Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
en torno
a los huevos
Por Greymar Hernández
Martín 30
Bruno 25
Valeria 24
Sinopsis
Luego, entra Bruno, temeroso, con los ojos muy abiertos y con
movimientos convulsos. Inspecciona el lugar. Saluda a Martín, con
formalidad, pero con amabilidad, al mismo tiempo.
Pausa.
Pausa.
Martín: Nadie.
Bruno: Ah.
Pausa.
Martín: (Sin dar mucha importancia y con la mirada entre sus papeles) No es
nada.
Pausa.
Pausa.
Bruno: Quiero decir, en este tipo de… escenarios, los descosidos se notan a
leguas.
Martín: Caray, no creo que sea para tanto. Es una simple entrevista. Una más,
como cualquier otra. ¿No?
Martín: ¿Perdone?
Bruno: Quiero decir que esta no es una entrevista como cualquier otra que
usted haya tenido en su vida.
Bruno: Ah, me contenta saber que usted también es un hombre de fe. Eso,
estoy seguro, le abrirá muchas puertas.
Pausa.
Martín: ¡Cálmese! (Siguiendo el juego) No pasa nada. Íbamos por los huevos.
Bruno: ¡Ah sí, los huevos! Usted me ha dicho que ha venido también a la
entrevista, ¿cierto?
Martín: Es cierto.
Bruno: Entonces, usted sabrá que, actualmente, todo gira en torno a los
huevos.
Bruno: ¡Es una realidad, señor Martín! Y usted debería saberlo si aplicó a este
cargo.
Bruno: ¡¿Pero qué dice?! ¿Cómo puede ser una entrevista más? Si esta es la
oportunidad más grande que cualquiera desearía… (Se da cuenta de que le
está hablando a su competencia directa y recula). ¿Sabe qué? Tiene usted
razón: esta es sólo una entrevista más.
Pausa.
Bruno: ¿Si?
Martín: Tiene usted razón en eso de que todo gira en torno a los huevos.
Martín: ¡Por supuesto! Por ejemplo: muchas colonias animales basan toda su
existencia en la importancia de los huevos.
Bruno: Pues…sí.
Pausa.
Bruno: ¿Ha visto usted, alguna vez, cómo es por dentro una colmena o un
hormiguero?
Bruno: Seguramente.
Pausa.
Martín: Vaya, aquí dentro los huevos serán lo primero, pero la puntualidad lo
último. ¿No le parece?
Bruno: ¡Por supuesto que sí! ¡Me siento mejor que nunca!
Ambos se sientan.
Pausa.
Pausa.
Valeria: ¿Y ha venido…?
Pausa.
Valeria: ¿Perdone?
Valeria: (Burlona) Pues, mire, yo no sé haya entre ustedes dos, pero la verdad
es que no es de mi interés.
Pausa.
Pausa.
Valeria: Gracias.
Pausa larga.
Escena 2
Martín: (Observando a los demás) ¿Y qué tal les fue con las tres pruebas
previas?
Martín: Si, las que exigían que hiciéramos, antes de la entrevista en vivo.
Pausa.
Martín: ¿No se marearon con tantas figuritas ovoides, pequeñitas, una sobre la
otra, y tantos colores…?
Valeria: ¡Es obvio que esto es una broma! Seguramente creyeron que sería
muy fácil engañarme. Pero no piensen que porque llegué de última, voy a estar
en desventaja. No sé qué pretenden. Ni sé qué habrán tramado, antes de que
yo llegara. Pero de algo estoy segura: no completé ninguna prueba previa
porque ¡no existe tal cosa!
Martín: Esto llegó a mi correo, hace un mes. Me pidieron que lo estudiara muy
bien, antes de venir a la entrevista y que cumpliera, una a una, con las tres
pruebas.
Valeria: Habrá que buscar en la carpeta de “Spam”, tal vez quedó allí.
Abre la carpeta.
Escena 3
Martín: Muy bien, la primera prueba dice: “Deberá aprender a decir la palabra
huevo en un mínimo de veinte idiomas”.
Martín: (Burlón, repite, esta vez más de prisa) “Ei”, “muna”, “oeuf”, “auyú”,
“egg”, “uovo”, “ovo”, “ola”, “jajé”, “tojás”, “vezé”, “bajd”, “ubh”, “jajko”, “ou”, “agg”,
“kiausinis”, “wy”, “jajce”, “arrautza”.
Valeria: (Burlona) ¿Y qué tal le fue con eso? ¿Pudo poner alguno?
Martín: Está bien. Pero será más fácil si lo hacemos juntos. Lo primero que
debemos hacer, es elegir un espacio cómodo para sentarnos y aprender la
postura correcta. El ejercicio se lleva horas, pero como estamos contra reloj, yo
creo que con un par de minutos, bastará.
Pausa incómoda.
Pausa.
Bruno: (Se va sintiendo cada vez peor. Suda. Disimula) Muy bien…
Bruno: Lo siento, no puedo mirar esos papeles. Me hacen sentir muy mal.
Bruno: ¿Y nosotros…?
Martín: ¡Ustedes son un par de chicos con mucha suerte! Esto será, a partir de
ahora, un asunto de ganar-ganar. Les explico mejor: ustedes han sido
contactados para una entrevista laboral, lo que significa que están en la
búsqueda de trabajo. Pues, la primera gran noticia es que ¡ya tienen el empleo!
A partir de hoy, pasarán a ser parte de esta sociedad secreta. Su trabajo
consistirá en ayudarnos a reclutar a más pacientes. Mientras tanto, ustedes
recibirán a cambio el tratamiento contra sus fobias. Al principio, deberán pagar
un monto simbólico mensual por el tratamiento con el que serán beneficiados.
Bruno: Bueno, yo, la verdad, no veo ninguna razón para no quedarme. Sí, es
cierto, nos trajeron engañaron, pero me parece que la oferta compensa el
engaño. ¿Qué tan difícil puede ser el trabajo? Y si, además, me van a curar
¿qué más puedo pedir?
Martín: Si. Yo también tuve una fobia y, como ven, estoy completamente
curado. La política de la empresa establece que, una vez que te deshaces de
tu fobia, no la vuelves a nombrar. Así que no puedo revelarles de qué padecía,
pero sí puedo decirles que soy el vivo ejemplo de que esto funciona. Soy la
prueba fehaciente de la eficacia de esta empresa. Amigos míos, no les queda
otra opción más que confiar. Al fin y al cabo, todo gira en torno a los huevos,
¿no? Para llegar lejos, para ganar, para cambiar, hay que tener huevos. ¿Qué
pueden perder?
Martín: ¡Muy bien! ¡Estupendo! ¡Les felicito! Ya verán que a partir de este
momento la vida les cambiará. Este programa es infalible. Ahora que han dicho
“sí”, sólo resta que firmen un par de formularios donde adquirirán con el CIH,
un compromiso de estricta confidencialidad y voy a necesitar apuntar algunos
datos adicionales.
Martín: ¡Estupendo! Ya estamos casi listos. Ahora, sólo voy a necesitar que me
digan, por favor, sus fechas de nacimiento.
Valeria: Si, es el nueve, nueve tres, cinco nueve, dos nueve, nueve…
Martín sale.