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autoimagen
(Tomado de Saad y Santamaría, 2006)
El autoconcepto y la autoestima son probablemente dos de los elementos más
importantes en la constitución de la identidad, pero no son los únicos. Como
hemos revisado más arriba, en la formación de la identidad intervienen
múltiples factores desde el concepto de rol, de género, la conciencia del
cambio de niñez a adolescencia etc. En esta sección abundaremos sobre las
características del autoconcepto en si y de la autoestima, entendida como la
dimensión afectiva del autoconcepto, y cómo ambas dan forma a la idea de
autoimagen, que vendrá a ser el aspecto más global, integrador y completo de
lo que autodefine a una persona.
En primera instancia la autoestima como ya hemos mencionado es la
dimensión afectiva del autoconcepto y está constituida por la autoaceptación, el
autorrespeto, la autocompetencia y la autoeficacia entre otros aspectos.
Esta autoestima y todos los elementos que la conforman surgen de las
experiencias personales que tiene el individuo en los diversos espacios de su
vida cotidiana (familia, escuela y comunidad). De forma general, la
conformación de la autoestima y todo lo relacionado a ella, se va integrando
por medio de los mensajes verbales o no verbales (actitudes) que se reciben a
lo largo de los días provenientes de nuestro entorno, cabe señalar que la
incorporación que se hace de estos mensajes tiene un peso diferente conforme
el individuo avanza en su edad, es un proceso evolutivo; durante la niñez la
tendencia marca que la autoestima esté más determinada por los mensajes del
exterior (referencia social) y posteriormente durante la adolescencia el núcleo
de influencia tiende a pasar del exterior social al interior psicológico. De esta
capacidad de percibir y analizar su propio interior psicológico, el adolescente
desarrolla la capacidad cada vez más clara de argumentar cuestiones acerca
de su autoconcepto usando razonamientos complejos, una característica
determinante de este periodo es el incremento sobre la conciencia de si mismo,
como un “ser” continuo, diferenciado, con voluntad y autorreflexión, es decir
con pasado, presente y futuro (continuo), con similitudes y diferencias con otros
(diferenciado), que puede observar sus propios deseos y actuar en un
determinado sentido (volitivo) y finalmente que puede verbalizar la percepción
La autoestima nos hace sentir que
podemos lograr lo que nos
proponemos y que tenemos algo
que ofrecer a los demás
que tiene acerca de si mismo así como verbaliza las percepciones que intuye
de los de más hacia él (autorreflexivo).
En el siguiente esquema se ubica esta evolución del autoconcepto del adolescente con
las características de cada elemento.
Elementos del
proceso evolutivo
Descripción
del autoconcepto de
los adolescentes
El adolescente se ve a si mismo con un pasado y presente. Con una
Continuo historia personal a la que puede recurrir y con la posibilidad de tener una
proyección de si mismo hacia el futuro.
Percibe con claridad las similitudes que tiene con otros en términos de
Diferenciado valores, creencias, formas etc. y encuentra las diferencias que le van dando
la certeza de ser único.
Va ubicando y seleccionando sus propios deseos y puede realizar acciones
Volitivo
concretas para cada uno de ellos
Logra explicar con palabras lo que piensa de si mismo, así como lo que
Autorreflexivo
considera que piensan los demás en relación a el