácido con un carbono alfa simétrico (por tener en dos
de sus valencias dos átomos iguales). Esta característica lo hace además que tenga una polaridad positiva. El otro aminoácido de este grupo
es la alanina. Su grupo R está formado por un metilo. Es precursor de otros aminoácidos. Se le considera no polar.
2. Hidrocarbonados ramificados. Como su nombre lo indica, son aminoácidos cuyo grupo R está conformado por cadenas de hidrocarburos
ramificados. Son tres los que conforman a este grupo: la valina, la leucina y un isómero de ésta, que es la iso-leucina. Recordemos que la
palabra isómero proviene delgriego isos (igual) y meros (parte). Esto significa que tiene partes (constituyentes) iguales pero con diferente
distribución en el espacio (acomodados de forma distinta). Los tres son no polares.

3. Amídicos. Son parientes de los dos aminoácidos ácidos. Su estructura es similar, pero difieren en su grupo radical ya que el carboxílo se ha
asociado con un grupo amino, el cual lo modifica. Se forma así un grupo conocido como amida. Son la asparagina y la glutamina. Ambos
son polares.

4. Con grupo alcohol. Son dos y son derivados de la alanina. La serina tiene un grupo alcohol (OH) unido al grupo metilo de la alanina,
mientras que la treonina tiene unido un grupo alcohol y un metilo unidos al metilo de la alanina. Ambos tienen polaridad positiva.

5. Azufrados. Estos poseen azufre en su grupo R. Su grupo se parece al grupo alcohol (OH), pero con azufre (SH), por lo que se le llama
TIOL. Éste está presente en esta forma sencilla en la cisteína, lo que lo hace tener polaridad positiva. La cisteína tiene la posibilidad de poder
asociarse a través de este tiol a otra cisteína, formando un puente disulfuro (S-S). A este dímero lo conocemos como cistina. La cistina tiene
mucho que ver en el arreglo tridimensional de las proteínas, es decir, en su estructura terciaria y cuaternaria. Los puentes disulfuro pueden
ser alterados por el pH, por lo cual la función de las proteínas que los poseen puede verse alterada. El otro aminoácido azufrado es la
metionina. El grupo tiol que posee, se ha unido a un metilo. La metionina es indispensable para iniciar la síntesis de proteínas, por lo que
podemos inferir que la falta de ésta, traería como consecuencia la disminución en la producción de proteínas estructurales como la colágena,
de hormonas como la insulina, de inmunoglobulinas, de péptidos relacionados con la transmisión nerviosa, etc. Además, colabora en la
síntesis de la creatinina, que como sabemos, ayuda a la eliminación del nitrógeno de "desecho" del organismo. La metionina es no polar.

6. Aromáticos. Como su nombre lo indica, poseen grupos aromáticos, es decir, con un anillo de fenilo. El más sencillo estructuralmente
hablando, es la fenil-alanina. En realidad es una alanina a la cual se ha unido un fenilo en su grupo R. Se la considera como no polar. La
fenil-alanina, a través de una enzima, se hidroxila y se convierte en la hidroxi-fenil-alanina más comúnmente llamada tirosina.

Ésta funciona como precursor de hormonas, como: las catecolaminas y las hormonas tiroideas. Se la considera polar. El otro aminoácido de
este grupo es el triptófano. El papel más destacado de éste es a nivel del sistema nervioso central (la glándula pineal), donde sirve como
precursor de la melatonina.

7. Iminoácidos. Son los malamente llamados aminoácidos. Su estructura es la de un pentágono, que en uno de sus vértices se une a un
nitrógeno; el carbono vecino a éste se asocia con un carboxilo. El más destacado es la prolina, la cual junto con la hidroxi-prolina, están
involucradas en la síntesis de colágena (Fig. 13).

Funciones de los péptidos y las

proteínas

Las funciones que llevan a cabo las proteínas son muy numerosas y variadas. A continuación enlistaremos algunas de ellas:

l. Amortiguador. Regulando el metabolismo ácido-base, tanto intra como extracelularmente.

2. Transportador. De gases (oxígeno, CO2) y nutrimentos (aminoácidos, lípidos y carbohidratos).

También tienen un papel importante en la regulación de entrada y salida de iones a través de la membrana celular, formando los canales y
bombas iónicos.

3. Protección. A nivel de la membrana celular, existen proteínas asociadas a lípidos y carbohidratos, las cuales forman lo que conocemos
como glucocálix. En éste se encuentran los complejos de histocompatibilidad, que son los responsables de que el organismo reconozca lo
propio de lo extraño. Por otro lado, todas las inmunoglobulinas son proteínas producidas por los linfocitos (B), especializadas en atacar a lo
que el organismo no identifica como propio. Recordemos que la inmunidad no es la única protección con la que cuenta el organismo. Otra
protección, que es la que quizá evaluamos diariamente para el quirófano, es la hemostasia. Buena parte de los factores de coagulación son
proteínas, cuya última función es producir una proteína conocida como fibrina. Otro ejemplo son los cilios (proteicos) del epitelio
respiratorio superior, cuya función es "sacar" partículas atrapadas en el moco del tracto respiratorio. La producción del moco está mediada
también por proteínas.

A nivel de la membrana celular, existen proteínas asociadas a lípidos y carbohidratos, las cuales forman lo que conocemos como glucocálix

Todas las enzimas son proteínas especializadas en agilizar reacciones en el organismo.

4. Catalizador. Todas las enzimas son proteínas especializadas en agilizar reacciones en el organismo. Se describen seis grupos de enzimas,
dentro de los cuales se clasifica a todas. Colaboran en la degradación de los alimentos (amilasa, peptidasa, lipasa), de los medicamentos
(citocromo P450), de los microorganismos (enzimas lisosómicas), etc.

Son además muy útiles como marcadores tempranos de daño tisular (enzimas de escape).

5. Estructural. Los tejidos están unidos gracias a proteínas especializadas en unir, como son la colágena y la elastina. Además, forman
parte importante en el citoesqueleto, organelo cuya función es mantener la forma de la célula y ayudar al transporte de sustancias en su
interior.
Además, colaboran en los procesos de fagocitosis, pinocitosis y exocitosis.

6. Mensajero. Funcionan como hormonas y neurotransmisores. Podemos citar a la insulina, el glucagon, las hormonas de la corteza
adrenal, las del tracto digestivo, en fin, casi todo el metabolismo se regula con mensajes a través de proteínas, péptidos o sus derivados.

7. Receptor. Como lo mencionamos anteriormente, hay proteínas que se encuentran en las membranas, asociadas a carbohidratos. Su
función primordial a este nivel es la de servir como receptores de mensajes procedentes de otras partes del cuerpo. A veces su respuesta se
lleva a cabo en la misma membrana y en otras ocasiones generan otros mensajeros intracelulares para transmitir el mensaje intracelularmente
(segundos mensajeros).

8. Depositarios de información. Al parecer, la memoria está fuertemente involucrada con la síntesis de proteínas. Cuando el cerebro se
activa, existe gran actividad en la síntesis de proteínas, por lo cual se cree que además de servir como mensajeros y receptores, juegan un
papel importante en la fijación de la memoria.

9. Reservorio de aminoácidos. En los estados de ayuno prolongado, el organismo echa mano de las proteínas que no le son vitales para
formar las que sí lo son. Así, se ha demostrado que aunque el organismo no tiene un reservorio físico para las proteínas (como en el caso de
los carbohidratos y lípidos), cuando requiere sintetizar proteínas vitales, lo hace a partir de otras que no utiliza. Es el caso de las enzimas
digestivas. Recordemos que la producción de éstas se lleva a cabo sólo cuando existe el estímulo del sustrato. Otro sitio que sirve de
reservorio es el tejido muscular. Recordemos que un músculo que se ejercita no incrementa s número de miocitos, sino que éstos incrementan
el número de miofibrillas que contienen.

Estas son las principales funciones de las proteínas que actualmente conocemos. Es importante mencionar que las proteínas llegan a ser hasta
un 75% del peso en seco del organismo (varía con la complexión, la edad y el sexo). Su producción es mayor en tejidos que se reproducen
continuamente por estar en crecimiento, o sufrir mucho desgaste (piel y mucosas) y en órganos con gran actividad metabólica (hígado,
cerebro y tejido glandular).

Las enzimas: catalizadores biológicos

Las enzimas son proteínas especializadas en catalizar las reacciones que se llevan a cabo en el organismo. Algunas de ellas se llevan a cabo
sin necesidad de enzimas, sin embargo son tan lentas que si no existiesen las enzimas tardarían horas, incluso días, en llevarse a cabo. Las
enzimas actúan sobre una sustancia determinada, conocida como sustrato. Únicamente pueden actuar sobre él, debido a que poseen
especificidad, la cual está dada por el sitio catalítico (es la parte de la enzima que transforma al sustrato).

Las enzimas constan de dos partes principalmente: una proteica y otra no proteica.

A la parte proteica se le conoce como apoenzima o apoproteína. Es la que da especificidad por el sustrato, ya que contiene el sitio catalítico.
Al término de la reacción, su estructura permanece constante.

La parte no proteica es conocida como grupo prostético. En realidad es una mala traducción de la palabra inglesa prostetic, que significa
prótesis. En este grupo se hallan unidos grupos funcionales que están unidos a la parte proteica. Un claro ejemplo es el grupo hem en los
citocromos. También interactúan las coenzimas, que son derivados de vitaminas hidrosolubles. Las coenzimas si se modifican con la
reacción.

Figura 14. Holoenzima

También pueden asociarse iones metálicos (cobre, magnesio, zinc, hierro, etc.), los cuales reciben el nombre de cofactores.

A la unión de la apoenzima con su grupo prostético se le conoce como holoenzima (Fig. 14).

Esquemáticamente, la forma en que actúan las enzimas es de la manera señalada en la figura 15.

Vale la pena mencionar que la mayoría de las enzimas son capaces de reconocer tanto a su sustrato como a su producto, de tal forma que a
veces las reacciones se llevan a cabo de derecha a izquierda, convirtiendo entonces al producto en sustrato y el sustrato en producto. En
pocas palabras, muchas reacciones pueden ser reversibles.

Nomenclatura de las enzimas

Las enzimas reciben por lo general, el nombre del sustrato al cual transforman (fosfofructocinasa), de la reacción que catalizan (catalasa) o
del producto que sintetizan (citratosintetasa). El nombre de éstas lleva la terminación asa. Se han tratado de eliminar los epónimos de la
nomenclatura internacional (enzima de Ochoa), aunque en algunos textos esta costumbre continúa aisladamente.
La clasificación internacional de las enzimas las divide en seis tipos, de acuerdo a su mecanismo de acción. A su vez, estos grupos se
subdividen, describiendo más específicamente el tipo de reacción que lleva a cabo. Esto se hace con el fin de facilitar el estudio de las
enzimas y poder darles un nombre más descriptivo y común para todos los investigadores de los diversos países

Clasificación de las enzimas

A. Por su mecanismo de acción

(Clasificación Internacional)

1. Oxido-reductasas.Realizan funciones de óxidación o reducción.

P. ej. Lactato deshidrogenasa.

2. Transferasas. Transfieren grupos funcionales de una molécula a otra.

P. ej. Fosfofructocinasa.

3. Hidrolasas. Rompen enlaces con moléculas de agua.

P. ej. Sucrasa.

4. Liasas. Forman enlaces dobles.

P. ej. Citrato-liasa.

5. Isomerasas. Llevan a cabo reaciones de isomerización, es decir, modifican tridimensionalmente al sustrato, sin quitarle ni añadirle nada.

P. ej. Fosfoglucomutasa.

6. Ligasas. Forman enlaces con gasto de ATP.

P. ej. Glutamina sintetasa.

B. Por su presencia

1. Constitutivas o permanentes (siempre son producidas, por lo que siempre están presentes).

2. Inducibles o adaptativas (se producen únicamente si existe su sustrato).

C. Por su localización

1. Membranales.

2. Citoplásmicas.

3. Mitocondriales.

4. Nucleares.

5. Lisosómicas.

6. Microsomales (retículo endoplásmico), etc.

A. Inicialmente, observamos que existen varias moléculas, que podrían ser tomadas por la enzima; sin embargo, ésta es capaz de reconocer a
su sustrato, ya que es específica para él.

B. Posteriormente, la enzima ha tomado al sustrato y se forma lo que se conoce como complejo enzima-sustrato.

C. Finalmente, la enzima libera al producto de la reacción, sin modificar su estructura

Vale la pena mencionar que la mayoría de las enzimas son capaces de reconocer tanto a su sustrato como a su producto

Las enzimas reciben por lo general, el nombre del sustrato al cual transforman, de la reacción que catalizan o del producto que sintetizan
D. Por el número de cadenas proteicas

1. Monoméricas. Con una sola cadena polipeptídica. Usualmente son muy activas.

2. Oligoméricas. Con dos o más subunidades, que constan de una cadena (un monómero) con por lo menos un sitio activo.

Cuando dos o más apoenzimas diferentes tienen afinidad por una molécula y ésta es convertida en un mismo producto, estas enzimas son
conocidas como isoenzimas. El ejemplo típico es la lactato deshidrogenasa, la cual se encuentra en diferentes tejidos. Aunque lleva a cabo la
misma función en todos ellos, la estructura proteica que posee es diferente en cada uno.

Cuando dos o más enzimas con diferente mecanismo de acción se unen para transformar secuencialmente a un sustrato, se forma lo que
conocemos como complejo multienzimático. La sintetasa de ácidos grasos es el ejemplo típico de ésto.

Cinética enzimática

Para entender la forma en la que se comportan las enzimas, debemos entender los siguientes conceptos:

Unidad enzimática. Es la cantidad de enzimas requeridas para transformar 1 micromol de sustrato en un minuto.

Actividad del centro catalítico. Es el número de moléculas de sustrato que se transforman en un minuto en un sitio catalítico.

Eficacia. Es la afinidad que un receptor enzimático tiene por un sustrato.

Efectividad. Es la velocidad a la cual trabaja una enzima. Está determinada por los cofactores, el pH y la temperatura.

Sitio alostérico. Es una parte diferente al sitio activo, que puede acoplarse con un ion o molécula diferente al sustrato y al hacerlo, modifica
la conformación tridimensional del sitio activo. Al suceder ésto, la afinidad del sitio activo (eficacia) se modifica. Una enzima puede tener
más de un sitio alostérico.

Como lo explicamos cuando hablamos del mecanismo de acción, la enzima se une a su sustrato específico, formando el complejo enzima-
sustrato (ES). El destino del ES puede ser disociarse y liberar al sustrato sin haber realizado transformaciones en su estructura o llevar a cabo
la reacción, obteniendo un producto. La velocidad y el comportamiento de lo anterior lo estudiaron Michaelis y Menten, a partir del siguiente
razonamiento:

La enzima se une a su sustrato específico, formando el complejo enzima-sustrato (ES).

K1 K3

E + S ES P

K2

Debido a las transformaciones químicas que deben llevarse a cabo para producir el producto (P), K3 sería una velocidad mucho más lenta
que K1 o K2. Por otro lado, se considera que las concentraciones de P son tan bajas al inicio de la reacción (porque apenas se está
produciendo) que la reacción es prácticamente irreversible, ya que se necesitarían muy altas cantidades de P para ir al lado izquierdo de la
reacción.

La enzima puede encontrarse libre o unida al complejo ES. La suma de éstas será la cantidad total de enzima que hay. Si hacemos un
razonamiento matemático, encontraremos que:

(Enzima) total = (Enzima) libre + (Enzima-Sustrato)

Si quisiéramos saber qué cantidad de enzima libre existe, tendríamos que despejar de la siguiente manera:

(Enzima) libre = (Enzima) total - (Enzima-Sustrato)

Michaelis supuso que las concentraciones estaban en equilibrio, por lo que pensó que ésto sería constante, y lo expresó matemáticamente
como:

(E) (S)

KM =

(ES)
de esta forma, creó el concepto de KM (constante de Michaelis). Posteriormente con otros razonamientos matemáticos, llegó a la conclusión
de que la velocidad de reacción de una enzima se puede expresar como:

Vmax (S)

V=

KM + (S)

Ecuación de Michaelis-Menten

Los factores que intervienen en la velocidad de las reacciones enzimáticas podemos clasificarlos como:

I. Factores de concentración.

La presencia y cantidad del sustrato y la enzima. La velocidad de reacción es directamente proporcional a la cantidad de enzimas. Cada
enzima tiene una capacidad específica para poder llevar a cabo su reacción. Si hay mucho sustrato que convertir, la enzima no puede llevarlo
a cabo más rápidamente. Esto introduce el concepto de que las enzimas son saturables. Cuando el organismo detecta que frecuentemente el
sustrato es mucho para la cantidad de enzimas presentes, inicia la síntesis de más enzimas; esto es lo que conocemos como inducción
enzimática. Este efecto lo observamos en personas que ingieren cotidianamente drogas, como las benzodiacepinas. Cuando se requiere
proporcionar sedación a este tipo de pacientes, la cantidad de medicamento que utilizamos para lograr el efecto deseado es mayor que en una
persona que no haya tenido este tipo de contacto con el medicamento

Cada enzima tiene una capacidad específica para poder llevar a cabo su reacción

II. Factores de activación.

El pH. Como ya lo hemos reiterado, las apoenzimas son proteínas que pueden sufrir cambios en su estructura al modificarse el pH en el cual
trabajan, lo que repercutirá en su eficiencia. El desequilibrio ácido-base puede disminuir o aumentar el tiempo en el cual los medicamentos
que aplicamos lleguen a su órgano blanco, actúen y sean eliminados.

La temperatura. Los principios físicos que rigen a las biomoléculas afectan también a las enzimas. El calor aumenta la cinética molecular,
lo que hace que los pacientes con fiebre metabolicen más rápidamente los medicamentos. Por el contrario, cuando se presenta hipotermia, el
tiempo en el cual los medicamentos se degradan es mayor ya que la cinética molecular disminuye. Es casi seguro que ambos cuadros clínicos
los hayamos observado en pacientes durante el periodo transanestésico

Cuadro 7. Vitaminas

HIDROSOLUBLES LIPOSOLUBLES

Nombre Compuesto Enfermedad carencial Nombre Compuesto Enfermedad


carencial

B1 Tiamina Beri-beri A Retinol Ceguera nocturna


B2 Riboflavina Queilosis, dermatitis D Calciferol Raquitismo y
B3 ó PP Niacina Pelagra osteomalacia
B5 Ácido pantoténico No descrita E Tocoferol Anemia en niños
B6 Piridoxina Lesiones cutáneas K Fitoquinona Síndromes
B12 Cobalamina Anemia perniciosa hemorragíparos
Bc ó M Ácido fólico Anemia macrocítica
y megaloblástica
C Ácido ascórbico Escorbuto
H Biotina Lesiones cutáneas

La disminución en la ingesta de vitaminas trae como resultado las enfermedades conocidas como carenciales, mientras que su ingesta
excesiva produce hipervitaminosis.

Cuadro 6. Clasificación de los inhibidores

Irreversibles Generalmente es con metales


Enlaces covalentes pesados o gases (contaminantes o venenos)

Inhibidores
Competitivos. Son uniones débiles con moléculas PARECIDAS estructuralmente al
sustrato original.La mayoría de los medicamentos actúan de esta manera
Reversibles
Enlaces NO covalentes
No competitivos. Son uniones débiles con moléculas DIFERENTES al sustrato original,
pero poseen grupos que pueden unirse a la enzima, ocupándola temporalmente
Cofactores y coenzimas. La presencia de éstos es importante para que las reacciones puedan llevarse a cabo ya que funcionan modificando
la apoenzima, a través de sitios alostéricos y como donadores o aceptores de grupos funcionales o iones.

III. Factores de inhibición.

Inhibidores. Los medicamentos que utilizamos en anestesia juegan un papel importante como inhibidores competitivos de un gran número
de enzimas y receptores. A veces sin recordarlo, hacemos grandes modificaciones en el metabolismo de nuestros pacientes. Los inhibidores
se clasifican como irreversibles y reversibles (Cuadro 6).

Las vitaminas y coenzimas

Las vitaminas son un grupo de biomoléculas provenientes de los nutrimentos, y que el cuerpo humano es incapaz de sintetizar en forma
adecuada, necesarias para determinadas funciones del metabolismo humano. Se dividen en dos grandes grupos: las hidrosolubles (que
funcionan como coenzimas) y las liposolubles (que no funcionan como coenzimas y pueden participar como precursores de otras moléculas).

Las coenzimas funcionan como receptores o donadores de grupos químicos, por lo que su estructura sí se modifica en la reacción enzimática.
En el cuadro 7 se indican las principales vitaminas que utiliza el organismo.

Vitaminas hidrosolubles

A continuación explicamos brevemente las principales características de algunas vitaminas hidrosolubles.

Vitamina B1: Tiamina. Es un derivado tiazólico de la pirimidina. El olor de la tiamina es característico y muy parecido al de la levadura. Es
termolábil a temperaturas elevadas. Su deficiencia produce Beri-beri, que es una rara enfermedad en el occidente del mundo. El cuadro
clínico se caracteriza por anorexia, pérdida de peso, fatiga y trastornos gastrointestinaes. Posteriormente se agrava y aparecen trastornos
cardiacos. En los alcohólicos, debido a su mala alimentación, se presenta otra enfermedad carencial, conocida como encefalopatía de
Wernicke, la cual puede complicarse con psicosis de Korsakoff. Ambas ceden a la administración de la tiamina. Participa en la formación
del pirofosfato de tiamina, coenzima que participa en reacciones de descarboxilación

Las vitaminas son un grupo de biomoléculas provenientes de los nutrimentos, y que el cuerpo humano es incapaz de sintetizar en forma
adecuada, necesarias para determinadas funciones del metabolismo humano.

Vitamina B2: Riboflavina. Es un derivado de la isoaloxazina. Es hidrosoluble, termoestable y sensible a la luz visible. Se absorbe a nivel
intestinal, donde se convierte en flavín mononucleótido (FMN). Al llegar al hígado se convierte en flavín adenín-dinucleótido, que es una
enzima de oxido-reduccción que ingresa al sitio I de la cadena respiratoria (posteriormente descrita). Se excreta por vía urinaria y debido a
que es un pigmento de color amarillo, contribuye al color amarillo de ésta. Su deficiencia produce dermatosis (Fig. 16).

Vitamina B3: Niacina. Conocida también como nicotín amida. Existe otro compuesto similar conocido como ácido nicotínico. Son
derivados no tóxicos de la nicotina. Ambos son hidrosolubles y termoestables. Se absorbe a nivel intestinal como nicotinato y es excretada en
forma de derivados metilados. Participa en la formación del niacín adenin dinucleótido y niacín adenín dinucleótido fosfato (NAD y NADP),
que son las coenzimas de óxidos reducción más importantes, ya que entran al sitio I de la cadena respiratoria (posteriormente descrita). Su
deficiencia produce pelagra, cuyo cuadro clínico es: diarrea, demencia, dermatitis y dilución (Fig. 17).

Vit H: Biotina. Es un ácido monocarboxílico muy poco soluble en agua; sin embargo sus sales si son muy solubles en ella. Se absorbe a
nivel intestinal. Forma a la N-carboxi-biotinil-lisina, coenzima que actúa en reacciones de transferencia de CO2 de las coenzimas de las
carboxilasas. La flora intestinal es capaz de producirla, por lo que su deficiencia es rara. Sin embargo, vale la pena mencionar que en la clara
del huevo de las aves, se encuentra una proteína llamada avidina. Esta proteína se combina con dos moléculas de biotina, impidiendo su
absorción. La ingesta crónica de huevo CRUDO junto con la administración de sulfas, puede llevar a un estado carencial, que se caracteriza
por poca ganancia ponderal de peso, pérdida de peso, acompañada de irritabilidad, movimientos espasmódicos, pérdida de pelo y queilosis
(Fig. 17).

Vitamina C: Ácido ascórbico. Conocido también como factor antiescorbútico (de donde viene su nombre). Es hidrosoluble, termolábil, pero
con mucha resistencia a la congelación. Participa en reacciones de hidroxilación (muy importante en la síntesis de la colágena y por ende en
la cicatrización) y puede reducir al oxígeno, nitrato y algunos citocromos. Se absorbe a nivel intestinal con transporte activo dependiente de
sodio y con activación por la glucosa. Se excreta por orina (por una ruta todavía no muy estudiada) como oxalato, el cual al asociarse con
calcio puede formar cálculos renales. Puede también metabolizarse por la vía de las pentosas fosfato. Su deficiencia produce el escorbuto,
que se caracteriza por fragilidad capilar, con aparición de hemorragias secundarias a ésto, gingivitis que produce pérdida de piezas dentarias,
trastornos en la cicatrización, queratosis folicular y mialgias (Fig. 17).

Vitamina A: Retinol. Su derivado 11 cis-retinal contribuye a la formación de la rodopsina (molécula muy importante en la bioquímica de la
visión). Otros metabolitos participan en la diferenciación celular a nivel óseo, nervioso y epitelial. Su deficiencia en niños se manifiesta con
xerosis, quratomalacia, retardo en el crecimiento; en adultos puede presentarse con ceguera nocturna y xeroderma.

Vitamina D:Calciferol. En realidad son varios compuestos muy similares con destinos diferentes. A nivel dérmico y por interacción con los
rayos ultravioleta, se produce el colecalciferol, hormona que regula la absorción de calcio a nivel intestinal además de la función
osteoblástica. El osteoblasto es el responsable de la osificación, por lo cual la enfermedad carencial reflejará una disminución en la actividad
de esta estirpe celular. En los niños se traduce como raquitismo y en los adultos como osteomalacia. De forma indirecta regula la
solubilidad del calcio y fosfatos en varios compartimientos del organismo.
Vitamina E: Tocoferol. Es un grupo de compuestos muy similares, cuyo representante es el alfa tocoferol. Se absorbe a nivel intestinal,
probablemente como quilomicrones, siendo liberado posteriormente por las lipoproteínas a nivel periférico. Tiene propiedades antioxidantes,
es decir, interviene en la regulación de los radicales del oxígeno que se producen en el organismo, por lo cual tiene un papel de prevención de
deterioro en las membranas celulares, ya que ésta se presenta por destrucción oxidativa de los lípidos. Esto se observa con claridad a nivel
sanguíneo, ya que existe una marcada fragilidad eritrocítica y por lo tanto hay hemólisis y creatinuria. Vale la pena mencionar que los
fosfolípidos de las membranas de algu os organelos tales como la membrana celular, la mitocondrial y la del retículo endoplásmico tienen
una gran afinidad por el tocoferol (su mayor concentración a nivel celular está en estas membranas). Esto nos dá idea de la importancia que
tiene tanto para actuar en su primera frontera (membrana celular) como en sitios vitales como el lugar de la respiración celular y de síntesis
de proteínas respectivamente.

Vitamina C: Ácido ascórbico. Participa en reacciones de hidroxilación (muy importante en la síntesis de la colágena y por ende en la
cicatrización) y puede reducir al oxígeno, nitrato y algunos citocromos

Vitamina K: Fitoquinona. Es la forma principal de la vitamina K en las plantas. En realidad son varios compuestos derivados de la
menadiona. Cuando ésta sufre una alquilación produce la menaquinona. La primera se absorbe fácilmente a nivel intestinal, ya que es
hidrosoluble. La segunda necesita de la presencia de las sales biliares, ya que es liposoluble. La vitamina K tiene gran importancia en la
coagulación, ya que juega un papel importante en modificaciones post-traduccionales de los factores proteicos de la coagulación II, VII, IX y
X. Existen otras reacciones en las cuales interviene la vitamina K, pero para nuestros fines su papel en la coagulación es el importante.
Recordemos además que la vitamina K es un buen antídoto en estados en que la anticoagulación con cumarínicos ha sido demasiada.

Los carbohidratos

El nombre que este grupo de biomoléculas ha recibido con el paso del tiempo ha sido muy variado: azúcares, sacáridos, hidratos de carbono,
carbohidratos y glúcidos entre otros. Si bien el nombre que actualmente se acepta como más correcto es el de glúcidos, en este texto
utilizaremos el de carbohidratos, ya que es el que en los textos y artículos sigue utilizándose.

Químicamente hablando, los carbohidratos están formados por cadenas hidrocarbonadas, polihidroxiladas (polialcoholes), con un grupo
carbonilo, que si se sitúa en uno de sus extremos se conoce como aldehido y si está en el centro de la cadena hidrocarbonada se llama cetona.
La fórmula química general condensada para estos compuestos es: (CH2O)n, aunque hay que decir que existen compuestos con esta misma
fórmula condensada que no son carbohidratos, como el vinagre (ácido acético). Además, debemos saber que no todos los carbohidratos
tienen sabor dulce.

Los carbohidratos son el grupo más abundante de moléculas en la naturaleza, llegando aproximadante a ser el 75% del total de las
biomoléculas, lo cual se debe a las funciones estructurales y metabólicas que llevan a cabo:

Químicamente hablando, los carbohidratos están formados por cadenas hidrocarbonadas, polihidroxiladas (polialcoholes), con un grupo
carbonilo

a) Componente estructural importante en TODOS los seres vivos.

b) Fuente de energía celular (sin importar el reino).

c) Pueden almacenarse para posteriormente ser utilizados en la obtención de energía; el ser humano los almacena principalmente en el hígado
y el tejido muscular, en forma de glucógeno.

d) Son fuente de carbono para producir otras biomoléculas.

Sin duda, la glucosa es la principal fuente de energía en la mayoría de los seres vivos. Las plantas la sintetizan en la fotosíntesis, utilizando la
energía solar, agua y bióxido de carbono. Algunos animales pueden sintetizar carbohidratos a partir de lípidos y proteínas, sin embargo el
aporte más importante procede de la dieta (especialmente cuando contiene vegetales o derivados de ellos).

Clasificación de los carbohidratos

Monosacáridos. Son los carbohidratos que no pueden ser hidrolizados en moléculas más sencillas, por lo que podemos decir que son las
unidades básicas. Para su estudio, los dividimos según el número de carbonos que tienen en su molécula y su grupo funcional (aldehidos y
cetonas) (Fig. 19).

Son llamados en base al número de carbonos que poseen en su cadena hidrocarbonada con la terminación osa. Los menores, poseen tres
carbonos y son llamados treosas, los de cuatro tetrosas, los de cinco pentosas, etc.

Oligosacáridos. Están formados por la unión de dos a seis monosacáridos iguales o diferentes. Se nombran con el prefijo correspondiente al
número de carbonos que poseen (2=di, 3=tri, 4=tetra, etc.) seguido de la palabra sacárido (disacárido, trisacárido, etc.). Por razones
históricas, también se designan con nombres que refieren al sitio en donde fueron encontradas por primera vez: sacarosa, maltosa, lactosa,
etc.

Polisacáridos. Están formados por más de seis monosacáridos. El ejemplo típico es el almidón, las dextrinas y el glucógeno; poseen una
cadena central, la cual puede estar ramificada. Si contienen el mismo tipo de monosacáridos se denominan: homopolisacáridos, si son
diferentes heteropolisacáridos.
Características químicas de los carbohidratos

Isomería

Uno de los átomos más abundantes en los carbohidratos es el carbono; éste posee la capacidad de asociarse con cuatro átomos o moléculas
diferentes, como lo observamos en la figura 20.

La presencia del carbono proporciona gran versatilidad a la forma que los carbohidratos toman, haciendo que sean capaces de presentar
isomería. Es importante tener claro este concepto: los isómeros son dos o más moléculas que tienen el mismo número de átomos, pero estos
átomos se enlazan de manera diferente entre sí, adquiriendo una distribución diferente en el espacio. La palabra proviene del griego isos, que
significa igual y meros que significa parte.

Cuando el carbono se une a cuatro átomos o moléculas diferentes, se llama carbono asimétrico. Para calcular el número de isómeros posibles,
debemos conocer el número de carbonos asimétricos que posee (n), siendo la ecuación 2 n. De esta forma, el número de isómeros que puede
tener una molécula con 4 carbonos asimétricos (2 4) es 16. Fischer propuso una proyección tetrahédrica en un plano, con la cual se
esquematizan las moléculas. Explicaremos ahora algunos tipos de isomería en base a las proyecciones de Fischer (Fig. 21).

1. D y L. De acuerdo con la proyección de Fischer, se identifican al ver su esquema. Si colocamos el grupo CH 2OH (alcohol terminal) en la
parte inferior, y el OH unido al carbono adyacente a este grupo está del lado derecho, será D. Si por el contrario está a la izquierda, será L.

2. Dextrógiro y Levógiro. Esta es una propiedad física de la molécula. Estos nombres los reciben de acuerdo a la dirección en que desvían la
luz polarizada, al ser introducidos en un polarímetro (o sacarímetro). Si la desvían a la derecha son dextrógiras, y se simbolizan como (+); si
es a la izquierda se denomina levógiro y se marca (-). No confundir con D y L, que ya explicamos anteriormente.

3. Anómero. Son similares en todos los grupos alcohol. Difieren sólo en su grupo funcional.

4. Enantiómeros. Son los isómeros conocidos también como quirales. Esta palabra proviene del griego queiros que significa mano. Son
aquéllas moléculas que tienen sus grupos OH exactamente en sentido inverso, como la imagen que el espejo dá de un objeto. También son
conocidos como isómeros especulares.

5. Epímero. Son isómeros que sólo difieren en 1 OH, siendo el resto igual.

6. Diasterómero. Son isómeros que difieren en todos sus grupos OH, excepto 1. Su grupo funcional (aldehido o cetona) y su grupo alcohol
primario (CH2OH) son iguales.

Algunos derivados de los

monosacáridos

Algunos carbohidratos sufren modificaciones en su estructura, para dar compuestos que tienen funciones metabólicas. Podemos mencionar a
los azúcares fosfato y sulfato, que participan con los ácidos nucleicos y algunas coenzimas. El ácido n-acetil murámico y la n-acetil
glucosamida son integrantes importantes de las paredes bacterianas. Los ácidos urónicos son importantes en los mecanismos de excreción de
medicamentos y toxinas (ácido glucurónido). Algunos en forma de alcoholes pueden funcionar en la regulación de líquido en los
compartimientos celulares (sorbitol y manitol).

Polisacáridos. Están formados por más de seis monosacáridos. El ejemplo típico es el almidón, las dextrinas y el glucógeno.

Uniones entre los carbohidratos

Los carbohidratos que hemos visto hasta ahora, son de forma lineal, sin embargo, en la realidad no son así. Los carbohidratos generalmente
se hacen cíclicos, tomando forma de hexágonos (piranos) o pentágonos (furanos), haciendo reaccionar al grupo aldehido y un OH, formando
un enlace conocido como acetal.

Los carbohidratos se unen entre sí, con un enlace conocido como glucosídico. Este enlace se lleva a cabo entre el enlace acetal que ya
describimos y un OH del otro carbohidrato. Este tipo de enlace se conoce en química orgánica como enlace hemi-acetal, aunque en
bioquímica es llamado glucosídico.

La forma en la que los animales superiores almacenan los carbohidratos es a través del glucógeno, que es un polímero muy ramificado de la
glucosa. Como ya sabemos, su concentración es mayor en el hígado, aunque en conjunto, el músculo tiene más que éste. El músculo emplea
su glucógeno para producir la energía que necesita para la contracción, mientras que el papel del hígado es el de mantener la concentración
de la glucosa en sangre (glucemia) en los periodos en los cuales el organismo no ha ingerido alimentos (Fig. 22).

Otra función importante en el cuerpo humano es la de ser un constituyente importante del tejido conectivo, especialmente del ácido
condroitín sulfúrico, el cual está presente a nivel de córnea, cartílago y hueso y del queratán sulfato, dermatán sulfato y heparán sulfato, éste
último con un papel anticoagulante vital a nivel intravascular.

La celulosa es un polisacárido, que forma la madera y el algodón. La razón por la cual el ser humano no puede digerirla es que posee enlaces
entre sus moléculas, para los cuales no tenemos las enzimas necesarias.
Los lípidos

Este grupo de biomoléculas son muy variadas y están relacionadas real o potencialmente con los ácidos grasos. Incluyen a las ceras, aceites y
grasas, entre otras moléculas. Químicamente tienen en común ser solubles en solventes no polares como el benceno, cloroformo y éter y
relativamente insolubles en el agua.

Importancia de los lípidos

a) Son constituyentes importantes de la dieta: aportan vitaminas liposolubles, ácidos grasos esenciales y no esenciales.

b) Producen altas cantidades de ATP, directa o indirectamente.

c) Pueden ser almacenados en grandes cantidades en el tejido adiposo.

d) Son excelentes aislantes eléctricos y térmicos.

e) Tienen gran versatilidad estructural, formando membranas.

f) Se pueden asociar con proteínas: funcionan como transportadores, tanto a nivel membranal como a nivel sanguíneo (lipoproteínas).

g) Se pueden asocian con carbohidratos.

Clasificación de los lípidos

La clasificación de los lípidos ha sido causa de mucha controversia. Existen muy variadas clasificaciones de ellos. La que es más útil para
nuestros propósitos es la que propuso Bloor y que a continuación damos:

A. Lípidos simples.

Son ésteres de ácidos grasos con diversos alcoholes.

1. Grasas o aceites. Son ésteres de ácidos grasos con el glicerol.

2. Ceras. Son ésteres de ácidos grasos con alcoholes monohídricos de peso molecular más elevado.

Los carbohidratos generalmente se hacen cíclicos, tomando forma de hexágonos (piranos) o pentágonos (furanos).

La clasificación de los lípidos ha sido causa de mucha controversiaTodos los ácidos grasos poseen una cadena carbonada, con un grupo
carboxilo en un extremo y un metilo en otroB. Lípidos compuestos.

Son ésteres de ácidos grasos que poseen grupos químicos agregados a los ácidos grasos y el alcohol.

1. Fosfolípidos. Son grasas substituidas que contienen un ácido fosfórico además de los ácidos grasos y el alcohol. Poseen también bases
nitrogenadas y otros substituyentes.

2. Glicolípidos. Son ácidos grasos unidos a carbohidratos, pueden contener bases nitrogenadas.

3. Otros lípidos compuestos. Incluyen a los lípidos azufrados (sulfo-lípidos) y los amino-lípidos.

C. Derivados de los lípidos.

Son substancias derivadas de los dos grupos anteriores, generalmente por hidrólisis. Podemos mencionar a los esteroides, alcoholes (como el
glicerol), esteroles, cuerpos cetónicos, aldehidos grasos, etc.

Lípidos neutros. Se conoce así a los acil-gliceroles, el colesterol, los derivados ésteres del colesterilo, por no poseer carga eléctrica.

Nomenclatura de los lípidos

La nomenclatura química más aceptada es la de nombrar al lípido con el nombre del hidrocarburo que tiene el mismo número de carbonos
(octano, decano, etc.) seguido de la terminación anoico para los ácidos grasos saturados y la terminación enoico para los ácidos grasos
insaturados. Si posee dos insaturaciones se denomina di-enoico, si son tres, tri-enoico, etc. Llamamos saturación cuando no existen enlaces
dobles e insaturación cuando existe uno o más enlaces dobles en la estructura química. Así por ejemplo el que tiene 18 carbonos y está
saturado se nombra octa-decanoico. Si está insaturado es octa-decaenoico.

Todos los ácidos grasos poseen una cadena carbonada, con un grupo carboxilo en un extremo y un metilo en otro. El carbono del grupo
carboxilo se numera como 1, pero al carbono adyacente a éste, además de numerarlo como 2, lo llamamos carbono alfa (a). El último
carbono de la cadena es llamado omega (W), sin importar el número de carbonos que la cadena posea. La mayor parte de los ácidos grasos,
poseen una cadena con un número par de carbonos.

Propiedades importantes de algunos lípidos

Consideramos que existen tres ácidos grasos esenciales, el araquidónico, el linoleico y el linolénico. Estos son indispensables para llevar a
cabo síntesis de tri-acil-gliceroles, prostaglandinas y como reserva energética.

Acil gliceroles

Son ésteres de ácidos grasos, unidos al glicerol, que es un alcohol derivado de un carbohidrato (gliceraldehido). Se conocen también como
grasas neutras, ya que al estar unidos al glicerol, no funcionan como ácidos. Son las principales reservas lipídicas del hombre. Poseemos
enzimas especializadas en su degradación (lipasa), dando glicerol y ácidos grasos libres (Fig. 23).

Fosfolípidos

Son ésteres fosfato de los di-glicéridos. El glicerol tres fosfato se reconoce como columna vertebral de éstos. Dos ácidos grasos se esterifican
a un glicerol tres fosfato para formar ácidos fosfatídicos, que son parte importante en el metabolismo de otros fosfolípidos.

Todos estos lípidos juegan papeles muy importantes a varios niveles:

a) Cuando la colina (trimetil etanol amina) se une a un ácido fosfatídico se forma la fosfatidil colina (conocida vulgarmente como lecitina).
Ésta es fundamental en la producción del líquido surfactante pulmonar.

b) La cardiolipina es otro tipo de fosfolípido. Ésta molécula es la que utiliza el VDRL como antígeno.

c) La fosfatidil etanol amina y la fosfatidil serina son contituyentes importantes en las membranas celulares.

Esteroides

Son un grupo grande de lípidos, entre los que encontramos las hormonas esteroideas, los esteroles y los ácidos biliares. Su estructura
fundamental se indica en la figura 24.

Figura 24. Esteroides

17

Este núcleo fundamental consiste en tres anillos de hexano cícliclos fundidos entre sí, los cuales se unen a otro de pentano cíclico. Cada
anillo tiene una letra específica y en los carbonos 3 y 17 siempre hay grupos asociados. A continuación se muestra la estructura química de
algunos de los esteroides (Fig. 25).

Los ácidos nucleicos

Los ácidos nucleicos intervienen en la formación del ácido desoxi-ribonucleico (ADN), ácido ribo-nucleico (ARN) y de los nucleósidos y
nucleótidos. Sus compuestos fundamentales son las bases nitrogenadas (purinas y pirimidinas), la ribosa y la desoxi-ribosa (azúcares) y el
ácido fosfórico. Comentaremos brevemente su estructura química.

Pirimidinas

Contienen un anillo de seis miembros, con dos de nitrógeno. Las principales en el hombre son la timina, citosina y uracilo. Su estructura se
muestra en la figura 26.

Las pirimidinas y las purinas que están oxigenadas, presentan dos isómeros, que se diferencian únicamente por la ubicación de un protón. A
estos isómeros se les conoce como tautómeros y existen dos: lactima y lactama. Son interconvertibles libremente y están en equilibrio
dinámico normalmente.

Purinas
Las purinas son derivados de las pirimidinas. Poseen el mismo anillo hexagonal, al cual se ha unido un pentágono llamado imidazol
(semejante al de la histidina). Se conoce la participación de dos en el ser humano: guanina y adenina. Su estructura se muestra en la figura
27.

Otras purinas como la xantina, hipoxantina, inosina y ácido úrico son purinas producidas durante la degradación de la adenina y la guanina.
Vale la pena mencionar que existen compuestos denominados metil-xantinas entre las cuales encontramos a la cafeína, teofilina, nicotina y
teobromina, que son compuestos afines a las purinas, que tienen función de estimulantes del SNC.

Los ácidos nucleicos intervienen en la formación del ácido desoxi-ribonucleico (ADN), ácido ribo-nucleico (ARN) y de los nucleósidos y
nucleótidos.

Los nucleótidos, son nucleósidos con un fosfato unido a la ribosa, lo cual los convierte en ácidos

Nucleósidos

Los nucleósidos están formados por una base nitrogenada, ya sea pirimídica o púrica y por una pentosa (azúcar de cinco carbonos). Se
nombran de acuerdo a la base nitrogenada que poseen, llamándose: citidina, timidina, uridina, adenosina y guanidina. Si en vez de ribosa es
desoxirribosa se antepone la palabra desoxi. En la figura 28 se observa un ejemplo de citidina y desoxiadenosina

Nucleótidos

Los nucleótidos, son nucleósidos con un fosfato unido a la ribosa, lo cual los convierte en ácidos. Son las moléculas capaces de guardar
energía (ATP, GTP, etc.). Cuando se unen varios nucleótidos se inicia la producción de polinucleótidos, los cuales tienen el importantísimo
papel de guardar la información genética, en forma de ADN y RNA.

Los nucleótidos se unen con enlaces 3',5' fosfodiéster en la cadena principal; sin embargo, la unión entre las dos cadenas (lo que describieron
Watson y Crick) está dada por puentes de hidrógeno. En la figura 29 se esquematiza esta estructura.

Para el anestesiólogo es de gran utilidad conocer este tipo de moléculas, ya que pueden ser susceptibles de mutación por ionización.
Recordemos que los puentes de hidrógeno son muy lábiles a ésto. A veces el anestesiólogo es requerido para asistir en procedimientos que
generan radiaciones ionizantes, como los rayos X.

Los oligoelementos

Existen minerales necesarios para realizar funciones metabólicas fisiológicas. No son estrictamente biomoléculas, sin embargo, colaboran tan
estrechamente con ellas, que se estudian como parte de ellas. De acuerdo con la cantidad que se requiere ingerir de ellos, los podemos
clasificar como microminerales (oligoelementos), los cuales se consumen en cantidades menores de 100 mg al día y los macrominerales,
cuyo consumo debe ser de más de 100 mg al día.

A continuación, describiremos brevemente los principales macrominerales.

Sodio (Na+). Es el principal catión en el líquido extracelular. Colabora en la regulación del equilibrio ácido-base, del volumen plasmático y
en la irritabilidad celular, especialmente muscular y nerviosa (a través de la bomba de sodio-potasio). Participa importantemente en la
excitabilidad de la placa neuromuscular.

Potasio (K+). Es el principal catión del líquido intracelular. Junto con el sodio, ayuda en la irritabilidad celular, por su participación con la
bomba de sodio-potasio. Es además de gran importancia a nivel de la placa neuromuscular, colaborando en su excitabilidad.

Calcio (Ca++). Es el catión que juega el papel más directo en la regulación de la contracción muscular, interactuando con la troponina y
miosina. Participa también en la regulación de las funciones nerviosas (excitabilidad). Es el principal constituyente de los huesos (y dientes),
participando en los procesos de crecimiento de éstos (tanto por aposición como endocondral). El papel que juega el esqueleto (huesos), y en
especial la hidroxiapatita en el equilibrio ácido-base ha sido ampliamente descrito.

Magnesio (Mg++). Es otro de los cationes, cuya principal accción es como cofactor enzimático, en reacciones relacionadas con el ATP.
Participa activamente en la formación de dientes y huesos y en la excitabilidad celular, especialmente a nivel de la placa neuromuscular.

Fósforo (P). Participa junto con el calcio y el magnesio en la formación de los huesos y dientes. Juega un importante papel en la síntesis de
los nucleótidos (ácidos nucleicos), los que a su vez son precursores de las moléculas de alta energía como el ATP, GTP, etc.

Cloro (Cl-). Es el principal anión a nivel extracelular. Participa activamente en el equilibrio ácido-base. Es necesario para la producción del
ácido clorhídrico (HCl) en el estómago y en la excitabilidad celular (canales de cloro).

Cabe mencionar que existe una expresión general, sólo aproximada, de la relación entre la irritabilidad celular y los iones en los líquidos
celulares, que se puede expresar con la siguiente ecuación:

Irritabilidad = (Na+) + (K+)


celular (Ca++) + (Mg++) + (H+)

Vale la pena recordar este razonamiento, ya que si observamos, podremos explicar muchas manifestaciones clínicas en la práctica de la
medicina general. Cuando el sodio y el potasio aumentan, la irritabilidad aumenta (son directamente proporcionales). Recordemos que la
hipernatremia y la hiperkalemia se traducen clínicamente con hiperreflexia (entre otros signos). Quizá los iones que dan manifestaciones más
evidentes sean los cationes divalentes. La concentración de éstos es inversamente proporcional a la irritabilidad, de tal forma que si
disminuyen, la irritabilidad aumenta (recuerde los signos de Chvostek-Weiss y Trousseau). Por otro lado, si aumentan existe hiporreflexia,
además de alteraciones en las funciones mentales superiores.

La concentración de hidrogeniones es inversamente proporcional; sin embargo, si se traspola a pH será directamente proporcional. Si
tenemos acidosis (pH bajo) la concentración de hidrogeniones es alta. Con respecto a su efecto sobre la irritabilidad será depresor. Por el
contrario, si tenemos alcalosis (pH alto) la concentración de hidrogeniones es baja y aumenta la irritabilidad. En la clínica todo lo
anteriormente expuesto encaja en los cuadros clínicos que conocemos.

Quiero reiterar que esta ecuación es una aproximación que nos da buena idea de lo que ocurre con los cationes, pero no correlaciona el
balance con los aniones, como el cloro. Tendremos que esperar a mayores estudios para completarla.

Los microminerales

Los principales microminerales, por orden alfabético son: cromo, cobalto, cobre, hierro, molibdeno, selenio y zinc. Explicare

Existen minerales necesarios para realizar funciones metabólicas fisiológicas

Sodio (Na+). Es el principal catión en el líquido extracelularLos principales microminerales, por orden alfabético son: cromo, cobalto,
cobre, hierro, molibdeno, selenio y zinc.

mos brevemente algunas de sus características y funciones en el organismo.

Cromo. Se cree que juega un papel en la regulación del metabolismo de la glucosa, probablemente aumentando la actividad de la insulina.
Al parecer se absorbe por vía intestinal en combinación con el zinc. Se excreta por orina.

Cobalto. Está presente en la estructura de la cobalamina (vitamina B 12). Se absorbe a nivel intestinal, al parecer asociado con el hierro. Se
excreta por orina y en las cantidades ingeridas habitualmente no es tóxico.

Cobre. La absorción del cobre requiere de un mecanismo específico. Al parecer éste es facilitado por una substancia producida en la saliva y
el jugo gástrico. Al entrar al torrente sanguíneo se asocia a las proteínas. En menos de una hora el cobre es captado por el hígado. Éste
procesa al cobre por dos rutas: excreción en las sales biliares y la síntesis de ceruloplasmina, enzima de tipo oxidasa. Otras enzimas que
contienen cobre son: citocromo oxidasa, tirosinasa, monoamino oxidasa, superóxido dismutasa y lisis oxidasa (todas ellas muy importantes
para el anestesiólogo).

Hierro. Su principal función en el ser humano es asociada a la hemoglobina, como transportador de oxígeno. Participa además como
cofactor de enzimas de la cadena respiratoria (citocromos). Se absorbe a nivel intestinal. La ingesta diaria es de 10 a 20 mg diarios; sin
embargo únicamente se absorbe alrededor de 10% de esta cantidad. El hierro que se absorbe, pasa primero por las células intestinales. En
ellas es almacenado en las mitocondrias. Dependiendo de la necesidad sistémica que tenga el individuo del hierro, éste es transportado desde
el intestino por la apoferritina, apotransferrina y transferrina (proteínas especializada en su transporte).

Molibdeno. Se desconocen sus requerimientos diarios y su metabolismo. Funciona como cofactor de la xantina oxidasa, aldehido oxidasa y
sulfito oxidasa. Al parecer se absorbe a nivel intestinal y se excreta por orina.

Selenio. Es parte de la enzima glutatión peroxidasa, enzima que juega un papel de oxido-reducción, muy semejante al de la vitamina E. Su
deficiencia, al igual que la intoxicación son muy raras, y se asocian como enfermedades ocupacionales.

Los compuestos más abundantes en las membranas son los lípidos, especialmente los fosfolípidos.

Magnesio. Está presente en las nueces, cereales y diversos vegetales. Es un cofactor importante en muchas enzimas involucradas en la
transferencia de azúcares (glucosil-transferasas). Es importante también para la función de la superóxido dismutasa. Se absorbe a nivel
intestinal, por un mecanismo parecido al del hierro. En estados de deficiencia del hierro, el magnesio se absorbe en más cantidad, por el
contrario, cuando hay hierro en exceso en la alimentación, la absorción del magnesio disminuye.

Zinc. Existen varias enzimas que lo contienen, entre ellas, la anhidrasa carbónica, la deshidrogenasa láctica y la fosfatasa alcalina. Existe una
proteína en la saliva conocida como gustina, la cual tiene propiedades importantes en el sentido del gusto. Se absorbe a nivel intestinal por un
mediador producido por el páncreas. Se excreta por orina. La ingestión de alcohol acelera su eliminación.

Membranas: fronteras de la vida

Las membranas son fronteras entre diferentes compartimientos. Su función primordial es la de seleccionar lo que entra y sale de uno de estos
compartimientos, por lo cual poseen transportadores específicos de substancias. Dependiendo de su ubicación, las membranas tienen
diferentes características. Hablaremos ahora de sus características generales.
Estructura y composición química de las membranas

Lípidos

Los compuestos más abundantes en las membranas son los lípidos, especialmente los fosfolípidos. Una de las características más importantes
de éstos es la de ser anfipáticos, es decir que tienen una parte polar (hidrofílica) y otra no polar (hidrofóbica). De tal forma, que al
aglomerarse varias de estas moléculas en una solución, forman estructuras llamadas micelas (Fig. 30).

Sin embargo, el esquema de la micela nos permite observar que queda una parte que puede unirse al agua (polar) y otra que no puede tener
agua (no polar). Debido a que la mayor parte del agua corporal es intracelular, esta distribución sería complicada y frágil a la vez. Los
estudios posteriores de las membranas, dieron como resultado el descubrimiento de una BICAPA lipídica, la cual tiene dos caras polares y un
centro no polar, como se observa en la figura 31.

Los lípidos, al igual que todas las demás moléculas no son algo fijo, sino son plásticas, es decir, se amoldan a variaciones que el organismo
va teniendo. Esto es lo que observaron Singer y Nicholson cuando describen a la membrana como un mosaico de lípidos que es fluido, es
decir, no es dura. Los lípidos se mueven de un sitio a otro dentro de la misma membrana y es más, constantemente hay un recambio de ellos,
de tal forma que una misma membrana no tiene exactamente los mismos elementos constitutivos de un día a otro.

Existe además, un buen número de moléculas de colesterol en esta bicapa. No puede formar micelas ni bicapas lipídicas, pero colabora de
forma muy importante en la estabilización de éstas. De no estar presente, al aumentar la temperatura estas membranas se destruirían con
facilidad.

Proteínas

Las membranas poseen proteínas, que tienen funciones precisas en ella. De acuerdo a su localización las podemos denominar intrínsecas
cuando se encuentran a lo largo de la membrana lipídica y extrínse cas cuando sólo están en parte asociadas con ésta (Fig. 32).

Las proteínas asociadas a carbohidratos en la membrana celular, producen el glucocálix, que es una fina envoltura que recubre el exterior de
la célula y sirve para la diferenciación celular. Gracias a las proteínas, las células pueden unirse entre sí, por ejemplo con desmosomas,
hemidesmosomas, etc. Poseen otras con funciones enzimáticas (adenilato ciclasa).

Proteína asociada a carbohidratos (Gluco-proteína)

Parte externa de la bicapa lipídica (Hidrosoluble)

Matriz lipídica (Liposoluble)

Parte interna de la bicapa lipídica (Hidrosoluble)

La membrana ha sido fragmentada en uno de sus extremos para poder observar la bicapa de lípidos.

En la parte inferior derecha tenemos el esquema de la denominación de las proteínas de acuerdo a su ubicación en la membrana

Las membranas poseen proteínas, que tienen funciones precisas en ellaLas proteínas asociadas a carbohidratos en la membrana celular,
producen el glucocálix

La difusión es el movimiento de substancias a través de una membrana semipermeable sin gasto de energía

En membranas como la de la mitocondria, existen enzimas que llevan funciones como la cadena respiratoria. En la membrana del
reticuloendoplásmico se encuentran enzimas relacionadas con la transcripción.

Fisiología de la membrana celular

Es importante reiterar que la membrana tiene como función primordidal la de seleccionar y regular las moléculas que entran y salen de la
célula, además de ser el receptor y procesador de diferentes estímulos. Las moléculas se distribuyen debido al movimiento constante de los
lípidos, proteínas y carbohidratos que conforman la membrana y al movimiento que tienen las moléculas que la circundan. Podemos decir
que el movimiento de estas últimas se rige por los siguientes factores:

1. Movimiento cinético. Es el movimiento que tienen las moléculas e iones al chocar unos con otros, generando movimiento aleatorio de
éstas en las soluciones.

2. Temperatura.Como lo hemos mencionado, la cinética atómica y molecular aumenta con el calor y disminuye con el frío.

3. Tamaño. El movimiento de las moléculas es inversamente proporcional a su tamaño, de tal forma que las moléculas más grandes, se
mueven más lentamente y viceversa.
4. Diferencia de concentración. Es la diferencia entre la cantidad de moléculas que existen del lado externo de la membrana y el lado
interno.

5. Tipo de transporte. Si requiere de transporte activo o pasivo, dependerá de la disponibilidad de energía que tenga la célula y del número
de transportadores, poros o canales por los que tengan que atravesar.

Movimiento a través de la membrana

Podemos clasificar fácilmente al paso de moléculas a través de la membrana, de acuerdo al gasto o no gasto de energía (ATP); de tal forma
tenemos el transporte que no gasta energía (pasivo) y el que sí gasta energía (activo). El tipo de transporte utilizado generalmente tiene que
ver con la solubilidad de las moléculas. De tal forma que las que son liposolubles pueden pasar más fácilmente a través de la parte lipídica de
la membrana. Por el contrario, las que son hidrosolubles deberán de tener algún facilitador o transportador, que las conduzca a través de la
membrana.

Transporte pasivo

Difusión

La difusión es el movimiento de substancias a través de una membrana semipermeable sin gasto de energía. Esto se lleva a cabo a través de
aberturas o espacios intermoleculares en la membrana. Podemos dividirla en dos: difusión simple y difusión facilitada.

La primera sucede a través de los intersticios de la bicapa lipídica, sin mediación de proteínas transportadoras. Este proceso se lleva a cabo
principalmente con substancias liposolubles. Por otro lado, el paso de agua, iones y moléculas pequeñas (aprox. 8 Angstroms) se lleva a cabo
a través de poros o canales (según su localización) que forman las proteínas en la membrana, los cuales permiten que moléculas
hidrosolubles pasen fácilmente de un lado a otro de la membrana. Los canales usualmente son complejos proteicos que tienen cargas
internas, lo que permite que seleccionen al tipo de molécula ya que pasan sólo las que el poro atrae (carga contraria). Se reconocen dos
características en los canales: 1) su selectividad a determinadas substancias y 2) muchos de ellos poseen compuertas, que son capaces de
abrirse o cerrarse para regular el flujo a través de ellos.

La difusión siempre se lleva a cabo de un lugar de un gradiente de mayor concentración a uno de menor concentración. Si no existe esta
diferencia, la difusión no puede llevarse a cabo. La difusión facilitada no requiere gasto de energía como ATP, sólo se utilizan enlaces
químicos débiles. Este proceso lo estudió Nernst, observando la diferencia eléctrica a uno y otro lados de la membrana, tomando en cuenta a
los iones monovalentes (sodio, potasio y cloro), dando la siguiente ecuación: Concentración en el lado externo

Ecuación electromagnética de Fuerza: = ± 61 log

Concentración en el lado interno

El producto de la concentración externa dividido entre la concentración interna nos dá lo que se conoce como el gradiente de concentración.

Otro factor que influye en la permeabilidad de los canales es el gradiente de presión (el cual puede estar dado por un vaso sanguíneo cercano
a la membrana) y la energía de hidratación o hidración, que es cuando una molécula está diluida en agua y tiene interacciones moleculares
con ella.

En la figura 33, observamos esquemáticamente los tipos de transporte pasivo y activo.

Ósmosis

Es el paso de agua de un lado a otro de una membrana semipermeable. A cada momento, el agua pasa de un lado a otro de las membranas,
pero sin tener cambios significativos en su volumen. Este movimiento de agua es tan continuo y equilibrado, que no se produce ningún
gradiente como consecuencia de éste. El agua se mueve tendiendo a tener equilibrio en ambos lados de la membrana. Cuando de un lado de
la membrana se agregan solutos, se hace que el agua tienda hacia donde se encuentran éstos, hasta hallar su equilibrio. Al lograrlo, el agua
nuevamente difunde de un lado a otro de la membrana sin modificar su volumen en ambos lados. A la presión que ejercen los solutos para
atraer agua se le conoce como presión osmótica.

Este mismo tipo de presión se ejerce en el ser humano a todos niveles. Los responsables de la presión osmótica en la sangre son los iones.
Existe una presión similar ejercida por las proteínas. A esta presión la conocemos como oncótica. Ambas dan la presión coloido-osmótica de
los líquidos de los diferentes compartimentos del cuerpo, los cuales son vitales para el organismo.

Conocer la difusión y la ósmosis nos ayudan a entender muchos de los estados patológicos que podemos encontrarnos en los pacientes a
nuestro cargo. Cuando un paciente pierde agua extracelular, el agua intracelular tiende a salir, para equilibrar ambos compartimentos. Esto lo
podemos observar en estados de hipovolemia secundaria a deshidratación o sangrado. Cuando no llevamos un balance hídrico adecuado en el
transanestésico o no prevemos un sangrado, se afecta el equilibrio hídrico del paciente. De la misma manera, si en el transanestésico tenemos
sobrehidratación, ya sea por nuestra causa o por el acto quirúrgico (p. ej. resección transuretral de próstata), se genera una dilución,
inicialmente a nivel sanguíneo y posteriormente intracelular, lo que llevará al organismo a una disminución relativa en todos sus electrolitos,
con las repercusiones ya comentadas cuando hablamos de los iones.

Es importante recordar que los medicamentos que administramos también se rigen por lo que hemos mencionado hasta ahora.
Transporte activo

El transporte activo es el transporte que se lleva a cabo de substancias a través de la membrana celular con gasto de energía (ATP). Este
transporte generalmente se lleva a cabo en contra de un gradiente de concentración. Existen dos tipos de transporte activo: el primario
(como las bombas iónicas y las enzimas membranales) y el que requiere de capas celulares (como la fagocitosis y pinocitosis).

Bombas iónicas

Las substancias que se mueven por este tipo de transporte activo son iones como el sodio, potasio, calcio, cloro e hidrógeno principalmente.
Estas bombas no son exclusivas de la membrana plasmática, sino que se encuentran a otros niveles, como la mitocondria y el retículo
endoplásmico. Sin embargo, la que se ha estudiado con mayor profundidad es la que regula al sodio y al potasio.

La bomba sodio-potasio es un complejo de dos proteínas que forman un transportador, el cual tiene las siguientes características:

1. En la porción interna de la proteína se encuentran tres sitios, en donde se une un sodio a cada uno de ellos

Es el paso de agua de un lado a otro de una membrana semipermeable. A cada momento, el agua pasa de un lado a otro de las membranas,
pero sin tener cambios significativos en su volumen

El transporte activo es el transporte que se lleva a cabo de substancias a través de la membrana celular con gasto de energía (ATP

Se lleva a cabo en todas las células, aunque en algunas células como los macrófagos es más rápida

Fagocitosis. Es muy similar a la pinocitosis, pero lo que se endocita son partículas muy grandes

2. La porción interna de la proteína está unida a la parte de la ATPasa, cercana a los sitios de unión del sodio.

3. En la porción externa posee dos sitios, a los cuales se une un potasio a cada uno.

Los experimentos realizados hasta ahora, indican que cuando los cinco sitios están ocupados, la ATPasa se activa, rompiendo al ATP. Con la
energía liberada se crea un cambio conformacional que hace que el sodio que se encontraba en el citoplasma sea enviado al exterior, mientras
que el potasio del medio circundante ingresa a éste. El esquema de la figura 34 nos muestra lo anterior. Existen otras bombas iónicas, por
ejemplo la de calcio. Estas bombas hacen que el calcio se encuentre muy bajo en el citoplasma (alrededor de 10 000 veces) en relación con el
medio extracelular. Estas bombas se encuentran presentes también a nivel del retículo sarcoplásmico y de las mitocondrias.

Transporte activo con capas celulares

En diversos sitios del organismo, como en el tejido glandular, en los túbulos renales, la vesícula biliar y el intestino (entre otros), se requiere
"envolver" a las substancias que ingresan a su citoplasma con una capa celular, es decir, un fragmento de membrana. A este tipo de
transporte activo lo conocemos como endocitosis cuando el transporte es hacia el citoplasma. Los procesos más representativos son la
fagocitosis y la pinocitosis. Cuando el transporte es hacia el exterior, lo denominamos exocitosis.

Los mecanismos mediante los que casi todos los nutrimentos, los iones y otras substancias se absorben a través de las células intestinales y el
filtrado glomerular, son también una forma de defensa del organismo, ya que las células que conocemos como de defensa celular llevan a
cabo estos procesos para atacar a los microorganismos que son nocivos para nuestro cuerpo.

Pinocitosis

Se lleva a cabo en todas las células, aunque en algunas células como los macrófagos es más rápida. Es el único medio para que moléculas
grandes como las proteínas ingresen a las células. La pinocitosis se lleva a cabo gracias a receptores que existen en la membrana, los cuales
son específicos para la molécula que será endocitada. Estos receptores están ubicados en invaginaciones que se conocen como hoyuelos.
Cuando el sustrato se une a los receptores estos hoyuelos se embeben más en la membrana, gracias a una proteína fibrosa llamada clatrina y a
proteínas contráctiles de actina y miosina. Llega un momento en que los hoyuelos se embeben tanto en la membrana, que ésta finalmente los
cierra y separa de ella, lanzándolos hacia el citoplasma. A la vesícula que se forma con el receptor y la substancia unida a éste se le conoce
como vesícula pinocítica (Fig. 35).

Fagocitosis

Es muy similar a la pinocitosis, pero lo que se endocita son partículas muy grandes. Como lo mencionamos anteriormente, las células
encargadas de la defensa celular como los macrófagos tisulares y otros leucocitos, son los que llevan a cabo este proceso para la destrucción
de gémenes y partículas extrañas al organismo.

La fagocitosis se inicia cuando los receptores de la membrana celular se unen a la partícula que se endocitará. Por decirlo así, los receptores
la fijan, evitando que pueda liberarse. Posteriormente protruyen partes de la membrana alrededor de la partícula. A estas evaginaciones se les
conoce como fagosomas. Éstos se forman gracias a la acción de la actina y miosina principalmente. Después se invagina a la partícula de tal
forma que la membrana la va recubriendo, hasta llegar al punto en que la membrana se fusiona y se produce la vacuola fagocítica, la cual es
lanzada hacia el citoplasma (al igual que la vacuola pinocítica) (Fig. 36).
El Metabolismo: destino de las biomoléculas

Lo que hemos expuesto en los capítulos anteriores trataremos de integrarlo en el presente. Conocer la forma en que suceden las reacciones
químicas, sus sustratos, sus intermediarios y sus productos ha sido uno de los avances más importantes en este siglo XX. Las biomoléculas
siguen vías metabólicas, que son reacciones sucesivas, que convierten a una molécula en un producto. El estudio y descripción de estas vías
ha sido motivo de muchos años de arduo trabajo humano y dedicación científica. Se han descrito tantas vías metabólicas hasta ahora que, si
una persona tuviese que conocerlas para vivir, nuncasobreviviría, ya que el metabolismo empieza desde el momento mismo de la concepción
(incluso antes) hasta lo que llamamos muerte.

Existen todavía muchas interrogantes respecto al destino de muchas substancias, pero los detalles químicos y moleculares de las vías
metabólicas hasta ahora descubiertos son muy amplios. En la presente obra no buscamos la erudición del lector en esta materia, por el
contrario, buscamos sentar bases firmes para que pueda encontrar respuesta a sus dudas en textos de Bioquímica Médica.

Generalidades

Se ha llamado metabolismo a la serie de reacciones sucesivas que se llevan a cabo para procesar a una molécula. El proceso puede ser para
crearla o sintetizarla (anabolismo), o bien para su destrucción o degradación (catabolismo).

Las reacciones anabólicas tienen por objeto sintetizar un sin número de biomoléculas con funciones muy variadas. Por el contrario, el
catabolismo tiene por objeto degradar moléculas para aprovechar sus componentes, proteger al organismo y obtener energía a partir de ellos.

Es importante recordar que el metabolismo lo podemos clasificar de acuerdo a la presencia de oxígeno ( aerobio) o su ausencia
(anaerobiosis) para que las reacciones se lleven a cabo. El metabolismoanaerobio es útil en estados muy particulares del organismo, incluso
es una adaptación del organismo ante estos estados, sin embargo su eficiencia para la obtención de energía es baja. Por el contrario, el
metabolismo aerobio es más eficiente y el aporte energético que proporciona es muchas veces mayor que el anaerobio

Se ha llamado metabolismo a la serie de reacciones sucesivas que se llevan a cabo para procesar a una moléculaSi faltara un aminoácido
no esencial en la dieta, el balance nitrogenado no se altera, ya que el organismo es capaz de obtenerlo de las bacterias intestinales o lo
sintetiza de novo. Los aminoácidos esenciales son: metionina, arginina, treonina , triptófano, valina, isoleucina, leucina, lisina, fenil alanina
e histidina

Hablando de la obtención de energía, que es uno de los objetivos fundamentales del organismo, podemos afirmar que los lípidos
proporcionan más kilocalorías por mol (9.3 aprox.) que los carbohidratos y las proteínas (4.1 aprox). Sin embargo, los alimentos que más
ingerimos en la dieta son los carbohidratos (50% aprox.), seguidos de los lípidos (40% aprox.) y las proteínas (10% aprox.).

Metabolismo de las proteínas

Las proteínas están formadas por aminoácidos. La principal fuente de proteínas para el ser humano es la dieta, de donde se obtienen todos los
aminoácidos (esenciales y no esenciales). Para poder absorber los aminoácidos debe producirse proteolisis, que es cuando las proteínas son
hidrolizadas. La proteolisis de las proteínas de la dieta se inicia a nivel gástrico, con el efecto del pH (a causa del HCl) y la poderosa acción
de una enzima llamada pepsina. Posteriormente los fragmentos peptídicos pasan al duodeno, donde se mezclan con otras proteasas
producidas en el páncreas (tripsina, quimotripsina y carboxipeptidasa). A este nivel se obtienen aminoácidos libres y oligopéptidos, los
cuales son absorbidos por pinocitosis en las vellosidades intestinales.

Esta es una visión muy simplificada de la digestión de las proteínas de la dieta. En la digestión existen otros detalles que por ahora
omitiremos, como las hormonas del tracto intestinal y el lugar preciso en donde se producen las enzimas involucradas.

Cuando no se obtienen los aminoácidos esenciales en cantidades adecuadas a través de la dieta, el balance del nitrógeno es negativo, ya que
las proteínas no pueden sintetizarse si falta algún aminoácido esencial. Al no poder sintetizar este aminoácido, los demás aminoácidos se
pierden en forma exagerada por heces, orina y sudor. Esto es lo que produce el balance negativo. En cuanto el aminoácido es incluido en la
dieta, el balance se hace positivo, que es lo ideal para que las funciones orgánicas puedan llevarse a cabo.

Si faltara un aminoácido no esencial en la dieta, el balance nitrogenado no se altera, ya que el organismo es capaz de obtenerlo de las
bacterias intestinales o lo sintetiza de novo. Los aminoácidos esenciales son: metionina, arginina, treonina, triptófano, valina, isoleucina,
leucina, lisina, fenil alanina e histidina. Algunos de estos aminoácidos son sintetizados por el organismo pero NO en las cantidades
necesarias.

En la figura 37 podemos apreciar a la fenil-alanina como precursor de diversas moléculas. Entre ellas destacaremos a las catecolaminas, que
se inician con la DOPA (siglas en inglés de Di hidroxi Phenyl Alanine), dopamina, noradrenalina y adrenalina. Este es un grupo de hormonas
producidas sobretodo en la médula de la glándula suprarrenal, responsables de la respuesta metabólica al trauma. Se conocen enfermedades
por deficiencia en la síntesis de alguna enzima de estas vías. Se pueden observar los nombres de éstas a un lado de la enzima.

El sitio donde se lleva a cabo la mayor parte del catabolismo de los aminoácidos es el hígado. Este catabolismo se inicia generalmente
formando alfa cetoácidos, al eliminar el grupo alfa amino. A este proceso lo conocemos como desaminación. Esta reacción produce amonio
(NH4), el cual es convertido posteriormente en urea, la cual como sabemos, es excretada por la orina. Los aminoácidos pueden perderse a
través de la orina, pero esto sucede sólo en procesos patológicos, ya que el riñón tiene un transporte activo para su reabsorción utilizan
generalmente a la glucosa como sustrato para producir energía. Para poder adentrarnos en este tema, debemos tener presente el nombre de las
vías metabólicas y lo que sucede en ellas (Cuadro 8).

Cuadro 8. Metabolismo de los carbohidratos


Nombre de la vía metabólica Proceso que se lleva a cabo

Glucolisis Vía en la que se degrada a la glucosa hasta piruvato. En presencia de oxígeno


el piruvato sufre descarboxilación oxidativa e ingresa a la mitocondria, donde ingresa al
ciclo de Krebs. Si no hay oxígeno (o mitocondrias), el piruvato se convierte en ácido láctico.

Glucogénesis Vía en la cual se forma glucógeno, usualmente a partir de glucosa. Se lleva a


cabo en el citoplasma y los tejidos que lo hacen en mayor cantidad son el muscular y el
hepático.

Glucogenolisis Vía en la cual se degrada al glucógeno por medio de hidrólisis, dando


glucosa fosfato.

Gluconeogénesis Conjunto de vías que tienen por objeto sintetizar glucosa a partir de
sustratos que no son carbohidratos. En el humano estos substratos son: aminoácidos
(especialmente alanina), glicerol y ácido láctico. En otras especies se pueden obtener glucosa
a partir de lípidos.

Recordemos que en condiciones ideales, los pacientes ingresan al quirófano en etapa postabsortiva o en ayuno corto. En estas etapas el
organismo echa a andar la glucogenolisis, para mantener la glucemia

La palabra glucogenosis es otro término que debemos conocer y diferenciar de las anteriores. Esta palabra nos habla de enfermedades del
glucógeno. Éstas aparecen cuando hay deficiencia de alguna de las enzimas que ayudan a su hidrólisis, por lo que aparece una acumulación
patológica en los tejidos que lo almacenan (hígado y músculo). En la figura 39 se muestra un diagrama de los caminos que la glucosa sigue
para llegar a diversos tejidos.

Una vez en la célula, la glucosa entra a la glucolisis, que podemos considerar como el centro del metabolismo de los carbohidratos. En
algunos sitios de la glucolisis se desvía para formar glucógeno, ácido láctico, interviene en el ciclo de las pentosas fosfato y forma los
substratos del ciclo de Krebs: oxaloacetato y acetil coenzima A. El estudio de estas vías es de gran interés para el médico general y lo es más
aún para el anestesiólogo, ya que conociéndolas podemos explicarnos muchos procesos que se llevan a cabo en nuestros pacientes.

Recordemos que en condiciones ideales, los pacientes ingresan al quirófano en etapa postabsortiva o en ayuno corto. En estas etapas el
organismo echa a andar la glucogenolisis, para mantener la glucemia. Por otro lado, la glucogénesis se inhibe. Si las reservas de glucógeno
son pocas, el organismo inicia la obtención de energía a partir de lípidos; sin embargo existen células como los eritrocitos que dependen del
aporte de glucosa, por lo que el organismo inicia la gluconeogénesis.

Recordemos que una de las soluciones más utilizadas por los anestesiólogos es la de Hartmann o Ringer lactato. Ésta contiene ácido láctico,
el cual puede ser utilizado a nivel hepático para formar glucosa. Recordemos que gran parte de los mecanismos de regulación de la glucemia
se llevan a cabo en el hígado. Cuando atendemos a un paciente con hepatopatía no sólo tendremos modificaciones en el metabolismo de los
medicamentos que administramos (que es en lo que más frecuentemente pensamos), sino que encontraremos alteraciones en el metabolismo
de todas las biomoléculas. El uso de esta solución tiene indicaciónes precisas, por lo cual debemos administrarla sólo cuando esté indicado.

En la figura 40 se muestra un esquema donde se observan algunas vías relacionadas con la glucolisis (la cual se esquematiza como columna
central). Sugiero a los interesados en estos temas se dirigan a los textos especializados de Bioquímica Médica

Metabolismo de los lípidos

A la síntesis de lípidos la conocemos como lipogénesis y la degradación de ellos se llama lipolisis. Hablaremos de esta última, ya que
hablaremos primero de la digestión y absorción de los lípidos de los alimentos.

Aproximadamente 40% de la dieta contiene lípidos. El primer sitio donde se inicia la lipolisis es en el intestino delgado, gracias a la acción
de la lipasa pancreática y las sales biliares, que emulsifican las grasas. Esta hidrólisis produce ácidos grasos libres y glicerol. Son
absorbidos a nivel de la mucosa intestinal, donde son reconstituidos en tri-acil-gliceroles, los cuales se unen a proteínas encargadas de su
transporte (junto con otros lípidos como el colesterol y fosfolípidos), conocidas como lipoproteínas. Las lipoproteínas más grandes son los
quilomicrones (porque provienen del quilo y miden alrededor de l micra). A nivel plasmático estas lipoproteínas sufren pérdida de los
lipidos que transportan por la acción de la lipasa lipoproteica.

Los lípidos se distribuyen en el organismo de acuerdo a las necesidades de éste, aunque el sitio de mayor depósito es el tejido adiposo.
Sabemos también que en estados patológicos, el endotelio vascular puede acumular depósitos de lípidos, formando ateromas, lo que produce
ateros-clerosis. A nivel mitocondrial existe una vía metabólica conocida como beta oxidación, la cual tiene como objetivo hidrolizar a los
ácidos grasos, con una importantísima producción de NADH + H+ y FADH 2, coenzimas de oxidorreducción que ingresan a la cadena
respiratoria y ayudan a formar ATP (Fig. 41). La beta-oxidación únicamente toma ácidos grasos de cadenas pares. Recibe este nombre ya
que inicia con el carbono beta. Para los ácidos grasos de cadena impar existen dos variantes metabólicas, conocidas como alfa oxidación
(por comenzar con el carbono alfa) y omega oxidación (por comenzar por el último carbono). Hablemos ahora de la síntesis de lípidos o
lipogénesis. Como sabemos, existen muchos tipos de lípidos y por lo tanto, hay vías de síntesis para cada uno de ellos. A continuación
mencionaremos la síntesis de los ácidos grasos.

Este proceso se lleva a cabo a nivel citoplásmico y se requiere acetil coenzima A, bicarbonato, NADPH y biotina. Al carboxilarse la acetil
coenzima A se produce el malonil coenzima A, que es un ácido de un esqueleto de tres carbonos y dos grupos carboxilo. Posteriormente
ingresa otra molécula de acetil CoA, produ
ciendo aceto acetil CoA, iniciando una serie de reacciones de hidrólisis, oxido-reducción y descarboxilación como se observa en la figura 42.

La regulación entre lipogénesis y lipolisis se lleva a cabo de acuerdo a la necesidad del organismo para utilizar o almacenar energía. Esta es
una parte muy interesante del metabolismo que se resume adecuadamente en la figura 43

Los lípidos se distribuyen en el organismo de acuerdo a las necesidades de éste, aunque el sitio de mayor depósito es el tejido adiposo.

. Lipogénesis y lipolisis decimos que existe cetonemia. La cetonemia es compensada por el organismo, perdiendo acetona por vía pulmonar
(dando al aliento aroma de manzanas dulces) y vía renal, junto con el aceto acetato (produciendo cetonuria). Con las pruebas de laboratorio
que contamos, únicamente medimos estos dos cuerpos cetónicos, siendo muy difícil de medir el beta hidroxibutirato. A la suma de cetonemia
con cetonuria se le conoce como cetosis.

Cadena respiratoria y la fosforilación oxidativa

La cadena respiratoria es la vía metabólica en la cual ocurren transferencias de electrones desde diversos sustratos hasta el O 2. Se lleva a cabo
en la mitocondria, a nivel de la membrana interna (Fig. 45).

En números romanos observamos que existen tres sitios en donde se genera ATP. A nivel de ellos existe un cambio electroquímico tal, que
es posible generar ATP. Del lado izquierdo del esquema observamos las enzimas que aportan la mayor parte del NADH, coenzima de óxido-
reducción que entra al sitio I de la cadena respiratoria. Este sitio es inhibido por rotenona (un veneno de algunos peces), la piericidina A
(antibiótico) y los barbitúricos. El FADH2 y el FMN ingresan hasta el sitio II. Éste es inhibido por el dimercaprol y la antimicina A.

La razón por la cual el NADH puede producir hasta tres ATPs es porque entra al sitio I; por el contrario, el FADH 2 y el FMN sólo producen
2 ATPs porque ingresan hasta el sitio II. El sitio III es el más eficiente de los tres sitios debido a su potencial redox. Este sitio III puede ser

Se llama cuerpos cetónicos a tres moléculas: el aceto acetato, beta hidroxibutirato y acetonaLa cadena respiratoria es la vía metabólica en
la cual ocurren transferencias de electrones desde diversos sustratos hasta el O 2

Los cuerpos cetónicos

Se llama cuerpos cetónicos a tres moléculas: el aceto acetato, beta hidroxibutirato y acetona. Los cuerpos cetónicos son producidos a nivel
mitocondrial, especialmente en los hepatocitos. Del hígado salen a la circulación, donde se distribuyen en todo el organismo. Existen tejidos
como el muscular y el nervioso que los utilizan para producir energía. En la figura 44 podemos observar la fórmula química de los cuerpos
cetónicos (izquierda) y su distribución en el organismo (derecha).

Aunque son muy útiles para proporcionar energía, su acumulación provoca desequilibrio ácido-base, ya que son ácidos. Cuando los niveles
son superiores a los normales, decimos que existe cetonemia. La cetonemia es compensada por el organismo, perdiendo acetona por vía
pulmonar (dando al aliento aroma de manzanas dulces) y vía renal, junto con el aceto acetato (produciendo cetonuria). Con las pruebas de
laboratorio que contamos, únicamente medimos estos dos cuerpos cetónicos, siendo muy difícil de medir el beta hidroxibutirato. A la suma
de cetonemia con cetonuria se le conoce como cetosis.

Cadena respiratoria y la fosforilación oxidativa

La cadena respiratoria es la vía metabólica en la cual ocurren transferencias de electrones desde diversos sustratos hasta el O 2. Se lleva a cabo
en la mitocondria, a nivel de la membrana interna (Fig. 45). En números romanos observamos que existen tres sitios en donde se genera
ATP. A nivel de ellos existe un cambio electroquímico tal, que es posible generar ATP. Del lado izquierdo del esquema observamos las
enzimas que aportan la mayor parte del NADH, coenzima de óxido-reducción que entra al sitio I de la cadena respiratoria. Este sitio es
inhibido por rotenona (un veneno de algunos peces), la piericidina A (antibiótico) y los barbitúricos. El FADH2 y el FMN ingresan hasta
el sitio II. Éste es inhibido por el dimercaprol y la antimicina A.

La razón por la cual el NADH puede producir hasta tres ATPs es porque entra al sitio I; por el contrario, el FADH 2 y el FMN sólo producen
2 ATPs porque ingresan hasta el sitio II. El sitio III es el más eficiente de los tres sitios debido a su potencial redox. Este sitio III puede ser
bloqueado por H2S, CO (monóxido de carbono) y el cianuro.

Hasta hace unos años, no se conocía la forma en la cual se produce el ATP en las mitocondrias. Existió una hipótesis que decía que
probablemente existían enzimas dedicadas a ésto. Sin embargo, con el paso del tiempo no se encontraron estas enzimas. Posteriormente
Mitchell propuso la teoría de que al llevarse a cabo la cadena respiratoria (conocida también como cadena de transporte de electrones) se
generaba un gradiente electroquímico, ya que se ingresaban electrones al interior mitocondrial y los protones se acumulaban en el
citoplasma. Al parecer este gradiente genera que las partículas elementales de Fernández-Morán, ubicadas en la membrana interna
mitocondrial, realicen esta función.

A esta hipótesis se le conoce como quimioosmótica. Esto parece comprobarse, ya que existen substancias conocidas como ionóforos,
capaces de hacer permeables las membranas mitocondriales a iones hidrógeno. Cuando esto sucede, los protones ingresan a la mitocondria,
eliminando el gradiente del que hablábamos. La gramicidina y la nonactina (antibióticos) son ejemplo de estos ionóforos. Existen dos tipos
de interferencia en la fosforilación oxidativa: los desacopladores y los inhibidores. Los primeros no impiden que se consuma O 2, por lo que
no afectan a la cadena respiratoria (p.ej. 2,4 dinitrofenol, arsénico, pentaclorofenol y cumarínicos). Los segundos se caracterizan por
bloquear también las reacciones de oxidación, bloqueando así a la cadena respiratoria (oligomicina y atractilósido).
El objetivo primordial de la cadena respiratoria y de la fosforilación oxidativa es el de producir moléculas de alta energía (ATP), con el fin de
catalizar reacciones. La eficiencia de este sistema es de un 30-40%. El resto de la energía se pierde como CALOR.

Autoevaluación. ¿Cuál es la escala que tiene como base la ionización del agua y además nos permite dividir a las substancias en ácidos y
bases, teniendo un rango de 0 a 14?

a) pK. b) Henderson-Hasselbalch. c) pH. d) Svedberg. e) Klett.

2) Se dice que es una molécula que tiende a evitar cambios bruscos en el pH:

a) Zwitterion. b) Tampón. c) Amortiguador. d) Buffer. e) Todas las anteriores.

3) Son biomoléculas que poseen un carbono conocido como alfa, al cual se unen un grupo amino, un grupo carboxilo, un hidrógeno y un
grupo radical que es el que lo diferencia de los otros 20 integrantes de este grupo. Tiene propiedades de amortiguador y puede formar
proteínas, al enlazarse con uniones peptídicas.

a) Aminoácido. b) Carbohidrato. c) Lípido. d) Ácidos nucleicos. e) Oligoelementos.

4) Grupo de biomoléculas heterogéneas relacionadas con ácidos grasos. Según Bloor se dividen en Simples, Compuestos y Derivados.

a) Aminoácidos. b) Carbohidratos. c) Lípidos. d) Ácidos nucleicos. e) Oligoelementos.

5) Grupo de biomoléculas encargadas de codificar la información genética. De acuerdo a sus componentes pueden dividirse en ADN o RNA.

a) Aminoácidos. b) Carbohidratos. c) Lípidos. d) Ácidos nucleicos. e) Oligoelementos.

6) Grupo de biomoléculas encargadas de producir energía. En la dieta del latinoamericano se encuentra en alrededor de 60%. Se almacena en
hígado y músculo principalmente.

a) Aminoácidos. b) Carbohidratos. c) Lípidos. d) Ácidos nucleicos. e) Oligoelementos.

7) Sus principales representantes son el cobre, cromo, hierro, zinc y magnesio. Intervienen como cofactores en reacciones enzimáticas.

a) Aminoácidos. b) Carbohidratos. c) Lípidos. d) Ácidos nucleicos. e) Oligoelementos.

8) Es una asociación de fosfolípidos, colesterol, proteínas y carbohidratos, cuya función es formar compartimentos, facilitando así la función
celular. Posee una parte hidrofílica y una hidrofóbica. Los organelos celulares se dividen en los que la tienen y los que no la tienen.

a) Citocromo P450. b) Retículo endoplásmico liso. c) Citoesqueleto. d) Membrana. e) Jugo nuclear.

serie de reacciones que se lleva a cabo en la mitocondria, cuyo sustrato es el NADH, si ingresa en el sitio I (produciendo 3 ATPs) y el
FADH2 si ingresa en el sitio II (produciendo 2 ATPs). Requiere de la presencia de oxígeno en su reacción final. Los barbitúricos inhiben su
sitio I.

a) Glucolisis. b) Glucogénesis. c) Glucogenolisis. d) Ciclo de las pentosas. e) Cadena respiratoria.

10) Es el ciclo metabólico que se lleva a cabo en la matriz mitocondrial, cuyos sustratos son la acetil coenzima A y el oxaloacetato, los cuales
se unen produciendo un ácido tricarboxílixo conocido como ácido cítrico. Produce potencialmente 12 enlaces de alta energía.

a) Vía de Embden-Meyerhoff. b) Ciclo de Krebs. c) Ciclo de Cori-Cori. d) Ciclo de Cori-Forbes. e) Vía de Rappaport.

Dr. Sergio Granados Tinajero

Anestesiólogo adscrito al Servicio de Anestesiología del Hospital Guadalupano de Celaya, Guanajuato, México.

Física y anestesia. Estática de los fluidos. Dinámica de los fluidos. Dinámica de los circuitos respiratorios en anestesia.

Dr. Mario Villarejo Díaz

Profesor de Farmacología y Anestesiología, Facultad de Medicina,

Universidad Nacional Autónoma de México. Adscrito al Departamento de Anestesiología, Hospital de Especialidades, Centro Médico
Nacional "La Raza", Instituto Mexicano del Seguro Social.

Propiedades de la materia. Difusión de los gases. Coeficientes de solubilidad.


Dr. Salvador Velázquez Bravo

Postgrado en Anestesiología y Profesor de Bioquímica Aplicada a la Anestesia, Hospital de Especialidades, Centro Médico Nacional Siglo
XXI, Instituto Mexicano del Seguro Social. Miembro fundador del Colegio de Profesores del Departamento de Bioquímica, Facultad de
Medicina, Universidad Nacional Autónoma de México.

Bioquímica aplicada a la anestesia.

Coordinador del Programa

Dr. Mario Villarejo Díaz

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