Está en la página 1de 3

LA INTERVENCIÓN EN EL DERECHO FUNDAMENTAL

Los derechos fundamentales, particularmente los derechos de defensa o de libertad, se


traducen en resistencia a cualquier invasión estatal de tal ámbito.
La intervención puede derivarse tanto de una ley y reglamentos, como de actos
administrativos, sentencias u otros actos jurídicos o acciones singulares. Estos requieren
una base jurídica que haya previsto para la actuación que se califica como intervención.
Para que se active la protección del derecho fundamental es necesario que se haya
afectado el ámbito de la libertad que protege. En principio, debe considerarse una
intervención toda conducta estatal, activa u omisiva, que afecte negativamente una
libertad, posición o situación jurídica comprendida en el ámbito protegido de un derecho
fundamental.
Los tribunales han puesto un listón muy alto para la admisión de una intervención
derivada de la incursión pública en tales sectores. Se inclinan a argumentar que esta
participación de las empresas públicas en el mercado sólo representa una intervención en
la libertad de profesión si se hace imposible la competencia de los particulares. Las
dificultades mencionadas pueden ilustrarse con el tratamiento doctrinal y jurisprudencial
de las intervenciones en derechos.
En ocasiones la actividad empresarial del Estado conlleva privilegios o ventajas para la
entidad pública que alteran el funcionamiento del mercado. Esto debe ser calificado como
intervención en la ley si hay una afectación relevante de la posición de los competidores.
En todo caso, este criterio judicial restrictivo es excepcional dentro de la orientación
general de la jurisprudencia.
El uso de la fuerza contra una persona por parte de los agentes del orden es suficiente
para hablar de una intervención. La finalidad que se persigue es precisamente incidir en
la situación del titular de un derecho fundamental. En cualquier caso, una comprensión
tan estrecha de la intervención no podría sobrevivir intacta a los avances en la protección
de los derechos fundamentales.
Un tipo de afectación mediata y fáctica que ha ocupado la atención de la jurisprudencia
constitucional son las advertencias o declaraciones estatales dirigidas a un público
generalmente indeterminado. La advertencia pública de que determinados productos
contienen una sustancia nociva probablemente induzca a muchos consumidores a optar
por otros productos, con el consiguiente perjuicio para quienes los fabrican o
comercializan. Este es un caso claro de injerencia estatal.
La policía debe usar la fuerza incluso si los sujetos involucrados en un acto delictivo
pueden atacar a otras personas bajo su control. Esta responsabilidad no opera cuando la
acción del individuo está completamente fuera de lo previsible. Se trata de los casos en
que el propio perjudicado es, por decisión verdaderamente libre, el causante principal del
menoscabo.

La justificación constitucional de la intervención en el derecho fundamental


La justificación constitución debe ser examinada a partir de la comprobación de la
presencia de intervención estatal en el ámbito protegido por un derecho fundamental. El
análisis de la justificación de la intervención presupone el de la fundamentación
constitucional de la restricción. A continuación, se desglosan los componentes de esta
fase decisiva del examen de la legalidad de las intervenciones y restricciones a los
derechos fundamentales.
A) La necesaria fundamentación constitucional de la limitación o restricción
El fundamento constitucional necesario de la limitación o restricción de un derecho es el
fundamento constitucional del que deben ostentar dichas restricciones. Las dos
principales formas de sustento constitucional de una limitación son las reservas legales,
por un lado, y la limitación constitucional, directa o indirecta, de la propia restricción.
B) Condiciones para la restricción del derecho fundamental
La Constitución contiene directamente la autorización para adoptar medidas que afecten
un derecho fundamental. La libertad de circulación y residencia puede ser legalmente
restringida 'sólo en el caso de que la falta de medios de subsistencia suficientes pudiera
dar lugar a cargas especiales para la comunidad', dice el artículo 11.2 de la Ley Orgánica.
La reserva legal es ante todo una garantía de los derechos fundamentales. Su consagración
en el Estado de derecho está ligada a la Revolución y también tiene raíces en la idea de la
autorregulación de la comunidad.
Las colisiones constitucionales son una manifestación de los conflictos entre normas
jurídicas y no siempre implican una contradicción o exclusión total entre dos o más reglas.
Pueden presentarse bajo la modalidad de antinomias totales parciales. La principal
singularidad de las colisiones constitucionales reside en la jerarquía constitucional de
normas o bienes en conflicto. La colisión se produce porque una norma, en relación con
una determinada situación, ordena o permite hacer lo que otra prohíbe. Normalmente no
será posible invocar la nulidad de una de las normas concurrentes para superar el
conflicto. Sin embargo, algunos de los criterios señalados pueden ayudar en determinados
casos a evitar que se produzca o, más bien, a disipar la colisión constitucional. En este
trabajo se utiliza el concepto de colisión en el sentido de colisiones actuales o concretas.
Esto incluye colisiones actuales en sentido estricto, y colisiones potenciales, sin perjuicio
de las importantes diferencias entre los planos abstracto-general o concreto-particular en
los que pueden surgir conflictos entre bienes constitucionales. Es posible, como lo
demuestra la jurisprudencia constitucional. Dicha libertad no ampara conductas que
siempre entren en conflicto con este derecho, ni representa un obstáculo general para el
ejercicio de aquél. Pero también es posible ejercer ese derecho de manera que no entre en
conflicto con él.

También podría gustarte