Está en la página 1de 17

1

PREFACIO
Este libro narra varias historias cortas sobre lo difícil que
pueden ser los sentimientos, sobre lo importante de
analizarlas y sobretodo de la cruda realidad que muchas
veces no nos detenemos a admirar. Algunas de estas
historias son vivencias personales, otras son sólo ficticias,
pero absolutamente todas las emociones expresadas son
propias, las he sentido y de ahí han partido estos relatos.

 Cuestión de tiempo.

2
"Si no aprovechas el tiempo que tienes te arrepentirás
luego". Una frase que aterra a mi mente con frecuencia,
sobretodo porque considero que en mi vida he regalado mi
tiempo en momentos donde no he resultado beneficiado en
lo absoluto.

Tengo una relación complicada con alguien que sé que me


quiere, pero no estoy seguro de ser amado en realidad. Un
trabajo donde aspiro más, una vida donde trabajo cada día en
ella por mí y para mí, sin embargo no estoy ni me siento
arrepentido, creo que jamás he sentido arrepentimiento en
haber regalado un poco de mi tiempo en momentos
innecesarios.

Opino que debemos hacerlo para aprender a ser un poco más


exclusivos con dicho tiempo, porque si no lo desperdicias un
poco ¿cómo saber que eso no es lo correcto? ¿sólo porque
otros lo dicen?, no estoy de acuerdo. Creo firmemente en que
debemos aprender por nosotros mismos, con esto no digo
que otros no nos sirven como experiencia o ejemplo, pero no
en todos los casos debe ocurrir. Es importante fallar para
entender y hasta que no entiendas no dejarás de fallar, ojalá
todos lo comprendieran para que de esa forma muchos
puedan evolucionar personalmente, pero no pasará hasta que
cada uno haga algo por ello.

3
Muchas veces invertimos tiempo en cosas y personas
incorrectas, y no significa que debas arrepentirte, el
arrepentimiento solo sirve para autoculparnos y en realidad
es tan innecesario ocupar nuestro tiempo en culparnos por un
periodo de hasta meses en lugar de buscar una solución o un
aprendizaje.

En ocasiones creemos que es importante ser productivos 23


horas al día cuando las personas más productivas son
aquellas que descansan y pasan tiempo cuidándose, y aquello
no es para nada una pérdida de tiempo, es en realidad un
energizante para la vida. Esto es mucho de lo que no nos
dicen ni mucho menos nos enseñan, esta es una de esas cosas
que aprendes con el tiempo al pasar los años, de aquellas
cosas que llegan a tu mente a través del descubrimiento y las
conclusiones y por supuesto de muchos errores.

Recuerda que solo pierdes tiempo si no aprendes nada de


eso, de resto, eres un ser de experiencias, ensayos y errores,
cosa que te hace humano.

4
 Colapso

No pudimos seguir, no supimos cómo hacerlo. El amor no lo


era todo, esta vez no el amor no nos salvó.

5
Ambos nos fuimos, ya lo habíamos hecho desde antes, pero
ninguno sabía si era lo correcto hasta que no hubo elección.

¿Es peor irse sin despedirse o despedirse y mantenerse junto


al otro aún en circunstancias crueles?

No sabíamos qué más hacer, nos volvimos dos extraños que


se tenían aprecio, éramos como dos seres completamente
diferentes en los ojos del otro. Tal vez podíamos superarlo
juntos, pero llega un punto donde las suposiciones ya no
importan.

Queríamos recibir lo que no dábamos, queríamos lo que no


pedíamos, queríamos seguir pero no supimos cómo.

Estábamos tan distantes que cuando nos fuimos no lo


notamos.

En algún momento esto fue precioso y quisimos mantenerlo


hasta el final, aunque hay cosas que se nos escapan de
nuestras manos.

Probablemente construimos este mundo para hacerlo


colapsar.

6
Tal vez teníamos que pasar por esto, sólo quiero descubrir la
razón. Tal vez no hay razón, tal vez tenía que colapsar.

 Dear Armchair.

Otra vez estoy sentada en mi sillón rojo, el que dejaste, de


nuevo me quedé viendo el cielo hasta el amanecer, ya he
perdido la noción de los días, no recuerdo que fecha es.

Otra vez tengo la sensación de vacío, no sé qué hago aquí, no


sé porqué no estás aquí.

7
La rutina me invade y mi mente no me da tregua a un
descanso, solo pienso y pienso sin parar, creo que estoy
empezando a enloquecer.

Las personas me dan nauseas, las películas tristes no me


parecen tan deprimentes, las canciones no hablan de lo que
siento; a estas alturas creo que me hundí.

No sé qué es peor, si no verte más o volverte a ver. No


quiero que me veas en tal estado, como si viviera en un
limbo extraño lleno de nostalgia y sufrimiento, encerrada en
un mundo vacío donde no siento nada y a veces demás.

He llagado a dormir más de 12 horas, otras veces no duermo


ni 15 minutos. Muchas veces sueño cosas que quisiera y
otras veces solo son recuerdos que proyecta mi mente
mientras me encuentro inconsciente, tal vez para avivar mi
tristeza y llenar mi alma de una nostalgia incontrolable.

No quiero esto, no quiero pasar mi vida así, sólo estoy


lidiando con mis emociones o por lo menos lo intento. Creo
que necesito una ayuda, pero no me siento preparada para
hablar de todo esto, de alguna forma no quiero entender que
esto es real y no una terrible pesadilla, aunque lo sepa ya.

8
Siento que desde hace un mes los días pasan tan lentos como
una vieja tortuga y en realidad es una tortura, cada día es
más deprimente que el anterior.

Lo analizo todo y siento que los traumas pasados tomaron


fuerza y ya no solo es esto, sino todo junto, los problemas de
antes y de ahora en un sólo cuerpo.

Sin embargo, cuando quiero estar tranquila por lo menos


unos cortos 20 minutos, me siento en mi viejo sillón rojo que
da a mi balcón, tomo una taza de café mientras veo el
atardecer, luego cierro los ojos por unos segundos, respiro
profundo y en ese momento todo está bien. Es un corto
instante que no dura lo que debería y mucho menos lo que
quisiera, pero es lo único que por un instante me hace
realmente feliz porque ahí es donde sé que todo estará bien
en algún momento.

9
 Goodbye Snowman.

Toda mi vida me han dicho que debo quedarme y resistir


cualquier cantidad de diluvios, que nadar contra corriente
puede traer cosas positivas y que si te marchas eres cruel,
pero al pasar los años he entendido que nada de eso debe
ser lo que yo pienso.

Si me voy es porque entiendo que nada hago aquí, que


torturarme pensando que todo puede mejorar es una
pérdida de tiempo porque ya lo pasé; amarte ha sido bonito
y autodestructivo en la misma medida.

10
Tal vez me quisiste, no como yo, pero si lo hiciste y aunque
tu actitud últimamente ha sido tan dolorosa hacía mi, me
marcho con las piezas de mi corazón en mis manos,
curándome a mi ritmo. Prefiero eso a seguir aquí así y
esperar a que dichas piezas desaparezcan por completo de
mi vista.

Tengo miedos como todos. Se que la mayoría tememos a


morir y desaparecer y pasar al olvido... Y nos consuela
saber que de alguna forma viviremos en la mente de
nuestros familiares y allegados, que nos recordarán con
afecto y nostalgia mientras dicen lo bonito que fue ser parte
de sus vidas.

Pero en tu caso, si espero de todo corazón que... lejos de


recordarme, me olvides lo más pronto posible, olvides quien
fui en tu vida, lo que pude hacer por ti sin siquiera pensar, y
así te evitas compararme con todos tus pretendientes y sufrir
porque no son ni ofrecen la mitad de lo que yo te di. Aunque
no creo que la culpa de perderme de tu lado te deje dormir y
eso ya es suficiente para mi loco lado vengativo, que a tu
lado se hace tonto porque "vengarme" de ti no es lo que
quiero, solo quiero irme y que no me detengas, no me
busques y no me necesites.

11
Sé que seguiré amándote y dejar de hacerlo no es lo que
necesito en el momento, solo requiero respirar
profundamente lejos de todo esto, lejos de ti.

No me mal entiendas, que no te deje de amar no significa


que seguiré ahí, en realidad ya me fui o por lo menos
mentalmente ya lo hice.

Espero logres ser feliz y dejes de dañar a las personas de tu


alrededor.

Siempre feliz.

Tu querido snowman.

12
 365 días intentando odiarte.

Muchas veces he escuchado esa frase cliché que dice que del
amor al odio solo hay un paso, estuve jugando en esa línea
invisible durante un largo tiempo, más tiempo del que
debería y con menos diversión de la que quisiera.

Un año... 365,25 días... 52,143 semanas... 8760 horas...


525600 minutos... 31536000 segundos... Ya sea a como me
quiera referir, esa fue la cantidad de tiempo en la que estuve
intentando odiarlo. Muchas veces creí haberlo logrado, otras
veces me rendía. Quería odiarlo porque sentía que esa forma
era la más sencilla para superar el dolor, probablemente lo
creí porque ya había lidiado con aquel sentimiento en
múltiples ocasiones, me era familiar de alguna manera.

Por supuesto odiarlo no era la solución, siempre lo supe.

Éramos amigos, me enamoré de él, lo amé desde lo más


profundo de mi corazón, sin embargo aquel órgano al que le
proporcionamos características románticas se ilusionó muy
13
deprisa y lo subió a un pedestal donde lo creía superior a
cualquier ser, lo creía insuperable. Nunca llegamos a algo,
siempre era "algún día" y nunca un "hoy". Me sentí tan
decepcionada luego de esa larga espera, realmente lo esperé.
Hasta aquel día en el que supe que jamás llegaría ese "algún
día".

Intenté todo, escribir me liberó gran parte de aquel dolor.


Escribí un diario que luego titulé "mis días intentando
odiarte", en la mayoría de las páginas sabía que jamás lo
odiaría, pero la decepción era tan grande que se podía sentir
en cada frase, en cada línea, realmente me devasté.

La palabra "odiar" y el "querer odiarte" eran términos


que utilizaba con el fin de expresar mis emociones, muchas
veces solo necesitaba exteriorizarlas para entender lo que
sentía. En la mayoría del tiempo no quería llegar a odiarlo,
sabía que aquel sentimiento era devastarme aún más. Llegué
a estar realmente enojada, otros días completamente triste,
algunos días estaba muy feliz y en ocasiones solo existía,
solo respiraba sin ningún otro fin ni ninguna emoción en
particular.

Sin embargo es cierto que ningún sentimiento es eterno... Al


pasar los meses el querer odiarlo pasó a último plano, solo
quería sentirme bien y superar aquellas emociones difíciles
de procesar. En el fondo sabía que no iba a odiarlo jamás y
14
en realidad no era algo que quería, solo era parte del duelo,
simplemente era un sentimiento como muchos, una de esas
emociones intensas donde amanecía de una forma y me iba a
dormir de otra muy diferente.

Un año después, 365 días después pude salir de esta tortura


emocional en la que había entrado sin darme cuenta; conocí
personas, visité lugares, me divertí, reí, pude ser yo de
nuevo, pero una yo diferente con una nueva visión de la vida
y de sus matices. Pude entender cosas que antes no
comprendía, también me dejaron de importar ciertas cosas
que en su momento moría por comprender.

Tal vez no me tomó un año entender ciertas cosas, pero si el


darle un significado.

El amor puede ser intenso, puede ser fuerte, en ocasiones


mientras más amamos más nos duele la caída, muchas veces
lastima, tal vez más de lo que quisiéramos, pero vale la pena;
a pesar de lo fuerte que sea el dolor, de lo mucho que cueste
creer nuevamente en otras personas, siempre valdrá la pena
amar, siempre valdrá la pena vivir aquella experiencia, pero
sobretodo, siempre valdrá la pena el dolor, lo que nos
enseña, lo que logramos a partir de ese momento en el que
sentimos una nube gris persiguiéndonos por doquier... Es
cierto que solemos lograr cosas increíbles en los momentos
difíciles, sobretodo si sabemos aprovecharlo.
15
Somos seres emocionales que amamos a intensidad, yo lo
amé con una gran intensidad, tal vez más de la que se
debería. Sin embargo no me arrepiento, gracias a él he
aprendido mucho más de lo que jamás imaginé y a pesar de
que esa no era su intención, se lo agradezco desde lo más
profundo de mi corazón, ese corazón en el que una vez lo
amó.

AGRADECIMIENTO

Agradezco profundamente a mi mejor amigo OlibE,


gracias a él empecé a escribir y gracias a él me animé
a crear este libro del cual me siento orgullosa. Me
siento afortunada de tenerlo en mi vida y que me
ayude con mi síndrome del impostor. Gracias por tu
apoyo, te adoro.

16
17

También podría gustarte