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Capítulo 7: El pueblo en armas: El invencible yeoman

-Ambigüedades útiles-
El autor establece una disyuntiva al mencionar la desaparición del llamado “Derecho Divino” para justificar la
presencia de un soberano real, por lo que se necesitó de un nuevo método para captar la atención del pueblo y
suprimir la incredulidad.
Esta problemática planteada por el autor se ejemplifica cuando menciona a Hume, quien habla que en Gran
Bretaña, para 1741, el derecho divino de los reyes “había expirado”. A partir de aquí, el autor establece que la
mayor problemática con este asunto era el crear instituciones que reconociesen el poder del pueblo, pero que al
mismo tiempo, orientaran su expresión de apoyo hacia una autoridad existente.
Es a partir de aquí cuando habla del yeoman como una forma de exaltar el poder popular con estrategias como
“reverenciar a los votantes en extravagantes campañas electorales, alentar a los electores a dar instrucciones a
las personas a las que elegían para representarlos”. Esta era una de las tantas de captar la atención del pueblo
tanto en Inglaterra como en América del Norte.

Capítulo 7
El autor parte estableciendo que la soberanía del pueblo es un elemento aún más antiguo que el mismo derecho
divino de los reyes, que el rey tenía una imagen, un rostro visible, mientras que el pueblo debía ser imaginado
como un pueblo, algo que personificar como un cuerpo único, capaz de pensar y actuar como un ente totalmente
a parte del gobierno.
El autor establece de este modo la idea del yeoman cono una manera de establecer una ficción que hablase de la
capacidad del pueblo para ejercer la soberanía, al referirse a los yeoman, el autor habla de los hombres que eran
dueños de sus tierras, que vivían de ellas y estaba dispuesto a defenderlas
al igual que a “su país” con la fuerza de las armas. El término de yeoman es establecido como una idea
planteada por Aristóteles, pero que había cobrado mayor relevancia a manos de Inglaterra y América del Norte
entre los S. XVII y XVIII.
A partir de aquí, el autor menciona dos visiones del pueblo inglés, una positiva por parte de John Fortescue,
quien hablaba de como Inglaterra protegía la propiedad privada de los ingleses en contraste con “los sometidos
campesinos franceses”, y una negativa por parte de Maquiavelo, quien hablaba de la inutilidad de las fuerzas
armadas de Inglaterra al estar conformada por simples campesinos armados en contraste de las fuerzas
entrenadas de Francia.
Tras esta mención, el autor habla de las políticas tomadas por el rey Enrique VII para justificar su poder en base
del apoyo a la propiedad privada de los campesinos, aumentando la idea de la fuerza de los yeoman por sobre la
nobleza y la gentry. Sin embargo, en 1640, Oliver Cromwell aparece en escena y demuestra que la fuerza del
pueblo podía ser utilizada tanto en favor como en contra del soberano.
Posterior a Cromwell, surge la figura de James Harrington, quien establece una figura, según el autor, más
utópica y fantasiosa de la Posterior a Cromwell, surge la figura de James Harrington, quien establece una figura,
según el autor, más utópica y fantasiosa de la yeoman a partir de 4 puntos:
>La libertad de los gobiernos populares radica en la libertad del pueblo para votar a sus nimamamari
representantes, la capacidad e la yeoman para escoger a sus representantes los convirtió en los guardianes
políticos de su nación.
>Los yeoman armados son la mejor protección para el gobierno popular contra sus enemigos.
>Los ejércitos permanentes y profesionales son la mayor amenaza para la libertad interna y los gobiernos
populares debían evitarlos a toda costa. La milicia popular era la única forma real de mantener la seguridad a la
que podía recurrir un gobierno popular.
>”Los extranjeros son, de algún modo, más virtuosos que otra gente, y el éxito del gobierno popular debía
descansar en parte en su virtud como también en sus armas y propiedad” (esto no forma parte de lo postulado
por Harrington, pero el autor menciona que fue muy atractivo para los americanos)
A partir de aquí, el autor se encarga de debatir la propuesta de Harrington, estableciendo algunos elementos que
contrastasen con estos postulados.
>En 1656, tras la amplia difusión de las ideas de Harrington pronostico que la distribución de la propiedad en
Inglaterra cuando era una república haría imposible que regresase a la monarquía, sin embargo, cuatro años
después, el pueblo armado se volvía a someter al rey hereditario.
>La idea del poder de los yeoman a partir de su capacidad de votar estaba sobrevalorada, no había gran libertad
tras el voto, y este no era del todo secreto al ser muchas veces comprado u obtenido por los candidatos a partir
de promesas que rayaban en el populismo. Al mismo tiempo que estas elecciones eran tas costosas que para
preservar sus patrimonios, los miembros de la cámara de los
comunes prolongaban los intervalos de votaciones de tres a siete años.
>A diferencia de los ingleses, en América se daba más claramente los postulados de la yeoman al tener más
extendida la idea de la propiedad de la tierra y las armas. Sin embargo, la idea de la defensa de la libertad
política postulada por Harrington tampoco se evidenciaba, a raíz de que las elecciones también recurrían a
prácticas como los sobornos o las intimidaciones.
>Otro elemento era que en la práctica, los yeoman nunca se utilizó en situaciones bélicas reales, en el caso de
Inglaterra, preferían utilizar a los indigentes y a los “inútiles del país”, tenían una poderosa armada, pero sus
tropas terrestres eran poco útiles y fáciles de aplastar, en casos como la guerra contra Francia España o los
Países Bajos, los yeoman “brillaron por su ausencia”. Para los norteamericanos el panorama no era muy
distinto, los yeoman habían sido útiles por un breve tiempo para enfrentarse a los indígenas, pero más que todo
a raíz de su poder de fuego superior, es más, para la guerra de independencia, Estados Unidos recurrió a tropas
profesionales, reclutadas de los sectores más bajos
de la sociedad, haya sido por la idea de patriotismo o la aversión al trabajo, la yeoman nuevamente tuvo poco o
nada que hacer en conflictos bélicos reales (recomiendo leer la opinión de George Washington sobre esta
milicia popular ( yeomanry) en conflictos bélicos reales en la página 172)
Sin embargo, esta retorica planteada por Harrington acabo tornándose realidad cuando acabase la guerra de
independencia, cuando se aliviaron los impuestos a esta yeoman para costear al ejército y se le otorgo a los
veteranos los beneficios monetarios para adquirir tierras y aumentar la propiedad de las tierras, la idea del
yeoman como defensor del país se tornó una realidad probable para los postulados de Harrington.
La idea del yeoman en el S. XVIII paso a ser más como una expresión de solidaridad entre terratenientes,
grandes y pequeños en Inglaterra y USA.
A partir de aquí el autor hace mención de como la idea del yeoman comenzó a cambiar, convirtiéndose en un
elemento político que en Estados Unidos por ejemplo, culmino con la fundación del partido republicano como
forma de defender sus propiedades del remanente colonial.
Finalmente, el autor señala que la ficción del yeoman era más que todo una suerte de “escudo ideológico” para
conciliar la soberanía social que estaba demasiado arraigada como para ser erradicada, esta, sin embargo
contenía la ambigüedad de ser una propuesta ideológica que planteaba el gobierno de una minoría por sobre las
mayorías, aun cuando glorificaba a las mayorías,

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