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la Comisión del Acuerdo de Cartagena.

ARTÍCULO 32:

“Es permitido utilizar obras literarias o artísticas o parte de ellas, a título de


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límites justificados por el fin propuesto o comunicar con propósito de
enseñanza la obra radiodifundida para fines escolares educativos,
universitarios y de formación personal sin fines de lucro, con la obligación de
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Artículo 22 de la Decisión 351 de la Comisión del Acuerdo Cartagena.

ARTÍCULO 22:

Sin prejuicio de lo dispuesto en el Capítulo V y en el Artículo anterior, será


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alguna, los siguientes actos:

b) Reproducir por medio reprográficos para la enseñanza o para la


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condición que tal utilización se haga conforme a los usos honrados y que la
misma no sea objeto de venta o transacción a título oneroso, ni tenga directa
o indirectamente fines de lucro;...”.
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B)/CELEBRACldN I DEL / ARO ( DE 1 LA I Q U I M I C A I I
Deborah Blum es divulgadora
cientifica. En 1992 gan6 un premio
Pulitzer. Supo de las feromonas al
observar a su padre, entom6log0,

'
extraerlas de las hormigas.

OR
yor superposicibnde las fechas de comien-
zo y tCrmino.
En la actualidad, la idea de sincronia
en la menstruaci6n humana suele cono-
cerse como efecto McClintock. Pero la idea

1 vestigaciones
que ha continuado
y a sudando
reputaci6n,
forma ea inspira
sus in-
un campo cientifico todavia floreciente, es

DEL PENSAMlENTO que esa misteriosa sincronia, esa interco-


nexi6n reproductora, est&provocada por
mensajes quimicos entre las ferninas. Es
decir, 10s humanos, como tantas otras cria-
Aunque no nos percaternos de ello, turas, nos comunicamos con nuestros se-
mejantes mediante sefiales quimicas.
nos C~muIl i~amosmcdiante sefialcs q~imicas, -
La identificacibn de molCculas sefiali-
zadoras especificas y de sus efectos en
tal y corn() hacen las abejas y las aves nuestro organism0 (corn0 se ha hecho con
precisi6n para un sinfin de feromonas de
Deborah Blum insectos) est5. resultando mucho m&sdi-
ficil de lo esperado. Pero en 10s cuatro de-
cenios transcurridos desde el descubri-
NA OSAD~AJUVENIL FUE LO QUE PUS0 EN MARCHA LA CARRERA CIENT~FICA DE miento de McClintock, se ha podido ir es-
Martha McClintock. En verano de 1968, como alumna del Colegio Welles- bozando un mapa de la influencia de las
ley, asistia a un curso del Laboratorio Jackson, en Maine. Durante un des- sefiales quimicas sobre un espectro de
canso para almorzar, investigadores de renombre discutian sobre la apa- conductas humanas. No solo sincroniza-
rente sincronizacidn de 10s ciclos ovaricos en las hembras de rat6n. La mos nuestro ciclo reproductor, sino que
joven McClintock, que se hallaba cerca, les solt6 de repente: ccisaben? Las mujeres podemos reconocer tambiCn a nuestros
tambiCn lo hacenm. parientes, responder a1estrCs de otras per-
sonas y reaccionar ante su estado animi-
co. Conforme se vaya sabiendo m&ssobre
<<Norecuerdo las palabras exactas,,, son, su supervisora de estudios. Y Samp- esa red de interacciones humanas, m&s
explica ahora entre risas en el despacho son le contestb: ccAcepta la apuesta, in- evidente ser&la arbitraria divisoria traza-
de su laboratorio en la Universidad de vestigalo y averigua por ti misma si tienes da entre 10s humanos y el mundo natural.
Chicago. <<Per0todos se volvieron y me raz6n o no>>.
miraron.,, Resulta f&cil imaginarla en P e s afios despuCs, McClintock public6 LA QU~MICA
EN EL R E I N 0 A N I M A L
aquel lejano encuentro, la misma mirada en Nature una nota de dos pkginas, titula- La apasionante idea de que 10s animales
franca, la misma faz amistosa. Pero a1 gru- da <<Menstrual synchrony and suppression>> compartan indicadores quimicos invisi-
po de la mesa no le hizo gracia y le espe- (c<Sincroniay supresi6n menstrual,,). En b l e ~cuenta con una larga e ilustre histo-
taron que no sabia lo que decia. su estudio detallaba un efecto fascinante ria, a1 menos en lo que a otras especies
McClintock, sin dejarse amedrentar, observado en 135 mujeres de las residen- concierne. Los antiguos griegos ya conje-
plante6 la cuesti6n a varios doctorandos cias del Wellesley a lo largo de un curso turaban que las perras en celo podrian
asistentes a1 curso, quienes le apostaron acadCmico. Los ciclos menstruales pare- producir alguna misteriosa secreci6n que
a que no podria hallar datos que respal- cian variar, especialmente en mujeres que inducirfa en 10s machos un jadeante fre-
daran su afirmacidn. De regreso a Welles- pasaban mucho tiempo juntas. La mens- nesi. Charles Darwin, a1 aludir a varias es-
ley le consult6 el asunto a Patricia Samp- truaci6n se hacia m b sincrbnica, con ma- pecies notorias por su olor, propuso que

Existen indicios de que 10s humanos intercambian de modo inconsciente Estas seaales quimicas guardan semejanza con las feromonas halladas en
mensajes quimicos que ayudan a sincronizar 10s ciclos menstruales femeninos, cientos de especies animales, entre ellas, numerosos mamiferos.
" i w f i c a r la presencia de familiares o expresar estados animicos, corno el es-
' Se estdn aislandocompuestos segregados por humanos, de 10s que se pretende
&f el miedo. averiguar el efecto fisiol6gico y psicol6gico.
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-.--.-
Diciembre 2011,~ n v e s t i g a c i o n y ~ i e n c v
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cia en el proceso evolutivo, a1 man- serv6 una respuesta ffsica directa a esa mor durante la prueba, que dur6 entre 15
nos m&sintimamente en sintonia aparente sefial quimica: una reduccibn y 20 minutos. En un estudio de seguimien-
unos con otros. pequefia, pero mensurable, en la concen- to se repiti6 el proceso, completado ahora
La psic6loga Denise Chen, de la Uni- traci6n sanguinea de testosterona en 10s con tecnicas de neuroimagen. Se observ6
versidad de Rice, sostiene tambiCn que probandos. Es posible que la sefial haya que ciertas regiones cerebrales asociadas
las alertas quimicas nos habrian conferi- evolucionado para significar menor ferti- con la atencibn, la emocibn y el procesa-
do ventajas evolutivas. La investigadora lidad, como ocurre durante la menstrua- miento visual se hallaban m&sactivas en
obtiene muestras de olor corporal de es- ci6n. De mod0 m b general, el descubri- 10s individuos expuestos a la sustancia se-
pectadores de peliculas de terror valiCn- miento puede contribuir a explicar un ras- fializadora. McClinctock considera que se
dose de piezas de gasa colocadas en sus go exclusivo de 10s humanos, el llanto. trata de un fen6meno feromonal cl&sico,
axilas, que recogen la sudoraci6n de 10s del tip0 de 10s que ella conjeturaba hace

t
sujetos a1 sentir miedo. A continuacibn DESCRlBlR EL MECANISMO EXACT0 decenios.
hace oler las gasas a voluntarios. Para Uno de 10s principales objetivos consiste Incluso asi, ella y otros investigadores
'S comparacibn, Chen muestrea tambiCn el ahora en identificar 10s compuestos clave siguen hablando de las ccsupuestas fero-
sudor de espectadores de comedias o de que aportan sefiales subrepticias y deter- monast,. Los humanos somos complica-
peliculas emotivamente neutras, como 10s minar el mod0 en que nuestro organism0 dos. Resulta dificil demostrar de forma
. , documentales. detecta esas sefiales y reacciona ante ellas. concluyente la existencia de vfnculos cau-
George Preti, quimico en Monell, ha tra- sales entre compuestos especificos y cam-
En uno de sus primeros experimentos
r observ6 que 10s participantes discernfan zado un plan de investigaci6n en el que se bios conductuales. De hecho, nadie sabe
' si el donante del sudor se sentia atemori- prevC estudiar esos mensajeros mediante con certeza quC sustancia o sustancias ex-
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zado o feliz. Acertaron en sus conjeturas el anklisis del sudor y las secreciones apo- plican el hallazgo inicial de McClintock,
I m&sque si las hubieran hecho a1 puro crinas, asi como examinar las concentra- la sincronizacibn de 10s ciclos menstrua-
azar, sobre todo en el caso del sudor in- ciones hormonales en 10s sujetos que ol- les. Incluso el fen6meno se muestra un
ducido por miedo. A1 proseguir con sus fatean esos compuestos. Plan con el que tanto elusivo: se ha confirmado en nume-
investigaciones,Chen demostr6 que la ex- concuerda Lundstrom, quien afirma que rosos estudios, pero tambiCn refutado en
posici6n a1 ccsudor del miedo,, parecia in- adn hay que determinar con precisi6n las otros, por lo que adn no ha sido acepta-
tensificar la respuesta de alarma, ya que sefiales portadoras de la informacibn. do de forma unhnime.
10s participantes reconocian mejor el mie- 'PdmbiCn McClintock lo considera prio- Gran parte del debate se centra en sa-
do en 10s rostros de otros. La exposici6n ritario. De hecho, se ha centrado hace poco ber con exactitud lo que se sincroniza, si se
reforzaba incluso la eficacia cognitiva: en en la descripci6n detallada de una de las trata del momento de la ovulaci6n o de la
tests de asociacidn verbal que contenian quimiosefiales m&spotentes, el esteroide duracibn del ciclo. Una revisi6n de datos
tCrminos relacionados con al@n peligro, androstadienona. McClintock considera obtenidos desde 10s afios noventa por Leo-
las mujeres que olieron sudor de miedo que la fuerte acci6n de esta pequefia mo- nard y Aron Weller, padre e hijo, de la Uni-
superaron a quienes les fue presentada lCcula hace que merezca la denominaci6n versidad Bar-Ilan en Israel, ha revelado que
una sudoraci6n neutra. c<Sihueles el mie- de feromona humana. Actda como una la sincronizaci6n se produce unas veces, y
do, detectas antes las palabras asociadas sefial quimica que indica pertenencia a otras no. aSi existe,,, informaba Leonard
a Cl,,, explica Chen. la especie e influye en la psicologia y en la Weller, ccest&claro que no es ubicua,,.
En un estudio reciente, Chen y Wen conducta. Desde hace afios, varios labo- Aunque conserva la autoconfianza de
Zhou, de la Academia de Ciencias de Chi- ratorios, entre ellos 10s de McClintock y sus dias de estudiante, McClintock con-
na, compararon la respuesta de parejas Lundstrom, han hallado que el compues- cede que el efecto es m&ssutil de lo que
de larga duraci6n con otras de corta du- to ejerce efectos mensurables sobre la cog- a1 principio habia creido. Pero tambihn
raci6n. Los resultados indicaron, como tal nicibn, modifica las concentraciones de opina que 10s criticos tienden a dejar de
vez cabia esperar, que cuanto m&stiem- hormonas de estrCs, como el cortisol, e in- lado el punto m&simportante: que des-
po llevaba junta una pareja, m&sacerta- duce cambios en la conducta emotiva. de aquel estudio suyo se han ido aportan-
ba a interpretar la informaci6n de temor En tiempo reciente, McClintock y Su- do cada vez m&spruebas sobre la comu-
o de felicidad del otro, a1 parecer codifi- ma Jacob, de la Universidad de Illinois en nicaci6n quimica entre humanos. Y no
cada en el sudor. Chen espera, en dltima Chicago, han estudiado la influencia de sorprende que nuestro sistema de men-
1 instancia, que entender la importancia la androstadienona en el estado de &ni- sajeria quimica estC resultando tan in-
mo. Mezclaron una minima cantidad en trincado como cualquier otra forma de
del olfato sirva para comprendernos a no-
sotros mismos. el disolvente propilenglicol y enmascara- comunicaci6n humana.
Y se est&nobteniendo m b pruebas so- ron su posible aroma con aceite de clavo.
bre la influencia de la percepci6n incons- A continuaci6n expusieron un grupo de
ciente de olores en un abanico de conduc- estudio a una disoluci6n que contenia el PARA S A B E R M A S
tas humanas, desde la cognitiva a la se- compuesto, y un grupo de control a1disol-
Menstrual synchrony and suppression. Martha McClintock
xual. En enero de este afio, un equipo del vente puro. Se les pidid a 10s probandos en Nature, vol. 229, pdgs. 244-245.22 de enero de 1971.
Instituto Weizmann de Ciencias en Reho- que olisquearan gasas con una de las dos Pheromones and animal behavior: Communication by
vot, dirigido por el psic6logo Noam Sobel, variantes; se les dijo que participaban en smell and taste. Tristram D. Wyatt. Cambr~dgeUniversity
inform6 de que 10s hombres que habian una investigaci6n sobre el olfato. Por til- Press. 2003.
olfateado las lkgrimas femeninas provo- timo, todos 10s probandos debian cumpli- Insect pheromones: Mastering communicationto control
pests. Margie Patlak et al. National Academy of Sciences,
1 cadas por una emoci6n sintieron de pron- mentar un largo y tedioso cuestionario. 2009
En conjunto, 10s sujetos expuestos a la Fifty years of pheromones. Tristram D. Wyatt en Nature,
to menos interCs sexual que otros que olie-
. ron una mera disoluci6n salina. Sobel ob- androstadienona estuvieron de mejor hu- vol. 457, pags. 262-263,15 de enero de 2009.

Diciembre 2011, 1nvestigacionyCiencia.e~35

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