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RESPUESTA INFLAMATORIA SISTEMICA

El SIRS puede desarrollarse como consecuencia de enfermedades agudas (ej.


pancreatitis aguda), o por agresiones al organismo, sean terapéuticas (ej. cirugías
mayores, procedimientos invasivos, etc.) o traumáticas (ej. quemaduras, contusiones,
etc.), que implican una alteración de la homeostasis. Sin embargo, estos criterios en
forma aislada se pueden encontrar en situaciones que no representan un estado
necesariamente patológico.
Frecuentemente las infecciones por microorganismos patógenos también se
manifiestan con la presencia de fiebre, taquicardia, alteraciones de la ventilación y en
la cuenta leucocitaria. Al desarrollo del SIRS secundario a infecciones se le conoce
como sepsis. Esto se debe al hecho de que las manifestaciones que se presentan son
muy parecidas, y muchos pacientes portadores de SIRS se catalogan indebidamente
como sépticos, aún sin la comprobación del proceso infeccioso; éste es el motivo por
el que se acuñó el término de SIRS para dar un nombre a aquellas condiciones
patológicas que no tenían evidencia de infección (sepsis), pero tenían un
comportamiento clínico similar. Diferentes estudios demostraron que en pacientes que
parecían cursar con sepsis, sepsis grave o choque séptico, no se pudo demostrar el
patógeno a través de cultivos; sin embargo, la morbimortalidad fue similar a aquellos
pacientes con sepsis con cultivos positivos. El SIRS es un estado que puede
complicarse con otras entidades nosológicas.
La presencia de eventos estresantes para el organismo, como cirugías o
padecimientos agudos, se acompañan de la liberación de mediadores inflamatorios
que condicionan una respuesta local que la mayoría de las veces lleva a la completa
recuperación. En otras ocasiones, los mediadores inflamatorios contribuyen al
desarrollo del SIRS. El SIRS puede favorecer la generación de falla orgánica,
condición clínica que se asocia con elevada mortalidad. Existen mecanismos
moleculares dirigidos a compensar el SIRS, conocidos en su conjunto como el
síndrome de respuesta antiinflamatoria compensadora (CARS), que entre sus
consecuencias, predispone al desarrollo de infecciones. Los pacientes portadores de
sepsis pueden tener un curso benigno y recuperarse completamente. En ocasiones, la
sepsis se complica con falla orgánica, resultando en lo que se conoce como sepsis
grave, que puede tener un curso favorable o complicarse con choque séptico, que
implica una mortalidad más elevada que el anterior. La activación del endotelio
siempre se presenta y contribuye en la mayoría de las ocasiones a la mala evolución
del paciente cursar con sepsis, sepsis grave o choque séptico, no se pudo demostrar
el patógeno a través de cultivos; sin embargo, la morbimortalidad fue similar a aquellos
pacientes con sepsis con cultivos positivos. El SIRS es un estado que puede
complicarse con otras entidades nosológicas.10-12 La presencia de eventos
estresantes para el organismo, como cirugías o padecimientos agudos, se acompañan
de la liberación de mediadores inflamatorios que condicionan una respuesta local que
la mayoría de las veces lleva a la completa recuperación. En otras ocasiones, los
mediadores inflamatorios contribuyen al desarrollo del SIRS. El SIRS puede favorecer
la generación de falla orgánica, condición clínica que se asocia con elevada
mortalidad. Existen mecanismos moleculares dirigidos a compensar el SIRS,
conocidos en su conjunto como el síndrome de respuesta antiinflamatoria
compensadora (CARS), que entre sus consecuencias, predispone al desarrollo de
infecciones. Los pacientes portadores de sepsis pueden tener un curso benigno y
recuperarse completamente. En ocasiones, la sepsis se complica con falla orgánica,
resultando en lo que se conoce como sepsis grave, que puede tener un curso
favorable o complicarse con choque séptico, que implica una mortalidad más elevada
que el anterior. La activación del endotelio siempre se presenta y contribuye en la
mayoría de las ocasiones a la mala evolución del paciente.
En el año 1999 se describe por primera vez el concepto de autoinflamación, en
contraposición al de autoinmunidad, para agrupar a un grupo de pacientes con fiebre
recurrente, en los que no se detectaba enfermedad infecciosa, oncológica, ni
presencia de anticuerpos específicos de antígeno. Desde entonces, el concepto de
autoinflamación ha ido evolucionando, prefiriendo utilizar en el momento actual el
término “desregulación inmune”, al haber evidenciado un solapamiento entre la
respuesta del sistema inmune innato y adaptativo, lo que se traduce desde el punto de
vista clínico como un componente de autoinmunidad o aumento del riesgo de
infecciones en algunos pacientes con enfermedades autoinflamatorias como el Déficit
de Adenosín Deaminasa 2 o el síndrome APLAID.

Por otra parte, el avance y el acceso a las técnicas de diagnóstico genético y otras
técnicas de laboratorio, ha facilitado la descripción de nuevas enfermedades
autoinflamatorias, pudiendo a su vez agruparlas en función del mecanismo
fisiopatológico implicado, con la consecuente repercusión en la elección del
tratamiento más adecuado para cada paciente.
Este curso pretende mejorar el conocimiento en desregulación inmune, haciendo
especial hincapié en los síntomas de sospecha clínica, las técnicas de laboratorio
disponibles en el momento actual para el diagnóstico, monitorización y el manejo de
estos pacientes, independientemente de la detección o no de una mutación
responsable de enfermedad.
Mecanismo de falla orgánica múltiple Este círculo vicioso de inflamación/coagulación
propicia insuficiencia cardiovascular, falla orgánica múltiple y en un porcentaje
considerable de casos, la defunción, siendo en la actualidad la primera causa de
muerte en la unidad de cuidados intensivos no coronarios. Típicamente, los pacientes
primero presentan daño en un órgano y si la enfermedad permanece descontrolada,
esto se puede extender a otros. En pacientes con falla de cuatro o cinco órganos, la
mortalidad es mayor del 90%, esto independiente del tratamiento. Los factores
determinantes de la falla en múltiples órganos son la hipoperfusión tisular y la hipoxia.
El infiltrado tisular, principalmente por neutrófilos, promovido por otra citocina
proinflamatoria, la interleucina 8 que favorece el daño tisular por la liberación de
enzimas.
Los factores determinantes de la falla en múltiples órganos son la hipoperfusión tisular,
la hipoxia y el infiltrado tisular, este último dado principalmente por neutrófilos
estimulados por la interleucina 8, que favorece el daño tisular por la liberación de
enzimas lisosomales y radicales libres derivados del 16 superóxido. El TNF-α y otras
citocinas, incrementan la expresión de la sintetasa inducible de óxido nítrico (iNOS). La
incrementada producción de óxido nítrico causa vasodilatación y pérdida a nivel capilar
que contribuye a depresión cardíaca, insuficiencia que también puede ocurrir a nivel
del miocardio como efecto directo del TNF-α. Además de la hipoxia, las células pueden
estar disóxicas, es decir con incapacidad de utilizar el oxígeno disponible, esto se ha
observado en los miocitos de pacientes sometidos a biopsia, en donde se encontró
evidencia de una alterada respiración mitocondrial, este es otro efecto atribuible al
exceso de óxido nítrico.
Cuando la vasodilatación se generaliza y la hipoperfusión es masiva, el paciente
presentará un estado de choque séptico aun cuando esté sometido a un adecuado
esquema de 17 rehidratación. Biomarcadores en el manejo clínico En la siguiente
sección discutiremos algunos de los más comunes biomarcadores propuestos para el
diagnóstico de sepsis. Es importante señalar que es posible una evaluación adecuada
de utilidad clínica solo si los ensayos que se utilizan en este contexto para la medición
de biomarcadores 18 proporcionan resultados fiables y reproducibles. Los diferentes
biomarcadores utilizados en la actualidad, se pueden clasificar en cuatro grandes
grupos como se 19,20 muestra en la tabla 2. Más de 170 biomarcadores han sido
evaluados para utilizarlos en sepsis; ninguno tiene la suficiente especificidad y
sensibilidad para ser rutinariamente empleado en la práctica clínica, por lo que la
combinación de ellos refleja distintos aspectos de la respuesta del hospedero y ayuda
a sobreverter las limitaciones de una sola biomolécula, por lo que es conveniente el
empleo de al menos cinco o seis de ellos para un mejor manejo diagnóstico,
pronóstico y 21 tratamiento médico
Referencias bibliográficas:
Adán Moreno-Eutimio M, Inmunitario S. Inflamación y sepsis [Internet].
Medigraphic.com. [citado el 29 de marzo de 2023]. Disponible en:
https://www.medigraphic.com/pdfs/juarez/ju-2016/ju163e.pdf
Antonio S-MR, Gerald G-MS, Alicia S-N, Humberto y Vázquez-Castillo Tannya
Verónica. S-R. Desregulación de la función inmune en sepsis y biomarcadores
actuales [Internet]. Medigraphic.com. [citado el 29 de marzo de 2023]. Disponible en:
https://www.medigraphic.com/pdfs/revmed/md-2017/md173e.pdf
Carrillo Esper R, Tapia Jurado J, Peña Pérez CA, Kim Koh MJ, Jaime Limón ÁR,
Montalvo Javé EE. Bases moleculares de la sepsis. Rev Fac Med Univ Nac Auton Mex
[Internet]. 2014 [citado el 29 de marzo de 2023];57(3):9–21. Disponible en:
https://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0026-
17422014000300009
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Sjdhospitalbarcelona.org. [citado el 29 de marzo de 2023]. Disponible en:
https://formacion.sjdhospitalbarcelona.org/es/enfermedades-autoinflamatorias-y-
desregulacion-inmune.html
Ucalgary.ca. [citado el 29 de marzo de 2023]. Disponible en:
https://calgaryguide.ucalgary.ca/wp-content/uploads/2021/11/InflammatoryCascade-
PathogenesisandClinicalFindings-scaled.jpg

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