Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Los Gases Medicinales, en la actualidad tienen un rol muy importante en la medicina, en los
cuidados que se brinda a los pacientes. Las aplicaciones de los gases medicinales en el hospital
son cada vez más variadas y el número de puntos de consumo es muy amplio, pudiéndose citar
las unidades de cuidados intensivos e intermedios, el campo de la anestesiología y cirugía, la
oxigenoterapia entre otros. Todo ello, y el carácter de soporte de vida que en muchas ocasiones
tienen estos gases, convierten su suministro en un aspecto crítico de todo hospital.
El suministro eficiente de estos gases, junto con la instalación de la red de vacío en toda la
extensión de un hospital, requiere de un sofisticado sistema en red: el Sistema Centralizado de
Gases Medicinales y de Vacío. En el Hospital Cardiológico Infantil Latinoamericano, este
sistema centraliza la distribución de oxígeno, de óxido nitroso y de aire comprimido, así como
el de vacío médico - quirúrgico y de laboratorio.
Los gases medicinales han sido elevados a la categoría de medicamentos en muchos países
desarrollados, ya que se han convertido en una parte importante de la medicina moderna, y
deben ser vistos como parte necesaria del conjunto de medicamentos utilizados en un adecuado
tratamiento de las enfermedades y considerados, producidos, distribuidos, prescritos y
administrados con la misma precisión y cuidado que cualquier otro medicamento.
En la presente charla se describirán brevemente los componentes básicos del sistema de gases
medicinales del Hospital Cardiológico Infantil y algunas consideraciones básicas sobre su
mantenimiento.
En la presente charla se considerará el tema de la operación básica del sistema y las labores de
mantenimiento en el nivel primario, las cuales siempre serán responsabilidad de los operarios.
Es imprescindible que las mismas sean completamente entendidas por el personal, ya que de no
ser así, se corre el riesgo de dañar los equipos y causar daño a los pacientes, lo cual siempre se
debe evitar.
Los elementos principales que componen el sistema centralizado de gases medicinales del
Hospital son:
Tanques criogénicos.
Cilindros.
Central de gases.
Generadores de aire comprimido medicinal.
Generadores de vacío.
Tuberías de distribución de gases y de vacío.
Dispositivos de control.
Estaciones de uso, o unidades terminales o tomas.
Dispositivos de monitoreo y alarma.
Equipos secundarios.
En la figura 1 se muestra un esquema del sistema (1), incluyendo las fuentes centrales de
suministro, la red de tuberías de distribución y algunos de los puntos de uso.
Tanque criogénico
El Hospital cuenta con un tanque criogénico principal y uno secundario de respaldo. También se
instaló una “toma de emergencia” que permitirá el suministro desde un vehiculo tanque, en caso
de ser requerido.
Los tanques son propiedad de la empresa AGA, la cual estará encargada de su mantenimiento.
El personal no debe manipularlos, a menos que se haya llegado a un acuerdo con AGA.
Hasta el presente no se han instalado los sensores para el sistema de alarma, lo cual debe
ejecutar la empresa AGA a la brevedad posible.
Central de gases
La central de gases se compone de dos baterías iguales de cilindros que se conectan a un mismo
colector mediante conexiones normalizadas de alta presión. Un sistema automático de
distribución permite alternar el funcionamiento de ambas baterías, asegurando el suministro
ininterrumpido y regulando la presión del gas que sale de los cilindros a la requerida por el
sistema.
En la figura 3 se muestra el esquema de una central típica utilizada en clínicas y hospitales con
bajo consumo de gas. Este tipo de central garantiza el suministro permanente del gas hacia
cualquier punto del establecimiento, además de calidad y seguridad. Los sistemas de comando
pueden ser automáticos, semi-automáticos o manuales. Los equipos instalados en el Hospital
son automáticos.
Figura 3. Central de Gases Medicinales
Para garantizar una confiabilidad adecuada, los sistemas de gases de gran consumo, tales como
el de oxígeno, cuentan con dos fuentes de suministro: una principal, que puede ser un tanque
criogénico, y otra de reserva, con cilindros de gases comprimidos. Tal es el caso del Hospital,
en el cual la central de oxígeno cumple la función de reserva.
Cuando el consumo no es tan alto, la central que cuenta con dos brazos cumple con las mismas
condiciones, siendo uno de los brazos la fuente principal y el otro la fuente secundaria. El
sistema de monitoreo y alarma emitirá señales audibles y visuales, locales y remotas, para
indicar que la fuente principal está a punto de agotarse. La central de óxido nitroso del Hospital
tiene estas características.
El personal operador solo debe garantizar que los cilindros no estén vacíos, reponiéndolos
cuando se vacíen, lo cual provocará que se encienda un indicador rojo y se active la alarma.
Para ello deben manipular las conexiones, tipo rabo de cochino (pig tail), adecuadamente para
evitar que se rompan y ajustando las tuercas de forma que no se presenten fugas en los puntos
de conexión.
Los cilindros vienen identificados con etiquetas y colores. Los cilindros de oxígeno son verdes y
los de óxido nitroso son azules. En el local de las centrales se instalaron estructuras en tubo
(racks) para almacenar los cilindros de ambos gases en forma segura, separándolos en llenos (de
reserva) y vacíos (para reponer). Los operadores reportarán al Departamento de Mantenimiento
cuando haya cilindros vacíos para que la empresa suplidora los cambie por llenos.
Los cilindros de oxígeno se llenan en fábrica a una presión de unas 2.000 libras por pulgada
cuadrada (p.s.i.) y los de óxido nitroso a una presión de unos 800 p.s.i.. Las centrales cuentan
con reguladores de presión (5 en cada caso) para reducir la presión en dos etapas a presiones
entre 48 y 55 p.s.i.
Figura 4. Módulo principal de una central automática de gases
La central cuenta con tres manómetros visibles, tal como se muestra en la figura 4. El
manómetro superior monitorea la presión de salida, presión baja o presión de línea, la cual debe
estar entre 48 y 55 p.s.i. Esta presión se ha fijado para cada una de las centrales. Los
manómetros de la parte inferior monitorean la presión a la entrada de los reguladores de presión
de alta, uno para cada brazo.
El operador debe tomar una lectura diaria de cada uno de estos manómetros y anotarlas en el
libro de novedades, indicando la hora y la fecha.
La central de óxido nitroso cuenta con un módulo de calefacción para evitar que se congele la
central con la evaporación del gas. El operador debe verificar que los bombillos indicadores
estén encendidos y que el módulo esté ligeramente caliente al tacto.
El aire requerido en los hospitales debe tener un nivel de pureza tal que pueda ser considerado
como “respirable”. Cuando el aire que nos rodea se comprime mediante compresores
convencionales, los vapores de agua y aceite que contienen y la concentración de partículas en
suspensión aumentan de manera significativa, comprometiendo la salud de los pacientes.
Adicionalmente, los vapores de agua y aceite se condensarán posteriormente a la compresión,
formando minúsculas gotas que al mezclarse con esas partículas concentradas formarán un lodo
abrasivo y aceitoso que contaminará las tuberías y los equipos conectados a ellas.
Estas unidades se suministran en forma de un "paquete" prearmado listo para ser conectado a la
red hospitalaria tal como el que se muestra en la figura 5, e incluye un tablero eléctrico de
control, programador electrónico que controla el funcionamiento de los compresores, secadores
de aire y sistemas de monitoreo y alarmas. Todo orientado a ofrecer una solución completa al
problema del aire cumpliendo con los criterios de calidad, seguridad y confiabilidad que
demanda un ambiente hospitalario moderno.
Figura 5. Sistema de Compresores de Aire Medicinal
El sistema cuenta con dos compresores “no lubricados”, con lo cual se evita la presencia de
aceite, uno de los elementos que más afecta la pureza del aire. Cada compresor tiene una
capacidad suficiente para proporcionar el máximo caudal nominal. Vale decir que en
condiciones normales solamente funcionará uno de ellos quedando el otro repuesto instalado, el
cual entrará en operación si el compresor activo resulta incapaz de alcanzar la presión de parada
en un tiempo determinado.
El sistema se controla desde el tablero del sistema, el cual cuenta con las palancas para
manipular los interruptores termomagnéticos, los selectores de modo de operación, el
programador - controlador (PLC), el piloto indicador y el parlante de la alarma. En la figura 6 se
muestra un tablero de control para cuatro compresores; en el hospital se instaló un sistema de
dos compresores.
Para que el sistema funcione en el modo automático, el operador colocará las palancas de los
dos interruptores termomagnéticos en la posición “ON” (encendido) y los selectores en la
posición “Auto” (automático). El sistema arrancará uno de los compresores hasta que se logre la
máxima presión, alrededor de las 105 p.s.i., a partir de allí el compresor no comprimirá,
operando como en neutro hasta que se cumpla el tiempo asignado (unos 10 minutos). El
programador efectúa un ciclo de modo que los compresores funcionen en forma alternada para
que su desgaste sea parejo. El operador debe familiarizarse con el ruido de los compresores y
reportar inmediatamente cualquier ruido anormal.
Si se presenta una situación anormal, se activará una señal de alarma, visible y sonora, que se
repetirá en la alarma combinada. La señal sonora puede ser silenciada pulsando la tecla
adecuada del PLC, tal como se indica en la pantalla, pero la señal visible no se apagará hasta
que se corrija el problema.
El proceso de compresión de aire siempre produce condensado, el cual es eliminado
automáticamente por el sistema. El operador debe verificar diariamente la operatividad de los
sistemas automáticos de purga e inspeccionará la columna de vidrio del tanque para comprobar
que no se está acumulando agua.
El secado del aire se produce a través de dos secadores refrigerados como el que se muestra en
la figura 7. La purificación se realiza mediante la utilización de filtros. Los secadores también
cuentan con sistemas automáticos de purga, cuyo funcionamiento debe ser verificado
diariamente por el operador.
Cuando el secador se ha estabilizado, el indicador de punto de rocío debe estar en la zona verde
(normal). El operador debe verificar esta condición diariamente.
El operador debe poner en funcionamiento solo uno de los secadores, apagando el otro. Sin
embargo, el secador debe estar encendido durante 24 horas para que se estabilice antes de entrar
en operación. Se sugiere que cada lunes el operador encienda el secador que estaba apagado y el
día martes manipule las llaves de paso, cerrando la del secador operativo y abriendo la otra;
posteriormente, se apagará el secador que estaba operativo hasta la próxima semana.
La calidad del aire se monitorea continuamente mediante un monitor de punto de rocío y otro de
monóxido de carbono (CO). En la figura 8 se muestra el monitor instalado. Si la el punto de
rocío supera los 4 °C o el contenido de CO supera las 10 ppm, se activarán las respectivas
señales de alarma, las cuales también se repetirán en la alarma combinada.
El vacío es una presión negativa que se utiliza para succionar diversos flujos y sustancias de
desecho, y se canaliza por el hospital como si se tratara de otro fluido.
Estos sistemas también se suministran en forma de un “paquete” prearmado listo para ser
conectado a la red hospitalaria tal como el que se muestra en la figura 9, e incluye un tablero
eléctrico de control, programador electrónico que controla el funcionamiento de las bombas de
vacío y sistema de alarmas. Todo orientado a ofrecer una solución completa al problema del
vacío cumpliendo con los criterios de seguridad y confiabilidad que demanda un ambiente
hospitalario moderno.
El sistema está compuesto por dos bombas de vacío del tipo “vanos rotativos” en baño de aceite.
Cada bomba cuenta con un sistema de filtrado del aire antes de ser expulsado a la atmósfera.
Cada una de las bombas que forman la unidad tiene una capacidad para brindar por sí sola la
capacidad nominal del equipo. Por lo que en condiciones normales, sólo habrá una en
funcionamiento quedando la otra como repuesto instalado, la cual entrará en operación si la
bomba activa no alcanza el nivel de vacío. A fin de lograr un desgaste parejo del equipo, el
sistema cuenta con un programador electrónico que alterna el tiempo de marcha de cada bomba.
El sistema de control es parecido al descrito para el aire comprimido, siendo una versión
simplificada, porque no se requiere monitorear la calidad del vacío.
El operador debe estar familiarizado con los intervalos de operación, los ruidos normales, los
niveles de aceite y cualquier bote de lubricante que se pueda detectar.
La distribución de los gases, en fase gaseosa, se hace mediante una red de tuberías que corre
desde las diferentes fuentes hasta todos los puntos del hospital donde se necesite disponer de
forma continua de cada gas. La red incluye un determinado número de válvulas de zona que
permiten el control y la separación, por zonas, de las redes de distribución. De esta forma, áreas
completas pueden ser desconectadas ante emergencias o para hacer trabajos de mantenimiento o
reparaciones en determinadas secciones del hospital.
Las válvulas instaladas en gabinetes, como la que se muestra en la figura 10, pueden ser
operadas por los usuarios en casos de emergencia, las que están ocultas sólo deben ser
manipuladas por personal autorizado.
Figura 10. Gabinete de zonificación
Los gabinetes están protegidos por tapas flexibles que deben ser removidas para manipular las
válvulas. Las tapas sólo podrán colocarse en los gabinetes si las válvulas están abiertas pero
nunca si las válvulas están cerradas.
Cada válvula cuenta con un indicador de presión aguas abajo, del lado de las tomas, para indicar
la presión de línea del área servida.
El personal deberá garantizar que los gabinetes de zonificación no sean obstruidos o tapados
con cuadros, carteleras o cualquier otro mecanismo.
Las tomas permiten la conexión de los equipos a la red de tuberías para el consumo de gases y
de vacío. Cumpliendo criterios de máxima seguridad, en el Hospital se instalaron tomas
selectivas (específicas para cada gas), que impiden la conexión accidental de equipos a una
fuente equivocada de gas, por ejemplo, en las tomas de oxígeno sólo se pueden instalar equipos
destinados a trabajar con oxígeno. El conector tiene dos etapas de conexión a la toma,
optimizando la función y haciendo fácil y sencillo su manejo.
Las tomas para tratamiento médico son del tipo “acción rápida” y se instalaron a una altura de
1,50 m. Las otras tomas se instalaron en techo y el los laboratorios. Las tomas de techo cuentan
con mangueras de extensión.
Las conexiones a las tomas son sencillas y suaves si se emplea la conexión que corresponda a la
toma; si se dificulta realizar la conexión, probablemente se trate de una incompatibilidad entre
el conector y la toma, lo cual debe ser verificado por el usuario. Si se confirma la
compatibilidad entre el conector y la toma pero la dificultad persiste, entonces es probable que
haya un defecto en las partes involucradas; el evento debe ser reportado al Departamento de
Mantenimiento.
En la Unidad de Cuidados Intensivos se instaló una alarma local para tres fluidos (oxígeno, aire
medicinal y vacío medicinal) que monitorea la red de tubería aguas arriba de los gabinetes de
zonificación. Si la alarma se activa, la condición anormal será aplicable a las tres secciones de la
Unidad.
En el área Quirúrgica se instaló una alarma local para cuatros fluidos (oxígeno, óxido nitroso,
aire medicinal y vacío medicinal) que monitorea la red de tubería aguas arriba de los gabinetes
de zonificación. Si la alarma se activa, la condición anormal será aplicable a los cuatros
quirófanos y las dos salas de hemodinamia.
Si se activa una alarma, los usuarios deberán silenciar la alarma pulsando en botón “Silence”
ubicado en la esquina inferior izquierda, y avisar inmediatamente al Departamento de
Mantenimiento. Una vez a la semana, el operador deberá pulsar el botón “test” y verificar que
se encienden todos los bombillitos indicadores y los segmentos de los “displays”. Si se observa
algo quemado (no enciende) se debe reportar la novedad al Departamento de Mantenimiento.
En el cuarto de Monitoreo, ubicado en el nivel Consulta, se instaló una alarma combinada para
cuatro fluidos y veinte señales. Actualmente se están monitoreando diez señales, quedando
pendiente la instalación de las señales de los tanques criogénicos, los cuales deberán ser
instalados por la firma AGA. En la figura 13 se muestra una alarma combinada similar a la
instalada.
Figura 13: Alarma combinada
Si se activa una alarma, el funcionario de turno deberá silenciar la alarma pulsando en botón
“Silence” ubicado en la esquina inferior izquierda, y avisar inmediatamente al Departamento de
Mantenimiento, informando la señal que se activó. Una vez a la semana, el funcionario
encargado deberá pulsar el botón “test” y verificar que se encienden todos los bombillitos
indicadores y los segmentos de los “displays”. Si se observa algo quemado (no enciende) se
debe reportar la novedad al Departamento de Mantenimiento.
Seguridad y calidad
El sistema fue probado en su totalidad para garantizar que no existan fugas ni conexiones
cruzadas de ningún tipo.
Tanto las diferentes fuentes como los sistemas de alarma fueron sometidos a todas las pruebas
funcionales requeridas por la normativa vigente así como las requeridas por los fabricantes.
En conclusión, el sistema fue diseñado y construido siguiendo las “buenas prácticas” que
garantizan un sistema seguro y confiable, con un producto de la calidad adecuada para el uso en
pacientes, tal como lo exige su condición de medicamentos. Resta operarlo en forma igualmente
segura y mantener esas condiciones durante su vida útil.
Equipos Secundarios
El sistema debe ser sometido a un proceso continuo de mantenimiento para garantizar que opera
de acuerdo con las especificaciones. El mantenimiento será preventivo en su fase inicial, con
diferentes niveles de complejidad. En el anexo A se muestra un cuadro que resume las
diferentes actividades de mantenimiento preventivo requeridas por el sistema durante los
primeros tres años de operación. Sensor Medical está en capacidad de realizar esas actividades
si es requerido por el Hospital.