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El Cuadro 3.1 muestra para Estados Unidos la descomposición del PIB que utilizan
normalmente los macroeconomistas.
El primer componente es el consumo (C). Son los bienes y los servicios comprados
por los consumidores, que van desde alimentos hasta billetes de avión, coches
nuevos, etc. El consumo es, con diferencia, el mayor componente del PIB. En 2014,
represento un 68 % del PIB en Estados Unidos.
C/PIB x100 = 68,3%
El segundo componente es la inversión (I), llamada a veces inversión fija para
distinguirla de la inversión en existencias. La inversión es la suma de la inversión no
residencial, que es la compra de nuevas plantas o nuevas máquinas (desde
turbinas hasta ordenadores) por parte de las empresas, y la inversión residencial,
que es la compra de nuevas viviendas o apartamentos por parte de los individuos.
Capítulo 3
El tercer componente es el gasto público (G). Representa los bienes y los servicios
comprados por el Estado en todas sus instancias. Los bienes van desde aviones
hasta equipo de oficina. Los servicios comprenden los servicios suministrados por
los empleados públicos: de hecho, en la contabilidad nacional se considera que el
Estado compra los servicios suministrados por los empleados públicos y que, a
continuación, presta estos servicios al público gratuitamente.
La suma de las filas 1, 2 y 3 indica las compras de bienes y servicios por parte de los
consumidores estadounidenses, las empresas estadounidenses y el Estado
estadounidense. Para hallar las compras de bienes y servicios estadounidenses,
debemos hacer dos operaciones más:
En primer lugar, debemos añadir las exportaciones (X), que son las compras de
bienes y servicios estadounidenses por parte de extranjeros.
En segundo lugar, debemos restar las importaciones (IM), que son las compras de
bienes y servicios extranjeros por parte de los consumidores, las empresas y el
Estado estadounidenses.
Capítulo 3
La producción y las ventas de un año cualquiera no tienen por qué ser iguales.
Algunos de los bienes producidos en un determinado año no se venden ese mismo
año sino más tarde. Y algunos de los bienes vendidos durante un año dado pueden
haberse producido en años anteriores.
NOTAS:
Compradores de los bienes: hogares, empresas, Estado.
Renta: corriente de ingreso que genera la producción.
Equilibrio → Oferta = Demanda
PIB = C + I + G + (X-M) + VE
Capítulo 3
La Demanda de Bienes
Representemos la demanda total de bienes por medio de Z (z=demanda agregada).
Utilizando la descomposición del PIB que acabamos de ver, podemos expresar Z de la
forma siguiente:
Esta ecuación es una identidad (por esto se debe el símbolo ≡). Define Z como la suma
del consumo, más la inversión, más el gasto público, más las exportaciones menos las
importaciones.
Ahora tenemos que analizar los determinantes de Z. Para que nuestra tarea sea más
sencilla, hagamos algunas simplificaciones:
Supongamos que todas las empresas producen el mismo bien, que puede ser
utilizado por los consumidores para consumirlo, por las empresas para invertir o
por el Estado.
Con esta (gran) simplificación, solo tenemos que examinar un mercado (el mercado
del bien) y averiguar que determina la oferta y la demanda en ese mercado.
Supongamos que las empresas están dispuestas a ofrecer cualquier cantidad del
bien a un determinado precio, P. Este supuesto nos permite centrar la atención en
el papel que desempeña la demanda en la determinación de la producción. Como
veremos, este supuesto solo es válido a corto plazo.
Capítulo 3
Supongamos que estamos analizando una economía cerrada, que no comercia con
el resto del mundo: tanto las exportaciones como las importaciones son iguales a
cero. Este supuesto es claramente contrario a los hechos: las economías modernas
comercian con el resto del mundo.
El Consumo (C):
Las decisiones de consumo dependen de muchos factores, pero el principal es, sin
lugar a dudas, la renta, o mejor dicho, la renta disponible (YD), es decir, la renta que
queda una vez que los consumidores han recibido las transferencias del Estado y han
pagado los impuestos.
Cuando aumenta su renta disponible, compran más bienes; cuando disminuye,
compran menos.
Por tanto, podemos expresar:
Esta expresión es una manera formal de decir que el consumo, C, es una función de la
renta disponible, YD. La función C (YD) se denomina función de consumo. El signo
positivo situado debajo de YD refleja el hecho de que cuando la renta disponible
aumenta, también aumenta el consumo. Los economistas denominan a una ecuación
de este tipo ecuación de conducta para indicar que refleja algún aspecto de la
conducta, en este caso, la conducta de los consumidores.
A menudo resulta útil especificar más la forma de la función. He aquí un caso de ese
tipo.
Es razonable suponer que la relación entre el consumo y la renta disponible viene dada
por la siguiente relación más sencilla:
C = c0 + c1 *YD
Capítulo 3
La Inversión (I):
Los modelos tienen dos tipos de variables:
Capítulo 3
Las variables endógenas dependen de otras variables del modelo y, por lo tanto, se
explican dentro del modelo.
Otras no se explican dentro del modelo, sino que vienen dadas, estas variables se
denominan exógenas. Es así como concebiremos aquí la inversión.
La consideraremos dada y la expresaremos de la forma siguiente:
El Álgebra:
Expresemos de nuevo la ecuación de equilibrio (3.7) de la forma siguiente:
¿Podemos estar seguros de que el gasto autónomo es positivo? No, pero es muy
probable que lo sea. Los dos primeros términos entre corchetes, c0 e I, son
positivos. ¿Qué ocurre con los dos últimos, G − c1T? Supongamos que el Estado
tiene un presupuesto equilibrado, es decir, que los impuestos son iguales al gasto
público. Si T = G y la propensión a consumir (c1) es menor que uno (como hemos
supuesto), entonces (G − c1T) es positivo y, por lo tanto, también lo es el gasto
autónomo. El gasto autónomo solo podría ser negativo si el Estado tuviera un
superávit presupuestario muy elevado, es decir, si los impuestos fueran mucho
mayores que el gasto público. Podemos prescindir aquí de este caso sin correr
riesgo alguno.
Pasemos al primer término: 1/(1 − c1). Como la propensión a consumir (c1) está
entre cero y uno, 1/(1 − c1) es un número mayor que uno. Por este motivo, este
número que multiplica el gasto autónomo, se denomina multiplicador. Cuanto
más cercano esta c1 a uno, mayor es el multiplicador.
NOTAS:
Un Gráfico:
La ecuación (3.9) nos dice que cualquiera que sea el valor de la renta, si c0 aumenta en
1,0 millones de dólares, la demanda son 1.000 millones mayor.
Con la ayuda del grafico resulta más fácil saber cómo y por qué se desplaza la
economía de A a A´. El incremento inicial del consumo provoca un aumento de la
demanda de 1.000 millones de dólares. En el nivel inicial de renta, Y, el nivel de
demanda ahora se encuentra en el punto B: la demanda es 1.000 millones más
alta. Para satisfacer este nivel más alto de demanda, las empresas aumentan la
producción en 1.000 millones. Este aumento de la producción de 1.000 millones
implica que la renta aumenta en 1.000 millones (recuérdese que la renta y la
producción son iguales), por lo que la economía se desplaza al punto C (en otras
palabras, tanto la producción como la renta son 1.000 millones de dólares
mayores). Pero ahí no acaba todo. El aumento de la renta provoca un nuevo
aumento de la demanda. Esta ahora está representada por el punto D. Este punto
Capítulo 3
lleva a un nivel de producción más alto, y así sucesivamente, hasta que la economía
se encuentra en A´ punto en el que la producción y la demanda vuelven a ser
iguales y que, por lo tanto, es el nuevo equilibrio.
Podemos seguir algo más este razonamiento y ver otra manera de concebir el
multiplicador:
El aumento que experimenta la demanda en la primera ronda, representado por la
distancia AB en el Grafico 3.3, es igual a 1.000 millones de dólares.
Este aumento de la demanda en la primera ronda provoca un aumento idéntico de
la producción, o sea, de 1.000 millones de euros, que también está representado
por la distancia AB.
Este aumento de la producción en la primera ronda provoca un aumento idéntico
de la renta, representado por la distancia BC, también igual a 1.000 millones de
dólares.
El aumento que experimenta la demanda en la segunda ronda, representado por la
distancia CD, es igual a 1.000 millones (el aumento de la renta de la primera ronda)
multiplicado por la propensión marginal a consumir, c1, por lo tanto, c1 miles de
millones de dólares.
Este aumento de la demanda en la segunda ronda provoca un aumento igual de la
producción, también representado por la distancia CD, y, por lo tanto, un aumento
idéntico de la renta, representado por la distancia DE.
El aumento que experimenta la demanda en la tercera ronda es igual a c1 miles de
millones de dólares (el aumento de la renta de la segunda ronda) multiplicado por
c1, que es la propensión marginal a consumir; es igual a c1 × c1 = c12 miles de
millones de dólares, y así sucesivamente.
Siguiendo esta lógica, el aumento total que experimenta la producción, por ejemplo,
después de n + 1 rondas es igual a 1.000 millones de dólares multiplicado por la suma:
En Palabras:
¿Cómo podemos resumir en palabras nuestros resultados?
La producción depende de la demanda, la cual depende de la renta, que es igual a la
producción.
Un aumento de la demanda, por ejemplo, un aumento del gasto público, provoca un
aumento de la producción y el correspondiente aumento de la renta, el cual provoca, a
su vez, un nuevo aumento de la demanda, el cual provoca un nuevo aumento de la
producción, y así sucesivamente. El resultado final es un aumento de la producción
mayor que el desplazamiento inicial de la demanda en una proporción igual al
multiplicador.
El tamaño del multiplicador está relacionado directamente con el valor de la
propensión a consumir: cuanto mayor es esta, mayor es el multiplicador.
NOTAS:
Capítulo 3
La ZZ aumenta inicialmente en la cantidad ∆c0 (lo que vario c0), esa variación en ZZ
simplemente como la producción está determinada por la ZZ, si c 0 aumento 1000
entonces la producción de las empresas ↑1000 → cuando esa producción
aumenta, el YD aumenta, y cuando ↑YD el consumo aumenta, ese ↑ del C puede
aumentar la ZZ y ese ↑ZZ vuelve a un ↑producción y así sucesivamente.
Capítulo 3
Es probable que las empresas, al observar que aumenta la demanda, eleven el nivel
de producción en el siguiente trimestre. Este incremento de la producción provoca
el correspondiente aumento de la renta y un nuevo aumento de la demanda. Si las
compras siguen siendo superiores a la producción, las empresas incrementan aún
más la producción en el siguiente trimestre, y así sucesivamente.
La duración de este ajuste depende de cómo y cuándo revisen las empresas sus
programas de producción. Si los ajustan más a menudo en respuesta a los
incrementos anteriores de las compras, el ajuste será más rápido.
El recuadro titulado ≪La quiebra de Lehman, los temores a otra Gran Depresión y los
desplazamientos de la función de consumo ≫ muestra que, cuando se inició la crisis,
los temores sobre el futuro indujeron una reducción del gasto de los consumidores
pese al hecho de que su renta disponible aun no había disminuido; es decir, c0 cayo
bruscamente. Al caer los precios de la vivienda, la construcción de nuevas viviendas
paso a ser mucho menos deseable. Como esta forma parte del gasto autónomo,
entonces I también cayó bruscamente. Al caer el gasto autónomo, la demanda total de
bienes cayo, al igual que la producción.
Capítulo 3
NOTAS:
Una de las primeras razones que vienen a la mente es que, aun cuando su renta
disponible no haya variado, empiezan a temer por el futuro y deciden ahorrar más.
Hasta ahora hemos analizado el equilibrio del mercado de bienes desde el punto de
vista de la igualdad de la producción y la demanda de bienes. Existe otra manera
alternativa —aunque, como se verá, equivalente— de analizarlo que centra la atención
en la inversión y el ahorro.
Ese es el modo en que John Maynard Keynes formulo por primera vez este modelo en
1936 en La teoría general de la ocupación, el interés y el dinero.
Por definición, el ahorro público (T − G) es igual a los impuestos (una vez deducidas
las transferencias) menos el gasto público.
Si los impuestos son mayores que el gasto público, el Estado tiene un superávit
presupuestario, por lo que el ahorro público es positivo.
Si los impuestos son menores que el gasto público, el Estado incurre en un
déficit presupuestario, por lo que el ahorro público es negativo.
RF = T- G donde RF es el ahorro público
Para comprender la ecuación (3.10), imaginemos una economía en la que solo hay una
persona, que tiene que decidir cuánto va a consumir, invertir y ahorrar, por ejemplo,
una economía de Robinson Crusoe. Para Robinson Crusoe, las decisiones de ahorrar y
de invertir son una misma cosa: lo que invierte (por ejemplo, reservando conejos para
Capítulo 3
Obsérvese, en primer lugar, que las decisiones de consumo y de ahorro son una
misma cosa.
Dada la renta disponible de los consumidores, una vez que estos han elegido el
consumo, su ahorro está determinado, y viceversa. La manera en que hemos
especificado la conducta del consumo implica que el ahorro privado viene dado
por:
En condiciones de equilibrio, la inversión debe ser igual al ahorro, que es la suma del
ahorro privado y el ahorro público. Sustituyendo en la ecuación (3.10) el ahorro
privado por su expresión, tenemos que:
NOTAS:
Capítulo 3
Sin embargo, sabemos que en realidad los gobiernos no pueden manejar como
quieren el nivel de producto, y de hecho tienen bastantes problemas para hacer
crecer a sus economías.
A medida que vamos haciéndonos mayores, se nos habla de las virtudes del ahorro.
Las personas que gastan toda su renta están condenadas a acabar en la pobreza. A las
que ahorran se les promete una vida dichosa. Los Gobiernos también nos dicen que
una economía que ahorra ¡es una economía que crece fuerte y próspera! Sin embargo,
el modelo que hemos visto en este capítulo nos dice una cosa distinta y sorprendente.
equilibrio disminuye: cuando los individuos ahorran más con su nivel inicial de renta,
reducen su consumo. Pero esta reducción del consumo reduce la demanda, lo cual
reduce la producción.
¿Podemos saber qué ocurre con el ahorro? Volvamos a la ecuación del ahorro privado
(recuérdese que hemos supuesto que el ahorro público no varía, por lo que el ahorro y
el ahorro privado varían al unísono):
Capítulo 3
S = −c0 + (1 − c1)(Y − T)
Por una parte, −c0 es mayor (menos negativo): los consumidores están ahorrando más,
cualquiera que sea el nivel de renta, lo cual tiende a elevar el ahorro. Por otra parte, su
renta Y es menor, lo cual reduce el ahorro. Parecería que el efecto neto es ambiguo,
pero, en realidad, podemos saber cuál es su sentido.
Para verlo, volvamos a la ecuación (3.10), que es la condición de equilibrio según la
cual la inversión y el ahorro deben ser iguales:
I = S + (T − G)
Eso significa que cuando la gente intenta ahorrar más, la producción disminuye y el
ahorro no varía. Este sorprendente par de resultados se conoce con el nombre de
paradoja del ahorro. Obsérvese que el mismo resultado se daría si considerásemos el
ahorro público en lugar del ahorro privado: una reducción del déficit público también
conllevaría una caída de la producción y un ahorro agregado (público y privado)
constante.
Y obsérvese que, si ampliásemos nuestro modelo para permitir que la inversión cayese
junto con la producción en lugar de suponer que es constante, el resultado aún sería
más dramático: un intento de ahorrar más, ya sea por parte de los consumidores o del
Gobierno, conllevaría una menor producción, una menor inversión y, como
consecuencia, ¡un menor ahorro!
¿Debemos olvidarnos, pues, de la vieja creencia? ¿Debe decirle el gobierno a la gente
que sea menos frugal? No. Los resultados de este sencillo modelo son muy
importantes a corto plazo.
Queda por hacer, sin embargo, una importante advertencia: las medidas que
fomentan el ahorro pueden ser buenas a medio y largo plazo, pero pueden provocar
una reducción de la demanda y de la producción, y quizá incluso una recesión, a corto
plazo.
Capítulo 3