Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Expediente: 2009-20679-42-AAC
Distrito: Cochabamba
Magistrado Relator: Dr. Marco Antonio Baldivieso Jinés
Dentro del proceso administrativo interno que se le siguió por cobros indebidos por trámites ante la
Alcaldía Municipal como inspector, del área de medio ambiente, la autoridad sumariante dictó
resolución que determinó su destitución del cargo, misma que fue recurrida mediante recurso de
revocatoria; por el que, se confirmó la sanción impuesta en su contra.
Es así que, contra la Resolución del recurso de revocatoria, planteo recurso jerárquico, y una vez
resuelto, confirmó la sanción impuesta. Ahora bien, manifestó que el indicado recurso fue resuelto
sin haberle otorgado los cinco días de ley, para producir prueba en instancia jerárquica, y debido a
ello vulneraron sus derechos al debido proceso y al trabajo, además que, existiendo un proceso
penal seguido por la Alcaldía de Colcapirhua en su contra por el delito de cohecho, el Alcalde se
encontraría en una causal de excusa y debió haberse excusado del conocimiento del proceso
administrativo interno y al no haberlo hecho fueron vulnerados los citados derechos, sin tomar en
cuenta que tampoco se respetó su calidad de miembro de la Directiva del Sindicato del Gobierno
Municipal de Colcapirhua.
El accionante estima vulnerados sus derechos al debido proceso y al trabajo, citando al efecto los
arts. 13, 14 y 46 de la Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicitó se conceda la tutela, y se declare la nulidad del memorándum de destitución expedido por
el demandado y se ordene la restitución a su cargo como “Técnico I en sistemas gráficos” con
condenación de costas.
I.2.3. Resolución
La Jueza de Partido de Familia, de la Niñez y Adolescencia de Quillacollo del Distrito Judicial de
Cochabamba constituida en Jueza de garantías mediante Resolución de 5 de octubre de 2009,
concedió la tutela solicitada, disponiendo la nulidad del memorándum 23/2009, y la restitución
inmediata del accionante al cargo anterior de “Técnico I de sistemas gráficos” según memorándum
39/2009, bajo los siguientes fundamentos: a) Que al no excusarse el Alcalde Municipal de conocer el
proceso administrativo, debió haber sido resuelto por un funcionario de similar jerarquía vulnerando
el debido proceso; b) Habiéndose radicado el proceso ante la autoridad jerárquica el 22 de junio de
2009 y resolviéndose el 23 de junio de igual mes y año, sin otorgar el término de prueba de cinco
días, se vulneró de igual manera el debido proceso.
Dada la carga procesal, mediante Ley 040 de 1 de septiembre de 2010, se ampliaron las facultades
otorgadas a este Tribunal por Ley 003 de 13 de febrero de 2010, a objeto de conocer y resolver las
acciones de defensa de derechos fundamentales presentadas a partir del 7 de febrero de 2009; es
decir, bajo el nuevo orden constitucional; según Acuerdo Jurisdiccional 001/2011 de 11 de enero, se
procedió a la reanudación del sorteo de causas, pronunciándose Sentencia dentro de plazo.
II. CONCLUSIONES
De la debida revisión y compulsa de los antecedentes arrimados al expediente, se llega a las
conclusiones siguientes:
II.1. A fs. 11 a 12, cursa la Resolución del recurso jerárquico que confirmó la sanción de
destitución de Carlos Álvarez Hamide dictada el 23 de junio de 2009.
II.2. A fs. 49, cursa Resolución Administrativa (RA) JDT-CBBA-Nº093/08 de 8 de septiembre de 2008,
por la cual, la Jefatura Departamental del Trabajo reconoce desde el 1 de septiembre de 2008 hasta
el 1 de septiembre de 2010, al Directorio del Sindicato de Trabajadores Municipales de Colcapirhua,
evidentemente otorgándole fuero sindical al actual accionante, por ser miembro del Directorio de
dicho Sindicato.
II.3. De fs. 50 a 51, cursa Conminatoria de la Jefatura Departamental del Trabajo dirigida al
Alcalde de Colcapirhua, en la que se conminó a restituir al accionante a su anterior puesto de
trabajo, con todos los beneficios laborales que le corresponden debido al fuero sindical, dentro del
plazo de cuarenta y ocho horas de recibida dicha conminatoria, que fue recibida el 25 de mayo de
2009 en la Alcaldía Municipal de Colcapirhua
El accionante manifiesta que se vulneraron sus derechos al debido proceso y al trabajo, por cuanto
se estableció una sanción, que fue recurrida a través del recurso jerárquico, que fue resuelto sin
darle opción a presentar, pruebas en dicha instancia ya que la Resolución del señalado recurso se
dictó al día siguiente de la radicatoria del proceso ante el Alcalde Municipal. Corresponde en
revisión, analizar si es viable conceder o denegar la tutela solicitada.
En el ámbito normativo, el debido proceso se manifiesta en una triple dimensión, pues por
una parte, se encuentra reconocido como un derecho humano por instrumentos internacionales en
la materia como el Pacto de San José de Costa Rica (art. 8) y el Pacto Internacional de Derechos
Civiles y Políticos (art. 14), que conforme al art. 410.II de la CPE forman parte del bloque de
constitucionalidad, y también se establece como un derecho en el art. 115.II de la misma norma; al
mismo tiempo, a nivel constitucional, se le reconoce como derecho fundamental y como garantía
jurisdiccional, configuración jurídica contemplada ya por el art. 16 de la CPEabrg, que se ha
mantenido y precisado en el art. 117.I de la CPE que dispone: ´Ninguna persona puede ser
condenada sin haber sido oída y juzgada previamente en un debido proceso…`.
Así configurado, es preciso recordar que el derecho y garantía genérica del debido proceso no
se restringe en su aplicación al ámbito jurisdiccional solamente, sino que es extensivo a cualquier
procedimiento en el que deba determinarse una responsabilidad -sea en el ámbito público como
privado- (SSCC 0042/2004 y 1234/2000-R entre otras)´ (las negrillas nos corresponden).
La misma SC 0902/2010-R, respecto a la triple dimensión del debido proceso, señaló que:´…el
debido proceso ha sufrido una transformación de un concepto abstracto que perseguía la perfección
de los procedimientos, es decir que daba preeminencia a la justicia formal, a un ideal moderno que
destaca su rol como única garantía fundamental para la protección de los derechos humanos. El
debido proceso constitucional no se concreta en las afirmaciones positivizadas en normas legales
codificadas, sino que se proyecta hacia los derechos, hacia los deberes jurisdiccionales que se han de
preservar con la aspiración de conseguir un orden objetivo más justo, es decir, el debido proceso es
el derecho a la justicia lograda a partir de un procedimiento que supere las grietas que otrora lo
postergaban a una simple cobertura del derecho a la defensa en un proceso.
Por otra parte, el debido proceso también es considerado como un principio, que emanó del
principio de legalidad penal en su vertiente procesal, y que figura como un principio de
administración de justicia en el art. 180 de la CPE.
Concluyendo este punto, se debe remarcar que, como se aprecia de las citas de los artículos
115.II y 117.I de la CPE, efectuadas anteriormente, la Constitución vigente, en el marco de las
tendencias actuales del Derecho Constitucional ha plasmado de manera expresa el reconocimiento
del debido proceso; derecho-garantía-principio, respecto al que existe consenso en la doctrina y la
jurisprudencia en cuanto al contenido e implicaciones referidos por la jurisprudencia glosada, la que
por ello guarda estrecha congruencia con la carta fundamental vigente y es plenamente aplicable, a
pesar de haber sido desarrollada en el marco de la abrogada, resaltando que su carácter de derecho
fundamental lo hace exigible ante cualquier procedimiento, sea público o privado´.
POR TANTO