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En Francia, en el mismo año, se proclamó la Tercera República que dura hasta hoy.
Sin embargo, Inglaterra mantiene la supremacía económica y política en Europa.
En el este de Europa, Rusia es una gran potencia aunque se inició una continua convulsión
social, debido a las malas condiciones de vida de la mayoría de la población.
Desde mediados del siglo XlX se dieron una serie de innovaciones tecnológicas, energéticas
y organizativas que situaron el proceso de industrialización en un nuevo parámetro que
permite hablar de una Segunda Revolución Industrial.
LA SEGUNDA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL.
El sistema industrial alcanzó la madurez en las últimas décadas de s.XlX y dio paso a la
Segunda Revolución Industrial. Las novedades se resumen en dos ámbitos:
- Tecnológico:
o La electricidad y el petróleo se convierten en nuevas fuentes de energía,
el acero y el aluminio sustituirán progresivamente al hierro.
o Aparecen nuevas industrias como la química, la alimentaria o la eléctrica
que complementaron a las tradicionales.
o Nuevos inventos sobre todo en el terreno de los transportes (aviación.
Automoción y navegación diesel)
o Las telecomunicaciones ( telefonía, fotografía, telecomunicación,
radiofusión, etc.), contribuyen a crear una nueva sociedad.
- Organizativo:
o Las empresas adoptan nuevos métodos de producción basados en el trabajo
en cadena y en serie: Henry Ford, primero en poner en marcha una cadena
de montaje, Fordismo. Y el Taylorismo, fundamentado en la búsqueda de la
productividad, creando cadenas de trabajo en las que los obreros se
especializaban en pocas tareas, permitiendo así aumentar la productividad
pero tomando al ser humano como una máquina.
o Se inician nuevos métodos de concentración empresarial (trusts, holdings
y cartels), que favorecen el nacimiento de un nuevo modelo industrial, El
Gran Capitalismo.
Como consecuencia del gran desarrollo industrial, la expansión de Europa alcanzó su máxima
amplitud en el último tercio del s.XlX, época dorada del IMPERIALISMO.
Los beneficios producidos por la revolución Industrial y la revolución del transporte llevan
a la necesidad de las potencias europeas de invertir en otros países. La aparición del
capitalismo imperialista a fines del siglo XIX , influye en un grupo de países de Europa,
América del Norte y Japón.
A lo largo de la historia, del siglo XVI al XVIII, los ambientes cortesanos de Europa
fueron cubiertos por la lujosa decoración de la Chinoiserie, pero las transformaciones sociales y
la apertura de Japón en el siglo XIX produjeron una expansión del Japonismo a la cultura burguesa.
En esta segunda parte del siglo XIX, la valoración del arte extremo oriental —especialmente el
influyente arte nipón— no radica en su consideración de objeto de lujo, sino en sus propiedades
estilísticas, utilizadas como referencia frente al arte academicista. El arquetipo del
Japonismo lo constituye la figura idealizada de la geisha, cuya imagen fue recreada en ópera de
Giacomo Puccini (1858-1924), como Madame Butterfly.
En el terreno de las Bellas Artes, apreciamos una doble lectura del fenómeno del
Japonismo:
Por una parte, atendiendo a su temática, puede ser entendido como género;
por otra parte, sin preocuparnos necesariamente del tema de la obra, puede ser
considerado como una influencia estilística que influyó en la renovación del arte
académico occidental y aportó elementos de vanguardia.
La gran influencia del arte japonés como inspiración para el arte contemporáneo ha sido
ampliamente estudiada, especialmente en los impresionistas, post-impresionistas,
simbolistas y modernistas.
Fué París el epicentro del arte, y del fenómeno Japonismo: Con figuras como Manet, Van
Gogh (que veremos en el capítulo siguiente).
2.-ARQUITECTURA
- En los dos primeros tercios del siglo XIX predominaron los estilos revivals o
Neoestilos, que utilizaban fórmulas arquitectónicas del pasado, resucitando e
imitando estilos desaparecidos, como el románico, el gótico, el renacimiento, entre
otros, añadiéndole características culturales de su actualidad, como los sistemas
constructivos y materiales, es la llamada arquitectura Historicista.
- En la segunda mitad del s. XlX, es la época en que apareció la arquitectura
ferrovítrea, y casi al mismo tiempo, en Estados Unidos, la Escuela de Chicago creó
los primeros rascacielos.
- Por último, ya en tránsito entre el siglo XIX y el XX, surgió el Modernismo que
añadía al empleo de los nuevos materiales una gran fantasía creadora.
- Consecuencias de la industrialización:
o El progreso técnico y económico y el espectacular incremento demográfico
trajeron consigo el crecimiento de las ciudades y la necesidad de
solucionar nuevos problemas arquitectónicos y urbanísticos. Había que
planificar y diseñar nuevos barrios y construir un repertorio de edificios
modernos, como estaciones de ferrocarril, fábricas, almacenes, galerías
cubiertas, edificios para las exposiciones industriales, etc.
o Se contaba con los progresos de la tecnología y con la posibilidad de
emplear materiales, como el hierro y el vidrio, que permitían construir
edificios más ambiciosos y mejor iluminados. Surgen las exposiciones
internacionales con sus instalaciones que exigen un alto desarrollo de la
técnica constructiva.
Y por otro lado el progresivo desarrollo de la arquitectura del hierro, consecuencia de los
cambios introducidos por los nuevos materiales y procesos industriales generados en la
Revolución Industrial.
Neogótico:
El ambiente artístico de mediados del siglo XIX fue muy proclive al medievalismo, que se
extendió por todas las artes, especialmente en la decoración y el mobiliario (Arts and
Crafts), pero también en pintura, con distintos criterios (los nazarenos en Alemania, los
pre-rafaelitas en Inglaterra) o en literatura (drama romántico, novela histórica, novela
gótica) o en música (óperas de ambientación medieval).
En el siglo XIX la Europa continental vivió una auténtica fiebre neogótica que, además de
levantar nuevos edificios, restauró y completó edificaciones medievales, como catedrales y
castillos. En Francia destacó la labor restauradora y reconstructora de Eugène Viollet-le-
Duc.
Edificios representativos:
“El Palacio de Westminster”, sede del parlamento del Reino Unido en Londres.
Neomudejar
En España el estilo neomudéjar fue reivindicado como estilo nacional, por estar basado
en un estilo propiamente hispánico. Arquitectos como Emilio Rodríguez Ayuso o Agustín
Ortiz de Villajos vieron en el arte mudéjar algo únicamente español y empezaron a diseñar
edificios utilizando rasgos del antiguo estilo, entre ellos las formas abstractas de ladrillo y
los arcos de herradura.
Vienen a ser una exhibición del poder industrial, comercial y creativo de los países
participantes, así como un instrumento de proyección política y de imagen de la nación
organizadora, que por espacio de varios meses se convierte en anfitriona de monarcas,
jefes de estado y personalidades.
Esta feria fue pronto seguida por otras exposiciones nacionales en Europa continental y,
finalmente, el Reino Unido.
Para proyectar el local que alojaría el acontecimiento se recurrió Joseph Paxton (1803-
1865), con gran experiencia en la construcción de invernaderos, imaginó el palacio de
exposiciones (Christal Palace) como uno de éstos, si bien de enormes dimensiones: 563
Hasta finales del siglo XIX, Londres y París se alternaron en la organización de estas
exposiciones, destacando Francia en cuanto a las novedades arquitectónicas que
presentaron los sucesivos certámenes
Cataluña fue pionera dentro de España de la Revolución Industrial, y en muchos casos fue
la primera del territorio español en introducir las nuevas mejoras tecnológicas que iban
surgiendo en el continente europeo.
La mayor parte de su edificios se han perdido, pero aún se conservan el Arco de Triunfo
de Vilaseca y Casanovas que serviría para recibir a los visitantes que acudían al recinto
ferial y el Café Restaurante de Doménech (hoy museo de zoología).
Contó con una Galería de Máquinas, construida según el proyecto del arquitecto Louis
Dutert (1845-1906) y del ingeniero Contamin (1840-1893).
Algo menor que el Crystal Palace londinense, huía del aspecto de invernadero y sus
monumentales pilares descansaban sobre 40 pilastras de albañilería. La bóveda, cuya altura
alcanzaba los 43 metros, cubría, sin ningún apoyo intermedio, una superficie de 4,5
hectáreas. El edificio despertó una expectación similar a la que en su día suscitara el
pabellón de Paxton.
Años antes, en la edición también parisina de 1867, un joven ingeniero francés, Gustave
Eiffel (1832-1923), se haría famoso por calcular y construir, junto con J. B. Kranz, otra
Galería de Máquinas. Pero sería en la Exposición Universal de París ya citada de 1889,
conmemorativa del centenario de la Revolución francesa, donde Eiffel lleva adelante otro
ejemplo de la nueva arquitectura. Se trata de la famosa torre que tomó su nombre, una
obra que sorprendió y desató entonces toda suerte de reacciones, negativas en su mayoría.
3.-ESCULTURA
-Por otro lado, la escultura realista logra un realismo pictórico huyendo del dramatismo
romántico.
-La renovación que experimenta la escultura en la segunda mitad del siglo XIX tuvo como
protagonistas esenciales a dos significados artistas:
Rodin apasionado e ingenioso. No obstante. Tiene como objetivo revivir los antiguos
ideales de la escultura, alejándose de la reproducción naturalista y vinculándose con lo
pictórico, al sugerir más vitalidad y potenciar los efectos de luz , trasladando el
Impresionismo a la escultura.
3.2.-CAMILLE CLAUDEL
Nació el 8 de diciembre de 1864, ha trascendido más por ser musa y amante del escultor
Auguste Rodin que por su talento artístico. Pero a diferencia de otros dúos musa-artista,
ambos eran creadores.
Auguste y Camille se encontraron por primera vez en 1883 cuando el escultor, entonces
con 43 años, visitó el taller donde ella, de 19, trabajaba.
Pero no sólo fue su belleza la que fascinó a Rodin, sino su obra. Nada más ver sus yesos
descubrió en ella un alma gemela, alguien que como él se desvinculaba del academicismo
para liberar las figuras, dotarlas de movimiento y emoción, transformando poses clásicas en
nuevas formas de poderosa vitalidad.
De 1893 es Clotho (en yeso), una de sus esculturas más conmovedoras, una alegoría de
la vejez y de la muerte que representa a la figura del Destino, una de las tres Parcas de la
mitología romana.
En 1895, Camille Claudel termina El Vals, una escultura en bronce de la que logra
arrancar un dinamismo sorprendente con esa gran diagonal compositiva, la pareja de
bailarines que la constituyen que apenas se sostienen. Casi salen del espacio virtual de la
escultura rompiendo sus ataduras con la roca para alejarse a danzar libremente por el salón
imaginario. La tensión aumenta por el modo en los rostros de ambos amantes se entre tocan
y fusionan.
Ambos trabajaban de igual a igual. Pero fuera de esas cuatro paredes, ella era sólo la
alumna de Rodin, o peor aun, su amante. En general, las críticas fueron positivas, pero no
vendía, no recibía encargos. Todo lo contrario de Rodin.
De 1898 es uno de sus trabajos más ambiciosos, el grupo escultórico La edad madura
(en bronce), realizado en el momento de su definitiva ruptura con Rodin. Es una alegoría que
consta de tres figuras, y muestra a un hombre que es llevado por una anciana, alejándolo de
una mujer joven arrodillada e implorante, es evidente el sentimiento de abandono ante la
separación de su amante. Pero más allá de su historia personal, Camille Claudel realiza una
obra simbólica que invita a una meditación sobre las relaciones humanas. El grupo puede
interpretarse como una alegoría del tiempo que conduce inexorablemente al hombre de la
juventud perdida para siempre a la vejez anunciadora de la muerte, una poderosa alegoría
sobre el triángulo Camille-Rodin-Rose, donde la propia artista aparece como suplicante ante
un impertérrito Rodin, que se aleja acompañado de una especie de bruja que representa,
claro está, a Rose Beuret.
En 1905 ya se encuentra enferma. Comenzó a sentir miedo, apenas comía por temor a
ser envenenada y destruyó a martillazos buena parte de sus propias obras. Eran los
primeros síntomas de una demencia que tenía como blanco de sus iras a Auguste Rodin.
Falleció en Montdevergues, olvidada de todos, el 19 de octubre de 1943, sin que nadie, ni
familiar ni amigo, asistiese a su entierro.
3.3.-RODIN
Los primeros años de Rodin no fueron fáciles. No admitido en la Ecole de Beaux Arts, hubo
de contentarse con asistir a la Petite Ecole des Arts Decoratives, siendo su primer empleo
el de modelador y dibujante de escultura decorativa. Tampoco gozó de la comprensión de la
crítica.
Viajó a Italia , donde se sintió atraído por el tratamiento del movimiento y la acción
muscular en las obras de los escultores del renacimiento Donatello y Miguel Ángel. El
fuerte impacto de la terribilitá de Miguel Angel se aprecia en toda su obra. Seducido por
la belleza de lo inacabado-“non finito”. Esta falta de acabado provoca que la luz
proporcione vibraciones y contrastes muy próximos al impresionismo, diferenciándose de
M.Ángel en que este no acababa las esculturas por un concepto neoplatónico, mientras que
Rodin lo hace por una razón meramente estética. Rompe con el academicismo e idealismo
clásico y al mismo tiempo cuestiona la perfección de la obra acabada.
Como ocurre con El hombre con la nariz rota (París, Museo del Louvre),
escultura que realizó cuando contaba veinticuatro años de edad y que fue rechazada en el
Salón de 1864 al considerarla inacabada el jurado. Una consideración que acabaría
convirtiéndose en uno de los principales postulados artísticos de Rodin. O haciendo obras
de partes aisladas del cuerpo, presentándolas como asuntos independientes : El torso
(1889). Manos de amantes, obra de 1904. Esculpidas en mármol blanco, las dos manos se
acarician con gran sensualidad. Con ellas, Rodin alcanza la máxima depuración formal. Las
manos eran uno de los temas favoritos del artista . Cuentan que tenía montones de ellas en
su taller. De todos los tamaños y de ambos sexos.
En 1877 realiza Edad de bronce (París, Museo Rodin), un desnudo masculino de tamaño
natural, siendo acusado de haberlo fundido a partir de un modelo vivo. Para Rodin , la
belleza en el arte consistía en una representación fidedigna del estado interior, y para
lograr este fin a menudo distorsionaba sutilmente la anatomía.
En 1880 recibía el encargo oficial de llevar a cabo una puerta de grandes dimensiones para
el nuevo museo de Artes Decorativas. Inspirándose en Dante, la tituló Las Puertas del
infierno,
Si bien en lo formal recuerda a la renacentista Puerta del paraíso, en Florencia, de
Ghiberti. La complejidad del proyecto desbordó en alguna ocasión al escultor. Integrado
por 186 figuras, muchos de los bocetos y realizaciones dieron lugar a numerosas
composiciones, algunas de las cuales llegaron a convertirse en obras independientes. Tal fue
interior. El beso (1888) inicialmente prevista para decorar esa entrada, obra
inspirada en los amores de Paolo y Francesca, personajes de "El infierno" de Dante. El beso,
del que existe una versión en el Museo Rodin y otra en la Tate Gallery, revela una de las
características distintivas del escultor: no utilizar el punto de vista único, sino la
contemplación de la obra desde varias perspectivas, para potenciar al máximo la
expresividad del cuerpo humano, apareciendo multiplicidad de planos que favorecen los
reflejos de la luz y crean, a su vez, una profundidad en la esultura.
La fuerza de la expresión fue especialmente perseguida por Rodin en dos obras que
realizó por encargo. Se trata de Los burgueses de Calais (1884-86) concebida como un
grupo compacto.
Tema: El grupo refleja con dramatismo, un hecho histórico de la guerra de los cien
años (1347): la heroicidad de seis ciudadanos que se ofrecen como rehenes de las
tropas inglesas.
Balzac (1892), es una escultura individual, cuya ejecución se prolongó por espacio de
siete años, tiempo en el que el artista modificará su concepción, yendo desde el fiel retrato
de la fisonomía de Balzac hasta sintetizar una figura colosal dominada por la inspiración
creadora.
El resultado fue una figura envuelta y escondida en un voluminoso abrigo, coronada por una
robusta cabeza en la que los rasgos están profundamente marcados. Una obra en la que a la
simplicidad se une la profundidad psicológica, constituyendo uno de los retratos
escultóricos más sugerentes de la época moderna.
1º fase Neoclásica:
El siglo XIX se inicia con el movimiento neoclásico procedente del siglo anterior. Se
produce la decadencia de la escultura religiosa y cobra importancia la escultura como
elemento decorativo de la arquitectura. Su gran mecenas será la realeza que con la
construcción de sus nuevos palacios o la reforma de los existentes hacen necesario que se
establezca la plaza de escultor de cámara.
Las Academias serán las encargadas de la formación de los jóvenes artistas y las que
establecen concursos y becas de estudio en Madrid, Roma o París. Se impone la rigidez
académica que exige la imitación de la Antigüedad. El resultado es una estatua fría, que
no comunica nada más que unas poses y unas medidas.
Antonio Solá con el Monumento a Daoiz y Velarde en la plaza del Dos de Mayo de Madrid
2ª fase Romanticismo
3ª fase Realismo
Etapa propicia para el desarrollo de la escultura en España, pues nunca como entonces
surgirían tantos mecenas. De hecho, la burguesía adinerada, las corporaciones locales y
numerosas entidades públicas cuajaron de estatuas la geografía española. Fachadas,
ensanches, plazas y cementerios se vieron invadidos de imágenes escultóricas, si bien de
desigual calidad.
El ideal que persiguieron todos los artistas se concretaba en la imitación del natural. Una
falsa realidad que únicamente reflejaba los aspectos más superficiales.
Ricardo Bellver (1845-1924)Es el autor del Ángel Caído, monumento que se encuentra en
el Parque del Retiro de Madrid. Es un hermoso desnudo juvenil que representa al diablo. Se
encuentra sobre un tronco seco, con sus grandes alas abiertas y una serpiente enrollada en
el cuello. Su rostro se crispa como grito desesperado mientras con la mano intenta librarse
del rayo que lo derriba. Bellver supo ser muy cuidadoso y expresivo sin caer en detallismos
excesivos.
Dotado de una gran facilidad creadora, Benlliure alcanzaría desde muy temprano el éxito
con esculturas de carácter castizo: bailaoras, guitarristas, picadores, toreros, etc. Pero
sus mayores logros los materializará en diversos monumentos ecuestres, tales como
General Martínez Campos (Madrid, Parque del Retiro). Lo representa con cierta imagen de
preocupación y cansancio. Se trata de una estatua antiheroica, de realismo casi
fotográfico. El jinete cabalga pesadamente, con el capote abrochado al cuello y flotando
sobre sus hombros, mientras el caballo, que ha detenido su marcha, vuelve la cabeza para
rascarse.
Muy expresivo en monumentos sepulcrales como el del torero Joselito (Sevilla), Benlliure
se prodigará en la representación escultórica de numerosos personajes históricos
españoles como los de la reina gobernadora María Cristina (1893), Bárbara de Braganza
(1882), Emilio Castelar (1908) y Goya (1902).
Una de sus esculturas decorativas más modernistas es el grupo alegórico que corona el
edificio de La Unión y el Fénix.
Puede decirse que Benlliure fue una mezcla de realismo y de eclecticismo, cuyo estilo
personal, efectista y detallado, enriqueció con elementos decorativos que le aproximan al
modernismo.
4.-PINTURA
El término orientalismo se usa para describir las obras de arte producidas en Europa
durante el siglo XIX que parecían representar precisas imágenes del África
mediterránea así como de Oriente Próximo.
En el romanticismo, la seducción por el oriente cumplía el mismo papel de alejamiento de la
realidad que el historicismo medievalista.
El estilo es realista, que proporciona una sensación de fidelidad a las obras. En realidad,
algunas de las pinturas estaban basadas en ideas preconcebidas sobre Oriente y ponen de
manifiesto claros prejuicios en las historias que narran.
Orientalismo en FRANCIA.
El auge durante el siglo xix de la pintura orientalista y del arte académico en general
está ligado al nacimiento del público. Con la creación de los salones anuales, pinturas y
esculturas se realizaban más allá de los encargos de la nobleza y podían verse fuera de las
cortes.
Este tipo de producción visual tuvo tal aceptación que, hacia mediados del siglo xix, la
pintura orientalista abundaba en los salones anuales de París, y en 1893 se creó la Société
des Peintres Orientalistes con Jean-Léon Gérôme como presidente honorario.
Exhibió su obra “Pelea de gallos”, con la que ganó una medalla de tercera clase en 1847.
Fue su primer premio.
Le interesaban los temas sensuales de los baños públicos y de los harenes, pero también
las costumbres de los devotos musulmanes.
En España el principal ejemplo fue Mariano Fortuny (1838-1874), que viajó a Marruecos
donde quedó prendado del pintoresquismo local.
Mariano Fortuny, pintor español nacido en 1838 en Reus. Fue considerado junto a Eduardo
Rosales como uno de los grandes pintores españoles del siglo XIX, después de Francisco de
Goya.
Gran parte de su obra refleja la moda orientalista, con su carga de pintoresquismo local
representando escenas costumbristas de antiguo sabor morisco y andalusí. Los retratos de
estos personajes populares suelen ser trabajos rápidos y abocetados donde sólo el acabado
de la cabeza está tratado con cuidado y realismo.
Su técnica para los óleos consistía en preparar las telas con fondos oscuros o en tonos
rojizos; el posterior uso de la espátula le permitía determinados efectos sobre esa
superficie previamente cubierta con una gruesa capa pictórica. También se aprecian los
pequeños surcos realizados con los pelos de los pinceles, que captando la luz en dichas
rugosidades conseguían la luminosidad final del lienzo.
Su matrimonio con la hija del pintor Federico Madrazo, les llevó en viaje de bodas a
Sevilla y Granada, donde la inspiración de Fortuny se reafirmó en la temática
costumbrista, propio de los pueblos mediterráneos. Otro de sus géneros favoritos fue la
pintura de paisajes, muchos de ellos de Granada.
El imaginario orientalista persistió en el arte hasta principios del siglo XX, como
evidencian los desnudos orientalistas de Matisse.
En la segunda mitad del s.XlX cobra importancia el género histórico. Es la pintura de los
grandes acontecimientos en relación con la historia de cada país.
Los lienzos de historia suelen ser de gran tamaño, en muchos casos prevalece el interés
del tema tratado sobre las calidades artísticas. Tienen una gran habilidad técnica y
capacidad para integrar en grandes escenarios la representación correcta de todos los
detalles.
Fue capaz de abrir nuevos caminos plásticos. Con su técnica suelta y tonalidades claras,
amplias manchas de color y libre pincelada anticipan las tendencias impresionistas (El
testamento de Isabel la Católica, Museo del Prado; La muerte de Lucrecia, Museo del
Prado). Pero su lenguaje sigue siendo romántico en gran medida.
La gran protagonista del lienzo es la luz, tratada soberbiamente para crear una
atmósfera densa y recargada, característica del lugar cerrado que acoge a un
moribundo, siguiendo así a Velázquez que para Rosales era el mejor creador.
Llaman nuestra atención son las expresiones de los personajes, mostrando sus
sentimientos y las reacciones que provocan las palabras de la reina, especialmente
en su esposo Fernando, en quien se mezclan el abatimiento por la pérdida del ser
querido y la responsabilidad del político.
Alejandro Ferrant
Lograría el máximo galardón en 1878 con El entierro de san Sebastián (San Sebastián en
la cloaca Máxima), colosal lienzo que actualmente cuelga en el Museo del Prado.
Fue director del Museo de Arte Moderno de Madrid, que en 1971 se integraría en el Museo
del Prado.
El origen del apelativo es incierto: podría derivar de los yelmos de las figuras clásicas,
similares al casco de un bombero(“pompier” significa bombero en francés ); o podría
simplemente referirse al carácter pomposo y retórico de muchas representaciones de la
época.
A mediados del siglo XIX, los Salones de Arte parisinos se llenaron de figuras desnudas
en las actitudes más variadas. Se puso de moda el intento neoclasicista de revivir y
actualizar la antigüedad griega y romana. En todos se busca con ahínco la proporción
perfecta, el estilo acabado y relamido, el parecido y los temas trascendentes y
teatrales. En sus actitudes, los personajes muestran una grandilocuencia petulante y un
esteticismo ñoño y ridículo, rayano en la cursilería. Es la cumbre del academicismo y
muchos espectadores tocaban el cielo con las manos ante tanta maravilla.
William-Adolphe Bouguereau
Ilustres admiradores suyos fueron, por ejemplo, Napoleón III , Chopin. Otros grandes
artistas contemporáneos como Gauguin, Cézanne o Van Gogh lo aborrecieron o ignoraron.
El primer beso.
El Nacimiento de Venus
Alexandre Cabanel
Pintor de historia, de género y retratista, su obra evolucionó con los años hacia temas
románticos.
El Nacimiento de Venus
El Ángel caído
Fedra
Fernand Cormon
Fue alumno de Alexandre Cabanel, y uno de los principales pintores de temas históricos de
la Francia moderna.
Cormon es catalogado como uno de los pintores “pompiers” de la III República francesa.
Se esarolla a mediados del s.XIX. Son retratos de la realeza y nobleza, con un realismo
minucioso y elegante cayendo en la sperficialidad y apariencia y con un gran dominio de la
técnica pictórica.
Los Madrazo:
Fue pintor de cámara de la reina Isabel II, del mismo modo que su padre había sido pintor
de la Corte con Fernando VII. Pintó retratos, sobre todo del mundo aristocrático y de la
cultura, Gozó de gran prestigio. En su obra se reconoce la influencia de Ingres. Considerado
el iniciador de la vertiente purista del romanticismo español, Federico de Madrazo es uno
Hijo de Federico, tuvo una relación muy especial con su cuñado Mariano Fortuny, con quien
pintó con frecuencia y de cuyo estudio debió hacerse cargo cuando este murió de forma
inesperada. Su influencia, y la del pintor Marsal, puede reconocerse en el estilo de sus
cuadros, con muchos paisajes y, siguiendo la tradición familiar, numerosos retratos.
Los temas de su obra son fundamentalmente retratos. Está considerado uno de los más
consumados retratistas de su generación y un digno sucesor de su padre Fedrico. Su
realismo minucioso y elegante constituyó la clave de su éxito entre la clientela burguesa
de su tiempo. Siempre con un dominio de la técnica y una delicadeza cromática de gran
refinamiento, su obra gozó de un gran reconocimiento en Francia.
Pintor y litógrafo alemán especialmente conocido por sus retratos de la realeza realizados
a mediados del siglo XIX.
Winterhalter nunca recibió elogios parte de los críticos artísticos, que lo acusaron
constantemente de caer en la superficialidad y afectación con el objetivo de ganar
popularidad. Sin embargo, sus mecenas aristocráticos le tenían en gran estima. Las familias
reales de Inglaterra, Francia, España, Rusia, Portugal, México y Bélgica le encargaron
retratos. Sus monumentales lienzos le proporcionaron una gran reputación.
Los retratos de Winterhalter eran apreciados por su sutil intimismo. Fue un experto en el
arte de combinar la textura de los tejidos, pieles y joyas, para los que dedicaba
tanto esmero como para los rostros. Pintaba con rapidez y continuidad, diseñando la
mayoría de sus composiciones directamente en el lienzo. Sus retratos son elegantes,
refinados y agradablemente idealizados.
Entre sus obras más conocidas se cuentan La Emperatriz Eugenia rodeada de sus damas
(1864). Este retrato presenta la emperatriz de una manera romántica , una de las
grandes bellezas de su tiempo. La emperatriz aparece en una pose sensual con hombros
desnudos y volviendo la cabeza hacia el espectador. Lleva un vestido de satén y tul blanco
salpicado de estrellas de hojas de plata y con estrellas de diamante en el pelo. Este retrato
es una de las representación más emblemáticas de la emperatriz Isabel y una de las obras
más conocidas de Winterhalter.
4.5.-PRERRAFAELISTAS INGLESES
Este estilo artístico comenzó en el siglo XIX, y tuvo una duración de unos 5 años, pero
ejerció influencia en la pintura hasta el s.XX. Los prerrafaelitas rechazaban el arte
académico que predominaba en aquella época por lo que decidieron crear una hermandad
cuyo arte se inspiraba en la época anterior al pintor Rafael,considerada su pintura
pomposa y opulenta, amanerada. Optan por las pinturas con brillo, color y luminosidad del
arte flamenco, considerado más auténtico por los prerrafaelitas y lo designan como modelo
de pureza y libertad.
Se enfrentan al academicismo oficial que fomentaba los paisajes, los retratos y los
asuntos sociales. Así, los prerrafaelitas utilizaron la temática religiosa como vehículo de
su "rebelión artística".
Los prerrafaelitas optan por una temática como, leyendas arcaicas, temática cristiana del
trecento, mitología, temas medievales e incluso se inspiraban en la antigua Grecia y Roma.
El prerrafaelismo buscaba ante todo los detalles (sobre todo en lo a que a la naturaleza
se refiere), eran muy perfeccionistas casi hiperrealistas. Buscaban autenticidad en su
obra, queriendo captar el color tal y como aparece en la naturaleza.
Everett Millais Fue un niño prodigio que pintaba desde los cuatro. Estudió desde edad muy
temprana en las escuelas de la Royal Academy. Allí conoció a Hunt y Rossetti, con quienes
fundó la Hermandad Prerrafaelita en 1848.
Muestra de manera tremendamente realista los setos y las flores de las charcas
inglesas, mostrando también adecuadamente el color del agua encharcada. El
resultado es una obra cargada de poesía, en la que encontramos el naturalismo
solicitado por los prerrafaelitas, alejándose de las tendencias académicas del arte
oficial tanto en los estilos como en los temas.
Sus cuadros muestran algunas de las cualidades realistas y simbolistas del movimiento
prerrafaelita temprano.
En Beata Beatrix (1863), obra que marca el camino del pintor hacia una
mayor ornamentación y simbolismo; esta pintura alegórica alude a la muerte de su
mujer. Representa a Elizabeth en una pose lánguida y sensual, con su cabello rojo
natural recogido en un peinado deshecho; sobre sus manos se está posando una
paloma roja, símbolo de espiritualidad, que porta en el pico una ramita alusiva al
láudano. A sus espaldas, una escena difusa representa a dos personajes, quizá
Dante y Virgilio. El complejo simbolismo del retrato es aún fuente de debate entre
los críticos.
Todas sus pinturas concedían una gran atención al detalle, y mostraban un vívido colorido y
un elaborado simbolismo religioso, a menudo inspirado en los textos bíblicos.
El pastor