EL ARTE CLÁSICO: GRECIA

El “arte clásico” es un concepto de la Hª del Arte que nos remite a la antigüedad, época
en la que se forjaron las bases formales y estéticas del arte occidental. Unos ideales a los
que se volverá, de forma recurrente, en diferentes momentos de la historia, como
comprobaremos a lo largo del curso.
El término “clásico” se utiliza con mucha frecuencia, pero en la Historia del Arte sólo
hay un arte clásico, y éste nació y se formó en la antigua Grecia y tuvo su continuación
en la época del Imperio Romano.  
La civilización griega ocupaba parte de los territorios de la península de los Balcanes,
las islas del Egeo, la zona costera de Asia Menor y Creta.
Los griegos desarrollaron las principales técnicas: matemáticas, astronomía, física…
En su búsqueda de explicaciones racionales a los enigmas de la existencia, basándose en
la razón y la inteligencia, nació la filosofía, el pensamiento racional.
Grecia sentó las bases de lo que es el arte. El arte se empezó a considerar objeto de
decoración, de deleite y de posesión. También cambió la concepción del artista, que
empezó a ser reconocido y a viajar para realizar numerosos encargos.
La sentencia del filósofo griego Protágoras “el hombre es la medida de todas las cosas”
puede sintetizar las características generales del arte griego. En base a este pensamiento,
las manifestaciones escultóricas y arquitectónicas dejaron de lado el monumentalismo
de los estilos orientales anteriores (colosalismo), y reflejaron en su lugar una búsqueda
incansable de la belleza a partir de la armonía y la proporcionalidad en relación al ser
humano.  
HOMBRE Y RELIGIÓN
Grecia era politeísta (creen en varios dioses). La religión es uno de los motores
esenciales de las manifestaciones artísticas: se construían templos en los que moraban
los dioses, éstos se representaban en forma de bellos seres humanos. Los dioses eran
considerados próximos, cercanos, que podían acarrear felicidad o desgracias a los
hombres. Por eso era importante el culto que se les rendía, que los griegos cumplían
escrupulosamente. La religión griega no era subyugante ni opresora, lo que permite al
hombre griego vivir más pendiente de lo natural que de lo sobrenatural y ubicarse en el
centro de la Creación, lo que convirtió a Grecia en una cultura profundamente
antropocéntrica.

ECONOMÍA
Los griegos eran grandes agricultores. La ganadería también era otra fuente importante
de ingresos. El excedente de productos, unido a las avanzadas técnicas de navegación,
posibilitó el desarrollo del comercio.
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EL TIEMPO HISTÓRICO
Lo primero será precisar los límites cronológicos, es decir el espacio temporal por que
discurre el proceso de formación y la culminación del arte clásico. Refiriéndonos al arte
griego, es necesario utilizar la misma periodización que se sigue para el estudio de su
historia. De este modo, tendríamos:
· El período arcaico: s. VIII-VI a. de C.
· El período clásico: s. V-IV a. de C.
· El período helenístico: s. III-II a. de C.
El período arcaico. La invasión de los pueblos dorios provocó un período de conflictos,
migraciones de pueblos enteros y la destrucción de ciudades. Este fue un período
oscuro.  
Es una época de formación, de tanteo y concreción de algunas formas que culminarán
en la siguiente etapa. En estos primeros tiempos afloran y se perfeccionan, sobre el
sustrato propio, las diferentes influencias que concurren en el arte griego: la de la
civilización cretense, la civilización Micénica y, sobre todo, las grandes civilizaciones
orientales, especialmente la egipcia. Es una época en la que el arte evoluciona desde el
geometrismo y la abstracción hacia el naturalismo expresivo.
El período clásico representa la culminación y perfeccionamiento de todas las
manifestaciones artísticas griegas, tanto a nivel formal como técnico. Esta plenitud
coincide, y no por casualidad, con el apogeo político, económico y cultural de las
“Polis” griegas, en especial Atenas y Esparta, que son ciudades-estado independientes
gobernadas por una aristocracia de grandes propietarios.  
En estos años nace la “Democracia” (gobierno del pueblo) como forma de organización
política del Estado, basada en la participación política de todos los ciudadanos que
formaban parte de la Asamblea (Bouleuterión), en que se decidía la paz, la guerra, los
pactos y las alianzas, se aprobaban leyes y nombramientos. En la democracia ateniense
la participación se negaba a esclavos, extranjeros y mujeres.
El siglo V a. de C es el verdadero siglo de oro de la cultura (también llamado siglo de
Pericles, por el rey Pericles). La decadencia política de las polis a lo largo del s. IV a. de
C., consecuencia de las guerras del Peloponeso, marca un cambio fundamental en el
arte, que evoluciona hacia nuevas formas de expresión.
El período helenístico supone una profunda transformación de la civilización y la
cultura griega. El imperio creado por Alejandro Magno (336-323 a. de C.) hará posible
la difusión de la cultura griega por un espacio geográfico que desbordó los estrechos
límites de la época clásica. Con la cultura griega viajaron las formas artísticas y las
soluciones técnicas ideadas por los griegos que, a partir de ese momento, se convirtieron
en el referente estético indiscutible en todo la cuenca mediterránea. Para muchos
historiadores esta etapa está ya fuera de los límites cronológicos del arte griego, por
considerar que sus resultados estéticos son distintos del arte griego clásico.