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l heredero de piedra
y otras empresas condenadas al fracaso
para Clásicos del Mazmorreo
 Índice
Editorial: Fundido en cero 5
De niña a mujer 7
Los cerdos del Averno 14
El heredero de piedra 23
Vínculos aventureros 39
Equipo inicial para nivel 0 45
Clases de espada y brujería para CDM 49

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explicaremos todo lo que necesitas saber.
 créditos
the Phlogiston Books
volumen 2
EL HEREDERO DE PIEDRA
...y otras empresas condenadas al fracaso
para Clásicos del Mazmorreo

Escrito por
Gabriel García-Soto
(Los cerdos del Averno, De niña a mujer, El Heredero de Piedra)
José Manuel Sánchez García
(Editorial, Vínculos aventureros)
José Luiz Cardoso
(Clases de espada y brujería para CDM)

Ilustración de portada, mapas e ilustraciones interiores

Valentí Ponsa

Ilustracionea adicionales
Cristina Charneco Rosales

Maquetación
Diego Menéndez

Edición:
Gabriel García-Soto
José Manuel Sánchez García
Rodrigo García Carmona

Corrector de la edición en inglés:

Daniel J. Bishop

Dedicatoria:
A Sebastián y María, los mejores aventureros con los que nadie podría aden-
trarse en una mazmorra. Y a Marina, para que me dedique algo a mí antes
que a nadie.

Copyright de sus autores respectivos

This product is based on the Dungeon Crawl Classics Role Playing Game, published by Goodman Games.
This product is published under license. Dungeon Crawl Classics and DCC RPG are trademarks of Goodman Games.
All rights reserved.
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 Fundido en cero
Ya lo expuso magistralmente Daniel J. Bishop: “CdM es el juego en el que combates contra monstruos desconocidos,
hablas con dioses alienígenas y encuentras magia ancestral… y después, subes a nivel 1”.

Es algo de sobra conocido que el modo de juego llamado “embudo” es uno de los principales atractivos de CdM,
como también lo es que los afortunados supervivientes se convierten en personajes de nivel 1 al finalizar su
primera y traumática aventura. Jugar después con dichos aventureros en su flamante nivel 1 supone una satis-
facción que no es comparable a comenzar su andadura directamente como tales.

Pero, hete aquí que nuestros inquisitivos ojos advirtieron que entre ambos estados el juego hace un elegante fun-
dido en negro, o quizá mejor dicho, un “fundido en cero”: los patéticos pueblerinos de nivel 0 se convierten de la
noche a la mañana en competentes cortabolsas, mercenarios, hechiceros y santones.

Para muchos este recurso es suficiente, pero no para las mentes de los que suscriben este suplemento. Queríamos
contar la historia de lo que sucede entre el final del embudo y el principio de la primera aventura de nivel 1. ¿Y
qué mejor manera de hacerlo que a través de un par de aventuras?

La primera, “Los cerdos del Averno”, es la forma perfecta de cubrir esa transición entre el embudo y la primera
aventura de nivel 1. En ella, los personajes podrán poner a prueba sus recién adquiridas habilidades en un en-
torno al que todavía se resisten a abandonar: su aldea. Quizá el símil más sencillo sería el de los ruedines de una
bici para los ciclistas novatos.

En la segunda, “El heredero de piedra”, también próxima en cuanto al entorno donde tiene lugar, los PJs deberán
demostrar que se han ganado sus galones de nivel 1, puesto que los enemigos y los peligros que la pueblan ya
no tendrán piedad con ellos.

Aunque suene a momento publicitario, os recomendamos encarecidamente que juguéis primero el embudo de
The Phlogiston Books I, “Batirse el cobre”, para una experiencia más rural y continuista, sobre todo si el tono de
este vademécum es de vuestro agrado.

Y por supuesto, para complementar estas dos aventuras aportamos lo que se denomina “tropezones”, una serie
de artículos para definir y personalizar aún más a vuestros personajes recién ascendidos a nivel 1.

En definitiva, explorad con nosotros los orígenes de aquellos que más adelante se convertirán en leyendas y se
codearán con patrones, dioses y criaturas extraordinarias en mazmorras, planos lejanos y ciudades atestadas.
Porque, al fin y al cabo, todos procedemos del campo.

5
6
 De niña a mujer
Ya está, lo has conseguido, has sobrevivido a tu primera aventura armado con un palo y acompañado de una
gallina. Has visto morir a tus compañeros y vecinos, has conseguido riquezas inimaginables y ahora eres incapaz
de volver a tu vida anterior. Pero uno no se convierte en un guerrero con solo agarrar una espada o en un hechi-
cero con solo leer un libro.

En Clásicos del Mazmorreo se produce un salto narrativo al finalizar un embudo: no sabemos qué sucede en la
vida de los PJs para que los inútiles gañanes de nivel 0 acaben convertidos en los héroes competentes que son
en nivel 1. ¿Cómo y cuándo han aprendido a hacer todas esas cosas que saben hacer ahora? A continuación,
se ofrecen algunas ideas y sugerencias que te pueden servir como guía para completar ese enorme vacío en la
formación de tu personaje.

Clérigo
Te uniste a tus vecinos para enfrentarte a las fuerzas del
mal y la oscuridad. Pensabas que estaba todo perdido y
pusiste tu vida en manos de un dios… y funcionó. Has
sobrevivido de milagro, y nunca mejor dicho. Has visto
la luz y estás deseando que todo el mundo comparta tu
nuevo entusiasmo religioso. Ahora bien, primero tendrás
que aprender la doctrina de tu fe, su liturgia y rituales y,
lo que es más importante, su calendario de festividades.
Cuando decides convertirte en un clérigo lo primero que
hay que hacer es elegir una deidad a la que seguir cie-
gamente, de la que no dejar de hablar y a la que hacer
responsable de todo lo bueno y lo malo que te ocurre en
la vida. Elige uno de los dioses incluidos en el manual
en función de tu alineamiento, rescata uno de tantos dio-
ses que abundan en la mitología y literatura fantásticas o
deja volar tu imaginación e invéntate uno. Tu dios deter-
minará el tipo de armas que puedes esgrimir, el tipo de
criaturas que puedes expulsar y los conjuros que tendrás
a tu disposición. Y quien dice “tu dios”, dice “el Juez”.
El Juez decide qué conjuros puede aprender tu clérigo,
puede elegirlos de forma aleatoria o asignártelos en fun-
ción de la deidad elegida. Así, no hay ningún motivo
por el cual no te pueda asignar algún conjuro de mago
que pudiera resultar adecuado para tu credo. Parece
bastante sensato pensar que un clérigo de Atlach Na-
cha, el Dios Araña que teje su tela sobre el abismo bajo
el monte Voormithadreth, debería recibir las bendicio-
nes de la Escalada arácnida y la Tela de araña. En ese caso,
ignora la corrupción y la disfunción del conjuro y consi-
dera que cualquier fracaso a la hora de lanzarlo aumen-
ta el rango de reprobación del clérigo de forma habitual.
Una vez tengas claro a quién vas a servir habrás de
convertirte en alguien capaz de hacerlo y dedicar cier-
to tiempo al estudio, la oración y la vida contemplati-
va. Esto se puede hacer de forma individual, como un
anacoreta o un ermitaño loco que habla solo y se come
el pelo, o en compañía de otros acólitos en un monas-
terio, seminario o templo maldito cercano.
Lo que nos lleva al siguiente punto: si ahora eres un
clérigo, eres un bastión de tu fe, eres un azote de infie-
les… ¿dónde están tus correligionarios? ¿Dónde está
tu rebaño? ¿Es que no hay nadie más que comparta tus
creencias en toda la región? Sí, sí que lo hay, y debes
tirar 1d6 para determinar quiénes son algunos de ellos:

1 Dejad que los niños se acerquen a mí: tu fe resulta especialmente atractiva para los niños. Vas siempre
acompañado de 1d3 niños que no dejan de hacerte preguntas incómodas (si las escrituras dicen que Cho-
ranus nos hizo perfectos, ¿por qué no podemos volar?) y que parece que no tienen casa.

2 Señoras mayores: da igual donde te encuentres y la hora que sea, siempre hay alguna feligresa de avan-
zada edad ansiosa por confesarse que consigue dar contigo. No hay día que no te persiga una mujer an-
gustiada de 50 + 1d30 años con una gran necesidad de perdón, contrición y redención.

3 Procesión: un grupo de feligreses ha decidido sacar a la imagen de tu dios o uno de sus avatares en proce-
sión esperando que eso ponga fin a una sequía, sane a su rey enfermo o acabe con una epidemia. Contigo
a la cabeza. Te siguen 1d3+1 penitentes cargados con una imagen enorme de tu dios, cantándole cosas y
gritándole “¡Guapo!” o “¡Guapa!”, según proceda.

4 Monaguillo: tus palabras han calado hondo en un muchacho o muchacha del pueblo. Es un poco raro, no
habla mucho y a veces se queda con la mirada perdida, pero te ayuda a llevar a cabo los rituales y cere-
monias de tu fe. Sientes que es tu deber educarle como tu discípulo.

7
 5 Suicidas rituales: algunas personas han hecho una lectura ligeramente incorrecta o exagerada de las sa-
gradas escrituras y los preceptos de tu fe, y ahora insisten en que organices vuestro paso a la otra vida con
una ceremonia sencilla pero coquetona. Cuentas con un rebaño de 1d5 individuos deseosos de abandonar
este valle de lágrimas.

6 Cruzado: independientemente de tu opinión sobre otras religiones y creencias, hay un tipo convencido
de que cualquiera que no profese tu fe es un hereje que merece ser exterminado y está seguro de que es tu
deber señalárselos. A veces es difícil convivir con él.

Todos los pnjs mencionados son simples seguidores podría resultar conveniente darles algo de comer por
de nivel 0 que en un momento dado podrían sustituir a si la oración no resultara ser suficiente sustento.
un pj muerto. No es necesario pagarles nada, aunque sí

Guerrero
Un día estás ordeñando a tus cabras y al siguiente eres
una máquina de matar. ¿Cómo es posible? Es más, ¿de
dónde has sacado tu arma? Recordemos que el guerre-
ro añade su bonificador de Suerte inicial a las tiradas
de ataque de un tipo de arma determinado. Si tienes un
bonificador de Suerte positivo será un arma con la que
eres especialmente diestro, pero si es negativo ocurrirá
todo lo contrario, que se tratará de un arma con la que
sueles golpearte a ti mismo con más frecuencia que a
tus enemigos. No es por nada, pero la lógica dicta que
esa arma sea una de las que has encontrado durante tu
primera aventura.
Una vez cuentas con una herramienta que se usa para
hacer que la gente se quede así como dormidita habrá
que resolver la segunda parte del misterio del guerre-
ro: ¿cómo porras has aprendido a usarla? Tira 1d6:

1 Autodidacta: has aprendido las artes de la guerra por tus propios medios, lo que significa que te has limita-
do a ir por ahí pegándote con la gente. Claro, que este método de aprendizaje no se desarrolla en un entorno
precisamente controlado. Durante tu entrenamiento has sufrido algún que otro percance y has acabado con
varias cicatrices, una de ellas en la cara. Tira 1d7: (1) La cicatriz realza tu atractivo y te da un aspecto salvaje
y peligroso, obtienes +1 Per; (2-6) La cicatriz no es muy ostentosa, tal vez se note un poco más cuando te da
el sol; (7) La cicatriz te deja la cara hecha un cuadro o te otorga un gesto desagradable, obtienes -1 Per.

2 Leva: has engrosado las filas del ejército del señor de estas tierras y has luchado en varios conflictos ar-
mados contra no sabes muy bien quién, a ti solo te señalaban hacia dónde tenías que cargar. Regresas de
esta traumática experiencia con un montón de historias que aburren a las ovejas y antiguos camaradas de
armas con los que te encuentras cada vez que entras en una taberna.

3 El maestro borracho: todos han oído hablar del venerable maestro responsable de la pericia de los guerre-
ros más famosos del reino, pero tú no has descansado hasta dar con él y poner tu formación en sus manos.
Lamentablemente, lo que te encontraste era un señor que olía a vino y te hablaba muy cerca. Aun así has
seguido sus estrambóticas enseñanzas marciales. Aplica tu modificador inverso de Suerte a tu arma pre-
dilecta (positivo si es negativo y viceversa).

4 El puente: te instalaste en un puente y pasaste una temporada esquilmando a todo aquel que quería cru-
zarlo, entrenando tus habilidades marciales cada vez que alguien se negaba a pagar. En algún momento te
has visto obligado a abandonar el puente, pero lo has hecho cargado con 1d20 pp y 1d10 objetos elegidos
al azar de los bienes de trueque de la tabla 1-3 del manual. Probablemente estés buscado por la justicia.

5 La orden: has ingresado en una orden de caballería, un clan o una compañía mercenaria y ahora te acom-
paña un muchacho o una muchacha que te ayuda a ponerte la armadura y a cuidar de tu montura, si es
que la tienes. A cambio, debes encargarte de su formación marcial. Se trata de un triste seguidor de nivel
0 con ciertas dotes para la cocina.

6 Verdadera destreza: eres una rara excepción entre los hombres de armas: sabes leer. Encontraste un tra-
tado de esgrima, tiro con arco o un arte marcial milenario y lo has estudiado hasta dominar todos sus
secretos. Pero vamos, que lo realmente excepcional es que sabes leer y te gusta hacerlo.

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Si quieres dotar a tu guerrero de más personalidad de-
dícale una pensada a tu estilo de combate y elabora
una selección de hazañas marciales que se ajusten a él,
recurriendo a las que vienen indicadas en el manual
o creando las tuyas propias. Es más, si quieres que se
distinga de cualquier otro guerrero, plantéate rebauti-
zar tus hazañas con un nombre molón para convertir-
las en “maniobras secretas”. ¿Por qué limitarse a arrear
un sopapo pudiendo desencadenar el sobrecogedor
poder del Puño de la Estrella del Norte?

Ladrón
A diferencia de otras clases de personaje, no hace falta
nada especial para convertirse en un ladrón. Es más,
puede que ya hicieras tus pinitos en tu pueblo lleván-
dote manzanas de otro huerto, dando mal las vueltas
del pan o contrayendo matrimonio con señores muy
mayores cuya salud empeoraba abruptamente poco
después. De todas formas, algo habrás estado hacien-
do mientras tus compañeros se dedicaban a perfeccio-
nar sus habilidades. Tira 1d6:

1 Se busca: durante uno de tus robos la cosa se fue de madre y acabaste liquidando a uno o varios testigos
de forma involuntaria. En cualquier caso, no fueron los suficientes, porque alguien ha sido capaz de dar
tu nombre y tu descripción a las autoridades. Han puesto un jugoso precio a tu cabeza y han empapelado
toda la región con carteles en los que sales muy bien retratado. Para poder salir a la calle sin acabar en
la horca te has tenido que someter a un cambio de aspecto radical y ahora te haces llamar de otra forma.
2 Gremio de los ladrones: has ingresado en un gremio de ladrones, sindicato criminal, liga de asesinos o
familia mafiosa. A partir de ahora debes pagarles el 10% de todos tus ingresos a cambio de.... no sabes
muy bien qué es lo que te dan a cambio exactamente, pero más te vale pagarles si no quieres tener un
problema gordo.
3 El infiltrado: has pasado meses infiltrado en algún lugar u organización con la intención de llevar a cabo
un golpe maestro. Independientemente de cómo haya resultado el golpe, pasaste tanto tiempo encarnan-
do ese papel que has acabado aprendiendo unas cuantas cosas sobre tu falso oficio. Vuelve a tirar en la
tabla 1-3 del manual para determinar el oficio en cuestión. Puedes desempeñarlo casi con la misma soltura
que tu oficio principal (1d16 en las pruebas de habilidad entrenadas).
4 El prisionero español: has confeccionado una elaborada estafa epistolar sobre un prisionero de guerra y
un tesoro enterrado con la que esquilmar el bolsillo de los adinerados, o al menos de aquellos adinerados
que saben leer. Siempre que necesites dinero y puedas acceder a un servicio de correo o mensajería podrás
enviar una carta a una de tus víctimas para recibir 2d10 pp al cabo de un par de días.
5 Bandido: has estado salteando los caminos con una máscara, robando a mercaderes y comerciantes y
escondiéndote en una cueva cercana. Te atraparon y, cuando estaban a punto de lincharte, se te ocurrió
entregar todo el botín que habías reunido hasta el momento y decir que robabas a los ricos para dárselo a
los pobres. Ahora cuentas con una banda de 1d3 campesinos que se han echado al monte contigo conven-
cidos de que es verdad. Se trata de seguidores de nivel 0 con una gran conciencia social.
6 Perros callejeros: te has juntado con la flor y nata de los chavales de tu pueblo, con los que has cometido
todo tipo de fechorías y tropelías. Tienes amigos que responden a nombres como Torete, Piruli o Corneta
y cierta afición a las drogas. Tú también deberías buscarte un apodo callejero que estuviera a la altura.

Mago
Antes no sabías ni leer y ahora eres capaz de desenca- cluirte en un lugar tranquilo para dedicarte a tus estu-
denar las fuerzas de la naturaleza. Está claro que para dios pero, ¿dónde? Tira 1d6:
convertirte en un maestro de las artes arcanas debes re-

1 En tu habitación: pasas varios meses recluido en tu casa y enfrascado en el estudio, sin comer, sin dormir
y, lo que es peor, sin bañarte. Cuando por fin sales de casa tienes el pelo largo y una barba poblada. Pue-
des cortártelo y afeitarte si quieres pero, a partir de este momento, has adoptado unos hábitos de higiene
que dejan mucho que desear.

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 2 En unas ruinas: ya sea porque vives al lado de una taberna, o porque sois familia numerosa, en tu casa no
hay quien se concentre. Afortunadamente has encontrado un lugar en el que reina un silencio sepulcral:
las mismas ruinas, fortaleza, templo maldito o cualquiera que fuera el lugar donde se desarrolló tu pri-
mera aventura. Con algo de tiempo y dinero puedes hacer que vuelva a ser igual de peligroso que antes.

3 En una dimensión de bolsillo: tu primer intento de ejecutar un conjuro salió terriblemente mal y te has
visto transportado a una dimensión de bolsillo, donde has pasado años intentando descubrir la forma de
regresar. Cuando lo consigues, en la tierra han pasado solo unos días, pero para ti han sido 1d20 años.

4 Con un maestro: un mago te acogió bajo su ala para que te convirtieras en su aprendiz y ordenaras su
biblioteca, limpiaras su laboratorio, prepararas su comida, lavaras su ropa, fregaras el suelo... Tus habi-
lidades arcanas no han mejorado lo más mínimo, pero ahora también puedes considerar Siervo como tu
oficio (o, si ya lo era, hacer tus pruebas de habilidad entrenadas con 1d24).

5 En la sangre: ahora entiendes por qué no has tenido que estudiar para obtener tu destreza mágica y por
qué no te pareces a tu padre. Provienes de un linaje ultraterreno del que has heredado tus poderes arca-
nos y alguna que otra característica física que ahora se empieza a manifestar. Tira 1d5: (1) feérico: eres
caprichoso y voluble, y siempre hueles a flores; (2) elemental: siempre te estás quejando por el frío o por
el calor; (3) prehumano: atlante, lemur… tienes unos rasgos exóticos y a veces se te escapan expresiones
en una lengua que lleva muerta miles de años; (4) semidiós: tienes fobias y filias correspondientes al
área de influencia de tu progenitor; (5) alienígena: tienes la cabeza muy grande, desproporcionada con
el resto del cuerpo.

6 En el mundo de los sueños: cuando duermes, tu proyección astral se traslada a la Tierra de los Sueños,
donde desentrañas los secretos de la magia visitando sus bibliotecas y consultando con sus sabios. Esta
experiencia resulta tremendamente enajenante, lo que significa que, una vez agarras el sueño, no hay
forma de despertarte si no es a base de bofetadas. Ni gritando, ni zarandeándote, ni echándote agua en la
cara: a bofetadas.

El grimorio y los conjuros iniciales

Recuerda que en el manual de CdM se menciona que
el grimorio de un mago no tiene por qué ser un libro.
Puedes almacenar tus conjuros en partituras musica-
les, esferas de cristal o relojes de arena, o recurrir al
oficio que desempeñabas hasta ahora y convertir a tu
paleador de excrementos en un “copromante” cuyos
conjuros residen en las deposiciones de seres fantásti-
cos o un candelero que guarda sus conocimientos má-
gicos en velas de extrañas fragancias.
Aunque lo habitual será que tus conjuros iniciales se
determinen de forma aleatoria, podría ser interesante
dejar que algunos de ellos deriven de algún evento ocu-
rrido durante la primera aventura como, por ejemplo:
Si has encontrado un pergamino puedes cambiar uno de
los hechizos elegidos al azar por un hechizo a tu elección.
Si tenías un animal como una oveja, un cerdo, una ga-
llina, un perro o una mula y este también sobrevivió al
embudo, tienes la opción de cambiar uno de tus conju-
ros elegidos al azar por el de Familiar.
Si has tenido relación con algún ser sobrenatural du-
rante tu primera aventura, puedes cambiar dos con-
10
juros determinados al azar por Vínculo con patrón e
Invocar patrón.
Tus conjuros iniciales también podrían derivar del ofi-
cio que has estado desempeñando hasta el momento.
No resulta descabellado pensar que un herrero o un ar-
mero aprendieran el conjuro Remendar, que un escriba
desentrañara los secretos del Alfabeto rúnico o que un
paleador de excrementos dominara la Nube asfixiante.
Y si tu oficio es el de aprendiz de mago, deberías po-
der cambiar uno de los conjuros elegidos al azar por un
conjuro a tu elección. Ese era el conjuro que contenía el
misterioso grimorio del que nunca te habías despegado.
Por último, recuerda que un mago no tiene por qué
ser solo un mago. Nada te impide ser un diabolista,
un chamán o un ilusionista… aparte de tu selección
de conjuros iniciales. Propón al juez una selección de
conjuros que se ajuste al tipo de mago que deseas in-
terpretar. Por ejemplo: si al juez le parece bien puedes
convertir a tu mago en un druida solo con elegir los
conjuros Comprender idiomas (animales), Invocar anima-
les, Familiar y Vínculo con patrón (Yggdrrl). Elegir la ma-
nifestación adecuada de los conjuros también te puede
ayudar a perfilar su estilo.
 Elfo
La primera aventura del elfo hace que una poderosa
entidad sobrenatural se fije en él y se le presente dis-
puesta a forjar un pacto que puede llegar a mantener-
se durante cientos de años si es que el elfo no muere
de forma violenta, que es lo más probable. Puede ser
conveniente determinar el motivo, la naturaleza o la
finalidad de ese pacto. Tira 1d6:

1 Campeón eterno: eres una pieza fundamental en la guerra eterna entre la Ley y el Caos. Puede que estés
destinado a salvaguardar el equilibrio de la Neutralidad, a hacer dominante la Ley o el Caos o a aniqui-
lar la realidad y limpiar el tablero de juego para que las grandes fuerzas cósmicas puedan empezar una
nueva partida. Recuperas 1 punto de Suerte adicional cada vez que tus actos contribuyan a lograr ese
objetivo; sin embargo, también pierdes 1 punto de Suerte adicional cada vez que actúes en contra de ese
objetivo o desobedezcas los designios de tu patrón.
2 Inescrutable: la verdad es que no terminas de entender muy bien qué es lo que tu patrón quiere de ti. A
veces te ordena hacer algo y al poco tiempo te ordena hacer todo contrario, y te habla de una forma tan
críptica que tampoco tienes muy claro qué es lo que te está pidiendo. Obviamente, nunca reconocerás esto
en público, por lo que sueles expresarte con la misma oscuridad en todo lo referente a tu patrón.
3 Recipiente: hay algo en ti que te hace apto para que tu cuerpo sea ocupado por tu patrón. Puede ser que
tu alma no ofrezca demasiada resistencia, que tengas un sueño muy profundo o que tu cuerpo le resulte
particularmente cómodo o atractivo. El caso es que de vez en cuando tu patrón te posee para hacer sus
cosas en el plano material, cosas de las que luego no recuerdas nada.
4 Es tonto, pero simpático: por alguna extraña razón tu patrón te encuentra extremadamente entretenido,
y no precisamente por tu inteligencia. Aplicas tu bonificador de Personalidad en lugar del de Inteligencia
en tus pruebas de conjuro de Vínculo con patrón, Invocar patrón y cualquier otro conjuro de patrón. Ni tu
patrón ni sus servidores te toman demasiado en serio.
5 ¡Sangre y almas!: lo único que le interesa a tu patrón son las almas, no piensa en otra cosa, es insaciable; y
cree que eres la persona adecuada para conseguírselas. Tiras 1d24 cuando lanzas Vinculo con patrón sobre
otro personaje jugador o PNJ relevante. La relevancia del PNJ queda a discreción del Juez.
6 Agente doble: has forjado un pacto con un patrón, pero en realidad trabajas para otro. Hace años se pre-
sentó ante ti y te encomendó la misión de ponerte al servicio de otro e informarle de todas sus actividades
y movimientos. Ese momento ha llegado. Huelga decir que tu situación es bastante peliaguda y que, si tu
nuevo patrón llega a enterarse de que le estás traicionando vas a tener que esconderte en otra dimensión.
11
 Una vez establecido tu vínculo con un patrón se te pre-
senta la posibilidad de adquirir un arma y una arma-
dura de mithril sin ningún coste adicional. ¿De dónde
las sacas? Porque no es probable que el herrero de tu
pueblo trabaje el mitril. Es posible que tengas que via-
jar a algún asentamiento élfico o tal vez sea su nuevo
patrón sobrenatural el que te las entregue a cambio de
algún otro servicio concreto. Recuerda que el mithril
solo permite llevar una armadura metálica sin verse
afectado por la intolerancia al hierro, el penalizador de
armadura a las pruebas de conjuro se sigue aplicando
igual (salvo que el Juez determine lo contrario).
Recuerda también que no tienes por qué comprarlo
ahora, un elfo puede protegerse con una armadura
de pieles e ir armado con una lanza de punta de sílex
hasta que reúna el dinero suficiente para comprar una
cota de malla y una espada.

Enano
Los enanos comparten muchas habilidades con los
guerreros, como la elección de un arma predilecta y
las hazañas marciales. Sin embargo, a diferencia de los
guerreros, todos los enanos suelen recibir su forma-
ción marcial de la misma forma. El éxito en su primera
aventura en la superficie no tarda en llegar a oídos de
la oficina de reclutamiento de alguna comunidad ena-
na, que le invita a completar su formación marcial en el
cuartel de algún asentamiento subterráneo. Allí pasará
un tiempo de instrucción en el arte de la guerra y las
costumbres enanas y, al cabo de unos meses, regresará
a la superficie con algo más que una gran soltura con
el hacha y el escudo. Tira 1d6:

1 Adicción al trabajo: no solo no has abandonado

tu antiguo oficio, sino que te apasiona y aprove-
chas cualquier ocasión para desempeñarlo. Ti-
ras 1d24 en las pruebas de habilidad que estén
directamente relacionadas con tu oficio. Viajas
a todas partes cargado con todas las herramien-
tas e implementos necesarios para desarrollar tu
oficio, sea el que sea.

2 Carácter de mierda: tienes lo que tú llamas “un

carácter fuerte” y todo el mundo conoce como
“un carácter de mierda”. Tira 1d6 para determi-
nar de qué tipo: (1) irascible: no hace falta mu-
cho para que te pongas a gritar; (2) melancólico:
eres un triste; (3) rencoroso: no dejas pasar una;
(4) voluble: hoy defiendes algo y mañana lo con-
trario, con la misma vehemencia; (5) terco: no
das tu brazo a torcer; (6) curioso: todo lo quieres
saber, todo. El Juez te puede recompensar con 1
punto de Suerte cuando tu carácter te meta en
algún problema (ojo: a ti, no a tus compañeros).

3 Fotofobia: eras feliz en los túneles y galerías de

los enanos, donde gozabas del cálido abrazo de
la oscuridad, la humedad y el aire estancado. Tu
vida en la superficie es un inferno. No soportas
el abrasador contacto de los rayos de sol, ni la
repulsiva caricia de la brisa. Durante el día te cu-
bres hasta los ojos y te resguardas bajo una som-
brilla de la que no te despegas jamás.

4 Litigante: te has convertido en todo un experto en el complejo entramado legal de los enanos, tanto a
nivel interno como respecto a su relación con otras especies. Te apasiona todo lo que tenga que ver con el
derecho y podrías llevar a cabo proezas burocráticas tales como adoptar un niño o repartir una herencia.
Tiras 1d20 en las pruebas de habilidad relacionadas con el derecho y la jurisprudencia y nunca dejas pasar
la oportunidad de meterte en un buen pleito.

12
 5 Forjador: has aprendido los secretos más oscuros de la forja enana y así, a pesar de no ser un mago, tienes
la capacidad de colaborar con un grupo de enanos herreros para forjar armas, armaduras y joyas propicias
para ser encantadas. Cada cierto tiempo se te convoca para asistir en la creación de uno de estos objetos
legendarios y tienes el deber de responder a esa llamada. Del mismo modo, si alguna vez lo necesitaras,
tú también podrías recurrir a tus compañeros de fragua.

6 Hijo de...: para ti la familia es lo más importante. No es que estés orgulloso de tu linaje, es que estás
obsesionado con él y aprovechas cualquier oportunidad para recitar ancestros y parentescos hasta que la
persona que preguntó tu nombre se arrepiente de haberlo hecho. Elabora un extenso árbol genealógico y
aburre a tus amigos con él.

Mediano
Lo que hace extraordinario a un aventurero mediano no
es su asombrosa capacidad para esconderse, su manejo
de herramientas de jardinería como si fueran armas leta-
les, ni la increíble suerte que parece acompañarle a él y a
todos sus camaradas; lo realmente extraordinario es que
salga de su casa. Algo muy gordo ha tenido que ocurrir
para que lo hayas hecho. Tira 1d6:

1 Líos de faldas: has tenido una aventura con una persona casada, has dejado embarazada a la que no de-
bías o te has quedado embarazada y no sabes muy bien de quién. El caso es que por esas cosas del amor te
has visto obligado a salir pitando de tu pueblo para evitar represalias. Probablemente haya alguien muy
enfadado siguiendo tus pasos. Aparecerá en el momento que menos te lo esperes.

2 El recetario definitivo: la cocina de tu pueblo ya no tiene secretos para ti, pero estás seguro de que ahí
fuera hay todo un mundo de sabores y aromas esperando a ser descubierto y fusionado. Recuperas un
punto de Suerte adicional cada día que descubres y disfrutas de un nuevo plato con el que satisfacer tu
hambre y tu curiosidad.

3 Aquí no hay quien pare: tu casa es un follón, un trasiego de gente que va y que viene; cuando no están
tus padres están tus suegros, unos primos, unos vecinos o los hijos de los vecinos... no hay intimidad, ni
tranquilidad, ni una maldita silla donde sentarse a leer. Las mazmorras, cuevas y ruinas abandonadas son
un remanso de paz donde solo hay que matar a algunas criaturas repugnantes para poder disfrutar del
silencio. Ah... el silencio... suma +1 a tus pruebas de habilidad para moverte en silencio.

4 La misión: un anciano muy simpático te ha dado una piedra roja muy bonita para que lo arrojes en la
cámara magmática de un volcán activo y el caso es que no has sabido decirle que no. Todavía no ha en-
contrado un volcán, para ya aparecerá alguno. A veces, por la noche, cuando todo duermen, te parece que
la piedra te habla. Puedes quemar 1 punto de Suerte de forma permanente para invocar a Obitu-Que (u
otro patrón a elección del Juez).

5 Deudas: ya se deba a que hiciste una mala inversión o un negocio funesto, a que fuiste la víctima de un
robo o una estafa, o porque te gusta mucho jugar a los dados, el caso es que has acabado debiendo una
cantidad de dinero que jamás conseguirías devolver si siguieras dedicándote a un oficio honorable. Tu
única alternativa es la corta pero rentable vida del aventurero. Tienes que dedicar la mitad de todo lo
que ganas a saldar esa deuda.

6 Emancipación: la pobreza que impera en tu comunidad hace que ocho de cada diez medianos menores
de treinta años sigan viviendo con sus padres. Afortunadamente, tu primera aventura ha fortalecido tu
confianza en ti mismo y la convicción de que podrías encontrar una forma de subsistir dignamente, por
lo que por fin te animas a abandonar el nido. Tus padres no se lo toman muy bien y se van contigo. Con-
sidérales dos seguidores de nivel 0 que insisten en que te abrigues.

13
 LOS
Cerdos del
averno
Una aventura de nivel 1 para
Clásicos del Mazmorreo
Los cerdos del Averno es una aventura sencilla concebida para que los jugadores se familiaricen con las nuevas
habilidades adquiridas por sus personajes al elegir una clase antes de lanzarse a emprender correrías más peli-
grosas y desafiantes. Es más, puede que la aventura les resulte demasiado fácil. Mejor, así no se verán venir la
tormenta de muerte y horror que les espera. Resulta ideal para jugarla después de un embudo y trasladar a los
personajes desde la mísera aldea donde vivían hasta este momento, en este caso Humilladero, hasta alguna ciu-
dad más importante de tu ambientación, en este caso la noble villa de Malparida.

Introducción La banda del Porquero

Los personajes han experimentado una peligrosa aven-
tura y han vivido para contarlo; sin embargo, ahora tie-
nen grandes dificultades para reintegrarse en el lento
y miserable devenir de la vida rural. Por una parte sus
ojos han contemplado maravillas y horrores inimagina-
bles, y por otra, después de haber logrado amasar una
pequeña fortuna a punta de espada, no parece tener
mucho sentido volver a dejarse el lomo con su antiguo
oficio a cambio de unas cochinas monedas de cobre.
Por si esto fuera poco, parece como si el grueso de sus
beneficios no existiera. No hay muchos interesados en
comprar las armas o armaduras que han encontrado, y
ni todo el dinero del pueblo sería suficiente para pagar-
les las sedas, piedras preciosas y otros objetos de valor
que forman parte de su recién adquirido botín. Los días
pasan, los héroes languidecen en la tasca y sus historias
de borrachos resentidos hacen que se extiendan los ru-
mores acerca de los tesoros que se pudren en sus casas.
Esos rumores llegan a oídos de Parmenio “el Porque-
ro”, el líder de una banda local de bandidos, saltea-
dores y ladrones de poca monta que depreda a los
pobres campesinos de la región. Parmenio pone en
marcha un plan para sacar a los héroes del pueblo y
aprovechar su ausencia para robar esas riquezas de
las que tanto han estado hablando.
14
El apodo de Parmenio viene de su inseparable piara de
cerdos. Y no es que Parmenio sienta un amor especial
por estos animales, sino que al comenzar su carrera
criminal no tardó en descubrir que la voracidad de es-
tas criaturas era ideal para hacer desaparecer el botín
robado y las víctimas de sus crímenes. Sus cerdos se
comen cualquier cosa que les presentan y, en caso de
necesitar echar mano al botín, solo tienen que matar a
un verraco y vaciarle las tripas para recuperar mone-
das, joyas u otros objetos de valor.
Hace meses que la banda del Porquero se oculta bajo
un puente desvencijado situado en el camino a la villa
de Malparida. Además de ser un buen escondite, su-
pone también una fuente de ingresos estable, ya que
los malhechores cobran a los viajeros por cruzarlo. La-
mentablemente, se han dado ocasiones en las que han
intentado avasallar a las personas equivocadas.
Nadie sabe qué hacía un hechicero deambulando por
estos caminos, ni tampoco que se trataba de uno, ya
que Juvernón el Agriado ocultaba su apestosa mácu-
la arcana bajo un embozo y amplios ropajes. Como
era su costumbre, la banda de Parmenio pretendió
cobrar peaje al viajero, el mago no pareció muy dis-
puesto, y las cosas se calentaron... literalmente. La
discusión acabó en una deflagración arcana que va-
porizó a varios ladrones y debilitó las piedras del
puente. El suelo se hundió bajo los pies del hechicero
y este cayó, precipitándose al fondo del desfiladero,
donde los cerdos de Parmenio devoraron su cadáver
estigmatizado y saturado de corrupción arcana y
todos sus objetos personales. Desde ese día, los cer-
dos de Parmenio actúan de forma extraña, algunos
muestran ciertas peculiaridades y uno de ellos en
concreto, Ojazos, le aconseja sobre la forma de diri-
gir la banda y le ayuda a planificar algunos golpes
cuando se encuentran a solas.
Precisamente uno de esos planes magistrales orquesta-
dos por el cerdo es el robo a unos paletos que saquea-
ron unas ruinas. Pan comido.
1 La tasca
Lee o parafrasea lo siguiente a los jugadores:
Un día más os dedicáis a ahogar vuestras penas en vino
barato en la única tasca de Humilladero. Ya habéis aburri-
do a vuestros vecinos con las historias sobre las inmensas
riquezas que atesoráis, y ya les habéis insultado por mos-
trarse tan ingratos con los héroes que arriesgaron su vida
por ellos. Estáis a punto de empezar a gritar que sois de-
masiado buenos para ese pueblo asqueroso cuando un chi-
quillo de aspecto andrajoso entra en la tasca con el aliento
entrecortado: “Están atacando una granja. ¿Dónde están
los héroes de Humilladero?”.
El muchacho de marras es Miguelico, un huérfano
que cuida las ovejas de varios vecinos. Siguiendo el
plan de Ojazos, Parmenio le ha pagado unas mone-
das para que vaya a pedir ayuda a los personajes y
les informe de que algo o alguien están atacando una
granja en las afueras del pueblo.
Si los personajes piden más información al zagal, Mi-
guelico contará que estaba pastoreando a las ovejas
cuando escuchó unos gritos pidiendo auxilio proce-
dentes de una granja y pudo distinguir el humo y las
llamas entre los árboles. No se atrevió a acercarse y de-
cidió acudir en busca de los afamados héroes de Hu-
milladero. Al fin y al cabo, él no es más que un niño.
Cuando los personajes salgan de la tasca podrán dis-
tinguir claramente una columna de humo elevándose
hacia el cielo, a unas dos millas al norte del pueblo.
También podrán notar que son el objeto de las miradas
suspicaces de varios vecinos. Han dado tanto la lata
con su heroísmo que todos esperan que acudan a so-
lucionar esta crisis. Si no lo hacen serán el hazmerreír
de Humilladero y recibirán apodos sutiles e hirientes
como “El cagao”, “El bocachancla” o “La mierdaseca”
que pasarán de padres a hijos hasta que su linaje desa-
parezca en las procelosas arenas del tiempo.
2 El bosque
La columna de humo procede de una granja en llamas
situada dos millas al norte de Humilladero. No hay un
camino despejado que lleve hasta ese lugar, por lo que
habrá que atravesar el bosque de pinos resineros, zar-
zas y helechos tan característico de esta región. Despla-
zarse hasta el origen del fuego no será rápido ni fácil.
Se necesitará casi una hora para cubrir este trayecto
que no estará exento de ciertos peligros.
El humo del incendio ha afectado a las orugas proce-
sionarias cuyos bolsones blanquecinos plagan las copas
15
 de los pinos. Cientos de ellas, desorientadas y aletarga-
das a causa del humo, se dejan caer de las ramas y los
nidos. A medida que se aproximen a la granja todos los
personajes deberán superar una prueba de Suerte para
evitar que una oruga les caiga encima y se les cuele por
el cogote, entre los pliegues de la ropa. El picor y el sar-
pullido resultarán insoportables. Aquellos que fracasen
no descansarán hasta desembarazarse de su ropa y li-
brarse del inoportuno insecto. A causa de la urticaria,
sufrirán -1d en todas sus acciones mientras se cubran
con cualquier prenda más tosca que una camisa del te-
jido más delicado (y sí, una armadura resulta bastante
tosca al tacto). La urticaria no remitirá hasta que pasen
1d3+1 días o reciban algún tipo de cuidados (como la
Imposición de manos del clérigo o una tirada de habili-
dad exitosa de un curandero, herborista, alquimista o
similar con una CD 10). Además, las víctimas deberán
superar una salvación de Fortaleza CD 13 o se volverán
alérgicas a estas pequeñas y laboriosas hijas de puta.
Según se acerquen a la granja aumentarán el calor y la
densidad del humo, y cada vez se escucharán con más
claridad los gritos de una mujer pidiendo auxilio.
3 La granja
Lee o parafrasea lo siguiente:
El bosque se abre a un claro en el que se encuentra la gran-
ja, una estructura de piedra y madera rodeada por un cer-
cado que está siendo devorada por las llamas. El calor es
sofocante y os baña en sudor, y el humo hace que os lloren
los ojos y os cueste respirar. La maleza invade el claro desde
el lindero del bosque, por lo que un mal soplo de viento que
arrastrara unas ascuas podría desencadenar un incendio
forestal. Una mujer grita pidiendo auxilio desde el interior
de la casa. Saben los dioses cómo se las habrá apañado para
seguir con vida pero está claro que, si no actuáis con pre-
mura, acabará calcinada.
Los personajes pueden intentar rescatar a la mujer,
apagar el incendio o esperar fuera a que las llamas
consuman la casa, aunque esto no solo supondría la
muerte de la mujer, sino que podría hacer que el fue-
go se propagara por el bosque. Eso queda en tus ma-
nos y las de tu sadismo.
El interior de la granja es un infierno llameante. Cada
turno que un personaje permanezca dentro deberá su-
perar una salvación de Reflejos CD 10 para evitar las
llamas y las vigas calcinadas que se desmoronan de la
cubierta de madera (1d4 puntos de daño y arder), y
una salvación de Fortaleza CD 10 (+1 por cada asalto
que permanezcan en el interior de la casa) para evitar
perder 1d4 Vigor a causa del humo. Si el Vigor de un
personaje queda reducido a 0 este quedará inconscien-
te, lo que en estas circunstancias puede resultar mor-
tal. Ajusta la dificultad de las salvaciones en función
16
de las precauciones que tomen los personajes, como
empaparse de agua antes de entrar o cubrirse las vías
respiratorias con un pañuelo húmedo.
Si buscan agua, descubrirán a su pesar que la granja
no tiene pozo, lo único que hay es una acequia de agua
estancada y maloliente que pasa junto a la huerta. Pue-
de que los personajes no tengan tiempo de detenerse
a examinar la huerta, pero resulta evidente que nadie
trabaja esta tierra desde hace meses. Las acelgas se han
secado en los surcos, los árboles han dejado caer sus
frutos, que yacen podridos y resecos, y las calabazas
han reptado en pugna con las malas hierbas hasta cu-
brir gran parte de la tierra de labranza.
Se tardarán 3 asaltos en alcanzar la pequeña habita-
ción de donde proceden los gritos de auxilio. Tras
derribar una puerta dilatada por el calor (habrá que
superar una prueba de Fuerza CD 10; se puede vol-
ver a intentar en asaltos posteriores, pero habrá que
hacer las salvaciones pertinentes por permanecer en
el incendio), los personajes descubrirán una pequeña
habitación vacía en la que no hay más que una extra-
ña boca sobre el suelo de tierra batida que repite gri-
tos de auxilio en bucle, una y otra vez, ajena a todo.
Y es que, a pesar de las apariencias, la granja lleva
meses abandonada.
En esta época oscura las comunicaciones no son exce-
lentes y, al cabo de cierto tiempo sin noticias de una fa-
milia de granjeros, los vecinos asumen que han enfer-
mado, han muerto o han sido secuestrados por alguna
criatura grande, violenta y maloliente para comérselos,
esclavizarles o ambas cosas. Nada que justifique darse
el paseo hasta allí, máxime cuando la enfermedad o
la criatura podrían seguir rondando. Ahora bien: si
la granja lleva meses abandonada... ¿de quién son los
gritos que surgen de su interior? Muy sencillo (bue-
no, sencillo... ya me entendéis): de una boca mágica, el
producto de un conjuro lanzado por Parmenio.
El plan de Ojazos
Aquí se revela la segunda parte del plan magistral de
Ojazos. La idea era atraer a los héroes de Humillade-
ro a esta granja abandonada y entretenerles mientras
los bandidos saqueaban sus casas y huían de regreso
a su guarida en el puente. Para eso Parmenio lanzó
el conjuro Boca mágica leyendo las manchas que ha-
bían aparecido en el lomo de uno de los cerdos que
se comió un pergamino del mago defenestrado: lo
que se conoce como un cerdamino. Después prendie-
ron fuego a la granja y utilizaron al joven Miguelico
para que fuera a dar la falsa alarma a los héroes de
Humilladero. Al leer los símbolos de la espalda del
cerdamino, el bicho se consumió y quedó humeante y
reseco. Ojazos no había previsto esta eventualidad,
pero tampoco es que le haya importado sacrificar a
uno de sus compañeros.
Una vez controlado el incendio, los personajes podrán
examinar la granja y sus alrededores con calma. Si lo
hacen, podrán encontrar la carcasa ajada y sin vida del
cerdamino oculta entre unos matorrales. El cadáver está
momificado, como si le hubieran drenado todos los
fluidos corporales, y muestra unas extrañas mutacio-
nes: tiene una segunda boca en el lomo y unas extrañas
manchas de pelo negro parecidas a símbolos o glifos.
Un mago, elfo o ladrón que supere una prueba de leer
pergamino CD 12 podrán identificar las manchas del
gorrino como parte de un conjuro de Boca mágica. La-
mentablemente, se han agotado las energías arcanas
que saturaban las entrañas del cerdamino, por lo que no
se podrá volver a lanzar el conjuro.
Además del cerdo muerto, una prueba de habilidad de
Inteligencia CD 10 revelará la presencia de huellas de
varios caballos y un par de cerdos que atraviesan el
bosque en dirección a Humilladero por una ruta dis-
tinta a la que utilizaron los personajes.
4 De vuelta al pueblo
Cuando los héroes regresen al pueblo no se encontra-
rán con el recibimiento triunfal que podrían esperar,
sino con el silencio y las miradas suspicaces de sus ve-
cinos, que abandonarán sus chismorreos en cuanto les
vean aparecer.
Si preguntan qué ha ocurrido, los vecinos responde-
rán con un parco “Te han robado” y señalarán a las
residencias de los personajes, donde algunos curiosos
husmean asomándose por las puertas y ventanas.
Cuando los personajes entren en sus respectivos do-
micilios encontrarán los muebles volcados y sus es-
casas pertenencias desperdigadas por el suelo, da la
sensación de que les han desvalijado, como así ha sido.
Cualquier objeto de valor que hubieran conseguido en
su anterior aventura habrá desaparecido.
Es probable que tus jugadores te digan cosas como
“siempre llevo todos mis objetos de valor encima,
aunque sean candelabros de bronce y rollos de 30 pies
de seda” o “yo lo tenía escondido debajo de una pie-
dra que hay en la cima de una montaña al otro lado
del río”. No cuela. Dejaron sus tesoros en sus casas,
debajo del colchón, de una tabla suelta del suelo o en
un tarro de galletas y Morrudo, un cerdo capaz de ol-
fatear gemas y metales preciosos, consiguió dar con
todo eso en cuestión de minutos.
Un informe más detallado de los testigos oculares re-
velará la siguiente información:
Al poco de marcharse ellos llegó un grupo de embo-
zados a caballo. Iban acompañados de dos cerdos bas-
tante extraños, uno de ellos no parpadeaba y tenía una
mirada que casi parecía humana, el otro tenía el morro
muy grande, desproporcionado.
Los bandidos amenazaron a los vecinos, irrumpieron
en las casas de los héroes de Humilladero, una tras otra,
17
 donde iban metiendo al cerdo hocicudo y al rato salían
con un saco tintineante que estaba cada vez más lleno.
Volvieron a montar y se marcharon cabalgando por el
camino a Malparida, con los cerdos correteando tras
ellos. Les llevan bastante ventaja, pero... quién sabe, si
corren lo suficiente podrían llegar a darles caza.
Obviamente, si los personajes quieren recuperar sus
cosas no tendrán más remedio que salir en busca de
los bandidos por el camino a Malparida.
5 El puente
Salvo intervención mágica o divina, la banda del Por-
quero lleva la ventaja suficiente como para llegar a su
guarida antes que los personajes puedan darles al-
cance. Los bandidos, un grupo de hombres y mujeres
de extracto humilde con más desgracias que maldad,
tienen su campamento debajo de un viejo puente de
piedra, en el fondo de una quebrada seca. Hace unos
años que el Marqués de Malparida ordenó desviar
el río para anegar las tierras de unos elfos que le ne-
garon el paso por nosequé de sus bosques ancestra-
les. Desde entonces los elfos viven en un cenagal y
el cauce del río ha quedado reducido a un hilillo de
agua, la justa como para dar de beber a los cerdos y
los caballos, poco más.
Después de que la parte central del puente se desplo-
mara con la deflagración arcana del mago, los bandi-
dos lo rehabilitaron con gruesos tablones de madera
y lo convirtieron en un puente basculante invertido.
Es decir, mientras que en un puente basculante las
secciones centrales se abren hacia arriba para per-
mitir el paso de las embarcaciones, en este se abren
hacia abajo para impedir el paso de los viajeros o ha-
cerles caer a la quebrada. El puente se puede bajar
activando una de las palancas situadas en cada uno
de los peajes o bajo el puente, pero solo se puede
volver a subir utilizando el juego de poleas que hay
abajo, en el campamento.
Al encontrarse en una ruta de escasa importancia, los
bandidos no han llamado la atención de las fuerzas lo-
cales. Además, se puede cruzar la quebrada sin utilizar
el puente, aunque esto supone dar un extenso rodeo.
Algunos campesinos se han visto obligados a hacerlo
al no tener nada con lo que pagar el peaje.
5.1 Peajes
Los bandidos han levantado dos rudimentarios pea-
jes, uno a cada lado del puente. Se han limitado a
amontonar unas piedras tras las que parapetarse de
cara al camino en caso de que fuera necesario. Siem-
pre hay tres bandidos en cada uno de los peajes. Uno
de ellos es el encargado de dar el alto a los viajeros
18
mientras los otros dos se escudan tras las piedras y
preparan sus hondas. Desde allí pueden disparar
disfrutando de una buena cobertura (-2 a la Clase
de Armadura), accionar la palanca que hace bajar el
puente de madera o tocar una campana para dar la
voz de alarma; aunque bastará con pegar un buen
grito para que abajo, en el campamento, se enteren
de que algo no marcha bien.
En caso de emergencia, los bandidos tienen dos opcio-
nes de huida: dejar caer una cuerda y deslizarse por
ella hasta su campamento, o correr hasta el otro lado
del puente confiando en que sus compañeros hagan
bajar la parte basculante en cuanto la crucen. Cualquie-
ra que se encuentre sobre esa parte del puente cuando
se abra deberá superar una salvación de Reflejos para
agarrarse al borde o se despeñará hasta el fondo de la
quebrada sufriendo 6d6 puntos de daño. En cuanto
aterrice, los cerdos intentarán devorarle, independien-
temente de su estado de salud.
La tarifa para cruzar el puente no es fija, y depende del
aspecto de los viajeros: desde 1 pieza de cobre o una
cesta de huevos para los campesinos que quieren acudir
a la feria a vender sus productos, hasta 1 pieza de plata
o unas botas para los señoritos o prósperos mercaderes.
Los bandidos conocen sus limitaciones y no harán más
que saludar y desear buen viaje a aquellos que vayan
acompañados de una milicia.
Bandidos (6, 3 a cada lado del puente): Ini +2; Atq ha-
chuela +2 cuerpo a cuerpo (daño 1d6+1) u honda +3 proyec-
tiles (daño 1d4); CA 13 (pieles); DG 1d8; 5 pg; MV 30’; Acc
1d20; SV Fort +2, Ref +2, Vol +0; AL N.
5.2 Talud
A una milla del puente siguiendo el cauce seco del río
hay un talud algo menos escarpado que permite des-
cender hasta el fondo de la cañada. Los bandidos sue-
len utilizarlo para hacer subir y bajar sus caballos. Hay
que hacerlo con mucho cuidado para evitar caídas, ya
que la arena y la grava se desprenden con facilidad.
5.3 Sistema de poleas
Un complejo sistema de cuerdas y poleas sigue el
pilar del puente hasta la base, desde donde se con-
trola el mecanismo que hace subir y bajar la sección
central. La bajada se produce con solo accionar una
palanca, aunque la subida resulta algo más laboriosa
y será necesario accionar una enorme y ruidosa mani-
vela fijada a los mampuestos. Siempre hay apostado
un bandido de guardia.
Bandido (1): Ini +2; Atq hachuela +2 cuerpo a cuerpo (daño
1d6+1); CA 13 (pieles); DG 1d8; 5 pg; MV 30’; Acc 1d20;
SV Fort +2, Ref +2, Vol +0; AL N.
5.4 Chozas de los bandidos
Los bandidos se han construido unos chamizos apro-
vechando los huecos de las caras de la quebrada, pie-
dras del puente y algunos maderos. Son viviendas
muy humildes que no contienen más de un jergón,
enseres domésticos como platos, cazos o trampas
para conejos y algunos objetos variopintos producto
de sus robos. Algunos miembros de la banda viven
en pareja, e incluso hay algunos mocosos enredando
por el campamento, torturando hormigas o tirando
piedras a los pájaros.
Un registro exhaustivo de cada una de estas chabolas
reportará 2d8 piezas de cobre, 1d6 piezas de plata y
1d3+1 objetos aleatorios, bienes de trueque de la Tabla
1-3 del manual Clásicos del Mazmorreo.
Bandidos (5): Ini +2; Atq hachuela +2 cuerpo a cuerpo
(daño 1d6+1) u honda +3 proyectiles (daño 1d4); CA 13
(pieles); DG 1d8; 5 pg; MV 30’; Acc 1d20; SV Fort +2, Ref
+2, Vol +0; AL N.
5.5 Cueva de Parmenio
Parmenio el Porquero es un tipo avispado y despier-
to, un oportunista que ha sabido hacer carrera apro-
vechando al máximo todos los recursos que se le han
presentado, ya se trate de un puente viejo, un grupo
de desposeídos o una piara de cerdos. Su aspecto es
robusto y descuidado. Podría pasar por un campesino
cualquiera de no ser por el peto de cuero y la espada
corta que lleva al cinto.
Como líder de la banda, Parmenio cuenta con la mejor
vivienda del campamento: una covacha algo más pro-
funda que las demás. El interior es sorprendentemente
suntuoso. Tiene una cama con dosel, un escritorio de
madera noble, candelabros, tapices colgando de las pa-
redes y el suelo cubierto de alfombras. Al ser fruto del
pillaje, todos los objetos son de diferentes estilos, co-
lores y estados de conservación, lo que dota a los apo-
sentos de un aire onírico, como de un grotesco cuento
de hadas. En el cajón del escritorio hay una bolsa de
tabaco, una pipa, una bolsa de cuero que contiene 2d14
piezas de plata y un collar de perlas valorado en 15 pie-
zas de oro. En un pequeño estante reposa una botella
de coñac tapada con cera y un vaso de cristal, todo un
lujo por estos lares. No se podrá encontrar nada más
de valor, ya que Parmenio tiene por costumbre alimen-
tar a su piara de cerdos con el botín de sus correrías,
precisamente para evitar que alguien lo encuentre.
Aunque Parmenio vive solo, a veces cuenta con la
compañía de Balbina, la porqueriza, que le calienta
la cama en las frías noches de invierno. Otras veces
se puede encontrar aquí a Ojazos, que entra y sale a
su antojo, incluso aunque el bandido cierre la puerta
con una tranca.
Parmenio está un poco inquieto. Los cerdos se han es-
tado comportando de forma extraña desde que se co-
mieron al mago y sus pertenencias, sobre todo Ojazos.
Al principio le hizo cierta gracia que el cerdo le hablara
cuando estaban a solas pero, de un tiempo a esta parte,
cuando el bandido se despierta en mitad de la noche,
se lo encuentra junto a su cama mirándole fijamente.
Además, los planes del cerdo son cada vez más ambi-
ciosos y peligrosos, exige una parte mayor del botín y
a veces pareciera como si el resto de la piara se violen-
tara cuando alguien se le acerca demasiado.
Parmenio tiene en gran estima su pellejo y el de sus
hombres y mujeres y, si unos intrusos irrumpen en su
campamento a golpe de espada y se producen bajas,
intentará negociar una rendición. Hará todo lo posible
19
 por llevarla a cabo lejos de Ojazos, ya que intentará
aprovechar la ocasión para que los personajes se ha-
gan cargo del animal. Es más, confesará que todo el
botín que les robó se encuentra en las tripas del puer-
co. Puedes valerte de esta negociación para introdu-
cir semillas de futuras aventuras, como una oferta de
Parmenio para que se unan a su banda, el contacto de
un perista en la villa de Malparida que comprará cual-
quier joya u objeto de valor a los personajes, o el mapa
de un tesoro misterioso a cambio de sus vidas.
Parmenio el Porquero: Ini +4; Atq espada corta +4 cuerpo
a cuerpo (daño 1d6+2) o daga +5 proyectiles (daño 1d4); CA
14 (Cuero tachonado); DG 2d8; 9 pg; MV 30’; Acc 1d20;
ESP: descifrar escritos +3, lanzar conjuro de un pergamino
1d14+1; SV Fort +3, Ref +3, Vol +1; AL N.
5.6 Porqueriza
Bajo el puente se ha levantado un rudimentario cerca-
do de estacas de madera en el que la piara de cerdos
retoza en el barro maloliente y se tumba a disfrutar del
calor del sol. Antaño los bandidos cerraban la cerca,
pero dejaron de hacerlo después de que los animales
devorasen al mago, ya que en cuanto la pierden de
vista se la volvían a encontrar abierta, incluso aunque
ataran los postes. Ahora los cerdos solo permanecen
dentro cuando así lo desean, y es bastante frecuente
encontrárselos husmeando por el campamento.
Parmenio y Balbina se encargan del cuidado de los
animales, sobre todo esta última. Balbina es una al-
deana bajita y rotunda de pelo pajizo y alborotado que
se hacía cargo de los cerdos de su familia hasta que
unas fiebres porcinas acabaron con todos los animales.
Cuando ya estaban en la más absoluta miseria y consu-
midos por el hambre, oyó rumores de la existencia de
la banda del Porquero y pensó, acertadamente, que sus
habilidades les serían de utilidad. Balbina desconoce el
secreto de la inteligencia de Ojazos, pero ha notado un
comportamiento extraño en los animales y suele acer-
carse a ellos con bastante cautela y un cuchillo escon-
dido en los pliegues de la falda.
Balbina: Ini +2; Atq cuchillo +2 cuerpo a cuerpo (daño
1d4); CA 13 (pieles); DG 1d8; 5 pg; MV 30’; Acc 1d20; SV
Fort +2, Ref +2, Vol +0; AL N.
Los cerdos del Averno
Al devorar a Juvernón el Agriado y sus pertenencias,
algunos de los cerdos se vieron bañados de energía ar-
cana. Desde entonces han desarrollado una predilec-
ción por determinados manjares y ciertas habilidades
relacionadas con ellos. Al fin y al cabo, de lo que se
come se cría. La piara está formada por 13 gorrinos:
Ojazos, el macho alfa, 6 cerdos con capacidades ex-
traordinarias y otros 6 cerdos totalmente normales. Se
ha dado el caso de que algún cerdo ha muerto, se ha
20
extraviado o se lo han comido los bandidos, pero a los
pocos días vuelven a ser 13 gracias al conjuro de Invo-
car animales de Ojazos.
Cerdos ordinarios (6): Ini +1; Atq mordisco +1 cuerpo a
cuerpo (daño 1d4+1); CA 11; DG 1d8; 6 pg; MV 30’; Acc
1d20; ESP: olfato; SV Fort +2, Ref +0, Vol +0; AL N.
Ojazos: Ojazos te mira de una manera que parece
que te entiende... y lo hace. Es más, él podría hablar
contigo y tú no serías capaz de comprender la mitad
de las cosas que te diría. Este enorme verraco engu-
lló la cabeza del mago y ahora siente debilidad por
los cerebros humanoides. Su inteligencia aumenta
cada vez que consume materia gris y ya supera a la
de varios de los bandidos. Además, ha empezado a
acceder a los conocimientos arcanos y recuerdos de
Juvernón el Agriado y a elaborar un plan de domina-
ción mundial cuyo primer paso consiste en hacerse
con el control de la banda del Porquero y el de los
aventureros, si encontrara la forma de hacerlo. Si se
ve acorralado hablará con ellos y les intentará con-
vencer de que lo “adopten”. Entre sus objetivos tam-
bién está el de potenciar a sus compañeros porcinos
procurándoles los alimentos que necesitan para me-
jorar sus capacidades sobrenaturales.
Ojazos: Ini +1; Atq mordisco +3 cuerpo a cuerpo (daño
1d6); CA 13; DG 3d8; 14 pg; MV 30’; Acc 1d20; ESP: vín-
culo telepático, lanzamiento de conjuros (+3, Disipar magia,
Nube asfixiante, Invocar animales (solo cerdos)); SV Fort
+3, Ref +0, Vol +2; AL C.
Ojazos posee un vínculo telepático con el resto de la
piara. Si se sintiera amenazado por alguien, todos los
demás cerdos se volverán agresivos y le defenderán
violentamente mientras él lanza conjuros desde la re-
taguardia, especialmente disipar magia. ¡No dejes es-
capar la oportunidad de representar un duelo arcano
contra un cerdo inteligente!
Por otra parte, si Ojazos muere, los demás cerdos vol-
verán a adoptar su mansedumbre habitual.
Morrudo: Morrudo tiene un hocico carnoso y despro-
porcionado con el que siempre anda olisqueando y
horadando el suelo en busca de joyas y monedas. Es
capaz de olfatear gemas y metales preciosos como un
enano (consulta el manual de Clásicos del Mazmorreo,
pág. 56). Si se le abre en canal se podrá extraer de
su estómago una amalgama de metales fundidos por
valor de 25 po.
Morrudo: Ini +1; Atq mordisco +1 cuerpo a cuerpo (daño
1d4+1); CA 12; DG 2d8; 9 pg; MV 30’; Acc 1d20; ESP:
olfato; SV Fort +2, Ref +0, Vol +0; AL N.
Terciopelo: este pizpireto gorrinillo siente debilidad
por los tejidos, especialmente si son suaves. Su piel es
sedosa y brillante, y arranca reflejos de múltiples y vi-
vos colores cuando es bañada por la luz del sol. Es im-
posible cruzarse con él y no querer acariciarlo. Si le des-
pelleja, su piel podría llegar a tener un valor de 20 po.
Terciopelo: Ini +1; Atq mordisco +1 cuerpo a cuerpo (daño
1d4+1); CA 12; DG 2d8; 9 pg; MV 30’; Acc 1d20; ESP:
suavecito; SV Fort +2, Ref +0, Vol +0; AL N.
Rebonica: tras devorar todo tipo de lienzos, estatui-
llas y otras obras de arte Rebonica se ha convertido
en una cerda muy hermosa; mucho. Tiene un nose-
qué que le hace muy agradable a la vista. Nadie será
capaz de matarla ni maltratarla de forma alguna si
no supera antes una salvación de Voluntad CD 14.
Es tan bonica...
Rebonica: Ini +1; Atq mordisco +1 cuerpo a cuerpo (daño
1d4+1); CA 12; DG 2d8; 9 pg; MV 30’; Acc 1d20; ESP:
bonica (Vol CD 14 para poder maltratarla); SV Fort +2, Ref
+0, Vol +0; AL N.
Sabrina: una marrana de enormes mamas que siem-
pre está sedienta y engulle todo líquido que se le
ponga por delante. Sabrina se tragó todas las pocio-
nes, el aceite de las lámparas, licores y venenos de
Juvernón. Desde entonces, sus doce mamas están
siempre a punto de reventar y cada vez que se la or-
deñe habrá que tirar 1d6 para determinar el líquido
que mana de ellas: (1) leche; (2) agua; (3) aceite; (4)
veneno de ciempiés gigante (CdM, pág. 450); (5) vino
tinto; (6) poción de... tira 1d7 (1) curación, (2) invisi-
bilidad, (3) levitar, (4) menguar, (5) polimorfar, (6)
crecimiento, (7) longevidad.
Sabrina: Ini +1; Atq mordisco +1 cuerpo a cuerpo (daño
1d4+1); CA 12; DG 2d8; 9 pg; MV 30’; Acc 1d20; ESP:
mamas del caos; SV Fort +2, Ref +0, Vol +0; AL C.
Paliducho: este cerdo tiene un aspecto escuálido y en-
fermizo; solo come carroña y en pequeñas cantidades
porque tiene un pequeño problema de salud: está muer-
to. Paliducho es el equivalente porcino de un necrófago.
Todavía no ha provocado una epidemia de necrofagia
en la región, pero esto es solo cuestión de tiempo.
Paliducho: Ini +1; Atq mordisco +1 cuerpo a cuerpo (daño
1d4 y parálisis); CA 12; DG 2d8; 9 pg; MV 30’; Acc 1d20;
ESP: parálisis (TS Vol CD 14 o parálisis durante 1d6 horas),
rasgos de no-muerto; SV Fort +2, Ref +0, Vol +0; AL C.
Una criatura asesinada por paliducho que no sea totalmente
devorada se alzará como un necrófago al llegar la siguiente
luna llena, a no ser que el cadáver sea bendecido.
Manchitas: Manchitas tiene su lomo rosado salpica-
do de manchas negras que se asemejan a letras y sím-
bolos arcanos y están empezando a crecerle plumas
detrás de las orejas. Su dieta está basada en el papel y
la celulosa, sobre todo la procedente de pergaminos
mágicos. Eso le ha convertido en un cerdamino que
contiene los conjuros Caída de pluma, Guardar portal y
Vínculo con patrón (Sezrekán).
Manchitas: Ini +1; Atq mordisco +1 cuerpo a cuerpo (daño
1d4+1); CA 12; DG 2d8; 9 pg; MV 30’; Acc 1d20; ESP:
cerdamino; SV Fort +2, Ref +0, Vol +0; AL C.
Cerdamino: cuando el cerdo digiere un pergamino los sím-
bolos mágicos se transfieren a su lomo. El cerdamino podrá
mostrar uno o varios conjuros, dependiendo de los que se
haya podido comer. Lamentablemente estos conjuros no se
pueden copiar en un libro de conjuros, y habrá que disfru-
tar de la compañía del gorrino hasta lanzarlos. Cuando se
lanza el último conjuro del cerdamino, este morirá consu-
mido por las energías arcanas.
Desenlace
Hay tres desenlaces posibles: la derrota de Parmenio,
la derrota de Ojazos o la derrota de ambos. Los per-
sonajes podrán aliarse con cualquiera de ellos, pero la
única forma de recuperar sus pertenencias será abrir
en canal a los gorrinos y rebuscar entre sus vísceras.
También podrán quedarse con alguno de estos anima-
les o con todos ellos, lo que les reportará ciertos bene-
ficios y acarreará no pocos problemas.
No hay que olvidar que del cerdo se aprovecha hasta
los andares. Por eso, en caso de que Ojazos muera,
su cuerpo no se quedará ahí tirado para que se pu-
dra: los bandidos lo prepararán, lo cocinarán, harán
embutidos con él y se lo comerán. Si los personajes
aniquilan o hacen huir a todos los bandidos, el ca-
dáver del cerdo será devorado por aves carroñeras
u otros animales del bosque. En cualquier caso, uno
de los que participe en el banquete de Ojazos (ya se
trate de un humano o un animal) irá perdiendo poco
a poco su personalidad para adaptar la de Juvernón
el Agriado. El mago acabará por regresar de entre los
muertos ocupando otro cuerpo, buscará vengarse de
la banda del Porquero y sus aliados, y retomará sus
arcanos e ignotos objetivos.
El fracaso es una opción
La aventura no es lo bastante difícil como para que un
grupo medianamente competente tuviera problemas
para completarla, pero bueno, cosas más raras se han
visto y a veces los dados son capaces de desbaratar el
mejor de los planes. Si los aventureros no consiguen
acabar con la amenaza de la banda del Porquero, Oja-
zos conseguirá hacerse con el control después de que
Parmenio sufra un lamentable “accidente”. Acabará
por completar su transformación en una segunda en-
carnación de Juvernón el Agriado y se convertirá en un
déspota que someterá a esta comarca asistido por sus
seis lugartenientes porcinos.
21
 5.1
5.4 5.4
5.4

5.6 5.4

5.3 5.2
5.1

5.5

5.1 5.1

5.4
5.3
5.4
5.4

5.6
5.5

22
 el heredero
de piedra
Introducción
Alarico, el severo Marqués de Malparida, está llegan-
do al final de sus días sin más alegrías que la compañía
de su único heredero, Marcial, apodado “El Audaz”,
gran aficionado a la caza. Hace ya unas semanas que el
joven, desoyendo los consejos de su padre, hizo honor
a su apodo organizando una montería para dar caza
a un basilisco; y pasó lo que tenía que pasar. El único
superviviente regresó para dar la triste noticia de que
Marcial se encontraba audazmente petrificado en la
guarida de la bestia. El Marqués removió cielo y tie-
rra hasta encontrar un alquimista capaz de curar tan
dramática petrificación, solo para descubrir que el al-
quimista no estaba dispuesto a adentrarse en la guari-
da del basilisco para aplicar los aceites oportunos. Era
necesario encontrar un grupo de valientes que fueran
a recuperar la estatua y la trajeran de vuelta al castillo.
Y ahí es donde entran los personajes.
Resumen de la aventura
“El heredero de piedra” es una aventura concebida
para un grupo de 4 a 6 personajes de nivel 1.
Los personajes deben cruzar los peligrosos bosques de
las tierras de Malparida y adentrarse en la guarida del
basilisco para recuperar el cuerpo petrificado de Mar-
cial el Audaz y traerlo de vuelta al castillo. Lamenta-
blemente, todos sus esfuerzos y penurias podrían ser
en vano, ya que alguien se les ha adelantado.
I Preparándose para la cacería
Lee o parafrasea lo siguiente a los jugadores:
En una fría y oscura sala del castillo de Malparida un
decrépito alquimista llamado Hirónides parece haber con-
cluido su charla sobre las costumbres y capacidades del
basilisco mientras juguetea con un grajo petrificado, su-
puesta víctima de una de estas criaturas. Estáis aquí en
Involucrando a los personajes
El Marqués ha hecho un llamamiento para reclutar
a los más valientes de entre sus súbditos. Y luego ha
tenido que ofrecer título y tierras para que alguno lo
respondiera. La ambición es una buena motivación
para aquellos aventureros que pretendan llegar a ser
alguien en esta vida.
Por otra parte, el basilisco lleva años campando a sus
anchas por estas tierras. Durante todo este tiempo han
sido muchos los pastores, cazadores y simples viajeros
que han caído en sus garras. Algunos personajes pue-
den presentarse voluntarios con la idea de terminar con
su reinado de terror o intentar obtener venganza por
algún ser querido que haya sido víctima del lagarto. No
es probable tanto altruismo, pero puede suceder.
Además, el único superviviente de la montería, un
mediano natural de Humilladero llamado Rufo “el
trapero”, necesita toda la ayuda posible de amigos y
parientes para no acabar en la horca si el Marqués no
recupera a su hijo.
Por último, cualquier personaje femenino puede haber
tenido un fugaz romance con Marcial el Audaz y ver
en esta su oportunidad para conseguir título, tierras
y el favor del Marqués, únicos motivos por los que,
según Marcial, no podían ser más que compañeros de
cama. Ya nada se interpondrá en su amor.
respuesta a la llamada del Marqués o, más concretamente,
a la llamada de su oro. El viejo Alarico está dispuesto
a otorgar título y tierras a aquellos que sean capaces de
rescatar el cuerpo petrificado de su único hijo, Marcial el
Audaz, de la guarida de un basilisco. Así, una vez en el
castillo, el alquimista podrá aplicarle los aceites que dice
le devolverán a su estado original. Conociendo al viejo
23
 Marqués, el castigo por el fracaso será proporcional al
premio por el éxito.
El viejo alquimista, carraspea enérgicamente sacándoos de
vuestras reflexiones antes de preguntar: “¿Alguna duda?”.
Al haberse presentado voluntarios para esta peligro-
sa misión los personajes reciben una pequeña charla
sobre las capacidades y costumbres de los basiliscos
que se puede resumir en “cuidado con su mirada, que
petrifica”. También tendrán a su servicio al herrero e
ingeniero de asedio, un tipo malhumorado llamado
Otilio, y un modesto presupuesto de 10 piezas de oro
para que este diseñe y construya cualquier artilugio
que estimen necesario para dar caza al basilisco. 10
piezas de oro, ni una moneda más, ya que el Marqués
no termina de confiar ciegamente en las posibilidades
de éxito del grupo ni en que no huyan con el flamante
equipo a la primera de cambio. El Marqués, generoso
a pesar de todo, les proporcionará también una mula
para transportar toda esa chatarra y un pequeño carro
para traer de vuelta el cuerpo de su hijo.
Deja que los jugadores sean creativos y propongan sus
artilugios para evitar la mirada del basilisco: escudos
espejados, cascos con retrovisores, etc…
Los personajes se alojarán en los barracones del castillo
mientras Otilio fabrica sus diseños y podrán conocer al
que será su guía, Rufo “el trapero”, único supervivien-
te de la malograda montería de Marcial. Rufo respon-
derá a cualquier pregunta acerca de lo sucedido dentro
de sus posibilidades, escasas, ya que salvó el pellejo
gracias a su asombrosa cobardía y no sabe mucho más
aparte de la localización del cubil del basilisco.
Cuando se encuentren preparados, partirán: una im-
presionante comitiva de aventureros, una mula y una
carreta detrás del trapero abandonando el castillo entre
vítores y apuestas de las buenas gentes de Malparida.
PNJs: Rufo, trapero mediano de nivel 0. Ini +0; Atq tijeras +1
cc (daño 1d4); CA 11; DG 1d4 (3 pg); MV 20’, Acc 1d20; ESP:
Infravisión 30’. SV: Fort +0, Ref +0, Vol -2; AL N. A la menor
señal de problemas, Rufo escurrirá el bulto y se esconderá.

II Las tierras de malparida

Rufo “el trapero” guiará a los personajes a la guarida
del basilisco repitiendo el mismo recorrido que hicie-
ra con la partida de caza de Marcial: una primera jor-
nada por caminos y bosques hasta la cabaña de caza
del Marqués y una segunda jornada por el monte has-
ta las cuevas en las que mora la bestia.
La carreta dificulta la marcha fuera del camino más
transitado. Habrá que empujarla, sacarla de barriza-
les y dar algún rodeo que otro. El viaje se hará muy
pesado, y la mula tampoco será de mucha ayuda.
Los caminos y bosques de las tierras de Malparida
son tan seguros o peligrosos como quieras hacerlos,
pero lo ideal sería que el viaje hasta la cabaña de caza
transcurriera sin demasiados incidentes para que los
personajes no malgastaran sus valiosos recursos en
encuentros aleatorios. Si aun así tienes ganas de líos,
estos son algunos de los encuentros que puedes utili-
zar (o tira 1d8 si prefieres que la responsabilidad re-
caiga en manos del destino):

1 Un asunto de lindes. Desde el camino se pueden oír los gritos de dos hombres discutiendo acerca de algo
relacionado con manzanas. Si los personajes deciden investigar este asunto, podrán seguir los gritos hasta
dos casuchas vecinas cuyas huertas están separadas por un muro bajo de piedras. En una de ellas crece
junto al muro un enorme manzano cuyo tronco está totalmente torcido y cierne sus ramas cargadas de
manzanas sobre la otra. Dos hombres discuten acaloradamente acerca de quién es el legítimo propietario
de las manzanas. Si los personajes deciden intervenir, descubrirán que ninguno de los dos atiende a razo-
nes ni está dispuesto a dar su brazo torcer. Cualquier sugerencia de talar el manzano o algo por el estilo
provocará la furia de ambos y, al grito de “¡T’arranco la cabeza, me cago en mis muertos!”, intentarán
echar con palos y piedras al salomónico juez.
Vecinos a la gresca (2): Ini +1; Atq palo +1 cc (daño 1d4) o piedras +1 proyectiles (daño 1d4); CA 10; DG 1d4 (2
y 3 pg); MV 30’, Acc 1d20; SV Fort +0, Ref +0, Vol -2; AL N.
2 Curiosos. La comitiva se encuentra con un muchacho que lleva los pantalones atados con una cuerda que
comienza a caminar con ellos. El muchacho no parece tener muchas luces y les preguntará quiénes son, de
dónde vienen y a dónde van, así como muchas otras preguntas de gran calado como “¿por qué llevas una
espada?”, “¿dónde te has comprado esas botas?” o “¿cómo se llama tu padre?” para luego marcharse. Al
rato aparecerá otro muchacho de cierto parecido con el anterior preguntándoles qué han hablado con su
hermano, pretendiendo que le reproduzcan toda la conversación anterior para luego marcharse. No pasa
nada, simplemente son curiosos.
24
3 Terca como una mula. La mula se detiene y decide que no va a caminar más por hoy. Suerte.

4 Ciempiés monstruosos. Estos insectos suelen anidar en los troncos huecos de los árboles derribados por
el viento, como el que ahora se cruza en el camino e impide el paso a la mula y el carro. En cuanto alguien
intente desplazarlo para despejar la ruta, sus ocupantes, 1d4+1 ciempiés como mi brazo, saldrán de su
escondrijo dispuestos a impedirlo. Cuidado, que también podrían picar a la mula.

Ciempiés monstruoso: Ini +1; Atq picadura +1 cc (daño 1 y veneno); CA 12; DG 1d4 (2 pg); MV 30’, trepar 30’;
Acc 1d20; ESP veneno (Fort CD 12 o parálisis parcial); SV Fort -1, Ref +2, Vol -1; AL N.

Veneno de ciempiés: una víctima picada por un ciempiés monstruoso debe superar una tirada de salva-
ción de Fortaleza CD 12 o sufrirá parálisis en el miembro afectado durante un número de asaltos igual a
su margen de fallo. Elige el miembro afectado o tira 1d6 para determinarlo: 1: Brazo derecho (incapaz de
sujetar el arma). 2: Brazo izquierdo (incapaz de sujetar el escudo). 3: Pierna derecha (movimiento redu-
cido a la mitad). 4: Pierna izquierda (movimiento reducido a la mitad), 5: Torso (asfixia, necesita que le
hagan el boca a boca durante 1d6 minutos). 6: Cabeza (parálisis total).

5 La buena fortuna. Ramita de romero en mano, una nitana se ofrece a leer la buena fortuna al personaje
que tenga la menor puntuación de Personalidad (los nitanos son una comunidad de elfos nómadas y
libres que tienen a Las Parcas como patronas). Si el personaje rechaza a la nitana, esta se ofenderá y se
marchará lanzándole maldiciones e insultos de todo tipo. El personaje habrá sufrido una maldición menor
y durante esa sesión de juego, el juez podrá obligar a que el jugador repita una tirada exitosa y se quede
con el segundo resultado. Sin embargo, si acepta, la nitana le leerá la mano y le dirá: “Veo un/a moreno/a
muy guapo/a que viene de lejos, pero no te hará caso” por lo que, una vez concluido este encuentro, se
producirá automáticamente el encuentro número 6. Después le pedirá la voluntad. Si el personaje le paga
más de una moneda de cobre, la nitana le despedirá entre bendiciones y, durante esa sesión, ese jugador
podrá repetir una tirada fallida y quedarse con el segundo resultado.

6 Un/a moreno/a muy guapo/a que viene de lejos, pero no te hará caso. El grupo ve una figura acercarse
desde lo lejos. Según se vaya acortando la distancia comprobarán que se trata de un/a moreno/a muy
guapo/a que, al cruzarse con ellos, no les hace ningún caso y continúa con su camino.

7 Recaudadores de impuestos. Llamados también “bandidos” en otras ambientaciones, un recaudador

de impuestos acompañado por dos guardias y respaldado por la autoridad del Marqués de Malparida
insistirá en que los personajes le paguen ciertas cuotas y gravámenes de los que no han oído hablar jamás.
Les reclama un 5% de los que contengan sus bolsas. Será necesario superar una prueba de habilidad CD
15 modificada por Inteligencia (y ocupación) para demostrar al recaudador que ellos están exentos de
esa tasa concreta. Si no le convencen y se niegan a pagarla, los guardias están autorizados a prenderles y
llevarles a los calabozos de Alarico.

Guardias (2): Ini +0; Atq lanza +1 cc (1d8 daño); CA 12; DG 1d6 (4 pg); MV 30’. Acc 1d20. ESP autoridad. SV
For +1; Ref +0; Vol +1; AL L.

Autoridad: tanto el recaudador como sus guardias son representantes de la autoridad del señor de estas tierras, por
lo que atacarles supondría quebrantar las leyes locales.

8 El obligado encuentro aleatorio con lobos. En la lejanía se escuchan los aullidos de una manada de
lobos que blablablá... cada vez más cerca blablablá... te muerden el culo blablablá... qué susto dios mío,
prefiero la muerte.

Lobos hambrientos (1d6+1): Ini +2; Atq dentellada +1d3 cc (1d3+1 daño); CA 12; DG 1d6 (4 pg); MV 40’; Acc
1d20. ESP: hazaña (derribo); hostigar; jauría; visión en la oscuridad 60’. SV For +2; Ref +1; Vol -2; AL N.

Hostigar: el lobo puede desplazarse, atacar y continuar desplazándose hasta completar su movimiento sin recibir un
ataque al retirarse.

Jauría: un lobo recibe una bonificación de +1 a su tirada de ataque por cada lobo que haya atacado a su objetivo ante-
riormente en ese mismo asalto. La bonificación es acumulativa.

25
 III La cabaña de caza
Antecedentes
Doña Urraca Borja, la más pequeña de la acaudala-
da, poderosa y rencorosa familia Borja, lleva meses
envuelta en un atormentado y pasional romance con
Marcial el Audaz. La pareja lo ha mantenido en secreto
y a espaldas de sus padres, especialmente los de ella,
ya que la fama de mujeriego del hijo del Marqués es
solo superada por su fama de audaz, y por muy poco.
Las frecuentes monterías de Marcial eran la excusa
perfecta para encontrarse con Urraca en una estancia
secreta situada bajo la cabaña de caza de los Marque-
ses de Malparida. Y eso es lo que tenían previsto hacer
una vez muerto el basilisco.
Hace tiempo que nadie pisa la cabaña donde Urraca y
sus doncellas de confianza esperaban al apuesto Mar-
cial, con tan mala suerte que una tormenta derribó un
árbol justo sobre el acceso a la estancia secreta. Los días
de encierro se convirtieron en semanas y finalmente el
hambre y la desesperación obligaron a Doña Urraca a
hacer valer su posición asesinando a una de sus don-
cellas para devorar su carne muerta. Las demás no tar-
daron en sufrir el mismo destino.
Tan atroz pecado dejó a Doña Urraca absolutamente
loca y a medio camino de transformarse en una necrófa-
ga, y a las almas de sus doncellas atrapadas en las muñe-
cas que Marcial le regaló para decorar su nido de amor.
Y aquí es donde los personajes van a pasar la noche.
26
Desarrollo
Lee o parafrasea lo siguiente cuando se aproximen
a la cabaña:
Al caer la tarde, cansados de empujar la carretilla y agotados
de tirar de la mula, el aguerrido grupo de aventureros llega
a su destino. La cabaña de caza del Marqués se encuentra
en medio del bosque, un lugar apartado y remoto ideal para
la caza de ciervos. Un sendero serpentea entre los árboles
hasta el porche de madera donde se acumulan hojas muertas
y pequeñas ramitas retorcidas. Se trata de una construcción
sencilla de planta cuadrada y tejado a dos aguas. La pared
este es de piedra y alberga el tiro de la chimenea. Los estragos
causados por el tiempo, el clima y la falta de mantenimiento
le dan un aspecto decrépito y siniestro; algo que no mitigan
las decenas de cornamentas de ciervo colgadas en la fachada
ni los rítmicos golpes que dan los batientes de las ventanas
zarandeados por el viento.
La cuadra adjunta es poco más que un tejadillo con un cer-
cado y un abrevadero; y a pocos metros, casi engullida por el
bosque, hay una caseta que probablemente sirva para guar-
dar herramientas, cepos y otro material de trampero.
1.1 Porche
El porche cubre la puerta de acceso a la cabaña, una
ventana y un banco de madera en el que sentarse a fu-
mar plácidamente, beber algo de aguardiente, fanfa-
rronear sobre las piezas cobradas y desollar conejos a
juzgar por las manchas de sangre y pelo que salpican
las tablas del suelo.
La puerta está cerrada (Abrir cerraduras CD 10 o prue-
ba de Fuerza CD 15 para derribarla), pero hay una lla-
ve escondida bajo una de las tablas. Este escondrijo se
puede localizar dando golpecitos en el suelo hasta que
suene a hueco. Rufo conoce la existencia de esta llave
así que, si todavía sigue con ellos, abrirá la puerta sin
problemas. Al hacerlo, los personajes descubrirán que
algo huele a podrido en la cabaña de caza. Literalmente.
1.2 Sala común
La puerta principal da acceso a una gran estancia con
literas, chimenea de piedra y una enorme piel de oso
negro a modo de alfombra. A un lateral se abre un co-
medor con una mesa de roble y bancos de madera, y
una puerta conduce a los aposentos del Marqués. El
olor a putrefacción es omnipresente y pide a gritos que
se abran las ventanas para ventilar un poco.
Si el olor a putrefacción no basta para convencerles de
que merece la pena investigar su procedencia, en mi-
tad de la noche se escuchará el sonido de garras ara-
ñando la madera, algún gemido que otro y la voz rota
de una mujer susurrando: “Marcial… ¿eres tú?... ¿por
qué tardas tanto?… ven… te estoy esperando…”. La voz
parece surgir de los aposentos del Marqués, concreta-
mente, de la estufa. Los aventureros pueden investi-
gar las voces, ignorarlas e intentar dormir, e incluso
acampar a la intemperie, algo poco aconsejable debido
a la presencia de manadas de lobos en la zona. Por su
parte, Rufo irá al establo a pasar la noche con la mula
en cuanto se huela la pútrida tostada.
1.3 Dormitorio del Marqués
El dormitorio está reservado al Marqués o a su hijo en
sus estancias en la cabaña. La puerta del dormitorio
está cerrada con llave (Forzar cerradura CD 10 o prue-
ba de Fuerza CD 15 para derribarla). Además, la ce-
rradura cuenta con una trampa de aguja lista para ser
activada en caso de que alguien trastee con ella.
Trampa de aguja envenenada: (Daño 1 y veneno); En-
contrar trampas CD 10; Desactivar trampas CD 10. Notas:
Veneno de escorpión, Fort CD 14, 1d4 daño de Vigor.
La habitación contiene una cama con dosel cubierta de
pieles, un arcón y una estufa de leña. En la pared este
cuelga un tapiz con una escena de caza a juego con una
pesada alfombra situada bajo el arcón.
El hedor procede de la estufa, y se hará más patente
al examinarla. El tiro de esta estufa conecta con la del
subterráneo, que aprovecha esta vía para dar salida al
humo sin levantar sospechas.
El arcón está cerrado con llave (Forzar cerradura CD
10) y contiene ropa de caza de gran calidad, pañuelos,
botas de montar y otros objetos personales del hijo del
Marqués que no es recomendable quedarse, o al me-
nos que te vean con ellos por las tierras de Malparida.
La alfombra y el arcón cubren una trampilla cerrada
con un candado (Forzar cerradura CD 10). Al abrir
la trampilla surgirá una bocanada de aire fétido que
requiere superar una TS de Fortaleza CD 12 para no
quedar nauseado durante 2d4 minutos (-1d en todas
las tiradas y vomitona que avergüenza y arruina la al-
fombra). La parte interior de la trampilla muestra mar-
cas de arañazos, así como restos de sangre seca y uñas
rotas clavadas en la madera.
2.1 Acceso al subterráneo
Una escalera de madera desciende abruptamente unos
10 pies hacia un pasadizo sumido en la negrura más
absoluta, como unas enormes fauces abiertas. Abajo,
un oscuro y estrecho corredor excavado en la tierra se
adentra en dirección norte. Un tubo de metal surge de
debajo de la estufa y recorre la pared del pasillo.
El pasillo es muy estrecho y claustrofóbico, solo se podrá
caminar por él en fila india y prácticamente de perfil.
2.2 Vestidor del Marqués
El pasillo termina en una puerta de madera que se abre
a esta habitación. No está cerrada con llave.
Un barral con docenas de trajes colgados cruza una
pared de lado a lado, mientras que en la pared opues-
ta cuelgan unos candelabros con las velas consumi-
das. Hay algunas prendas tiradas y hechas jirones
y varias salpicaduras de sangre en la alfombra y las
paredes. En el centro, frente a un espejo de cuerpo
entero también manchado de sangre, se alza un si-
niestro maniquí formado de huesos y vestido con las
mejores galas del joven Marcial, incluida una peluca
cortesana. Tiene la boca cubierta de carmín, como si
lo hubieran estado besando.
En el extremo opuesto de la habitación hay otra puerta
de madera.
El hijo del Marqués usaba esta estancia para cam-
biarse de ropa y perfumarse antes de encontrarse
con sus amantes.
Si examinan el macabro maniquí, una prueba de
habilidad CD 10 modificada por Inteligencia indica
que el esqueleto ha sido construido con los huesos
de varias mujeres distintas y que estos han sido roí-
dos a conciencia.
27

2.3 Dormitorio
Este es el nido de amor de Marcial, también conocido
como “picadero”.
Una cama enorme domina la estancia. Tiene un dosel
de cortinas de terciopelo rojo y bordados de oro, a jue-
go con las sábanas de seda. Las paredes están cubier-
tas de estantes con muñecas de porcelana. Frente a la
cama, junto a una estufa de carbón, se encuentra un
tocador al que se sienta una mujer. Sumida en la oscu-
ridad, peina sus cabellos frente a un espejo roto mien-
tras murmura: “Marcial, mi amor. Sabía que vendrías”.
Doña Urraca se abalanzará sobre el personaje masculi-
no más atractivo del grupo (el que tenga la puntuación
de Personalidad más alta) e intentará paralizarle para
dedicarle sus atenciones amorosas en cuanto haya de-
vorado a sus molestos compañeros. Decir que su belle-
za es una sombra de lo que fue es echarle un piropo, su
proceso de transformación en necrófaga ya se encuen-
tra bastante avanzado. Solo le quedan unos mechones
de pelo aislados, la piel se le ha pegado a los huesos,
los dientes se han afilado y las uñas se han convertido
en garras astilladas, todo esto acompañado por un ex-
quisito hedor a muerte y descomposición.
Además, tres de las muñecas de porcelana contienen las
almas atormentadas de las tres doncellas de Urraca. Las
muñecas poseídas permanecerán inmóviles hasta que
28
los personajes les den la espalda, momento en el que
levitarán o caminarán hacia ellos para emboscarles e in-
tentar volver a esconderse entre las demás muñecas o
entablar amistad con alguno de los aventureros.
Doña Urraca Borja, necrófaga apasionada: Ini +2; Atq
mordisco +3 cuerpo a cuerpo (daño 1d4 y parálisis) o garra
+1 cc (daño 1d3); CA 12; DG 4d8 (16 pg); MV 30’; Acc
2d20; ESP rasgos de no-muerto, parálisis, contagio, infravi-
sión 100’; SV Fort +2, Ref +1, Vol +0; AL C.
Parálisis: una criatura humanoide mordida por un necró-
fago deberá superar una salvación de Voluntad CD 14 o
quedará paralizada, incapaz de moverse ni llevar a cabo
acción física alguna durante 1d6 horas. A los elfos no les
afecta esta parálisis.
Rasgos de no-muerto: puede ser expulsada por un clérigo.
No come, bebe, ni respira y es inmune a los impactos críti-
cos, la enfermedad y el veneno, así como a los conjuros de
dormir, hechizar y parálisis, a cualquier otro efecto mental
y al daño de frío.
Contagio: una criatura asesinada por un necrófago suele ser
devorada. Aquellas que no sean devoradas se alzarán como
necrófagos al llegar la siguiente luna llena, a no ser que el
cadáver sea bendecido.
Mimosa, Rosaura y Mariquita, muñecas poseídas
(3): Ini +1; Atq mordiscos, arañazos y tirones de pelo +1 cc
(daño 1); CA 13; DG 2d6 (7 pg); MV 30’, levitar 10’; Acc
1d20; ESP rasgos de no-muerto, apuñalar, seamos amigas;
SV Fort +0, Ref +2, Vol +0; AL C.
Apuñalar: como la habilidad del ladrón, cuando una muñeca
sorprende a su víctima o la ataca por la espalda su bonifi-
cación de ataque aumenta a +3 y, si impacta, su daño base
aumenta a 1d4 y logra un impacto crítico (1d10/Tabla II).
Rasgos de no-muerto: igual que Doña Urraca.
Seamos amigas: la muñeca invierte una acción en maldecir
al objetivo, que deberá superar una TS de Voluntad CD 14
para intentar evitarlo. Si falla, la muñeca será la depositaria
de la puntuación de Suerte de la víctima, que a partir de ese
momento intentará protegerla a toda costa. Si el personaje
no lleva consigo a la muñeca su puntuación de Suerte pa-
sará a ser 0. Además, a partir de ese momento la muñeca se
comunicará con él en susurros capciosos y malintencionados
que nadie más será capaz de escuchar. Se trata de una maldi-
ción moderada que solo podrá ser anulada por un conjuro de
Levantar maldición o si la muñeca decide cambiar de amiga.
Un objetivo que supere la TS será inmune a futuros intentos
de seducción de estas muñecas.
Una vez acaben con la amenaza de ultratumba po-
drán examinar la habitación a conciencia. Al otro
lado de la cama hay otra puerta de madera y, sobre
el tocador, una carta firmada por el Audaz dirigida
a una tal Doña Urraca Borja. La carta, intensamente
perfumada, dice así:
Urraca, mi amor.
No dejo de pensar en ti desde nuestro último
encuentro. Ardo en deseos de verte otra vez.
Acude a la cabaña cuando me veas partir del castillo
con mi séquito para una nueva montería. Te llevaré
un trofeo como no has visto jamás.
Tuyo, Marcial.
Si los personajes examinan la cama podrá descubrir
una daga envenenada que Marcial esconde debajo del
colchón, por si apareciera algún padre o marido enfu-
recido. Está envuelta en un paño negro para evitar cor-
tarse accidentalmente con ella y bañada en veneno de
escorpión (TS Fortaleza CD 16 o 1d4 daño de Vigor).
Además, en el cajoncito de su mesilla de noche se en-
cuentra el secreto de sus legendarias dotes amatorias:
un vial de una pócima que otorga 1d5 puntos de Vigor
temporales durante 1 hora.
Por otra parte, la fétida Doña Urraca lleva unos pen-
dientes valorados en 5 po, un colgante con un ágata
blanca engarzada valorado en 10 po y un anillo con
el sello de la familia Borja. Este sello se puede llegar a
identificar superando una prueba de habilidad modi-
ficada por Inteligencia. La familia Borja otorgará una
recompensa de 50 po a aquel que se lo devuelva, y le
incluirá sin que este lo sepa en un retorcido plan para
vengarse del Marqués de Malparida.
2.4 Vestidor de las amantes
Se trata de un vestidor prácticamente idéntico al an-
terior, solo que en este caso son vestidos y camisones
los que cuelgan del barral y hay tres cómodas sillas
exquisitamente tapizadas sobre las que reposan restos
humanos y montones de huesos roídos entre jirones
de ropa ensangrentada.
Si se examinan los cuerpos de las difuntas sirvientas,
se podrá comprobar la ausencia de algunos huesos:
aquellos con los que Urraca elaboró el siniestro ma-
niquí que hay en el vestidor de Marcial. Un registro
concienzudo de los restos y los vestidos permitirá
también dar con los minúsculos bolsitos de las sir-
vientas, que contienen un total de 30 pc, así como
cepillos, maquillaje, polvera y otras cosas sin las que
una señorita no debería salir de casa y que en un
momento dado podrían servir para disfrazarse. De
mujer, se entiende.
29
 2.4 Túnel de salida
El estrecho y oscuro túnel termina en una escalerilla
que conduce al exterior. Lamentablemente, la trampi-
lla resulta totalmente imposible de abrir. También en
esta se distinguen arañazos, salpicaduras de sangre y
marcas de golpes.
En el exterior, un árbol derribado sobre la trampilla
impide que pueda ser abierta hasta que no se retire.
Para ello será necesario superar una prueba de Fuerza
CD15 (por cada personaje que colabore la CD se re-
duce en 1 hasta un mínimo de CD 10; si no consiguen
superar la tirada, podrán quemar 2 puntos de Fuerza
entre todos para retirar el árbol). Cerca de allí, entre la
maleza, se encuentran los cadáveres de cuatro caballos
IV El escondite inglés
Antecedentes
El camino hacia la cueva del basilisco discurrirá tran-
quilo hasta que los personajes se adentren en el territo-
rio de los ligaternos.
Los ligaternos son lagartijas humanoides del tamaño
y actitud de un niño de siete años con déficit de aten-
ción. Hace varias generaciones que los ligaternos de
la nidada de Zarparrota abandonaron sus ancestrales,
huidizas, cobardes y saludables costumbres y decidie-
ron enfrentarse cara a cara con los “rosados”, pensan-
do que su gran número supliría sus carencias logísticas
y militares. Si bien es cierto que consiguieron asestar
algún golpe que otro a esos asquerosos mamíferos, no
fueron capaces de resistir las represalias de las buenas
y rencorosas gentes de Malparida, que pagaron a un
grupo de mercenarios y asesinos sin escrúpulos (aven-
30
con las bridas atadas a un árbol devorados por los lo-
bos al no poder escapar de ellos.
Una vez se encarguen de la amenaza de Doña Urra-
ca y sus doncellas, los personajes podrán dormir con
total tranquilidad sin más sobresaltos que el ocasio-
nal ulular de un mochuelo procedente del bosque. Al
amanecer, una vez concluido su opíparo desayuno,
Rufo les conducirá a través del bosque en dirección a
la cueva del basilisco.
Recompensas
Además de los px correspondientes, los personajes re-
cuperarán 1 punto de Suerte por cada cuerpo al que
den una digna sepultura.
tureros) para que encontrara su guarida y ejecutara
una matanza sin precedentes.
Sin embargo algunos ligaternos sobrevivieron al
exterminio, como Sqrre, aprendiz de Qrre, último
maestro trampero cuyo lema siempre fue “no te en-
frentes con nada más alto que un mediano… de ro-
dillas”. Y bajo su liderazgo se formó una banda de
taimados salteadores.
Sqrre sabe que los rosados son gentuza vengativa ca-
paz de organizar un genocidio cada vez que muere uno
de los suyos, y por eso su banda nunca mata y se limita
a robar las bolsas de los viajeros. Nadie va a montar
mucho escándalo por unas pocas monedas. Con este
fin, Squrre ha ideado un plan perfecto aprovechando
un desastroso encuentro producido años atrás entre
cazadores de la tribu Zarparrota y el basilisco.
 Desarrollo
Tras varias horas de viaje, lee o parafrasea lo siguiente:
Las copas de los árboles son tan densas que resulta casi im-
posible no tropezar con algo sin encender una antorcha. A
medida que os adentráis en lo más profundo del bosque se
hace un silencio sepulcral y entre la densa vegetación se des-
cubren algunos animalillos petrificados. Un gorrión aquí,
un conejo allá, algún que otro cervatillo en actitud de aler-
ta… desafortunadas víctimas que se cruzaron con la mirada
del basilisco. Y entonces empiezan a aparecer estatuas de
unas extrañas criaturas parecidas a gigantescas lagartijas
humanoides. Por su disposición y la expresión de sus ros-
tros petrificados se diría que son un grupo muy numeroso
en desbandada, probablemente sorprendidos por el basilisco.
Se trata de una visión estremecedora.
Hay más de 20 ligaternos petrificados desperdigados
a lo largo de unos 50’ (15 metros), tanto en el camino
como entre los árboles. O al menos eso es lo que pare-
ce, porque entre todos esos petrificados se encuentran
Sqrre y su banda maquillados como estatuas. Es casi
imposible distinguir a unos de otros ya que, al tratarse
de reptiles de sangre fría, los ligaternos son capaces de
permanecer totalmente estáticos durante horas. Ade-
más, sacaron moldes de escayola de algunas víctimas
para fabricar unos ligaternos huecos que cumplen una
doble función: añadir confusión y albergar polvo som-
nífero en su interior.
La cerbatana es un arma tan silenciosa que al ser dispa-
rada por un atacante escondido no revela su localiza-
ción, por lo que podrán volver a aplicar su bonificación
de invisibilidad hasta que sean descubiertos. Lo que
sí les alertará es la caída de aquellos que se duerman
a causa del veneno de sus dardos. Si los personajes se
giran para investigar lo ocurrido darán la espalda a la
vanguardia ligaterna, que también aprovechará la co-
yuntura para disparar sus cerbatanas.
Por si esto fuera poco, cada vez que un personaje gol-
pee a un ligaterno tira 1d6 modificado por Suerte para
determinar qué han golpeado exactamente:
1-2 Un ligaterno de escayola. El golpe lo rompe,
lanzando al aire una nube de polvo somnífe-
ro que afectará a todos los personajes adya-
centes (igual que los dardos).
3-5 Un ligaterno petrificado.
6 Un ligaterno auténtico.
Los ligaternos no quieren líos. Buscarán la oportu-
nidad de robar las bolsas de los viajeros dormidos y
huir en cuanto se hagan con todas o en cuanto pier-

Hay tres ligaternos vivos en vanguardia y tres en la

retaguardia, incluido Sqrre. En cuanto todos los per-
sonajes den la espalda a la retaguardia estos atacarán
con sus cerbatanas, centrando sus esfuerzos en los ob-
jetivos más fáciles y menos acorazados. Además, ob-
tienen una bonificación de +1d a su ataque por ser “in-
visibles”. Sus dardos han sido bañados en un potente
somnífero extraído de la mosca del sueño (TS Fort
CD12. Fallo: 1d4 turnos dormido. Éxito: somnolencia,
-2 a la Ini y TS de Ref durante 1d4 turnos).
dan a dos de sus miembros. Squrre siempre será uno
de los supervivientes.
Si se les da caza, los ligaternos utilizarán uno de los
túneles de huida que tienen desperdigados por el bos-
que. Estos estrechos túneles de unos quince pies de
largo cuentan con una entrada y una salida camufla-
das entre la maleza y una trampa de estacas en mitad
del recorrido destinada a retrasar a sus perseguidores
(TS Ref CD 12, 1d6 daño).
Sqrre: Ini +1; Atq espada diminuta +1 cc (1d4-1) o cerba-
tana +3 proyectiles (daño 1 y veneno); CA 12; DG 2d4 (5
pg); MV 20’; Acc 1d20; ESP infravisión 60’, regeneración
caudal, habilidades de ladrón neutral de nivel 1; SV Fort -1,
Ref +1, Vol -1; AL N.
Ligaternos (5): Ini +1; Atq espada diminuta -2 cc (1d4-1)
o cerbatana +0 proyectiles (daño 1 y veneno); CA 11; DG
1d4 (3); MV 20’; Acc 1d20; ESP infravisión 60’, regenera-
ción caudal; SV Fort -2, Ref +0, Vol -2; AL N.
Regeneración caudal: los ligaternos son capaces de regene-
rar miembros perdidos, si bien con tiempo, esfuerzo e ingi-
V La guarida del basilisco
Antecedentes
Gristóbal es uno de los siete enanos grises de la colo-
nia de Aúnmasprofundo, sita en las oscuras simas de
las montañas de Lunambrienta. Hace un par de se-
manas, durante una de sus prospecciones, descubrió
la existencia de la guarida de un basilisco y no tardó
en llegar a la conclusión de que se podrían obtener
pingües beneficios, tanto del basilisco como de sus
víctimas petrificadas. Días más tarde regresó con sus
esclavos degenerados para comenzar con la explota-
ción, instalando algunas medidas de seguridad que
protegieran su inversión.
Gracias a su ceguera, los esclavos pudieron capturar
sin problemas al basilisco y ahora trabajan recolec-
tando los cuerpos petrificados de las víctimas, me-
tiéndolos en cajones llenos de paja para enviarlos a
Aúnmásprofundo, donde serán vendidos a museos,
universidades y coleccionistas. Gristóbal cuenta con
nueve esclavos deformes, robustos y achaparrados a
los que han arrancado los ojos y cosido los párpados.
Se cubren con harapos y llevan grilletes en el cuello.
Su capataz, el obeso Guzag, amaestra murciélagos
como si fueran halcones de cetrería.
Desarrollo
Lee o parafrasea lo siguiente cuando los personajes se
aproximen a la guarida del basilisco:
riendo grandes cantidades de alimento. Este fenómeno se
produce con mayor facilidad con su larga cola, de la que
incluso se pueden desprender voluntariamente en momen-
tos críticos para despistar a sus perseguidores, ya que una
vez que la cola queda suelta esta se agita frenéticamente du-
rante un buen rato. Esto ocurrirá cada vez que un ligaterno
falle una prueba de Moral y huya. Todo el que presencie los
espasmódicos movimientos de la cola deberá superar una
TS de Vol CD 11 o permanecerá 1d3 asaltos sin animarse
a perseguirle, incapaz de apartar la mirada del meneo de la
cola cercenada y paralizado por el asco.
Cada ligaterno tiene 1d4 piezas de cobre, una cerba-
tana, y 2 dardos untados en extracto de la mosca del
sueño (véase más arriba). Sqrre lleva también una ar-
madura de cuero artesanal.
Recompensas
Los personajes obtendrán 1 px adicional por cada
bolsa de monedas que no haya sido robada. En caso
de robo, si en su equipo no especifican la cantidad de
monedas que contiene su bolsa, asume que cada uno
lleva en ellas un 10% de su riqueza.
El camino se hace cada vez más escarpado hasta terminar
en la pared de un risco donde, entre raíces y enredaderas, se
abre la boca de una cueva. En las inmediaciones se exhiben
los cuerpos petrificados de algunos miembros de la partida
de caza de Marcial el Audaz, a juzgar por los escudos de
Malparida que adornan sus ropas, pendones y tabardos.
Rufo el trapero no está dispuesto a entrar en la cueva.
Se quedará fuera “vigilando” la mula. Si los persona-
jes no salen al cabo de unas horas, se marchará a otro
pueblo donde vivirá a partir de entonces con un nom-
bre falso y mucho miedo.
1.1 Entrada
Una estrecha gruta se adentra en las oscuras entrañas
de la colina. Hilillos de agua serpentean por las pare-
des y convierten el suelo en un barrizal. Del interior
surge una corriente de aire frío y húmedo que lleva
un fuerte olor animal.
Gristóbal ha tomado medidas para impedir la entra-
da de intrusos. Los esclavos han excavado un foso
de 10’ de diámetro en la entrada a la caverna y lo
han cubierto de hojas, ramas y barro. Todo el que
pise esta trampa caerá al fondo del foso sufriendo
1d6 puntos de daño (TS Reflejos CD 12 para mitad
de daño). Una vez dentro del foso la víctima podrá
ver una cuerda atada a una roca que parece servir
para trepar hasta arriba. Lamentablemente, la cuer-
da activa otra trampa: si alguien la agarra y tira de
ella, la roca a la que está atada se desprenderá, cae-
rá sobre el infortunado (TS Reflejos CD 12 para que
la piedra no le caiga encima y sufra 1d4 puntos de
daño) y destapará un agujero del que surgirán 3 es-
carabajos albinos.
Los escarabajos albinos son una variedad de coleóp-
teros de caparazón blanco adaptada a la vida en la
oscuridad del mundo subterráneo. Se desenvuelven
con total soltura en la más absoluta negrura, pero
una luz brillante les hará huir y esconderse. Son
unos voraces insectos carroñeros capaces de conver-
tir un cadáver en un montón de huesos en tan solo
unos minutos.
Escarabajos albinos (3): Ini +1; Atq mandíbulas +1 cc
(1d3 daño y engancharse); CA 14; DG 1d4 (2 pg); MV 10’,
trepar 10’; Acc 1d20; ESP infravisión 60’, fotofobia, engan-
charse; SV Fort +1, Ref +0, Vol -1; AL N.
Fotofobia: la exposición repentina a una luz brillante (como
la del sol, una antorcha o una linterna) obligará a los escara-
bajos a superar una prueba de Moral. Además, sufrirán una
penalización de -1d en todas sus acciones mientras sigan ex-
puestos a la luz.
Engancharse: si el ataque tiene éxito el escarabajo podrá co-
larse bajo la ropa de su víctima, engancharse a su carne y
empezar a comérsela. Para arrancarse el escarabajo, la vícti-
ma (o uno de sus aliados) tendrá que desnudarse y superar
una tirada de ataque cuerpo a cuerpo. Mientras permanezca
enganchado, la CA de un escarabajo albino será sustituida
por la de su víctima y le causará automáticamente 1 punto
de golpe por asalto.
1.2 Caverna
La gruta se abre a una caverna de gran tamaño con el
techo abovedado cubierto de estalactitas. En el suelo,
las estalagmitas, los charcos de agua y el barro entor-
pecen el paso y provocan algún que otro resbalón. En
un rincón de la caverna se amontonan los desperdicios
y la carroña procedentes de animales como perdices,
ciervos, roedores y algún que otro jabalí, despojos de
la alimentación del basilisco. Algunas de las criaturas
a medio devorar están petrificadas.
Un pequeño túnel se dirige hacia este, mientras que la
caverna continúa estrechándose hacia el noroeste.
Entre la carroña anidan insectos de todo pelaje, casi
todos gordos, viscosos, de colores pálidos y con más
patas de lo aconsejable. Si se revuelve entre los des-
pojos una miríada de insectos emergerán corretean-
do del montón en busca de otro refugio húmedo y
oscuro, amenazando con picar a todo aquel que se
interponga en su huida. Los insectos no suponen un
peligro, pero dan mucho ascazo.
1.3 El pozo de limo
El agua gotea de las estalactitas formando regueros
que desembocan en una pequeña cisterna natural de
unos 5’ de diámetro. En el fondo parece haber una bri-
llante gema rojiza. A los pies de la cisterna se amon-
tonan varios esqueletos humanoides con sus ropas y
pertenencias extrañamente intactas.
En la cisterna, además de agua, hay un limo decrépito
dispuesto a devorar a cualquier incauto que se acerque
a examinar la enorme y brillante gema, que no es otra
cosa que su vesícula biliar, que la tiene un poco inflama-
da. El limo es una masa gelatinosa transparente prácti-
camente imposible de distinguir de un charco de agua.
Es capaz de formar un pseudópodo para atacar a obje-
tivos cercanos y, aunque es capaz de desplazarse muy
lentamente, prefiere no hacerlo si no es estrictamente
necesario. Este ejemplar ha alcanzado la vejez y empie-
za a sufrir algunos achaques, como la inmensa piedra
que se ha formado en su protoplásmica vesícula biliar.
El limo se limitará a esperar a que alguien le toque
para dejarle paralizado por el contacto y engullirle
después. También atacará con sus pseudópodos a
cualquiera que se acerque a rebuscar entre los huesos
que rodean su recipiente.
Entre el montón de huesos y despojos se acumula
todo aquello que el limo no ha podido digerir, como
una daga, una espada corta, la cabeza de un hacha,
una maza, varios clavos, una cota de bandas sin co-
rreas, 1d20 piezas de cobre, 1d10 de plata y 1d5 de
oro, y un extraño estilete transparente llamado Res-
ponso. Además, la vesícula biliar del limo es un po-
deroso componente arcano para pócimas y rituales, y
tiene un valor de 25 po.
Responso
Se trata de un estilete que lleva en el pomo el símbolo
de los Celadores del Erebo, una reservada y enigmática
orden monástica dedicada a proporcionar descanso a
los muertos vivientes. Responso es un arma forjada en
el plano espiritual, por lo que es capaz de dañar a cual-
quier ser fantasmal o inmaterial. Sin embargo, si se uti-
liza para atacar a otro ser vivo del plano material habrá
un 50% de posibilidades de que la hoja atraviese a su
objetivo sin causarle ningún daño.
Responso: arma mágica +1; Azote de muertos vivientes
(Cazador); Poderes: Detectar invisibilidad (1/día, prue-
ba de conjuro +5); AL Legal; Int 7; Empatía; Propósito
especial: dedicado a la búsqueda y aniquilación de fan-
tasmas, espíritus y espectros.
Charco de limo decrépito: Ini (siempre el último); Atq
seudópodo +2 cuerpo a cuerpo (daño 1d6 y parálisis); CA 10;
DG 3d8 (12 pg); MV 5’, trepar 5’; Acc 1d20 ; ESP mitad de
33
 daño de armas cortantes o perforantes, ácido, contacto para-
lizante, vulnerable al frío; SV Fort +4, Ref -8, Vol -6; AL N.
Ácido: cualquier criatura que toque el limo sufrirá 1d6 pun-
tos de daño. El limo intentará cubrir objetivos adyacentes
y engullirlos. Las víctimas engullidas sufrirán 1d6 puntos
de daño y no podrán escapar ni llevar a cabo acción alguna
sin antes superar una prueba enfrentada de Fuerza contra el
limo (el limo tiene Fue 14).
Contacto paralizante: el contacto con el limo o sus pseudópo-
dos exigen al objetivo superar una salvación de Fort CD 13.
Un fallo provoca parálisis durante 1d6 turnos.
Vulnerable al fuego y al frío: este limo es muy acuoso y, por
lo tanto, puede hervir y congelarse a la misma temperatura
que el agua. Sufre el doble de daño del fuego y el frío.
1.4 La caverna de los hongos
Una galería serpentea hacia el oeste y desemboca en
otra caverna de altísimos techos en la que destaca una
inmensa columna natural situada en el centro, forma-
da por la unión de una estalactita y una estalagmita.
Se escucha el sonido del curso del agua procedente del
túnel que se abre hacia el oeste. Unos hongos enormes
han crecido alrededor del pilar hasta cubrir práctica-
mente todo el suelo de la caverna. Son esféricos y gi-
gantescos, alcanzando el tamaño de una calabaza.
Cerca de la salida oeste hay un cajón de madera del
tamaño de un hombre que yace roto y astillado en el
suelo. La tapa está abierta y deja asomar un poco de
paja. Si los personajes examinan el cajón comprobarán
que está lleno de paja y que hay una mano humana
de piedra enterrada en ella. Por lo visto, un par de es-
clavos transportaban a un hombre petrificado cuando
el cajón se les cayó al suelo y la mercancía sufrió un
pequeño desperfecto.
Los hongos son ejemplares de una especia llamada
“pedo de ogro” que Gristóbal ha hecho crecer a ambos
lados de la columna mediante unas esporas de creci-
miento rápido. Basta el más mínimo contacto para que
estos hongos desprendan una densa y apestosa nube
de esporas que se adhieren a la piel y la ropa. Su fun-
ción es la de advertir de la presencia de intrusos a los
esclavos degenerados que trabajan en las cavernas in-
teriores. Para cruzar el suelo de la caverna sin pertur-
bar los pedros de ogro habrá que superar una prueba
de Agilidad CD 10. El olor de estas esporas no desa-
parecerá hasta que pase una semana, aunque se podrá
acelerar el proceso con baños, aceites y perfumes.
En caso de que expulsen sus esporas, seis esclavos
degenerados acudirán corriendo al cabo de 1d4+1
asaltos, atraídos por el olor. Estos esclavos son el pro-
ducto de una concienzuda selección y crianza de es-
clavos humanos por parte de los enanos grises hasta
34
conseguir una raza capaz de desenvolverse con sol-
tura en la oscuridad de sus túneles. A todos ellos se
les ha arrancado los ojos y cosido los párpados, por lo
que han desarrollado un excelente sentido del oído y
del olfato. Son robustos y achaparrados, de piel páli-
da y pelo blanquecino y resulta difícil distinguir a los
machos de las hembras, incluso aunque vayan prác-
ticamente desnudos. Se comunican por medio de un
tosco lenguaje de gruñidos y gritos o en el lenguaje
universal de la violencia utilizando palos, piedras o
las cadenas de sus grilletes.
Esclavos degenerados (6): Ini -1; Atq palos, piedras o ca-
denas +3 cc (daño 1d4+2); CA 13; DG 1d8+2 (7 pg); MV
25’; Acc 1d20; ESP: olfato 120’, ceguera; SV Fort +2, Ref
+1, Vol -2; AL C.
Ceguera: los esclavos no pueden ver, por lo que ignoran todo
efecto mágico visual y ataque de mirada.
Los esclavos lucharán hasta fallar una tirada de mo-
ral, momento en el que se retirarán a la caverna del
río subterráneo.
1.5 Caverna del río subterráneo
La galería conduce a una caverna dividida por un río
subterráneo que discurre de este a oeste, desaparecien-
do en el interior de la roca. Al otro lado del río, unos
grilletes penden vacíos de la pared. Entre montones
de paja y cajones de madera, tres esclavos degenera-
dos levantan el cuerpo petrificado de un caballero y lo
guardan en uno de ellos. Junto a ellos, un musculoso
e imponente degenerado no para de amenazarles con
un látigo y ladrar órdenes en su brusco y desagradable
lenguaje. Se trata de Guzag, el capataz.
Esta es la caverna donde trabajan los esclavos dege-
nerados, almacenan víctimas del basilisco en cajones
de madera y las envían hasta Gristóbal por medio del
río subterráneo. El sonido del río hace que los esclavos
no escuchen con claridad el ruido procedente de otras
zonas de la cueva. De ahí la necesidad de plantar los
pedos de ogro.
En cuanto sea consciente de la presencia de intrusos,
Guzag ordenará a los esclavos que abandonen sus
labores y ataquen. Los esclavos deberán invertir un
asalto en cruzar el río, durante el cual serán bastante
vulnerables. Guzag intentará proteger su avance recu-
rriendo a sus enormes murciélagos amaestrados.
Esclavos degenerados (3): Ini -1; Atq palos, piedras o ca-
denas +3 cc (daño 1d4+2); CA 13; DG 1d8+2 (7 pg); MV
25’; Acc 1d20; ESP: olfato 120’, ceguera; SV Fort +2, Ref
+1, Vol -2; AL C.
Ceguera: los esclavos no pueden ver, por lo que ignoran todo
efecto mágico visual y ataque de mirada.
La amenazadora presencia del capataz hace que los escla-
vos reciban un bonificador +2 en sus pruebas de moral.
Guzag: Ini +1; Atq látigo +1d4+1 cc (daño 2d4+2), crítico
19-20; CA 13; DG 2d8+2 (12 pg); MV 25’; Acc 1d20; ESP:
olfato 120’, ceguera, hazañas marciales (desarme o derribo);
SV Fort +2, Ref +1, Vol +1; AL C.
Ceguera: Guzag no puede ver, por lo que ignora todo efecto
mágico visual y ataque de mirada.
Guzag tiene dos orondos murciélagos amaestrados
que atacan a su mandato, comen de su mano, dan la
patita y hacen otros trucos por el estilo. Están escondi-
dos entre las estalactitas del techo de la caverna.
Murciélagos (2): Ini +1; Atq +1 cc (1d4 y presa vampírica),
CA 12, DG 1d8 (6 pg), Mov 40‘ volando; Acc 1d20, Esp:
sonar, drenaje de sangre. SV Fort +2, Ref +2, Vol +0; AL N.
Drenaje: con un ataque con éxito, el murciélago se adhiere
al objetivo y causa automáticamente 1 punto de daño por
asalto hasta que se desprende o muere.
Para atravesar la pared de roca y acceder a la cámara del
basilisco los personajes podrán utilizar los cajones de
madera como embarcaciones improvisadas o nadar río
abajo. En ese caso, será necesario superar una prueba de
habilidad CD 10 modificada por Fuerza (y los penaliza-
dores de armadura y carga). Con un fallo, el personaje
se hundirá y comenzará a ahogarse: perderá 1 punto de
Vigor y el siguiente asalto deberá volver a intentar su-
perar otra prueba con idénticas consecuencias.
1.6 La cámara del basilisco
Cuando los personajes entren en esta caverna lee o pa-
rafrasea lo siguiente:
El río corre por esta caverna antes de desaparecer nueva-
mente en la pared oeste, donde han instalado una red sobre
dos estacas para detener los cajones de madera y evitar que
sean arrastrados por la corriente. En una esquina hay una
jaula enorme de gruesos barrotes de metal donde dormita
un basilisco al que han cubierto la cabeza con una caperuza
de cuero atada con correas. Junto a la jaula hay más cajones
de madera y una singular pareja supervisando su contenido
antes de que unos esclavos los carguen y se los lleven por un
túnel abierto en la pared norte.
La pareja está compuesta por un enano inexpresivo de piel
grisácea que se asoma flemático a las cajas y toma notas en
un libro mientras su acompañante, un mediano de rostro
ojeroso unido a él por una cadena, hace cuentas con un ába-
co. Parecen unidos por una larga cadena de un extraño metal
negruzco. Los colores parecen apagarse alrededor del enano.
Solo el oro conserva su brillo e incluso parece intensificarse.
El enano cierra el libro y dirige sus fríos y grises ojos a los
recién llegados para decirles con un tono inexpresivo: “Esta
es una iniciativa privada, les ruego que nos dejen continuar
con nuestro trabajo y abandonen esta caverna”.
Se trata de Gristóbal y Catulo, su contable, un mediano
en eterno estado de crispación nerviosa debido al es-
trés que le produce estar unido a su patrón por medio
de los grilletes grises. Están haciendo inventario de sus
últimas adquisiciones. Llevan varios días expoliando
la guarida del basilisco e incluso tienen ya algún que
otro comprador interesado en los bienes hallados, en-
tre ellos, el cuerpo de Marcial.
Gristóbal solo busca una cosa: dinero. Si los persona-
jes quieren el cuerpo de Marcial el Audaz, será suyo
por una módica cantidad… a la que habrá que añadir
los daños y perjuicios causados (esclavos muertos). El
enano pedirá la intemerata de 100 po por el heredero
de Malparida y 10 po por cada esclavo muerto, aunque
también estará dispuesto intercambiarlo por algo de
valor equivalente o una buena oportunidad de negocio
como, por ejemplo, el anillo de Urraca Borja.
Gristóbal no teme una respuesta violenta de los per-
sonajes, aunque no se puede decir lo mismo de Catu-
lo. El enano disfruta de la protección de unos grille-
tes grises que le libran de todo mal y, además, sabe
que tiene algo que los personajes necesitan. Si aun así
llega a verse amenazado, intentará liberar al basilis-
co para que siembre el caos y la destrucción. Si no
se le retira la caperuza, el basilisco estará cegado y
solo tendrá un dado de acción de d16. Obviamente,
los personajes pueden recurrir a la misma estrategia
y liberar al basilisco mediante algún conjuro o asom-
brosa hazaña marcial.
Si Catulo muere, Gristóbal se convertirá en una som-
bra y desaparecerá por el túnel excavado en la roca de
la pared norte. Este túnel se adentra varios kilómetros
en las entrañas de la tierra hasta llegar a la colonia de
35
 enanos grises de Aúnmasprofundo. El viaje por esta
galería será penoso y plagado de peligros.
Basilisco: Ini -1; Atq mordisco +5 cc (daño 1d10) o garra
+3 cuerpo a cuerpo (daño 1d4) o mirada (especial); CA 16;
DG 5d8 (22 pg); MV 40’; Acc 1d16 o 2d20; ESP mirada
(Vol CD 14); SV Fort +6, Ref +1, Vol +1; AL C.
vo. Gracias a estos grilletes, cuando el enano utiliza
cualquiera de sus habilidades especiales (como con-
vertirse en sombra), estas afectan también a su es-
clavo. Además, el esclavo sufrirá todo daño y efecto
pernicioso de un ataque o conjuro que tengan a su
amo como objetivo. Una vez muerto el esclavo, el
amo sufrirá daño de forma normal.

Mirada: cualquiera que mire a los ojos de un basilisco deberá Tesoro:

superar una salvación de Voluntad CD 14 o quedará con-
vertido en piedra de forma permanente.
Catulo, contable mediano: Ini +0; Atq abrecartas +1 cc
(daño 1d4); CA 11; DG 2d6 (7 pg); MV 20’, Acc 1d20; ESP:
Infravisión 30’. SV: Fort +1, Ref +1, Vol +0; AL N.
Gristóbal, enano gris: Ini +1; Atq látigo +3 cc (1d6 + TS
Ref 14 o enredado) y cadenas +3 cc (TS Ref 14 o enredado);
CA 15 (cota de escamas); DG 3d10+3 (20 pg); MV 20’; Acc
1d20+1d16; ESP Infravisión 60’, grilletes grises, convertir-
se en sombra, grisura; SV Fort +3, Ref +1, Vol +4; AL N.
Un basilisco, varias personas petrificadas metidas en
cajones de madera, entre ellas, Marcial el Audaz, picos,
palas y provisiones de mala calidad para varios días
de viaje.
Catulo lleva pluma y tintero, unas resmas de papel y
unas notas en las que se puede leer un inventario de
las piezas recobradas y una lista de nombres, posibles
compradores de los cuerpos petrificados.

Convertirse en sombra: un
enano gris se puede trans-
formar en sombra y despla-
zarse por el suelo, las pare-
des y el techo, como haría
una sombra normal. En su
forma de sombra el enano
gris solo puede sufrir daño
de conjuros, armas mágicas
+1 o mejores, o criaturas con
ataques mágicos naturales.
El proceso resulta agotador
para el enano y no podrá ata-
car ni interactuar con su en-
torno mientras permanezca
en forma de sombra.

Grisura: los colores se ate-

núan en la proximidad de
un enano gris. Este fenóme-
no se acentúa cuando hay
varios enanos grises juntos,
llegando a apagar totalmen-
te los colores para convertir
el mundo en una escala de
grises. Solo hay algo que no
pierde su color en las inme-
diaciones de los enanos gri-
ses: el oro, que brilla con más
intensidad todavía.

Grilletes grises: se tra-

ta de un grueso cinturón
unido a una cadena de
unos tres metros de largo
que termina en un grillete
para el cuello de un escla-
36
 VI Regreso y recompensas
Si los personajes consiguen recuperar el cuerpo de
Marcial deberán emprender el viaje de vuelta al cas-
tillo de Malparida, probablemente haciendo noche
en la cabaña de caza. Puedes utilizar los encuentros
aleatorios del viaje de ida en el viaje de vuelta. Es
más, puedes repetir el mismo encuentro que se pro-
dujera en el viaje de ida, sobre todo si fue el de los
hermanos curiosos.
El Marqués recibirá a los personajes con gran alegría y
su alquimista, Hirónides, le aplicará los aceites nece-
sarios para curar su petrificación. Marcial volverá a la
vida un poco aturdido y algo lento de reflejos.
A pesar de su mala fama, el Marqués cumplirá su pa-
labra y recompensará a los personajes con un título
menor como el de Caballero, Maestro Gremial o Gran-
de de Malparida, y unas tierras; si bien aprovechará la
ocasión para que la pérdida de esas tierras en cuestión
redunde en su propio beneficio. Así, los personajes
serán los nuevos propietarios de una fortaleza toma-
da por bandidos, una abadía maldita, un laboratorio
mágico supuestamente abandonado o unas tierras
fronterizas disputadas con una tribu de bárbaros. La
aventura está servida.
Apéndice 1: Mapas
La guarida del basilisco
El fracaso es una opción
Si los personajes fracasan en su intento de recuperar el
cuerpo de Marcial, el Marqués de Malparida perderá a
su único heredero y se producirá una época turbulenta
y oscura en la que varios nobles con derecho a la suce-
sión (o que clamarán tenerlo) se enfrentarán entre ellos
para sufrimiento del pueblo.
Si los personajes son derrotados por Gristóbal y sus
esclavos, el enano les encadenará y les pondrá unos
grilletes para conducirles al mercado de esclavos de
Aúnmasprofundo, donde serán vendidos al mejor
postor. Los aventureros son un bien muy codiciado
para las razas de la infraoscuridad, ya que son capaces
de operar libremente bajo el sol y tener éxito en tareas
en las que sus esclavos habituales nunca podrían. Es
una forma ideal para introducir cualquier aventura sin
necesitar más gancho que: “Tenéis que hacer esto por-
que os lo manda vuestro nuevo amo”.
Otra posibilidad es que el basilisco les petrifique, en
cuyo caso serán vendidos como una macabra curio-
sidad a cualquier coleccionista y tal vez recuperen su
estado carnal... dentro de varios cientos de años.
2
3
37
 - Exteriores -

- Subterráneo -

- Planta -

Cabaña de caza
38
 Vínculos aventureros
Cualquier grupo de aventureros recién creado te lo puede confirmar: nada une más que sobrevivir a un embudo.
La terrible circunstancia que catapulta a una vida de rapiña y peligros es la excusa perfecta para explicar qué
diantres pintan juntos un elfo cerero, una molinera humana, un mediano pollero y una enana granjera de hongos.

Pero, ¿qué ocurre cuando la peligrosidad inherente a la vida del aventurero empieza a aligerar las filas? ¿Cómo
se explica que aparezcan nuevos integrantes de forma repentina, dispuestos a unirse a un grupo de completos
extraños? Y lo que desafía aún más la suspensión de la incredulidad, ¿cómo encuentran al grupo en medio de
una mazmorra plagada de fétidas criaturas?

A veces el mismo discurrir de una gesta ofrece oportunidades para rellenar los huecos, pero otras muchas veces
se echa en falta un motivo que cohesione al grupo de aventureros, y que además explique las incógnitas o incon-
gruencias indicadas anteriormente. Esta es la razón por la que nacen las organizaciones de aventureros (aunque
por supuesto, ninguna se llamaría a sí misma “organización”), a partir de vínculos de muy diversa índole.

¿Quién debería decidir qué tipo de grupo se crea? Si la aventura que lo originó no lo deja claro, las dos opciones
viables son obvias: o los jugadores, o el Juez con la aquiescencia de los jugadores. Siendo un juego que ama las
tablas y los resultados aleatorios, incluimos la opción de dejar esta elección en manos de la suerte.

Como corresponde al género de espada y brujería, hemos clasificado los vínculos en “Por la gloria”, “Por el oro”,
y “Por la gloria y el oro”. Además de la descripción de cada organización, las hemos diferenciado a través de esta
serie de variables:

• Nivel inicial • Ámbito

Como ocurre con otros aspectos del juego, CdM no
precisa qué ocurre cuando tu PJ muere y tienes que
crear uno nuevo. Esto es deliberado: cada Juez creará
sus propias reglas caseras al respecto. En este aparta-
do, proponemos el nivel con el que comenzarán los
PJs de reemplazo.
Disponibilidad inmediata de sustitutos según el entor-
no donde se encuentran los aventureros, a saber: rural,
urbano y silvestre (también se incluyen en este último
inframundos, otros planos y demás zarandajas). Si un
ámbito no aparece indicado aquí, el grupo deberá tras-
ladarse al lugar adecuado para obtener un nuevo PJ.
39
 • Líder
Toda organización aventurera precisa de un líder para el grupo, aunque no quieran admitirlo o no lo nombren
como tal; esta posición puede acarrear tanto beneficios como algún perjuicio para el PJ que lo asuma. Como ven-
taja, al identificarse abiertamente como tal (“Soy Gaudencio, líder de los Humilladores, azote de la campiña”) y
una vez por batalla, los enemigos tendrán que superar una salvación de Moral, con una CD y unas consecuencias
como se muestran en la siguiente tabla:

Nvl líder DG enemigos CD Resultado

1-2 1 10 huida
2-3 8 -1 al ataque, hasta que alguien hiera al líder
3-5 1-2 12 huida
3-4 10 -1d al ataque, hasta que alguien hiera al líder
5-6 10 -1 al ataque, hasta que alguien hiera al líder
7-9 1-3 14 huida
4-6 12 -1d al ataque, hasta que alguien hiera al líder
7-8 10 -1 al ataque, hasta que alguien hiera al líder
10 1-3 18 huida
4-7 14 -1d al ataque, hasta que alguien hiera al líder
8+ 12 -1 al ataque, hasta que alguien hiera al líder

• Ventajas • Desventajas
Aquí se detallan las prebendas derivadas de pertenecer Al igual que con las ventajas, las hay que se aplican
a una organización aventurera; algunas afectan a las re- a nivel mecánico y otras para aportar sabor y color
glas, otras a la ambientación y el discurrir de la campaña. a las partidas.

Por la gloria (tira 1d6)

1 Los elegidos. Sois peones en la contienda eterna, pero quizá algún día lleguéis a ser torres o alfiles… Los
poderes de la Ley, la Neutralidad y el Caos os utilizan como agentes en su enfrentamiento por lograr la
supremacía en el multiverso.
Nivel inicial: PJs Legales, igual al actual; PJs Neutrales, media del nivel de los PJs, redondeando hacia
abajo; PJs Caóticos, prueba de Suerte (1d20, igual o menor que la Suerte actual): superada por 5 o menos,
igual al nivel actual; por 10 o más, igual al nivel actual más uno; fallada por 5 o menos, un nivel menos;
por 10 o más, dos niveles menos.
Ámbito: cualquiera. Los nuevos reclutas llegan guiados por sueños y presagios, estéis donde estéis.
Líder: deberá alinearse con uno de los poderes, convirtiéndose en un paladín, un dechado del poder co-
rrespondiente con las responsabilidades que ello acarrea (aunque el resto del grupo no tiene por qué
dedicarse en exclusiva a dicho poder).
Ventajas: el conflicto perpetuo conspira para que sigáis adelante, porque, ¿qué es una causa sin alguien
que la apoye? Disponéis de una reserva común de puntos de Suerte; tira 1d7 al inicio de cada partida (los
puntos sobrantes no se “arrastran” a la siguiente partida).
Desventajas: no podéis negaros a las gestas que os encarguen los poderes, so pena de sufrir una pérdida
diaria e individual de 1d3 puntos de Suerte hasta que os embarquéis en la misma, momento en el que
recuperaréis los puntos perdidos.
Si tomáis partido por un lado u otro, seréis dianas móviles para el bando contrario (o bandos contrarios,
en el caso de la Neutralidad).
40
2 Chispa divina. Ya sea porque los dioses os hicieron a su imagen y semejanza o porque sois el producto de
los devaneos de seres divinos, es innegable que poseéis una porción de esa esencia deífica.
Nivel inicial: igual al actual. Sois la crème de la crème, lo mejor de lo mejor.
Ámbito: urbano. Los de vuestra ralea os sentís atraídos por las aglomeraciones humanas.
Líder: deberá ser siempre el PJ de mayor nivel del grupo. En caso de empate, el líder será aquel que tenga
la mayor Personalidad. Si sigue habiendo un empate, dirimidlo con 1d7.
Ventajas: al final de cada aventura cada miembro del grupo recibe al menos 1 punto de Suerte, sin impor-
tar el éxito o fracaso de la misma.
Desventajas: os veis envueltos continuamente en gestas, lo queráis o no, y no todas beneficiosas para
vosotros. Además, sois el objetivo de seres sobrenaturales de toda índole que buscan probar su valía
contra sus “iguales”.
3 Los testigos de Bobugbubilz. Sois seguidores devotos, puede incluso que fanáticos, del mismo patrón/
dios. Quizá formáis parte de la congregación oficial, o habéis creado una heterodoxia propia.
Nivel inicial: 1d10, con un máximo igual al nivel del PJ al que se sustituye; vuestra causa sagrada atrae a
gran variedad de aventureros y los aceptáis a todos por igual.
Ámbito: urbano y rural. Allá donde hay gente, hay creyentes.
Líder: tiene que ser, o bien clérigo en el caso de los seguidores de un dios, o mago/elfo si se trata de los
de un patrón.
Ventajas: +1d al lanzar el conjuro Vínculo con patrón o solicitar Auxilio divino.
Desventajas: estáis en el ojo del huracán divino/patronal; se espera mucho de vosotros, más que del ado-
rador/seguidor medio, por eso vuestros errores duelen más. Cuando sufras estigma de patrón, tira dos
veces en la tabla de estigmas y aplica ambos resultados; cuando tires en la tabla de reprobación deífica,
añade 2d4 al resultado.
4 Ascensión. No queréis ser sirvientes: queréis cortar el bacalao, queréis alcanzar la divinidad. Pero no es
un camino de rosas: se lo podéis preguntar a los que se sientan ahora en las más altas esferas, que por
cierto no llevan demasiado bien que haya competencia.
Nivel inicial: 1. No hay piedad para los arribistas.
Ámbito: silvestre. El conocimiento oculto está, como bien dice su nombre, oculto.
Líder: el aventurero de mayor antigüedad del grupo; si hay más de uno, el que tenga más PX. Si continúa
habiendo un empate, el PJ que tenga la menor Suerte.
Ventajas: obtenéis siempre (1 x nivel actual) PX adicionales por encuentro. Si sobrevivís a un intento de
Recuperar el cuerpo, obtendréis (5 x nivel actual) PX. Vais sin frenos y a lo loco.
Desventajas: los poderes establecidos no os miran con buenos ojos; solo obtenéis 1 punto de Suerte como
máximo por aventura.
Sois un imán para los seguidores del resto de dioses y patrones sobrenaturales, que suelen concentrar su
ira en vosotros.
5 La inclusa para superdotados del archimago Zeta. La historia es muy similar para todos: huérfano, mal-
viviendo en la ciudad o en el campo, un extraño os ofrece una nueva vida de aventuras para poder desa-
rrollar vuestro potencial. Todos aceptáis.
Nivel inicial: 1. Ningún huérfano abandona los terrenos del orfanato hasta que está preparado para una
vida de aventuras, y no hay otra forma de probar vuestra valía.
Ámbito: rural. El archimago tiene su base de operaciones en una mansión alejada del mundanal ruido, y
cuenta con delegaciones en otros lugares rústicos.
Líder: un misterioso benefactor, vuestro mentor. Cada grupo de huérfanos cuenta con un líder, que tiene
que ser forzosamente de alineamiento Legal, y que es el enlace con vuestro mecenas.
Ventajas: contáis con todo el equipo mundano que os haga falta. Además, al disponer de la nutrida biblio-
teca de vuestro mentor, los magos y elfos pueden elegir 1d3 de sus conjuros iniciales y 1 de los conjuros
que aprendan al subir de nivel.
Desventajas: seguís un estricto código ético que os alinea con la Ley; recibís misiones y encargos de vuestro
benefactor muy a menudo. Quien abandona esta senda es marcado como un proscrito y cazado por el
resto de huérfanos.
41
 6 Leyendas vivientes. Vais a pasar a la posteridad, sea como sea. Ya sois famosos, pero lo seréis más; esto
atrae a toda clase de jóvenes (y no tan jóvenes) deseosos de emociones fuertes y fama.
Nivel inicial: igual al del PJ que se sustituye -1. No aceptáis a cualquiera en vuestras filas.
Ámbito: urbano. Las ciudades son la meca de los que quieren alcanzar el renombre y la auténtica gloria, y
auténticas picadoras de carne de dichos aspirantes.
Líder: solo puede serlo un elfo o un humano guerrero o ladrón. Y a poder ser, carismático y guapo.
Ventajas: vuestra fama os precede; el populacho os jalea, las posaderas os hacen ojitos, los guardias hacen
la vista gorda. +1d en pruebas sociales, 10% de descuento en servicios (posadas, mesones) y tiendas.
Desventajas: no hay nada que guste más a la gente que ver caer a los que están arriba. No obtenéis ningún
PX de los encuentros que entrañen actividades ilícitas en las que haya testigos.

Por el oro (tira 1d6)

1 Mercenarios. Sin duda, la forma más directa y lucrativa de dedicarse al mundo de la aventura es fundar
una compañía mercenaria. Además, es de las pocas formas de lograr que el vulgo y las autoridades os
tomen un poco en serio.
Nivel inicial: mitad del actual, redondeando hacia abajo (mínimo nivel 1). Sois profesionales, por el
amor de Justicia.
Ámbito: urbano. Los mejores trabajos y candidatos provienen invariablemente de los centros urbanos.
Líder: obviamente, tiene que ser un guerrero (o un enano), y el de mayor nivel del grupo. Además, su
nombre debe constar en el contrato de constitución de la compañía.
Ventajas: contáis con una cantera casi inagotable de reclutas de nivel 0 que actuarán como servidores pero sin
cobrar nada (sí, becarios). Por lo demás, siguen las mismas reglas indicadas en el manual de CdM (pág. 310).
Desventajas: si queréis conservar vuestra reputación y por ende a vuestros clientes, tenéis que aceptar al
menos un trabajo por cada gesta personal que emprendáis.

2 Gremio de aventureros. Se veía venir: donde hay negocio, surgen los intermediarios. Ya sea porque pre-
ferís contar con cierta cobertura legal o porque directamente os obligan, formáis parte de un gremio, tal y
como podría ser el de curtidores, caldereros o ladrones.
Nivel inicial: 0. Cualquiera puede emprender la exótica y peligrosa vida del aventurero, y como dictan las
leyes de todo gremio, se empieza como aprendiz.
Ámbito: silvestre. Las ruinas, como todo buen aventurero sabe, son el lugar adecuado para encontrar los
tesoros de mayor valor y el auténtico conocimiento oculto.
Líder: cualquier PJ de nivel 1 o más. Dependéis, eso sí, de un maestro gremial que es el líder absoluto de
la organización; aunque cada “capítulo” como el vuestro tiene su propio líder.
Ventajas: podréis descansar y abasteceros de víveres en las casas capitulares sin coste alguno, y recibir
información veraz sobre vuestra próxima gesta (el Juez suministrará rumores veraces de las tablas perti-
nentes o comunicará uno de los detalles de la aventura).
Desventajas: debéis entregar el 10% de todo el tesoro “monetario” que encontréis (joyas, monedas, obras
de arte…) al gremio. Si encontráis reliquias mágicas o conjuros, el gremio requiere que se los entreguéis
para estudiarlos (en el caso de objetos o armas mágicas) y copiarlos (en el caso de los conjuros), pero os
los devolverán al cabo de dos partidas.

3 Patente de “corso”. Las tierras del conde son demasiado extensas, los monstruos demasiado atrevidos y
las ruinas demasiado peligrosas. Tenéis permiso de vuestro señor feudal para ocuparos de todo lo que su
guardia o las mesnadas no pueden manejar.
Nivel inicial: el del PJ de menor nivel. Si ese PJ eras tú, entonces nivel 1: las zonas salvajes no tienen con-
cesiones con los débiles.
Ámbito: rural. Las extensas zonas sin civilizar que reyes y otros gobernantes dejan a hombres y mujeres lo
bastante intrépidos o inconscientes para que se ocupen de ellas en su nombre.
Líder: debe tratarse de un humano de al menos nivel 1, y en ningún caso un mago. Las rudas gentes del
campo son supersticiosas y un pelín xenófobas.

42
 Ventajas: contáis con el apoyo del “poder” oficial de la zona, y sois oficiales de facto de su gobierno. Al
llegar a nivel 5, podéis reclamar una zona que hayáis pacificado personalmente para construir un castillo
o fortificación y gobernar como señores feudales bajo el amparo del conde.
Desventajas: no podéis actuar en contra de la ley, so pena de perder vuestra patente. También debéis
atender las peticiones de ayuda de los vasallos del conde, siempre que tengan que ver con la defensa de
aldeas, resolución de disputas, etc.

4 La parada de los monstruos. Hartos de ser atracciones de feria, tontos de pueblo y objeto de las pedradas
de los niños, os habéis aliado para ganaros la vida de una forma medio digna, en la que no importa pare-
cer un elefante o que vuestro hermano siamés homicida viva en una cesta de mimbre.
Nivel inicial: 0. Aceptáis a cualquiera que precise de cobijo y una segunda oportunidad por causa de su
monstruoso aspecto.
Ámbito: podéis elegir dos ámbitos al crear el grupo, raritos hay en todos lados.
Líder: irónicamente, tiene que ser el que más “humano” parezca, con el fin de contar con un nexo de unión
con el resto de la sociedad supuestamente “normal”. Por lo demás, no importa el nivel ni la clase.
Ventajas: provocáis asco y repulsa, hasta el universo parece evitaros. Una vez por partida podéis ignorar
un resultado de pifia, ya sea en combate, lanzando un conjuro, utilizando una habilidad de ladrón o in-
cluso un resultado de reprobación divina.
Desventajas: todos tenéis alguna tara física, de origen mundano o sobrenatural. Representadla como
deseéis, pero a efectos de juego también os impone un -1 a una característica de vuestra elección,
excepto Suerte.

5 La sangre tira más que el oro. Vuestro pueblajo (Hirot, Humilladero, Chacineros de Arriba…) cayó, pero
los supervivientes estáis unidos por el lazo más fuerte: la familia. Aunque os desperdigasteis por los
cuatro vientos, es tradición que cuando haya una vacante en el grupo, sea cubierta por uno de aquellos
habitantes originarios o alguno de sus descendientes.
Nivel inicial: 0. Puede que no sean los mejores candidatos, pero sois familia, cuidáis los unos de los otros
y enchufáis a quien haga falta.
Ámbito: rural y urbano. La vecindad emigró a donde pudo, ya fuera campo o ciudad, pero seguís en con-
tacto y sabéis perfectamente dónde vive cada uno.
Líder: el PJ más viejo del grupo, sin importar clase ni nivel. La gerontocracia es el pegamento que os une,
queridos convecinos.
Ventajas: sois como una “mente colmena”, por lo que al emprender una prueba de habilidad no entrenada
lo hacéis tirando -1d en lugar de 1d10 (normalmente, 1d16); además podéis hacer pruebas de Inteligencia
para saber más sobre criaturas extrañas y lugares remotos. Las batallitas de los abuelos sí que sirven para
algo, según parece.
Desventajas: aventureros o no, seguís siendo gente humilde que piensa en el futuro. Tenéis que ahorrar
la mitad de todos los tesoros que consigáis en previsión de las posibles vacas flacas que, antes o después,
siempre vienen.

6 Parias. Aunque todos decís que sois inocentes, ese tatuaje en vuestra cara, esa mano amputada o ese pelo
rapado afirman lo contrario. Marcados por la justicia, desterrados, repudiados… solo os tenéis los unos
a los otros.
Nivel inicial: igual al actual. La vida que lleváis es muy dura, y desde luego que solo los más aptos sobreviven.
Ámbito: silvestre. Os habéis echado, literalmente, “al monte”. Solo podéis encontrar a los vuestros en los
lugares más apartados y despoblados, y vivir en relativa paz.
Líder: el PJ que tenga la suma más alta de las características de Fuerza y Vigor. En un ambiente tan duro,
solo los más fuertes sobreviven, y solo el más preparado de entre ellos se erige como líder.
Ventajas: contactos en los bajos fondos de las ciudades y entre el bandidaje de las zonas rurales, así como
los piratas y demás calaña de ríos y mares. Os prestarán su ayuda en materia de información, escondites,
equipo, seguidores, etc. Esperarán un mínimo intercambio, eso sí.
Desventajas: nadie, aparte de otros como vosotros, os ayudará; la gente os teme y os desprecia. Cualquier
interacción social con gente de bien sufrirá una penalización de -2d, a no ser que encontréis la forma de
ocultar vuestra condición.

43
 Por la gloria y el oro (tira 1d3)

1 Conan rey. Vuestras miras son más altas que las de la mayoría de rufianes y buscavidas de vuestro entor-
no: algún día seréis los soberanos de vuestro propio reino. Pero no por razones tan esquivas y circunstan-
ciales como el linaje o el derecho divino, sino por la fuerza de vuestro brazo y el ingenio de vuestra mente.
Nivel inicial: 2 menos que el PJ que tenga el mayor nivel (mínimo 1). Aceptáis gustosamente nuevos adep-
tos de renombre y poder en vuestra causa expansionista, pero evitáis que os hagan sombra.
Ámbito: rural. Hay grandes extensiones de territorio sin domeñar o con líderes débiles esperando vuestra
firme mano para ser unificados.
Líder: cualquier PJ del grupo que posea dotes de mando. Además, el líder no podrá negarse nunca a com-
bates singulares (ya sean mágicos o marciales) contra el líder de otro grupo, máxime si dicho enemigo es
el gobernante de una región.
Ventajas: sois gente de espíritu indómito, recios y con una voluntad de hierro. Una vez al día, al final de
un combate, recuperáis 1d4 pg. A nivel 4, serán 1d6 pg, y a nivel 8, 1d8 pg.
Desventajas: es imposible labrarse o conseguir un reino sin pisar alguna que otra cabeza. Los líderes ene-
migos tienen 2 dados de golpe más, y siempre encuentran la manera de escapar para volver una y otra
vez con nuevos aliados y planes aún más descabellados.

2 Yo, yo mismo y este elfo. TODOS sois diferentes encarnaciones de la misma persona/alma/identidad,
pero de épocas/planos/especies distintas: da igual la clase, el sexo o el alineamiento. No podéis evitarlo,
os atraéis los unos a los otros como la polilla a la llama.
Nivel inicial: el mismo, con los mismos PXs que el PJ al que se reemplaza; sus andanzas y carrera aventu-
rera han sido casi idénticas a la del anterior personaje.
Ámbito: todos. Otros planos, el callejón que hay detrás de la posada o vuestros sueños son algunos de los
lugares en los que podéis encontrar a vuestras almas gemelas.
Líder: todos y ninguno. Podéis elegir a uno de entre vosotros para ocupar dicho puesto, pero vuestros
adversarios le confundirán continuamente con otro miembro del grupo.
Ventajas: todos vuestros PJs tienen la misma cantidad de PXs, aunque no hayan participado en un encuen-
tro o incluso no se hayan encontrado presentes en una sesión de juego; el destino evita que estén ociosos
mientras el resto se bate el cobre.
Desventajas: por la misma regla de tres, cualquiera criatura, brujería o similar que drene niveles o
PXs afectará a todos los PJs del grupo por igual. Además, los mercenarios o seguidores que se unan
al grupo exigirán el doble de dinero de lo normal; es muy inquietante estar rodeado de gente con
tamaño nivel de compenetración.

3 The Warriors. Las grandes ciudades-estado son pequeños mundos repletos de ocasiones para la aventura
y para llenarse los bolsillos, además de contar con una reserva casi infinita de niños y jóvenes sin futuro.
Por protección mutua, ansias de poder y de riquezas, dichos jóvenes se organizan en bandas callejeras.
Nivel inicial: 0. Los jóvenes iniciados en la banda empiezan desde abajo.
Ámbito: totalmente urbano. Las bandas callejeras se nutren de los descastados y los desechos de la socie-
dad urbanita.
Líder: ser jefe de una pandilla no es fácil; una vez por sesión de juego, si el líder no supera una prue-
ba de Suerte CD 12, se tendrá que enfrentar con un aspirante al puesto. Este será un PNJ del mismo
nivel y clase que el PJ, generado aleatoriamente, y deberá vencerle en combate singular para poder
conservar el liderato.
Ventajas: cada PJ de nivel 1 o superior cuenta con 1 seguidor totalmente leal de nivel 0; a partir de nivel
5, serán dos. Estos seguidores obtienen PX, suben de nivel y se pueden elegir como PJ de reemplazo. Si
alguno muere, habrá que esperar a la siguiente partida para atraer a otro, que siempre será de nivel 0.
Desventajas: tenéis que defender con uñas y dientes vuestro territorio y estatus, siempre amenazado por
otras bandas. Cada partida tendréis que superar una prueba de Suerte CD 14 en la que aplicaréis todos
los modificadores de Suerte del grupo. Si la falláis, sufriréis un encuentro orquestado por otra banda
(combate, trampa, negociación, etc.).

44
 Equipo inicial para nivel 0
¿Cansado de empezar los embudos con una piedra de
aspecto extraño, una gallina y un saco de excrementos
en tu haber? ¿Harto de entrar en una mazmorra sin
una antorcha, un rollo de cuerda o una pértiga de 10’
como Azi Dahaka manda? ¡Prueba tu habilidad como
regateador en la maravillosa economía de trueque que
impera en los mundos de fantasía pseudo medieval de
Clásicos del Mazmorreo!
La mecánica es harto sencilla: por cada artículo de
equipo inicial (es decir, el que recibes junto a tu ofi-
cio o el que obtienes al lanzar en la tabla 3-4: Equipo)
que intercambies, podrás hacer una tirada en una de
las Sub-tablas de Trueque elegida al azar en la Ta-
bla Maestra de Trueque... Sí, también puedes trocar tu
arma, pero nada te asegura que consigas otra a cambio.
El emocionante e impredecible arte de regatear, como
bien sabe cualquiera que haya pasado sus vacaciones
en ciertos países, tiene un elevado componente de ne-
gociación, carisma y caradura, y en el caso del medie-
vo, suerte (nadie te asegura que vayan a tener lo que
buscas, a los grandes almacenes les quedan algunos
siglos por aparecer).
Cada punto de bonificación en Personalidad y Suerte
incrementarán la tirada en +1, y cada punto de pe-
nalización lo disminuirán en -1. El elfo abogado, el
embaucador, el mediano comerciante, el mercader y el
vendedor ambulante y oficios similares podrán elegir
en qué Sub-tabla tiran.
La última opción a la que puedes acogerte es cam-
biar uno de tus artículos por otro de la Sub-tabla
a la que “pertenece”; aquí el Juez es el que deberá
decidir a qué categoría pertenece. Eso sí, esta tirada
la realizarás con 1d16.
Y, por supuesto, nada te impide utilizar esta regla para
el día a día de tu campaña, combinándola con o susti-
tuyendo al clásico pero poco fidedigno sistema proto-
capitalista basado en la compraventa mediante piezas
de oro, granos de cacao o conchas de moluscos.
¿Qué hago con la calderilla?
Las rudas gentes de nivel 0 reciben 5d12 pie-
zas de cobre en el momento de su creación, y
algunos oficios como el mediano comerciante, el
mediano prestamista, el mercader, el noble y el
recaudador comienzan incluso con más fondos.
Más de uno se preguntará por qué no puede
gastarse ese dinero para adquirir equipo y sal-
tarse todo el rollo planteado en este artículo, ha-
ciendo buen uso de los aprendizajes de nuestra
sociedad capitalista y desigual. Efectivamente,
es una opción: puedes permitir a los jugadores
explayarse en la típica escena ligera de compras
en la gran ciudad con música de fondo.
45
 Sub-tabla 2: religioso*
La otra opción es llevar el concepto de la eco-
1 Hueso de rata de Nimlurun
nomía de trueque hasta sus últimas consecuen-
cias, y dictaminar que el dinero es poco más 2 Pendiente de bubón reseco de Ahriman
que chatarra en el entorno rural o silvestre en el 3 Piel de serpiente de Azi Dahaka
que suelen comenzar la mayoría de las aventu-
4 Rana disecada de Bobugbubilz
ras, y que más les vale reservarlo para cuando
lleguen a una metrópolis. 5 Máscara de cuervo de Malotoch
6 Vitela con un secreto inconfesable del Señor
Oscuro
7 Fragmento de la espada de Cadixtat, el Titán
Tabla Maestra de Trueque (Tira d30) del Caos
1-2 Sub-tabla 1: sobrenatural
8 Esqueje sagrado de Ildavir
3-6 Sub-tabla 2: religioso
9 Pellejo con agua de mar de Pelagia
7-12 Sub-tabla 3: gremial
10 Collar tentacular de Cthulhu
13-14 Sub-tabla 4: aventura
11 Caja-acertijo de Amun Tor
15 Sub-tabla 5: ornamento
12 Amuleto lunar de Shul
16-18 Sub-tabla 6: ocio
13 Vial de semen de Choranus
19-25 Sub-tabla 7: subsistencia
14 Yunque de viaje de Daenthar
26-28 Sub-tabla 8: animal
15 Tratado sobre estrategia militar de Aristemis
29 Sub-tabla 9: armadura
16 Yelmo en miniatura de Gorhan
30 Sub-tabla 10: armas
17 Conos de incienso de Ulesh (1d7)
18 Pañuelo ensangrentado de Klazath
Sub-tabla 1: sobrenatural*
19 Dedo momificado de Justicia
1 Rama de dríade
20+ Elige uno de la lista: otorga +1 a las pruebas
2 Varita de zahorí
de Expulsar lo impío a clérigos del dios corres-
3 Raíz de mandrágora pondiente
4 Pluma de roc * de dudoso origen y/o utilidad, menos resultado 20+
5 Hueso de tigre
6 Cuerno de unicornio Sub-tabla 3: gremial
7 Colmillo de león 1 Trampas (1d5) y veneno (1/2 libra) para ratas

8 Escamas de dragón (1d7) 2 Herraduras (1d4) y clavos (1d10)

9 Colgante de pata de conejo 3 Vara de medir (1 yarda, hierro colado)
10 Tabas de cordero (1d12) 4 Cuchillos (1d3) de desollamiento
11 Símbolo arcano grabado en madera 5 Tenazas de sacamuelas y una botella de licor
fuerte
12 Cabeza reducida
6 Balanza romana y juego de pesas
13 Pata de mono (con 1d5 dedos)
7 Plomada y nivel
14 Tabla ouija (madera)
8 Costurero (tijera pequeña, agujas, hilos de tres
15 Cuenco de cráneo humano
colores)
16 Péndulo de piedra semipreciosa
9 Martillo y cincel
17 Runas de marfil (1d7)
10 Mortero y viales (1d6)
18 Mazo del tarot
11 Navaja de barbero y jabón
19 Bola de cristal
12 Cedazo y azogue (1d3 libras)
20+ Elige uno de la lista: otorga +1 a las pruebas
13 Sanguijuelas para sangrías (1d7)
de un conjuro de nivel 1 de mago/elfo elegi-
do al azar 14 Alambique pequeño de cobre y bayas (1 libra)
* de dudoso origen y/o utilidad, menos resultado 20+ 15 Pluma, tinta y pergamino
46
 16 Ábaco y libro de cuentas 16 Dominó
17 Tintes y fijador para tela (1d3 colores) 17 Laúd
18 Estampitas de santas/os (1d10) y cepillo 18 Pipa de arcilla y tabaco (1/4 libra)
19 Pinceles (1d3) y colores al óleo (1d5) 19 Rapé (1/4 libra)
20+ Elige una de la lista 20+ Elige una de la lista

Sub-tabla 4: aventura Sub-tabla 6: ornamento

1 Sartén de hierro 1 Jabón
2 Piedra de afilar 2 Aceite para el pelo
3 Olla pequeña de cobre 3 Kohl
4 Abrojos (1d14) 4 Colorete (1d3 colores)
5 Capa engrasada 5 Carmín de labios
6 Manta de lana 6 Perfume
7 Saco de dormir 7 Cinturón de cuero
8 Especias exóticas 8 Peluca blanca
9 Tienda de campaña, individual 9 Abanico con bordados
10 Campanilla 10 Zapatos de cuero
11 Tienda de campaña, para 1d5+1 personas 11 Blusa de seda
12 Mapa de la región 12 Capa de terciopelo
13 Carta náutica 13 Gemelos (Tira 1d7: 1, oro; 2-3, plata; 4-7, cobre)
14 Reloj de arena 14 1d3 pendientes (Tira 1d7: 1, oro; 2-3, plata; 4-7,
15 Ariete portátil cobre)
Catalejo 15 Monóculo
16
Brújula 16 1d5 anillos (Tira 1d7: 1, oro; 2-3, plata; 4-7, co-
17
bre)
18 Botas de cuero
17 Dientes de oro (1d5)
19 Astrolabio
18 1d7 perlas
20+ Elige uno de la lista
19 Collar (Tira 1d7: 1, oro; 2-3, plata; 4-7, cobre)
20+ Elige una de la lista
Sub-tabla 5: ocio
1 Botella de anís (vacía) y cuchara
Sub-tabla 7: subsistencia
2 Peonza de madera
1 Cuchara de madera
3 Maracas
2 Ristra de ajos
4 Canicas de hueso (1d14)
3 Membrillo (1/4 libra)
5 Matraca
4 Tarro de mermelada de arándanos
6 Caramillo Hogaza candeal
5
7 Pandereta 6 Bota de vino (llena)
8 Petanca de piedra 7 Cecina de buey (1d6 tiras)
9 Crótalos 8 Sombrero de paja
10 Herraduras (1d7) y una estaca 9 Tarro de miel
11 Tamboril 10 Trampa para pájaros
12 Dados (1d6, 1 en 1d7 de que estén cargados) 11 Ristra de chorizos (1d10)
13 Cornetín 12 Trampa para conejos
14 Baraja de cartas y 1d14 contadores de arcilla 13 Capa de arpillera
15 Gaita 14 Caña de pescar
47
 15 Rueda de queso (1d5 libras) 10 Guanteletes (niegan un crítico a las manos, un
16 Jubón remendado solo uso)
17 Trampa para jabalíes 11 Hombreras (niegan un crítico a los hombros,
un solo uso)
18 Calzas de algodón
Botas de cáñamo 12 Codales (niegan un crítico a los codos, un solo
19
uso)
20+ Elige una de la lista
13 Avambrazos (niegan un crítico a los antebra-
zos, un solo uso)
Sub-tabla 8: animal
14 Brazales (niegan un crítico a la parte superior
1 Asta de ciervo
de los brazos, un solo uso)
2 Cuerno de toro
15 Falda (niega un crítico a la entrepierna o posa-
3 Pieles de conejo (1d5) deras, un solo uso)
4 Piel de tejón
16 Peto (niega un crítico al torso, un solo uso)
5 Piel de jabalí
17 Gola (niega un crítico al cuello, un solo uso)
6 Piel de ciervo
18 Yelmo (niega un crítico a la cabeza, un solo
7 Piel de oso
uso)
8 Piel de armiño
19 Escoge 1 artículo de esta lista
9 Gato
20+ Escoge 1d3 artículos de esta lista
10 Murciélago domesticado
11 Rata domesticada
12 Hurón entrenado Sub-tabla 10: armas
13 Cuervo amaestrado 1 Escardillo (daño 1d3)
14 Perro ovejero
2 Sierra (daño 1d3)
15 Perro de caza
3 Podadora* (daño 1d4)
16 Burro
4 Hoz (daño 1d4)
17 Mula
18 Poni 5 Escalpelo (daño 1d4)

19 Caballo 6 Látigo (daño 1d4, +1d a las maniobras de presa)

20+ Elige uno de la lista 7 Pala (daño 1d5)
8 Azada (daño 1d5)
Sub-tabla 9: armadura
9 Rastrillo* (daño 1d5)
1 Broquel (+1 CA, la primera vez que recibes un
ataque y no te impactan, se rompe) 10 Horca* (daño 1d6)

2 Pavés (+4 CA, no se puede atacar, -10’ al Mo- 11 Atizador (daño 1d6)
vimiento) 12 Arpón (daño 1d6)
3 Torre (+2 CA, -1d al ataque, -5’) 13 Machete (daño 1d6)
4 Barda para poni (CA 1d4) 14 Pico (daño 1d6)
5 Barda para caballo (CA 1d4) 15 Guadaña* (daño 1d7)
6 Escarpes (niegan un crítico a los pies, un solo 16 Espetón (1d7)
uso)
17 Bichero* (1d7)
7 Rodilleras (niegan un crítico a las rodillas, un
solo uso) 18 Chuzo* (1d7)

Quijotes (niegan un crítico a los muslos, un 19 Atrapa-hombres* (1d6, +1d a las maniobras
8
solo uso) de presa)
20+ Elige una de la lista
9 Grebas (niegan un crítico a la parte inferior de
las piernas, un solo uso) * Arma a dos manos
48
 Clases de espada y brujería para CDM
Las clases humanas del manual de CdM son conceptos icónicos de la Espada y Brujería: el Guerrero, el Mago,
el Ladrón e incluso el Clérigo. Solo con personalizar una Tabla de Reprobación y Sacrificios, el Juez podrá crear
fácilmente auténticos sacerdotes de Espada y Brujería seguidores de Mitra, Set, Cthulhu, etc.

Sin embargo, resulta difícil encontrar un lugar para las clases humanoides (Enano, Elfo y Mediano) en la ma-
yor parte de la ficción original y tradicional de Espada y Brujería. Podrías limitarte a ignorar esas clases, pero
tienen unas reglas estupendas y, de hecho, pueden simular conceptos fieles a la Era Hibórea o a Lakhmar,
por poner un ejemplo.

Cada una de las clases humanoides del manual recibe el mismo tratamiento: un nombre nuevo (seguido
por algunas sugerencias), algunos ajustes y uno o dos rasgos que sustituyen viejas habilidades raciales
como la Infravisión.

El Defensor
(o Guardián, Protector o Juramentado)
Clase original: Enano
Concepto: mientras que los guerreros pretenden
desentrañar el enigma del acero como un fin en sí
mismo, los Defensores lo consideran una herra-
mienta para ser esgrimida en aras de un bien mayor.
Los Defensores se ven a sí mismos como baluartes
contra la muerte. Son vagabundos solitarios en la
foresta que protegen sus fronteras, guardaespaldas
de princesas y sacerdotisas, fanáticos consagrados a
una causa, un lugar o incluso una persona, o tal vez
simples hermanos de armas.
Puntos de vida: un Defensor obtiene 1d10 puntos de
golpe por nivel.
llerescas o incluso culturas dedicadas a proteger un
lugar o un pueblo, casi siempre desde el anonimato.
Modificador de ataque: los Defensores no reciben un
modificador de ataque fijo en cada nivel. En su lugar,
reciben un dado de hazaña, como el guerrero. En ni-
vel 1, es un d3. En cada ataque, el Defensor tira este
d3 y aplica el resultado tanto a su tirada de ataque
como a su tirada de daño. En un ataque, el dado po-
dría otorgarle un +1 a sus tiradas de ataque y daño.
En el siguiente, ¡el dado podría otorgarle un +3! El
dado de hazaña aumenta con el nivel del Defensor,
llegando a d7 en nivel 5, y continuando hasta llegar a

Entrenamiento con armas: los Defensores prefieren

combatir con un arma y un escudo. Los Defensores
están entrenados en el empleo de las siguientes ar-
mas cuerpo a cuerpo: hacha de batalla, garrota, daga,
hachuela, espada larga, maza, espada corta, lanza,
espadón y martillo de guerra. Los Defensores tam-
bién están entrenados en las siguientes armas de pro-
yectiles: ballesta, jabalina, arco y honda. Los Defen-
sores pueden llevar cualquier tipo de armadura que
se puedan permitir.

Alineamiento: los Defensores Legales son los Jura-

mentados, miembros de sectas religiosas y órdenes
sagradas, seguidores de códigos ancestrales, com-
prometidos con la protección de un linaje, un lugar o
tal vez una simple doctrina. Los Defensores Caóticos
son Protectores, vagabundos anónimos que eligen a
aquellos que consideran merecedores de su custo-
dia, incluso aunque ellos no quieran. Los Defensores
Neutrales, los Guardianes, son una rara especie. Sue-
len pertenecer a ejércitos derrotados, órdenes caba-
49
 d10+4 en nivel 10. El Defensor siempre vuelve a tirar
este dado en cada asalto de combate. En niveles ele-
vados, cuando un Defensor tiene varios ataques, se
aplica el mismo dado de hazaña a todos los ataques
que lleve a cabo en el mismo asalto de combate.
Asombrosas hazañas marciales: los Defensores, al
igual que los Guerreros, son capaces de llevar a cabo
Asombrosas hazañas marciales durante el combate.
Consulta la sección del Guerrero en el manual de
CdM para obtener una descripción completa.
Custodio: los Defensores destacan en la lucha con
un escudo en una mano y un arma en la otra. Cuan-
do lucha con un escudo, un Defensor siempre obtie-
ne un golpe con el escudo como ataque secundario.
Este golpe con el escudo utiliza un d14 para atacar
(en lugar de un d20). El Defensor añade su dado de
hazaña a esta tirada, al igual que todos sus ataques,
y puede intentar realizar una Asombrosa hazaña
marcial que requiera un escudo además de la de su
arma. El golpe con el escudo causa 1d3 puntos de
daño. Algunos Defensores personalizan sus escudos
añadiendo pinchos o bordes afilados para causar
más daño, mientras que otros encantan sus escudos
con poderes únicos. Un Defensor que posea varios
dados de acción (niveles 5+) seguirá obteniendo tan
solo un golpe con el escudo por asalto.
En lugar de golpear con el escudo, un Defensor podrá
utilizar un bloqueo. Cuando se ataque a un aliado
adyacente, el Defensor podrá utilizar su dado de gol-
pe con el escudo para bloquear el ataque del enemi-
Nivel Legal/Juramentado
1 Vigilante
2 Custodio
3 Inquisidor
4 Fanático
5 Templario
El Pícaro
Clase original: Mediano
Concepto: los Pícaros son bribones y vagabundos que
saben de todo un poco. Son parásitos urbanos que ra-
piñan ciudades y civilizaciones, y al mismo tiempo son
incapaces de abandonarlas. Los Pícaros aprenden un
poco de todo: lucha, latrocinio e incluso algo de hechi-
cería (“mago callejero” es otro nombre habitual con el
que se conoce a un pícaro de inclinaciones arcanas).
50
go. Si el resultado de la tirada del Defensor es igual
o mayor que el de la tirada de ataque del enemigo, el
aliado habrá sido protegido. En lugar de proteger a
un aliado, un Defensor también podrá bloquear para
protegerse a sí mismo, pero con una penalización de
-1d (los Defensores han sido entrenados para pensar
en sus protegidos, nunca en sí mismos).
Con el permiso del Juez, un Defensor puede cambiar
el escudo por otra arma exótica apropiada para parar
o desviar, como una daga o un látigo (el daño seguirá
siendo de 1d3).
Suerte: a nivel 1, el modificador de Suerte de un De-
fensor se aplica a sus tiradas de ataque con un tipo
de arma específico (es decir, “espada larga”, no “es-
padas”), igual que el Guerrero. Este tipo de arma se
debe elegir en el nivel 1, y el modificador quedará
fijado para siempre, incluso si cambia el valor de la
característica de Suerte del Defensor. Una elección
habitual es “escudos”.
Dados de acción: los Defensores reciben un segundo
dado de acción al alcanzar el nivel 5. Los Defensores
siempre invierten sus dados de acción adicionales en
ataques. El golpe con el escudo de un Defensor siem-
pre se añade a sus dados de acción de base.
El Defensor utiliza los mismos dados de Ataque/
Hazaña, Dados de Crítico/Tabla, Dados de Acción y
progresión de Salvaciones que el Enano.
Sus títulos son:
Neutral/Guardián Caótico/Protector
Guardia Vagabundo
Centinela Yojimbo
Guardabosques Zorro
Celador Vengador
Cancerbero Caballero Oscuro
Puntos de vida: un Pícaro obtiene 1d6 puntos de gol-
pe por nivel.
Entrenamiento con armas: los Pícaros prefieren lu-
char blandiendo un arma en cada mano. Los Pícaros
están entrenados en el uso de la garrota, la ballesta, la
daga, la hachuela, la jabalina, el arco corto, la espada
corta, la honda y el bastón. Los Pícaros suelen llevar
armaduras de cuero.
Alineamiento: los Pícaros Legales suelen ser protec-
tores de los desfavorecidos (aunque a veces piden
un pago a cambio). Los Pícaros Neutrales se consi-
deran artistas, bardos, renegados, herejes autopro-
clamados (y frecuentemente aprendices y acólitos
fracasados) e innovadores. Los Pícaros Caóticos sue-
len ser asesinos, extorsionadores y duelistas sangui-
narios (y traicioneros).
Lucha con dos armas: los Pícaros son maestros en la
lucha con dos armas, como se indica a continuación:
• Normalmente, la efectividad del combate con dos
armas depende de la Agilidad del personaje (véan-
se las páginas 94-95 del manual CdM). Se consi-
dera que los Pícaros tienen siempre una Agilidad
mínima de 16 cuando luchan con dos armas. Esto
implica que tiran con una penalización de -1d en
su primer y segundo ataque, basándose en la ca-
dena de dados (normalmente 1d16 para el primer
ataque, y 1d16 para el segundo).
• Los Pícaros pueden luchar con dos armas de una
mano que tengan el mismo tamaño, como dos ha-
chuelas o dos espadas cortas.
• A diferencia de otros personajes, cuando luchan
con dos armas, los Pícaros consiguen un crítico y
un impacto automático obteniendo un resultado
de 16 en el dado.
(como el castillo de un Señor o una embajada de
los enanos) tienen una CD 20.
• Rumores: si el Pícaro dedica 2d4 horas (o 1d4 ho-
ras y algo de oro), podrá reunir o propagar rumo-
res en un pueblo o ciudad (reduce este tiempo a
la mitad en el caso de lugares pequeños y limita
sus efectos en grandes ciudades, tal vez dividien-
do una metrópolis en cuatro o seis zonas). Los
rumores populares actuales se obtienen automá-
ticamente. Descubrir información sobre un PNJ
local, lugar o acontecimiento reciente tiene una
CD 10. Descubrir pistas o indicios de la ubicación
de la guarida secreta del gremio de ladrones, un
templo perdido o un PNJ que se está escondiendo
de la Guardia suele tener una CD 15 (descubrir
información acerca de objetos mágicos suele caer
dentro de esta clasificación). Descubrir auténticos
secretos (o a la persona que los conoce) tiene una
CD 20. Esta última CD es la que se aplica para
descubrir cosas como la puerta secreta que con-
duce a los aposentos del Rey, la capilla del último
paladín del reino, la biblioteca de un archimago
muerto hace siglos, etc. Un Pícaro también puede
propagar rumores, con una CD basada en la per-
sona o el impacto de las mentiras (contarle a todo
el mundo que Rogar el Gordo está endeudado po-
dría tener una CD 10, pero propagar que el Rey es
un satanista tendría una CD 20).

• Si un Pícaro tiene una puntuación de Agilidad

mayor que 16, utilizará las reglas normales de
combate con dos armas correspondientes a su
Agilidad.

• Cuando lucha con dos armas, un Pícaro solo pifia

cuando el resultado de la tirada de ambos dados
es un 1.

Latrocinio: a los Pícaros se les da bastante bien pasar

desapercibidos. Reciben una bonificación igual a su
nivel a las habilidades Esconderse en las sombras,
Moverse en silencio, Disfrazarse, Acechar y Rumo-
res. Estas habilidades se utilizan del mismo modo
que las habilidades de Ladrón del mismo nombre.
Las dos últimas habilidades son nuevas y se descri-
ben a continuación:

• Acechar: el Pícaro es capaz de seguir a una per-

sona en zonas urbanas o en espacios públicos
(tabernas, festivales, salones) sin ser visto. Si el
objetivo no conoce al Pícaro y el lugar es de li-
bre acceso para ambas partes, la CD suele ser 10.
Seguir a un grupo grande y organizado o entrar
en una zona controlada (como un templo o una
iglesia) tiene una CD 15. Seguir a alguien entre
una muchedumbre en la que claramente destacas
o en el interior de un lugar fuertemente vigilado
51

Sobre los rumores y la OSR: la habilidad de
Rumores nunca deberá reemplazar la interpre-
tación, la exploración, ni la investigación. Esta
habilidad no proporciona libre acceso a objetos
mágicos o aliados, ni permite al grupo tomar
un atajo en la aventura. Los rumores proporcio-
nan ganchos de juego, contactos y direcciones.
Resulta especialmente útil cuando el grupo no
sabe dónde buscar o a dónde ir. Y, teniendo en
cuenta que los Pícaros son unos PJs urbanos es-
tupendos, incluso una tirada fallida de rumo-
res debería ser de utilidad. Por ejemplo: si el
Pícaro pretende dar con el pasadizo secreto de
las cloacas al castillo del Rey y fracasa, deja que
el grupo encuentre la entrada, pero hazles caer
en una emboscada del gremio local de ladrones
(o de los cazadores de ratas).
Ensalmos y maleficios: todos los Pícaros han coque-
teado con la magia en algún momento de su vida y
poseen ciertos conocimientos esotéricos que les per-
miten Lanzar conjuros de un pergamino como un La-
drón (CdM pág. 41); aunque el Pícaro siempre lo hará
tirando 1d10 en la prueba de conjuro, añadiendo su
nivel y su modificador de Inteligencia.
Sus estudios arcanos también les permiten dominar
ciertos ensalmos, maleficios y maldiciones menores.
Nada ostentoso ni complicado, ya que en este aspec-
to los Pícaros son más parecidos a brujos, adeptos,
o adivinos rurales. En términos de juego, esto se re-
presenta quemando Suerte. En primer lugar, cuando
queman Suerte, los Pícaros doblan la bonificación
obtenida. Por cada punto de Suerte que queme, el Pí-
caro recibirá un +2 para añadir a una tirada.
En segundo lugar, a diferencia de otras clases, los
Pícaros recuperan un punto de Suerte después de
una noche de descanso. Pueden aumentar la recu-
peración en una cantidad de puntos igual a su nivel
haciendo sacrificios a demonios menores, espíritus o
Nivel Legal
1 Ladrón de ladrones
2 Vigilante
3 Galán
4 Duelista
5 Yakuza
52
diosecillos de la suerte (igual que lo haría un Clérigo,
invirtiendo 50 po por cada punto de Suerte). Esto no
puede hacer que su puntuación de Suerte supere la
puntuación original.
En tercer lugar, un Pícaro puede quemar su Suerte
para afectar a aliados y enemigos. El objetivo debe
estar cerca y el Pícaro debe poder verle. El Pícaro po-
drá actuar fuera del orden de iniciativa para quemar
Suerte y aplicarla a las tiradas del objetivo, ya sea
como penalización o como bonificación. La Suerte
consumida por el Pícaro se puede aplicar a cualquier
tirada llevada a cabo por el objetivo: tiradas de ata-
que, daño, salvaciones, pruebas de conjuro, habilida-
des de ladrón, etcétera.
Un objetivo solo se puede ver afectado por una “bo-
nificación” o “penalización” derivadas de Ensalmos
y maldiciones al mismo tiempo. Si otro Pícaro inten-
ta alterar esas mismas hebras del destino, gastará la
Suerte sin obtener resultado alguno.
Cada vez que un Pícaro utilice esta habilidad para
imponer penalizaciones, deberá hacer una prueba de
Suerte (tirar 1d20 y obtener un resultado igual o me-
nor que su puntuación de Suerte). Si fracasa, sufrirá
algún tipo de disfunción o contratiempo (equivalen-
te a una corrupción menor). La magia negra es magia
negra, incluso aunque solo se trate de un ensalmo.
Por último, cuando un Pícaro utilice esta habilidad,
se producirá algún suceso levemente extraño (los
animales aullarán, las llamas titilarán, un viento pa-
recerá surgir de ninguna parte, etc). Un personaje
que haya recibido formación en ocultismo o que se
haya enfrentado a un hechicero con anterioridad ad-
vertirá que el Pícaro está lanzando un conjuro.
El Pícaro utiliza los mismos dados de Ataque/Haza-
ña, Dados de Crítico/Tabla, Dados de Acción y pro-
gresión de Salvaciones que el Mediano.
Sus títulos son:
Neutral Caótico
Trotamundos Embaucador
Artista Charlatán
Maledicente Granuja
Sabelotodo Libertino
Factotum Bribón
 El brujo
Clase original: Elfo
Concepto: mientras que los Clérigos obtienen sus
poderes de los dioses y los Magos de desentrañar
conocimientos esotéricos, los Brujos.... bueno... los
Brujos toman un atajo. Son aquellos que venden su
alma a cambio de magia, que siguen la senda sinies-
tra que los hombres juiciosos deberían evitar o que
simplemente no pueden resistirse a agarrar esa es-
pada maldita. Aceptan el poder por motivos debi-
damente justificados, o al menos eso es lo que ellos
piensan: lo hacen por venganza, para salvar a un ser
querido, porque un dios o un tutor les ha “fallado”
o tal vez solo porque pueden hacerse con el poder y
creen que eso no les afectará. Los Brujos son aquellos
que emprenden el camino más fácil hacia el poder
arcano. Su magia (y sus mentes) siempre poseen un
toque extraño y oscuro. Los Magos consideran que
los Brujos son “magos menores”, a los Clérigos les
encanta quemarles en la hoguera y los Elfos (si los
utilizas en una ambientación de Espada y brujería)
les consideran adeptos “prometedores”.
Puntos de vida: un Brujo obtiene 1d6 puntos de gol-
pe por nivel.
Entrenamiento con armas: los Brujos están entrena-
dos en el uso de la daga, la jabalina, el arco largo, la
espada larga, el arco corto, la espada corta, el bastón,
la lanza y el espadón. Los Brujos suelen llevar arma-
dura, incluso aunque esto afecte a su capacidad de
lanzar conjuros.
patrones precisamente para evitar esto... aunque las
consecuencias no son agradables, y raro (y aterrador)
es el Brujo que consigue llegar a una edad avanzada.
Nivel de lanzador: el nivel del lanzador es la medida
del poder de un Brujo a la hora de canalizar la ener-
gía de un conjuro. El nivel de lanzador de un Brujo
es igual a su nivel. Por ejemplo, un Brujo de nivel 2
tiene un nivel de lanzador de 2.
Amo sobrenatural: al igual que los Magos, los Bru-
jos son capaces de invocar patrones sobrenaturales.
Un Brujo recibe automáticamente los conjuros víncu-
lo con patrón e invocar patrón a nivel 1, además de sus
otros conjuros.
Nacido en la oscuridad: los ojos de un Brujo bri-
llan en la oscuridad. Los Brujos son capaces de ver
en la oscuridad a una distancia de hasta 30’ (incluso
en una oscuridad mágica). La luz brillante o diurna
siempre resulta incómoda para los Brujos.
Capa de oscuridad: un Brujo es capaz de intensificar
las sombras para ocultar su presencia. Si permanece
inmóvil, recibe una bonificación a esconderse entre
las sombras (solo en las sombras y la oscuridad),
igual que la de un Mediano del mismo nivel.
Suerte: a nivel 1, el modificador de suerte del Brujo
se aplica a la prueba de conjuro de un conjuro de su

Alineamiento: los Brujos Legales son los reticentes,

aquellos que se hicieron con el poder para poder sal-
var a un ser querido (o para evitar que otros peores se
hicieran con él). Los Brujos Caóticos son los más fre-
cuentes. Pueden engañarse a sí mismos con todo tipo
de excusas para aceptar pactos y alianzas a cambio de
poder, pero la verdad es... ¡que buscan el poder porque
lo adoran! Los Brujos Neutrales son los más excepcio-
nales e, irónicamente, los más peligrosos. Indiferentes
ante la Ley y el Caos, los Brujos Neutrales son el tipo de
persona que acepta un pacto con Arioch, Nyarlathotep
o el Dios Lisiado solo porque sienten curiosidad por
aquello que yace en lo más profundo del Abismo o por
lo que existía antes del Caos.

Magia: los Brujos practican magia arcana mantenien-

do pactos con criaturas sobrenaturales. Mientras que
un Mago podría invocar a un demonio unas cuantas
veces a lo largo de su vida, un Brujo necesita que “su”
demonio alimente sus conjuros. Esto hace que los
Brujos sean especialmente vulnerables a las exigen-
cias de sus patrones. Algunos Brujos poseen varios
53
 elección. Este modificador no cambiará aunque cam-
bie la característica de Suerte del Brujo. Cada vez que
un Brujo suba de nivel (o después de completar algu-
na gesta para sus patrones), podrá cambiar el conjuro
que recibirá el modificador de Suerte.
Dados de acción: el dado de acción de los Brujos se
puede invertir en ataques o pruebas de conjuro de
cualquier nivel. A nivel 5, un Brujo podrá lanzar dos
conjuros en un solo asalto, el primero tirando un d20
en la prueba de conjuro y el segundo tirando un d14;
o podrá hacer dos ataques, el primero con un d20 en
la tirada de ataque y el segundo con un d14; o podrá
combinar un ataque con una prueba de conjuro. Nóte-
se que algunos resultados de magia proteica son capa-
ces de sustituir el dado de acción, de modo que un Bru-
jo que obtenga un dado para una prueba de conjuro
particularmente alto (o bajo) mediante magia proteica
utilizará ese dado en lugar del habitual (y el total de
sus acciones seguirá estando limitado por su nivel).
Los Brujos utilizan el mismo dado de Ataque, Dado de
Crítico/Tabla, Dados de Acción, Conjuros conocidos,
Máximo nivel de conjuro y Salvaciones que un Elfo.
Sus títulos son:

Nivel Legal Neutral Caótico

1 Adepto Ocultista Blasfemo

2 Canalizador Hereje Mago Negro

3 Caballero Arcano Guerrero Cabalista Diabolista

4 Gith Vinculador Espada Arcana

5 Espada Teúrgica Magus Hechicero

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