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Creando educación democrática en tiempos

neoliberales y neoconservadores

Michael W. APPLE*

Resumen Creating democratic education in neo-


liberal and neoconservative times
Vivimos en tiempos en los que el signifi-
cado mismo de la democracia está cam- Abstract
biando radicalmente. La democracia es We live in a time when the very meaning
en realidad un concepto discutido. Está of democracy is being radically changed.
en el centro de todas las luchas acerca de Democracy is indeed a contested concept;
cuáles deberían ser los objetivos de la edu- it is at the center of struggles over what
cación, cómo debería desarrollarse y esto the goals of education should be, how it
no es sólo sobre las escuelas, sino acerca should be done and this is not only about
de qué clase de sociedad queremos y qué schools. It is about what kind of society
clase de políticas nos ayudarán a conse- we want and what kinds of politics will
guirla. Nos preguntamos “¿La educación help us get there. We wonder: Can edu-
puede cambiar a la sociedad?” analizando cation change society? analyzing the role
el rol de las escuelas dentro de la econo- of schools inside economy, the crucial site
mía, el rol social clave en la formación for creating activist identities among op-
de identidades activistas entre las perso- pressed people; the large part of their lives
nas oprimidas; el tiempo de vida de los students spend inside schools where they
estudiantes dentro de las escuelas don- come to grips with authority relations, to
de comienzan a comprender las relacio- be with others who are both the same and
nes de autoridad, estar con otros que son different; what is socially valued as “le-
iguales y diferentes; lo que socialmente se gitimate knowledge” and what is seen as
valora como “conocimiento legítimo” y merely “popular”; recognition over race/
lo que es considerado como meramente ethnicity, class, gender, sexuality, ability,
“popular”; reconocimiento de raza / et- religion, and other important dynamics
nicidad, clase, género, sexualidad, capaci- of power. An example to think about ed-
dades, religión y otras importantes diná- ucation policies and their role in social
micas de poder. Un ejemplo para pensar transformation can be found in the city
Detalle obra “Parca”
acerca de las políticas educativas y el rol of Porto Alegre in Brazil.
Rubén Schaap
de las mismas en la transformación social
puede encontrarse en la ciudad de Porto
Alegre en Brasil.

Palabras clave: democracia, escuelas de- Key words: democracy, democratic


mocráticas, luchas, poder, dominación. schools, struggles, power, dominance.

La democracia como idea en discusión

(*) Profesor de la cátedra John Bascom


V ivimos en tiempos en los que el significado mismo de la de-
mocracia está cambiando radicalmente. En lugar de hacer
referencia a los modos en los que la participación equitativa, activa,
de Curriculum, Educación y Estudios de
Política Educativa de la Universidad de generalizada y bien informada dan forma a la vida institucional y
Wisconsin, Madison y Profesor de Estu-
dios de Política Educativa de la Univer-
política, se define a la democracia cada vez más como un indivi-
sidad de Manchester. Entre sus publi- dualismo posesivo en el contexto de una (supuesta) economía de
caciones más recientes se encuentran:
The Routledge International Handbook of libre mercado. Si se la aplica a las escuelas, esta redefinición ha
Critical Education (2009), en co-autoría
con Wayne Au y Luis Armando Gandin;
dado lugar al esfuerzo por ubicar a aquellas directamente dentro
The Routledge International Handbook of del mercado competitivo, del gerenciamiento por parte de empresas
the Sociology of Education (2010), en co-
autoría con Stephen Ball y Luis Armando privadas, de los medios de comunicación y materiales comercia-
Gandin; Global Crises, Social Justice, and
Education (2010); y Can Education Chan-
lizados, y del abandono de los más amplios ideales de educación
ge Society? pública (Apple 2006; Burch, 2009; Ball, 2007). Esta degradación
apple@education.wisc.edu
se ha extendido hasta el punto en que una consultora privada, en

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Estados Unidos, ha recomendado que el término y a menudo exitosos, para contrarrestarlo (Apple,
“público” sea eliminado de la expresión “escuelas 2013; Apple y otros, 2003; Apple, 2010), esto no
públicas” porque el mismo uso en combinación significa que los supuestos básicos que subyacen a
con las palabras viviendas, bibliotecas, radios o estas nuevas formas de gerenciamiento neoliberal
programas asistenciales ha derivado en connota- y neoconservador no hayan tenido un importante
ciones negativas. Hasta este punto llega el poder impacto en nuestras instituciones, en toda la so-
de las políticas lingüísticas. Los compromisos ciedad e incluso en nuestro sentido común.
sociales tendientes al bien común ahora parecen En muchas naciones ha habido intentos, a
ser “molestias públicas”. menudo apenas exitosos, por reestructurar las
Durante la década pasada, en una serie de instituciones estatales (Jessop, 2002). Entre los
volúmenes, he analizado críticamente los proce- objetivos principales de dicha reestructuración se
sos de “modernización conservadora” –la com- encontraban: asegurar que el estado se ocupara
plicada alianza detrás de las oleadas de reformas de los intereses comerciales, hacer que las opera-
educativas que se han centrado alrededor de los ciones internas del estado siguiesen el modelo de
compromisos neoliberales con el mercado y un aquellas empleadas para los negocios; y “sacar la
supuesto estado débil, el énfasis neoconservador política fuera del ámbito de las instituciones pú-
en un mayor control de los currícula y valores, y blicas”, es decir, reducir la posibilidad de que las
las propuestas de “nuevo gerenciamiento” para instituciones gubernamentales pudiesen estar su-
instalar formas rigurosas y reduccionistas de res- jetas a la presión política del electorado y de los
ponsabilidad en la educación en todos los niveles movimientos sociales progresistas (Leys, 2003:
(Apple, 2013; Apple, 2006; Apple y otros, 2003). 3). Las discusiones recientes que apoyan planes
El primer conjunto de reformas no ha demos- que ubican a las instituciones educativas dentro
trado mayores mejoras en educación y ha mar- del mercado y reducen a la democracia a simples
cado un cambio peligroso en nuestra idea misma prácticas de consumo reflejan, por ejemplo, este
de democracia –siempre un concepto discutido último punto (ver, por ej. Peterson, 2006; Hess &
(Foner, 1998)– de formas colectivas “sólidas y Finn, 2004; Ball, 2008).
contundentes” a formas “débiles,” manifiestamen- Este último punto, sacar a la política de las
te individualistas y centradas en el consumo. El instituciones gubernamentales, se basa en una
segundo grupo malinterpreta y básicamente ig- comprensión del estado y también del mercado
nora los intensos debates acerca de quién es el que dista mucho de ser la más precisa. Mientras
conocimiento que debería ser enseñado en las que la mayoría de los libros sobre economía po-
escuelas, las universidades y otras instituciones dría dar la impresión de que los mercados son
educativas, y establece un consenso falso sobre impersonales e imparciales, éstos son, por el con-
lo que es supuestamente común a las culturas trario, altamente políticos y al mismo tiempo in-
de muchos países (Ver Apple, 2010; Apple, 2004; trínsecamente inestables. Es necesario agregar
Apple, en impresión; Apple, 1996; Levine, 1996; otras consideraciones a este punto. Para garanti-
Binder, 2002). El tercero se apoya en la postura zar su supervivencia, las empresas deben buscar
de que “sólo lo que es medible es importante” y el modo de escapar a los límites establecidos por
ha dado lugar a algunas de las prácticas más crea- la regulación estatal. Cada vez en mayor medida,
tivas y críticas que se han desarrollado mediante esto ha significado que los límites establecidos
esfuerzos coordinados en algunos de los más difí- para dividir las partes de nuestras vidas que no
ciles escenarios a ser amenazados (McNeil, 2000; están relacionadas con el mercado deben correr-
Apple & Beane, 2007; Valenzuela, 2005). se de modo que estas esferas puedan abrirse a la
Desafortunadamente, muchos de todos los mercantilización y a la producción de ganancias.
efectos reales de este conjunto de reformas han Como nos recuerda Leys, este es un tema verda-
sido insignificantes o negativos, o simplemente deramente importante. “Amenaza la destrucción
retóricos (Apple, 2006; Smith y otros, 2003). de las esferas no comerciales de la vida, de las que
La extraña combinación de los procesos de siempre han dependido la solidaridad social y la
mercantilización, por un lado, y centralización democracia activa” (Leys, 2003:4).
de poder por el otro, no sólo se está dando en el Entonces, debería quedar claro que la demo-
ámbito de la educación; ni está solamente restrin- cracia es en realidad un concepto discutido. Está
gida a los Estados Unidos. Esto es un fenómeno en el centro de todas las luchas acerca de cuáles
mundial. Y si bien existen esfuerzos muy reales, deberían ser los objetivos de la educación, cómo

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ción de los educadores en tantos


lugares con currículas que tiene
poca relación con las culturas y
las vidas de los estudiantes en
nuestras escuelas y centros de
alfabetización. También da tes-
timonio de la creencia que aún
perdura, de que los entornos
educativos no son fábricas, que
deben reflejar lo que es mejor
en cada uno de nosotros, y de
que representan no solamen-
te la retórica de la democracia
sino también la práctica real de
la misma.
Cuando todo esto se eva-
“Amigos anarquistas”, hierro reciclado y soldado
Rubén Schaap lúa en conjunto, como las pie-
zas de un rompecabezas, la ima-
debería desarrollarse y pagarse, y cómo debería gen que surge muestra que un creciente número
evaluarse. Por lo tanto, debemos reconocer que de personas rechazan las idea de “NHA” –la idea
la educación democrática no es sólo sobre las es- de que “No hay alternativa” para las políticas que
cuelas. Es acerca de qué clase de sociedad quere- en este momento se están implementando en los
mos y qué clase de políticas nos ayudarán a con- pueblos, las ciudades, los estados y las regiones
seguirla. Pero la educación democrática tiene una de nuestras naciones. Reiteradamente se nos dice
historia muy larga y valiosa en una cantidad im- que las únicas reformas que supuestamente fun-
portante de países, motivada por las luchas para cionan son aquellas que involucran un fuerte
interrumpir la dominación. compromiso con las evaluaciones y los estrictos
En otro lugar, y especialmente en Can Educa- regímenes de responsabilidad, en dupla con un
tion Change Society? (Apple, 2013) y Poder, Cono- currículum estandarizado y una pedagogía sin-
cimiento y Reforma Educacional (Apple, 2012b), cronizada. Estos elementos deben estar combina-
he argumentado que entre las tareas de los edu- dos con un énfasis en la privatización y en hacer
cadores críticos están las de participar en mo- bailar a los docentes y administrativos al son de la
vimientos que tengan como objetivo crear ins- noción de competitividad. De hecho, en Estados
tituciones más críticamente democráticas en Unidos, el gobierno de Obama ha ejercido una
educación y en la sociedad más amplia y, a su vez, importante presión sobre las escuelas de todo el
actuar como secretarios de dichos movimientos país para implementar un pago a los docentes por
e instituciones de modo tal que dichos éxitos se su desempeño. El pago a los docentes dependerá,
hagan visibles. Como algunos de ustedes tal vez a partir de ahora, de los resultados de las evalua-
sepan, yo mismo he intentado hacer dichas cosas. ciones de sus estudiantes. El supuesto parece ser
Un excelente ejemplo de esto es el libro que pu- que si hacemos todo esto, se logrará un importan-
bliqué junto a James Beane, Democratic Schools te progreso hacia la “eficacia y efectividad” (Hess
(Apple & Beane, 1995; 2007). El hecho de que & Finn, 2004; Peterson, 2006).
este libro se haya vuelto muy popular, con cien- Esta postura presenta una serie de problemas.
tos de miles de copias en proceso de impresión Primero, hay poca evidencia para dar sustento a
en múltiples idiomas, dice algo importante sobre estos argumentos –y una gran cantidad de evi-
las realidades de la educación. dencia de que no están funcionando aquí y que
El mismo señala el amplio compromiso por no han funcionado en otros lugares (Apple 2006;
parte de grandes grupos de personas para cons- Valenzuela, 2005). Y tan importante como esto,
truir y defender una educación que sea digna de existen alternativas, alternativas que funcionan
su denominación, que no se reduce simplemente y que brindan una educación provechosa y real
a la producción eficaz de puntajes para las pro- para los estudiantes y que disminuyen la aliena-
blemáticas evaluaciones estandarizadas de logros ción de los estudiantes y los integrantes de la co-
(Au, 2009). Y da cuenta de la creciente insatisfac- munidad (y de los docentes también). Y estas al-

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en Estados Unidos, también he sido uno de


los que más ha criticado internamente a este
conjunto de tradiciones cuando estas mismas
se han olvidado su propósito, y en ocasiones,
se han vuelto simplemente una especializa-
ción académica en las universidades, más que
una forma de trabajar activamente para vin-
cularse con los problemas que rodean a lo
que realmente debería estar sucediendo en
las aulas y con los movimientos y prácticas
educacionales críticas en las comunidades lo-
cales (Apple 2006; Apple, 2010).
No obstante, como mencioné anterior-
mente, cada vez son más los textos que dan
cuenta de grandes grupos de personas que
comprenden en mayor medida la necesidad
de tener modelos de currículum y de ense-
ñanza que puedan conectarse con diferen-
tes tradiciones culturales e históricas, con
las poblaciones de trabajadores en aumento
que provienen de otros países, y con las va-
rias transformaciones económicas y cultu-
rales que en la actualidad están ejerciendo
tanta presión sobre esos aspectos en las es-
“Parca”, hierro reciclado y soldado cuelas (ver Gandin, 2009; Apple, Au, y Gan-
Rubén Schaap
din, 2009; Flecha, 2009; Flecha, 2010).
Con esto en mente, muchas personas han ar-
ternativas pueden y están siendo creadas incluso gumentado que resulta esencial que los educado-
en una época de enorme presión sobre los docen- res democráticos y críticos no ignoren el tema
tes para que simplemente se concentren en están- de la práctica. Es decir, debemos encontrar mo-
dares establecidos y resultados de evaluaciones. dos de hablarles a (y aprender de) personas que
Documentar estas políticas y prácticas críti- ahora trabajan cotidianamente en las escuelas y
cas resulta crucial de otra manera. Permítanme los centros comunitarios, en condiciones que es-
ser honesto en este punto. Uno de los principales tán empeorando y que son aún peores debido
problemas con el trabajo crítico sobre educación a los ataques conservadores hacia las escuelas y
ha sido el hecho de que algunos de los líderes aca- los educadores (Oliver, E., Soler, M, & Flecha, R;
démicos del movimiento de la “pedagogía crítica” 2009; Flecha, 2009; Flecha, 2010; Apple, Au, y
y de la educación crítica y democrática en gene- Gandin, 2009; Molina, de próxima publicación).
ral, en muchos países, no han estado lo suficien- Una manera de responder a este tema es publicar
temente conectados a las realidades mismas de libros y materiales que brinden respuestas críticas
las aulas y las escuelas. Sin embargo, es cuando se a la pregunta del docente acerca de “¿Qué hago el
la vincula mucho más a problemáticas concretas lunes?”. Brindar respuestas prácticas a este tipo
de las políticas y prácticas educacionales –y a las de pregunta es absolutamente crucial si es que
vidas cotidianas de los educadores, los estudian- se supone que tengamos reformas democráticas
tes, los movimientos sociales y los integrantes de duraderas en las escuelas.
la comunidad– que una educación crítica y de- Esto constituye una intervención importan-
mocrática puede tener éxito. Por lo tanto, existe te. Dado lo complicado de las políticas de iden-
una necesidad poderosa de conectar las teorías y tidad, no hay garantías de que todos los docen-
los enfoques educacionales críticos con los mo- tes siempre serán progresistas, por supuesto. Aún
dos reales en los que pueden y están presentes así, muchos docentes sí tienen intuiciones social
en aulas y otros sitios educativos reales. Si bien y pedagógicamente críticas. Sin embargo, a me-
puedo haber estado entre los que dieron origen a nudo no tienen manera de llevar estas intuiciones
los enfoques críticos del estudio de la educación a la práctica porque no pueden imaginarlas en

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acción, en situaciones cotidianas. Debido a esto, Por lo tanto, sociedad es uno de esos términos va-
los conocimientos educativos, políticos y teóricos gos que empleamos como sustituto para un aná-
críticos, entonces, no tienen un lugar a dónde ir, lisis crítico serio. Esto es más que una cierta limi-
un modo de enmarcarse en situaciones pedagógi- tante y como veremos más adelante, puede tener
cas concretas donde las políticas del currículum y efectos poderosamente negativos en las tareas de
la enseñanza deban ser actuadas. Esto constituye los educadores críticamente democráticos.
una ausencia trágica y rellenarla estratégicamen- Los educadores críticos han sido guiados por
te es absolutamente esencial. Por lo tanto, nece- una preocupación permanente relacionada con
sitamos usar y expandir los espacios en donde el rol de la educación no sólo porque reproduce
las “historias” pedagógicas y críticas se vuelvan la noción de dominación, sino también en su rol
disponibles, de manera que dichas posturas no para desafiar a dicha dominación. Así, una de
permanezcan sólo en el nivel teórico o retórico. las principales preguntas que ha servido como
La publicación y amplia distribución de Demo- un antecedente no reconocido, ni de mi trabajo
cratic Schools brinda un ejemplo de cómo usar y ni del de otros, es simple de decir, pero muy di-
expandir dichos espacios de modo que las postu- fícil de responder: “¿La educación puede cambiar
ras educativas democráticas parezcan realmente a la sociedad?” Necesito decir, aquí, algo más al
realizables en instituciones “comunes” como es- respecto.
cuelas y comunidades locales. Por supuesto, este modo de expresar la pre-
gunta presenta algunos problemas conceptuales,
empíricos y políticos serios. En primer lugar, es
¿Puede la educación cambiar a la
importante darse cuenta de que la educación es
sociedad?
una parte de la sociedad. No es algo ajeno, algo
Ya mencioné más arriba que las luchas por y que permanece afuera. De hecho, es un conjun-
para las políticas y prácticas educativas crítica- to clave de instituciones y un conjunto clave de
mente democráticas tienen implicancias no sólo relaciones sociales y personales. Es tan central
para la educación, sino para la sociedad en su para una sociedad como lo son los comercios,
conjunto. Sin embargo, esto también es un tema los negocios, las industrias, las chacras, las ins-
complicado. tituciones sanitarias, los estudios de abogados y
Palabras como “sociedad” dan testimonio de tantos otros lugares en los que las personas inte-
intuiciones importantes. Hacen referencia al he- ractúan con el poder.
cho de que la educación está profundamente co- Pero existen otros factores que hacen que de-
nectada al contexto social en el que existe. Es sólo finitivamente no sea una institución “externa”. In-
un pequeño paso hasta ver a la educación como cluso si uno se aferra a la creencia ortodoxa que
a un conjunto de instituciones que no son nece- mencioné más arriba, que sólo las instituciones
sariamente neutras, como se supone en la repro- económicas son el centro de la sociedad y que an-
ducción y competencia de relaciones de domina- tes que podamos cambiar las escuelas necesita-
ción y subordinación. mos cambiar la economía, las escuelas son lugares
Sin embargo, y esto es un punto crucial, pala- donde las personas trabajan. Personal de man-
bras como “sociedad” tienen una función menos tenimiento, docentes, administradores, enfer-
solidaria. Pueden reprimir el pensamiento. Pro- meras, trabajadores sociales, personas del clero,
ducen visiones de algo que es enorme, difícil de psicólogos, asesores, cocineros, guardias de trán-
manejar y en cierto modo inalterable. A su vez, sito, auxiliares docentes –todos estos grupos de
tienen efectos totalizadores, en los cuales uno tie- personas están involucrados en un trabajo pago
ne que cambiar todo o en su defecto, no se habrá dentro o en los alrededores de los lugares que de-
cambiado nada importante. nominamos escuelas. Cada uno de estos puestos
Por último, a menudo esconden presuncio- de trabajo implica y trae aparejado un conjunto
nes acerca de lo que en realidad es la sociedad. En de relaciones laborales y distinciones de clases. Y
gran parte de la literatura sobre el tema, esto im- cada uno, a su vez, está estratificado no sólo por
plica una teoría tácita de que sociedad es “simple- clase social, sino por raza y género.
mente” el sistema económico que en sí mismo no Así, la enseñanza es a menudo considerada
está construido por instituciones que lo compo- como el trabajo pago de las mujeres, como lo son
nen ni que está constantemente sujeto a los con- las enfermeras escolares y las personas que sir-
flictos y transformaciones para bien o para mal. ven la comida en el buffet de la escuela. En mu-

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chas áreas, estas mismas mujeres que sirven la Pero cualquier análisis serio necesita ir, to-
comida son mujeres inmigrantes o mujeres de davía, un poco más allá. Hasta ahora, he puesto
color, como lo son los auxiliares docentes en va- el énfasis en los modos en que las instituciones
rias áreas urbanas. El trabajo de mantenimien- educativas son parte importante de la economía,
to por lo general es realizado por hombres. Las no cosas que existan de algún modo separadas
secretarias en las escuelas son casi siempre mu- de ella. Pero, aunque importante, esto ignora los
jeres. No sólo la tarea laboral de cada uno es di- modos en que las luchas culturales resultan cru-
ferente (aunque existe una dinámica importante ciales y, si bien se encuentran profundamente
de la proletarización e intensificación del traba- conectadas a la primeras, no pueden reducirse
jo docente (Apple, 1986; Apple, 2012a; Apple, en a cuestiones económicas sin dañar la compleji-
prensa), sino que también hay diferencias impor- dad de la vida real (Apple y otros, 2003; Apple y
tantes en el pago y el prestigio social que conlleva Buras, 2006).
cada tarea. Por lo tanto, sería incorrecto consi- Tomemos como ejemplo la historia de las lu-
derar a las escuelas como otra cosa que “socie- chas de los afroamericanos contra una sociedad
dad”. Como lugares de trabajo pagos, son parte profundamente racista. Las escuelas han jugado
integral de la economía. Como lugares de trabajo un papel central en la creación de movimientos
diferenciados, reconstituyen (y a veces desafían) para la justicia en general, pero también lo han
las jerarquías de clase, género y raza. Y como ins- sido para la construcción de movilizaciones so-
tituciones que históricamente han servido como ciales a mayor escala dentro de las comunida-
motores para la movilidad de la clase trabajadora des de color. En esencia, más que reflejos peri-
en términos de emplear graduados universitarios féricos de batallas y dinámicas, mayores luchas
ambiciosos provenientes de grupos que a menu- por la escolarización –por lo que debe enseñar-
do han sido vistos como “no muy valiosos” o in- se, por la relación entre las escuelas y las comu-
cluso como “los otros menospreciados” como por nidades locales, por los medios y los fines pro-
ejemplo las personas de color, han tenido un rol pios de la institución misma– han dado un crisol
para la formación de movimientos sociales más
importante como ámbitos de lucha por el avance
grandes, hacia la igualdad (Hogan, 1983; Apple,
económico de clases, género y raza. Por supues-
2013; Apple y otros, 2003; Anyon, 2005; Ladson-
to, dicho avance, es el resultado de dos cosas: de
Billings, 2010). Estos movimientos colectivos han
la necesidad de legitimación del estado y, por lo
transformado nuestras definiciones de derechos,
tanto, de la cooptación (dándole a los pobres y
de quiénes deberían poseerlos, y del rol del go-
a los hijos de la clase trabajadora la posibilidad
bierno para garantizarlos. De no haber estado
de realizarse como individuos, pero sin cambiar
las movilizaciones organizadas por toda la co-
radicalmente las estructuras que generan, en pri-
munidad, estas transformaciones no hubiesen
mer lugar, el empobrecimiento) y lucha exitosa.
existido (Fraser, 1997; Giugni, MacAdam & Ti-
Pero no es sólo como lugares de trabajo que lly, 1999). En casos como éste, la educación ha
las escuelas son parte de la economía. A su vez sido y es un ámbito verdaderamente poderoso
son lugares que cada vez más se ubican como par- para la creación de coaliciones y movimientos,
te del mercado a través de elementos tales como cuyos efectos sociales puedan resonar en la so-
los planes tipo ‘voucher’. Los niños que están den- ciedad (Apple, 2013).
tro de estos programas están cada vez más siendo Pero esto no es todo. La educación claramen-
comprados y vendidos como “público cautivo” y te juega un rol social clave en la formación de
agentes de propaganda para publicitar las “refor- identidades (Apple & Buras, 2006). Según lo de-
mas” como la del Canal Uno/Channel One1 en mostrara claramente el trabajo en las comunida-
Estados Unidos (Apple, en prensa; Molnar, 2005) des pobres y de inmigrantes en España, para los
y para ser parte de las políticas de comercializa- adultos y especialmente para mujeres, cambia el
ción y privatización –en aumento– que se están sentido del yo y abre esferas de auto-superación y
volviendo en gran medida una parte de la vida poder entre las personas oprimidas y en diáspora
cotidiana de las escuelas a nivel internacional (Oliver, E., Soler, M., & Flecha, R. 2009; Flecha,
(ver, por ej. Ball, 2007; Ball, 2008; Burch, 2009). 2009; Molina, más adelante). Por lo tanto, es un
Interrumpir la mercantilización de las escuelas y sitio crucial para la creación de identidades ac-
de los niños es una forma de acción que desafía tivistas entre las personas oprimidas. Esto tam-
a la economía. bién se observa en las favelas de Brasil (Gandin,

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2009; Gandin & Apple, 2003), algo que mencio-


naré nuevamente más adelante.
Sin embargo, el rol de las escuelas como luga-
res para la producción de identidades no termina
aquí. Recordemos también que los estudiantes
pasan gran parte del tiempo de sus vidas den-
tro de los edificios que denominamos escuelas.
Comienzan a comprender las relaciones de au-
toridad, el trabajo emocional que implica lidiar
tanto con la presentación propia del yo como de
estar con otros que son iguales y diferentes. Las
transformaciones en el contenido y la estructura
de esta organización clave tienen efectos de lar-
go alcance en el temperamento y en los valores
con los que actuamos o no, en quiénes creemos
que somos y en quién creemos que nos podemos
convertir. Las posibles implicancias políticas de
esto se hacen más evidentes en los Estados Uni-
dos a través de ejemplos de alianzas entre alum-
nos inmigrantes y sus aliados “nacidos en el país”,
inclusive muchos docentes, quienes –tomándo-
se seriamente sus clases sobre deber cívico y de-
mocracia participativa– salieron de las escuelas
para protestar contra el trato de la gente indocu- “Inocencia armada”, hierro reciclado y soldado
Rubén Schaap
mentada por parte del gobierno de los EE.UU.,
contra la demonización de los inmigrantes en los
medios de comunicación, y contra las prácticas importante de lecciones sobre esto. Los educa-
de explotación económica, que predominan en dores críticos del “Norte” y de los centros del im-
toda la nación (ver, por ej. Apple, 2010). perio también debemos ver más allá de nuestras
Y aún así, las escuelas son también parte del fronteras para aprender lo que es posible y cómo
aparato cultural de la sociedad de un modo di- lograrlo. El mejor ejemplo de esto puede encon-
ferente al de la construcción (positiva o negati- trarse en la ciudad de Porto Alegre en Brasil.
va) de identidades. Constituyen mecanismos cla- En Porto Alegre se han implementado un
ves para determinar lo que socialmente se valora conjunto de políticas que han tenido efectos que
como “conocimiento legítimo” y lo que es consi- parecen ser importantes y duraderos (ver, por
derado como meramente “popular”. Al ayudar a ej. Gandin, 2009; Gandin & Apple, 2003; Apple,
definir lo que es conocimiento legítimo, también 2013). Influenciadas por el trabajo de Paulo Frei-
participan en el proceso a través del cual se les re, este cambio se ha debido en gran medida a que
otorga estatus a grupos particulares, mientras que las políticas están coherentemente vinculadas a
otros grupos permanecen sin reconocimiento o dinámicas más amplias de transformación social
minimizados. Por lo tanto, es así como las escue- y a una estrategia coherente que tiene como ob-
las también se encuentran en el centro de las lu- jetivo cambiar los mecanismos del gobierno y las
chas por una política de reconocimiento de raza / reglas de participación para formar las políticas
etnicidad, clase, género, sexualidad, capacidades, de estado. Las políticas de “Administración Po-
religión y otras importantes dinámicas de poder pular” en Porto Alegre, Brasil, que involucran a la
(Fraser, 1997; Binder, 2002). Estos son, también, “Escuela Ciudadana” y presupuesto participativo,
espacios para la acción política y educativa. están diseñadas explícitamente para cambiar ra-
Las cuestiones que he mencionado no son, dicalmente tanto a las escuelas municipales como
por supuesto, completamente nuevas. Los educa- a la relación entre las comunidades, el estado y la
dores críticos y trabajadores culturales, incluyen- educación. Este conjunto de políticas y los proce-
do a Paulo Freire (Freire, 1972), han mencionado sos que lo acompañan para su implementación,
cuestiones similares en muchos países y durante son partes constitutivas de un proyecto claro y
muchos años. Podemos aprender una cantidad explícito que tiene como objetivo construir, no

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Michael W. APPLE

sólo una mejor escuela para los miembros de la chos países. Para ellos y los numerosos actores
sociedad con mayores desventajas, sino también menos conocidos, fue –y es– una preocupación
un proyecto más amplio de democracia radical permanente respecto del rol de la educación no
y consistente. En esencia, han recapturado el sig- sólo como reproductora de dominación sino en
nificado de democracia desde lo que se conside- su rol para desafiarla.
ra un Derecho. Indudablemente, incluso durante una época
Las reformas que se están desarrollando en de modernización conservadora y de ataques a
Porto Alegre aún se encuentran en formación, la idea misma de una esfera pública críticamente
pero tienen implicancias cruciales para el modo democrática, dentro de cada una y de todas las
en que deberíamos pensar acerca de las políticas instituciones educativas, dentro de las grietas y
educativas y el rol de las mismas en la transfor- las fisuras por decirlo de alguna manera, se están
mación social. Las experiencias de Porto Alegre construyendo y defendiendo prácticas contra-he-
tienen una importancia considerable no sólo en gemónicas. Pero muy a menudo se encuentran
Brasil, sino para todos nosotros que estamos real- aisladas unas de otras y tienen una gran dificul-
mente preocupados por los efectos de la reestruc- tad para organizarse en estrategias y movimientos
turación educativa neoliberal y neoconservadora, coherentes. Como mencioné anteriormente, par-
y por la esfera pública en general. Los principios te de la tarea del activista / académico crítico en
según cómo se puede construir un currículum, educación es hacer públicos los éxitos al desafiar
basado específicamente en la cultura vivida por al desigual y en ocasiones simplemente represivo,
las personas oprimidas, de cómo puede en reali- control sobre las políticas, el currículum, la pe-
dad construirse una democracia sólida para que dagogía y la evaluación –por sobre todo nuestro
funcione entre los pobres y aquellos privados de trabajo. Aún cuando la documentación pública
derechos (y entre todos los ciudadanos), de cómo y el “contar cuentos” podrían no ser suficientes,
la naturaleza burocrática del gobierno educativo estos desempeñan una función importante. Nos
puede ser reformada de modo genuinamente de- mantienen vivos y nos recuerdan la posibilidad
mocrático, de cómo el estado puede no sólo di- misma de establecer una diferencia en una época
rigir sino que puede ser enseñado –todos estos de modernización e insolencia conservadoras.
son temas que se enfrentan cotidianamente en Esta es, entonces, una tarea para la que hemos
las realidades educativas, en un gran número de sido llamados a trabajar. ¿Podemos nosotros ac-
países. Y estos son exactamente los focos de aten- tuar, también, como secretarios para algunos de
ción de las experiencias en desarrollo en Porto nuestros colegas en las instituciones educativas
Alegre. Dicho esto, queda mucho por aprender en todos los niveles, haciendo públicas sus re-
de las luchas exitosas en Porto Alegre. Revertir el sistencias parciales, pero aún así exitosas, fren-
que enseña y lo enseñado en relaciones educati- te al régimen de regulación que estamos expe-
vas internacionales, de modo que el “Sur” se con- rimentando actualmente? Las narrativas de sus
vierta en el maestro del “Norte”, ese es un buen (nuestras) vidas políticas / pedagógicas pueden
punto de inicio. dar testimonio de la posibilidad de dar pasos ha-
cia la construcción de una esfera pública recons-
tituida dentro de los espacios en los que vivimos
Conclusión
y trabajamos.
Por supuesto, los ejemplos de escuelas críti-
camente democráticas a los que hice referencia,
de escuelas como lugares de luchas decisivas, y Nota
de lo que está sucediendo en España y Porto Ale-
gre no responden completamente a la pregunta
* Traducido por Maria Elena Pérez Bustillo. Revisión
de si las escuelas y otros sitios educativos pue-
de traducción: Maria Graciela Eliggi. Servicio de Tra-
den en realidad contribuir a una sociedad más ducción de la Facultad de Ciencias Humanas-UNL-
justa, de modo verdaderamente duradero. Esto Pam-2013.
sólo puede responderse mediante el compromiso 1 El Canal Uno emite un programa de noticias diario de 12
con los procesos de lucha. Este compromiso es minutos para estudiantes de la escuela media y secunda-
ria en cerca de 12. 000 escuelas de los EE.UU. (públicas,
el que ha guiado a personas como Paulo Freire,
privadas, confesionales). Esto representa aproximada-
C. L. R. James, W. E. B. DuBois, Carter Wood- mente el 40% de todas las escuelas medias y secundarias
son, y muchos otros en muchos lugares en mu- del país. El programa es producido por el Canal Uno en

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Creando educación democrática en tiempos…

distintos lugares del mundo con el fin de captar el interés FLECHA, R. (2010). The dialogic sociology of the learning
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Primera evaluación: 12 de junio de 2013
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Segunda evaluación: 17 de junio de 2013
The Routledge international handbook of critical educa-
Fecha de aceptación: 17 de junio de 2013
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