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1) Dejar un espacio de la rutina de trabajo para trabajar este tipo de lectura, dejando
que los niños elijan el texto que quieren leer y si lo quieren leer solos o con un
compañero.
2) Colocar al alcance de los niños una variedad de textos que les sean familiares y
les resulte relativamente fácil leer, en otras palabras, textos que respondan al “justo
nivel de lectura” que tenga el niño.
3) Observar la conducta de lectura del niño, monitorear y analizar si utiliza las
habilidades de lectura como: leer de izquierda a derecha, de arriba abajo
(direccionalidad), reconocer palabras, realizar correspondencia fonema-grafema,
respetar signos de puntuación, de interrogación y exclamación (convenciones de lo
escrito). Si usted identifica las dificultades de su grupo, podrá planificar las próximas
lecturas compartidas o en voz alta, para que den respuesta a dichos desafíos.
Descripción de la Estrategia
A continuación se dan a conocer los pasos que le ayudarán a aplicar la estrategia
con su grupo de niños, es necesario que lo haga en el mismo orden en que serán
mencionados. La secuencia está basada en el libro de Stanley Swartz (2010), Cada
niño un lector.
Paso 1
Organice el espacio de lectura en la sala de clases debe propiciar un ambiente
cálido, tranquilo y acogedor que invite a los niños a leer y se sientan cómodos
mientras realizan su lectura.
Paso 2
Establezca las normas de conductas que son necesarias para llevar a cabo la
actividad, como lo son: mantenerse tranquilo en el lugar que se escogió para leer,
respetar la asignación de los textos y no interrumpir a sus compañeros.
Paso 3
Escoja los textos y póngalos al alcance de los niños, recuerde considerar las
necesidades, intereses y niveles de lectura, además las características del texto, y
familiaridad que se haya alcanzado con cada texto en particular.
Paso 4
Estipule el tiempo aproximado que durará la lectura en función del objetivo que
pretende trabajar y a las características de los niños. Generalmente son entre 15 a
20 minutos.
Paso 5 *
Monitoree a cada niño, observando y registrando el uso de las estrategias que han
aprendido gracias al trabajo realizado en los otros tipos de lectura (en voz alta,
compartida y guiada) y cómo las emplean. Es importante que usted tenga un “plan
de observación” previamente establecido, acorde a los aprendizajes y objetivos que
esté trabajando con su grupo.
Paso 6 *
Si lo considera pertinente puede hacer comentarios a algunos niños sobre la
elección del libro o sobre por qué les gusta ese libro en particular. También puede
enseñar algo sobre alguna palabra o sobre el proceso de leer cuando observa que
un niño está en dificultades o él se acerca a solicitar su ayuda.
Paso 7 (evaluación)
Posterior a la lectura puede hacer alguna actividad de seguimiento de ésta, de esta
forma los niños aprenderán a darle la importancia que la actividad tiene, ya que se
lee y luego se hace algo con lo leído, no es necesario que lo lleve a cabo en cada
oportunidad. Algunos ejemplos de actividades de seguimiento son: sentar a todo el
grupo en círculo y que algunos niños comenten su lectura, compartir sobre el libro
que los niños digan qué libro leyeron, qué fue lo que más les gustó y lo que no les
gustó, entre otras.