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A R T Í C U L O S

Educación, desarrollo y democracia


en América Latina.
Un balance de los noventa*
ROBERTO RODRÍGUEZ GÓMEZ**

El presente ensayo discute la relación entre democracia, desarrollo y educación en América Latina.
En el contexto de un neoliberalismo subdesarrollado y de acentuados vaivenes en el dominio
de la transición política latinoamericana, ¿cómo se han concretado y qué efectos han tenido
las ofertas de mejoramiento de los sistemas educativos de la región?, ¿hasta qué punto
las políticas educativas han conseguido revertir las condiciones de desigualdad social
en nuestros países? El autor propone la discusión de estas cuestiones apoyado en diversos
reportes, series estadísticas y estudios que dan cuenta de los principales resultados de tales
políticas. El centro de la reflexión lo ocupa la consideración de los logros y limitaciones que
exhiben diferentes programas y políticas formulados y operados en cada uno de los niveles de la
estructura educativa, así como la constatación de los rezagos que prevalecen y, al cabo, de los desafíos
que se identifican como parte de la agenda pendiente en la reforma educativa latinoamericana.

This article tackles with the relation between democracy, development and education in Latin America.
The question that the author tries to answer is, on one hand, how, in a context of underdevelopped
neoliberalism and of marked up-and-downs like the one that characterizes the Latin-american
political transition, the offers of improving the local educational systems have been materialized
and what was their efficiency level; on the other hand, he also asks to which extent the
educational policies have been able to revert the conditions of social inequality in our countries.
The author's purpose is to discuss this questions starting from the analyse of some reports, statistic series
and studies which recount the main results of those policies. The core of the reflexion consists of the analysis
of the achievements and the limits of different programmes and policies that have been formulated and
operated at different educational levels, and the location of the still remaining backwardness as well; in short,
of the challenges that make part of the outstanding matters in the Latin-american educational reform.

América Latina / Educación / Desarrollo / Democracia / Desigualdad social / Políticas educativas


Latin America / Education / Development / Democracy/ Social inequality / Educational policies

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Educación, desarrollo y democracia en América Latina. Roberto Rodríguez Gómez (2001), vol. XXIII, núm. 94, pp. 6-42

INTRODUCCIÓN democracia? Son preguntas que inquie-


tan porque no alcanzan una respuesta
En medios políticos, aunque también en fácil y directa. Con ellas en mente, el pre-
la academia, es casi un lugar común decir sente trabajo se propone discutir varios
que la educación es un prerrequisito del ángulos de la problemática y, mediante
desarrollo y la democracia. Esta afirma- la revisión de datos y estudios sobre el
ción llega más lejos cuando se proclama tema, plantear algunas conjeturas que
que la provisión educativa es un medio relacionen aquellos factores, de orden eco-
para alcanzar niveles más altos de bienes- nómico, político y sociológico, que confie-
tar social y de crecimiento económico, al ren sentido a la compleja ecuación entre
tiempo que cierra brechas en el desigual educación, desarrollo y democracia en el
acceso a los bienes de la riqueza social y contexto latinoamericano.
la cultura. La educación, también se ase- El texto está organizado en cuatro sec-
gura, es el medio que impulsa la movili- ciones. La primera es conceptual e inten-
dad social, el empleo, la solidaridad y la ta justificar analíticamente la intersección
conciencia cívica. Bastaría, al parecer, de nuestros conceptos de base, democra-
satisfacer la demanda educativa —mejor cia y desarrollo, con la educación y par-
si con calidad y equidad—, para sentar ticularmente con las políticas educati-
bases sólidas al progreso económico y la vas. La segunda es contextual y trata del
justicia social. Frente a esta imagen, que marco económico y político latinoameri-
tiene una honda genealogía, se oponen cano en el periodo de referencia. La ter-
evidencias paradójicas. Hoy, por ejemplo, cera sección ofrece un panorama amplio
conviven los mayores niveles de escolari- y general acerca de la evolución de los sis-
dad logrados en la historia, con la exacer- temas educativos en América Latina en el
bación de la pobreza, el deterioro de las mismo periodo. La cuarta y última con-
condiciones de vida, la generalización del tiene la discusión sobre educación y desi-
subempleo y la pervivencia de la desigual- gualdad social.
dad, todos rasgos característicos de nues-
tras sociedades. DEMOCRACIA, DESARROLLO
¿Hay en la educación una promesa Y EDUCACIÓN
incumplida? ¿Bajo qué condiciones se
logra una articulación positiva entre edu- El término democracia comporta múlti-
cación y desarrollo, entre educación y ples significados. Desde la perspectiva del
liberalismo clásico, emana de un contrato
* El presente ensayo fue elaborado durante la estancia del social abstracto que organiza las relacio-
autor en el Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM
(2001-2002). nes entre la sociedad civil y el Estado
El autor agradece los comentarios al borrador de este desde el principio de libertades individua-
texto recibidos de José Joaquín Brunner, Alejandro Canales les. Otra vertiente, derivada también del
Sánchez, Víctor Manuel Durand Ponte, Pablo Latapí Sarre,
Salvador Malo Álvarez, Imanol Ordorika Sacristán,
liberalismo aunque entrecruzada con los
Humberto Muñoz García y Mariano Narodowsky. Tam- movimientos sociales de la modernidad,
bién expresa gratitud a los dictaminadores anónimos del la define esencialmente como régimen de
manuscrito y espera haber interpretado correctamente sus
recomendaciones particulares.
soberanía popular. Una tercera perspecti-
** Sociólogo. Investigador del CESU-UNAM. roberto@servi- va, inspirada en la experiencia socialista,
dor.unam.mx acentúa la igualdad de condiciones de

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ejercicio y la participación ampliada (Ce- pos informales con la capacidad de expre-


rroni, 1992). En diferentes combinacio- sar y gestionar demandas, confrontar al
nes y con distintos énfasis, las formas de gobierno, generar alternativas e impulsar
gobierno contemporáneas, autodenomi- cambios. Por supuesto, nada tiene de no-
nadas democráticas, asimilan estas ver- vedosa la acción de instancias autónomas
tientes en las nociones de Estado de dere- del Estado como portavoces de intereses
cho, sistema parlamentario representativo particulares y locales; lo nuevo es, en todo
y sistema de valores igualitarios. Además, caso, la posición que reclaman en la arena
también desde distintas modalidades, los política nacional y la forma como consi-
principios democráticos se traducen en guen colocarse en el imaginario colectivo
normas y procedimientos y son operados (Luhmann y De Georgi, 1993, p. 374).
por medio de políticas distributivas, ins- La presencia de tales movimientos, orga-
trumentos de impartición de justicia, y de nizaciones y grupos en el espacio público
distintos niveles de decisión e implemen- se convierte en políticamente relevante a
tación (Sartori, 1988). medida que, como señala Habermas, se
No obstante su profundidad histórica, traduce en “desplazamientos en los pará-
los valores asociados con la noción de metros de la formación organizada de la
democracia son mutables y su legitimidad opinión y la voluntad” (Habermas, 1998,
proviene del grado en que acompañan e p. 611).
impulsan el cambio social y cultural. Así, La segunda dinámica, es decir el pro-
la idea clásica del igualitarismo cede lugar ceso de globalización, se suele interpretar
a un conjunto más complejo de valores como una forma de penetración de inte-
que se desprenden de las perspectivas del reses extranacionales en la definición de
multiculturalismo y del pluralismo polí- modelos de desarrollo de alcance nacio-
tico, de manera que valores como la to- nal, toda vez que esta dinámica presiona
lerancia, el respeto a la diversidad y el sobre los márgenes de pueblo, territorio y
reconocimiento de los derechos de las mi- soberanía consustanciales a la idea clási-
norías, tienden a ocupar posiciones cen- ca de Estado; pero también se entiende
trales en el debate público. como una pauta de redefinición de las
También como resultado del movi- políticas e identidades nacionales “en el
miento de la sociedad, es discernible una marco de referencia global de los entre-
tendencia que desafía las formas canó- lazamientos, diálogos y conflictos recí-
nicas de representación (parlamentos, procos” (Beck, 1998, p. 82). Este proce-
partidos, sindicatos) en cuanto concen- so local-global (Robertson, 1982) añade
traciones exclusivas del poder social y complejidad a las formas típicas de repre-
como vías eficientes, cuando no exclusi- sentación y gobierno y expande, desde
vas, para traducir los intereses colectivos luego, los contornos en que se sitúan las
en políticas públicas. Esta “descentración” problemáticas sociales específicas.
de la polis se articula mediante un doble Otro aspecto destacado del proceso
proceso, cuyos componentes son en apa- democrático contemporáneo es el relacio-
riencia opuestos: la dinámica de los inte- nado con el tránsito de formas decisiona-
reses locales y la de la globalización. les en que rige la regla de la mayoría hacia
La primera de estas dinámicas se deri- sistemas regidos por la negociación y la
va de movimientos, organizaciones y gru- toma de acuerdos. Este segundo modelo,

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denominado por A. Lijphart “democracia lugar, con las oportunidades y posibilida-


consociacional”, subraya la importancia des de acceso social a los bienes y servi-
de la formación de coaliciones, la posibi- cios públicos. El debate contemporáneo
lidad de veto mutuo, la proporcionalidad sobre el tema indica que la igualdad de
y la autonomía de los segmentos (Lip- condiciones de acceso ni es garantizada
jhart, 1984). En la discusión sobre las con normas de igualdad formal (cfr.,
ventajas y límites de los procesos demo- entre otros, Sen, 1998; Cohen, 1995) ni
cráticos basados en la regla de la mayoría, se agota en la masificación de los servicios
otros autores asumen una postura relati- públicos. La igualdad de oportunidades
vista, concluyendo que no hay razones de acceso se redefine entonces en función
prácticas contundentes para preferir la de la calidad y el contenido de los servi-
norma mayoritaria a otras reglas de de- cios ofrecidos por el Estado (Garretón,
cisión colectiva y que, por lo tanto, el 2000, p. 85), fórmula que, en el campo
contexto de las decisiones tiende a im- educativo, interpela la responsabilidad del
ponerse sobre las preferencias de valor sector público de ofrecer educación sufi-
(Dahl, 1992). ciente y de buena calidad, con garantía de
Además de estas tendencias, que acceso y sin restricciones debidas a condi-
apuntan a una necesaria reconsideración ciones económicas, sociales y culturales
del significado de la democracia en el de la población demandante.
mundo actual, cabe hacer notar que otras El punto de partida de este análisis
nociones arquetípicas como bien común, define la relación entre democracia y
interés público, e incluso la ecuación educación en América Latina mediante
que conjuga los términos de libertad e una categoría intermedia: la distribución
igualdad con progreso, convergen en la de oportunidades de acceso. Se sigue la
noción contemporánea de desarrollo, hipótesis de que la implementación de
entendido éste como un fin al servicio políticas públicas en regímenes que se
del cual la democracia operaría como postulan como democráticos implica no
medio eficiente. Tal cual señala Touraine: sólo la satisfacción de demandas sociales
—en este caso la demanda escolar—,
la integración de los actores sociales y econó- sino también una inversión en áreas que
micos del desarrollo no es espontánea; está resultan estratégicas para alcanzar los
incluso amenazada por la lógica propia de cada objetivos de desarrollo ofrecidos a la ciu-
uno de ellos, que corre el riesgo de entrar en dadanía, como es claramente el caso de
conflicto con la de los demás y desarticular la la educación.
sociedad. Es la democracia, debido a que da al Es importante reconocer que esta ruta
sistema político un papel de mediación entre de análisis enfoca sólo una dimensión del
los actores sociales y entre éstos y el Estado, la tema. Es claro que las conexiones de sen-
que mantiene unidos los componentes del tido entre educación y democracia no se
desarrollo. El desarrollo no es la causa sino la agotan, ni mucho menos, en el terreno
consecuencia de la democracia (Touraine, 1995, sociológico en que situamos estas refle-
p. 230, subrayado en el original). xiones. Los estudios acerca del papel de la
educación en la formación de ciudadanía,
Así entendida, la relación entre demo- el ejercicio del poder en el ámbito del
cracia y desarrollo se conecta, en primer salón de clases, la socialización escolar y

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la formación de valores, la participación compartidos con el proceso de cambio


social en la gestión escolar, y las formas mundial, así como expresiones particula-
de gobierno en las instituciones educati- res. Las transformaciones en el campo
vas, son indudables ejemplos de otras ver- económico se han expresado mediante
tientes de aproximación al tema. una serie cíclica de momentos de crisis-
recuperación. Visto como conjunto, este
Preguntas que orientan la reflexión periodo se define por un cambio de mo-
delo de desarrollo, basado en la adop-
En este orden de ideas, el objetivo del ción de programas de ajuste para enfren-
presente ensayo, que consiste en discernir tar las crisis que, con las particularidades
sobre la relación entre educación, demo- de cada caso, han golpeado a todos los
cracia y desarrollo en América Latina, se países de la zona.
busca alcanzar por medio de varias sendas La evolución de los principales indica-
analíticas, que relevan el tema educativo dores socioeconómicos —concentración
en una dimensión regional a partir de del producto y la renta por persona, tasas
preguntas como las siguientes: de empleo y desempleo, índices de distri-
bución del ingreso e indicadores de acce-
1. ¿De qué manera se relacionan los pro- so social a los satisfactores básicos— hace
cesos de cambio económico y político evidente que el modelo adoptado (una
latinoamericanos con los procesos de especie de neoliberalismo en el subdesa-
cambio educativo en la región? rrollo) ha sido incapaz de dar lugar a una
2. ¿Hasta qué punto la transición demo- recuperación del crecimiento a la vez sos-
crática y las estrategias de desarrollo tenida, sustentable y capaz de atender y
regionales se han reflejado en cambios resolver las demandas sociales de la pobla-
objetivos dentro de la distribución de ción. En contraposición a esta tendencia,
recursos para la educación y dentro aunque en parte explicada por ella, los
de la distribución social de la oferta estados latinoamericanos han transitado
educativa? de regímenes autoritarios a formas de
3. ¿En qué medida las estrategias de equi- poder civil más o menos democráticas. La
dad de acceso a la educación han pro- refundación del espacio político ha dado
ducido los resultados que expresaría lugar a nuevas expresiones y movimientos
una efectiva democratización de las de la sociedad civil organizada y reactiva-
oportunidades sociales? do la competencia entre partidos, con la
4. ¿Existe en efecto una dinámica regio- consiguiente diversificación de fórmulas
nal en materia educativa, producto de y ofertas políticas.
la convergencia de políticas y enfo- La simultaneidad de estas transiciones
ques, o bien se perfila una diversidad ha hecho sentir su peso en todos los
de pautas de acción sobre la problemá- ámbitos de la sociedad, y por supuesto los
tica educativa latinoamericana? sistemas nacionales de educación han
resultado movilizados por las opciones de
MARCO ECONÓMICO Y POLÍTICO política pública asumidas en cada cir-
cunstancia. De ahí la importancia que
En América Latina, la dinámica de las otorgamos a revisar el desarrollo de estos
últimas dos décadas manifiesta rasgos sistemas y su desempeño a la luz de las

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transformaciones experimentadas por las ocasionó un fuerte desgaste en la de por


sociedades de la región en el periodo. sí débil legitimidad de los gobiernos de
Como se sabe, en la primera mitad de facto, de manera que la crisis se revir-
los ochenta irrumpió la crisis de la deuda tió contra los regímenes autoritarios que
externa latinoamericana. El incremento de concentraban el poder en el Cono Sur
las tasas de interés sobre el valor del débi- latinoamericano y en otras zonas de Amé-
to, la reducción de los precios de los pro- rica Latina. Así, las dictaduras en Argen-
ductos primarios y la retracción de la tina, Brasil, Uruguay, Paraguay y Chile
inversión productiva constelaron un pa- cedieron el paso a gobiernos de transi-
norama negativo en la dinámica de creci- ción, abriendo la posibilidad de participa-
miento, que gravitaba en torno al acceso ción política a formaciones partidistas y
al crédito internacional y sobre la venta de dando lugar a la renovación del pacto
energéticos. Estas circunstancias auspicia- constitucional. Al mismo tiempo, en la
ron fuga de capitales, devaluación e infla- región centroamericana se impulsó un
ción, que muy pronto hicieron inviable el programa de pacificación que culminó
modelo macroeconómico gestado en los con el retorno de los civiles al gobierno.
años setenta, llevando prácticamente a la En los países latinoamericanos que ha-
quiebra a los sectores productivos y finan- bían escapado de la oleada militar de los
cieros vinculados con el exterior y depri- años setenta, como México o Costa Rica,
miendo a fondo la economía interna. los efectos políticos de la crisis se ma-
En estas condiciones, los programas de nifestaron en el relevo de las fórmulas
desarrollo nacional se orientaron al en- corporativistas y patrimonialistas tradi-
frentamiento de la crisis y a la búsqueda cionales y su sustitución por equipos tec-
de fórmulas para la recuperación de la es- nócratas identificados con el programa
tabilidad macroeconómica. El combate de neoliberal. Desde luego que la crisis eco-
la crisis se inició con planes de choque he- nómica no fue el único factor que gravitó
terodoxos (Perú, Argentina, Brasil), pero en la nueva configuración del escenario
su fugaz eficacia llevó a la adopción de político latinoamericano; no puede dejar-
las estrategias neoliberales recetadas por se de lado el peso de la recomposición
el Fondo Monetario Internacional bajo la global de fuerzas estructurada al térmi-
forma de programas de ajuste estructural, no de la guerra fría. El respaldo que las
hoy conocidos como de “primera genera- potencias brindaban a las dictaduras lati-
ción”. De inmediato se impusieron res- noamericanas fue perdiendo peso hasta
tricciones a la inversión pública, racionali- orillarlos al aislamiento internacional.
zación del empleo burocrático y del gasto A pesar de haber aplicado con docili-
social, así como la implantación de mayo- dad los programas del FMI, los gobiernos
res controles fiscales y la apertura comer- autoritarios fueron incapaces de concretar
cial hacia el exterior. los pactos sociales requeridos para romper
En entornos autoritarios, la adopción el impasse de la crisis. Tanto los sectores
de tales medidas, que implicaban el re- empresariales, como las clases medias y
corte o cancelación de presupuestos para los sectores populares manifestaron opo-
programas de salud, educación, vivienda, sición a los programas de ajuste mediante
etc., la eliminación de subsidios directos variadas formas de resistencia. Pero lo
a las empresas y la venta de paraestatales, decisivo en el desgaste de la gobernabili-

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dad autoritaria fue la ausencia de espacios ante las turbulencias del mercado finan-
de negociación para lograr compromisos ciero internacional. En tal contexto, las
activos entre los actores. De esta manera, preferencias electorales variaron de favo-
un estado de anomia política precedió y recer a las propuestas modernizadoras
acompañó la crisis del autoritarismo lati- típicas hacia el voto en favor de ofertas
noamericano. centristas, generalmente de tipo socialde-
En el marco de la crisis financiera de mócrata, aunque también hacia formacio-
los años ochenta, el lanzamiento político nes de corte autoritario-populista.
de los programas de ajuste estructural No carece de interés constatar, asimis-
tuvo como plataforma “el recurso a un mo, que en los procesos de alternancia
estilo de decisión fuertemente centrado política de la década, las formaciones de
en el ejecutivo y en sus poderes discre- la izquierda tradicional tuvieron pocos
cionales de intervención” (Torre, 1997, p. éxitos electorales, más bien retrocedieron,
491). El presidencialismo latinoameri- y que en general los triunfos de oposición
cano: centralista, unilateral y carente de se derivaron de las capacidades para arti-
vocación deliberativa, facilitó en cierto cular frentes, alianzas y bloques electora-
modo la generalización del modelo neoli- les amplios, es decir mediante la partici-
beral en la región, aunque también, como pación tanto de partidos opositores como
enseguida veremos, desgastó algunas de de movimientos y organizaciones civiles.
las posibilidades abiertas por la transición En el terreno económico, entre 1990 y
democrática que se iniciaba. 1994 las economías latinoamericanas, to-
El Consenso de Washington de 1990 madas en conjunto, observaron una ten-
estableció un punto de inflexión decisivo dencia de crecimiento del orden de 3.4%
en el proceso de redefinición de los mo- anual, con un pico de 5% en el año 1994.
delos de desarrollo económico y social de En esta pauta de recuperación incidió la
América Latina.1 Durante los años no- inversión extranjera en los mercados de
venta, las agendas político-económicas de valores, aunque también jugaron un pa-
todos los países de la región registraron la pel importante las políticas de austeridad
impronta de las recomendaciones de tal adoptadas. Nuevos créditos comenzaron a
consenso, aunque cada país las haya in- fluir a la región, aunque condicionados
terpretado y operado desde condiciones por la aplicación de los programas de ajus-
particulares (véase Castro, 2000). De tal te estructural de “segunda generación”.
manera, el panorama económico y políti- En algunos casos, entre los que sobre-
co latinoamericano de los noventa puede salen el chileno y el mexicano, la recupe-
ser descrito, por un lado, en función de ración hizo posible el reposicionamiento
la generalización regional de las políticas de los sectores productivos, orientándolos
de corte neoliberal pero, por otro, por a la exportación de básicos y algunas ma-
un cierto desencanto sobre la efectividad nufacturas; en otros, las políticas de pri-
de esas fórmulas. Si en la primera mitad vatización de las empresas y sectores en
de la década los síntomas de recuperación manos del Estado trajeron consigo una
macroeconómica alentaron expectativas reactivación de los flujos de circulante y
de estabilización económica y política, en de ahí la promoción del mercado interno.
la segunda mitad se hizo manifiesta la La aplicación de medidas estrictas para la
vulnerabilidad de la estrategia adoptada estabilización de la inflación, la balanza

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de pagos y la paridad cambiaria contribu- no, se puede determinar que el ciclo de


yeron a volver atractiva la zona para la in- recuperación de la primera mitad de la
versión extranjera en las bolsas de valores; década noventa llegó a su punto culmi-
asimismo la liberalización arancelaria y, nante en el cuarto trimestre de 1994 para
en general, de las regulaciones sobre la entrar en fase de estancamiento. El lapso
inversión directa, auspiciaron el ingreso que comprende 1995 y la primera mitad
de firmas internacionales en los mercados de 1996 representa un ciclo corto recesi-
locales. En los países del Cono Sur, el vo, con crecimiento negativo del produc-
desarrollo de la iniciativa MercoSur acti- to. Un nuevo ciclo de recuperación está
vó el flujo comercial en la zona, movili- marcado entre la segunda mitad de 1996
zando al sector exportador en cada país. y el segundo trimestre de 1997. A este
No obstante, y a raíz de la devaluación último sigue otro periodo de contracción
del peso mexicano en 1994, una nueva en 1998 y 1999, que pareciera revertirse
ola de inestabilidad acotó las posibilida- a partir del tercer trimestre de 1999 y
des de recuperación. En la segunda mitad durante el año 2000 (CEPAL, 2000a). No
del decenio, sucesivas crisis de corto plazo obstante esta pauta regional, a partir de
han exhibido la volatilidad del capital fi- 1998 el crecimiento del producto latino-
nanciero y su inviabilidad como motor americano exhibe una clara diferenciación
del desarrollo económico de la región. La entre los países sudamericanos (en que el
fuerte crisis financiera en Brasil en 1999, comportamiento es recesivo) y México y
así como los síntomas de agotamiento de las naciones centroamericanas, que logra-
las estrategias monetaristas en Ecuador y ron sostener los niveles de crecimiento
Argentina en 2000, no hacen sino ratifi- previos a raíz del crecimiento económico
car esta tendencia. En el curso de la déca- de Estados Unidos y mediante un cre-
da de los noventa, una nueva generación ciente flujo exportador facilitado por el
de reformas neoliberales, menos agresivas Tratado de Libre Comercio entre ese país,
que los planes de choque, pero con pre- Canadá y México.
tensiones de mayor cobertura en ámbitos La dinámica de ciclos cortos de cri-
como el laboral, el educativo, la produc- sis/recuperación parece haber entrado en
ción y los servicios, comenzó a tomar una nueva fase a partir de las repercusio-
el lugar de los programas de ajuste pres- nes económicas y políticas de los sucesos
critos en la década anterior. Hasta el del 11 de septiembre de 2001 (el ataque
momento, la expresión más patente del al World Trade Center en Nueva York).
agotamiento de las estrategias macroeco- La depresión global significó para las
nómicas recomendadas por la banca mul- principales economías latinoamericanas,
tilateral es la crisis argentina del 2002, en el mejor de los casos, la cancelación de
porque en ella se manifiestan con toda expectativas de crecimiento a corto plazo,
claridad los efectos sobre la gobernabili- aunque de hecho esta nueva ola de cri-
dad y la institucionalidad provocados por sis se ha combinado con factores políti-
el deterioro del nivel de vida de la pobla- cos internos para constelar un panorama
ción y ante las condiciones de incerti- francamente desalentador en la primera
dumbre social emanadas de la crisis. década del nuevo siglo.
A partir del análisis de la CEPAL sobre Frente a los efectos de las crisis que
el desempeño económico latinoamerica- genera la globalización de los circuitos

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financieros, los gobiernos latinoameri- polarización y exclusión gestadas por el


canos optaron por articular estructuras neoliberalismo latinoamericano.
de cooperación intra y extra regional. En el terreno político, el periodo
En el curso de la década la actividad en 1980-2000 se caracteriza en la región,
este campo ha sido notable: no sólo la como se ha señalado, por el desarrollo y
iniciativa MercoSur ejemplifica este mo- profundización de procesos de transición
vimiento, sino también en él se encua- democrática. Aunque este fenómeno es
dra la reactivación de ALADI, la forma- efectivamente una pauta regional, cabe
ción de conglomerados regionales en distinguir en ella diferentes formas o
Centroamérica, el área andina y la zona modelos. La tipología de Garretón al res-
circuncaribe, así como la estrategia de pecto nos parece válida; el autor distin-
apertura hacia nuevos mercados exter- gue tres grandes modalidades: fundacio-
nos, principalmente del Sudeste asiático nes, transiciones y reformas.
y Europa. El primer tipo se ejemplifica con la
Cumplida la década noventa e iniciada experiencia de los países centroamerica-
la primera del siglo XXI, es claro que la nos (excepto Costa Rica y Panamá), en
estrategia de desarrollo adoptada ha sido que la democratización se inicia con la
incapaz de resolver los problemas econó- derrota del régimen oligárquico previo.
micos y sociales de las naciones latinoa- En Centroamérica, la construcción de
mericanas. Por el contrario, dicho mode- instituciones democráticas se funde con
lo generó un mayor desequilibrio en la procesos de pacificación, reconciliación y
distribución de la riqueza y las oportuni- reconstrucción nacional; implica la crea-
dades sociales. Si bien el producto inter- ción de instituciones y actores políticos
no bruto regional logró repuntar en com- pertinentes y establece prioridades, de
paración con la “década perdida” de los corto plazo, concentradas en torno al
años ochenta, los indicadores distributi- problema de la gobernabilidad y el asegu-
vos muestran hoy una mayor concentra- ramiento de la formación política emer-
ción de la riqueza en los segmentos eco- gente. El segundo tipo corresponde a las
nómicos superiores y la estructura del transiciones democráticas posteriores al
empleo prevaleciente expresa la incapa- ocaso del régimen militar, y su forma
cidad de estas políticas para generar em- típica es la de los países del Cono Sur.
pleos suficientes. Asimismo, el flujo mi- Esta modalidad, similar al proceso espa-
gratorio Sur-Norte se acrecienta año con ñol en la era pos franquista, implica la
año debido a las condiciones de pobreza restauración de tradiciones e instituciones
de una creciente proporción de la pobla- democráticas, así como la reactivación de
ción latinoamericana, muchos de ellos los sujetos capaces de impulsar el cambio
jóvenes que carecen de posibilidades para político. A diferencia de las fundaciones,
lograr inserción en el sistema de oportu- la prioridad política se concentra en tor-
nidades sociales. Este proceso, así como el no a la definición de nuevos arreglos y
escalamiento de fenómenos como el nar- pactos entre el Estado, la sociedad civil y
cotráfico, la violencia rural y urbana, o las las organizaciones políticas, en forma tal
expresiones de protesta de diversos gru- que la satisfacción de demandas sociales
pos sociales, difícilmente pueden inter- ocupa una posición estratégica en el dise-
pretarse al margen de las tendencias de ño de la oferta política correspondiente.

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El tercer tipo, la reforma política, trata ses, lo que pronto permitió a esas nacio-
del desarrollo de instituciones democrá- nes alcanzar objetivos de cobertura de la
ticas desde el interior del Estado y de matrícula media y superior sobresalientes
la redefinición de las reglas que ordenan en el contexto regional; similar es el caso
la vida política nacional. Aunque el caso de Costa Rica, Panamá y Cuba. En con-
mexicano aparece como prototipo de esta traste, en las demás naciones de la zona
modalidad, en realidad las otras fundacio- centroamericana, con la adición de Repú-
nes y transiciones también se proyectan blica Dominicana, se mantienen impor-
hacia un escenario similar, en el que la tantes déficit de cobertura y niveles de
apertura del espacio político y la cons- analfabetismo significativos. En México y
trucción de confianza para la participa- Brasil, aunque con especial intensidad en
ción en el mismo aparecen como las con- el segundo de estos países, se observa una
diciones de posibilidad de la reforma clara dualización de los desempeños. Por
(Garretón, 2000). una parte, sus trayectorias de cobertura
Ciertamente, en América Latina los básica han sido más lentas e incompletas
procesos de cambio vinculados en la pero, por otra, cuentan con los mayores
pauta de democratización han sido diver- volúmenes de matrícula media y superior
sos entre sí; sin embargo, en todos ellos de la región, si bien inequitativamente
está presente una preocupación por im- distribuidos. Distinto es el caso de los
pulsar procesos de desarrollo que posi- países del área andina (Ecuador, Perú,
biliten la estabilidad y mejoren la distri- Venezuela, Colombia y Bolivia), en que al
bución. En este contexto, el impulso y inicio de este periodo se advierten nive-
mejora de los sistemas educativos se les de cobertura deficitarios, pero que en
muestra en franca asociación con las las últimas dos décadas consiguen hacer
agendas de desarrollo en marcha. repuntar los indicadores en todos los
¿De qué manera esta doble transición niveles.
(los ciclos de crisis-recuperación econó- Durante la década de 1980, la reduc-
mica y la democratización política) han ción del gasto social, provocada por la cri-
repercutido en la educación latinoameri- sis de la deuda y los ajustes posteriores,
cana? A esta pregunta intenta responder impactó negativamente las inversiones en
el siguiente apartado. el sector educativo. Aunque esta restric-
ción no afectó significativamente las tasas
CRECIMIENTO Y DESARROLLO de matrícula, cuya evolución expansiva se
DE LA EDUCACIÓN mantuvo, la región tendió a rezagarse con
respecto a los patrones exhibidos por paí-
Durante toda la segunda mitad del siglo ses con niveles similares de desarrollo.
XX, la educación latinoamericana vivió Repercusiones más marcadas se expresa-
un proceso de expansión prácticamen- ron en el deterioro del poder adquisitivo
te sin interrupción. No obstante, los de- del salario docente y la infraestructura
sempeños nacionales en la región se dife- escolar, así como en la falta de actualiza-
rencian con toda claridad: en el extremo ción curricular. Coincidió la crisis, ade-
austral (Argentina, Uruguay y Chile) la más, con una década de cambios impor-
enseñanza básica se universalizó tempra- tantes en las formas de adquisición de
namente, en contraste con los demás paí- conocimientos en los países industrializa-

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dos, lo cual agravó el rezago en cuanto a 1990-1995 de 3.1%; en dólares constan-


estilos y recursos pedagógicos de la edu- tes de 1980: tomando como base 100 el
cación pública en la región. gasto de 1980, el de 1990 fue de 89.7 y
En la década noventa el panorama el promedio entre 1991 y 1995 de 93.8,
cambió en cierta medida, aunque cierta- y como gasto por alumno: en 1980 era de
mente mantuvo inercias de la década de 264 dólares, en 1990, de 217, y en 1995
los ochenta, particularmente en el terre- de 213 (véase cuadro 1).
no del gasto público educativo. El pano- Considerado en términos generales, el
rama general en este aspecto indica que, panorama por países no difiere mucho
por una parte, el gasto educativo observó del patrón regional, aunque sí expresa
una tendencia de crecimiento en térmi- una cierta diversidad de estrategias de
nos absolutos y como proporción del colocación de fondos para el sector edu-
gasto público total, afirmación que es cativo. En el lapso 1990-1995, Brasil,
válida para el nivel regional y para cada Bolivia y Paraguay incrementaron signifi-
uno de los países que la componen. Por cativamente los recursos educativos per
otro lado, sin embargo, los niveles de cápita. A la inversa, en El Salvador, Ni-
gasto se mantuvieron o aun decrecieron caragua y Perú se registraron caídas tam-
como proporción del PIB: en 1980 era de bién significativas de este indicador. El
3.5%, en 1990 de 3.2% y en el periodo resto de los países osciló en torno a la

CUADRO 1 • Indicadores distributivos del gasto público en educación en América Latina, 1980-1996

Gasto público Gasto público Gasto público


en educación per cápita en educación por alumno en educación
(como % del PIB) (deflactado a precios (deflactado en dólares
constantes de 1980) de 1987)
1980-81 1982-89 1990-95 1980-81 1982-89 1990-95 1980-81 1982-89 1990-95

Argentina 3.4 3.4 3.5 100.0 103.0 80.4 565.2 468.7 402.1
Bolivia 3.6 2.6 3.5 100.0 84.5 118.1 128.6 76.4 80.2
Brasil 2.9 3.5 4.6 100.0 128.3 147.3 222.9 253.2 300.1
Chile 4.4 2.6 2.7 100.0 82.9 82.4 249.7 239.0 210.7
Colombia 2.7 3.0 2.9 100.0 135.8 175.3 116.7 151.5 134.8
Costra Rica 5.6 4.5 5.0 100.0 72.6 94.3 417.2 314.4 373.0
Ecuador 5.4 4.5 3.4 100.0 80.4 59.6 214.9 188.4 —
El Salvador 1.8 1.8 1.7 100.0 59.6 34.8 200.1 121.1 88.8
Guatemala 1.8 1.8 1.7 100.0 87.3 82.9 123.2 77.9 —
Honduras 3.4 4.4 4.4 100.0 113.4 109.4 148.2 157.4 —
México 3.4 2.8 3.6 100.0 68.0 86.9 206.1 161.2 162.6
Nicaragua 4.1 4.6 4.7 100.0 54.9 27.9 — 261.5 191.4
Panamá 4.9 5.3 4.9 100.0 110.2 113.0 391.3 425.6 341.5
Paraguay 1.1 1.2 2.3 100.0 104.5 231.6 488.3 373.7 295.8
Perú 3.1 2.6 1.5 100.0 72.2 19.1 143.0 90.5 54.3
R. Dominicana 2.3 2.0 1.2 100.0 89.0 79.2 — — —
Uruguay 2.8 2.9 2.8 100.0 95.2 97.1 349.2 280.4 294.8
Venezuela 4.9 4.4 3.3 100.0 72.4 49.3 488.3 373.7 295.8
Promedio 3.5 3.2 3.1 100.0 89.7 93.8 264.8 217.3 213.0

Fuente: Cominetti y Ruiz, 1997

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media de 4% de incremento vigente en el Por otra parte, el estudio de Marce-


periodo. Este desempeño confirma que si la Gajardo sobre las reformas educativas
bien la educación ha sido un tema rele- latinoamericanas durante la década no-
vante en la distribución del gasto público venta concluye que, en el balance de
latinoamericano, de hecho una prioridad, avances y limitaciones, se reconocen
las oscilaciones económicas del modelo adelantos importantes aunque resultados
de desarrollo han dificultado, cuando no todavía insatisfactorios. Entre los logros
impedido, trasladar al plano educativo que destaca la autora se cuentan: el esta-
una mayor cantidad de recursos fiscales. blecimiento de políticas de Estado sobre
Pero, no obstante este contexto de limita- la educación apoyadas en normas que
ciones financieras, varias iniciativas de facilitan su estabilidad en el tiempo; una
reforma fueron establecidas y desarrolla- mayor descentralización y mayor poder
das en los distintos niveles que componen de decisión en los establecimientos; la
la estructura educativa. Antes de proceder implantación de programas de mejoría
a su comentario específico, es pertinente de la calidad y la equidad, así como de
una visión panorámica. políticas compensatorias; una mayor
En un documento de reciente publica- preocupación en los resultados objetivos
ción, la CEPAL afirma que las políticas del aprendizaje; un mejor conocimiento
educativas desplegadas en la década no- de la problemática educativa, en par-
venta se realizaron en torno a cuatro prin- ticular sobre la enseñanza media; una
cipales aspectos: la organización, el fi- tendencia positiva de mejoría de las re-
nanciamiento, la calidad y la integración muneraciones docentes y su profesio-
sistémica. En el ámbito organizativo el nalización; un enfoque de financiamien-
enfoque adoptado se orientó, en general, to con prioridad en la enseñanza básica.
hacia el fortalecimiento de las funciones En cuanto a las limitaciones, Gajardo
gubernamentales de planeación, coordi- enfatiza las siguientes: persistencia de las
nación, regulación y evaluación educa- brechas entre países y estratos sociales
tiva. En el ámbito financiero se buscó en cada país; lentitud en la mejoría de
racionalizar el subsidio público mediante los rendimientos, sobre todo para los
estrategias de focalización y compensa- pobres; persistencia de obstáculos políti-
ción, así como mediante la movilización cos y técnicos a nivel institucional, e
de fuentes de financiamiento que inclu- insuficiencia del financiamiento (Gajar-
yen un volumen creciente de recursos pri- do, 1999, p. 40).
vados. En cuanto a los aspectos de cali- Se puede añadir a estos comentarios
dad, los objetivos perseguidos fueron: que el enfoque de reforma educativa
equilibrar la prioridad en la cobertura con impulsado en la década abordó los nive-
una prioridad sobre la calidad y los resul- les educativos en formas muy diferentes
tados; ampliar la formas de evaluación del entre sí. Para sustentar esta afirmación
sistema. Por último, el planteamiento veremos a continuación las principales
sobre la articulación sistémica se centró referencias e indicadores respecto al pro-
en los propósitos de vinculación de los blema del analfabetismo, la reforma de
sistemas de educación, capacitación e la educación básica y las transformacio-
investigación entre sí y con el sistema nes en los niveles medio y superior del
productivo (CEPAL, 2000a, p. 96). sistema.

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Analfabetismo sa proporción en el conjunto, la mayoría


de los analfabetas corresponde al grupo
Ciertamente la persistencia del analfa- de población de mayor edad, como lo
betismo en los países latinoamericanos demuestra el hecho de que entre la pobla-
representa uno de los principales factores ción de 15 a 24 años la persistencia del
que obstaculizan el alcance de objetivos analfabetismo es siempre menor a 2%.
superiores de modernización, desarrollo Además, es interesante que en Argentina
social y vida democrática. La distribución y Costa Rica la proporción de analfabetas
de los niveles de analfabetismo puede ser varones de 15 a 24 años es superior a la
ordenada en cuatro grupos de países: el de mujeres, lo que seguramente remite a
grupo con menos de 5% de analfabe- la migración desde países vecinos, princi-
tismo, el grupo cercano a 10%, el grupo palmente Bolivia y Nicaragua.
con aproximadamente 15%, y el que tiene El segundo grupo se integra con Pa-
un analfabetismo superior a 20%, en to- raguay (7.5), Venezuela (8.3), Panamá
dos los casos con respecto a la población (8.8), Colombia (9.1), México (9.6),
de mayores de 15 años (véase cuadro 2). Ecuador (9.7) y Perú (11.2). En este con-
Al primer grupo corresponden Uru- junto, el problema del analfabetismo es
guay (2.5), Argentina (3.4), Cuba (3.7), importante dentro de la población de
Chile (4.7) y Costa Rica (4.8). En este mayores de 15 años; el mismo indicador
conglomerado, el analfabetismo puede con respecto a la población entre 15 y 24
considerarse un problema en claras vías años se sitúa en torno a 3.5%, lo que sig-
de superación ya que, además de su esca- nifica un avance importante para su solu-

CUADRO 2 • Porcentajes de analfabetismo en América Latina, 1997

15 años y más Entre 15 y 24 años


Total Hombres Mujeres Total Hombres Mujeres
Argentina 3.4 3.4 3.5 1.5 1.7 1.3
Bolivia 16.3 9.2 23.1 4.9 2.5 7.3
Brasil 15.9 15.8 16.0 8.3 10.1 6.5
Chile 4.7 4.5 5.0 1.4 1.6 1.2
Colombia 9.1 9.0 9.1 3.6 4.2 2.9
Costa Rica 4.8 4.9 4.8 1.9 2.2 1.6
Cuba 3.7 3.6 3.8 0.3 0.3 0.3
Ecuador 9.7 7.8 11.7 3.4 2.9 4.0
El Salvador 22.7 19.7 25.6 12.7 11.8 13.6
Guatemala 33.4 25.8 41.0 22.2 15.7 28.8
Honduras 27.1 27.1 27.2 18.0 19.5 16.5
México 9.6 7.4 11.6 3.5 2.8 4.2
Nicaragua 32.5 34.0 31.1 27.3 29.9 24.7
Panamá 8.8 8.2 9.5 3.6 3.2 4.0
Paraguay 7.5 6.2 8.8 3.3 3.2 3.5
Perú 11.2 6.0 16.2 3.8 2.1 5.5
R. Dominicana 17.6 17.5 17.7 9.9 10.7 9.2
Uruguay 2.5 2.9 2.1 0.8 1.0 0.5
Venezuela 8.3 7.7 8.9 2.5 3.2 1.8

Fuente: Unesco, 2000

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ción. Con excepción de Colombia y considerarse como grave porque, además


Venezuela, en los demás países el analfa- de persistir una proporción muy impor-
betismo femenino es significativamente tante de analfabetas mayores de 15 años,
superior al masculino, situación que el segmento entre 15 y 24 también expre-
generalmente se presenta en comunidades sa niveles de analfabetismo significativos,
rurales y de base indígena, y que expresa en cada caso superiores a 10%, y en Gua-
la consistente relación que existe entre las temala y Nicaragua mayores a 20 por
formas de exclusión sociales y las cultura- ciento.
les. Cabe hacer notar, por último, que en Una dimensión adicional al problema
su mayor parte el grupo está formado por del analfabetismo pleno, al que se refieren
países del área andina, lo que es de inte- los datos anteriormente indicados, es la
rés al apuntar hacia una posible dimen- que se conoce como “analfabetismo fun-
sión regional del problema de la exclusión cional” que describe al segmento de adul-
educativa. tos que no completaron al menos cuatro
En el tercer grupo, formado por Brasil grados de instrucción primaria. En un
(15.9), Bolivia (16.3) y República Domi- reciente estudio del Banco Mundial se
nicana (17.6), se observan dos situaciones ofrecen estos datos para países de Amé-
distintas: la de Bolivia, en que el volumen rica Latina, recogidos de una muestra de
de analfabetas mayores de 15 años es muy hogares con niños y clasificada por nive-
significativo pero se compensa con una les de pobreza (véase cuadro 3).
proporción inferior a 5% de analfabetas Como cabría esperar, los niveles de
entre 15 y 24 años, y la de Brasil y Re- analfabetismo funcional son correlativos
pública Dominicana, en que el analfabe- a las tasas de analfabetismo pleno, con la
tismo es importante en ambos grupos de sola excepción de Perú en que, con una
edad, lo que indica una problemática más proporción todavía importante de iletra-
difícil de resolver en el corto plazo. dos (11.2), el analfabetismo funcional es
Por último, el cuarto grupo concentra similar al que se registra en países como
países de la zona centroamericana: El Costa Rica o Chile que tienen niveles de
Salvador (22.7), Honduras (27.1), Nicara- analfabetismo total muy inferiores. Por
gua (32.5) y Guatemala (33.4). En estos otra parte, los datos confirman la asocia-
países la situación de analfabetismo puede ción entre el acceso y permanencia en el

CUADRO 3 • Analfabetismo funcional de la cabeza familiar en hogares urbanos y rurales (%)

Muy pobre Pobre Sin pobreza Total


Brasil 64.1 55.2 16.6 35.9
Costa Rica 31.9 26.6 12.5 19.5
Chile 20.8 19.1 14.4 25.7
Ecuador 45.7 38.7 14.4 25.7
El Salvador 76.8 72.5 46.8 58.7
Honduras 71.9 66.7 40.6 52.2
Nicaragua 87.0 80.3 40.2 62.3
Perú 38.8 33.5 12.8 22.8

Fuente, Banco Mundial, 1999

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sistema escolar y los niveles socioeconó- que han alcanzado un nivel intermedio
micos de la población: consistentemente (entre 25% y 50% de cobertura) son Ar-
el segmento más pobre es también el más gentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Pana-
afectado por la exclusión educativa. Sin má, Paraguay y Perú, y por último, los
embargo, en esta relación hay algunos que han superado la franja de 50% son
matices que se expresan en el diferencial Chile, Costa Rica, Cuba y México. Estos
entre el grupo más pobre y el segmento resultados, aunque en general concuerdan
fuera de la situación de pobreza: Brasil es con los niveles de desarrollo educativo de
un extremo de esta situación, el analfabe- los países, expresan también la existencia
tismo funcional es cuatro veces mayor en de una variedad de políticas sobre la edu-
el grupo más pobre que en el sector sin cación preescolar en la región, asociada
pobreza; el extremo contrario es el caso seguramente con diferentes percepciones
chileno, en que el analfabetismo funcio- sociales y culturales, aunque también de
nal es semejante en los tres grandes seg- política sectorial, sobre su necesidad, sig-
mentos socioeconómicos. Casos interme- nificado e implicaciones educativas.
dios son los de Costa Rica, Ecuador y La universalización de la educación
Perú en que el analfabetismo funcional de básica, en cambio, representa un objetivo
los más pobres es aproximadamente el tri- común y compartido en todos los países
ple del correspondiente al segmento fuera de la región, aunque persisten discrepan-
de la pobreza. Por último, está el caso de cias en la definición del nivel. En algunos
El Salvador, Honduras y Nicaragua, en casos, la básica corresponde a la educa-
que se combina un altísimo nivel de anal- ción primaria, en otros comprende tam-
fabetismo funcional de los más pobres bién la secundaria o ciclo básico de la
(entre 72% y 87%) con un también muy enseñanza media y en otros más incluye
alto nivel en el grupo menos pobre (más los años de preescolar. Estas diferencias
de 40% en todos los casos). no son sólo conceptuales, sino que tienen
como referente normativo la obligación
Educación básica del Estado de proporcionar educación
gratuita hasta cierto nivel educativo y la
En los niveles y modalidades de la educa- corresponsabilidad de la sociedad de inte-
ción básica tuvo América Latina un grarse a la estructura educativa. En Boli-
desempeño notable durante el periodo via y Chile la educación obligatoria com-
reseñado. La enseñanza preescolar, que prende ocho años; en Costa Rica, Cuba,
hacia la década de los setenta recibía, en Ecuador, México, Paraguay y Uruguay
promedio, a 7% de los niños de cinco es de nueve años; en Argentina, Colom-
años, superó la proporción de 20% a bia y Venezuela de diez años, y en El
mediados de los noventa. Persiste, sin Salvador y Perú, de once años (Llórens et
embargo, una gran diversidad entre los al., 2000).
países de la región: en los países latinoa- A partir de 1990, con posterioridad a
mericanos en que el acceso a preescolar la Cumbre de Jomtien —en que los países
está rezagado (por debajo de 25% de la latinoamericanos, al igual que el resto de
demanda potencial) se cuentan República las naciones afiliadas a la UNESCO, suscri-
Dominicana, Ecuador, El Salvador, bieron los compromisos contenidos en la
Guatemala, Honduras y Nicaragua; los Declaración Mundial de Educación para

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Todos— se redoblaron esfuerzos para uni- región en su conjunto no ha logrado aún


versalizar la educación básica, abatir el cumplir en su totalidad los objetivos plan-
analfabetismo y diseñar instancias de edu- teados” (PROMELDAC VII, Declaración de
cación no formal y compensatoria que Cochabamba).
permitieran brindar educación a grupos En efecto, a pesar del esfuerzo realiza-
tradicionalmente excluidos de las oportu- do y aun cuando en todos los países la tasa
nidades educativas. Estos compromisos, bruta de escolaridad básica supera 100%
en la vertiente regional, se fueron sustan- —lo que quiere decir que existe una ofer-
ciando en la serie de Reuniones de Mi- ta suficiente para cubrir a la población en
nistros de Educación de América Latina y edad escolar—, los indicadores de desem-
el Caribe (en particular en las reuniones peño de la matrícula en primaria demues-
de Quito, 1991, Santiago, 1993 y Jamai- tran que aún se está lejos de alcanzar el
ca, 1995). Asimismo, en la Cumbre de las objetivo de universalización.
Américas de Santiago de Chile, 1998, se Aproximadamente 8% de la población
reconocieron como principios de la acción escolar en primaria son niños repetidores
educativa para el nivel la equidad, la cali- de algún grado escolar, situación variable
dad y la pertinencia, y se fijaron como entre los países dentro de un rango que
prioridades educativas la creación de pro- oscila entre 3.5% en Ecuador y 15.3%
gramas compensatorios para la atención en Guatemala. La tasa de supervivencia al
de grupos vulnerables, la formación y ca- quinto grado de primaria es de 83%
pacitación docente, la conformación de como promedio regional, sin embargo las
sistemas de evaluación, el intercambio variaciones son muy importantes: mien-
continental en materia de experiencias tras que en Chile se conserva práctica-
innovadoras, la utilización de nuevas tec- mente toda la matrícula hasta ese grado,
nologías y la educación en valores para la en Guatemala sobrevive apenas la mitad.
democracia y la ciudadanía. Por último, el coeficiente de eficiencia,
En el Foro Mundial de la Educación, definido como el porcentaje de inscritos
que tuvo lugar en Dakar, Senegal, en abril que logran terminar la educación básica,
de 2000, fue plenamente reconocido el es cercano a 80% como promedio regio-
incumplimiento general de las metas que nal; aunque también en este caso las va-
los países afiliados a la UNESCO adop- riaciones son importantes: en Brasil, Ve-
taron en el marco de Educación para nezuela y los países centroamericanos las
Todos. Además de reconocer limitacio- eficiencias están en el rango de 50-60%,
nes, las representaciones gubernamentales mientras que hay países en que la misma
acordaron postergar el alcance de objetivo tasa supera 90%: Cuba, Chile y Ecuador
hacia el año 2015. Del mismo modo, los (véase cuadro 4).
ministros de educación de América Latina A lo largo de la última década, la re-
y el Caribe, en la VII Reunión del Comité forma de la educación básica en América
Regional Intergubernamental del Proyecto Latina transcurrió mediante diversas po-
Principal de Educación (Cochabamba, líticas en el ámbito de la organización
Bolivia, marzo de 2001) reconocieron escolar, la normatividad, la gestión edu-
que, si bien se acusan avances en algunos cativa, la distribución del gasto y el
países, sobre todo en la cantidad de niños cambio curricular. Entre las tendencias
que ingresan a la escuela, “sin embargo, la comunes se destacan las siguientes: a)

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CUADRO 4 • Indicadores de desempeño en educación primaria (1995-1996)

Tasa de supervivencia
Porcentaje de repetición Coeficiente de eficiencia
(al quinto grado)

Argentina 5.6 — —
Brasil -- — 44.8
Chile 5.3 100 91.7
Colombia 7.2 76 84.6
Cuba -- — 96.8
Costa Rica 11.4 88 80.0
Ecuador 3.5 85 91.8
El Salvador 4.3 77 63.4
Guatemala 15.3 50 57.9
México 6.9 86 86.3
Nicaragua 12.6 -- 52.8
Paraguay 9.1 78 73.7
Uruguay 9.5 98 85.8
Venezuela 10.3 89 52.8

Nota: Todos los datos corresponden o al año 1995 o a 1996, excepto el dato de eficiencia de Brasil, que es de 1992
Fuente: Unesco, 2000

Transformación de contenidos, organiza- comprenda entre 8 y 10 años, así como


da a partir de la formulación de objetivos con medidas puntuales para aumentar la
fundamentales y contenidos mínimos de jornada escolar y el número de días há-
aprendizaje; además; estrategias para des- biles en la escuela (UNESCO/OREALC,
centralizar el currículum nacional con la 2000). A estas líneas de política edu-
incorporación de contenidos regionales. cativa se añaden dos más: la propuesta
b) Autonomía escolar, al generar en los de focalización y la estrategia general de
establecimientos un mayor grado de au- evaluación.
tonomía relativa, en que cada escuela En cuanto a la focalización, se obser-
desarrolla acciones específicas como res- va una tendencia regional, sobre todo en
puesta a su entorno y se fortalecen los los últimos años, de implementación de
niveles de participación de los actores proyectos orientados a promover la equi-
locales. c) Provisión de recursos y medios dad mediante esquemas compensatorios
de apoyo a la enseñanza, mediante una y proactivos, enfocados a la población de
mayor inversión en materiales y medios menores recursos, a la geográficamente
de apoyo educativo. d) Formación y pro- aislada, dispersa o en condiciones de mo-
fesionalización docente, por medio de vilidad, por ejemplo los grupos migrato-
capacitación, actualización, diseños de ca- rios. En cuanto a la evaluación, se advier-
rrera magisterial y estímulos a la produc- te una pauta de profundización de los
tividad y el desempeño. e) Tiempo dedi- esquemas de evaluación iniciados desde
cado al aprendizaje, que se ha procurado los años ochenta; al respecto, la tendencia
ampliar mediante reformas normativas es hacia la implantación y aseguramiento
que implican la extensión del periodo de de sistemas nacionales de evaluación de las
educación básica obligatoria para que prácticas y procesos de gestión, y sobre la

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calidad de los aprendizajes. Hay también de Trabajadores de la Educación, 1993;


una tendencia, todavía incipiente, que se Panamá: Pacto por la Modernización de la
dirige al desarrollo de evaluaciones com- Educación Panameña, 1996 (Gajardo,
parativas, de nivel internacional, con base 1999). Los más recientes instrumentos
en criterios e instrumentos estandarizados. son, en México, el Compromiso Social
En materia de planeación, la mayor por la Calidad de la Educación, firmado
parte de los países elaboraron proyectos en agosto de 2002 entre la Secretaría de
y diseños para el mejoramiento de la edu- Educación Pública, el Sindicato Nacional
cación básica; entre ellos cabe referir los de Trabajadores de la Educación y repre-
siguientes: Plan Social Educativo Escuela sentantes de las iglesias, el empresariado,
Nueva (Argentina); Plan Decenal de universidades y el sector social, y en
Educación para Todos (Brasil); Programa Ecuador se están estableciendo las bases
de Mejoramiento de la Educación Básica para un Contrato Social por la Educación
(Bolivia); El Salto Educativo (Colombia); de características similares.
Programa para el Mejoramiento de la En cuanto a las políticas de descentrali-
Calidad de la Educación General Básica zación (financiera, administrativa, laboral
(Costa Rica); Proyecto de Mejoramiento y curricular), la experiencia de la década
Educativo P-900 (Chile); Programas Com- muestra resultados mixtos: algunos avan-
pensatorios para la Educación Básica y de ces pero también y sobre todo dificultades
Adultos (México); Proyecto para el Me- para articular el proyecto de descentraliza-
joramiento de la Calidad de la Educación ción en contextos aún fuertemente centra-
Primaria (Uruguay). lizados en el ámbito de toma de decisiones
La implementación de estas rutas de tanto políticas como educativas (véanse
cambio implicó, en la mayoría de los Puelles, 1993, y Senen, 1994). En algunos
casos, la concertación de las agendas de casos, por ejemplo el de México en 2001-
reforma entre el sector gubernamental y 2002, los gobiernos de las entidades fede-
los agentes y actores involucrados en la rativas han llegado a proponer la cance-
práctica educativa. Una muestra de estos lación de la descentralización financiera y
pactos es ilustrativa del diseño general: administrativa porque, afirman, los recur-
Argentina: Pacto Federal Educativo, 1993; sos obtenidos de la federación son siem-
Brasil: Plan Decenal de Educación para pre insuficientes y, por otra parte, es mayor
Todos (1990-1999); Colombia: Misión de la presión política en el ámbito local si se
Ciencia, Educación y Desarrollo, 1994; contrasta con el antecedente centralista.
Chile: Comisión Nacional de Moderni- Naturalmente, la descentralización a ul-
zación de la Educación, 1994; Costa Rica: tranza abre condiciones nuevas de desi-
Consejo Superior de Educación, 1994; El gualdad, por ejemplo la competencia entre
Salvador: Plan Decenal de Educación, entidades federativas por recursos limita-
1995-2005; República Dominicana: Con- dos, que si carecen de esquemas de com-
sulta Nacional y Acuerdos Institucionales, pensación, operados desde el ámbito fede-
Secretaría de Educación, Asociación de ral o central, militan en contra de los
Profesores y Empresarios, 1991; México: objetivos mismos del proyecto: configurar
Acuerdo Nacional para la Modernización sistemas regionales y locales de educación
de la Educación Básica, Gobierno Federal, adecuados a las necesidades y oportuni-
Gobiernos Estatales y Sindicato Nacional dades del entorno inmediato.

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Educación media niveles de cobertura también menores;


además, tiende a ser mayor la brecha que
La educación media comprende el con- separa la cobertura del nivel socioeco-
junto de modalidades y tipos escolares nómico más pobre del nivel fuera de la
situados entre la primaria y la educación línea de pobreza. Así, por ejemplo, esa
universitaria, principalmente secundaria, brecha es menor a 8% en países como
bachillerato y educación técnica no uni- Costa Rica, Chile y Perú; en Brasil,
versitaria. Por diferentes razones, este ni- Ecuador y El Salvador y Honduras sobre-
vel fue menos atendido en el periodo que pasa 13% y en Nicaragua llega a 24%
venimos comentando; en primer lugar (véase cuadro 5).
porque, en general, está fuera del periodo A lo largo de la década, algunos de los
considerado obligatorio para el Estado, países de la región emprendieron la refor-
pero también porque, en comparación ma del nivel medio; entre ellos Argentina,
con las universidades, sus posibilidades de Brasil, Colombia Costa Rica, México y
interlocución con el Estado son menores. Uruguay, todos los cuales tienen en
En varios países de la región latinoa- común haber dinamizado previamente el
mericana se desarrollaron importantes nivel de educación básica en forma tal
esfuerzos por incrementar la cobertura de que ahora enfrentan una presión muy
la educación secundaria. Entre 1970 y importante, cuantitativa y cualitativa,
1995 Chile, Colombia, Ecuador, México sobre la enseñanza media. En algunos
y Nicaragua consiguieron duplicar sus casos, entre los que destaca Chile y Costa
tasas de absorción en el nivel. La tasa neta Rica, la reforma se apoyó en infraestruc-
regional de la matrícula secundaria avan- tura informática, y en otros como México
zó de aproximadamente 33%, a princi- y Brasil se enfatizó el uso de telecomuni-
pios de los ochenta, a 40% en el periodo caciones para hacer llegar la educación
1990-1996 (Banco Mundial, 1999). secundaria a grupos de población general-
Todavía los niveles de cobertura en mente excluidos, particularmente jóvenes
secundaria guardan una estrecha relación y adultos al margen de las oportunidades
con la estratificación social en cada país. de escolarización tradicional.
Como regla general, los países de menor Es pertinente referir, por último, que
desarrollo económico relativo presentan el debate contemporáneo sobre la refor-

CUADRO 5 • Matrícula en secundaria. Tasas brutas de cobertura por nivel socioeconómico

A) Muy pobres B) Pobres C) Sin pobreza D) Total Brecha D-A


Brasil 53.9 57.2 77.9 66.7 12.8
Costa Rica 63.3 63.6 79.4 71.2 7.9
Chile 77.3 77.9 87.3 82.4 5.1
Ecuador 57.9 62.5 80.8 71.5 13.6
El Salvador 39.6 43.3 60.4 52.8 13.2
Honduras 40.5 45.9 64.7 55.5 15.0
Nicaragua 35.2 41.4 76.5 59.2 24.0
Perú 82.0 83.5 88.5 85.9 3.7

Fuente: Banco Mundial, 1999

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ma de la educación media (tanto en convergencia, en particular aquellos que


secundaria como en bachillerato) gira en atañen a la gestión del sistema como tal.
torno al tema de las competencias acadé- Entre las tendencias de mayor alcance
micas y profesionales que los estudiantes durante la década se destaca la liberali-
deberían adquirir en su paso por estos zación del mercado de los estudios supe-
niveles educativos. El enfoque de compe- riores al permitir a la iniciativa privada
tencias básicas ha permeado la discusión ampliar su participación en el sector.
y alimentado proyectos de cambio, sobre Este fenómeno ocurrió en forma simul-
todo la implantación de modalidades de tánea a los procesos en curso de especia-
enseñanza tecnológica de nivel medio, así lización y diversificación dentro de los
como iniciativas de reforma en las que sistemas de enseñanza superior, de modo
prevalece la idea de una formación biva- tal que:
lente (formación académica y capacita-
ción para el trabajo) como tipo ideal para ● En algunos casos la especialización
la enseñanza media. ocurrió por medio del fortalecimiento
de determinados grupos de carreras o
Educación superior áreas dentro de las propias universida-
des o vía la creación de establecimien-
En las circunstancias de contexto que tos con una oferta educativa precisa.
han sido apuntadas, las universidades Gracias a esta pauta de desarrollo, los
latinoamericanas se vieron sujetas al ac- sistemas educativos superiores tendie-
cionar de fuerzas y demandas contra- ron a diferenciarse internamente por
puestas. Por un lado, la crisis económica medio de su oferta disciplinaria: escue-
y los subsiguientes programas de ajuste las de ingeniería y tecnologías; institu-
coartaron las posibilidades de un finan- tos superiores de enseñanza normal,
ciamiento público extensivo, pero por establecimientos especializados en dis-
otro lado la restauración democrática ciplinas de la salud, escuelas superiores
abrió espacio para la recuperación de las de comercio, administración y nego-
instituciones universitarias por las comu- cios, entre otras, e incluso por rama de
nidades académicas, al mismo tiempo actividad profesional específica: escue-
que sucitó nuevas expectativas sociales las superiores de enfermería, de infor-
hacia las mismas, en particular en aque- mática, de negocios, de artes aplicadas,
llos casos en que el régimen autoritario entre otras.
respectivo había golpeado con rudeza al ● Del mismo modo, algunos estableci-
sector universitario. mientos universitarios privados tendie-
Aun cuando los procesos de crisis eco- ron a especializar su oferta (o fueron
nómica y transición democrática alcanza- creados a tal efecto) bajo la forma de
ron perfiles regionales, los datos diferen- escuelas de élite en el doble sentido de
ciales de crecimiento de la matrícula la expresión: con enseñanza de calidad
superior en los noventa nos hablan de y adecuada a los requerimientos del
una cierta heterogeneidad en las estrate- sector moderno de la economía, y
gias para el desarrollo de la enseñanza como un habitat social propicio para
universitaria; no obstante lo cual, algu- la toma de contactos útiles en el futu-
nos rasgos se dibujan como pautas de ro profesional.

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● Asimismo, se afianzó el denominado desarrolló gradualmente a todo lo largo


sector “no universitario”, esto es el de la década, primero en Brasil y Chile,
conglomerado de escuelas superiores después en Venezuela y Colombia, y al
orientadas a satisfacer la demanda que final de la década se manifestó como una
las universidades públicas no estaban pauta dominante que en los noventa sería
en condiciones de absorber (por pro- adoptada por la mayor parte de los países
blemas de cupo) o que no podían sol- de la región. No obstante que la liberali-
ventar los costos del segmento privado zación de la oferta representó una signifi-
elitista. Durante los años ochenta y cativa posibilidad para que los sistemas
noventa proliferaron estos estableci- pudieran dar respuesta a las crecientes
mientos con mínima supervisión y demandas de la juventud latinoamerica-
evaluación de parte de las instancias na, pronto se comenzaron a advertir pro-
educativas gubernamentales. blemas de saturación, credencialismo y,
sobre todo, deficiencias en la calidad de la
Además de la reestructuración deriva- educación, por lo cual el tema del control
da de los procesos de diversificación, de calidad (supervisión de establecimien-
especialización y segmentación social de tos, rendimiento de cuentas, acreditación
las universidades, una de las transforma- de egresados, entre otros) surgirá con
ciones más distintivas del periodo tuvo toda insistencia desde el inicio de los años
lugar en el plano de la cultura organiza- noventa.
cional, cuyo rasgo central está representa- En el plano de la relación entre oferta
do por el pasaje de las formas convencio- y demanda universitaria, la tendencia que
nales de planeación por objetivos, hacia se dibuja corresponde a una mayor con-
fórmulas de programación fundadas en centración en torno a las carreras asocia-
evaluaciones ex-post. Paulatinamente la das al sector de los servicios y sobre las
cultura de la evaluación se fue adueñan- profesiones típicas del empleo asalariado.
do del espacio en que opera la gestión de En contraposición, se advierte una ten-
las universidades. En la década de los dencia negativa en el desarrollo de la
noventa los procesos de evaluación llega- matrícula de las profesiones liberales y las
rían a desempeñar un papel de primer carreras de ciencia básica y ciencias socia-
orden en la promoción de niveles de les. En el área de carreras tecnológicas la
desempeño y productividad considerados pauta es muy similar: las preferencias se
como deseables, y se aplicaría tanto a los orientan hacia las áreas de tecnología
establecimientos como a las distintas moderna en desmedro de las tecnologías
comunidades que conducen y participan tradicionales y, del mismo modo, se abren
en la vida universitaria. La evaluación paso planes de estudio en tecnologías de
cobró este sentido al ser vinculada con los servicio. Este fenómeno sigue de cerca los
procesos de asignación presupuestal en procesos de cambio del modelo de de-
sus varios niveles: asignación de fondos sarrollo y las transiciones del mercado
para las instituciones, los proyectos y pro- laboral, en el cual la preeminencia de los
gramas, las becas, incentivos y salarios, servicios, o terciarización económica, de-
entre otros. notan la significativa pérdida de presen-
La diferenciación intrasistémica, acen- cia de los sectores primario e industrial en
tuada por el proceso de privatización, se la estructura del PIB.

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Sin embargo, al mismo tiempo en que ilustran esta tendencia: por iniciativa
las preferencias vocacionales de los estu- del Consejo Interuniversitario Nacional
diantes se han orientado hacia la rentabi- (CIN) y la Secretaría de Políticas Univer-
lidad inmediata de la formación profesio- sitarias del Ministerio de Educación, el
nal en el mercado de trabajo, las gobierno justicialista de Carlos Saúl Me-
universidades públicas han ido consoli- nem realizó el Primer Censo Universitario
dando sus estructuras de investigación y entre octubre y noviembre de 1994. Los
posgrado. Parte de este fenómeno es resultados del Censo dieron pie a una
explicable como una fructificación de los renovación legislativa mayor, plasmada en
procesos de reforma académica empren- la Ley de Educación Superior 24.521,
didos desde los años setenta, por la profe- sancionada el 20 de julio de 1995, prime-
sionalización académica y por el papel ra en Argentina que regula el funciona-
casi monopólico que desempeñan las uni- miento de la educación superior en su
versidades públicas latinoamericanas en conjunto. En Brasil, la promulgación de la
los procesos de desarrollo científico de la Lei de Diretrizes e Bases da Educação
región; además, este proceso ha sido apo- Nacional, también denominada ley “Dar-
yado por la acción de organismos nacio- cy Ribeiro”, aprobada el 20 de diciembre
nales coordinadores y gestores de finan- de 1996, sistematizó un conjunto de pau-
ciamientos a proyectos de ciencia y tas de reforma universitaria desplegadas
tecnología, y por un fenómeno coyuntu- desde finales de los años ochenta. En par-
ral: el retorno de cuadros académicos exi- ticular, reconoce los procesos de evalua-
liados durante el intervalo autoritario. ción como instrumento fundamental para
En suma, para las universidades latino- la acreditación de estudiantes, profesores
americanas el periodo entre 1990 y 2000 y de las propias instituciones, establece
fue un escenario de intersección en que pautas para la formación docente, sobre el
las presiones de la demanda social, las perfil académico de las universidades
posibilidades abiertas por la democratiza- públicas, sobre la transferencia estudiantil
ción, las restricciones financieras plantea- y la acreditación de estudios en el extran-
das por la reforma del Estado, y las seña- jero, y fija la obligatoriedad de la asisten-
les indicadas por la transformación de la cia de alumnos y profesores a los estable-
educación superior en el mundo desarro- cimientos (salvo el caso de los programas
llado, modelaron un perfil de cambios de educación a distancia). Además, esta
en el que sobresalen las tendencias de di- norma fija un marco para la autonomía de
ferenciación de ofertas, multiplicación las universidades públicas brasileñas más
de funciones y tareas, redefinición de las en el sentido de impulsarlas a obtener y
relaciones Estado-universidad, y de re- gestionar recursos adicionales a los fondos
planteamiento de las relaciones universi- públicos que las subsidian, que en favor
dad-sociedad. de la autogesión académica.
Una de las vertientes de cambio univer- En la década noventa, la pauta de pri-
sitario de los noventa se deriva de la valo- vatización de la enseñanza superior alcan-
ración de los efectos que tuvieron las zó niveles muy notables en toda la región
reformas implantadas por los primeros y a un ritmo muy acelerado. En el trans-
regímenes democráticos durante los años curso de la década, la proporción de estu-
ochenta. Los casos de Argentina y Brasil diantes matriculados en universidades

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privadas pasó de 30% a más de 45%, lo efecto la convergencia de pautas de refor-


que hace suponer que en este comienzo ma de los sistemas de asignación y distri-
de siglo la proporción de estudiantes en bución de fondos gubernamentales a las
establecimientos privados sea equivalente instituciones públicas de educación supe-
a la de establecimientos públicos; ello rior. Entre las principales cabe mencionar
hará, y de hecho está produciendo, que la las siguientes: complemento del subsidio
región latinoamericana cuente con una de público con fondos no gubernamentales;
las mayores proporciones en el mundo de reforma de la estructura financiera y pre-
estudiantes universitarios dentro de la supuestaria del subsidio gubernamental,
opción privada. La gran expansión del y reestructura de la administración del
segmento privado se ha realizado sobre la financiamiento en las instituciones de
base de una multitud de pequeños esta- educación superior.
blecimientos que, si bien ofrecen ense-
ñanza de nivel profesional, carecen, por EDUCACIÓN, DESARROLLO
regla general, de estructuras de posgrado Y DESIGUALDAD SOCIAL
e investigación. Debe hacerse notar que
no todas las instituciones de enseñanza ¿En qué medida la expansión y reforma
superior pública en América Latina pue- de la educación en América Latina ha
den ser clasificadas como “universidades modificado las pautas de distribución de
de investigación”, es decir instituciones las oportunidades educativas? ¿En qué
que cumplen en los hechos con las fun- medida dicha expansión se ha reflejado
ciones de docencia, investigación y difu- en los patrones de movilidad social de la
sión. De hecho, la proporción de la ma- región? ¿En qué sentido se correlacionan
trícula total que actualmente se encuentra las variables de desarrollo socioeconómi-
inscrita en instituciones de esta calidad co con los desempeños educativos? Este
apenas alcanza 15% del total. conjunto de preguntas es pertinente para
Como complemento de esta pauta de ponderar la eficacia del estilo de desarro-
privatización, las propias entidades públi- llo educativo adoptado. Para responderlas
cas se han visto compelidas a diversificar acudiremos a un conjunto de datos y
sus fórmulas de financimiento, desde la estudios que se concentran en establecer
hipótesis de corresponsabilidad con el las determinaciones económicas y sociales
Estado: cobro de cuotas de admisión y del desempeño educativo que logran los
colegiaturas, venta de productos y servi- países.
cios, vinculación con el aparato producti- En primer lugar, veamos la correlación
vo, concurrencia sobre financiamientos entre variables de desarrollo social (es-
concursables, entre otras. Cabe hacer tructura demográfica y nivel de desigual-
notar que estas tendencias no son sólo las dad de ingresos) y variables de escolaridad
que prevalecen en la región latinoameri- (analfabetismo, nivel de escolaridad pro-
cana. En el recuento sobre las tendencias medio y tasas de escolaridad por nivel
internacionales (países desarrollados y no educativo). Cabe advertir que el nivel de
desarrollados) en materia de financia- agregación de las variables del cuadro que
miento de los sistemas de educación en seguida se presenta (cuadro 6) impi-
superior, algunos autores (véase John- de inferir relaciones específicas y deter-
stone y Shroff-Mehta, 2001) destacan en minantes, aunque sin duda es útil para

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CUADRO 6 • Coeficientes de correlación R2 entre variables de desarrollo social


y variables de desarrollo educativo en América Latina

Correlaciones significativas con P 0.1 (años noventa)

Población Población Desigualdad Tasa de Nivel de Tasa de Tasa de Tasa de


Menor de rural del ingreso analfabetismo escolaridad escolaridad escolaridad escolaridad
15 años promedio primaria media superior

Tasa de
.7615 .6493 .4676 -.8305 -.5824 -.7287 -.6325
analfabetismo
Nivel de
escolaridad -.7495 -.568 -.6536 -.8305 .4517 .8372 .8421
promedio
Tasa de
escolaridad -.4273 -.5824 .4517 .6094
primaria
Tasa de
escolaridad -.8884 -.6511 -.3347 -.7287 .8372 .6094 .6306
media
Tasa de
escolaridad -.6175 -.5342 -.7774 -.6325 .8421 .6306
superior

Fuente: Elaboración. Base de datos: Banco Interamericano de Desarrollo, “Statistics and quantitative analysis database”,
actualización 1999. Los datos considerados en este análisis corresponden a los siguientes países: Argentina, Bolivia,
Brasil, Colombia, Chile, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, México, Paraguay, Perú,
Panamá, Uruguay y Venezuela. Datos en el anexo, Cuadro 11.
Nomenclatura:
Tasa de analfabetismo: Promedio de los porcentajes nacionales de analfabetismo en mayores de 15 años (rango 2.7% a
44.4%).
Nivel de escolaridad promedio: Promedio de las tasas nacionales de escolaridad en poblaciones menores de 25 años
(rango 3.2 a 7).
Tasa de desempleo: Promedio de las tasas nacionales de desempleo (rango 4.2% a 14.3%).
Participación de la fuerza laboral: Promedio de los porcentajes de población económicamente activa ocupada (rango
37.8% a 68.1%).
Distribución de ingresos: Promedio de coeficientes Gini nacionales relativos a la distribución social de ingresos (rango
0.42 a 0.63).
Población rural: Promedio de proporciones nacionales de población rural (rango 3.9% a 58.2%).
Población menor de 15 años: Promedio de proporciones nacionales de población menor de 15 años (rango 24.4% a
45.9%).
Tasa de escolaridad primaria: Promedio de las tasas nacionales de escolarización primaria (rango 85% a 111.1%).
Tasa de escolaridad media: Promedio de las tasas nacionales de escolarización media (rango 24% a 81%).
Tasa de escolaridad superior: Promedio de las tasas nacionales de escolarización terciaria (rango 7.2% a 42.8%).

observar tendencias generales. Por otra desempleo, la participación de la fuerza


parte, se incluyen únicamente las varia- laboral y el PIB per cápita, resultó escasa-
bles que resultaron significativas en la mente significativa y a la vez errática, lo
prueba estadística; de hecho la corre- que no es extraño si se considera que estas
lación entre variables de escolaridad y últimas, como promedio regional, sinteti-
variables socioeconómicas como la tasa de zan situaciones nacionales diversas y con-

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tingentes: En principio, suponemos que menor es el nivel de escolaridad de la


los efectos de las variables macroeconómi- población. También es inversa la relación
cas sobre la escolaridad tienden a disper- con el indicador de desigualdad de ingre-
sarse cuando se considera el plano regio- sos; mientras más equitativa es la distri-
nal; por ejemplo, Argentina y Nicaragua bución de los ingresos, mayores son los
tienen niveles de desempleo semejantes niveles de escolaridad. Naturalmente, son
mientras que sus tasas de escolaridad son, positivas las correlaciones entre el indica-
respectivamente, la mayor y menor de la dor de escolaridad general y los indicado-
región. La interpretación del cuadro per- res que describen la escolaridad por nivel.
mite establecer algunas pautas de orden Tasas de escolaridad por nivel. Las co-
general y ordenarlas conforme a los indi- relaciones entre las variables demográfi-
cadores que describen la situación educa- cas y las tasas de escolaridad tienden a ser
tiva de la región. negativas: en presencia de poblaciones con
Analfabetismo y pobreza. La tasa de alto componente rural y con pirámides de
analfabetismo regional se correlaciona po- edad de base amplia, la tasa de escolaridad
sitivamente con las variables demográfi- general y las tasas por nivel varían en sen-
cas: a mayor proporción de población tido negativo. Algo similar ocurre en la
joven y rural, más analfabetismo. Cierta- correlación entre las tasas de escolaridad y
mente, los indicadores demográficos son el indicador de desigualdad económica;
expresivos de los diversos grados de desa- como regla general, a mayor desigualdad
rrollo social de los países de la región; en menor escolaridad. Sin embargo, la tasa
términos generales la tasa de natalidad y la de escolaridad primaria no aparece signifi-
proporción de población rural tienden cativamente asociada con el indicador de
a ser más elevadas en los países con nive- desigualdad de ingresos, lo que puede atri-
les de desarrollo económico y social más buirse a que en la mayoría de los países la
débiles, lo que significa, para nuestro aná- tasa bruta de escolaridad primaria supera
lisis, que la correlación entre el compo- el nivel de 100 por ciento.
nente demográfico y el educativo no es Estos datos, tomados en conjunto, no
directa, sino mediada por otros factores de hacen sino ratificar que los resultados
desarrollo. En este sentido, resulta cohe- educativos no son indiferentes de los
rente que la correlación resulte positiva niveles y los estilos de desarrollo, pero no
con el indicador de desigualdad de los dicen demasiado sobre el impacto especí-
ingresos: mientras más inequitativa es la fico del crecimiento de las tasas de matrí-
distribución, mayor el analfabetismo. Por cula sobre las pautas distributivas de la
último, el analfabetismo aparece correla- oferta o sobre la relación entre estas pau-
cionado ne-gativamente con los indicado- tas y los patrones de estratificación y
res de escolaridad, de manera que mien- movilidad. Para ello prosigamos el análi-
tras es menor el nivel de analfabetismo, las sis con otros datos y relaciones.
tasas de escolaridad primaria, secundaria y El estudio de López, Thomas y Wang
superior son consistentemente más altas. (1998) ofrece un indicador preciso y com-
Nivel de escolaridad de la población. Las parable sobre la distribución de la educa-
variables demográficas presentan una co- ción en la población de mayores de 15
relación negativa con el nivel de escola- años. Al combinar el promedio de escola-
ridad: a mayor población joven y rural, ridad con las medidas de dispersión

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(varianza y desviación estándar) de la dis- bastante equitativa desde 1970 (0.279) y


tribución social de la escolaridad, los auto- conservó este valor hasta 1995 (0.270).
res calculan un índice de Gini educativo En cambio, en Colombia el índice de
(véase cuadro 7) que permite apreciar en 1970 era de 0.415, muy similar al resto
varios países los grados de desarrollo rela- de los países de la muestra, y el de 1995
tivo de la equidad social de la educación. de 0.420, lo que significa que se mantu-
El índice de Gini pondera la distancia vo la condición de desigualdad imperante
entre una distribución empírica y una al inicio del periodo de referencia.
distribución teórica perfectamente equi- El estudio de Behrman, Duryea y
tativa. En el caso que nos ocupa, cuando Székely (1999) sobre el progreso de la
el índice tiende a cero expresa una distri- escolarización en América Latina ofrece
bución de las escolaridades igualitaria, datos que representan el desempeño edu-
que ocurre al generalizar las oportunida- cativo (en términos de los grados de esco-
des educativas y en escenarios de amplia laridad alcanzados) en cinco generacio-
cobertura social en los diferentes niveles nes, que van de los nacidos en la década
escolares. Al contrario, cuando el valor de los treinta a los nacidos en la de los
tiende a 1 significa que los mayores gra- setenta. La información fue recogida de
dos de escolaridad están concentrados en encuestas de hogares practicadas entre
un número reducido de personas. 1993 y 1998 en los países latinoamerica-
Los datos del estudio citado confirman nos (véase cuadro 8). Mediante estos
que en América Latina los resultados de resultados es posible ponderar, dentro de
la distribución de oportunidades edu- un escenario de larga duración, algunos
cativas son heterogéneos aunque, en ge- resultados de las políticas educativas de
neral, han mejorado. De los casos con- los países de la zona.
siderados por López y coautores en el Una primera observación es que los
periodo 1970-1995, Brasil, México, Perú resultados a lo largo del tiempo no son
y Venezuela lograron mejorar la equidad completamente inerciales. Por ejemplo,
de la distribución educativa, aunque to- en Chile la escolaridad de la población de
dos ellos partían de un nivel insatisfac- la cohorte de 1930 ocupa el quinto lugar
torio. Chile y Colombia mantuvieron en la tabla, mientras que la escolaridad de
una situación estable en el periodo, si los nacidos en 1970 alcanza el segundo;
bien en el caso chileno la distribución era en México y República Dominicana la

CUADRO 7 • Índice de Gini de educación. América Latina (países seleccionados) 1970-1995

1970 1975 1980 1985 1990 1995

Brasil 0.413 0.367 0.373 0.369 0.314 0.260


Chile 0.279 0.275 0.267 0.263 0.266 0.270
Colombia 0.415 0.386 0.397 0.399 0.409 0.420
México 0.420 0.415 0.428 0.410 0.365 0.320
Perú 0.428 0.424 0.392 0.391 0.379 0.367
Venezuela 0.425 0.426 0.351 0.352 0.347 0.345

Fuente: López, Thomas y Wang, 1998

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CUADRO 8 • Años de escolaridad promedio según cohorte de nacimiento en América Latina

Cohorte de nacimiento Cambio Cambio Cambio


1930 1940 1950 1960 1970 1930-50 1950-70 1930-70
Argentina 7.5 8.3 10.0 11.0 11.3 2.5 1.3 3.8
Bolivia 3.3 4.5 6.3 7.0 8.6 2.9 2.3 5.2
Brasil 2.8 3.6 5.2 6.2 6.7 2.4 1.5 3.9
Chile 5.2 7.1 8.9 10.1 11.1 3.7 2.1 5.8
Colombia 3.9 4.4 6.2 7.7 8.4 2.3 2.2 4.4
Costa Rica 4.3 5.7 7.1 8.8 8.4 2.8 1.3 4.1
Ecuador 3.9 4.5 6.5 8.5 9.5 2.6 3.0 5.6
El Salvador 2.1 3.2 4.1 5.7 7.0 2.0 2.9 4.9
Honduras 1.4 3.2 4.6 5.6 6.1 3.2 1.4 4.7
México 2.9 4.2 6.7 8.2 9.3 3.8 2.6 6.4
Nicaragua 2.0 3.2 4.3 5.8 5.8 2.2 1.6 3.8
Panamá 5.8 6.9 8.8 10.3 10.1 3.1 1.3 4.4
Paraguay 3.8 5.1 6.1 7.4 7.3 2.3 1.2 3.5
Perú 6.0 6.3 7.4 9.4 10.0 1.4 2.6 4.0
R. Dominicana 3.2 4.2 7.0 8.6 9.1 3.9 2.1 5.9
Uruguay 6.3 7.4 8.8 10.0 10.7 2.5 1.9 4.4
Venezuela 3.2 5.1 6.9 7.9 8.3 3.7 1.4 5.1
Promedio AL 4.1 5.3 6.9 8.2 8.8 2.7 1.9 4.6

Otros países

Rep. Corea 5.3 7.7 9.5 11.0 12.3 4.3 2.5 6.8
Taiwán 5.8 8.8 8.9 11.0 12.3 3.2 3.3 6.5
EUA 12.3 12.9 13.6 13.3 13.4 1.3 -0.2 1.1

Fuente: Behrman, Duryea y Székely, 1999

escolaridad de los mayores es de las más de las oportunidades escolares y mayores


bajas del listado, mientras que la escolari- los niveles de escolaridad promedio, tien-
dad de los más jóvenes supera en ambos den a incrementarse las probabilidades de
casos el promedio regional. También es movilidad educativa entre las generacio-
cierto, por otra parte, que las posiciones nes (véase cuadro 9).
iniciales tienden a marcar el desarrollo En Argentina, Chile, Costa Rica,
ulterior: Argentina ocupa el primer lugar Panamá, Perú, Uruguay y Venezuela, ocu-
en cada cohorte del estudio y Nicaragua rre en efecto el tipo de asociación predi-
el último, tanto en la generación más cho en la hipótesis de Dahan y Gaviria:
antigua como en la más joven. En este grupo de países el índice de desi-
El estudio de Dahan y Gaviria (1999) gualdad educativa es inferior a la media
sobre movilidad social en América Latina latinoamericana, los años de escolaridad
demuestra que existe una relación consis- promedio son superiores a la media regio-
tente, aunque no determinante, entre la nal y la movilidad intergeneracional es
movilidad educativa intergeneracional y también superior al promedio. En Brasil,
los indicadores nacionales de escolaridad Colombia, El Salvador y Nicaragua los
y equidad educativa, de manera que indicadores se articulan a la inversa: la
mientras más equitativa es la distribución desigualdad educativa es mayor a la pro-

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CUADRO 9 • Movilidad social intergeneracional en América Latinaa

Coeficiente Años de Índice de


Año de movilidad escolaridad desigualdad
intergeneracionalb promedioc educativad

Argentina 1996 0.437 10.0 0.26


Bolivia 1997 0.561 8.6 0.35
Brasil 1996 0.531 6.4 0.49
Chile 1996 0.435 9.6 0.25
Colombia 1997 0.587 8.1 0.38
Costa Rica 1995 0.340 7.7 0.36
Ecuador 1995 0.577 8.4 0.35
El Salvador 1995 0.599 6.9 0.55
México 1996 0.594 8.4 0.38
Nicaragua 1993 0.576 5.5 0.66
Panamá 1997 0.480 8.9 0.32
Paraguay 1995 0.423 7.4 0.41
Perú 1997 0.385 9.3 0.27
R. Dominicana 1996 0.466 8.7 0.37
Uruguay 1995 0.418 9.7 0.25
Venezuela 1995 0.438 8.6 0.32

Promedio 0.490 8.3 0.37

Fuente: Dahan y Gaviria, 1999.


a) La muestra se basa en las encuestas de hogares de los diferentes países latinoamericanos, excepto Argentina y Uruguay, en
que las cifras reflejan la población urbana exclusivamente; las del resto de los países reflejan a la población urbana y rural.
b) El coeficiente correlaciona la expectativa de escolaridad de los hijos con la escolaridad de los padres. Por la construcción del
indicador, mientras menor es el valor del coeficiente, mayor la movilidad intergeneracional.
c) Se refiere a la escolaridad promedio de la población de mayores de 15 años.
d) Equivale a un índice de Gini sobre la distribución de la escolaridad. A menor valor del índice, más equitativa es la
distribución de la escolaridad.

medio y los años de escolaridad y la escolaridad y con un coeficiente de movi-


movilidad educativa son inferiores a la lidad importante, dato que no deja de lla-
media regional. mar la atención al contrastarlo con otros
En los casos restantes (México, Ecua- indicadores de desarrollo en este país.
dor, Paraguay y República Dominicana), En la misma línea de análisis, el traba-
los resultados se combinan de manera di- jo de Behrman, Birdsall y Székely (1999)
ferente a la esperada. México y Ecuador explora la relación estadística entre el
alcanzan niveles de equidad distributiva y desempeño escolar de los estudiantes y
de escolaridad cercanos al promedio lati- sus antecedentes familiares (family back-
noamericano; sin embargo expresan ín- ground), y el grado en que esta relación
dices de movilidad bajos; Paraguay, en depende de algunos indicadores macroe-
cambio, tiene un índice de movilidad alto conómicos y de política educativa. Se uti-
pero sus niveles de equidad educativa y lizan en este estudio 28 encuestas de
de escolaridad son inferiores al promedio hogares sobre 16 países latinoamericanos
regional. Perú aparece con uno de los ma- correspondiente al periodo 1980-1996
yores niveles de equidad educativa y de (véase cuadro 10).

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De los resultados del estudio de Behr- a las familias con menor escolaridad. El
man y coautores se desprenden varias indicador de “brecha educativa” expresa
observaciones que atañen al desempeño la diferencia entre la escolaridad que los
educativo regional y por países. En pri- sujetos (hijos de las familias encuestadas)
mer lugar, la comprobación de que en deberían tener en función de su edad y la
cada país las “brechas educativas” son más que efectivamente alcanzan. Como pro-
amplias entre los grupos que concentran medio regional, en el quintil de menor

CUADRO 10 • América Latina. Brechas educativas totales y en función


de los quintiles de escolaridad alcanzada por los padresa

Brecha Brechas educativas en función de los quintiles de


Año de educativa escolaridad alcanzada por los padres (en años)b
País
la encuesta de los hijos
(en años) 1 2 3 4 5

Argentina 1980 2.0 3.4 2.2 2.1 1.5 0.6


1996 2.5 3.1 2.2 1.9 1.2 1.4
Bolivia 1986 1.6 2.4 1.4 1.5 1.5 1.2
1995 1.4 2.2 1.7 1.3 1.0 1.0
Brasil 1981 5.5 7.7 6.3 5.6 4.6 3.2
1995 4.6 6.9 5.6 4.4 3.7 2.6
Chile 1987 1.7 2.9 2.0 1.4 1.3 0.9
1994 1.5 2.3 1.9 1.3 1.1 0.8
Colombia 1995 3.3 4.7 3.6 2.9 2.6 2.7
Costa Rica 1981 3.2 4.6 3.7 3.0 2.6 1.9
1995 3.1 4.6 3.6 3.2 2.6 1.7
Ecuador 1995 2.7 4.3 3.5 2.4 2.0 1.2
El Salvador 1995 4.1 6.0 5.4 4.1 3.1 1.7
Honduras 1989 5.2 6.8 5.8 4.9 4.6 3.6
1996 4.7 6.3 5.4 4.7 3.9 3.0
México 1984 3.4 4.7 3.7 3.3 3.1 2.3
1994 2.9 4.6 3.5 2.7 2.0 1.9
Nicaragua 1993 4.6 5.7 5.2 4.6 4.2 3.5
Panamá 1995 2.1 3.7 2.4 1.7 1.4 1.0
Paraguay 1995 3.5 5.0 4.2 3.3 2.7 2.2
Perú 1985 2.7 4.7 3.1 2.1 1.9 1.5
1996 2.6 4.0 3.0 2.6 1.8 1.3
Uruguay 1981 2.3 3.6 2.9 2.3 1.7 1.2
1995 2.0 3.2 2.5 2.0 1.5 1.0
Venezuela 1981 3.6 5.1 4.1 3.4 3.0 2.4
1995 2.7 4.0 2.6 2.6 2.5 2.0

Promedio 3.0 4.5 3.5 2.9 2.4 1.8

Fuente: Behrman, Birdsall y Székely, 1999.


a) Las brechas educativas se definen por la diferencia entre la escolaridad que deberían tener los hijos de las familias
encuestadas y la que efectivamente tenían en el momento de realizada la encuesta. Equivale a la resta entre la escolaridad
esperada y la escolaridad observada.
b) La distribución en quintiles de escolaridad de los padres se calculó combinando la escolaridad conjunta del padre y la
madre; luego se ordenó la distribución en segmentos de 20% que van de menor a mayor escolaridad. Así, el primer quintil
representa a 20% de los hogares encuestados con la menor escolaridad de la distribución y el quinto quintil representa a 20%
de los hogares con la mayor escolaridad conjunta.

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escolaridad familiar la brecha promedio generacional observados y otros indicado-


de los hijos es de 4.5 grados escolares, res económicos (PIB per cápita, grado de
mientras que en el de mayor escolaridad apertura comercial, densidad del merca-
la brecha es de 1.8 grados. do financiero, y la tasa de inflación, desde
En segundo lugar, los datos son muy la hipótesis de que estas variables afectan
consistentes al expresar una tendencia de el costo de oportunidad de la escolariza-
acortamiento de las brechas, lo que es un ción) y de política educativa (gasto guber-
efecto esperable desde la hipótesis de que namental en educación como porcentaje
la expansión educativa ampliaría las posi- del PIB y por alumno, y calidad del siste-
bilidades de acceso y permanencia escolar. ma escolar, representada por la escola-
La excepción de esta pauta es el caso de ridad promedio de los maestros). Las
Argentina, en que la brecha se amplía en variables económicas significativas en la
vez de disminuir entre 1980 y 1996; sin correlación fueron sólo dos: a) la densi-
embargo, tal resultado podría ser produc- dad financiera, que según los autores es
to de la encuesta seleccionada, que sólo sintomática del nivel de desarrollo del
representa Gran Buenos Aires. mercado interno en cada país; b) la tasa
Una tercera conclusión que deriva de de inflación, que probablemente actúa
estos datos es que mientras mayor es el sobre las decisiones educativas al provocar
grado de desigualdad de la distribución de incertidumbre sobre el futuro económico.
las oportunidades escolares, mayor tam- Las variables de política educativa sig-
bién es la amplitud de las brechas educa- nificativas en la correlación también fue-
tivas. En el estudio de Daham y Gaviria ron sólo dos: a) el nivel de gasto educati-
anteriormente comentado, en Nicaragua, vo empleado en la educación primaria, ya
El Salvador y Brasil ocurren los mayores que mejora las expectativas de escolaridad
niveles de desigualdad educativa; esta lista del grupo de edad correspondiente, y b)
coincide con las mayores brechas de esco- el nivel de gasto educativo total, aunque
laridad observadas por Behrman y coauto- en este caso la correlación es negativa (a
res. Viceversa, los países que representan mayor gasto educativo total, menor mo-
los mejores niveles de equidad en la distri- vilidad), seguramente porque una inver-
bución de su oferta educativa (Uruguay, sión educativa intensa y sostenida amplía
Chile, Argentina, Perú y Panamá) tienen la expectativa de escolaridad tanto de pa-
también las brechas escolares más cortas dres como de hijos y, por lo tanto, reduce
de la distribución. Fuera de esta regla la movilidad intergeneracional. De cual-
empírica quedan los casos de Bolivia, quier manera conviene advertir, como lo
Ecuador y Venezuela en que su nivel de hacen los autores, que las correlaciones
equidad educativa ronda el promedio encontradas no son contundentes (todas
regional pero exhiben brechas escolares menores de R2 = 0.25), aunque invitan a
cortas, o bien el caso de Costa Rica, con profundizar en un análisis sobre los resul-
un nivel de equidad satisfactorio aunque tados escolares y los niveles de desarrollo
posee una brecha escolar más larga de lo económico y educativo de los países.
esperado. En el resto de los países se Para agrupar el conjunto de observacio-
observan combinaciones intermedias. nes e inferencias que hemos presentado en
El estudio referido añade correlaciones esta parte del artículo, a continuación se
entre los datos de movilidad escolar inter- presentan dos figuras que contienen un

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análisis conjunto sobre los patrones de dio, no así la distribución de ingresos


equidad económica y educativa en Amé- y, por último, El Salvador, con una distri-
rica Latina, y sobre los patrones de equi- bución de ingresos positiva, pero una dis-
dad y la escolaridad alcanzada. tribución educativa rezagada de la media
La figura 1, que correlaciona los indi- regional.
cadores sobre equidad económica y edu- En la figura 2 se diagrama la regresión
cativa en la región, expresa una relación entre la equidad de ingresos y los niveles
consistente entre las dos variables: a ma- de escolaridad alcanzados en la población
yor equidad en la distribución de los mayor de 15 años. La tendencia es tam-
ingresos, mayor equidad en la distribu- bién muy clara: a mayor equidad de
ción de las oportunidades educativas. ingresos, mayores niveles de escolaridad.
Dentro de este patrón se disciernen cua- También en este caso se disciernen cla-
tro conjuntos: a) el de los países en que ramente cuatro situaciones: países con
tanto la distribución de los ingresos como distribuciones de ingresos deficientes y
la de oportunidades educativas es negati- niveles de escolaridad pobres (Brasil,
va (Brasil, Nicaragua, Honduras y Gua- Nicaragua, Honduras y Guatemala); paí-
temala); el grupo de países con una distri- ses con distribuciones de ingresos y nive-
bución económica y educativa promedio les de escolaridad en el promedio regional
(Ecuador, México, Bolivia y Paraguay); (Colombia, México, Panamá, Bolivia y
los países en que ambas distribuciones Ecuador); países con una mejor equidad
son positivas (Argentina, Perú, Uruguay, de ingresos y altos niveles de escolaridad
Venezuela y Costa Rica), y un cuarto (Argentina, Uruguay y Perú), y los casos
grupo con los países fuera de esta norma: fuera del patrón; por un lado Chile, con
Chile, Panamá y Colombia, en que la dis- alta escolaridad pero una distribución de
tribución educativa es superior al prome- ingresos menos equitativa que la corres-

FIGURA 1 • Patrones de equidad económica y educativa en América Latina

0.78
CHILE PER
0.73 URU
ARG
PANAMÁ
0.68 VEN
ECU BOL
CR
0.63 COLOMBIA MEX
PAR
0.58

0.53

BRA
0.48
NIC EL SALVADOR
0.43 GUA
HON
0.38
R2 = 0.4344
0.33
0.33 0.38 0.43 0.48 0.53 0.58
Equidad de Ingresos (Gini de equidad)

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pondiente al grupo anterior, y por otro de la reforma educativa; algunos de ellos,


lado Paraguay, Costa Rica, El Salvador y como por ejemplo los resultados de la
Venezuela en que la distribución de expansión de la cobertura sobre los pa-
ingresos es más equitativa que el prome- trones de estratificación y movilidad so-
dio regional, pero la escolaridad alcanza- cial, son efectos apenas observables en la
da es inferior a la esperada en función de escala generacional. Por ello, no está de
dicha distribución. más la recomendación de relativizar algu-
Como puede advertirse, ambas correla- nas de las observaciones comentadas en
ciones arrojan resultados comparativos espera del desenvolvimiento temporal de
similares y apoyan la hipótesis de que la las tendencias.
distribución de los ingresos (y por tanto el
modelo de desarrollo nacional) tiene un CONCLUSIONES
papel significativo para las posibilidades
de acceso y permanencia en la educación. En este trabajo nos propusimos examinar
Es importante reconocer, por otra el desarrollo educativo latinoamericano,
parte, que los procesos involucrados en en términos de sus procesos de cambio y
este análisis tienen distinto plazo y dife- sus resultados objetivos, a la luz de las
rente ritmo. El impacto de la reforma pautas de desarrollo económico y político
democrática sobre el programa de desa- implantadas en la región entre 1980 y
rrollo nacional puede ser de corto y me- 2000. Los datos y tendencias revisados
diano plazo; también de corto y media- sugieren un significativo nivel de relación
no plazo pueden ser los efectos de estos entre estos tres aspectos.
cambios sobre las políticas educativas Puede afirmarse, en primer lugar, que
generales. Lo que sin duda trasciende esa las opciones abiertas por el proceso de de-
temporalidad son los efectos sociológicos mocratización han desencadenado posibi-

FIGURA 2 • Patrones de equidad de ingresos y escolaridad en América Latina

ARG
10
CHILE URU
Escolaridad. Mayores de 15 años

PER
9 PAN
BOL VENEZUELA
MEX ECU
8 COL
COSTA RICA

PARAGUAY

7
EL SALVADOR

BRA HON

6
GUA
NIC
R2 = 0.4706
5
0.33 0.38 0.43 0.48 0.53 0.58 0.63
Equidad de ingresos (Gini de equidad)

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lidades de renovación de las estructuras senta un reto importante. Dicho en otras


y sistemas educativos de la región, al es- palabras, se postula la necesidad de con-
timular una mayor participación de la venir los mínimos regionales que los paí-
sociedad en su conjunto en los problemas ses debieran alcanzar en un plazo deter-
educativos nacionales y locales y, sobre minado y favorecer iniciativas que apoyen
todo, al propiciar un mayor grado de este proceso.
autonomía de gestión en las escuelas. Sin En el mismo sentido, se aprecia como
lugar a dudas, lograr una acertada com- un desafío regional la unificación de cier-
binación entre la autonomía escolar, la tos estándares que van desde la definición
participación social y las necesidades de de los niveles de enseñanza y su duración,
orientación y coordinación del sistema hasta el terreno de los contenidos y las
en su conjunto, es uno de los principales competencias esperadas en cada nivel. Los
retos del presente. trabajos de las distintas comisiones inter-
También puede afirmarse que la tran- nacionales y sub-regionales apuntan en
sición democrática ha desencadenado ex- esta dirección, pero desde luego es conve-
pectativas sociales por más y mejor edu- niente insistir en su pertinencia y proyec-
cación. La satisfacción de estas demandas tar rutas para su concreción.
obliga a los estados latinoamericanos a Finalmente, los datos mostrados en
continuar insistiendo en estrategias de ex- este trabajo hacen notar la importancia de
pansión del sistema educativo, así como un esfuerzo financiero sostenido para ase-
al permanente mejoramiento de su cali- gurar los niveles que ya se han alcanzado
dad. En el periodo que hemos examina- y proyectar metas educativas más ambi-
do es notable la prioridad concedida a la ciosas. Como se sabe, la inversión edu-
educación básica es los términos enuncia- cativa genera impactos de corto y largo
dos; de ahí que sobresalga como desafío plazo sobre la productividad, la distribu-
para el futuro inmediato asegurar, por ción de los ingresos, las posibilidades de
una parte, los logros conseguidos en este desarrollo pero, también, se proyecta so-
nivel educativo y desplegar iniciativas si- bre el horizonte político al abrir mejores
milares para el resto del sistema. No sobra condiciones para la consolidación de una
recordar que, por su propia naturaleza, la ciudadanía responsable y para la profun-
satisfacción de demandas sociales da lugar dización del proceso democrático.
a nuevas y crecientes expectativas, en las En la introducción del ensayo presen-
cuales las exigencias de calidad y conte- tamos cuatro interrogantes que encua-
nido tienden a ocupar el lugar de las de- dran la problemática objeto de estudio.
mandas de acceso. Para concluir, intentaremos una respuesta
Otro desafío que se percibe en el hori- a cada una de ellas con base en la eviden-
zonte de corto plazo corresponde al plano cia examinada y mediante las relaciones
regional propiamente dicho. Los datos de sentido que hemos intentado formular
siguen mostrando un alto grado de hete- a lo largo de la presentación.
rogeneidad en los principales indicadores
educativos; de manera que alcanzar un ● Primero: ¿De qué manera se relacionan
horizonte común, o por lo menos mejor los procesos de cambio económico y
balanceado que el que prevalece, repre- político latinoamericanos con los pro-

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CUADRO 11 • Indicadores de desarrollo social y educativo en América Latina


y el Caribe de lengua española. Años noventa

Indicadores Indicadores Indicadores


demográficos Socioeconómicos Educativos
Coeficiente Tasa de Tasa Tasa Tasa
Escolaridad
Menores Población de Gini participación Tasa de bruta de bruta de bruta de Tasa de
de mayores
de 15 años rural (desigualdad de la fuerza desempleo escolaridad escolaridad escolaridad analfabtismo
de 25 años
de ingresos) laboral primaria secundaria superior
Países Año % Año % Año Coef. Año % Año % Año % Año % Año % Año grados Año %
Argentina 1998 28.1 1998 12.9 1994 0.46 1995 54.7 1997 14.9 1997 111 1996 76.8 1996 44.8 1995 7.2 1997 3.5
Bolivia 1998 40.1 1998 39.2 1993 0.52 1995 67.6 1996 4.2 1995 104 1995 39.1 1996 24.0 1995 4.7 1997 16.4
Brasil 1998 30.0 1998 17.4 1989 0.63 1995 65.5 1998 7.6 1995 117 1995 47.4 1996 11.7 1995 3.9 1997 16.1
Chile 1998 29.0 1998 11.9 1989 0.57 1995 55.5 1997 7.5 1996 99.7 1996 74.9 1996 30.3 1995 6.7 1997 4.8
Colombia 1998 33.4 1998 30.7 1994 0.58 1995 66.3 1997 12.6 1996 112 1996 72.4 1991 18.6 1995 4.8 1997 5.0
Costa Rica 1998 33.3 1998 52.2 1989 0.46 1995 58.7 1998 5.6 1997 103 1996 47.1 1996 33.1 1995 6.0 1997 9.0
Ecuador 1998 34.8 1998 37.2 1994 0.53 1995 58.1 1997 9.3 1996 113 1995 53.2 1996 26.6 1995 6.2 1997 9.0
El Salvador 1998 36.2 1998 50.1 1995 0.50 1995 60.8 1996 7.5 1997 97.3 1995 32.3 1996 16.7 1995 4.1 1997 22.9
Guatemala 1998 44.2 1998 54.7 1989 0.59 1995 63.9 1996 4.9 1997 88.1 1996 24.8 1996 8.1 1995 3.2 1997 33.4
Honduras 1998 42.6 1998 50.2 1989 0.59 1994 56.0 1997 6.4 1995 110 1995 32.1 1996 11.2 1995 4.3 1997 28.4
México 1998 34.1 1998 25.1 1992 0.57 1995 61.0 1998 4.1 1996 114 1995 61.2 1996 16.1 1995 5.3 1997 10.0
Nicaragua 1998 43.6 1998 30.7 --- --- 1995 67.2 1997 13.9 1997 102 1995 46.6 1996 12.6 1995 3.8 1997 36.6
Panamá 1998 32.2 1998 43.6 1989 0.57 1995 60.4 1997 15.8 1995 106 1995 67.7 1996 31.5 1995 6.7 1997 8.9
Paraguay 1998 40.5 1998 46.5 1995 0.52 1995 64.5 1996 8.2 1997 111 1996 43.5 1996 14.4 1995 5.1 1997 11.3
Perú 1998 34.4 1998 27.7 1990 0.44 1995 57.5 1998 7.7 1995 123 1997 72.5 1996 31.2 1995 6.4 1997 7.5
Uruguay 1998 24.9 1998 14.4 1989 0.42 1995 59.3 1997 11.9 1998 109 1995 81.7 1996 29.4 1995 7.0 1997 2.6
Venezuela 1998 35.0 1998 5.2 1989 0.44 1995 60.2 1998 11.0 1996 91.3 1996 39.5 1996 25.4 1995 5.5 1997 8.0

Fuente: Banco Interamericano de Desarrollo, “Statistics and quantitative analysis database”, actualización 1999. Cotejado y
actualizado con OEI, Sistemas educativos nacionales, 1999

cesos de cambio educativo en la región? suficientes para satisfacer las necesida-


Observamos una relación definitiva- des educativas. El reto que se perfila es
mente compleja. Por una parte, los mo- entonces un desafío de balance entre
delos de política económica que, en ge- posturas y posibilidades.
neral, han sido adoptados en la región ● Segundo: ¿Hasta qué punto la tran-
implican la contención del gasto social sición democrática y las estrategias de
y el retiro progresivo del Estado en áreas desarrollo regionales se han reflejado en
clave de producción y servicios, entre cambios objetivos dentro de la distri-
ellos la educación pública. Frente a ello, bución de recursos para la educación
las transiciones democráticas abren ex- y dentro de la distribución social de
pectativas políticas y sociales que pre- la oferta educativa? De nueva cuenta, la
sionan para lograr un mayor acceso y respuesta no es simple: Por una parte,
mejor calidad de la educación en sus es indudable que el crecimiento de los
distintas modalidades y niveles. En el niveles de oferta, y consiguientemente
discurso político, la atención educativa de cobertura, ha mejorado en todos los
aparece entonces como una prioridad países de la región y algunas estrate-
mayor de los gobiernos, pero esta prio- gias de focalización y compensación
ridad es matizada, prácticamente en comienzan a tener resultados positivos
todos los casos, por fondos siempre in- en el sentido de brindar oportunidades

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de educación a grupos económicos vul- duos comienzan a ver satisfechos los


nerables. Por otra parte, sin embargo, requerimientos mínimos de educación
persisten pautas de desigualdad de acce- que se demandan. Esto no quiere decir,
so a medida que se observa la compo- sin embargo, que la provisión educati-
sición social de la matrícula escolar en va esté revirtiendo desigualdades socia-
los niveles de educación post-básicos. les en el plano de la estructura de estra-
Como, por último, la expansión de los tificación, ni tampoco que esté resuelta
niveles de cobertura no ha corrido en la promesa política en el sentido de
forma paralela a la generación de em- democratizar las oportunidades de
pleos en el sector privado y en el sector acceso al sistema educativo.
gubernamental, la “credencialización” ● Cuarto: ¿Existe en efecto una dinámi-
de la oferta de trabajo en el sector for- ca regional en materia educativa, pro-
mal actúa en contra de las expectativas ducto de la convergencia de políticas y
del Estado de mejorar los niveles de bie- enfoques, o bien se perfila una diversi-
nestar social mediante políticas de ex- dad de pautas de acción sobre la pro-
pansión educativa. blemática educativa latinoamericana?
● Tercero: ¿En qué medida las estrategias Ambas posibilidades parecen ser el
de equidad de acceso a la educación caso en la región. La adopción o adap-
han producido los resultados que tación de enfoques de política educa-
expresaría una efectiva democratización tiva definidos en instancias multilate-
de las oportunidades sociales? Como rales (Banco Mundial, UNESCO) está
en el caso anterior, la ampliación de los presente con diferentes niveles de
niveles de cobertura y la puesta en mar- extensión y profundidad en la mayor
cha de políticas de compensación y parte de los países de la región. Pero
focalización muestran resultados posi- también es claro que se mantiene una
tivos aunque aún discretos, lo que sig- auténtica heterogeneidad de respuestas
nifica que, en efecto, algunos grupos frente a los problemas y retos educati-
sociales y desde luego algunos indivi- vos de la región.

NOTA Banco Mundial (1999), Educational change in Latin America


1. Las diez estrategias surgidas del Consenso de Washington and the Caribbean, Washington D.C., The World Bank.
son, en resumen: disciplina fiscal, prioridad en el gasto BEHRMAN, J. R., N. Birdsall y M. Székely (1998), “Interge-
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