Historia de España

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BLOQUE 5. LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN (1788-1833): LIBERALISMO FRENTE A
ABSOLUTISMO.
1. El impacto de la Revolución Francesa: las relaciones entre España y Francia; la Guerra de la
Independencia; el primer intento revolucionario liberal, las Cortes de Cádiz y la Constitución de 1812.
2. Reinado de Fernando VII; la restauración del absolutismo; el Trienio Liberal; la reacción absolutista.
3. La emancipación de la América española; el protagonismo criollo; las fases del proceso; las repercusiones
para España.
4. La obra de Goya como paradigma del intelectual comprometido con su época.
1. EL IMPACTO DE LA REVOLUCIÓN FRANCESA: LAS RELACIONES ENTRE ESPAÑA Y FRANCIA; LA
GUERRA DE LA INDEPENDENCIA; EL PRIMER INTENTO REVOLUCIONARIO LIBERAL, LAS
CORTES DE CÁDIZ Y LA CONSTITUCIÓN DE 1812.
Carlos IV sube al trono en 1788 e inmediatamente se va a ver desbordado por los acontecimientos. Los
ideales de la Revolución francesa de 1789 no tardaron en llegar a España. Estos favorecieron la difusión
de las ideas liberales, pero también generó un gran rechazo en la Corte y entre los privilegiados. El rey
suprimió toda influencia ilustrada en su gobierno,mediante sus primeros ministros,Floridablanca y
Aranda.En 1792 nombró a Manuel Godoy secretario de Estado y cerró la frontera para evitar el contagio.
La ejecución de Luis XVI en 1793 empujó a Carlos IV a unirse a la coalición militar europea en guerra
contra Francia. La derrota de las tropas españolas fue inapelable, los costes económicos resultaron
extraordinarios y la Paz de Basilea (1795) subordinó a España a los intereses franceses.

La Guerra de la Convención
(1793-95) también es
denominada guerra de los
Pirineos o guerra del
Rosellón.La declaración de
guerra a la Francia
revolucionaria se considera
uno de los errores más
graves de la política exterior
de Godoy.Frente a la postura
de neutralidad que había
mantenido Aranda, godoy se
arriesgó a una guerra para la que el ejército español de tierra no estaba preparado.los ejércitos del general
Ricardos avanzó sobre la Cataluña francesa sin que se aprovechara los éxitos iniciales con la firma de un
tratado de paz como pedían a Godoy algunos cortesanos.En 1794-95 se produjo la ofensiva francesa
ocupando buena parte de Cataluña, Navarra y Álava. Ante tal situación Godoy negoció con los franceses
la Paz de Basilea de espalda a sus aliados en julio de 1795. Por este tratado España recuperó su
integridad territorial a cambio de ceder a Francia la isla de santo Domingo y algunas ventajas comerciales.
En 1796 se restauró la alianza franco-española con el Pacto de San Ildefonso. Godoy estaba convencido
de que Gran Bretaña era la mayor amenaza para nuestro país por su penetración en el mercado
americano. Pocos meses más tarde, enfrentada a los ingleses, la Marina española era diezmada en la
Batalla del cabo de San Vicente (1797)con lo que el comercio ultramarino quedaba desprotegido.

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La subida al poder de Napoleón en 1799 comportó un

cambio de orientación en la política exterior y España
se convirtió en aliada de Francia siendo un títere de la
política expansionista de ésta.La debilidad de Carlos
IV espoleó el intervencionismo francés que obligó a
godoy a dirigir la invasión de Portugal en 1801- La
Guerra de las Naranjas- con objeto de cerrar sus
puertos al comercio británico.
Fruto de esta alianza España se vió envuelta en otra
guerra no deseada , cde trágicas consecuencias para
su flota. Fue la guerra contra Gran Bretaña, que
provocó la derrota de la armada franco-española en
Trafalgar(1805),supuso la pérdida de casi toda la flota
española y la hacienda se vio privada de los recursos
procedentes de las colonias como consecuencia de la
interrupción del comercio atlántico. Godoy recurrió al endeudamiento, al aumento de las contribuciones y a
la desamortización de tierras eclesiástica(1798-1808), con el fin de conseguir recursos para la hacienda.
Estas medidas provocaron la oposición de la Iglesia y la nobleza, y la animadversión de Fernando,
príncipe de Asturias, que desconfiaba de la influencia de Godoy en su padre.
A todo ello se unió el descontento popular por los elevados impuesto, la carestía de alimentos, hambres y
epidemias, que derivó en motines. El desprestigio del gobierno de Godoy salpicaba a la misma monarquía.
La situación se deterioró aún más cuando España firmó el Tratado de Fontainebleau (1807), que
autorizaba a los ejércitos franceses a entrar en el país para atacar a Portugal. Además fijaba un futuro
reparto del país vecino, del que Godoy obtendría un principado.
La entrada de las tropas francesas se produjo en febrero de 1808 y, más allá de lo fijado en el tratado,
fueron ocupando plazas estratégicas como Barcelona, Vitoria… Las autoridades españolas aceptaron su
presencia, cada vez más amenazante, hasta que la familia real huyó a Aranjuez cuando las fuerzas
imperiales francesas llegaron a Madrid, para iniciar el avance y la ocupación hacia el Sur peninsular.
En esta situación se produjo el motín de Aranjuez (18 de marzo de 1808), impulsado por nobles y
eclesiásticos y protagonizado por sectores populares, que exigían la destitución de Godoy y la renuncia de
Carlos IV a favor de su hijo Fernando.
Al día siguiente fue proclamado rey Fernando VII, pero la crisis de la monarquía se agravó cuando Carlos
IV solicitó la ayuda de Napoleón para recuperar el trono. Bonaparte constatando la debilidad de los
Borbones, decidió convocar a padre e hijo en Bayona y ocupar España para anexionarla a su imperio. En
la ciudad francesa ambos reyes aceptaron abdicar de la Corona y, con esta legitimación, Napoleón
nombró a su hermano José rey de España y convocó una Cortes en Bayona para aprobar una nueva
Constitución.
A las Cortes acudieron 65 notables españoles que aprobaron el llamado ​Estatuto de Bayona​, que no era
una constitución sino una Carta Otorgada. En dicho estatuto se abolían los privilegios y reconocía la
igualdad de los españoles ante la ley, los impuestos y el acceso a los cargos públicos. Además, José I era
reconocido como nuevo rey.
La situación de las poblaciones con presencia francesa era muy tensa. La evidencia de que se trataba de
una invasión y no de un tránsito, las extorsiones realizadas por el ejército francés de alimentos y
ocupaciones de viviendas y el rumor de que Napoleón había secuestrado a los reyes por la fuerza en
Bayona provocaron motines y resistencias en las ciudades ante la pasividad de las autoridades españolas.