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Primada de América
Sustentante:
Ana Lucía Díaz García
Asesor de contenido:
Gregorio de la Cruz, M.A.
Asesora Metodológica
Odalys Otero Núñez, M.A.
Sustentante:
Ana Lucía Díaz García
C.I.E. #001-0386789-1
Asesor de contenido:
Gregorio de la Cruz, M.A.
Asesora Metodológica
Odalys Otero Núñez, M.A.
Introducción..........................................................................................................i
CONCLUSIONES...............................................................................................86
RECOMENDACIONES.......................................................................................90
BIBLIOGRAFIA...................................................................................................92
Introducción
i
Introducción
Los modelos de familias con el tiempo han sufrido cambios en la medida que el
hombre va evolucionando en distintos aspectos, descubriendo nuevas
herramientas y formas de trabajo, lo que ha generado cambios en su estilo de
vida.
Capítulo I
Aspectos Conceptuales y
Teóricos de la Investigación
1
Capítulo I
Aspectos Conceptuales y Teóricos de la Investigación
Es cierto que la República Dominicana cuenta con varias leyes que regulan el
Derecho de Familia y la misma va desde la conformación del matrimonio y sus
diferentes regímenes, hasta la forma de disolución del mismo, incluyendo lo
relativo al Derecho sucesoral, la disposición de los bienes de la familia y otras
normas, las cuales no necesariamente están cubiertas por la consagración de la
familia de acuerdo al artículo 55 de la Carta Magna de 2010.
son uniformes para todas las relaciones del hombre en la sociedad, la distinción
del derecho público y del derecho privado tiene un valor científico y también un
valor práctico, en aras de contemplar las jurisdicciones encargadas de resolver
distintos conflictos que se presentan en ocasión de la aplicación de las normas
de esa respectiva rama del Derecho.
4
NOLASCO, Daniel. Instituciones de Derecho de Familia. Santo Domingo, R.D.: Ediciones
Jurídicas Trajano Potentini, -----
6
1.4.1 Importancia
1.4.2 Relevancia
1.4.3 Aportes
1.4.4 Novedad
8
1.4.5 Motivos
1.5 Objetivos
1.5.1 General
1.5.2 Específicos
individuales del sujeto, como es el caso del embargo del salario del padre que
falta a la obligación alimentaria.
La imposición que de estas normas hace el Derecho, no las deja, como ocurre
en el Derecho Civil o en el Privado, al arbitrio o a la libre expresión y autonomía
de la voluntad, de quienes intervienen en ella. Las relaciones jurídicas entre los
sujetos del Derecho Familiar no se pueden sujetar a la voluntad de estos, si
bien es cierto el matrimonio es uno de los actos más privado que hacen las
personas. En el momento mismo que acepta, cuando manifiesta su voluntad y
dice “sí me caso”, una vez en la situación familiar de cónyuge, la ley le impone,
12
Sólo son renunciables los derechos particulares, los privados, los que no
afecten el orden público y aquí surge una pregunta: ¿Cuál de los derechos
familiares se deja en su cumplimiento, al arbitrio de las partes o simplemente no
se cumple?
ESPÍN5 aporta a esta tesis su concepto de estado de familia, que “surge por
medio del matrimonio y la procreación”; es decir, no se habla de estado civil,
sino el que deriva del matrimonio, del parentesco, incluido el civil y por
adopción.
No obstante, según se ha visto ya, el Derecho Familiar va más allá de los fines
particulares. Sus instituciones básicas, esenciales –matrimonio, familia,
divorcio, alimentos, estado familiar, concubinato, parentesco, filiación, hijos,
adopción, patria potestad, tutela, emancipación, consejos de familia,
personalidad jurídica de la familia y otros temas –subsisten y producen sus
efectos jurídicos, en ocasiones imponiéndose; en otras, aun en contra de la
voluntad de los miembros.
Independiente
Indicadores
Convivencia
Crianza de los hi8jos
Protección y Educación
Dependiente
Indicadores
El matrimonio
Manutención de los hijos menores de edad
La adopción
16
Patria potestad
Maternidad
Problemas conyugales entre las parejas
Socorrer a la familia en crisis
Prevalencia de los Derechos del Menor
- Obtención de la información,
Capítulo II
Familia y Derecho de Familia:
Conceptualización general
20
Capítulo II
Familia y Derecho de Familia:
Conceptualización general
El término Procede del latín famīlia, "grupo de siervos y esclavos patrimonio del
jefe de la gens", a su vez derivado de “famŭlus”, con el significado de "siervo,
esclavo", abrió su campo semántico para incluir también a la esposa e hijos del
pater familias, a quien legalmente pertenecían, hasta que acabó reemplazando
a gens9. Tradicionalmente se ha vinculado la palabra famŭlus y sus variantes,
asociadas a la raíz “fames” (hambre), de forma que la voz se refiere, al conjunto
de personas que se alimentan juntas en la misma casa y a los que un pater
familias tiene la obligación de alimentar según la Declaración Universal de los
Derechos Humanos, es el elemento natural y fundamental de la sociedad, y
tiene derecho a la protección de la sociedad y del Estado.
Los lazos principales que definen una familia son de dos tipos: vínculos de
afinidad derivados del establecimiento de un vínculo reconocido socialmente,
como el matrimonio —que, en algunas sociedades, sólo permite la unión entre
dos personas mientras que en otras es posible la poligamia—, y vínculos de
consanguinidad, como la filiación entre padres e hijos o los lazos que se
establecen entre los hermanos que descienden de un mismo padre. También
puede diferenciarse la familia según el grado de parentesco entre sus
miembros.
Sin embargo, al aplicar una visión más contemporánea, las funciones atribuidas
a la familia adquieren mayor complejidad al ser analizadas multidisci-
plinariamente12.
10
ESTRADA Alonso, Eduardo, Las uniones extramatrimoniales en el Derecho civil español, Civitas,
Madrid, 1986, p. 93.
11
MALUQUER De Motes, Carlos, Derecho de familia, Bosch, Barcelona, 2005, pp. 19-20.
12
Tercera Conferencia General del Episcopado Latinoamericano , La evangelización en el presente y
en el futuro de América Latina. Documento de Puebla, CECH, Santiago de Chile 1979, p. 199
22
En cuarto lugar, cumple una función de control social, pues transmite e irradia
el compromiso de sus integrantes con la vigencia de normas justas, con la
observancia de preceptos que involucran asumir responsabilidades de interés
colectivo y con la adscripción a códigos morales que promueven la virtud.
En Argentina las disposiciones que rigen las relaciones de los miembros de las
familias están contenidas en el Código Civil, original de 1869, pero las normas
referentes a las familias fueron modificadas en 1985 y 1987, mientras que las
de filiación y adopción en 1995 y 1997. Este cuerpo legal no da una definición
de familia.
Esta interpretación es acorde con distintas regulaciones del Código, por ejemplo
con el manifiesto que debe leer el oficial del registro civil al momento de
celebrar un matrimonio que será mencionado más adelante. La nueva
Constitución Política del Estado, a pesar de avanzar hablando de las familias,
en plural, no innova mucho más allá, declarando que: El Estado reconoce y
protege a las familias como el núcleo fundamental de la sociedad, y garantizará
las condiciones sociales y económicas necesarias para su desarrollo integral.
Todos sus integrantes tienen igualdad de derechos, obligaciones y
oportunidades (art. 62).
13
MORALES, Carlos. Código de Familia Anotado y Concordado, Bolivia: Ed. Gisbert, 1999, p. 122
24
La unión de dos seres humanos para compartir sus destinos en forma común,
con fines lícitos y pacíficos, es pues el ejercicio de estas libertades, que pueden
y de hecho se manifiestan en diversas instituciones reguladas por leyes
adjetivas, y que en esencia son tipificadas como “sociedades”, distinguiéndose
así, en una primera subdivisión, las sociedades civiles y comerciales, con fines
o sin fines de lucro.
Al desarrollar estos valores a los que se contrae la parte capital del artículo 55,
se establece que esta, la familia, “Se constituye por vínculos naturales o
jurídicos, por la decisión libre de un hombre y una mujer de contraer matrimonio
o por la voluntad responsable de conformarla.”
negando validez a uniones entre seres del mismo sexo basadas en el propósito
de compartir sus vidas, sexo y fortuna, en forma tal que dichas uniones no
puedan ser consideradas como tal, aunque existan hijos de uno u otro de los
convivientes o de ambos que pueda evocar o asimilarse a lo que
tradicionalmente conocemos como familia.
“1) Toda persona tiene derecho a constituir una familia, en cuya formación y
desarrollo la mujer y el hombre gozan de iguales derechos y deberes y se
deben comprensión mutua y respeto recíproco;”
“4) Los matrimonios religiosos tendrán efectos civiles en los términos que
establezca la ley, sin perjuicio de lo dispuesto en los tratados internacionales;”
En otro sentido, dado que solo se acepta como relación matrimonial valida “la
unión singular y estable entre un hombre y una mujer…”, entonces se consagra
la realidad social y se concluye una etapa en la que a las uniones
concubinarias no se les reconocían derechos, por considerarlas contrarias a la
ley.
17
En este sentido ha sido juzgado: … que, tradicionalmente esta Suprema Corte de Justicia, como
Corte de Casación ha sostenido el criterio de que las uniones no matrimoniales, consensuales, libres
o de hecho, no podían presentar, en razón de su irregularidad misma, el carácter de un interés
legítimo, jurídicamente protegido, criterio basado, obviamente, en la concepción de que la unión
consensual constituye un hecho ilícito en el derecho dominicano; que, empero, en tal sentido, es
preciso indicar que un hecho es ilícito en la medida en que transgreda una norma previa establecida
por el legislador; que en ese aspecto, la unión consensual que nos ocupa, ya se encuentra prevista,
considerada o aceptada por el legislador en el ordenamiento legal como una modalidad familiar,
criterio que debe ser admitido, en casos como el de la especie, siempre y cuando esa unión se
encuentre revestida de las características siguientes: a) una convivencia “more uxorio”, o lo que es
lo mismo, una identificación con el modelo de convivencia desarrollado en los hogares de las
familias fundadas en el matrimonio, lo que se traduce en una relación pública y notoria, quedando
excluidas las basadas en relaciones ocultas y secretas; b) ausencia de formalidad legal en la unión;
c) una comunidad de vida familiar estable y duradera, con profundos lazos de afectividad; d) que la
unión presente condiciones de singularidad, es decir, que no existan de parte de los dos convivientes
iguales lazos de afectos o nexos formales de matrimonio con otros terceros en forma simultánea, o
sea, debe haber una relación monogámica, quedando excluidas de este concepto las uniones de
hecho que en sus orígenes fueron pérfidas, aún cuando haya cesado esta condición por la disolución
posterior del vínculo matrimonial de uno de los integrantes de la unión consensual con una tercera
persona; e) que esa unión familiar de hecho esté integrada por dos personas de distintos sexos que
vivan como marido y mujer sin estar casados entre sí; Sentencia No. 44 del 17 de octubre del 2001,
B. J. No. 1091, páginas 506-510, Segunda sala Corte de Casación.
32
a) Ninguna otra rama del Derecho está tan directamente influida como ésta por
ideas morales y religiosas.
Se cree, sin embargo, que en este camino no debe irse demasiado lejos; está
bien que se acentúe el carácter ético de las relaciones de familia, está bien que
se ubique al deber en un lugar preeminente. Pero de ahí a ver en los poderes
de familia nada más que una función social; de ahí a negar que impliquen
derechos subjetivos, hay una dilatada distancia. Es necesario afirmar que los
padres, los esposos, tienen auténticos derechos personales que les
corresponden como personas que viven en el seno de la familia.
d) Convención sobre los Derechos del Niño (CDN), 1989, Naciones Unidas.
b) Protección legal de la familia. Art. 10, 1 PIDE; art. 17, 1 PSJC; art. 6 DADD.
c) Derecho a contraer matrimonio. Art. 16, 1 DUDH; art. 23, 2 PIDC; art. 16, 1,
CEDM; art. 17, 2 PSJC.
38
d) Derecho a fundar una familia. Art. 16, 1 DUDH; art. 23, 2 PIDC; art. 17, 2
PSJC; art. 6 DADD.
e) Igualdad de derechos entre los cónyuges. Art. 16, 1 DUDH; art. 23, 4 PIDC;
art. 16, 1, CEDM; art. 16, 1,
39
Capítulo III
Constitucionalización del
Derecho de Familia o Familiar
40
Capítulo III
Constitucionalización del
Derecho de Familia o Familiar
21
SÁNCHEZ Lorenzo, Sixto. Globalización, pluralidad cultural y derecho internacional de la
familia. Madrid: IHLADI, p. 57.
22
BARROSO, Luís Roberto. El neoconstitucionalismo y la constitucionalización del derecho. El
triunfo tardío del derecho constitucional en Brasil. Instituto de Investigaciones Jurídicas,
Universidad Nacional Autónoma de México, 2008. 19
23
Ibidem, p. 32
24
Ibidem.
25
Ibidem.
41
26
JELIN, Elizabeth, La familia en Argentina: modernidad, crisis económica y acción política. En
Ximena Valdés y Teresa Valdés Editoras Famillia y vida privada ¿Transformaciones, tensiones,
resistencias o nuevos sentidos?, Santiago de Chile, CEDEM, FLACSO, 2005, pp. 33-42.
27
ARCE y Flórez Valdés, Joaquín. El derecho civil constitucional. Editorial Civitas, Madrid, 1986, p.
68.
28
GUASTINI, Riccardo. Estudios de teoría constitucional. Instituto de Investigaciones Jurídicas.
México: Universidad Nacional Autónoma de México, 2001, pp. 154-164
42
hay una Constitución rígida cuando ésta tiene supremacía en relación con la
legislación ordinaria y; en tercer lugar, la rigidez de la Constitución hace
referencia a la complejidad de los procedimientos para modificarla, si se
comparan con los procedimientos para la modificación de las leyes ordinarias.
Todos estos mecanismos son retomados e integrados con unos nuevos luego
de la segunda mitad del siglo XX, dando origen a la corriente teórica del
neoconstitucionalismo6.
opinan, pero sigo creyendo que la novedad está en el conjunto: tal vez no tanto
en uno de los tres elementos si los tomamos por separado, pero sí cuando los
ponemos en común, compartiendo coordenadas de tiempo y espacio muy
parecidas.”
34
ARAGÓN Reyes, Manuel. La Constitución como paradigma. En Carbonell, Miguel (editor). Teoría
del neoconstitucionalismo ensayos escogidos. Editorial Trotta, Madrid, 2007, p. 37.
47
Diversos autores se han pronunciado sobre los efectos que esta trasformación
tiene, tanto respecto del funcionamiento del sistema jurídico, como en relación
con la actividad del Estado, y de los particulares.
En cuanto a los efectos directos, Favoreau señala que estos se traducen en:
35
FAVOREAU, Louis. Legalidad y constitucionalidad. La constitucionalización del derecho. Trad. de
Magdalena Correa Henao. Universidad Externado de Colombia, Instituto de Estudios
Constitucionales Carlos Restrepo Piedrahita, Bogotá, 2000, pp. 52–60
48
normas jurídicas, internas y externas, que puedan llegar a regir sobre ese país.
Esto incluiría a los tratados internacionales ratificados por el país y cuyo ámbito
de aplicación pueda ser también sobre las relaciones jurídicas internas.
Por supuesto, es claro que uno de los objetivos centrales de las constituciones
modernas es, precisamente, reconocer derechos del ciudadano frente al
Estado. Ninguna constitución moderna se propone disminuir ni alterar el
sistema democrático, sino al contrario, establecerlo y ampliarlo.
38
SAMPAY, Arturo Enrique. El pueblo y la Constitución. Buenos Aires: Ediciones Cuenca. 1973, p.6
39
Aristóteles. (s.f.) La política. Libro 3°, capítulo I.
40
BIDART Campos, Germán. J. Derecho Constitucional. Buenos aires: Edit. Ediar, 1968, p. 99
41
ESCUDERO Alzate, María Cristina. Procedimiento de familia y del menor. Colombia: Editorial
Leyer, decimocuarta edición, 2006, p. 44..
52
42
GALVIS Ortiz, Ligia. los niños, las niñas y los adolescentes titulares activos de derechos. Bogotá:
Ediciones Aurora, 2006.
43
44
LOBATO Gutierrez, Roberto. La constitución y la supremacía constitucional. Disponible en línea:
http://www.derechoecuador.com/index2.php?
option=com_content&task=view&id=2626&pop=1&page=0
53
seno, tendencia que se agudiza día a día a medida que se resalta la influencia
trascendental que ejerce la célula familiar. Para la mayoría de los hombres la
familia es el factor esencial de virtud y felicidad, primero en la infancia -tiempo
de su formación-, después en la edad adulta, en el hogar que ellos fundan. El
nivel de una nación depende, ante todo, aunque no exclusivamente, del respeto
de la institución familiar45.
El Estado, entidad rectora custodia el bien común; tiene como función primordial
crear las instituciones que favorecen el desarrollo del hombre. La familia,
institución primigenia, merece una especial protección, porque constituye el
adecuado desarrollo y complemento del individuo. Teniendo en cuenta el
carácter moral y consuetudinario de las relaciones familiares, donde el Estado
ha observado cierto retraimiento, encomendando la reglamentación de esas
relaciones a la autonomía privada y reconociendo la autoadministración de la
familia, los padres gozan del derecho de la educación de sus hijos. Si esta
función no es posible cumplirla directamente y a cabalidad, por lo menos tiene
el derecho de orientar a sus hijos y escoger los centros educacionales donde
pueden cumplir con ese anhelo natural.
45
Leclero, Jesús. La familia. Barcelona: Editorial Herder, 1986, p. 49.
46
REYES Ríos, Nelson. Enfoque social de la familia del Perú. Bogotá: Universidad Externado de
Colombia, 2000, p. 117.
47
Idem., p. 149
54
La intervención estatal tiene lugar mediante leyes, las cuales no solo han de
dirigirse a darle a la familia una estructura interna, acorde con las concepciones
y las aspiraciones y posibilidades actuales, misión del derecho civil, sino que,
en el campo del derecho social, e inclusive en el derecho fiscal, tenderán a
crear las condiciones más favorables para la subsistencia y desarrollo de esta.
La intervención tendrá como fin no sustituir a la familia, sino facilitar el
cumplimiento de su misión, supliendo la acción de los esposos o compañeros y
de los padres donde ellos no pueden llegar favoreciendo la de nuevas familias y
el aumento de las ya existentes, y cerciorándose de que las funciones familiares
48
SUAREZ Franco, Derecho de familia. Bogotá: 9ª. Edición, Temis, 2006, p. 14
49
LECLERO, Jesús. La familia… obra citada, p. 150.
55
50
GONZALEZ Porras, José Manuel. Libro Homenaje a Manuel Albaladejo García. España: Servicio
de Publicaciones de la Universidad de Murcia, Vol. I, 2004, p. 488.
51
Acosta, 2007
56
Llama la atención que en esta norma a falta de acuerdo entre los padres la
patria potestad corresponde al padre, luego de que al igual que en los otros
países abordados estableciera que esta facultad corresponde a ambos
progenitores.
Esta legislación parece ser, entre las legislaciones nuevas de los países
abordados, tal vez junto con la argentina, la que carga más responsabilidades a
las familias. Para los padres establece, además de las obligaciones de cuidado,
crianza, educación, alimentación- la de asegurar el máximo nivel de disfrute de
los derechos para el niño o niña.
Al igual que la legislación argentina, esta ley venezolana explicita los principios
que deben orientar las políticas hacia la infancia y la adolescencia. Tal es el
caso de la igualdad y la no discriminación; la prioridad absoluta de todos los
derechos y garantías de los niños y adolescentes, que comprende la
preferencia en la elaboración y ejecución de políticas públicas, en la atención de
los servicios públicos, en la protección ante cualquier circunstancia, y en la
asignación privilegiada del presupuesto público; la gratuidad en todos los
procesos judiciales en que se vean involucrados niños y adolescentes; el
carácter enunciativo de sus derechos, así como su interdependencia,
indivisibilidad y su carácter irrenunciable.
En la legislación argentina, los capítulos del Código Civil que regulan las
relaciones de los integrantes de las familias, y sus derechos y obligaciones en
tanto tales, no establecen objeto o principios rectores para estas materias, lo
que puede obedecer a la época de su promulgación (1869), cuando no se
estilaba explicitar los principios orientadores como criterios de interpretación
legal. Ya la Ley 23515 de Matrimonio Civil de 1987 establece la igualdad de
condiciones en varios aspectos.
Sin embargo, el principio de igualdad entre los cónyuges convivía hasta hace
poco con un artículo que sostenía que cada uno de los cónyuges podía ejercer
libremente su profesión u oficio, pero que el marido podía pedir judicialmente
que no se permita a la mujer el ejercicio de su profesión cuando ésta atente
contra la moral o perjudique la labor que la esposa debe cumplir en el hogar 54.
Los títulos del Código Civil Chileno que refieren a las familias, son los relativos
al matrimonio, la filiación y la patria potestad, dentro del capítulo relativo a las
personas. Además está la mencionada Ley de Matrimonio Civil que establece
como su objeto los requisitos para contraer matrimonio, la forma de su
celebración, la separación de los cónyuges, la declaración de nulidad
matrimonial, la disolución del vínculo y los medios para remediar o paliar las
rupturas entre los cónyuges y sus efectos (art. 1).
Esta misma ley establece como principios, y en tal calidad orientaciones que
deben tener siempre presente los tribunales, la protección del interés superior
de los hijos y del cónyuge más débil. El Código Civil en cambio no tiene una
declaración expresa de principios, lo que era más común en los cuerpos
legales tan amplios como éste y que además han sido modificados
reiteradamente para hacer frente a los cambios en la sociedad, dando lugar a
un texto sistematizado y refundido que da cuenta de distintas ideologías.
En Colombia, el Código Civil es el cuerpo legal que regula las relaciones de los
miembros de las familias y data de 1873, con modificaciones desde 1887 hasta
el año 2006. En cuanto a los principios orientadores de la legislación, la
Constitución (art. 42, cuarto párrafo) establece que las relaciones familiares se
basan en la igualdad de derechos y deberes de la pareja y en el respeto
recíproco entre todos sus integrantes, mientras que el Código reconoce
igualdad de derechos y responsabilidades de los cónyuges en la administración
y dirección de los asuntos del hogar, igualdad de derechos para fijar el domicilio
o residencia conyugal y para recurrir al juez.
También en diversos artículos está el interés superior de los hijos como guía
para el juez o para las decisiones de las partes.
Capítulo IV
Derecho de Familia o Familiar en Derecho
Comparado Iberoamericano y en la República
Dominicana
66
Capitulo IV
Derecho de Familia o Familiar en Derecho Comparado
Iberoamericano y en la República Dominicana
55
VEGA, Wenceslao. Historia del Derecho Dominicano, Editora Amigo del Hogar. Santo Domingo.
Cuarta edición, 2004.
67
Los menores de edad podían ser unidos desde los siete años por los
esponsales, que producían el impedimento para contraer otro matrimonio. Hubo
en este derecho tres tipos de regímenes matrimoniales, el dotal, el de
comunidad de bienes o gananciales y el de separación de bienes.
matrimonio, como padre e hija, hermanos, o hijos de monjas y/o curas. Estos
hijos nunca heredaron de su padre, aunque sí de su madre, siempre y cuando
esta no contara con descendencia legítima.
Sin embargo las leyes civiles llegadas de Haití en idioma francés y obligatorias
para la nación, que fueron traducidas 20 años después, no estudian la familia
en sí misma, no encontramos ningún capítulo, ningún titulo ni sección dentro del
Código Civil dedicada a su tratamiento, no aparece ni siquiera su definición, y
sí, una que otra mención tangencial por lo que hay que coludir su existencia
integrada a otras instituciones como el matrimonio, y dentro de él, privilegiando
lo referente a su régimen económico. Concede administración legal y jefatura
familiar al marido, ignora la mujer como sujeto de derecho y desconoce los hijos
69
56
EUSEBIO Gautreau, Dora. Derechos de Familia y Menores. Santo Domingo, R.D.: Editora Buho,
2004.
70
Esta importante obra reconoce al menor como un sujeto de derecho para el que
crea un sistema de protección, que va mas allá, de las normas de derecho para
incluir el ámbito sanitario, educativo y social. Introdujo nuevas figuras jurídicas y
dio un tratamiento diferente a otras en beneficio de la persona del menor. La
guarda, la autoridad, la administración legal, la adopción internacional,
constituye ejemplos importantes a nombrar y algo, que no se puede pasar por
alto, la prueba científica de la filiación por medio del ADN.
Tres años más adelante las cámaras legislativas aprueban y el ejecutivo pone
en vigencia, la ley que sanciona la violencia intrafamiliar y de género, conocida
como 24-97. Se sanciona la violencia domestica, previéndola como un patrón
de conducta, la de género definiéndola como aquella que recibe la mujer por
serlo. Se introduce las órdenes de protección a favor de las víctimas de
violencia con interdicción de acceso y obligatoriedad de reponer bienes
destruidos y reparar el daño ocasionado, rendir cuentas sobre la administración
de bienes comunes.
El reconocimiento del trabajo del hogar como actividad económica que crea
valor agregado y produce riqueza y bienestar social. El valor de los jóvenes
75
Una tendencia que se ha podido percibir sobre todo en los inicios es el apego a
la normativa procedimental de derecho común, posiblemente porque no se
cuenta con otra, pero además porque el paradigma positivista técnico, tiene aún
mucho peso en la esfera judicial y el mismo impide que jueces avezados
77
Hay que Coincidir con Diego Benavides Santos, juez y conciliador familiar del
Tribunal de Familia de Costa Rica en la importancia de construir un derecho
procesal familiar, como un componente convenientemente separable del resto
del ordenamiento, asumiéndose como parte del orden judicial total y con una
referencia inexorable a la teoría general del proceso. A propósito de lo tratado
no huelga un llamado lacónico. Si estamos en el umbral imperativo de la
ordenación de un derecho procesal familiar evitemos incluirle los
procedimientos y las normas que criticamos porque hacen pesado y dilatado el
proceso de derecho común.
57
KEMELMAJER de Carlucci, Aida. El proceso familiar y sus características. Memoria del VII
Congreso Mundial sobre Derecho de Familia, El Salvador, 1992, p. 419
78
Estas ideas expuestas persiguen que nuestros jueces observen que igual que
como existen leyes derechos y próximamente un Código de Familia, igualmente
ha de requerirse normas procesales especiales y en ocasiones innovadoras,
tomando en cuenta que en estos casos se requiere de principios particulares.
Veamos un gran principio general: Tribunales especializados técnicamente
asesorados: Partiendo de él, no solo deben implementarse las jurisdicciones
familiares como garantía del proceso, sino que los jueces y las juezas deben
ser especialistas en la materia y presentar un perfil especial de servicio en
áreas afines.
Por supuesto estos tribunales deben ser interdisciplinarios, es decir contar con
la presencia de profesionales de otras áreas a ser consultados en el momento
preciso, es otra característica que demarca la separación del área de familia
manteniéndola mas próxima al resto de las ciencias sociales. De este modo
rechaza la autosuficiencia del modelo técnico positivista dejando de paso rodar
la pretensión kelseniana absurda por demás, de separar el derecho de las
demás ciencias, mediante la llamada “pureza del método”.
A pesar de que las salas de familia solo funcionan en el Distrito Nacional como
una especie de plan piloto, de que el proyecto de Código de familia ya debió
estar terminado a final del 2006, ambos acontecimientos enriquecen el sistema
judicial del país y solo podemos recordar a quienes están al frente de la toma
de decisiones que su solución definitiva resolverá necesidades fundamentales
de las familias dominicanas.
Para encarar un trabajo semejante hay que recordar que, si difícil es legislar
adecuadamente, más aún lo es hacerlo sobre una temática tan delicada como
la familia. El eminente maestro Castán Tobeñas lo advertía en su obra “Hacia
un nuevo derecho Civil”, cuando decía: “Difícil y delicado es el tratamiento
jurídico y legislativo de la familia”58.
Se creó una comisión por parte del Poder Ejecutivo, que entregó al Presidente
Lic. Danilo Medina Sánchez, el anteproyecto de Código de Familia creado al
efecto. La comisión fue creada en 2004por el entonces Presidente Dr. Leonel
Fernández, mediante el Decreto núm. 1602-04. Cuando fue designada, la
Comisión se dedicó a un arduo trabajo de revisión y análisis de todo el marco
jurídico existente en materia de familia a nivel nacional e internacional. Un gran
número de legislaciones especiales, principalmente las que se han promulgado
en los últimos 30 años de vida legislativa de la Nación, han desmembrado el
82
Es el caso del artículo 852 del proyecto, que derogaría las leyes No. 1306-bis,
sobre Divorcio; la No. 3805, que deroga varios artículos del Código Civil
referente al reconocimiento de los hijos naturales; la No. 121, que modifica
también varios artículos del Código Civil referente al reconocimiento; la No.
5152, sobre Adopción; la No. 855, sobre la Autoridad del Padre y de la Madre; y
la ley No. 452, sobre la Tutela de los Hijos Menores, al disolverse el
Matrimonio59.
Además, la Ley No. 390, que modifica el Código Civil en lo referente a la Tutela;
la Ley No. 440, que modifica el Código Civil sobre la Exclusión, Incapacidad y
Destitución de Tutores; la Ley No. 3079, que modifica el Código Civil en lo que
se refiere a la Venta de Bienes de Menores; la Ley No. 585, sobre las Acciones
del Pupilo contra su Tutor; la Ley No. 189-2001, que modifica los Regímenes
Matrimoniales; la Ley No. 2125, sobre las Cláusulas de Separación de Bienes,
la Ley 224, sobre constitución de bien de familia; la Ley 339, sobre bien de
familia y la Ley 1097, sobre desheredación de hijos.
Cada ley derogada, dada la importancia actual que tiene cada una, supondría
no solamente una extraordinaria carga de trabajo para el Congreso Nacional,
sino que de hecho implicaría la necesaria imposibilidad de incorporarse tal cual
en el nuevo texto, lo que acarrearía la necesidad de consensar intereses
sociales contrapuestos expresados en cada una de esas normas: los Notarios
públicos, los abogados, los jueces tienen todos intereses particulares en las
formas en las que se realizarían los matrimonios y divorcios, el Estado Civil en
59
En línea: http://www.diariolibre.com/noticias/el-cdigo-de-familia-implica-la-modificacin-de-quince-
leyes-OPDL522851
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Como se ve, el problema de derogar tantas leyes como las que se necesitaría
es lo que se llama un verdadero problema de Estado.
Entre las razones que se argumentaron en contra del proyecto de ley de Código
de Familia se encontraba que “estaría desfasado con relación a los de código
Penal, Civil y de Procedimiento Civil, que también cursan en el Congreso”61, de
acuerdo a lo dicho por el diputado Demóstenes Martínez, presidente de la
Comisión de Justicia de la Cámara baja.
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http://www.7dias.com.do/portada/2014/03/19/i160093_proyecto-codigo-familia-estaria-desfasado-con-
relacion-codigo-civil.html#.VlzRutIvfhk
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En línea: http://www.diariolibre.com/noticias/el-cdigo-de-familia-implica-la-modificacin-de-quince-
leyes-OPDL522851
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Conclusiones
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Conclusiones
La familia es, ante todo, una institución de carácter social y parte del origen y
evolución misma del hombre, quien para subsistir se vio en la necesidad de
agruparse en células que le permitieran desarrollarse socialmente y
transformarse de acuerdo con los cambios que el paso del tiempo, las
costumbres, la economía, y la política han requerido, para estar acorde con las
exigencias de la modernidad y el mundo globalizado del día de hoy.
Este es el marco jurídico que permite adoptar legislaciones que respeten los
derechos de la familia, especialmente su dignidad e intimidad.
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Las leyes de familia, más o menos antiguas según los países americanos, ya
sea codificadas en un cuerpo legal específico o como capítulos de los códigos
civiles, han evolucionado de manera importante en los últimos veinte años,
luego de ser sobrepasadas por realidades innegables que hacen a la vida
cotidiana de las personas y las familias en transformación. La existencia de
Códigos de Familia es opción minoritaria en América, donde de hecho rigen
más las leyes como forma de regulación, pese a la necesaria dispersión que
ello provoca.
Recomendaciones
91
Recomendaciones
Bibliografía
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Bibliografía
A) Contenido
Libros
CASTÁN Tobeñas, José. Hacia un nuevo derecho civil, Madrid: Reus, 1933
GALVIS Ortiz, Ligia. los niños, las niñas y los adolescentes titulares activos de
derechos. Bogotá: Ediciones Aurora, 2006.
VEGA, Wenceslao. Historia del Derecho Dominicano, Editora Amigo del Hogar.
Santo Domingo. Cuarta edición, 2004.
ZAPATA Pichardo, José Francisco. Ley no. 855 del año 1978: el caos en el
derecho de familia. Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).
Tesis de grado. Número de Clasificación: D-0078 FCJP 1988
Sentencia No. 44 del 17 de octubre del 2001, B. J. No. 1091, páginas 506-510,
Segunda sala Corte de Casación.
Internet
http://www.diariolibre.com/noticias/el-cdigo-de-familia-implica-la-
modificacin-de-quince-leyes-OPDL522851
http://www.7dias.com.do/portada/2014/03/19/i160093_proyecto-codigo-
familia-estaria-desfasado-con-relacion-codigo-civil.html#.VlzRutIvfhk
http://www.diariolibre.com/noticias/el-cdigo-de-familia-implica-la-
modificacin-de-quince-leyes-OPDL522851
Leyes y sentencias
República Dominicana. Constitución. Santo Domingo, R.D.: PG Ediciones,
2010.