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Los espacios en los que se tratan a los animales, como las clínicas veterinarias, tienen que
estar perfectamente higienizados, es decir, su limpieza y desinfección debe ser exhaustiva
para eliminar cualquier parásito, germen, bacteria, hongo o virus que puedan quedar en el
ambiente cuando entra a la clínica un animal enfermo. Por lo que no es lo mismo limpiar
que desinfectar. De hecho, normalmente se realiza primero una limpieza y posteriormente,
si se requiere, una desinfección.
Las técnicas de limpieza y desinfección en las clínicas veterinarias son muy parecidos a los
que podemos encontrar en un hospital.
La higiene se posiciona en las clínicas veterinarias como una herramienta para procurar la
salud y prevenir infecciones entre los animales y como una medida de seguridad para los
profesionales sanitarios.
Ventilación de la clínica veterinaria: recuerda abrir las ventanas para que el aire
corra y se eliminen los olores propios del paso de los animales. Esto ayudará a
descargar el ambiente y hacer que la estancia sea más agradable, especialmente para
los dueños de las mascotas.
Limpiar el suelo de la clínica: esta tarea hay que hacerla diariamente. Recuerda
pasar la escoba y la fregona al final de la jornada. Cuando friegues, utiliza un
producto detergente – higienizante que te permita limpiar a fondo toda la superficie.
La limpieza siempre se llevará a cabo con el uniforme reglamentario y éste deberá ser
desechado adecuadamente para evitar la contaminación cruzada.