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DISCURSO JURÍDICO:
El discurso jurídico que convence apela al significado de la palabra (lenguaje objeto), hace una
descripción de la cosa y la ofrece como verdad. Utiliza la deducción retórica en dos esferas ya que
deduce de:
Una premisa legal: se ofrece como verdad pura, aunque la premisa legal que se usa es una
interpretación de la textualidad de la ley, conveniente a nuestro discurso.
Una acción fáctica: es el resultado de una interpretación de los hechos; de esa
interpretación se ofrece una conclusión deductiva donde se establece (según nos
convenga) la responsabilidad u obligación o no de un sujeto de derecho.
La relación entre ambas es que son medios de enseñanza y aprendizaje de conducta; la distinción
más importante es que la persuasión siempre es un proceso de comunicación consciente. No se
puede negar que alguien en su comunicación influya en otros sin proponérselo, implica utilizar
intencionalmente recursos, habilidades, técnicas, actitudes, etc., con la finalidad de influir.
En la comunicación oral, el hablante usa la persuasión cuando intenta influir en actos, creencias,
actitudes y valores de otros. Participan por lo menos dos personas.
Para lograr persuadir, se necesita predecir el efecto que nuestro mensaje va a tener en el
receptor, por lo que la comunicación es intencional. Existen 3 elementos en este proceso:
El persuasor
El mensaje
El público
Existen muchas definiciones de persuasión, pero todas tienen un punto en común: la idea de que
la persuasión es una comunicación intencional. Intención del emisor de influir sobre el receptor.
Para planear una estrategia persuasiva, el comunicador debe ejecutar tres procesos importantes
(secuencia lógica):
Funciones de la persuasión:
Es pertinente hacer un análisis de actitudes antes del momento de la comunicación para precisar
cuál de los propósitos es el más adecuado para ese público en concreto.
Las actitudes tienen ciertas características que son importantes considerar al hablar de persuasión:
Relacionan a las personas con los objetos, las situaciones, los eventos, etc., y se forman a
través del contacto de la persona con su ambiente o entorno.
No son permanentes; son un estado de disponibilidad más o menos durable.
Tienen tres propiedades:
o Dirección. Representa la capacidad que tienen todas las personas de generar
actitudes y evaluar a favor o en contra algún objeto/evento
o Posición. Representa el lugar donde ubicamos la fuerza de la convicción de una
persona sobre algún objeto/evento, ya sea a favor o en contra
o Intensidad. Es la fuerza del sentimiento, la convicción o el compromiso de una
persona a favor o en contra de algún objeto/evento
Existen principios éticos que tanto el comunicador como el público pueden aplicar cuando se trate
de evaluar la ética de la comunicación persuasiva; tres principales:
Principio social positivo: toda persuasión es ética cuando tiene utilidad social positiva. Este
criterio destaca que la comunicación puede orientarse a un efecto positivo o negativo para
los individuos. El uso de la persuasión debe ser benéfico, generando acciones positivas.
Principio humano: toda persuasión es ética cuando contribuye a reconocer las reglas
universales del comportamiento humano. Este criterio nos ayuda a identificar si el
propósito persuasivo cumple las metas en sentido moral, intelectual o espiritual.
Principio antipersonal: toda persuasión es ética cuando contribuye al desarrollo de
actitudes positivas entre los individuos de una cultura. Este criterio nos ayuda a distinguir
las actitudes que la gente desarrolla en una situación o cultura determinadas.