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Jorge Jiménez

Crónicas de la disidencia
Contracultura y globalización
en América Latina

Summary: What are the possible meanings of to agotado hacia el fin de siglo, y ahora nos arras-
the symbolic trends of the end of century counter- tra la vorágine pos moderna, la era de la globaliza-
cultures? How can the violence of the rituals of ción planetaria, con la imposición del mercado co-
various countercultural forms in Latin America be mo realidad única y la ratificación de nuestra cul-
interpreted? How can the reading of the fragmen- tura como subalterna, como un momento en la ló-
red discourse of outcast cultures in the age of glo- gica del capitalismo multinacional avanzado -pa-
balized society be undertaken? The present article ra usar la expresión de Jameson.
attemps some close examination of these themes. La sociedad globalizada es producto de una mu-
tación fundamental que experimenta el capitalismo
Resumen: ¿ Cuáles son los posibles significa- a mediados de siglo. A partir de los años sesenta, lo
dos de los giros simbólicos de las contraculturas que precozmente McLuhan llamara la «aldea glo-
de fin de siglo? ¿ Cómo interpretar la violencia de bal», va a consistir en un proceso de interconexión
los rituales de algunas formaciones contracultu- progresiva del planeta por medio las estructuras
roles en América Latina? ¿ Cómo podemos inten- multinacionales emergentes, siguiendo el modelo
rar la lectura del discurso fragmentado de las de la red massmediática, que recién se iniciaba. De
marginalidades culrurales en la era de la socie- este modo la geopolítica va a configurarse, en las
dad mundializada? El presente artículo ensaya al- décadas siguientes, ya no en términos de una topo-
gunas aproximaciones a esta temática. grafía dotada de centros de poder metropolitanos
claramente establecidos, sino que más bien adquie-
re una configuración topolágica, es decir, la estrate-
Es tiempo de fin de siglo en América Latina. gia de dominación consiste -sin que ello signifique
No podemos decir que, a la vez, sea tiempo de fin la desaparición de las metrópolis, por supuesto- en
de milenio, puesto que, como tal, esta entidad cul- diseminar su presencia finaciera, política y simbóli-
tural arriba apenas a los quinientos años, y, con ca a lo largo y ancho del planeta. Se trata de un pro-
ello olvidaríamos que nacimos como una cultura ceso similar al tránsito de las sociedades disciplina-
fracturada. Esta región del mundo. la que alguna rias, descritas por Foucault como prototipos de la
vez fue llamada por sus primeros habitantes Abya modernidad decimonónica y del capitalismo impe-
Yala, fue la invención de la naciente modernidad rialista, a las que Deleuze llama sociedades de con-
europea en su expansión planetaria y carga el sino trol, las que entiende « ••• como un molde autodefor-
de las culturas vencidas: continuamos inventando- mante que cambiaría contínuamente, de un momento al
nos como cultura fracturada. otro, o como un tamiz cuya malla cambiaría de un punto
La modernidad, que nunca terminó de consoli- al otro (Ferrer,1991, p. 19)>>'.De esta forma, la con-
darse en nuestro subcontinente, resulta un proyec- figuración del capitalismo global izado presenta la

Rev. Filosofía Univ. Costa Rica. XXXV (86), 169-183. 1997


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simbiosis de los centros de poder y de los sitios de histórico-social, han devenido en la construcción
dominación: la metrópoli se ha instalado plena- de un discurso cultural que se "devuelve" a la me-
mente en las culturas subalternas y dialécticamente trópoli y, eventualmente se global iza, generando
asistimos a una infiltración en términos inversos. valiosos aportes en el ámbito literario, conceptual,
De ahí que se presente lo que sólo en apariencia es plástico o musical. Sin embargo, hay que señalar
una paradoja: el proceso de globalización ha ido que ese no es un proceso neutral. La producción
acompañado de una rigorización de los controles cultural está inscrita en una geopolítica que no
migratorios por parte de las metrópolis, que van puede ser ignorada y, a la vez, responde a condi-
desde las palizas y asesinatos de "ilegales" en la ciones de división del trabajo simbólico al interior
frontera sur de los Estados Unidos, hasta la pro- de cada sociedad, lo que hace referencia, entre
mulgación de leyes que cercenan los derechos de otras cosas, a las posiciones y prácticas políticas
las colonias de emigrantes latinoamericanos. de los productores de cultura, todo lo cual nos de-
Es necesario, entonces, enfatizar la dialéctica be servir para entender que el proceso de globali-
que se .establece entre la cultura metropolitana y zación está inscrito en las nuevas y complejas
las culturas subordinadas. No es del todo adecua- contradicciones del capitalismo mundial izado de
do decir que la modernidad nunca llegó a nuestro fin de siglo.
subcontinente. Es cierto que no nos llegó la mo- La cultura en la era de la globalización, aparece
dernidad metropolitana con el pleno despliegue de -al decir de García Canclini- como « ... un proceso
las fuerzas fáusticas y los múltiples avances del de ensamblado multinacional, una articulación flexible
desarrollo capitalista. Nos fue posible el tipo de de partes, un montaje de rasgos que cualquier ciudada-
modernidad que corresponde' a las culturas colo- no de cualquier país, religión o ideología puede leer y
niales o semicoloniales, la modernización hetero- usar (García. 1995, p.16)>>.El autor se refiere a la
génea e inconclusa que se podíá implementar en cultura massmediática, noticieros, talk shows, de-
los países dependientes, y el modernismo que re- portes, telenovelas, etc., a la cultura del consumo
sulta viable para las regiones subalternas. (Aunque simbólico y material. En su estudio demuestra que
entre modernismo y modernización, se establece las grandes masas de población no asisten ya a las
una dinámica que podríamos llamar 'desigual y formas tradicionales de cultura, tales como el tea-
combinada -para usar una categoría de Trotsky-, tro, el cine o la plástica; la radio, la televisión, el
la que analizaremos más adelante, al hablar del video y las redes informáticas las han sustituido.
modernismo cultural latinoamericano)'. El capita- A la vez, sectores considerables de juventud pre-
lismo, como forma de organización cultural pre- fieren concentrarse en los "no lugares", en los
dominante de la modernidad, bien sabemos, está shopping, "moles", salas de video-juegos, en los
f1exiblemente sobredeterminado por las contra- cuales se ingresa en una especie de realidad vir-
dicciones que le son propias. Así las culturas me- tual, deshistorizada, aséptica,y se "navega" por los
tropol itanas no han estado exentas de las brutali- logos transnacionales, McDonalds, Pizza Hut,
dades de la modernidad ya la vez, las culturas co- Pops, etc. (García, 1995, p.87 ss). El capitalismo
loniales han experimentado la modernidad como globalizado ha significado, en el mismo sentido, la
una experiencia compleja en la que se potencian, transformación de una era caracterizada por la in-
de manera sincrética, las características de las cul- ternacionalización, la cual -nos dice el autor- « ...
turas derrotadas, premodernas o tradicionales y lo fue una apertura de las fronteras geográficas de cada so-
más avanzado de las culturas dominantes, inclui- ciedad para incorporar bienes materiales y simbólicos
da, por supuesto, la barbarie del proceso civiliza- de las demás. La globalización (por el contrario) supone
torio-para aludir, desde el punto de vista inverso, una interacción funcional de actividades económicas y
a la rígida dicotomía de «civilización y barbarie» culturales dispersas, bienes y servicios generados por un
presente en la obra de Sarmiento'. . sistema con muchos centros, en el que importa más la
Una de las consecuencias más interesantes de velocidad para recorrer el mundo que las posiciones
ese proceso se constata, por ejemplo, en la cons- geográficas desde las que se actúa (García, 1995,
trucción del pensamiento latinoamericano. Si p.16, paréntesis agregado)».
bien sus paradigmas fundamentales han pertene- En la sociedad globalizada la construcción dis-
cido en su origen a la cultura europea, en nuestro cursiva, por lo tanto, tiene un carácter ubicuo, en
subcontinente, por un complejo proceso de hibri- buena parte debido a la configuración tecnológica
dación cultural y de confrontación del entorno y funcional que han asumido las comunicaciones.
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Ahora bien, esa discursividad soundround, para La modernidad exhausta:


expresarla en términos "globalizados", se produce disidencia y transición
como una discursividad esencialmente fragmenta-
ria. Así por ejemplo, las campañas políticas en la ¡No queremos olimpiadas, queremos revolución!
actualidad se revisten de la cosmética que les ofre- Graffiti en el Distrito Federal, 1968.
ce la publicidad y el marketing. Ya no hay gran-
des movilizaciones de masas, no se discuten pro- Las sociedades experimentan el cambio produ-
gramas de gobierno ni concepciones ideológicas ciendo lo otro en el propio organismo cultural.
de fondo. La política se despliega como una cam- Esa otredad ha sido llamada a lo largo de la histo-
paña promocional a través de la cadena massme- ria con los nombres de bárbaro, pagano, hereje,
diática, está dirigida a televidentes y radioescu- paria, lumpen, pachuco, hippy, loco o disidente.
chas, usa consignas efectistas que buscan suscitar En toda sociedad aparecen cíc\icamente movi-
el consumo y el fanatismo, al igual que se hace mientos internos que adoptando nuevas o viejas
con el futbol o con las mercancías. La lógica de la ideas, o complejas mezclas de las dos, introdu-
discursividad massmediática está regida por un ciendo costumbres diferentes que van desde la
bombardeo incesante de frases inconexas, giros de manera de vestir, pasando por la dieta, las drogas,
impacto del tipo «Do it». los gustos y aficiones, las artes y la política, pro-
Pero explicar la ubicuidad-fragmentación del ducen transformaciones en el lenguaje y en los re-
discurso del poder únicamente por su rasgo exte- cursos simbólicos. En la modernidad contemporá-
rior, por la tecnología y funcionalidad de las co- nea se han denominado a estos movimientos como
municaciones, es completamente insuficiente. El subculturas o contraculturas. Se considera como
capitalismo globalizado y más específicamente las subcultura a un movimiento social cuyas manifes-
formas de gobierno neoliberales, deben construir taciones y aspiraciones permanecen en un ámbito
un discurso que parte de un sistema de ideas y de socialmente limitado, marginal. Una subcultura
prácticas sociales esencialmente contradictorias y se transforma en contracultura cuando su pre-
antinómicas. De ahí que la fragmentación discur- sencia en la sociedad es significativa, e incluso
siva no sea un elemento accidental. En realidad amenaza con provocar cambios importantes en
con la era de la globalización estamos instalados la cultura tradicional. Generalmente subculturas
de lleno en el reino de la fragmentación social. y contraculturas surgen en las marginalidades de
Surge así otra de las paradojas aparentes: a mayor una cultura y tienden a generar fuerzas centrípetas
globalización mayor fragmentación. El capitalis- al interior de la sociedad (Cf. Britto, 1994 y Ga-
mo avanzado globaliza fragmentando. Más ade- llardo, 1995, p. 12).
lante volveremos sobre esto. Al parecer la formación de contraculturas se
Me interesa en este ensayo abordar la configu- produce en las sociedades en que el modernismo
ración discursiva de algunas formaciones contra- cultural experimentó un considerable proceso de
culturales latinoamericanas en el marco de esa madurez. En Europa aparecen las vanguardias con
amplia construcción de discurso fragmentado que el inicio del siglo. Expresionistas, futuristas, da-
se produce en la sociedad globalizada. Creo que a daístas o surrealistas, para mencionar las principa-
partir de una lectura de esa zona del discurso, la les, fueron movimientos dotados de manifiestos
que se produce en las marginalidades de la cultu- ideológicos y estéticos, y realizaron transforma-
ra global izada, se pueden extraer consecuencias ciones sustanciales en las artes plásticas, la litera-
de interés para entender temas tan debatidos co- tura, el cine y la música contemporáneas.
mo mitificados, tales como el de la identidad cul- En América Latina desde la independencia de
tural latinoamericana y a la vez develar con ma- España se empieza a generar una dinámica cultural
yor profundidad las contradicciones que atravie- muy significativa que se inicia con Bolívar, Alber-
san al discurso globalizado, en especial el con- di, Bello, Sarmiento y Echeverría, y culmina con
traste que se produce al proyectar una imagen de- Martí, Rodó y Darío. El modernismo cultural en
mocrática, personalizad a, de aparente amplitud nuestro subcontinente -por una especie de dialécti-
cultural, y una práctica sistemática de sataniza- ca desigual y combinada, como decía-, rebasó a la
ción o frivolización de las posturas alternativas y modernización, lo cual se pone de manifiesto en el
exclusión e invisibilización de la discursividad importante brote vanguardista que se desarrolla
disidente. desde Argentina hasta México, simultáneamente al
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que sucede en Europa y mucho antes de que se Ken Kesey, el movimiento de las comunas, con su
produjera en Estados Unidos. Algo similar suce- mundo de las drogas psicodélicas, el budismo y el
dió con la literatura del boom de los años sesenta chamanismo, el amor libre, el pacifismo y el culto a
y setenta. la juventud. Aparecen las diversas organizaciones
El chileno Vicente Huidobro y el Creacionismo étnicas que luchan por los derechos civiles, cubrien-
es posiblemente el que inaugura la época, adelan- do un amplio espectro que va desde el pacifismo
tándose a dadaístas y surrealistas. Le seguirán el cristiano de Martin Luther King hasta la resistencia
Ultraísmo introducido por Borges, el Estridentis- armada del Black Panters Party, en conjunto con
mo del mexicano Manuel Maples Arce, el Martin- otras etnias como los hispanos, chicanos, etc. La
fierrismo, el Muralismo Mexicano, la vanguardia Nueva Izquierda estadounidense con organizacio-
brasileña que se inicia con la Semana de Arte Mo- nes como Students for a Democratic Society
derno en Sao Paulo en 1922 o la vanguardia nica- (SDS) o el Young International Party de Abbie
ragüense de los años 30, entre los más destacados Hoffman y Jerry Rubin, entre otros, van a prota-
y sin contar a grandes personalidades vanguardis- gonizar las grandes movilizaciones en contra de la
tas que propiamente no fundaron movimientos, guerra que su propio país sostenía en Vietnam.
pensemos, entre varios otros, en figuras como Hacia el final de la década irrumpen el movimien-
Luis Cardosa y Aragón, Frida Kahlo, Antonio Va- to ecologista y las contraculturas de género que
llejo o Max Jiménez'. cristalizarán en el movimiento de Liberación Fe-
En Estados Unidos, el proceso es inverso. Las menina y en el Gay Power.
primeras manifestaciones vanguardistas o contra- Muchas de estas expresiones sociales, de las
culturales, se dan luego de que la modernización cuales menciono tan sólo las más conocidas, ad-
ha alcanzado su plena madurez. De hecho mu- quieren configuraciones típicamente contracultu-
chos intelectuales y artistas estadounidenses ante- rales. Esto significa, además de lo que ya apunté
riores a la Segunda Guerra Mundial hicieron gran al respecto, que rompen con los esquemas de los
parte de su obra en Europa, recordemos a Ezra partidos revolucionarios obreristas que tenían co-
Pound, Man Rayo Henry Miller, y en todo caso mo modelo a la III Internacional Comunista y a la
autores como Poe, Emerson, O'Neill o Elliot, re- Revolución Bolchevique de la década de los vein-
ciben una fuerte influencia del viejo continente. te. De hecho, para los años sesenta, ese modelo
En la segunda posguerra, ya con los Estados Uni- político ha experimentado un agotamiento prácti-
dos como potencial mundial, se dan las condicio- co y simbólico significativos, por el proceso de
nes culturales que permiten un profuso despliegue burocratización y brutalidad del estalinismo sovié-
neovanguradista tales como el expresionismo tico. Reparemos en el hecho de que esa década se
abstracto (action painting), el nuevo teatro: el Li- inicia con la construcción del Muro de Berlín y
ving Theatre Group y el happening de Kaprow, la culmina con la invasión de Praga y la consecuente
danza de Cunningham, la música de John Cage, sofocación del temprano intento de una perestroi-
el Arte Pop y los Beat, entre otros. Con la genera- ka checa, la llamada Primavera de Praga. En los
ción Beat se inaugura una generación literaria años sesenta brotan nuevos proyectos ideológicos
que, a la vez, aparecerá como una subcultura con en la izquierda revolucionaria, por ejemplo, el
carácter vanguardista y ejercerá una gran influen- guevarismo, el maoísmo, el trotskysmo y el anar-
cia sobre las contraculturas de los años sesenta. quismo revitalizado por la Internacional Situacio-
Autores como Ginsberg, Kerouak, Ferllingueti, nista en los años cincuenta y el Mayo Francés del
Burroughs o Mailer, inspirados a la vez por el sesenta y ocho (Cf. Paramio, 1989, p. 134 ss).
orientalismo, la cultura mexicana o los románti- La ruptura de las formaciones contraculturales
cos ingleses, retornarán los temas estadouniden- con el modelo obrerista, va a convertirse en uno
ses de la gran ciudad, la guerra, los marginales, la de los primeros síntomas del cambio cualitativo
droga y la sexualidad y proyectarán su imagen re- que experimentan las formas de disidencia social
belde e iconoclasta, la que será resemantizada por en esa fase de transición a la sociedad globalizada.
la poética del rock, pensemos en Bob Dylan, Si- Empieza por un cuestionamiento, de inspiración
mon & Garfunkel, Jim Morrison o Lou Reed, pa- anarquista, de la teoría leninista del partido, del
ra mencionar unos pocos. Durante la década de verticalismo conocido como centralismo democrá-
los años sesenta surge el hippismo, los llamados tico y la teoría de la vanguardia. Daniel Conh-
"niños de las flores", los Merry Pranksters de Bendit, por ejemplo, se niega a reconocerse como
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«líder» del Mayo francés y de hecho, toda la re- sume al movimiento que busca una transforma-
vuelta, tiene un profundo sentido en contra de la ción social en una crisis profunda. Y esto no se
autoridad, la jerarquía, el abolengo cultural, la dis- produce en razón de la diversificación que se ope-
ciplina, la represión y el autocontrol, que son con- ra en el discurso de las contraculturas. Por el con-
frontados y satirizados como parte de ese viejo or- trario, ese ha sido uno de los aportes fundamenta-
den con el que va a acabar la revolución que está les de estas corrientes sociales a la actualidad. El
en marcha'. problema radica en la manipulación que diversas
Las contraculturas, y este es otro elemento ca- instituciones gubernamentales o no gubernamen-
racterístico, son la expresión de las marginalidades tales han hecho de estas temáticas sociales, lo que
sociales (etnias, mujeres, gays, ecologistas) que an- conlleva a una «despolitizaciór» deliberada de
tes, como tales, no tenían ni cabida ni discurso en el muchas de estas organizaciones y su consecuente
proyecto del partido obrero. Theodore Roszak, el burocratización. Reparemos en cómo se han ma-
estudioso de las contraculturas, denomina a estas noseado temas como los del ecologismo o lo fe-
corrientes como movimientos «situacionistas», que menino, hasta lograr un efecto de saturación, de
son los que expresan las luchas de «la mujer, del desgaste del lenguaje (canal ecológico, teléfono
hombre, del niño, del homosexual, del minusválido, ecológico, etc ...). A lo cual debe sumársele la la-
del feo, del gordo ... porque quieren un sitio en el bor abrasiva de la publicidad y los medios, capa-
mundo donde puedan ser ellos mismos, desvergon- ces de arruinar todo lo que tocan y, por lo demás,
zadamente, por la cara, donde puedan contar su dotados de una voracidad incontenible que les ha-
propia historia y decir: "Mira, no soy como el resto; ce deglutir cualquier recurso simbólico que se vis-
soy diferente en algunos aspectos, pero esto no sig- lumbre en el horizonte.
nifica que no sea un ser humano completo e impor-
tante?»." En Costa Rica, por ejemplo, no fue sino
hasta que surgió la Organización Socialistas de los Tribus y colectivos
Trabajadores (OST), de inspiración trotskysta, que en el puzzle posmoderno
se admitieron en calidad política y organizativa a
sectores feministas y gayo Esto, sin embargo, armó «If the system is the answer,
un escándalo no sólo en la izquierda estalinista, lo it must have been a bloody stupid question»
cual era previsible, sino también en la "nueva iz- Graffiti en una pared de Liverpool, 1983.
quierda", que se había formado con el "Mayo tico",
me refiero a las jornadas de lucha contra la Alcoa La década de los sesenta, entonces, constituye
en 1970. Socialistas, maoístas, cubanistas e incluso una época de transición en la que culminan todas
la otra organización trostskysta de rigor, el Partido las potencialidades de la modernidad contemporá-
Revolucionario de los Trabajadores (PRT), reaccio- nea signadas, a la vez, por un proceso de agota-
naron virulentamente contra lo que interpretaban miento praxiológico e imaginario, pero lejos de
como una muestra de "descomposición y decaden- cualquier determinismo, con la posibilidad de ser
cia". Por primera vez una organización izquierdista recompuestas con un ajuste de las condiciones de
hablaba en nuestro medio de temas tabú: el amor li- dominación que implique la recuperación de la he-
bre, la homosexualidad, la crítica de la familia nu- gemonía perdida durante esa década. De este mo-
clear, etc., y lo que era peor, daba albergue a los do, el capitalismo de la segunda mitad de este si-
militantes para que formaran una especie de "co- glo, va a responder a esa crisis general con una ra-
munas de género". dicalización de las tendencias de dominación glo-
Esas características de los movimientos contra- balizantes que ya estaban presentes en la fase an-
culturales, por tanto, van a ser determinantes para terior (internacionalización) pero que no habían
entender la dialéctica entre potencialidades y de- sido plenamente desarrolladas. Es a partir de esa
bilidades de la subjetividad social en la época del época que se acelera la formación de una sociedad
capitalismo global izado: por un lado se articula crecientemente interconectada por el poder trans-
un discurso que estaba omitido por los «metarre- nacional, lo que devendrá en el capitalismo globa-
latos» de la modernidad, entre ellos el marxismo, lizado de nuestros días, tal y como planteaba al
el oficial y el no tan oficial, pero a la vez se expe- inicio del artículo. Este proceso ha sido entendido
rimenta un proceso de fragmentación social, tanto desde diversas posturas políticas como el surgi-
de discurso como de organización y lucha, que miento de una sociedad de carácter posmoderno.
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No sólo la nueva derecha conservadora, con ideólo- representa un acto de resistencia contra las versio-
gos como Hermann Kahn o Daniel Bell (sociedad nes más vulgarizadas del posmodernismo, a saber,
postindustrial), más recientemente Fukuyama y su la época que nos toca vivir sería una especie de
Fin de la Historia, sino también pensadores de como noche en la que todos los gatos son pardos, y nos
Jameson, Baudrillard, Lyotard, Umberto Eco o Gar- vemos condenados, por lo tanto -una vez más- a
cía Canclini, para citar unos pocos, van a entender padecer la historia como destino.
que la sociedad que emerge de los años sesenta su- El nuevo brote contracultural que surge en el
fre cambios cualitativos que la hacen distinta y que proceso de constitución de la sociedad globalizada
a grandes rasgos puede ser denominada posmoder- nos permite registrar cambios sustantivos en sus
nao Bien lo dice Jameson: «... toda posición posrno- contenidos y formas discursivas, en la elaboración
derna en el ámbito de la cultura -ya se trate de apo- simbólica y en la praxis disidente, que develan,
logías o estigmatizaciones- es, también y al mismo desde la óptica que he elegido en este ensayo, las
tiempo, necesariamente una toma de posición implí- profundas contradicciones que hacen del capitalis-
cita o explícitamente política sobre la naturaleza del mo globalizado un capitalismo salvaje. A conti-
capitalismo multinacional actual (Jameson, 1991, p. nuación examinaré algunas de estas características
14»>. Incluso autores refractarios a usar esta termi- desde distintas experiencias contraculturales.
nología, tales como Berman o Habermas, y que es- Un artículo aparecido en la revista Time de
tarían por una recuperación del proyecto de la mo- octubre de 1987, describe la escena londinense
dernidad y de la Ilustración, que lo entienden como tomada por un conjunto de tribus urbanas, entre
inconcluso, reconocen en sus obras -sin embargo-- las que menciona a los Punks, Skinheads, Teddy
los cambios sustanciales operados en la sociedad boys, Mods, Bikers, Trendies y Rock-a-billies.
contemporánea de las últimas tres décadas (Cf. Ber- Declarando que "nadie sabe exactamente cuán-
man: 1988, Picó: 1992, p. 87 ss). tas tribus hay", explica que están integradas por
Posiblemente el apogeo del proceso que veni- jóvenes que andan por los veinte años, desern-
mos describiendo se produce con la caída del Mu- pleados, hijos de clase obrera y que muchos de
ro, la Guerra del Golfo Pérsico, el colapso de la ellos habitan edificios abandonados. Estas tribus
Unión Soviética y la puesta en marcha del «nuevo contraculturales elaboran un discurso distinto,
orden mundial» durante los años noventa. En el que se pone de manifiesto, en primer lugar en
transcurso de esta década iniciamos de lleno la ex- una parafernalia muy diferente que les identifica
periencia de la sociedad globalizada, caracterizada a primera vista, consolidándolos como facciones
por una industria cultural que responde en gran del bestiario urbano en sus disputas territoriales,
parte a los rasgos en que se ha definido lo posmo- en sus choques con la policía y en las alianzas
derno. De esta forma argumenta Jameson: «Estoy que ocasionalmente pactan con otras tribus. Los
muy lejos de pensar que toda la producción cultural de Punks, posiblemente por lo extravagante de su
nuestros días es «posmoderna» en el amplio sentido que estética neodadá y por el impacto que causó en
confiero al término; lo posmoderno es, a pesar de todo, 1976 los Sex Pistols, su conjunto emblemático,
el campo de fuerzas en el que han de abrirse paso im- rápidamente saltaron a la· red massmediática y
pulsos culturales de muy diferentes especies ... De no al- lograron imponer una cierta imagen que, con los
canzar el sentido general de una pauta cultural domi- cambios que son de esperar, identificaron a mu-
nante, recaeremos en una visión de la historia actual co- chos jóvenes europeos, norteamericanos y sura-
mo mera heterogeneidad, diferencia aleatoria o coexis- mericanos, y significó, a la vez, la formación de
tencia de una muchedumbre de fuerzas distintas cuya una larga lista de conjuntos musicales que, con
efectividad es indecidible (Jameson, 1991, p. 21, un nuevo estilo de rock contestatario, muy pri-
cursiva agregada)». Así Jameson intenta estructu- mitivo (al estilo de los cincuentas), cargado de
rar una concepción de la cultura actual que bajo la una gestualidad violenta y desaforada, resernan-
caracterización de posmoderna, permita «proyec- tizaban el escenario de las comraculturas con-
tar el concepto de una nueva norma cultural sisté- temporáneas.
mica y de su reproducción, con objeto de reflexio- Con consignas como «Somos la generación va-
nar adecuadamente sobre las formas más eficaces cía», «No hay futuro» «Somos las flores en el basu-
que hoy puede adoptar una política cultural radi- reros', el punk asaltaba el imaginario posmoderno,
cal (Jameson, 1991, p. 21 »>. En este sentido el es- invirtiendo la prédica de amor y paz y la esperanza
fuerzo teórico de Jameson y de otros pensadores, utopista de las contraculturas de los años sesenta.
CRÓNICAS DE LA DISIDENCIA 17

Su nihilismo existencial y estético, sin embargo, lo dividir». Declaran además, al preguntárseles por
articulaban con una praxis política que los llevó a la relación entre música y política, que «La políti-
enfrentar a los neofascistas Skinheads, o a luchar ca es parte de la vida, pero los partido s no nos in-
contra la policía junto a los negros jamaiquinos y teresan. La política no es solamente es.tar en la Ca-
los trostskystas del Socialist Workers Party, en la sa Rosada: nos afecta a todos ... Esa es la política
defensa de sus micra-espacios urbanos, de los edifi- que nos metieron en la cabeza: la separación, la
cios tomados y en las marchas de desempleados de política de la comisaría, circule, -circule y no se
la Inglaterra de los setenta. detenga por nada ni por nadie». Y finalizan aña-
En Buenos Aires, al final de esa década, en el diendo que «yo creo en el movi miento del punk,
marco de la dictadura y los desaparecidos, el punk en toda la fluidez que tiene a nivel de impacto re-
surge de los suburbios y en condiciones práctica- volucionario, de música y de 'rdeologfa. A partir
mente clandestinas organizan sus toques. En ese del punk se gestó algo nuevo rJentro de la música,
tiempo, bandas que nunca grabaron un disco, co- mezclándolo todo, que es la idea que nosotros res-
mo Los Laxantes o Los Violadores, cantaban can- catamos: mezclar todo, con un sonido fuerte, dis-
ciones como Guerra Total, Sucio Poder, Cambio torsionado ... El punk no es una moda. Los medios
violento, Grasa hippie, Moral y buenas costum- muestran solamente el pur.ik como chico Cuando
bres, cuyos versos, entre otras cosas, decían «Re- sale una alternativa, el sist.erna se traga una parte,
presión a la vuelta de tu casa/Represión en el pero la alternativa sigue existiendo ... a nosotros
quiosco de la esquinas", Posteriormente a la gue- no nos interesa el etiquetarniento. Queremos
rra de las Malvinas, en Argentina resurge con construir y destruir. .. S:I querés destruir lo esta-
fuerza un rack nacional que, neutralizado en gran blecido construí una alternativa ... ».
parte por la industria del entretenimiento, sin em- Las contraculturas latinoamericanas -y no pre-
bargo, posibilita, como sucede en todo lado, la tendo hacer una generalización abusiva, ya que
presencia de un rack crítico y de confrontación. múltiples fuentes de Montevideo, Sao Pablo, Li-
Entre esas manifestaciones se encuentran nuevas ma, Caracas, Guatemala o del Distrito Federal, se
agrupaciones punks que llevan nombres como To- expresan en términos similares-, en la fase inicial
dos tus muertos, Alerta Roja, Mutantes del Caos, de consolidación de la sociedad globalizada, espe-.
Los Corrosivos, etc. También van a tomar presen- cíficamente durante los setentas y ochentas, s e
cia otro tipo rockeros como Charly García, Spinet- apartan de las tradicionales formaciones partida-
ta o Fito Páez. rias, abandonan el discurso de las grandes narra-
Todos tus muertos cantan en Sangre seca: «To- ciones utopistas, tienden a la articulación de un
dos nuestros planes anulados/ Todas nuestras vi- anarquismo desafiante, que combina la resisterjcia
das perdidas». Y declaraban a la revista Crisis": y la confrontación. Su forma organizativa por ex-
«Los Laxantes (grupo del cual provenían) empie- celencia es el colectivo, por el que entiende.n una
zan en el 79, época de represión dura ... La típica organización horizontal, no centralista ni v ertica-
era caer presos en cualquier momento ... En ese lista, que no aspira a convertirse en vargu:ardia ni
momento todo lo que tocábamos era más visceral en organización de masas, y en el cual se entrete-
que ahora, más espontáneo y sentimental... Como jen los elementos subjetivos, emocionales, y afecti-
para llegar a grabar teníamos que transar, preferi- vos, con la diversión, el juego, la conffl.)ntación y
mos disolver la historia y quedarnos con ese senti- la solidaridad con otros sectores. Así por ejemplo,
miento». Al preguntárseles por el punk argentino, un colectivo anarquista argentino declaraba a la
señalan la hibridación y mezcla que sufren los es- revista Crisis: «No nos propusimos que Fife y
quemas importados: «Acá el punk es de cuarta. Autogestión -así se denominan;fife se refiere del
Hay sí un movimiento y una onda pero está todo término médico copular- creciera, sí incitar a la
muy mezclado. En realidad hay una unión que es aparición de otros grupos yeso se logró»", es de-
la under. El under está todo muy unido. De pron- cir, pa-ra muchas agrupaciones la idea de la orga-
to, hay un concierto de alguien que no tiene nada nización de masas ha perdido vigencia, con lo cual
que ver con el punk y ves punks, cuando por ahí el proceso de fragmentación de las contraculturas
en Inglaterra si toca una banda de otra onda, no se ve legitimado por una práctica refractaria al gi-
verías un solo punk... Ideológicamente todo lo que gantismo organizativo y que tiende a una articula-
decimos es más directo, antes era más insultante, ción en términos de microespacios defensivos, de
ahora se trata de ver dentro del caos y empezar a proyecto existencial que concibe la organización
176 JORGE J1MÉNEZ

como un espacio vital pleno, muy lejano a la idea saquear la simbología que elaboran estos movi-
de la "profesionalización de cuadros" que impera- mientos y convertirla en mercancía, en cosmética
ba en las viejas estructuras partidarias. Así, por que ingresa en la esfera del mercado y con ello
ejemplo, en ese mismo colectivo, se concibe la ac- pierde su contenido original (Cf. Britto: 1994). El
ción política en términos muy distintos a los que signo del hippismo, por ejemplo, se ha reproduci-
prescribía la racicnalidad marxista: «La pared y el do cientos de millones de veces en todas las for-
arerosol -cominüan diciendo- han sido importan- mas posibles, ¿quién se pregunta por su significa-
tísimos para nc.sotros. Salir y pintar 10 que sea, sin do y en todo caso, quién 10 asume? ¿Cuál fue el
pensar previamente, Es increíble como la expre- sentido original de los jeans, que hoy en día han
sión ayuda a liberar, sobre todo si 10 planteás a sido convertidos en una prenda de "marca", y que,
través del delirio. La transgresión genera transgre- por 10 demás, están diseñados para exhibir su "mar-
sión, abrís una puerta y todos se tientan. Algunos ca"? Una operación similar se le aplica al discurso.
se paralizan, otros e dan la espalda a una pintada Se filtran los contenidos políticos, se cercenan las
revulsiva, pero otros se dejan seducir. .. en una ideas de fondo que inspiran a los movimientos disi-
transgresión están todas las transgresiones». Agru- dentes y se exporta, se mundializa, el maquillaje,
paciones de esta naturaleza, que hoy tienden a ser los aspectos light del discurso. La ideología se co-
modélicas en los grandes centros urbanos latinoa- difica en frases que por sí mismas no significan na-
mericanos, recuperan)' resignifican planteamien- da. ¿Qué sentido tiene una frase como «No fear» ,
tos que provienen de una tradición anarquista rela- por ejemplo? 0, en un sentido parecido, un "logo"
tivamente reciente, en la que han desempeñado un como "Save the waves''. Aunque sepamos inglés,
papel importante, tal y como decíamos anterior- como todo buen ciudadano globalizado, la frase
mente, organizaciones y producciones teóricas co- descontextualizada está confeccionada para ser
mo la desarrollada por la Internacional Situacio- consumida en una camiseta o en una caJcamonía.
nista", Esto se pone de manifiesto en declaracio- La red massmediática globaliza el look de las mar-
nes ideológicas como las que siguen: «Cuando ginalidades y 10 fetichiza en el mundo de la moda,
adoptamos la consigna "el deseo es revoluciona- en los grandes divos del rock contemporáneo que
rio" vimos que nuestro camino ideológico se radi- de impugnadores han pasado a formar un apéndice
calizaba ... Nos dimos cuenta del cansancio del muy rentable del show business. En Costa Rica, ha-
discurso político tradicional y nos propusimos ce unos años, en el suplemento dominical de un
crear otro que fuese 10 más malintencionado posi- diario, a la par de unas recetas para hacer queques,
ble, que hiciera reír, que molestara o que provoca- aparecía un joven que se autodenominaba "punk":
se ... Un eje fundamental es el sexo. Por ahí había todo se reducía a mostrar distintas fotos de su extra-
que atacar a la Iglesia, a la familia, a la cana, a los vagante corte de pelo y a brindar unos detalles téc-
milicos ... También agarramos el tema de la droga. nicos de su remodelación capilar. Nada más.
Con eso le tocábamos el culo a la Iglesia y a la po- El movimiento contracultural latinoamericano
licía: "Ayer la subversión hoy la droga. La repre- ha enfrentado las nuevas características ubicuo-
sión continúa, la lucha también" ... Le damos al se- fragmentarias del discurso dominante, legitiman-
xo una dimensión orgiástica y a partir de ahí mez- do, a la vez, una constitución organizativa de ca-
clamos todo: droga, música, delito, poesía, crea- rácter fragmentario, que responde a criterios cuali-
ción, todo va junto yeso es 10 que entendemos por tativos de agrupación (etnias, género, militancia
revolución ... Nadie ha visto todavía un mundo li- sexual), elaborando un discurso que abandona el
bre, así que estamos buscando 10 que nunca vi- espíritu prometeico de las ideologías emancipado-
mos: la revolución en libertad». Finalmente, el re- ras modernistas, y potenciando los elementos sim-
chazo al modelo marxista-leninista no puede ser bólicos de su condición de marginalidad, expresa-
más claro: «El espacio del trabajo deberá estar dos a través de una parafernalia y una heráldica,
ocupado por el sexo-declara Fife. Ya no se trata de un estilo de vida que les da identidad y los for-
de crear un mundo obrero, hay que crear un mun- talece en un medio de dominación que tiende a su
do libre, lleno de diferencia y multiplicidad». omisión como sujetos o a su invisibilización como
Es oportuno señalar que la industria cultural en actores sociales. «Lo que nosotros padecemos no
la era de la globalización ha utilizado una estrate- es la muerte de las utopías, es la muerte de la gen-
gia muy efectiva para lograr la despolitización y te» dice Thomas Abraham, refiriéndose a lo que
desmovilización de las contraculturas. Se trata de se ha vivido en Argentina.
CRÓNICAS DE LA DISIDENCIA 177

En las postrimerías del siglo, clara la diferencia de las contraculturas con la lla-
¿habremos visto ya lo peor? mada "delincuencia común". De hecho los orga-
nismos policiales y paramilitares tienden a reducir
"En esta puta ciudad, todo se quema y se va» a los marginales a una sola categoría: delincuen-
Fito Páez tes; chapulines en nuestro medio.
La incorporación de la violencia como ritual de
"No soy de aquí, ni soy de allá, las contraculturas actuales es uno de sus rasgos
soy un canalla desde mi más tierna edad» más significativos. El pogo o el mosh son formas
Facundo Cabral de baile en las que se brinca en grupo, ya no hay
"parejas", se vuelan codazos y patadas, se insulta
La «Mara Salvatrucha» -según un reportaje re- al cantante que también ha pasado buena parte del
ciente de la NBC- constituye una de las pandillas espectáculo insultando al público. En los concier-
juveniles más grandes de El Salvador. Fundada por tos masivos el conjunto se protege detrás de una
marginales salvadoreños que viven en Los ~nge- malla metálica que recibe botellazos y asaltos
les, se ha extendido a Houston y San Francisco y constantes de la turba. Este fenómeno, ciertamente
cierra su CÍrculo en San Salvador. Es una contra- novedoso, puede ser interpretado como una apro-
cultura global izada. La «Mara 18», también con li- piación simbólica de la violencia que está presente
gámenes en varias ciudades de Estados Unidos, es en el medio social y que asedia permanentemente:
su principal rival en la disputa por territorio urbano la violencia familiar, la violencia en la calle, la
y el dominio simbólico de la contracultura salva- agresión policial o de los grupos rivales. De tal
doreña. En escena aparecen jóvenes con sus cuer- suerte, el ritual de los golpes, actúa como terapia y
pos enteramente tatuados, cortes de pelos punk, ca- entrenamiento, pero en términos más profundos,
misetas negras con dibujos de calaveras, saludando como exorcismo y como ostentación tribal.
con signos y lenguajes corporales propios y he~é- En Costa Rica, en junio de 1992, la prensa da-
ticos, golpeando en la cara y escupiendo, con estilo ba cuenta de un operativo policial en gran escala
juguetón y frente a las cámaras, a una muchacha a fin de "restaurar el orden" en un concierto de-
que integra la pandilla, y realizando uno de sus n- nominado «Cráneo Metal IV» que se llevaba a ca-
tos de iniciación: el aspirante recibe una fuerte gol- bo en una bodega industrial suburbana. El períodi-
piza de parte de 10 o 15 miembros de la agrupa- co La Nación consignaba que: «más de 300 jóve-
ción. Ambas pandillas tienen un enemigo común nes, todos vistiendo camisetas negras con dibujos
conocido como los «Black Shadows», una especie alusivos a la muerte, se dieron cita en el lugar
de escuadrón de la muerte que se dedica al asesina- donde varios grupos -con nombre como Massa-
to de los integrantes de las maras, como sucede en cre, Féretro y Viuda Negra- interpretaban desde
muchas otras ciudades latinoamericanas". Un por- las 2 p.m. música rock con estridentes sonidos
tavoz de la «Mara Salvatrucha» advierte a los metálicos (La Nación, 10 de junio de 1992.
«Black Shadows» -rnientras un muchacho con el p.12A)>>. Algunos de los detenidos -37 en total-,
torso desnudo, de rodillas y con un machete contra ante las acusaciones de satanismo e inmoralidad,
la garganta es enfocado por las cámaras- que en- declararon: «Lo que para algunos son ofensas, para
contrarán una fuerte resistencia y contestarán con nosotros son metáforas que se refieren a la podredum-
la misma violencia con que los agreden. Los bre que invade a la humanidad ... No se trata de algo sa-
«Black Shadows» atacan a las maras por conside- tánico, sino de una forma de protestar contra la Iglesia
rarlas organizaciones izquierdistas que se han Católica que es la más represiva (La Nación, 2 de ju-
constituido como pandillas, después de la finaliza- nio de 1992, p. lOA)>>.
ción del conflicto armado en El Salvador. Un año más tarde, en setiembre de 1993, los
En los principales centros urbanos de América medios daban a conocer la tortura y muerte de Wi-
Latina, encontramos versiones similares a las maras lliam Lee Maleon a manos de siete oficiales del
salvadoreñas. Estas agrupaciones contraculturales se Organismo de Investigación Judicial. Este joven
han generalizado e intemacionalizado y los distingue junto con otros cinco compañeros fueron arresta-
un mismo lenguaje expresado en sus graffitis, sus se- dos y sometidos a una intensa gol piza por parte de
ñas y contraseñas, en su argot y sus ritos internos. los policías y abandonados en una carretera en las
Las contraculturas de los años noventas tienen afueras de San José. El asesinado fue tirado a un
el cuerpo amenazado. Ya no es completamente barranco. Se les señalaban como integrantes de
171\ JORGE JIMÉ EZ

una pandilla juvenil conocida como Los Chapuli- un control represivo y arbitrario. En este ascenso
nes. Según las declaraciones de uno de los deteni- de la violencia han jugado un papel destacado los
dos, Luis Obando Dinarte, Los Chapulines agru- organismos represivos del Estado. Más aún, va-
paban a unos treinta muchachos dedicados a robos rios de los secuestros y asesinatos más violentos
callejeros y a consumir drogas, en especial crack de los últimos años en Costa Rica, fueron prota-
(La Nación, 19 de setiembre de 1993, p. 5A). gonizados por policías y ex-policías que recibie-
Las contraculturas defienden concepciones ideo- ron su adiestramiento en las altas esferas de los
lógicas, políticas y están dotadas de recursos simbó- aparatos estatales (el secuestro de los magistrados
licos que les da una imagen social. Las pandillas ca- de la Corte Suprema de Justicia, la matanza de
recen de esas características -o las tienen en un ni- campesinos indígenas perpetrada por el comando
vel muy rudimentario-, generalmente debido a un Cobra, etc.).
nivel cultural inferior y a condiciones de una margi- De este modo, el capitalismo global izado instau-
nalidad extrema. Normalmente las conforman secto- ra una práctica de violencia social que busca no sólo
res sociales que, en los tiempos de la globalización, la fragmentación simbólica, sino también de tipo
han adquirido una nueva condición: la de «exclui- material y punitiva, amenazando el cuerpo y la inte-
dos». Estos sectores, como plantea Helio Gallardo, gridad de los actores sociales y generando temor e
pasaron de la marginalidad a la exclusión, como inseguridad entre la ciudadanía. El capitalismo glo-
consecuencia directa de la globalización capitalista: balizado amenaza global mente. Este proceso es tra-
«El excluido -dicc Gallardo- es función de una economía bajado ideológicamente recurriendo a prácticas no
y una sociedad que expulsan sistemáticamente a sectores tan novedosas, tales como la satanización del trans-
de la población que no logran producir con eficiencia ni gresor (Chapulines, Camisetas Negras), como a la
consumir con opulencia en los términos que demanda la lrivialización de las acciones políticas alternativas o
lógica del mercado mundial (Gallardo, 1995, p. 12»>. disidentes, en un afán de invisibilizar a los grupos
Sin embargo, comparten con las contraculturas la contestatarios. Como bien se sabe, el papel que de-
condición de transgresores del orden establecido, las sempeñan los medios de comunicación es decisivo:
unas con la acción directa, las otras con la acción la ubicuidad del discurso dominante satura los cana-
política y simbólica. Ambas corren un riesgo perma- les de información y entretenimiento y hace de la
nente de ser puestas "fuera de la ley", de ser vícti- violencia y la tragedia diaria un espectáculo que, de-
mas de redadas y de arrestos generalmente arbitra- bido a las nuevas características tecnológicas, es di-
rios. Durante las últimas elecciones presidenciales frcil distinguirlo de la «ficción». Más aún, el límite
en Costa Rica, por ejemplo, un pequeño grupo anar- entre ficción y realidad es cada vez más difuso: pen-
quista hizo una marcha pacífica, con características semos en los sucesos de la vida real transmitidos si-
carnavalescas y contraculturales, expresando su de- multáneamente, en directo (la persecusión de 0.1.
seo de no votar. Fueron detenidos arbitrariamente, Sirnpson, por ejemplo), los que no han ni concluido
manteniéndolos incomunicados por varias horas. cuando, además, ya se están comercializando los de-
También es digno de mencionar que, en el primer rechos cinematográficos o editoriales; o las dramati-
año de gobierno de la actual administración, el Mi- zaciones y recreaciones de eventos reales con múlti-
nisterio de Seguridad realizó una redada en un bar ples efectos ficcionales, en noticieros como «Primer
gay de la capital, deteniendo a varios ciudadanos en impacto» o «Sucedió así».
condiciones completamente arbitrarias y represivas.
A ello debe agregársele la muerte en condiciones
poco claras de varios dirigentes de la Asociación La obsolescencia simbólica
Ecologjsta Costarricense en el año 1994 y 1995. como ritual posmoderno
El proceso de globalización social que experi-
mentan las sociedades latinoamericanas en la dé- ¿ Si nuestra sociedad ya no fuera
cada de los noventa. va acompañada de un incre- la del espectáculo, como se decía en el 68,
mento de la violencia social. La amenaza se yer- sino, más cínicamente, la de la ceremonia?
gue sobre cualquier individuo o agrupación que
con sus prácticas sociales transgreda, aunque sea Baudrillard, «El otro por sí mismo».
levemente. las condiciones impuestas por un régi-
men que difunde una imagen de pluralismo, tole- La sociedad globalizada de fin de siglo apare-
rancia y democracia. pero que en la práctica ejerce ce tiranizada por el imperio de lo efímero -tal y
CRÓ ICAS DE LA DISIDENCIA 179

como dice Lipovetsky". Andy Warhol en los años se hacen reales por medio de las tecnologías que
sesenta ofrecía hacer famoso a cualquiera por un les sirven de soporte (el medio es el mensaje, de-
tiempo no mayor de 15 minutos. Los medios dan cía Me Luhan), de modo tal que la ubicuidad de
realidad, otorgan consistencia ontológica a los ese discurso produce un efecto soundround, el
personajes o a los sucesos que, de no transmutar discurso viene de todas partes pero no es posible
en imágenes y reportajes, quedan relegados a una señalar su fuente. Es como la voz del super-yo,
realidad devaluada, la realidad que no es transmi- pero amplificada, trasladada al entorno social. Se
tida se ha vuelto fantasmal, ha visto ensornbreci- trata del principio de indiferenciación -al decir de
da su verosimilitud. Si no figura en los medios, Baudrillard. En la película 1984, basada en la no-
no existe. Y, en todo caso, esa existencia dura lo vela de Orwell, la imagen del Hermano Mayor es-
que los medios quieren que dure. Este fenómeno, tá presente permanentemente en las pantallas que
característicamente pos moderno, es entendido por se encuentran por todo lado. En nuestros tiempos
Jameson como la conformación de «una sociedad es similar. Con la diferencia de que ese rostro no
de la imagen o del simulacro y de la transformación de sabemos exactamente cómo es y tampoco a quién
lo «real» en una cadena de pseudoacontecimientos (Ja- pertenece. Me refiero al despliegue subliminal, al
meson: 1991, p. 107)>>.Al respecto, Baudrillard se trabajo de seducción, de órdenes e imperativos
pregunta «¿si ya no se tratara de oponer la verdad a la edulcorados, en donde se combinan y mixtifican
ilusión, sino de percibir la ilusión generalizada como lo trivial y lo vital, lo accesorio y lo necesario, lo
más verdadero que lo verdadero?» (Baudr ill ard , transitorio y lo permanente.
1994, p.87). De este modo la experiencia en la sociedad
La temporalidad de la sociedad global izada ha globalizada tiende a ser la de una creciente obso-
ido transformándose paulatinamente por la tempo- lescencia en todos los órdenes de la vida. Los
ralidad que ha regido a la moda: el presente. cambios suceden con tal rapidez que los consumi-
«Nuestra sociedad-moda -expone Lipovetsky- ha dores ya no pueden desarrollar relaciones afecti-
liquidado definitivamente el poder del pasado que vas con su entorno". Las tradiciones se deshistori-
se encarnaba en el poder de la tradición, e igual- zan en el flujo de los bienes turísticos y paisajísti-
mente ha madi ficado la inversión respecto al futu- coso Y los nuevos "valores" que forjan una identi-
ro que caracterizaba la época escatológica de las dad cultural provienen de la lluvia radiactiva ince-
ideología. Vivimos inmersos en programas bre- sante de imágenes, símbolos comerciales, lagos y
ves, en el perpetuo cambio de las normas y en el marcas publicitarias de una cultura posnacional,
estímulo de vivir al instante: el presente se ha eri- mundializada.
gido en el eje principal de la temporalidad social Frente a un proceso de esa naturaleza se han
(Lipovetsky, 1994, p. 3(0). La gente quiere estar dado varias reacciones. La formación de las con-
"al día". quiere poseer "lo último", con el paradó- traculturas y de las organizaciones tribales tiende
jico resultado, por lo demás, de que cuando ha ad- a hacerle frente a ese marasmo, combinando abi-
quirido lo "último", lo "nuevo" ya ha salido al garradamente elementos que circulan en la red
mercado. Es el ritmo vertiginoso de la reproduc- massmediática, resemantizándolos, apropiándose
ción del capital que ha impuesto a la dinámica de y saqueando símbolos o contenidos. Es el caso del
la vida colectiva, los rigores de lo instantáneo, de rack y de ciertas imágenes estandarizadas de los
lo efímero y de lo virtual. lagos o los comix. Esa reapropiación simbólica se
El paso a la globalización va acompañada, co- entrevera, en muchos casos, con elementos de su
mo ya se ha mencionado, por un proceso en que el propia elaboración o que pertenecen a las tradicio-
sujeto social consuma su alienación en la forma de nes o a las formas culturales de una región. El
una fragmentación generalizada. El sujeto reifica- conjunto mexicano Maldita Vecindad o Caifanes,
do estaba sometido por una sociedad que todavía los costarricenses Hormigas en la Pared, El Parque
gozaba de la condición de totalidad; que se centra- o El Bosque, inscritos en un movimiento de rack
ba en torno a los discursos de emancipación de las urbano alternativo, mezclan ritmos y letras extraí-
ideologías modernistas, cuyos emisores eran los dos de canciones tradicionales, tales como boleros
líderes de los partidos de masas, los dirigentes del o rancheras, con sus propios aportes estéticos. El
Estado o los portavoces religiosos. En la sociedad colectivo costarricense Voz Urbana para la convo-
global izada las esferas de la realidad tienden a de- catoria a un Festival de Cultura Urbana realizado
venir mónadas. cercadas por fosos discursivos que en San Pedro a inicios de este año. declaraba: «A
180 JORGE J IMÉNEZ

propósito del Festival de Cultura Urbana, queremos dar rojo encendido de una valla publicitaria de Cocaco-
un NO rotundo al imperio de las grandes transnaciona- la que le servía de fondo.
les y a la labor masificante (estupidizante) de los me- Tradicionalmente ha privado una concepción
dios de comunicación masiva. Queremos desafiar a la de la identidad cultural de tipo esencialista o fun-
gran industria del entrctenimiento y demostrar a todas damentalista. García Canclini dice al respecto:
las Cocacolas. MTV's y TVA's que podemos recrear- «La globalización disminuye la importancia de los
nos y forjar identidad sin necesidad de us horrendas acontecimientos fundadores y los territorios que
vallas publicitarias y robotizantes eslóganes, que pode- sostenían la ilusión de identidades ahistóricas y
mos expresamos genuinamente a través del arte y pro- ensimismadas. Los referentes identitarios se for-
ducir cultura por cuenta propia ... Queremos que este man ahora, más que en las artes, la literatura y el
festival sea reflejo y muestra viva -y no de museo- de folelor, que durante siglos dieron los signos de
lo que se vive en las calles de San José y de otros focos distinción a las naciones, en relación con los re-
urbanos, una plataforma de expresión abierta a través pertorios textuales e iconográficos provistos por
del rock, la música popular, la poesía, la pintura, el bai- los medios electrónicos de comunicación y la glo-
le, etc ... (<<Aullido #1, Voz Urbana 1996», velan- balización de la vida urbana (García, 1995, p.95)>>.
te)». La fragmentación social es confrontada, por De acuerdo con el autor, la concepción más ade-
iniciativas contraculturales de esa naturaleza, con cuada de la identidad cultural es la de una cons-
llamados de este tipo: «Queremos reunir a toda clase trucción imaginaria, no una esencia intemporal.
de tribus o sectores marginales que quieran aullar, gri- Más aún, creo que es válido afirmar que la con-
tar. ladrar. cantar o llorar: punks, rockanroleros. metale- cepción fundamentalista, en tanto simulacro ritua-
ros. pachucos, poetas. chapulines. grupos étnicos dife- lista, es la concepción más efectiva, de mayor ren-
renciados, minorías sexuales, vendedores ambulantes. tabilidad simbólica, para quienes buscan irnple-
artesanos. músicos, estudiantes, ecologistas, albañi les, mentar prácticas de globalización disolventes y
peones, adictos, feministas, etc., etc .. a todos los ticos y hegemonistas.
ticas ... (Ibídern)». Las contraculturas, por medio de Otras corrientes de tipo "progresistas", liga-
sus fanzines, graffitis, en los lugares de reunión y das a una izquierda patriótica y nacionalista -pa-
movilizaciones callejeras, generan espacios de re- radójicamente durante mucho tiempo dependien-
sistencia y confrontación ante los procesos disol- tes y propagandistas de la URSS-, predican una
ventes de la globalización. García Canclini dice al concepción identitaria de carácter folclorista,
respecto: «Simultáneamente con la desterritorializa- dotada de una sospechosa xenofobia, rebuscando
ción de las artes hay fuertes movimientos de reterrito- en un imaginario que, reclamándose como perte-
rialización. representados por movimientos sociales que neciente a una cultura popular o tradicional, re-
afirman lo local y también por procesos massmediáti- sulta más bien exótica y asume posiciones reac-
cos: radios y televisiones regionales, creación de micro- cionarias en relación con la simbología y las
mercados de música y bienes folclóricos, la "desmasifi- prácticas de las subculturas y contraculturas, el
cación" y "rnestización" de los consumos para engen- desprecio de las marginalidades urbanas estig-
drar di ferencias y formas de arraigo locales (García. matizadas como "lurnpen", además de la incapa-
1995, p.1 12)>> cidad de sintonizar con la sensibilidad decadente
Esto resulta de interés para reflexionar sobre un de nuestros tiempos, predicando futuros prorni-
tema tan discutido como el de la identidad cultu- sorios, una especie de nirvana populista, lo que
ral. Por un lado, los principales impulsores del tiende a convertirla en una corriente tipo souve-
proceso de globalización, dirigentes políticos y nir, nostálgica y decorativa, perversamente cán-
empresarios, recurren constantemente a exhumar dida. Los mismos sectores populares, a los que
"valores", "tradiciones", "héroes" y "leyendas" de esta "izquierda" ha creído representar, han re-
una nación que ya no existe, ni en términos reales chazado con la indiferencia su megalomanía Iol-
ni imaginarios. Su labor ideologizante, se expresa clorista y redentora.
plenamente en la ejecución, desde las esferas del Lo verdaderamente significativo de las contra-
poder, de simulacros más o menos grotescos. Para culturas es su capacidad de derrota. De hecho en
la celebración del 15 de setiembre del año 1995, el su propio origen surgen como intentos fracasados.
ministro de educación de la actual administración. inviables y, aunque como en los sesenta predica-
salía en la primera página de un diario costarricen- ran un ideario ingenuo y optimista de amor y paz.
se. Su rostro grave y patriótico contrastaba con el el poder social no les ha sido accesible. En ningún
CRÓNICAS DE LA DISIDENCIA 181

lugar un movimiento contracultural ha tomado el gran la sociedad civil contemporánea, heterogénea,


poder. Sus mismas características de discurso y compleja y globalizada. La transnacionalización de
prácticas societarias se lo impiden. Eso es mucho la cultura puede aprovecharse creativamente orga-
más evidente a partir del punk y todas su variantes nizando formas de resistencia transnacionalizadas
nihilistas posteriores. Lo cual no debe verse ni co- para enfrentar los embates disolventes de los apa-
mo una debilidad ni como una desventaja. Es po- ratos geopolíticos y de mercado. De hecho muchas
siblemente su condición social más valiosa. La contraculturas que han logrado ingresar en redes
historia ha demostrado que quienes se hacen con informáticas ya lo están intentando. Internet es uno
el poder son una mezcla detestable y peligrosa de de esos casos, aunque posiblemente no por mucho
hábiles negociadores y fríos tiranos. Maquiavelo tiempo. Ya habrá que inventar otra cosa.
es quien mejor los ha entendido. Toda auténtica
contracultura sabe que en el momento en que una La vida, que en sí misma carece de sentido, ad-
revolución ha triunfado, hay que empezar a orga- quiere un sentido provisional cuando se expresa
nizar nuevas formas de resistencia, hay que empe- como conflicto social..., al menos se vuelve más
zar a organizar la próxima revolución. Quienes re- interesante.
cién han asumido el poder, indefectiblemente in-
terpretan esto como una contrarrevolución, y, en-
tonces se inician los baños de sangre, por un lado,
Notas
y la restauraciones, por el otro. Ese pareciera ser
el callejón sin salida de todas las revoluciones. De l. Cf. Deleuze, Gilles. Posdata sobre las sociedades
ahí el valor de lo marginal, de lo contracultural: su de control. (Ferrer: 1991).
capacidad de poner en duda los nuevos y viejos 2. Asumo la distinción conceptual que hace Mars-
cánones, la salutífera capacidad de reírse de las hall Berrnan entre modernidad, modernización y moder-
pompas y ceremoniales con que fatalmente se re- nismo, para referirse a una época histórica, las transfor-
godea todo nuevo poder, la virtud de ser portado- maciones tecnológicas e infraestructurales y la actividad
res de la decadencia social y anunciar, a la vez, propia de la esfera cultural y artística, respectivamente.
Cf. Berrnan, Marshall. Todo lo sólido se desvanece en
positiva o negativamente, elementos renovadores,
el aire. Trad. Andrea Morales Vidal. Siglo Veintiuno.
derroteros inéditos que normalmente escapan a
México: 1988. p. 2 ss.
quien ocupa un puesto de autoridad. El único po-
3. Cf. Sarmiento, Domingo F. Facundo. Civilización
der que le ha sido posible a las contraculturas es el y Barbarie. Vida de Juan Facundo Quiroga. Porrúa.
poder de oposición, de conspiración, de desestabi- México D. F.: 1985.
lizar, de generar crisis y malestar. Es el carácter 4. Aunque Stefan Baciu relaciona a Cardosa y Aragón
destructivo de que hablaba Benjamin. Y ese, aun- y a Max Jiménez en un intento de publicar una revista
que no lo parezca, es un poder revolucionario. De «estridentista» en centroamérica. Cf. Estrindetismo en
este modo, la construcción de una identidad cultu- Centroamérica. La bomba que no explotó. por Stefan Ba-
ral debe entenderse como un proceso de lucha po- ciu. En la Prensa Literaria, 27 de marzo de 1983.
lítica, de conflicto entre facciones sociales, siem- 5. Entre una considerable bibliografía en torno al te-
ma véase Fuentes, Carlos. et al. La revolución estudian-
pre provisional e incierto, que pasa por la defensa
til. EDUCA. San José. 1971. Conh-Bendit, Dany. La re-
y construcción de espacios expresivos y reflexivos
volución y nosotros, que la quisimos tanto. Trad. Joa-
que den cabida a múltiples manifestaciones estéti- quín Jordá. Anagrama. Barcelona: 1987.
cas y sociales. Las subculturas y contraculturas se 6. Persona/Planeta. Una entrevista con Theodore
han construido disputando esos espacios. Es la di- Roszak, por Karl Stumanis. En la revista Integral o 12,

námica propia de su constitución. así genera sus Barcelona, mayo de 1980.


vínculos internos y adquiere una identidad social. 7. The Tribes of Britain. Time, october 24, 1983. P
El discurso de las marginalidade , muchas veces 30 ss.
signadas por el delirio y la contradicción, pone en 8. Johnny Rotten, el cantante de los Sex Pistols
evidencia que no puede seguirse aspirando a una cantaba <<1am the antechrist/ I am an anarchist/ I don't
know what I want/ But I Know how to get it». (Yo soy
identidad cultural única, entendida como metarre-
el anticristo/ Soy un anarquista! No sé lo que quiero/
latos de una "nacionalidad" o de un hipotético
Pero sé como obtenerlo). Los Sex Pistols se dieron a
"ser latinoamericano". Se necesita una concepción conocer con la foto-collage de Jamie Reid "God Save
que privilegie la diversidad, la espontaneidad y la the Queen", en la que la reina inglesa aparecía con una
caducidad que expresan los segmentos que inte- gacilla prendida de los labios.
182 JORGE JIMÉNEZ

9. Cf. Pasquini, Claudia y orberto Cambiasso. La Besancon, Julien. Los muros tienen la palabra. Periódi-
última vanguardia. Revista Crisis N° 50. marzo de 1986. co mural Mayo 68. Trad. Eli Bartra. Extemporáneos.
10. Ibidem. México, D.F.: 1970.
1l. Las declaraciones que transcribo a continuación Britto García. Luis. El imperio contracultural: del rock
forman parte de un dossier titulado Transgresión y So- a la posunodernidad. Editorial Nueva Sociedad. Ca-
ciedad, escrito por Vicente Muleiro para la revista Cri- racas: 1991.
sis N° 53 de junio de 1986. Bruckner, Pascal y Alain Finkielkraut. El nuevo desor-
12. La Internacional Situacionista fue creada en den amoroso. Trad. Jozquín Jordá, Anagrama. Bar-
1957 por un grupo de intelectuales que buscaban «bo- celona: 1989.
rrar las diferencias entre arte y vida cotidiana mediante Burguess, Anthony. La naranja mecánica. Trad. Aníbal
una implacable crítica a la sociedad rnasificada por la Leal. Editorial Minotauro. Buenos Aires, 1977.
mercancía. Un núcleo de los «situaeionistas» creó es- Burroughs, William. Yonqui. Trad. Martín Lendínez.
cándalo en 1966 en la Universidad de Estrasburgo, con Editorial Bruguera. Barcelona, 1984.
un comic que fue fijado en toda la ciudad. y un panfleto Castleman, Craig. Los graffiti. Trad. Pilar Vázquez AI-
sobre la «miseria estudiantil, considerada en sus aspec- varez, Editorial Hermann Blume. Madrid: 1987.
tos económico, político, sociológico, sexual y particu- Cockburn, Alexander y Blackburn Robin. Poder Estu-
larmente intelectual...(Britto: 1994, p. I 11»> Al respecto diantil. Trad. Mario Giacchino. Tiempo Nuevo. Ve-
de este movimiento pueden consultarse Debord, Guy. nezuela: 1969.
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Bruckner, Pascal y Alain Finkielkraut. El nuevo desor- quisimos tanto. Trad. Joaquín Jordá. Anagrama. Bar-
den amoroso. Trad. Jozquín Jordá. Anagrama. Barcelo- celona: 1987.
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13. En Brasil la cifra de a esinatos de muchachos Chimal, Carlos, compilador. Crines. Otras lecturas del
de la calle había superado los cinco mil el año pasado. rock. Era. México D.F.: 1994.
14. Cf. Lipovetsky, Gilles. El imperio de lo efímero. Dalton, Roque, et al. El intelectual y la sociedad. Siglo
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Trad. Felipe Hernández y Carmen López. Anagrama. De Marinis, Marco. El nuevo teatro 1947-1970. Trad.
Barcelona: 1994. Beatriz E. Anastasi y Susana Espiegler. Paidos. Bue-
15. Marshall Berman desarrolla en su libro los cam- nos Aires: 1988.
bios urbanísticos radicales que sufrieron ciudades como Debord. Guy. La sociedad del espectáculo. Castellote,
Nueva York en el transcurso de una generación y el de- Madrid: 1976.
sarraigo que eso significa para el habitante de la moder- Dorfman, Ariel y Jofré, Manuel. Superman y sus ami-
nidad. Berman, Marshall, Op. Cit. p. 30 I ss. Carlos gos del alma. Editorial Galerna.
Monsiváis y Juan Villoro se refieren al Distrito Federal Durandeaux, Jacques. Las jornadas de mayo. Trad. In-
como una ciudad posapocalíptica, donde posiblemente maculada Rodríguez Flores. Grijalbo, Colección 70.
ya ha pasado lo peor. Cf. Monsiváis, Carlos. Los ritua- México: 1970.
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Jorge Jiménez
Escuela de Filosofía
Universidad de Costa Rica.

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