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TRAUMATISMO CRANEOENCEFALICO:

El traumatismo craneoencefálico (TCE) es un motivo de consulta frecuente en los


servicios de Urgencias pediátricos. Se define como una lesión de las estructuras de la
cabeza debida a una fuerza externa de origen mecánico. La magnitud del TCE es muy
variable. La mayoría de los TCE que se atienden son leves, pero en ocasiones pueden
producir lesiones intracraneales (LIC) con alta mortalidad y morbilidad asociada, con
aparición de secuelas a largo plazo en algunos casos.
En el TCE se han definido dos entidades:

 Daño cerebral primario: ocurre en el mismo momento del traumatismo.


 Daño cerebral secundario: se puede tratar y anticipar. Secundario a la
isquemia, hipoxia o presión intracraneal elevada y sus consecuencias.
Las fracturas craneales y las lesiones intracraneales (LIC) secundarias a un TCE, son
más frecuentes cuanto menor es la edad del paciente. El niño presenta una superficie
craneal proporcionalmente mayor, un plano óseo más fino y deformable, una musculatura
cervical relativamente débil y un mayor contenido de agua. El mecanismo de producción
depende de la edad del niño y de su desarrollo psicomotor:
• Niños <2 años: caídas, maltrato.
• Niños entre 2-10 años: accidentes de circulación o bicicleta y caídas.
• Niños >10 años: deportes, accidentes de circulación y bicicleta.

Los traumatismos craneales se clasifica según :


1. Según el tipo de lesión: Las contusiones y laceraciones cerebrales implican daño
cerebral estructural y, por lo tanto, son más graves que las conmociones
cerebrales, que consisten en una alteración en la funcionalidad mental o el nivel de
conciencia causada por una lesión que no provoca daño visible a las estructuras
cerebrales.

Conmoción cerebral: estado transitorio de disfunción neuronal tras un


traumatismo, sin lesión cerebral reconocible y es frecuente en niños tras un TCE.
Se manifiesta como confusión, disminución transitoria de la respuesta a estímulos,
vómitos, mareo, cefalea y pérdida de consciencia.

2. Según la gravedad:
 Traumatismo craneal leve: la pérdida de conciencia del accidentado es menor a 30
minutos y al despertar se muestra reactivo a los estímulos, contesta preguntas y
se mueve. Es posible que tenga pequeños episodios de pérdida de memoria que
con el tiempo irán remitiendo. La recuperación es prácticamente completa.

 Traumatismo craneal moderado: la víctima, aunque está consciente, no responde


correctamente a los estímulos. Tiene dificultades para hablar y mantenerse atento,
parece adormecido y estuporoso. En algunos casos puede necesitar ingreso
hospitalario e incluso intervención quirúrgica. Puede dejar secuelas como pérdidas
de memoria puntuales, dificultades en la concentración y cefaleas.

 Traumatismo craneal grave: el accidentado está en estado de coma, no responde


a ningún estímulo y no se despierta. Es absolutamente necesaria la atención
médica urgente. La recuperación de este tipo de traumatismo craneoencefálico es
larga y difícil, y nunca completa.

Cuando un traumatismo craneal causa cambios en el funcionamiento del cerebro,


apareciendo así diversos signos y síntomas de acuerdo con la gravedad de la lesión, se
habla entonces de conmoción cerebral.
Los signos y síntomas de un traumatismo craneal o craneoencefálico pueden aparecer
inmediatamente después del impacto, progresivamente o pueden tardar horas o días en
manifestarse. Incluso cuando no se observa una lesión, es posible que aunque el cráneo
esté intacto el cerebro haya sido afectado, existiendo así una conmoción cerebral.
Una conmoción cerebral tiene una serie de síntomas que pueden variar según la
gravedad, y pueden durar desde unas horas hasta semanas. Según la gravedad se
observan:
 Confusión mental, dificultad para pensar con claridad.
 Pérdida de memoria de los acontecimientos que rodean el momento del accidente.
 Somnolencia, duerme más de lo normal y tiene dificultad para despertarse.
 Pupilas desiguales, al observar los ojos se ve una de ellas más dilatada que otra.
 Alucinaciones, ve luces centelleantes.
 Dificultad al guardar el equilibrio, incluso impidiendo la deambulación.

Signos de alarma en un traumatismo cerebral

En caso de observar algún síntoma de conmoción cerebral se debe estar muy atento,
pues hay señales que hay que tener en cuenta, ya que anuncian un caso de emergencia
en el que hay que actuar con extrema rapidez. Los siguientes signos son motivo de
alarma:

 La conciencia cambia bruscamente, pudiendo estar alerta en un momento e


inconsciente en otro.

 El afectado se comporta de manera inusual.

 La confusión va en aumento y no desaparece.

 Convulsiones con posible pérdida de conocimiento.

 Inconsciencia prolongada (coma).

 Somnolencia.
 Irritabilidad.

 Vómitos repetidos.

 Trastorno de la marcha o del habla.

 Dolor de cabeza intenso.

 Trastorno de la visión.

 Herida en la cabeza que no deja de sangrar.

 Sangre o líquido saliendo por nariz u oído.

 Caída de más de un metro de altura.

 Hematomas en los parpados o alrededor de las orejas.

 Pupilas asimétricas.

 Sospecha de lesión en el cuello.

 Si no sabemos cómo se ha caído.

 Si sabemos que es hemofílico o tiene problemas de coagulación de la sangre..

 Zona hundida en la cabeza.

Los traumatismos craneales leves en principio no requieren ayuda médica inmediata ni


ningún tratamiento especial. Sin embargo, hay que tener en cuenta que los síntomas
pueden aparecer posteriormente, por lo que se deben tomar ciertas medidas de
precaución:

 Vigilar siempre a la víctima de un traumatismo craneal y no perderla de vista.

 Que el afectado no realice acciones que puedan causar otra lesión adicional.

 Que no lleve a cabo actividades que requieran mucha concentración, como la


lectura, operaciones matemáticas u otro tipo de estimulación cerebral.

 Evitar las luces centelleantes e intensas y los ruidos fuertes.

Si se ha comprobado que el traumatismo craneal es moderado o grave y hay afectación


cerebral, deben seguirse otros pasos más precisos:

 Llamar al número de emergencias

 Si la víctima está inconsciente, revisar la respiración y, de ser preciso,


aplicar maniobras de reanimación cardiopulmonar.
 Si está inconsciente pero se ha comprobado que respira, se le debe tratar con
especial cuidado, pues no se sabe si la columna ha sido afectada. Para ello se
coloca a la víctima boca arriba con las manos a los lados de su cabeza para evitar
que se mueva.

 Si la víctima está inconsciente y vomita, girar la cabeza hacia un lado para


prevenir el ahogamiento.

 Si existe hemorragia intentar detenerla aplicando presión firme sobre la herida, con
cuidado de no mover la cabeza y aplicando los cuidados precisos para la
hemorragia.

 Si se sospecha que pueda haber una fractura craneal, la herida no se presiona


directamente ni se retiran los residuos que puedan haber quedado, sino que se
cubre con un apósito estéril, gasa o paños limpios.

 Poner compresas de hielo sobre las áreas inflamadas, con cuidado de no dejarlas
más de cinco minutos seguidos.

Es importante también conocer aquellas actuaciones que debemos evitar o que no


debemos llevar a cabo si nos encontramos ante un caso de traumatismo craneal:

 No abandonar a la víctima en ningún momento.

 Si el accidentado lleva casco y se sospecha de un traumatismo grave, no


debemos retirarlo.

 La víctima no puede beber alcohol durante las 48 horas posteriores a haber sufrido


un traumatismo craneoencefálico.

 No se han de quitar los residuos u objetos que sobresalgan de una herida en la


cabeza, pues se podría desencadenar una hemorragia.

 No mover a la víctima, solo ha de hacerse en los casos en los que se ésta


encuentre en situación de peligro adicional.

 Si un niño se cae y se sospecha de traumatismo craneal, no debe levantarlo ni


moverlo.

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