Está en la página 1de 3

CONTEXTUALIZACIONES LITERATURA

Coplas a la muerte de su padre.


Nos encontramos ante una de las coplas que componen la obra Coplas a la muerte de su padre, la obra
más famosa del autor Jorge Manrique. Las Coplas son una elegía en la que la muerte del padre, don
Rodrigo Manrique, suscita en el poeta una sentida reflexión sobre la vida y la muerte. Aunque se
integran en toda una corriente artística europea que aborda el tema de la muerte, se alejan de la visión
macabra de otras obras como las danzas de la muerte para ofrecer unos versos llenos de emoción y
sentimiento. Esta obra se enmarca en la lírica castellana del siglo XV, en el ámbito de la poesía
cortesana. En esta época es cuando surge en las cortes de reyes y nobles la moda de los cancioneros,
colecciones reunidas bajo la protección de monarcas y aristócratas en las que se recogen imitaciones de
poesía tradicional y composiciones cultas. En estas obras el tema más frecuente es el amor cortés y
petrarquista. Esta concepción amorosa surge en la poesía trovadoresca, pues los trovadores consideran
a la mujer como un ser superior al que el enamorado rinde culto y vasallaje. Esta forma de trato hacia la
mujer es el antiguo tópico Religio amoris.

El modelo más directo de las composiciones cancioneriles será Francisco Petrarca, poeta italiano del
siglo XIV. Su idea del amor como algo inevitable y su concepción del cancionero individual como una
especie de autobiografía amorosa influirán decisivamente en la poesía a partir del siglo XV. Además de
los cancioneros colectivos; que son Cancionero de Baena, recopilado por Juan Alfonso de Baena;
Cancionero de Estúñiga; y Cancionero general, reunido por Hernando del Castillo, hay tres principales
autores de este tipo de poesía: el marqués de Santillana, autor de las Serranillas; Juan de Mena, quién
escribió Laberinto de Fortuna; y por último y más importante Jorge Manrique, autor de las Coplas
mencionadas con anterioridad, aparte de otras composiciones amorosas y poemas morales.

Jorge Manrique es el poeta más relevante de la lírica del siglo XV. Este participó activamente en la vida
política de la época. Su labor poética y su educación literaria se vieron determinadas por la influencia de
su tío el escritor Gómez Manrique.

Jorge Manrique utiliza en esta obra una serie de tópicos comunes tanto en la literatura y como en el
pensamiento religioso de la Baja Edad Media. En este fragmento solo aparece uno de ellos, (tema), pero
también pueden llegarse a dar el “menosprecio de la vida terrenal”, donde se prioriza la vida eterna;
“ubi sunt?”, para cuestionar donde han acabado algunos personajes célebres; “tempus fugit”, que hace
referencia a la brevedad de la vida; “poder igualador de la muerte”, que habla sobre la igualdad ante la
muerte; “fama de los hechos gloriosos”, conseguida gracias al cumplimiento de unas normas
implantadas por nobles; y el “homo Viator”, que es una metáfora de la vida como viaje o camino.

Las Coplas se suelen dividir en tres partes, en las que la reflexión va progresando desde las ideas
generales al caso concreto de la muerte del padre. La primera parte abarca las coplas I a la XIV, donde
habla de la vida terrenal; la segunda parte que comprende las coplas XV a la XXIV, donde se centra en la
vida de la fama; y la tercera parte que incluye las coplas XXV a la XL, donde se centra en un concepto de
vida eterna.

La obra está escrita en coplas de pie quebrado, estrofas formadas por dos sextillas con rima
independiente en cada una de ellas. En cuanto al estilo, destaca su sencillez, naturalidad y lenguaje
llano. Manrique se caracteriza además por su concisión, por el empleo de antítesis, juegos conceptuales
y, sobre todo, utiliza de forma original elementos tomados de la tradición literaria.
La Celestina

Nos encontramos ante un fragmento perteneciente a la Celestina, obra escrita por Fernando de Rojas.
La Celestina aparece en el siglo XV, cuando se desarrolla el teatro religioso y el teatro profano.

En esta época, se daba mayoritariamente el teatro religioso. Este estaba ligado a dos ciclos
fundamentales del calendario cristiano: el ciclo de la Navidad, que se centra en el nacimiento del Niño
Jesús; y el ciclo de Pascua, que engloba la muerte y la resurrección de Cristo. El ciclo de la Navidad
pertenece a la pieza de teatro medieval mejor conservada, el Auto de los Reyes Magos. Se trata de una
pieza incompleta del siglo XII y solo se conservan 147 versos de diferentes medidas. En el siglo XV surge
interés por este tipo de teatro en las cortes, por lo que el aristócrata Gómez Manrique escribe algunas
obras dramáticas de contenido religioso.

Por otra parte, el teatro profano tenía menos peso y no se conserva ningún texto anterior al siglo XV,
sino que, es entonces cuando aparece el primer gran autor del teatro castellano: Juan del Encina, cuyas
obras están protagonizadas por pastores que utilizan una lengua rústica.

Centrándonos en la Celestina, esta surge en entre los siglos XV y XVI y es la obra dramática más
importante de la literatura hispánica medieval. La primera versión de esta obra aparece en 1499 en
Burgos de forma anónima. Esta está dividida en 16 actos y con el título de Comedia de Calisto y Melibea.
Poco tiempo después se vuelve a publicar con varios añadidos escrita por Fernando de Rojas, nacido en
Toledo en una familia de judíos conversos. Los añadidos son: la carta-prólogo, donde Fernando de Rojas
afirma haber encontrado el primer acto de la obra en Salamanca y decide seguir escribiéndolo; las
coplas acrósticas, donde se revela el nombre del autor; el argumento, donde el autor explica la trama de
la obra; y los versos del corrector de la impresión, que son unas coplas escritas por el humanista Alonso
de Proaza.

A partir de 1502, la obra se edita con cinco actos más llamados Auto de frasso, un prólogo y el autor
cambia el nombre de toda la obra pasando a ser la Tragicomedia de Calisto y Melibea. Aunque ahora
conocemos la obra como la Celestina debido a que los italianos empezaron a llamarla así por el
importante papel que desarrolla la Celestina en esta.

Fernando de Rojas no publicó la Celestina ya que era un judío converso y en esa época los Reyes
Católicos rechazaban a todos estos.

La Celestina fue escrita a partir de otras lecturas de Fernando Rojas. Las fuentes literarias destacables
son las comedias romanas de Plauto y Terencia y el Pamphilus de amore, comedia latina del siglo XII.
Aun así la fuente principal es la comedia humanística. Esta es un género dramático nacido en ambientes
universitarios. Otra de las fuentes es la novela sentimental donde se refleja la historia de amor y destaca
su final trágico.

Hasta día de hoy, los profesionales siguen tratando de aclarar si la Celestina es un teatro o una novela
dialogada. Aunque se dice que es esta última debido a la complejidad de los personajes y que fue hecha
para ser leída, no representada.

Los principales temas que se tratan en la obra son: el amor, ya que destacan los distintos tipos de amor
de la época por lo que la novela tiene un toque perspectivista; la muerte, la fortuna, donde se ve como
las elecciones de cada uno marcan sus destinos; y otros temas como la honra.

La obra tiene una intención didáctico-moral, ya que nos intenta advertir acerca de las consecuencias de
la pasión amorosa y prevenirnos de los criados traidores y las alcahuetas, en un tono frecuentemente
irónico.

El argumento de la obra se basa en el amor a primera vista de un joven, de alta posición social, llamado
Calisto hacia Melibea, heredera única de una familia rica, quien lo rechaza desde un primer momento.
Los dos criados de este hablan con la Celestina para que medie entre los dos y así obtener los tres
beneficios de ese amor. Aunque la alcahueta consigue su propósito de hacer enamorarse a los dos
protagonistas, traiciona a los criados de Calisto y estos se vengan de ella.

El conde Lucanor

Nos encontramos ante un fragmento de la obra el conde Lucanor del autor don Juan Manuel.
La obra se enmarca en el ámbito de la prosa medieval en castellano, en la vertiente didáctica
propia de las colecciones de cuentos o exemplos. Se trata de un manual de educación de la
nobleza, tema que preocupaba especialmente a don Juan Manuel. Los exemplos muestran
cómo debe ser un buen aristócrata, ofreciéndole así una guía de conducta.

Es importante señalar que previamente, el reinado de Alfonso X representa una evolución en


la lengua castellana impulsando el empleo del castellano. Creó la Escuela de Traductores de
Toledo y abarcó diversos campos como libros científicos, obras históricas, textos legales y
obras lúdicas.

Aparecieron los exemplos, breves relatos con intención didáctica. Las primeras recopilaciones
de estos fueron los ejemplarios, para reyes y nobles como guía de conducta. El origen de estos
cuentos es remoto pero las primeras traducciones al castellano datan del siglo XIII teniendo
como principal Calila e Dimna.

También apareció con la prosa de ficción los libros de caballería y la novela sentimental. Esta
prosa de ficción tenía como objetivo entretener. Los libros de caballería surgieron en los siglos
XII y XIII, el protagonista es un caballero noble cristiano y enamorado de un viaje lleno de
aventuras con el fin de recuperar a su dama. Se considera que el primer libro de caballería
castellano, del siglo XIV, es el Libro del caballero de Zifar, otro muy conocido es Amadís de
Gaula.

La novela sentimental también fue un subgénero muy popular en el siglo XV. Estas narran el
proceso amoroso con final trágico entre dos nobles enamorados. Una obra muy famosa fue
Cárcel de amor, primer best seller español.

Ahora, centrándonos en el autor don Juan Manuel, es relevante decir que los asuntos que trata
en sus obras, las cuales tienen intención didáctica, se agrupan en tres bloques: políticos,
morales y religiosos. Además, emplea la lengua castellana y se preocupa por la comprensión
de su obra, haciendo uso de un vocabulario sencillo y claro.

Su obra más famosa, El conde Lucanor, se divide en tres partes: la parte I, consta de 51
cuentos; la parte II, III y IV, con enseñanzas desarrolladas a partir de proverbios; y la parte V,
que expone problemas sobre la salvación del alma.

Esta obra siempre sigue la misma estructura, ya que es un exemplo. En ella el Conde Lucanor
expone a su consejero, Patronio, una situación complicada, a la cual este responde narrando
un relato. El conde toma como consejo el ejemplo de Patronio y resuelve su problema.

También podría gustarte