Está en la página 1de 10

LOS DERECHOS HUMANOS LABORALES DE LOS TRABAJADORES AL

SERVICIO DEL PODER EJECUTIVO DEL ESTADO DE VERACRUZ.

El entramado convencional que tutela los derechos fundamentales de los


trabajadores en México es considerablemente amplio, entre los más representativos
encontramos: La Convención Americana Sobre los Derechos Humanos; La
Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre; El Protocolo
Adicional a la Convención Americana sobre Derechos Humanos en materia de
Derechos Económicos, Sociales y Culturales “Protocolo de San Salvador”; La
Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra
la Mujer “Convención de Belem do Para”; La Convención Interamericana sobre la
protección de los derechos humanos de las personas mayores.

Nuestra Carta Fundamental y Leyes Federales, han tenido que ajustar sus
contenidos, incorporar e instrumentar nuevas figuras jurídicas e instituciones para
dar cumplimiento a los compromisos pactados en tan substanciales instrumentos
internacionales, sin embargo, a nivel local, aun se trata de una asignatura pendiente.

Para la Comisión Nacional de Derechos Humanos en nuestro País, los derechos


humanos protegen a quienes hacen del trabajo lícito su modo de subsistencia y
posibilitan su ejercicio para que las personas laborantes realicen su actividad en ple-
na libertad, constituyen un catálogo de prerrogativas para alcanzar la justicia del
trabajo, y los delimita de la siguiente manera:

 seguridad social,
 permanencia en un empleo,
 indemnizado en caso de despido sin justa o legal causa,
 a un salario,
 a una vivienda,
 capacitación y adiestramiento,
 jornada máxima laboral,
 asociación profesional, entre otros

La reforma Constitucional de 2011, en la que se reconoce la obligatoriedad de los


tratados internacionales suscritos por nuestro país, nos impone la tarea de estudiar
los efectos y vinculación de estos instrumentos supranacionales en las relaciones de
trabajo establecidas entre el Poder Ejecutivo del Estado de Veracruz y sus
trabajadores.

Es por lo anterior, que se estima indispensable entrar en el análisis de los tratados


suscritos por nuestro país, conocer los parámetros básicos de protección ahí
contemplados, a partir de estos datos determinar su cumplimiento en el sector
burocrático local, en su caso, delimitar las asignaturas pendientes de atender.

La obligatoriedad que por disposición Constitucional les fue reconocida, debe ser el
aliciente que motive a los operadores jurídicos, organizaciones colectivas, y en
general a toda la comunidad trabajadora a exigir su cumplimiento.

En consecuencia, se necesita tener un panorama sobre la lucha que existió para la


obtención de dichas garantías, que en la actualidad existen entorno al trabajo.
Reynoso (2006) señala que el trabajo tiene una importante trascendencia en la vida
económica, política y social, y surge la necesidad de organizarlo y establecer leyes
laborales que permiten regular las relaciones laborales. Es trascendente resaltar que
las necesidades laborales a lo largo de la historia no son las mismas debido a las
exigencias que permeaban el contexto cultural, por tanto, dicha necesidad de
organización y más aun de legitimar las acciones tanto del sector que presta un
servicio como para quien emplea a los trabajadores se vuelve fundamental, debido
al pasado que contempla la lucha de los trabajadores.

De acuerdo con la OMS (2006), los trabajadores representan la mitad de la


población en todo el mundo y son las personas quienes contribuyen en mayor
medida al desarrollo económico y social de muchos países. En tanto hablar de
tantas personas en ámbito laboral nos hace pensar en las prerrogativas que
envuelven la relación de patrón-trabajador según lo maneja la parte legislativa.
Ahora bien, no solo se puede delimitar los ordenamientos jurídicos nacionales
cuando existe un antecedente de ampliación en los instrumentos jurídicos en
carácter universal operando como un mecanismo de tutela de los derechos humanos
laborales a partir de la interpretación del principio pro homine y el efecto erga
omnes, es decir a favor del hombre y con una aplicación igual para todos.
Consecuentemente a través de los convenios o los tratados internacionales
ratificados por el Estado mexicano en materia del trabajo, se instituye la obligación
de respetar los compromisos internacionales adquiridos y su integración al sistema
jurídico mexicano.

Se debe precisar que los derechos humanos están íntimamente ligados a los
derechos laborales, es por ello nos sirve como una breve base la definición de Las
Naciones Unidas

“Explican los derechos humanos como los derechos inherentes a todos los seres humanos,
sin distinción alguna de nacionalidad, lugar de residencia, sexo, origen nacional o étnico,
color, religión, lengua, o cualquier otra condición. Todos tenemos los mismos derechos
humanos, sin discriminación alguna. Estos derechos son interrelacionados, interdependientes
e indivisibles.”

De tal modo los derechos humanos laborales son todos aquellos que se vinculan
con el mundo del trabajo, cuyo objetivo es posibilitar las condiciones desde lo
general hasta lo particular laboralmente hablando, dichas condicionantes están
reguladas primeramente en la ley nacional, así como en las determinaciones
jurídicas externas anteriormente señaladas.

Muñiz (2000) hace mención para explicar la naturaleza al derecho humano al trabajo
y sobre todo como una función social-fundamental necesaria en el amplio rango de
características aplicables

“El derecho al trabajo se entiende como la libertad de trabajar y, sobre todo, el derecho de
acceder a un puesto de trabajo en igualdad de condiciones, sin discriminaciones, pueden ser
considerados como ese mínimo definitivamente garantizado […] en todo su contenido posible,
como un principio, como un mandato de optimización, supone, no sólo que algo debe ser
perseguido en la mayor medida posible, sino que también exige una satisfacción mínima de
ese objetivo que viene a configurarse como una regla.”
Cabe mencionar que nuestro país ha suscrito y ratificado 78 convenios ante la
Organización Internacional del Trabajo, dicha organización tiene la mayoría de
elementos esenciales en materia laboral supranacional, de los cuales dichos
tratados y convenios se encuentran en vigor 69, los que han alcanzado el carácter
de norma jurídica nacional. Se tienen ratificados seis de los ocho convenios
fundamentales, uno de cuatro sobre gobernanza y 71 de 177 de los técnicos (OIT,
2015).

Por otro lado, recayendo en el aterrizaje del tema en contexto de nuestro Estado,
primeramente, se aboca en los principales artículos siendo el 5 y 123 una
demostración de los principios constitucionales del trabajo tanto individual o
colectivo, con una alta jerarquía y con carácter protector.

Particularmente en el artículo 5 se establece el derecho a la libertad de trabajo.


“Toda persona podrá dedicarse a cualquier actividad o profesión, siendo lícitas”. Por
tanto, el trabajador goza de la garantía del Estado al reconocerse la libertad de
trabajo en la norma constitucional como en la Ley Federal del Trabajo y en esta
última se instituyen los procesos para que las instituciones del trabajo protejan este
derecho.

Por otra parte, el artículo 123 constitucional regula las relaciones de trabajo tanto en
perspectiva del obrero u trabajador como para el empleador o patrón. Carbonell
(2004) afirma que “el derecho al trabajo, como otros derechos sociales, es un
‘derecho bifronte’, es decir que tiene dos vertientes, puesto que es a la vez un
derecho social y un derecho de libertad”.

Secuencialmente al tener múltiples relaciones englobadas al trabajo, Carlos


Francisco Quintana (2017), menciona una teoría de los derechos humanos
laborales, en donde el autor reflexiona si dada la reciente evolución del tema
además de las tantas cosas que van conjugadas al trabajo, estando ya en un
momento que permita hablar de la existencia de una teoría sobre tales derechos.
“Se trata de ir más allá de una respuesta simple, que nos lleve a concluir que los derechos
humanos son el género y los derechos humanos laborales, como de otro tipo, son meramente
una especie de aquéllos o, de otra forma, a estimar si el tema lleva implícito algo más
complejo y de mayores alcances, tanto teóricos como prácticos”

Como el autor nos señala parte fundamental es el entendimiento que la acción de


derechos humanos sobre el trabajo hace que uno dependa de otro para su
coexistencia ya que indudablemente al hablar de derechos humanos se protege
fundamentalmente la dignidad del ente ante cualquier precepto de autoridad y en
caso de trabajo se liga dichas atribuciones para garantizar la justica de ambas
partes, por ello la evolución de los derechos humanos va a la par de los derechos
laborales que lo toman como principal base.

En torno a los derechos humanos laborales, Miguel F. Canessa, comenta en uno de


sus trabajos académicos que:

“En los últimos años asistimos a una revaloración del Derecho internacional del trabajo,
durante la que su reposicionamiento se ve fortalecido con los derechos humanos laborales
como el espacio de interacción entre el Derecho internacional del trabajo y el Derecho
internacional de los derechos humanos”.

Los temas propios que abarca el trabajo humano, como los medios de protección
como lo son los entes sindicalizados dando paso a no sólo el debate teórico, sino en
la idea de la renovación legislativa, el marco jurídico que regula los derechos de los
trabajadores que tienen como patrón al Estado. El mismo autor nos hace referencia
a una definición idónea acerca de los derechos humanos laborales:

“En un plano formal, los derechos humanos laborales se podrían definir como todos aquellos
derechos en materia laboral recogidos en instrumentos internacionales de derechos humanos
que reconocen universalmente como titular a la persona. Su fundamentación proporciona
argumentos consistentes que justifican la existencia o reconocimiento de este grupo de
derechos; en particular, afianzan su reconocimiento en los instrumentos internacionales a
través de distintos argumentos”

Por tanto este concepto meramente es una actualización que manifiesta el acuerdo
del Estado ante la aplicación Supranacional de los derechos humanos laborales por
haber firmado y ratificado distintos instrumentos internacionales, teniendo como
principal fundamento la dignidad del trabajador y por supuesto la dignidad del
trabajo, a la par al ser un concepto primario se engloba el principio de libertad como
un derecho humano como lo es la abolición al trabajo forzado pero que
trasponiéndolo en un plano moderno nos lleva hasta la particularidad de la libertad
gremial sindical, y bien meramente si el derecho humano a la salud y la integridad
física está presente asemejándose al derecho humano laboral.

Esto hace posible la creación y previsión por parte del Estado a temas de
prevención, seguridad social, entre otros, llevándolo a ser un servicio garantizado
para el trabajador, como para su entorno familiar, entre estas, las distintas
disposiciones específicas consagradas en las Fuentes nacionales actuales para el
Estado mexicano como lo es La Ley Federal del Trabajo, Leyes de Instituciones de
seguridad social (IMSS, ISSTE, ISFAM, etc.) y en nuestro caso la Ley Federal de los
Trabajadores al Servicio del Estado.

En el entendimiento de lo anterior podemos esclarecer que los trabajadores al


servicio del poder ejecutivo del Estado de Veracruz gozan de las garantías
individuales que tiene cualquier trabajador perteneciente a esta rama burocrática
que tiene como patrón al Estado, por su parte es necesario comprender como una
rama al derecho burocrático que se mezcla al mismo tiempo tanto en las
pretensiones de defensa en esta situación del trabajador como del jefe o patrón,
Acosta (2002) entiende al Derecho burocrático como

"aquella disciplina o rama del Derecho Social que tiene por objeto regular los derechos y
obligaciones recíprocos entre el Estado y sus servidores, que establece, además, las bases
de justicia que tiendan a equilibrar el disfrute de las garantías sociales por parte de los
servidores públicos, con el ejercicio y cumplimiento de las funciones, tareas y compromisos
que corresponde cumplir al Estado, como representante general de la sociedad"

En consecuencia se engloban como burócratas a los servidores públicos pero en


dicho entendido se debe conceptualizar el termino Servidor público, que en términos
del artículo 108 de la Constitución, lo son los representantes de elección popular, a
los miembros del Poder Judicial de la Federación, los funcionarios y empleados y, en
general, a toda persona que desempeñe un empleo, cargo o comisión de cualquier
naturaleza en el Congreso de la Unión o en la Administración Pública Federal, así
como a los servidores públicos de los organismos a los que esta Constitución
otorgue autonomía, quienes serán responsables por los actos u omisiones en que
incurran en el desempeño de sus respectivas funciones.

Por su parte, Morales (2000) sostiene que el concepto de servidor público abarca
más que los de funcionario y empleado, pues no sólo se refiere a éstos sino también
a toda persona a la que el estado le haya conferido un cargo o una comisión de
cualquier índole. Respecto a funcionario, sostiene que dispone de poder jerárquico
respecto de los empleados y de los funcionarios inferiores; poder que deriva en
capacidad de mando, de decisión y de disciplina; son los llamados mandos medios y
aparte de los mandos superiores. Ç

Respecto a la contribución que aportan los tratados y convenios que México a


firmado y ratificado en materia de protección laboral, se debe destacar como llegan a
contribuir a causas que debido al contexto social mejoran la calidad en torno a
múltiples temas discutidos por los diferentes órganos internacionales como la OIT
(Organización Internacional del Trabajo) la ONU (Organización de las Naciones
Unidas) y la OEA (Organización de los Estados Unidos Americanos)

Entre los principales tratados y convenios a los cuales México se sujeta por su firma
y ratificación están:

El convenio 189 de la OIT ratificado el 3 de junio del 2020 en tema sobre la


protección para los trabajadores domésticos es decir para aquellos empleos en los
cuales no hay una formalidad tan apegada como el caso de los trabajadores del
estado

El convenio 98 de la OIT ratificado el 23 de noviembre del 2018 nos hace pensar en


una garantía frente actos discriminatorios tendiente a la descomposición de la
libertad entre el trabajador y el sindicato, a raíz de las problemáticas entorno a ser
parte de un sindicato que infiriera en los intereses de los empleadores en el sector
público, al igual que el convenio 87 que habla meramente sobre la sindicalización y a
su protección entre los trabajadores que se asocian de esta manera.
También el convenio 111 de la OIT establece el compromiso mexicano por adoptar
los ordenamientos de carácter internacional, en este caso para la prohibición de
cualquier acto discriminatorio y de exclusión en torno al trabajo, como lo son las
preferencias sexuales, motivos de raza, color u etnia, opinión política e incluso la
religión.

Otro de los tratados con mayor trascendencia en protección de derechos humanos y


por consecuencia sucesiva a los derechos humanos laborales, es la Convención
Americana sobre Derechos Humanos. que posteriormente a través de un Protocolo
adicional respecto a los derechos económicos, sociales y culturales denominado
“Protocolo de San Salvador” que desde 1996 México adopta a sus ordenamientos
nos hace mención desde su articulo sexto a las disposiciones a los derechos de
acceso al trabajo, a la seguridad social, así como sus condiciones en un plano
equitativo para un desempeño justo en las aulas de trabajo.

En dicho contexto, podemos profundizar el tema, de la reciente reforma sobre


derechos humanos en el 2011 y que claro tiene una inherencia directa con la rama
laboral que anteriormente a dicha reforma se atendía desde otra perspectiva, en
pocas palabras este acto contempla la protección como un derecho humano a las
objetos tanto internos como externos relacionados al trabajo, entonces por
consecuencia entran en vigor otro tipos de medios de defensa a cargo de distintos
órganos del Estado como la Comisión Nacional de Derechos Humanos otorgándoles
facultad de investigación en casos donde incurran o se estimen violaciones graves a
los derechos humanos, su competencia implicaría asegurarle a una persona una
posición en relación con los demás individuos a la vez que los derechos
fundamentales se constituyen como medio de defensa de su libertad frente a los
poderes públicos, esto es, frente al Estado mismo como aplicador de las normas o
reglamentos laborales.

La nueva competencia laboral de la CNDH y claro por tanto de las comisiones


estatales de derechos humanos habrá de provocar un impacto contundente debido a
su delimitación entre lo administrativo y lo jurisdiccional, porque en nuestro orden
jurídico la impartición de justicia laboral cuya dependencia es el Poder Ejecutivo y no
del Judicial representa una discusión doctrinal y jurisdiccional.

Por otro lado ante la transición ocurrente desde la reciente reforma constitucional del
2017 donde se imparte un nuevo modelo de resolución de justicia en materia laboral,
donde las actividades se trasladan a cargo del Poder Judicial de la Federación y de
las entidades federativas. Ante la transición aparente debemos tocar la importancia
del control de convencionalidad en la resolución de controversias, ya que resulta una
herramienta a través del cual los operadores jurídicos interpretan los derechos
humanos de todas las personas. La autora Zúñiga (2013) sostiene que:

El control de convencionalidad es una técnica de contraste normativo que determina la


compatibilidad de las disposiciones de derecho interno con la Convención Americana sobre
Derechos Humanos (CADH) y la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos
Humanos (Corte IDH); y/o permite declarar la inconvencionalidad de las disposiciones,
interpretaciones u omisiones de derecho interno a la luz de los instrumentos antes
mencionados. De este modo, la CADH se convierte en el parámetro de control, mientras que
las disposiciones de derecho interno en el objeto controlado. En líneas generales, se trata de
una obligación que deben llevar a cabo los jueces nacionales y la Corte IDH.

Ahora bien, entendiendo el alcance que tiene el control de convencionalidad


podremos analizar su relevancia en la resolución de conflictos laborales. El ejemplo
más claro entorno a la protección de los derechos fundamentales esta presente en lo
acontecido en 1996 cuando el pleno de la Suprema Corte conoció del amparo en
revisión 337/94 relacionado con la libertad sindical, al establecerse en una ley
burocrática local la sindicalización única.

En la presente la SCJN analiza el art 76 de la ley para los Servidores Públicos del
Estado de Jalisco y sus Municipios, el cual preveía la imposibilidad de que existiera
mas de un sindicato en cada poder, dicha autoridad jurisdiccional considero lo
previsto en el convenio internacional del trabajo numeral 87 relativo a la libertad
sindical y la protección del derecho de sindicalización, destacando tres puntos
fundamentales expresados
 Valor positivo que se traduce como la facultad del trabajador para ingresar a
un sindicato ya formado o de concurrir la constitución de uno nuevo
 Valor negativo que implica la posibilidad de no ingresar a un sindicato
determinado y la de no afiliarse a ningún otro
 Y la libertad de separación o renuncia de formar parte de la asociación

Concluye la SCJN que el art 76 de la norma burocrática de jalisco es completamente


violatorio a las disposiciones del articulo 123, apartado B, Fracción X, si bien la
resolución mencionada es anterior a la reforma del 2011, constituye uno de los
primeros antecedentes donde el Poder Judicial de la Federación incurre a la ley
internacional para analizar el alcance de un derecho humano.

Reynoso, C. C. (2006). Derecho del trabajo, panorama y tendencias. México: UAM-


Azcapotzalco.

Carbonell, Miguel, Los Derechos Fundamentales en México, México, CNDH-UNAM,


2004, p. 944.

 Naciones Unidas, Derechos Humanos, “¿Qué son los derechos humanos”.


[Consulta: 13 de marzo 2023]. Disponible en: https://hchr.org.mx/derechos-
humanos/que-son-los-derechos-humanos/

 RODRÍGUEZ-TOUBES MUÑIZ, J., Principios, fines y derechos fundamentales,


Dykinson, Madrid, 2000, pág. 132.

COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS Los derechos humanos


laborales Teoría de los derechos humanos laborales Carlos Francisco Quintana
Roldán 2017 pp96

Canessa Montejo, Miguel F., “Los derechos humanos laborales en el derecho


internacional”, Revista Latinoamericana de Derechos Humanos. San José, Costa
Rica, vol. 23, núm. 1, 2012.

Acosta Romero Miguel “derecho burocrático mexicano 3ra ed. Porrúa México 2002 y
p50 p146

Martines Morales Rafael i Diccionario jurídico temático Derecho burocrático 2 ed


Oxford 2000 p96

Torres, N. (2013). Control de convencionalidad y protección multinivel de los


derechos humanos en el Sistema Interamericano de Derechos
Humanos. Derecho PUCP. (70). https://www.redalyc.org/pdf/5336/533656139018.pdf

También podría gustarte