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-Francisco de Asís González Ortega (IES “El Carmen” de Murcia) / Resumen de historia de la literatura española-

LA LITERATURA EN LOS SIGLOS DE ORO (BARROCO)

1. CONTEXTUALIZACIÓN
Durante el siglo XVII aparece un nuevo movimiento cultural: el Barroco. Es una época
caracterizada por el pesimismo y la vuelta a la religión. En el arte y en la literatura se tiende
a lo complicado, lo original y lo sorprendente. Los temas más tratados son de carácter moral
y filosófico: la brevedad de la vida, la muerte, la confusión entre la apariencia y la realidad,
el honor... Los principales autores de la literatura en el Barroco son Miguel de Cervantes (que
destacó en la novela y el teatro), los poetas Francisco de Quevedo y Luis de Góngora y, como
dramaturgos (autores teatrales) Lope de Vega, Tirso de Molina y Pedro Calderón de la Barca. 1

2. CERVANTES Y SUS OBRAS (POESÍA, TEATRO Y NOVELAS)


Miguel de Cervantes (Alcalá de Henares, 1547-Madrid, 1616) es el escritor español más
importante de todos los tiempos. Su vida fue bastante agitada y difícil. Tuvo
que huir de la justicia. Participó en la batalla de Lepanto (1571). Estuvo preso
por los turcos durante cinco años. Regresó a España, se casó y pasó
dificultades económicas. Fue encarcelado dos veces, por dificultades como
administrador. Finalmente, murió pobre, el 23 de abril de 1616. Estas
circunstancias le dieron una visión amplia de la vida, como se refleja en sus obras.
Cervantes cultivó todos los géneros literarios: la poesía, el teatro y la novela. Como poeta no
consiguió el éxito. Probó suerte en el teatro, buscando una mejoría económica, aunque
también fracasó. Destacan sus entremeses (piezas cómicas breves), como “El retablo de las
maravillas”. Lo mejor de su obra es su narrativa. Sobresalen las Novelas ejemplares (1613),
colección de doce novelas cortas muy entretenidas (“La gitanilla”, que acaba en un lugar cerca
de Murcia, Rinconete y Cortadillo”, “La fuerza de la sangre”, “El coloquio de los perros“...).

La obra cumbre de Cervantes es Don Quijote de la Mancha (1605 y 1615), considerada la


primera novela, por sus innovaciones y la complejidad de sus personajes. A través de un juego
de narradores, El Quijote cuenta la historia de un hidalgo manchego que enloquece con la
lectura de libros de caballerías. Decide hacerse caballero andante. Enamorado de una
inexistente dama, Dulcinea del Toboso, sale en busca de aventuras, acompañado de Sancho,
un vecino labrador, que le hace de escudero. La novela se publicó en dos partes. La primera
(1605) cuenta las dos primeras salidas de Don Quijote, con las aventuras que él mismo se
inventa porque cambia la realidad. En la segunda (1615) narra la tercera salida, su derrota, y
el regreso a su aldea, donde muere tras recuperar la razón. Lo mejor de la novela es la
humanidad de los protagonistas y cómo cambian y se influyen mutuamente 1.

1
Don Quijote es un personaje que representa el idealismo, una visión elevada de la vida; Sancho representa el
realismo, el espíritu pragmático o práctico. Paro el filósofo Salvador de Madariaga ve en la II Parte la
“quijotización” de Sancho y la “sanchificación” de Don Quijote.
-Francisco de Asís González Ortega (IES “El Carmen” de Murcia) / Resumen de historia de la literatura española-

3. LA POESÍA EN EL BARROCO

Los mayores representantes de la lírica en el barroco son dos poetas que se odiaron entre sí:
Luis de GÓNGORA (1561-1627) y Francisco de QUEVEDO (1580-1645). En torno a ambos
surgieron dos escuelas poéticas: el culteranismo (Góngora) y el conceptismo (Quevedo). La
corriente culterana intenta sorprender a través de la forma, con un lenguaje complicado,
referencias mitológicas y figuras literarias como la metáfora y el hipérbaton. La corriente
conceptista se basa en el ingenio con que se expresan las ideas; abundan las antítesis
(relacionan palabras opuestas) y los juegos de palabras.

Góngora (Córdoba, 1561) estudió en la universidad de 2


Salamanca. Fue sacerdote (aunque sin vocación) y llegó a
ejercer como capellán de Felipe III, pero tuvo que volver a
Córdoba, enfermo y arruinado, donde murió en 1627.
Tradicionalmente, se distinguen dos etapas en su poesía: la de
su juventud y la de la madurez. El licenciado Cascales lo llamó
“príncipe de la luz” y “príncipe de las tinieblas”, aludiendo a ambas. En la primera, escribió
muchos romances, letrillas y sonetos, de inspiración popular y lenguaje claro. En la segunda
(a partir de 1611), es el autor de dos poemas extensos y difíciles: Fábula de Polifemo y Galatea
(62 octavas reales, de tema mitológico) y las incompletas Soledades (unos 2000 versos, en
silvas). Estas dos obras son el ejemplo más claro del estilo gongorino o culterano (metáforas
muy oscuras, cultismos, latinismos, hipérbatos, alusiones mitológicas, etc.) La figura de
Góngora fue reivindicada en el siglo XX por los poetas de la Generación del 27, que toman su
nombre del homenaje que le hicieron en 1927 con motivo del tercer centenario de su muerte.

Quevedo (Madrid, 1580-Villanueva de los Infantes, 1645) estudió en la universidad de Alcalá


de Henares y en Valladolid. Ejerció como diplomático y funcionario de la corte (llegó a ser
secretario del rey Felipe IV). Cayó en desgracia y fue encarcelado durante cinco años,
muriendo al año siguiente de ser liberado. Su poesía se publicó póstuma y se relaciona con el
conceptismo (juegos de palabras, antítesis, paradojas, frases ingeniosas…). Escribió
numerosos poemas de tema filosófico, satírico y amoroso. Su poesía satírica y humorística
fue muy apreciada (“Poderoso caballero es Don Dinero”, el soneto “Érase un hombre a una
nariz pegado” y otros poemas contra Góngora). Sin embargo algunos de sus sonetos están
marcados por el pesimismo (“Mire los muros de la patria mía”, “¡Ah, de la vida!... ¿Nadie me
responde?”, “Vivir es caminar breve jornada”…). Además, aunque fue calificado de misógino
y misántropo, Quevedo escribió muy hermosos poemas de amor, inspirados en el poeta
italiano Petrarca (s. XIV) (“Cerrar podrá mis ojos la postrera...”, “Es hielo abrasador, es fuego
helado”), que han llegado a ser considerados de los mejores de la poesía española. También
es autor de una novela picaresca: El Buscón, escrita en un lenguaje culto y conceptista. El
protagonista, hijo de madre bruja y padre ladrón, acaba intentando marchar a América.
-Francisco de Asís González Ortega (IES “El Carmen” de Murcia) / Resumen de historia de la literatura española-

4. EL TEATRO BARROCO
El teatro es el género de mayor éxito durante el Barroco. Las representaciones se hacían en
locales abiertos para tal fin, denominados “corrales de comedias”. Los más importantes
autores teatrales de esta época son Lope de Vega (1562-1635), Tirso de Molina (1571?-1648)
y Pedro Calderón de la Barca (1600-1681).
Lope de Vega es un escritor polifacético. Cultivó todos los géneros, como la poesía lírica o la
novela, pero –sobre todo- fue el dramaturgo (autor teatral) más importante
de su época (se conservan más de trescientas de sus obras teatrales, aunque
él afirmó haber escrito 1500). Lope es el creador de la comedia española o
comedia nacional, que se caracteriza por la mezcla de lo trágico y lo cómico 3
en una misma obra; la ruptura de la regla de las tres unidades (lugar, tiempo
y acción); la división de la obra en tres actos; la polimetría (empleo de diversas estrofas) y el
uso del “decoro poético” (es decir, que los personajes hablen según su condición).

Los temas más tratados por Lope son el honor o la honra, el amor, la monarquía, la fe y la
religión. Es uno de nuestros escritores más prolíficos, puesto que escribió mucho, pero sus
obras más representativas son: El caballero de Olmedo (con un personaje, Fabia, inspirado en
Celestina), Fuente Ovejuna (sobre la rebelión de un pueblo y su logro de la libertad), El perro
del hortelano y La dama boba (comedias de enredo amoroso).

Tirso de Molina es el seudónimo del fraile mercedario Gabriel Téllez. Después de Lope y
Calderón, es el más importante autor teatral del siglo XVII. Se le supone autor de más de
cuatrocientas obras, muchas de las cuales se han perdido. Destaca Don Gil de las Calzas Verdes
(1635), con una mujer que se disfraza de hombre para vengar su honor. También se le atribuye
El burlador de Sevilla (1630), donde se crea el personaje de Don Juan Tenorio, convertido
después en mito literario, que recrearon Molière (en su tragicomedia Don Juan, 1665), Mozart
(en la ópera Don Giovanni, 1787) o el romántico español José Zorrilla (en su drama Don Juan
Tenorio), entre otros.

Pedro Calderón de la Barca es un dramaturgo de carácter más intelectual. Sus obras se dirigen
a una minoría culta, contienen reflexiones filosóficas y tienen una estructura muy elaborada.
Las más importantes son: La vida es sueño (sobre el conflicto entre apariencia y realidad), El
alcalde de Zalamea (un drama de honor), y el auto sacramental El gran teatro del mundo,
donde aborda simbólicamente el tema barroco de la vida como teatro.

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