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El Sexo En La Conquista De América

A lo largo de la historia en toda guerra y conquista los participantes han sido


mayoritariamente hombres. Y a pesar de encontrarse en las peores circunstancias
y en los lugares más inhóspitos siempre han sentido la necesidad de saciar su
apetito sexual. Por ello no es de extrañar que los grandes ejércitos de los distintos
imperios que han existido llevasen dentro del grueso de sus tropas prostitutas
para calmar la fogosidad de los soldados y no tener que esperar a que el conflicto
terminase y arramplar con las mujeres de los vencidos, que era tristemente lo más
habitual. La obtención del botín y la violación sistemática de niñas y mujeres ha
sido una constante en la historia de la Humanidad y sigue siéndolo en la
actualidad en plena época de defensa de derechos del hombre y liberación de la
mujer en muchos de sus aspectos.

En el caso de la conquista de América los primeros españoles que arribaron a


las costas americanas rápidamente se entremezclaron con las nativas buscando
esa compañía que las españolas aún no podían proporcionarles por haber llegado
muy poquitas aún. Y de las que llegaban en muchos casos morían por las
enfermedades contraídas por las malas condiciones en las que tuvieron que vivir
en esos  primeros años de colonización o caían en manos de nativos que las
esclavizaban o sacrificaban. La llegada de este nuevo elemento sexual, el “macho
ibérico”, produjo un cambio radical en el panorama sexual del continente
generando no pocos conflictos con los celosos nativos que derivaron en
enfrentamientos y peleas por defender la “posesión” de las hembras.  Todo muy
“animal”.

De hecho en la primera expedición al Nuevo Mundo al mando


de Cristóbal Colón, los hombres de Diego Arana que construyeron el Fuerte de
la Navidad con los restos de la nao Santa María, buscaron satisfacer sus
instintos sexuales con las nativas taínas de la isla Española. Casi 3 meses
navegando  sin ver una sola mujer y de repente se encontraron con las nativas
como Dios las trajo al mundo. El corazón les debía de palpitar a un ritmo
desenfrenado. Estos 40 castellanos, a pesar de las órdenes de Colón de respetar a
los nativos, desataron el frenesí sexual y se lanzaron a conquistar sexualmente a
las indígenas provocando con ello el enfado y la reacción violenta de los taínos
que derivó en el enfrentamiento con los recién llegados. El cacique
taíno Guacanagarix explicó a Colón estas muertes porque éstos “tomaron
cuatro mugeres, allende de las cuales tomavan en la villa la moças que querían“.
Cuando Colón y otros 1500 españoles llegaron a la zona varios meses después en
la primera expedición colonizadora se encontraron con el dantesco espectáculo
del fuerte destruido y sus hombres muertos.

Ya los cronistas narraban que los taínos y los nativos de las islas antillanas
disfrutaban de una sexualidad demasiado abierta para la conciencia europea, las
nativas eran bastante receptivas ante el extranjero y no tenían los prejuicios
principalmente religiosos de los extranjeros por lo que para el conquistador fue
relativamente fácil hacerse con un harén de varias indígenas. Exacerbando de
esta manera también a la iglesia que no veía con buenos ojos tanto libertinaje.

El cronista madrileño Gonzalo Fernández de Oviedo nos dice: “las mujeres de


la Española aunque con los indios eran buenas o no tan claramente lujuriosas,
fácilmente a los cristianos se concedían...”. Igualmente, el mismo cronista
hablando sobre las indígenas de la isla de Cuba se expresa así: “…cuando los
indios se casan la novia fornica con todos los invitados, siendo el último el
esposo”. Algo exagerado el cronista creo yo.

Pero a pesar de esa supuesta fogosidad indígena hubo mucha violencia, muchas
violaciones y abusos contra ellas cometidos por los conquistadores. Era una
época brutal en donde la justicia penaba más matar a un caballo que violar a una
nativa o una esclava. No había una protección legal importante y la violencia
sexual era una constante, no solo en las selvas americanas sino también en
la Europa del siglo XV y XVI. Como ejemplo viviente Miguel de Cuneo,
genovés amigo de Colón y compañero de expedición de éste en su segundo
viaje dio testimonio de la que podría ser la primera violación europea
en Indias: “Estando yo en la barca tomé una cambala bellísima, la cual me
regaló el señor Almirante; y teniéndola en mi camarote, al estar desnuda según
su usanza, me vino deseo de solazarme con ella; y al querer poner en obra mi
deseo, ella, resistiéndose, me arañó de tal modo con sus uñas que yo no hubiese
querido entonces haber comenzado; (…) agarré una correa y le di una buena
tunda de azotes, de modo que lanzaba gritos inauditos (…). Por último, nos
pusimos de acuerdo de tal manera que os puedo decir que de hecho parecía
amaestrada en la escuela de rameras”.

Esto sucedió en los primeros años de la conquista. Según los españoles fueron
asentándose en distintos lugares la situación fue normalizándose. Muchas parejas
mixtas fueron casándose, siempre con el previo bautizo de la nativa y la
sustitución de su nombre nativo con uno español, y el nacimiento de hijos
mestizos. La corona española apoyó y promovió estos matrimonios si bien,
durante la época de Nicolás de Ovando, se vigiló muy de cerca los matrimonios
de españoles con las hijas de los caciques taínos porque estos hombres pasarían a
ser herederos del cacicazgo y con ello obtendrían un poder que la corona podía
ver como una amenaza a su soberanía. Los permitió pero los vigiló muy de cerca.

A pesar de que parece que los españoles tenían todas sus necesidades satisfechas
con las indígenas echaban de menos a sus compañeras españolas y ya desde muy
pronto comenzaron a arribar a las Indias mujeres castellanas tanto casadas como
solteras. Familiares de conquistadores y colonos, hidalgas, siervas, esclavas, etc.
De todo tipo. Si bien el número de las mismas seguía siendo muy inferior al
masculino. La corona española empezó a dar preferencia de entrada a Indias de
familias completas, es decir, marido y  mujer, otorgándoles beneficios para
establecerse en el nuevo continente.  Todo con la idea de crear familias y
asentamientos más estables.

Esta escasez de mujeres europeas llevó a la creación del primer lupanar de


América. El rey Carlos I firmó una Real Cédula en Granada el 21 de agosto
de 1526 que otorgó permiso a Juan Sánchez Sarmiento para edificar la primera
“casa de mujeres públicas” del continente americano en Santo Domingo “por la
honestidad de la ciudad y mujeres casadas de ella y por excusar otros daños e
inconvenientes”, causados muy probablemente por los marineros, soldados y
todo tipo de personas que llegaban a la ciudad tras una larga y dura travesía
oceánica.
Transportándonos a otras zonas de las Indias, más concretamente hacia el sur y
llegando a Asunción, conquistada unos años más tarde que la zona antillana, el
presbítero Francisco González Panigua le escribe al rey de España que el
conquistador que “está contento con cuatro indias es porque no puede haber
ocho y el que con ocho porque no puede haber dieciséis y que no hay quien baje
de cinco y de seis, la mayor parte de quince, y de treinta y cuarenta los lenguas y
capitanes”. Todo un harén que se montaron los conquistadores con las guaraníes,
las cuales

“son muy lindas y grandes amantes, afectuosas y muy ardientes de cuerpo”,


según el cronista Ruy Díaz de Guzmán. De hecho a Asunción la llamaban
el “Paraíso de Mahoma” por aquello de los harenes. Eso puede explicar el
rápido éxito que tuvo el asentamiento de Asunción y el estrepitoso fracaso del
primero intento de establecimiento de Buenos Aires donde según cuentan las
nativas eran más frías y lejanas. De hecho, años más tarde, los fundadores del
“segundo” Buenos Aires llegaron procedentes de Asunción.
En conclusión, como en otros aspectos de la vida, en el sexual también se
produjo un choque cultural entre los nativos y los recién llegados. Los indígenas
tenían otra forma de ver la sexualidad y los conquistadores venían de una
sociedad en la que la sexualidad estaba muy reprimida y con amplios prejuicios
principalmente religiosos. La promiscuidad masculina encontró un magnífico
campo para expandirse entre las féminas locales que se mostraban bastante
receptivas, aunque esto no fue óbice para que se produjeran terribles casos de
violaciones y abusos contra el género femenino. Al mismo tiempo de la
conquista militar, política, cultural y social se producía lenta pero imparable una
conquista genética que derivaría en la creación de la raza mestiza
hispanoamericana.

Fuente: https://www.historiadelnuevomundo.com/index.php/2015/10/el-sexo-en-la-
conquista-de-america/

Material complementario: Mujeres de buen acatamiento, capitulo 78, historia del mundo
contada para escépticos, Juan Eslava Galán.
Preguntas y actividades para trabajar.

-Busque información sobre las costumbres sexuales, matrimoniales y familiares


así como la función que cumplía las creencias de los europeos en la época de la
colonización y conquista, y de los nativos que ya Vivian en América.

¿Cuáles fueron las primeras causas de enfrentamiento entre nativos y


colonizadores? ¿Por qué las nativas andaban casi desnudas? ¿Qué diferencias
religiosas y costumbres encuentra entre europeos y los nativos de América? ¿Qué
enfermedades de transmisión sexual se propagaron en ese momento? ¿Qué
enfermedades de transmisión sexual conocemos hoy en día y cómo podemos
evitarlas? ¿Qué función cumplía la mujer en Europa y en América en el siglo xv?
¿Hubo abusos sexuales por parte de los colonos? ¿Por qué no se penaron?

Busque información de las alianzas matrimoniales entre conquistadores y nativas,


y resuma brevemente la función que cumplieron.

Busque información del mestizaje colonial.

I.S.F.D.y.T: N°28
ALUMNO: CIRICA, CRISTIAN
DOCENTE: CARELLA, MARISA
CURSO: PERSPECTIVA PEDAGÓGICO DIDÁCTICA
TRABAJO PRÁCTICO: EL ESTUDIO DE CASOS COMO METODO
DE ENSEÑANSA

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