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Vol. 10 Nº 1 págs. 217-220.

2012
https://doi.org/10.25145/j.pasos.2012.10.091

www.pasosonline.org

Reseñas de publicaciones

La conquista de las vacaciones.


Breve historia del turismo en la Argentina
Elisa Pastoriza. Buenos Aires, Edhasa. 2011.
ISBN:978-987-628-115-7

Korstanje Maximiliano
maxikorstanje@hotmail.com

Sin lugar a dudas, no hay mejor forma que y residentes cobra principal importancia. Según
comprender la evolución del turismo que aden- Pastoriza el turismo nace por dos aspectos cons-
trarse y discutir de fondo buenos trabajos en la titutivos, el primero es la pérdida del temor al
materia, como ser el de la profesora E. Pastori- mar, visto como un lugar peligroso, por el cual
za, quien presenta una historia sintetizada pero se estructuraba la vida antes del siglo XIX o fi-
elocuente del turismo como parte de un fenóme- nes del XVIII con la corriente higienista. Cierta-
no mayor al cual denomina ocio. Inicialmente, mente, los científicos recomendaban los benefi-
E. Pastoriza (2011) recuerda en su trabajo La cios del mar. Segundo, la fiebre amarilla y otras
Conquista de las vacaciones la extraña tensión epidemias que asolaban las ciudades argenti-
que se da en las primeras zonas de veraneo en nas provocaron una rápida evasión a los barrios
la Argentina de fines de siglo XIX ya que uno de del norte de la ciudad de Buenos Aires y a las
los mayores desafíos era adaptar las condicio- villas veraniegas. Siguiendo este razonamiento,
nes ambiéntales a los lugares de residencia de entonces el veraneo se transformo en turismo
los viajeros con la suficiente familiaridad para solo cuando pudo ser democratizado. La tesis
no sentirse desguarnecidos, pero a la vez poder central del trabajo, en los siete capítulos que
armonizar las costumbres las clases altas con la constituyen es que la historia del turismo en
respecto a un consumidor que comenzaba a per- Argentina “atravesó primero a las clases altas y
filarse como masivo. De esta forma, el veraneo, muy aceleradamente involucró al conjunto de la
costumbre propia de las clases más pudientes sociedad en un proceso de democratización so-
dio lugar a una forma menos estilizada producto cial, ya presente en los años veinte, que culminó
de la cultura de masas, el turismo. La conquista con lo que José Luis Romero llamó la cultura de
de las vacaciones en la Francia de 1936, junto masas” (p. 30).
a los adelantos tecnológicos sentaron las bases En los capítulos primero y segundo Pastori-
para el advenimiento de una nueva forma de za analiza la evolución de las ciudades costeras
recreación que mediante el viaje generaba una como balnearios como así los aspectos socio-eco-
gran expectativa. El proceso “democratizador” nómicos que coadyuvaron en esa empresa. En el
que implicó el turismo trajo beneficios ya que la capítulo tercero, se toma el trabajo de visualizar
cultura del veraneo (originalmente dada por 3 la relación entre el montañismo y el higienismo
meses) se expandió por medio de un verdadero como forma de cura para ciertas enfermedades.
efecto demostración a otras clases, pero estas Pero dicha democratización generó tensiones
conquistas sociales trajeron ciertas fricciones y entre las clases que se disputaban un espacio
tensiones con otros grupos. simbólico en la ciudad de Mar del Plata. El po-
Las antiguas pautas de distinción en el der público por medio de la legislación y empre-
sentido de P. Bourdieu que antiguamente fun- sariado privado, mercado, combinaron esfuer-
cionaban como estrategias para mantener la zos no para dirimir esas diferencias sino para
propia identidad de clase, ahora estaban en dis- asignarle a cada grupo un territorio particular.
puta. Es decir, que en mayor o menor medida, En consecuencia, Pastoriza sugiere el turismo
desde su nacimiento el turismo parece haberse de masas pudo ser posible gracias al Peronis-
visto en una tendencia casi, si se quiere, contra- mo por medio de la implementación de políticas
dictoria en la cual el encuentro entre visitantes sociales que posibilitaron una mayor influencia

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de viajeros. En los capítulos sucesivos, la historiadora ex- ción moderna cuyas raíces sobrevienen de la segunda
plora otras formas de turismo que han prendido en Argen- gran guerra. Las sociedades elaboran mecanismos
tina como así también el proceso peronista donde se da discursivos para nivelar las contradicciones propias
una nueva reelaboración de la narrativa ligada al ocio, ya de la interacción cotidiana; el ocio es uno de ellos. De
no para la ciudad de Mar del Plata sino para todo el país. diferentes formas, no existe un turismo, sino varios
La fuerza de los sindicatos junto a otros actores sociales, turismo(s) cuya significancia lo ubica subordinado al
antes relegados, sugiere y confluye en la reconfiguración subsistema onírico de cada grupo humano. Afirmar
de un nuevo entramado social cuya función en el turismo que sólo existe turismo cuando hay democratización es
encuentra una amplia legitimación. un error conceptual grave. Muñoz- Escalona ha hecho
El trabajo de Pastoriza, huelga decir, enfatiza en una un trabajo más que convincente sobre la posición de la
evolución histórica de las diferentes formas turísticas en academia a considerar al turismo como un producto de
Argentina (pero siempre haciendo énfasis en los productos la demanda en vez de un fenómeno social total. Esta
turísticos). El asenso social posibilitó el turismo se expan- perspectiva ilustra la forma en que los expertos han
diera a otras clases sociales. Los Medios de transporte, trivializado e ignorado antiguas formas de turismo ya
cada vez más veloces, generaron una propensión para los sea occidentales como en caso grecorromano, como no
traslados. De esta forma, Pastoriza se queja de los abor- occidentales para converger en una idea euro-céntrica
dajes en la materia al punto de “los estudios de historia del mismo.
social adolecen de no haber desarrollado un debate acerca 3) Por desgracia, no puede visualizarse con claridad (en
del rol y el significado de los entretenimiento populares en el trabajo de Pastoriza) un desarrollo exhaustivo de
la democracia. En este sentido, el recorrido del turismo y la palabra democratización y las implicancias que ella
la historia de las vacaciones a lo largo de los setenta años tiene. La gran contradicción de la democratización es
buscan iluminar dichas ausencias” (p. 258). La autora se que vuelva a la exclusión. Si “Democratizar” implica
da cuenta que el turismo, en tanto fenómeno derivado del extender a otros grupos humanos un valor o práctica,
ocio, tiene raíces sociales cambiantes dependiendo de las
entonces las aristocracias para mantener la distinción
fuerzas de organización territorial que lo fundamentan,
alteraran sus formas de relación para mantener la
condicionan pero a la vez donde se plasman las expresio-
“diferencia”. Dadas estas condiciones, una democra-
nes culturales de las personas. Desde esta perspectiva el
tización conlleva hacia una aristocracia. Uno debe-
trabajo de Pastoriza se presenta como un serio intento,
ría asumir, como dice Castoriadis, la Democracia no
aunque fallido de comprender por medio del devenir de la
implica extensión de derechos, ni mucho menos, sino
historia la función del turismo. Incluso las buenas inves-
simplemente que una asamblea pueda derogar una ley
tigaciones, a veces, descansan en la lógica del “como sí”
si la concebía injusta. Por lo expuesto, precisamente
por lo cual es deber de la crítica señalarlos o por lo me-
es la extensión de derechos que caracteriza al mundo
nos, ponerlos bajo la lupa crítica. En las siguientes líneas
desarrollaremos los errores en tratamiento de Pastoriza: espartano lo que homogeniza la dictadura, con piel de
1) Parece problemático aceptar que sólo después del democracia. En consecuencia, no se puede hablar de
siglo XVIII, con el higienismo, el hombre europeo se democratización del turismo sino de masividad cuya
despojara de su temor al mar. El mundo mediterráneo función fue extender la hegemonía de las clases altas
antiguo de los siglos III al I A.C tenían una imagen sobre el resto de la población, ya sea por efecto demos-
positiva del mar. Cuenta Suetonio los Emperadores tración u resistencia. Ha sido la tergiversación anglo-
romanos se alejaban a su residencia en Capri para sajona de la democracia la que la ha llevado a una fal-
disfrutar el majestuoso paisaje que sólo el mar podía sa utopia de la igualdad que nada tiene que ver con la
darles. Con el advenimiento de la Edad Media se cor- democracia griega.
4) Aún hay disputas dentro de los especialistas respecto
taron las comunicaciones entre los feudos, y años de
a que haya sido la fiebre amarilla (riesgo) aquella que
guerra frenaron con la movilidad que había nacido del
promovió la migración de las clases privilegiadas hacia
Imperio Romano. El temor al mar había sido parte de
el norte de la ciudad de Buenos Aires. Por desgracia, el
ese tabú cultural impuesto por la descentralización de
tema ha sido harto complejo y se debió a un conjunto
los feudos medievales. En otras palabras, se abandona
de factores entre los que se combinaban la posibilidad
el sistema político de Patronato romano para volver a
de edificar mejores infraestructuras a las coloniales
la hospitalidad antigua.
pre-existentes. Lo que provocó la mudanza de las fa-
2) Concebir al turismo, como estrictamente, circunscrip-
milias aristocráticas fue, entre otras, la búsqueda de
to a una ciudad o a la atractividad de un lugar no solo
una mejora edilicia. La fiebre se expandía tanto en las
no se condice con la realidad del fenómeno, en tanto
calles como por el agua hecho por el cual la migración
que institución social arcaica como dice Paoli, presente
hubiera sido una medida sanitaria en vano. Al igual
incluso (con sus matices) en el alto imperio romano,
que el dengue, la fiebre amarilla se transmite en zonas
sino que conlleva a la idea de comprender al turismo
de rivera. En tanto que zoonosis, dicha enfermedad se
como un producto. Esta posición, nacida del Manage-
contiene por la reproducción de mosquitos. Hablando
ment europeo, concibe erróneamente que el turismo no
mal y pronto, irse de San Telmo a Belgrano hubiera
ha existido desde siempre, sino que es una construc-

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sido lo mismo. Es cierto, de todos modos, que algunos expropiación; la movilidad como valor supremo cultural
diarios y testimonios de la época hablan de la fiebre de Occidente se transmite a los niños en los diferentes
amarilla como un factor de la migración, y eso llevo al canales de socialización desde pequeños y en las vacacio-
malentendido, pero esos recortes esconden parte del nes (como espacio sagrado dado para la práctica del tu-
problema edilicio que estaban sufriendo las casonas de rismo) con fines de reproducción económica, e intereses
La Boca, San Telmo y Barracas. Este hecho se explica políticos específicos. Asimismo, el subsistema geográfico
mejor por la tesis de la gentrificación y la especulación juega un rol más que importante en la fijación de circuitos
inmobiliaria que por la fiebre amarilla. o canales donde viajar para recrearse se torna seguro o
5) Por momentos existe cierta sobre-valorización, si bien inseguro. El entretenimiento, propio de todo viaje el cual
ha sido importante pero no decisivo, del peronismo alterna distensión con riesgo contenido y moderado, es la
como fenómeno de expansión del turismo, o de recon- base del turismo como fenómeno total y aplicable a todas
versión del veraneo al turismo, o de mistificación de las culturas del planeta. Cuando existen inconsistencias
Mar del plata como cuna del turismo nacional. Existe ya sea generadas por el propio sistema o por un sistema o
en Pastoriza como en otros autores, una tendencia a sociedad externo (es decir por un encuentro entre dos et-
marplatearizar al turismo olvidando dos cuestiones nias), el ocio y el turismo no solo seguirán al discurso de la
importantes, el turismo europeo surge con T. Cook sociedad dominante, y con él al subsistema político, sino
como una forma de ayuda al avance del alcoholismo en crearan una cosmovisión (gaze) con el poder simbólico su-
la Inglaterra industrial. Es decir, el turismo moderno ficiente para justificar el acto de expropiación. Cuando el
se desarrolla en paralelo al abuso de sustancias y al sistema onírico no puede regular las bases de la homeos-
agobio del trabajo propio del avance del capitalismo tasis del sistema, deviene el cambio social. Por otro lado,
(Filho-Santos, 2008) (lógica de la burocratización we- el subsistema mito-religioso (donde entran aquellos secto-
beriana). Ello sugiere a la actividad como válvula de res preservadores del saber como sacerdotes, científicos y
escape y no como movimiento estético vinculado a la periodistas entre otros) necesita de una fábula o historia
naturaleza in facto esse. Segundo, en Latinoamérica para darle sentido al mundo y a los eventos que en él se
el turismo es importando por medio de un efecto de- suceden. La mito-poiesis, o proceso de construcción mito-
mostración de las verdaderas clases aristocráticas que lógica, funda los valores culturales que van a dar sustento
visitaban Europa (Mármora, 2004). Mezcla de evasión a la sociedad y alrededor de los cuales se van a crear los
y de efecto demostración el turismo europeo anglosajón diferentes ritos, héroes y prácticas culturales. El vínculo
finalmente desembarca en el Río de la Plata como lo entre el subsistema mito-religioso y el onírico es de una
hace en todo el mundo consolidándose finalmente jun- elevada complejidad. Valores culturales que se presentan
to del fordismo y al imperialismo estadounidense. como incuestionables, a saber el descanso, la movilidad,
6) Pastoriza no reconoce el poder hegemónico del turis- el retorno, son esencialmente transmitidos por medio de
mo, como forma estereotipada del ocio, en tanto que los mitos de origen (génesis) y observables en las diferen-
en el exacerbo de la movilidad, paradójicamente in- tes doctrinas religiosas del mundo. El viaje temporal por
moviliza y crea subordinación económica (Korstanje y lo tanto requiere de una dislocación psíquica del viajero
Busby, 2010). quien experimenta (en su fantasía) la necesidad de un
Nuestra teoría del turismo, por el contrario, aborda cambio fabulado (dislocación identitaria) y posterior re-
al fenómeno desde una perspectiva holística permitiendo torno a su matriz de origen.
así una mayor comprensión del mismo. El sistema social Por último y no por ello menos importante, la palabra
se construye por medio de 5 subsistemas interconectados vacaciones viene de un antiguo vocablo, feriae, similar al
entre sí pero cuyas funciones difieren, político (acumula sentido de la licencia (hoy ferias es sinónimo de vacacio-
y dispersa poder), económico (regula la escasez), mítico- nes en la mayoría de los lenguajes indo-arios) por medio
religioso (explica las incongruencias cosmogónicas por de la cual millones de romanos que ocupaban funciones
medio de la búsqueda de conocimiento), geográfico (man- administrativas en la península regresaban a sus hoga-
tiene la identidad, la seguridad y regula la permisividad res temporalmente durante 3 meses situados en las dife-
de las fronteras) y onírico (absorbe las tensiones y con- rentes provincias que conformaban el Imperio. Similares
flictos generados por los otros cuatro subsistemas, y los instituciones se observaban en el mundo Egipcio, Fenicio
sublima en forma de discurso unificado y hegemónico el y hasta Sumerio.
cual nadie pone en duda). El ocio, precisamente, es parte Luego de la crítica subrayada, consideramos que el
del sub-sistema onírico y a la vez el turismo es una de las texto de Pastoriza es un buen trabajo que trabaja con di-
tantas formas de ocio pero su poder es aún mayor gene- ferentes fuentes primarias y/o secundarias de una forma
ra un discurso regulador de las voluntades individuales. convincente hecho por el cual nos lleva a recomendar la
La función principal del sistema onírico es la recreación obra. Creo en lo personal, que el trabajo se vería, enri-
como forma revitalizadora. Pero, como la ideología, su quecido con un marco conceptual dedicado a la historia
poder radica en la falta de oposición. Por ejemplo, nadie antigua y al poder e influencia del mediterráneo en la
cuestionaría la movilidad de las sociedades occidentales formación del viaje, elemento esencial del turismo, y la
como un derecho adquirido por medio de la fuerza y la aventura como mecanismos de jerarquización y evasión.

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Referencias

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2007. La vida cotidiana en la Antigua Roma. Buenos Ai-
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Robert, J. N.
1992. Los Placeres en Roma. Madrid: Editorial Edaf.

Recibido: 11/09/2011
Reenviado:
Aceptado: 15/10/2011
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