Está en la página 1de 2

Querido extraño:

Bueno, creo que debería partir diciendo hola.


Últimamente estoy con insomnio y decidí escribirte para aprovechar el tiempo.
Estuve pensando en la foto que te mande, no recuerdo muy bien que decía la frase pero sí que decía algo
como: “Extraño los días de trasnoche, el coqueteo, las charlas sin sentido, suspiros y caras ruborizadas...
Esas cosas que habían al inicio, cuando no sabías que te terminaría amando...”
Y bueno ahora que lo pienso, realmente lo extraño.
Extraño al chico que va a un lugar que odia simplemente para tomar una fotografía y explicar con una
imagen que significa amor para él; o la chica que buscaba provocarle celos a su novio, hablándole de él
mismo en tercera persona solo porque no se anima a decirle que lo ama con locura; porque eso de la
ternura y cursilería nunca se le dio bien.
Volver a esos dos chicos dispuestos a tener aventuras juntos, escapando del mundo por senderos
desconocidos. Dos chicos que no podían despegar sus ojos, sus labios, sus manos el uno del otro; los
mismos chicos que no podían dejar de hablar todo el día y no querían despedirse de noche, esos
enamorados que no querían dormir primero solo para deleitarse con la paz que transmitía el otro al
quedar dormido. Esos muchachos que querían vivir juntos, que a pesar de estar poco tiempo conocían
sus demonios y ayudaban al otro a enfrentarlos; ese par que se sentía como una pareja de esposos sin
necesidad de portar anillos. Esos muchachos que se amaban y no dudaban en decirlo.
Ahora que lo pienso, esos chicos son los mismos que dejaron pasar el tiempo, dejaron que el otro de las
cosas por sentado y al final, olvidaron que debían conquistarse cada día. Son los mismos que se
lastimaron y que con actos fueron matando las cosas bonitas que compartían. Ellos levantaron las manos
dejando que todo lo que tenían se desperdicie, lo hicieron en distintas oportunidades y por distintos
motivos. Simplemente se dejaron morir.
En este momento no estoy culpándote ni culpándome, pero si reconociendo que me equivoque, que nos
equivocamos. Hicimos mal algunas cosas, como dejar que el otro sintiera miedo, sintiera dudas, se
sienta inseguro. Día a día fuimos alimentando las inseguridades y el miedo del otro, en lugar de
conquistarnos. Después cada uno fue alimentando sus demonios y así empezamos a hundirnos en un
pozo cada vez más hondo, pero ya no juntos, ya no de la mano. 
Lo que me lleva a pensar en el siguiente punto: ¿Lo nuestro es costumbre? ¿Somos tan testarudos que
seguimos intentándolo? ¿Estamos buscando prolongar lo inevitable? Lo que tenemos ahora ¿Es amor? 
Por mi lado siento que di mucho, pero en este momento quiero ser sincera, tardé en hacerlo. Por tu parte
sé que también diste mucho, pero lamentablemente te cansaste de hacerlo.
Puede que ahora digas que no, puede que esto sea simplemente una apreciación mía y una muy
subjetiva. Pero lo repito: Extraño los mensajes tiernos, escucharte cuando me dices amor, los te amo
inesperados, las llamadas sorpresivas o que a pesar de que estés rodeado por mucha gente me hables
tiernamente. Extraño tus locuras, que mueras por mí, que mueras por tocarme, por besarme, por
compartir tu tiempo conmigo. Que seas ese loco enamorado que me volvía loca también, él que me
sorprendía y me enamoraba. 
Se que yo ayude a que aquel chico desapareciera, se que tuve la culpa de que muchas cosas las dejaras
de hacer, Pero lo extraño ¿Sabes? Y eso me duele. 
“El error de las personas es mirar con ojos de ayer su presente” recuerdo que leí eso alguna vez. Y
bueno ¡Sí! Tienen razón. No puedo ni debo compararte contigo mismo hace algunos meses, porque yo
no estoy actuando como la chica que tú conociste hace algunos meses. 
Admito que soy menos tolerante, discuto más, me comporto más insegura, lo que me llevo a ser menos
tierna y la verdad deseo decirte que lo siento mucho. 
Lo creas o no intenté cambiar, pero siempre pasa algo que me ayuda a retroceder. Siempre tuve la teoría
de que perdono y olvido, sé que es así la mayoría de las veces. Algunas cosas me lastiman pero para no
desgastarme con ellas las olvido, aprendo de ellas pero las dejo ir para que no me sigan lastimando. Pero
no contigo, me demostraste que puedo ser vengativa. Aunque no me guste admitirlo cambias las reglas
positiva y negativamente en mí, eso no es del todo bueno.
Me puse a analizar estos días, las últimas semanas. El extrañar algunas cosas me llevo a hacerlas para
ver si eso hacia que sin pedirlo tú las hagas, pero no pasó. No te nace hacerlas y no te culpo por ello,
pero aunque sé que no se debe esperar nada de nadie, de ti espero mucho.
Ya no quiero estar sin saber que hacer o a qué atenerme, ya no quiero estar en esto sintiendo que te estoy
presionando a que sigas. No quiero sentir que no te estoy dejando continuar, ya no quiero lastimarte
más. No quiero sentir que me estoy aferrando a ti.
No quiero que sigas simplemente porque no sabes cómo sacarme de tu vida y contradictoriamente
tampoco quiero decirte adiós ni que me lo digas; peto quizás sea necesario.
Que quede claro, no te culpo de nada. Te agradezco cada momento que pasamos y ten por seguro que los
atesorare en mi corazón. Gracias por enseñarme cómo se siente amar y como se debe sentir ser amada.
Gracias por ser alguien tan mágico en mi vida pero como te dije, amar no es suficiente algunas veces.
Tu Extraña.

También podría gustarte