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III.

AUTOCONCIENCIA
Comprensión de sí mismo
Habilidad que permite reconocer nuestras propias emociones, pensamientos y
valores y conectarlos con nuestros comportamientos y acciones. Tener la
capacidad de reconocer las propias fortalezas y debilidades, fundadas en la
confianza, optimismo y mentalidad de crecimiento.
Se entiende por autoconciencia a la capacidad de percatarse de uno mismo. Según el
diccionario de la lengua española de la Real Academia… la capacidad de los seres
humanos de verse y reconocerse a sí mismos y de juzgar sobre esa visión y
reconocimiento. La autoconciencia admite grados. El nivel en el que se está se determina
según la forma en que se experimente la propia identidad; es decir, la respuesta a la
pregunta ¿Quién soy? y la que se deriva de ella, ¿Quiénes son mis iguales? A medida
que se va evolucionando en consciencia se va migrando del egoísmo al altruismo, porque
la definición de lo que se es, cada vez es más amplia.

Para lograr la autoconciencia se plantea lograr gradualmente la obtención de cuatro


aspectos:

1. Reconocimiento de emociones. 2. Reconocimiento de intereses, valores y habilidades


3. Autovaloración. 4. Autoconocimiento.

III.I Reconocimiento de emociones


Cuando nos encontramos en medio de situaciones difíciles de resolver y escuchamos
esas frases como por ejemplo: “Relájate”, “Intenta estar tranquilo”, “Tómalo con calma”,
en ese momento crucial nos resulta imposible poner en prácticas tales sugerencias.

Primeramente es importante señalar que cada uno de nosotros tenemos modos


particulares de reaccionar frente a una situación, nuestras emociones nos pueden llevar a
tomar el camino de hacernos los distraídos, evadir el problema que nos aqueja, creer que
las cosas se solucionarán con el tiempo, no aceptar que en el futuro el problema será
mayor, podemos ponernos nerviosos, notar un aumento de intensidad en nuestras
actividades diarias, experimentar taquicardia, dolor físico, agotamiento, vivenciar una
confusión en nuestras emociones, entre otros síntomas.

Antes que nada, debemos entender que las emociones comunican e influyen a los otros,
ya que muchas veces terminamos comunicando cosas que no queremos comunicar y en
vez de solucionar la situación terminamos complicando más las cosas.

Una emoción puede llevarnos a alcanzar un resultado y es fundamental tener en cuenta


que dicho resultado puede ser no esperado, no deseado por nosotros y así ser generador
de ciertos efectos negativos en nuestra conducta como por ejemplo, no regular
determinadas emociones fundamentales para la interacción y la convivencia con los
demás. Todos en algún momento de nuestras vidas hemos experimentados la
importancia de conservar lazos amables y de bienestar con las personas que nos rodean.
Lo primero que debemos tener en cuenta en una situación detonante, es distinguir si las
emociones son originadas por pensamientos o se basan en hechos. Debemos tratar de
describir el suceso que provocó la emoción, si se trata sólo de una idea propia o es
consecuencia de una acción. Este proceso de reconocimiento en momentos detonantes,
seguramente ampliará el panorama y brindará mayor claridad para validar la emoción o
por lo contrario si lo crees necesario, cambiarla.

III.II Reconocimiento de intereses, valores y habilidades

Parte de nuestra autoconciencia es conocer qué intereses, destrezas y aptitudes tenemos


mejor desarrolladas, dado que existen distintos campos y todos somos hábiles en
algunos. Por tanto, en la medida en que tengamos claras determinadas capacidades, nos
será más fácil conocernos.
Los campos en los que podemos encontrarlas, son los relacionados con el razonamiento
verbal, el razonamiento numérico, la habilidad espacial, la habilidad mecánica, la
capacidad de memoria, la destreza física y la capacidad creativa.

En la actividad escolar es recomendable analizar el rendimiento escolar, ya que puede ser


de gran ayuda para descubrir las habilidades e intereses. Se puede realizar examinando
los resultados académicos, las asignaturas que se dan mejor y las que gustan más.
Además de lo que puede haber influenciado en el rendimiento escolar: la capacidad para
dicha materia, interés en ella, esfuerzo, hábitos de estudio, si parece fácil o difícil, etc.
Para realizar este análisis podemos realizar las estrategias de aprendizaje enfocadas en
el autoconocimiento y se logrará una visión más amplia y objetiva si se compara la opinión
propia con la de familiares y profesores.

Se trata de tomar conciencia de la propia realidad personal. Identificar los aspectos


positivos y limitaciones que se deben tener en cuenta a la hora de tomar decisiones. La
identificación de nuestras limitaciones nos conduce a la superación, o la auto aceptación
de las cosas que no podemos modificar y a la búsqueda de posibles soluciones de las
dificultades añadidas. Muchas veces, la constancia, el esfuerzo, y el cambio de actitud
pueden ayudar a modificar el rendimiento académico o superar una situación personal. La
situación socio familiar, las expectativas y actitudes de la familia, las circunstancias
económicas, junto con la realidad del entorno más cercano, son otros aspectos a tener en
cuenta en el momento de la toma de decisiones.

Se requiere considerar que todas las personas regimos nuestro comportamiento por
razones que nos hacen apreciar y dar más importancia a determinadas cosas. Los valores
se forman bajo la influencia del ambiente familiar y el entorno social en que vivimos como
amigos vecinos, medios de comunicación, etc.

La autoconciencia se da tomando en cuenta nuestros valores, conociendo cómo sentimos


a solas y en compañía, para estar orgullosos de lo que sentimos. Los valores varían
mucho de persona a persona. Así, la gente puede sentir emociones completamente
diferentes ante situaciones muy parecidas e incluso ante la misma situación.

III.III Autovaloración

La autovaloración, es parte fundamental de la personalidad y es partícipe en la regulación


del comportamiento y las emociones. Es un conjunto preciso y generalizado de opiniones
e ideales sobre nosotros mismos, conformado por cualidades, capacidades e intereses,
que están comprometidos en la realización de las aspiraciones más personales. Es una
valoración o estima muy auténtica.

Una de las funciones más importantes de la autovaloración es la de regular la conducta


mediante un proceso de autoevaluación, de modo que el comportamiento de un
estudiante en un momento determinado está condicionado, en gran medida, por la
autoconciencia que posea en ese momento. Las personas anticipamos el resultado de
nuestra conducta a partir de las creencias y valoraciones que hacemos de nuestras
capacidades, es decir, generamos expectativas, bien de éxito, bien de fracaso, que
repercutirán sobre nuestra motivación y rendimiento.

La autovaloración puede ser adecuada (reflejar fielmente las capacidades que se poseen)
o inadecuada, en este último caso por sobrevaloración o subvaloración. Cuando existe
una autovaloración inadecuada, la autorregulación de la conducta ante el estudio se ve
seriamente afectada y con ella, el rendimiento docente.

Se puede considerar que la autovaloración es adecuada y efectiva cuando existe un


conocimiento profundo de sí mismo expresado en reflexiones acerca de sí, ricas,
variadas, profundas y coherentes de lo que se puede lograr. Las emociones se expresan
afectivas, empáticas, flexibles y se asumen elementos no deseados o contradictorios a lo
esperado que se desarticule la autovaloración y se conserve la estabilidad

Las interacciones sociales que el alumno mantiene con sus padres, profesores y
compañeros tienen importancia en el desarrollo de la autovaloración.

El papel del profesor es fundamental en la formación y cambio de la autovaloración del


alumno, pues se valoran mucho sus opiniones y el trato que recibe. Un joven que sea
ridiculizado ante sus compañeros, que reciba continuas críticas del profesor por sus
fracasos, cuya autonomía e iniciativa se anula sistemáticamente, está recibiendo
mensajes negativos para su autoestima. En cambio, a quien se le escucha, se le respeta
y se le anima ante el fracaso, está recibiendo mensajes positivos para su autovaloración.

El papel que juegan los compañeros también es muy importante, no solo porque
favorecen el aprendizaje de destrezas sociales o la autonomía e independencia respecto
de los adultos, sino porque ofrecen un contexto rico en interacciones, en donde se recibe
gran cantidad de información procedente de sus compañeros que servirá de referencia
para desarrollar, mantener o modificar su autovaloración, tanto en su dimensión
académica como social.

III.IV Autoconocimiento

El autoconocimiento es resultado de un el proceso reflexivo mediante el cual la persona


adquiere noción de su persona, de sus cualidades y características, se va consiguiendo
gradualmente a medida que vamos adquiriendo cada uno de los aspectos anteriormente
citados. En virtud de nuestra autoconciencia es fundamental el papel que jugamos
activamente en la comunidad escolar todos los participantes.

El conocimiento propio supone la madurez de conocer cualidades y defectos y apoyarse


en ellos para conseguir objetivos. Cuando una persona conoce y comprende los motivos
que lo llevan a actuar de una manera determinada es capaz de respetarse y lograr el
respeto de los demás.
Uno mismo es capaz de controlar sus impulsos, de postergar ciertas acciones para
mejores ocasiones, es capaz de adaptarse a diferentes situaciones y lograr así ser mejor
persona. No se trata de dejarse llevar o hacer todo lo que los demás dicen. Cuando se
consigue el conocimiento, el respeto y control de uno mismo, con seguridad se obtiene
una sana autoestima o autoestima positiva.

El autoconocimiento es el paso previo y fundamental para lograr la autoestima, el auto


respeto y el autocontrol. No se puede amar, respetar ni controlar lo que no se conoce. No
puede haber, autoestima sin autoconocimiento. Es el propio conocimiento, profundo y
sincero, sin disculpas. Es conocer tanto los aspectos positivos como negativos. Es un
proceso lento que lleva a una persona a ser consciente de sus necesidades, limitaciones,
temores, alegrías. Inicia cuando se toma conciencia de las propias fortalezas y
debilidades y se prolonga durante toda la vida. Muchas personas, a lo largo de la vida,
acumulan gran cantidad de conocimientos, saben de literatura, historia, informática,
recorren varios países, pero pocos se detienen un momento para profundizar en su
conocimiento.

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