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Universidad de San Carlos de Guatemala

Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales


Curso: Criminología y Política Criminal
Catedrático: Licenciada Cristina de los Ángeles Torres González

Criminología
Fotografía de año 1875 en donde se muestra un castigo a mujeres en China.

La criminología es una ciencia social, interdisciplinaria1 y de carácter autónomo,2 que


tiene cuatro objetos de estudio,3 a saber: el crimen, el criminal, la víctima y el control
social de la criminalidad.

Se centra en el estudio del fenómeno criminal, así como en el proceso de definición y


sanción de la conducta desviada. Además, también se centra en la prevención y el
tratamiento de estas conductas.

Basa sus fundamentos en conocimientos diversos de disciplinas y ciencias tales como lo


son la sociología, psicología, trabajo social, medicina, antropología, matemática, física y
química, apoyándose de manera indirecta del derecho penal y de otras ciencias de
carácter forense. Cabe destacar que es frecuente confundir la criminología con la
criminalística, que lo hace en el proceso de investigación.

El nombre de esta ciencia fue utilizado por primera vez por el antropólogo francés Paul
Topinard. En 1885, el profesor italiano de derecho Raffaele Garófalo acuñó este término
de manera formal. Muy ligado a la criminología se encuentran los logros y teorías de
Cesare Lombroso, a quien se le considera el padre de la criminología, ya que en sus
estudios acerca de la antropología criminal, cimentó bases y teorías que hasta nuestros
días perduran, ya sea como antecedentes o como directrices mismas de la ciencia.

A pesar de ser una ciencia relativamente reciente y haber sido cuestionada en cuanto a su
vinculación y dependencia del derecho penal, la criminología ha alcanzado un carácter
autónomo, al ser partícipe de la utilización del método científico para la formulación de
las distintas teorías que la componen.

El objeto de estudio de la criminología como limitante metodológica

RESUMEN
Todas las ciencias basan sus teorías, leyes y principios, en la investigación, a través de la
historia la calidad de ciencia de la criminología ha sido fuertemente discutida, sin embargo,
en la actualidad como ciencia que estudia al delito pretende dar soluciones factibles que no
solo disminuyan los índices delictivos, sino que permitan prevenirlo mediante predicciones
objetivas, la criminología no adivina, simplemente observa, induce, formula hipótesis,
experimenta y obtiene resultados que le ayudaran a plantearse conclusiones para cada
caso. A partir de la recopilación de información y el análisis de los diversos puntos de vista,
puede deducirse que la criminología cuenta con un método científico empírico e
interdisciplinario. Ningún objeto de estudio de la criminología la limita metodológicamente,
pues en realidad actualmente las ciencias sociales sirven de apoyo para un gran número de
disciplinas consideradas formales o exactas.

I. Introducción

La historia de la ciencia puede remontarse al origen del hombre, por lo tanto, la


investigación es también parte de la génesis del desarrollo humano. Las ciencias sociales
realizan uno de los papeles más importantes al estudiar precisamente a los individuos en su
actuar social, es parte de nuestra naturaleza el deseo de conocer todo lo que nos rodea,
incluyendo a las personas que componen nuestros diversos grupos sociales, es así que,
hablando sobre criminología, desde el momento en que el primer hombre se interesó en el
porqué de la conducta antisocial de otro individuo, apareció la investigación criminológica,
quizás en su origen se trataba únicamente de curiosidad, pero hoy en día, es una de las
mejores formas para detectar, corregir y prevenir la conducta antisocial directamente
relacionada con el fenómeno de la delincuencia. Todas las ciencias basan sus teorías, leyes
y principios en la investigación, pero para que ésta de frutos, es necesario un procedimiento
que nos guie desde la observación de algo peculiar hasta la creación de nociones que
ayuden a ampliar o generar nuevo conocimiento, este procedimiento se denomina método
científico. Por supuesto, para que las teorías presentadas por la criminología no carezcan
de valor, es necesario que los investigadores utilicen un método científico; el objetivo de
ésta investigación es precisamente delimitar el método o métodos aplicables a la
criminología, y además saber si ¿Todas las ciencias que tienen por objeto de estudio la
conducta humana deben ser consideradas como incapaces de producir conocimiento útil
para otras disciplinas? ¿La criminología es limitada metodológicamente por su objeto u
objetos de estudios? La importancia de dar respuesta a estos cuestionamientos es grande,
pues se trata de temas que acompañan a la criminología desde sus orígenes, en esta
ocasión, se utilizaran las fuentes de información referidas para dar respuesta a las
interrogantes planteadas.

II. Método científico aplicado a la criminología

A través de la historia la calidad de ciencia de la criminología ha sido fuertemente discutida,


pues ha habido autores que no la consideran más que un conjunto de conocimientos, Edwin
Sutherland por ejemplo, la definía como un «cuerpo de conocimientos relativos a la
delincuencia y al crimen como fenómenos sociales. Incluye dentro de este campo de acción
el proceso de elaboración de las leyes, de la violación de las leyes y de la reacción ante la
violación de las leyes» (Rodríguez, L., 1981 p. 12), también hubo aquellos que la
consideraron como una súper ciencia y desde luego quienes aceptaban su carácter
científico, por ejemplo Jean Pinatel, Enrico Ferri, Cesare Lombroso, etc., es decir, tomó un
largo camino para que ésta ciencia fuera considerada como tal.
En la actualidad, la criminología es una ciencia que estudia el fenómeno de la delincuencia
a fin de comprender el porqué de la misma, intentar prevenirla y disminuirla, tomando en
cuenta las implicaciones jurídicas pero desde un punto de vista más humano y social.
Considerando en primer lugar, que el método científico se define como un proceso
sistemático a seguir en toda investigación científica a fin de ampliar o crear el conocimiento,
y en segundo, que la criminología es puramente empírica e investigativa tenemos que
efectivamente, cuenta con un método, ahora lo importante es determinar cuál es el más
adecuado.
Como ciencia que estudia al delito pretende dar soluciones factibles que no solo disminuyan
los índices delictivos, sino que permitan prevenirlo mediante predicciones objetivas, la
criminología no adivina, simplemente observa, induce, formula hipótesis, experimenta y
obtiene resultados que le ayudaran a plantearse conclusiones para cada caso. Es
precisamente este último uno de sus aspectos más criticados, pues se dice que no descubre
leyes de aplicación universal al ser el delincuente su principal objeto de estudio, pero he
aquí la cuestión, si bien es cierto el ser humano es un ser cambiante y capaz de evolucionar,
tiene tendencias a seguir patrones conductuales, los motivos son diversos, pero lo
importante es explicar que las ciencias encargadas de estudiar la conducta humana, como
es el caso de las ciencias sociales, también son aptas para producir conocimiento útil y
aplicable en otras disciplinas.

Existen un gran número de ciencias encargadas de estudiar al ser humano, dentro de este
universo se agrupan también las que específicamente se centran en la conducta del
hombre, por mencionar algunas tenemos a la psicología, psicopedagogía, antropología,
sociología, ciencias políticas, etc., realmente hay un gran número de ellas, no obstante, no
todas se enfocan en la conducta antisocial, ese es el deber de la etiología criminal,
criminología, victimología, entre otras, debe aclararse que la criminología gracias a su gran
interdisciplinariedad sigue, en palabras de Rodríguez Manzanera, el método propuesto por
Rene Descartes: “No admitir jamás nada por verdadero que no conociera que
evidentemente era tal; dividir cada una de las dificultades que examinara en tantas partes
como fuera posible y necesario para mejor resolverlas; conducir por orden los
pensamientos, comenzando por los objetos más simples y más fáciles de conocer para subir
poco a poco, como por grados, hasta el conocimiento de los más compuestos y aun
suponiendo orden entre aquéllos que no preceden naturalmente unos a otros; y hacer en
todo, enumeraciones tan completas y revisiones tan generales que tuviese la seguridad de
no omitir nada” (Rodríguez, L., 1981). W
ael Hikal nos recuerda en su obra Criminología psicoanalítica, conductual y del desarrollo
(2005), que la interdisciplinariedad de la criminología le permiten valerse de los métodos
científicos de sus ciencias auxiliares o aquellas a las que auxilia. Destacando así varios
métodos previamente utilizados en la investigación criminológica:
• Método Positivo
“Es el estudio a profundidad del criminal y sus circunstancias, atiende a causas sociológicas,
psicológicas y biológicas que le permiten tener un estudio integral del sujeto antisocial”
(Peláez, M., 1976).
• Método clínico

Aplicable en el área de la criminología clínica, se estudia a profundidad a una persona,


tomando en cuenta sus antecedentes genéticos y procesos anatomofisiologicos que dan
origen a fenómenos y factores biológicos predisponentes al delito.
• Método histórico

Útil en estudios multifactoriales, en donde se estudie la historia de vida del individuo hasta
llegar al momento en que cometió un delito o mostro signos notorios de conducta
antisocial.
• Método inductivo

Se aplica en estudios en donde se investigan casos particulares hasta llegar a la formación


de un fenómeno general, indagando en cada caso qué hecho antisocial se cometió, los
factores y las causas que detonaron la conducta. Útil para la elaboración de leyes y cambios
en la política criminológica.
• Método deductivo

Es contrario al método inductivo, pues en estos estudios se parte de fenómenos generales


hacia casos particulares, igualmente se toman en cuenta factores y causas, sin embargo, el
factor se toma como medida general y la causa como particular.
• Método sociológico

Solis Quiroga nos dice que “este método se basa en la observación de las realidades; dentro
de ellas se identifica y participa el investigador, aprovechando su propia experiencia o
experimentando, y tiende hacia una interpretación explicativo-comprensiva” (1985, p. 17).

Sin embargo, en el presente haremos hincapié en la aplicación de dos métodos en


específico:
• Método experimental

Útil para las ciencias empíricas como la criminología y las ciencias sociales en general, se
basa en la observación del objeto, problema o fenómeno, se buscan patrones, se
experimenta con las condiciones que lo propician, y vuelve a observarse si efectivamente
los patrones observados se cumplen, se explican causas y efectos.
• Método científico tradicional

Método en el que se observa el objeto, problema o fenómeno de estudio, a partir de la


observación se formulan diversas preguntas, se formulan hipótesis, se experimenta para
intentar probar las hipótesis, se obtienen e interpretan los resultados y se elaboran
conclusiones.
Se apoyan los métodos experimental y tradicional no por ideas convencionalistas o
conservadoras, sino para intentar probar que la conducta antisocial, el delito, el
delincuente, la víctima y ninguno de los objetos de estudio de la criminología tienden a
limitarla metodológicamente, por el contrario, se adaptan a su carácter empírico.

Además se reconocen como faces de la investigación criminal:


1. Conocimiento del hecho, realizado por la ciudadanía o las autoridades.
2. Comprobación del hecho por parte de las autoridades para garantizar que no es un falso
informe y que en verdad se trata del hecho informado.
3. Realización de diligencias preliminares y posteriores al conocimiento del hecho.
4. Formulación de hipótesis por parte de grupo interdisciplinario.
5. Planear los métodos de investigación.
6. Recopilación y obtención de fuentes de información por parte de los investigadores.
7. Selección de las fuentes de información.
8. Manejo adecuado de los informantes seleccionados.
9. Realización de las entrevistas por parte de expertos en el tipo de entrevista aplicado.
10. El grupo interdisciplinario analiza la información obtenida.
11. Esquematización de relaciones.
12. Elaboración del informe y expediente del caso.

III. Materiales y métodos

En el presente proyecto de investigación se utilizaron como materiales las obras literarias


incluidas en el apartado de referencias. En el método se observó para identificar el método
científico de la criminología, se realizaron preguntas sobre el mismo, se formularon las
hipótesis sobre si su objeto u objetos de estudios limitan a esta ciencia metodológicamente
y si existe un único método aplicable a la misma, se buscó información que pudiera explicar
estas hipótesis, se obtuvieron resultados y se elaboraron conclusiones al respecto.

IV. Resultados

Son numerosos los autores que mencionan tanto el carácter empírico como la cualidad
interdisciplinaria de la criminología, a partir de la recopilación de información y el análisis
de los diversos puntos de vista, puede deducirse que la criminología cuenta con un método
científico empírico e interdisciplinario, en el que se incluyen las doce fases de la
investigación.
Encontramos además que ésta ciencia se enfrenta a problemas y fenómenos reales, en
razón de los cuales formula y comprueba hipótesis, así que en realidad el método científico
general puede también ser perfectamente aplicado a las investigaciones criminológicas. La
naturaleza observadora, analítica y experimental de la criminología le permite producir
conocimiento útil para otras ciencias, a pesar de lo que pueda creerse su conocimiento no
se limita a las ciencias sociales, sino que traspasa estas barreras para formar parte auxiliar
incluso de algunas ciencias exactas.

V. Discusión
a) Método científico empírico aplicado en la criminología.
El método científico empírico o experimental es sumamente útil para la criminología puesto
que requiere de una profunda observación, búsqueda de patrones en el fenómeno u objeto
estudiado, pruebas para intentar repetir de forma artificial estos patrones y finalmente
comprobación para saber si efectivamente se logró descubrir una peculiaridad en los
observado, una posible solución o la forma de evitar que esto suceda, solo de esta manera
puede decirse que realmente se conoce lo observado. Esto es precisamente lo hecho por la
criminología, se estudia a un individuo o grupo social, se buscan patrones de conducta, se
intentan explicar las causas y factores determinantes en estos patrones, se intenta repetir
o provocar artificialmente los patrones observados y finalmente se compra si efectivamente
las causas y factores señalados son ciertos, de esta manera no solo se logra explicar la
conducta antisocial, sino también corregirla y prevenirla.

b) Método científico interdisciplinario de la criminología.


El método interdisciplinario no es una clasificación dentro de los métodos científicos, en
realidad es una cualidad que las ciencias sociales (incluida la criminología) comparten,
debido a que se apoyan unas en otras para lograr funcionar adecuadamente, por ejemplo,
la criminología requiere de la psicología, antropología, sociología y el derecho, entre otras,
por lo tanto los métodos científicos aplicados a estas ciencias pueden ser útiles en la
investigación criminológica cuando se tratan temas que incluyan a las ciencias auxiliares de
la criminología. Cierto es que quizás no en todos los casos sea posible aplicarlo, pero con
ciertas modificaciones y adecuaciones no deben existir limitantes.

c) Método científico tradicional.


Por método científico tradicional, se entiende a aquel que aplica observación, inducción,
formulación de hipótesis, experimentación, obtención de resultados y conclusiones, en
realidad estos principios básicos pueden ser muy útiles para la criminología en su área de
investigación pues se trata de una ciencia basada en la razón y observación, ninguna de sus
teorías y leyes se encuentran fundadas en creencias, aun cuando el criminólogo utilice su
instinto siempre intentara probar científicamente todo lo que haya deducido.

d) El objeto de estudio de la criminología como limitante metodológica.


A lo largo de los años, como se mencionó anteriormente, el carácter científico de la
criminología ha sido discutido, pero también se han criticado sus métodos y teorías, esta
ciencia estudia no solo al delito como fenómeno social sino que también trabaja con el
delincuente, la víctima, la sociedad afectada por una conducta antisocial y por supuesto,
todos los tipos y grados de conducta antis social, por ello, se dice que cuenta con grandes
limitantes metodológicas pues sus objetos de estudio son sumamente cambiantes y por
tanto, sus resultados pueden ser inextensos e imprecisos, no obstante, el auxiliarse de otras
ciencias, proponer teorías multifactoriales y ser observadora del origen del carácter y
personalidad humana, se entiende que sus teorías van a evolucionar conforme el ser
humano lo haga, la criminología adecua sus principios a la época en que la humanidad se
encuentre, es una ciencia que fomenta el cambio y rechaza ideas preconcebidas
Historia

Cesare Lombroso es considerado el padre de la criminología.

La lucha contra el delito y el estudio de los delincuentes y del castigo data de la


antigüedad. Filósofos como Sócrates, Platón o Aristóteles ya hablaron sobre este tema,
atribuyendo los delitos a deficiencias físicas o mentales e incluso a la herencia.[cita
requerida]

A mediados del siglo XIII, Tomás de Aquino intentó también sentar las bases de la filosofía
del derecho penal en su obra Escolástica, y en la Edad Media se realizaron algunos
estudios médicos para investigar crímenes aislados.

Escuela clásica

La Escuela Clásica tiene un desarrollo basado en la filosofía de la Ilustración, que considera


a todos los hombres y mujeres como seres libres, iguales y racionales, por lo cual podían
actuar responsablemente como individuos. Por tanto, no considera diferencias entre el
individuo que viola la ley y quien la respeta. El interés del estudio no recae sobre el actor,
sino en el acto delictivo o criminal. Concibe al delito como una creación jurídica y la
violación de la norma como un rompimiento del pacto social.

Postulados de la Escuela Clásica:

- Parte del libre albedrío de los individuos.


- Todo individuo puede tener un comportamiento desviado.
- El centro de la reflexión gira alrededor del acto delictivo.
- Es reactiva, ya que no busca investigar las causas de la desviación.4

Propone que la proporción de los castigos debe guardar relación directa al perjuicio social
del hecho; esta Escuela estaba en contra de la crueldad de los castigos y, de la
arbitrariedad de la justicia aplicada por los jueces.5

Sus postulados, respecto a las penas y el delito, constituyen las bases para el Derecho
penal moderno, derivando los siguientes principios:

Legalidad: solo las leyes pueden decretar las penas de los delitos, es tarea del legislador
definirlas en representación de la sociedad unida por el pacto social.
Jurisdiccional: un tercero (juez) debe juzgar la verdad de los hechos, sin tener que
interpretar las leyes, por lo cual, la ley debe ser clara y conocida por todos.

Proporcionalidad: debe existir proporción directa entre la pena y el delito cometido, y


relacionado con el daño realizado.

Prontitud: para que la pena sea útil, debe imponerse lo más cercana posible al tiempo de
la comisión del delito, por lo que el proceso debe ser breve.

Necesidad: no es la crueldad de las penas la que impide la comisión de delitos, el freno


más grande del delito es la inexorabilidad e infalibilidad de la pena.4

Escuela biológico-positivista

Escuela positivista

Esta escuela parte del determinismo biológico de la conducta humana, considerando que
los hombres son impulsados por características innatas hacia el delito. El centro del
análisis ya no es el delito, es el criminal, y la sociedad se ve compelida a defenderse de
todo acto antisocial ya sea relegándolo o eliminándolo.

Para Cesare Lombroso, el criminal es nato, es un ser atávico, esto es porque tiene una
regresión biológica que se manifiesta en ciertas características físicas tales como la
asimetría del rostro o del cuerpo, polidactilia, orejas grandes, etc. Por su parte Enrico Ferri
considera al delincuente como un hombre anormal, ya sea por sus anormalidades físicas,
psíquicas, hereditarias o bien sean adquiridas. Raffaele Garofalo define al «delito natural»
como la ofensa a la piedad y la probidad, sentimientos que integran el consenso moral
existente.

En esta corriente de pensamiento, el delito en sí mismo constituye solo una manifestación


del carácter peligroso del autor que lo comete; es decir, la peligrosidad del sujeto que
infringe la norma es el pilar para determinar la sanción, por lo que, se justifica aplicar a
estos sujetos medidas de seguridad o penas sin límite de tiempo, ya que, al ser un
enfermo social no puede determinarse cuando superará el estado peligroso en el que se
encuentra.

Los postulados de la escuela biológico-positiva:

Parte de un determinismo de la conducta delictiva.

El centro del análisis es el actor del delito o crimen y su comportamiento, en tanto se


intenta explicar las causas de este.
Entre criminales y no criminales existen diferencias fundamentales biológicas-
antropológicas, que determinan el comportamiento individual de cada cual.

La Escuela biológica- positiva, está orientada empírica y positivamente.

Es una teórica etimológica en tanto busca las causas de la conducta desviada.4

Criminología moderna

En el siglo XX, los criminólogos se esfuerzan en hacer una síntesis de los descubrimientos
precedentes. En diferentes países comienza a manifestarse una tendencia a ampliar el
campo de la actividad criminológica: unos incluyen en ella la criminalística (Alemania);
otros, la penología; hay otros que preconizan el estudio conjunto de la ciencia del crimen y
de la ciencia de la reacción social suscitada por él (Estados Unidos). En este siglo, la
criminología ha influido notablemente en la evolución del derecho penal.

Con los posteriores avances en el campo de la psicología y sociología algunos


investigadores han propuesto nuevos enfoques, entre ellos se encuentran: Jean Pinatel,
Edwin Sutherland, Robert Merton, David Matza, Travis Hirschi, Gary LaFree, David
Farrington, Michael Gottfredson, Charles Tittle, Jock Young, entre otros.

A partir de mediados del siglo XX, se presenta un cambio de paradigma en la ciencia


criminológica fijando su atención en los procesos de criminalización, en el ambiente social,
pero estudia también a la víctima. Según la definición de Antonio García-Pablos de Molina

Es una ciencia empírica e interdisciplinaria, que se ocupa del estudio del crimen, de la
persona del infractor, la víctima y el control social del comportamiento delictivo, y trata de
suministrar una información válida, contrastada, sobre la génesis, dinámica y variables
principales del crimen —contemplado éste como problema individual y como problema
social— así como sobre los programas de prevención eficaz del mismo, las técnicas de
intervención positiva en el hombre delincuente y los diversos modelos o sistemas de
respuesta al delito.6

Escuela de Chicago

La escuela de Chicago surgió a principios del siglo XX, a través de la obra de Robert E. Park,
Ernest Burgess, y otros sociólogos urbanos en la Universidad de Chicago. En la década de
1920, Park y Burgess identificaron cinco zonas concéntricas que existen a menudo al
crecer las ciudades, incluyendo la «zona en transición», que fue identificada como más
volátil y sujeta al desorden. En la década de 1940, Henry McKay y Clifford R. Shaw se
centraron en los delincuentes juveniles, encontrando que estaban concentrados en la
zona de transición.

Los sociólogos de la Escuela de Chicago adoptaron un enfoque de ecología social a las


ciudades que estudiaban y postularon que los barrios urbanos con altos niveles de
pobreza a menudo experimentan una ruptura de la estructura social e instituciones como
la familia y la escuela. Esto da como resultado la desorganización social, lo que reduce la
capacidad de estas instituciones para controlar el comportamiento y crea un ambiente
propicio para la conducta desviada.

Otros investigadores sugieren un vínculo psicológico-social añadido. Edwin Sutherland


sugirió que las personas aprenden el comportamiento criminal de los delincuentes
mayores, más experimentados con los que se pueden asociar.7

Siguiendo la escuela de Chicago, la teoría de la anomia de Robert Merton y la idea de


asociación diferencial de Edwin Sutherland, los teóricos subculturales se centraron en
pequeños grupos culturales que se alejan de la corriente principal para formar sus propios
valores y significados acerca de la vida. Teóricos como David Matza y Sykes Gresham
argumentaron en contra de esta teoría, al sostener que los criminales no son diferentes
del resto de la sociedad. Poseen los mismos principios morales, y es por ello que deben
recurrir a técnicas de neutralización que les permiten actuar de manera repudiable.
Afirman, además, que las incursiones en el mundo delictivo se dan gradualmente y no de
modo irreversible.

Teorías individualistas

La teoría de la elección racional se basa en la escuela clásica de filosofía utilitarista de


Cesare Beccaria, que fue popularizada por Jeremy Bentham. Ellos argumentaron que el
castigo, si es certero, rápido, y proporcionado al delito, es un elemento disuasivo para el
criminal, ya que los riesgos sobrepasan los posibles beneficios para el infractor. En Dei
delitti e delle pene (De los delitos y las penas, 1763-1764), Beccaria abogó por una ciencia
penal racional. Beccaria concibe el castigo como la necesaria aplicación de la ley frente a
un delito. El juez, por lo tanto, simplemente debía ajustar su condena al cumplimiento de
la ley. También distingue entre el delito y el pecado, y abogó en contra de la pena de
muerte, la tortura y tratamientos inhumanos, ya que los consideraba elementos de
disuasión irracionales.

Esta filosofía fue sustituida por las Escuelas positivista y la de Chicago. No reaparece hasta
la década de 1970 con los escritos de James Q. Wilson, el artículo de 1965 de Gary Becker
titulado "Crimen y castigo",8 y "La óptima aplicación de leyes" de George Stigler, en
1970.9 La teoría de la elección racional sostiene que los delincuentes, al igual que otras
personas, sopesan los costos/beneficios y riesgos a la hora de decidir si cometer un delito
y piensan en términos económicos.10 Desde esta perspectiva, las medidas de prevención
se piensan al modo de una contra-motivación, es decir, incrementando las consecuencias
de cometer un delito, por ejemplo, a través del endurecimiento de las penas. Las teorías
de la elección racional también sugieren que el aumento de la probabilidad de ser
atrapado, a través del aumento de la vigilancia, la policía o la presencia de guardia de
seguridad, el mayor alumbrado público y otras medidas, son eficaces en la reducción de la
delincuencia.11

Criminología crítica

Esta sección es un extracto de Criminología crítica

La criminología crítica es una rama de la criminología que construye su perspectiva sobre


la base del marxismo, feminismo, economía política y la teoría crítica. Uno de los objetivos
de esta disciplina es el estudio sistémico de la delincuencia y la justicia dentro de la
estructura de clases y los procesos sociales. En esta perspectiva, la ley y la pena son vistas
en relación con un sistema que perpetra la opresión y las desigualdades.12

La clase obrera, en particular, es el grupo social que sufre mayormente esta asimetría de
valores, junto con las mujeres, los niños y las minorías étnicas.13 Más simplemente, la
criminología crítica puede ser definida como un área de la criminología que considera
extensamente los factores contextuales de un delito.

La Conferencia Nacional de la Desviación en 1968 fue un momento fundacional para la


criminología crítica. Esta opone un enfoque macrosociológico a uno biopsicológico del
comportamiento desviado, evidenciando su relación funcional o disfuncional con la
estructura social, superando el paradigma etiológico de la criminología clásica.14 Algunas
de sus tendencias principales son:

El realismo de izquierda propone la reducción del control penal y extensión a otras áreas,
reinserción del delincuente (en lugar de marginar en la prisión deben buscarse
alternativas a la reclusión), disuasión preventiva (organización de los “grupos de
cooperación ciudadana”), defensa de la prisión (esta debe darse solo para casos en el que
el infractor represente un peligro para la sociedad).
El minimalismo se desarrolló en Europa del Sur y América Latina, busca que se cumplan los
principios del pensamiento penal liberal: en el sentido original del iluminismo, la
transformación radical del sistema penal en un “derecho penal humanitario",15 o como
reducción progresiva del derecho penal con la perspectiva de una reorganización general
de la respuesta institucional a los problemas y conflictos sociales, de manera que se
supere el actual sistema de justicia penal.14

El abolicionismo efectúa una crítica radical a todo el sistema de justicia penal y plantea su
reemplazo. Existe poco consenso entre los autores considerados abolicionistas, ya que
algunos ven al sistema penal como superfluo o innecesario que podría abolirse sin generar
una crisis del sistema,16 otros piensan que el sistema penal es la piedra angular de la
represión y cuya abolición implicaría necesariamente la transformación de la sociedad
como un todo.17

Criminología feminista

Esta sección es un extracto de Criminología crítica

El feminismo en criminología viene a indicar que la criminología convencional es sin dudas


sesgada hacia el género masculino. Las feministas argumentan que las perspectivas
anteriores omiten la dimensión femenina en la teoría y la experiencia del mundo en el que
viven las mujeres. Ejemplo de ello son los estudios sobre culturas carcelarias: al analizar
los efectos de la reclusión en prisiones de hombres y mujeres, se encuentran grandes
diferencias entre ambos.18 La criminología, en particular, representa una perspectiva
centrada en el rol de los hombres y la forma en la que perpetran crímenes contra otros
hombres. Además, se tiende a generalizar el comportamiento de las mujeres, sea como
delincuentes o víctimas, en relación a lo que es hecho por los hombres, fuera de cualquier
evidencia empírica.19 Otro aspecto de los feministas es el modo en que las mujeres
acceden a la profesión de criminólogas. En este sentido, se ha adoptado el término
malestream, para indicar el estilo asumido por la mayoría de los criminólogos e
investigadores, por la que las mujeres se han adaptado a la forma de trabajar de sus
colegas masculinos.20

Basado en las obras de Marx, Hartsock sugiere que el punto de vista femenino en el
mundo es más neutro que el de los hombres.21 De acuerdo con Marx, aquellos con
menos poder tienen una visión más clara del mundo como subordinados de clase, ven la
riqueza de las clases dominantes, mientras éstas son esencialmente indiferentes a las
condiciones de los menos afortunados. Desde su posición de subordinación, las mujeres
son más capaces de revelar la realidad empírica en comparación con los hombres. Por lo
tanto, hay dos conceptos clave en la escuela feminista: la criminología puede ser
interpretada desde una perspectiva neutral en relación al género, o bien a partir de una
reivindicación positiva por la adopción del punto de vista femenino.21

Tipos y definiciones de crimen

Tanto las escuelas positivistas y clásicas tienen una visión de consenso de la delincuencia
—que un crimen es un acto que viola los valores y creencias básicas de la sociedad—. Esos
valores y creencias se manifiestan como las leyes que la sociedad acuerde. Sin embargo,
hay dos tipos de leyes:

- Las leyes naturales se basan en valores fundamentales compartidos por muchas


culturas. Las leyes naturales protegen contra daños a personas (por ejemplo, el
asesinato, la violación, el asalto) o propiedad (robo, hurto), y forman la base de los
sistemas de derecho común.
- Estatutos son promulgados por las legislaturas y reflejan las costumbres culturales
actuales, aunque algunas leyes pueden ser objeto de controversia, por ejemplo, las
leyes que prohíben el consumo de cannabis22 y los juegos de apuestas. La
Criminología Crítica reclama que las relaciones entre el Estado y los ciudadanos no
son en su mayoría consensuales. El derecho penal no es necesariamente
representativo de las creencias y los deseos públicos: se ejerce en interés de la
clase dominante. Las criminologías de inspiración liberal, por el contrario, postulan
que existe un contrato social entre el Estado y los ciudadanos.

Por lo tanto, las definiciones de los delitos varían de un lugar a otro, de acuerdo a las
normas culturales y las costumbres, pero pueden ser ampliamente clasificados como
delitos de cuello azul, crimen corporativo, el crimen organizado, el delito político, delito de
orden público, el crimen de estado, delitos societarios y delitos de cuello blanco. Sin
embargo, ha habido movimientos en la teoría criminológica contemporánea para alejarse
del pluralismo liberal, el culturalismo y el posmodernismo, introduciendo el término
universal «daño» en el debate criminológico como un reemplazo para el término legal
«delito».

Conceptos principales

Conducta desviada
Artículo principal: Desviación social
En cuanto al fenómeno de la desviación, la criminología aborda los factores explicativos de
la conducta desviada y la conducta delictiva (robo, homicidio, daño, etc.). Estos factores
pueden ser vistos desde una perspectiva causal como determinantes de orden psicológico,
biológico o social, o bien pueden ser estudiados como categorías de orden cultural
resultantes de procesos de interacción y definición social complejos, en los que
intervienen elementos de tipo histórico, político o cultural.
Entendida la conducta desviada como aquel comportamiento de uno de los miembros de
una sociedad, que se aleja de los estándares habituales de conducta. Aunque debe
distinguirse entre diferentes conductas desviadas. Así, por ejemplo, el travestismo podría
considerarse como una conducta desviada, pero resulta categóricamente distinta a la
conducta desviada de, por ejemplo, robar en un establecimiento.

Por tanto, la criminología estudia la conducta desviada de la persona, cuyo resultado


deriva en daño o perjuicio de algún componente de la sociedad.

Control social

Esta sección es un extracto de Control social

Señales de advertencia de actividades prohibidas; Un ejemplo de control social.

El control social es el conjunto de prácticas, actitudes y valores destinados a mantener el


orden establecido en las sociedades.23 Aunque a veces el control social se realiza por
medios coactivos o violentos, el control social también incluye formas no específicamente
coactivas, como los prejuicios, los valores y las creencias.

Entre los medios de control social están las normas sociales, las instituciones, la religión,
las leyes, las jerarquías, los medios de represión, el adoctrinamiento (los medios de
comunicación y la propaganda),2425 los comportamientos generalmente aceptados, y los
usos y costumbres (sistema informal, que puede incluir prejuicios) y leyes (sistema formal,
que incluye sanciones).23

Si partimos de la existencia de un derecho figura como es lógico, una división fundamental


de la conducta (jurídicamente relevante) en lícita e ilícita, podrá admitir con seguridad que
el fin del derecho (en un sentido abstracto) sea el de aumentar al máximo las conductas
lícitas, deseadas; y disminuir las ilícitas, las indeseadas; por otra parte, en relación con
ambos tipos de conducta, el derecho puede actuar a "priori" o "posteriori", es decir puede
adelantarse o esperar a que se produzcan esas conductas. En resumidas palabras, el
derecho puede, teóricamente, operar de cuatro maneras: previniendo, reprimiendo,
promocionando y premiando la conducta.

Delito
Esta sección es un extracto de Delito

El robo y el hurto son algunos de los delitos más comunes.

El término delito se define como una acción típica, antijurídica, imputable, culpable,
sometida a una sanción penal y a veces a condiciones objetivas de punibilidad. Supone
una infracción del derecho penal. Es decir, una acción u omisión tipificada y penada por la
ley.2

En idioma español, las palabras «delito» y «crimen» son utilizadas con significado
sinónimo, aunque en el campo del derecho predomina el uso de «delito», mientras que en
el campo de la sociología y las disciplinas técnicas de investigación, se emplea «crimen».
En inglés se utiliza la palabra «crime» (crimen). En la legislación de algunos países de habla
hispana, como Argentina y Chile, se usa también la expresión «delito civil» para referirse
al acto civil intencional no contractual que causa un daño a otra persona, y la expresión
«cuasi delito civil», cuando el acto dañino es negligente.

Se considera al delincuente como un ser biopsicosocial. El examen y significado de la


persona del delincuente pasa a un segundo plano desplazándose el centro de interés de
las investigaciones hacia la conducta delictiva misma, la víctima y el control social. La
corriente de la "clínica de la vulnerabilidad", propone una inversión del planteo etiológico
biopsicosocial de la conducta criminal a nivel individual, por un planteo etiológico "socio-
psico-biológico" de la vulnerabilidad individual al sistema penal.29

Víctima

Artículo principal: Victimología

La elaboración científica de una teoría de la víctima es un fenómeno reciente, delincuente


y víctima son los dos coprotagonistas del suceso criminal. La criminología dispone ya de un
cierto núcleo de conocimientos de cuestiones como: aptitudes y propensiones de los
sujetos para convertirse en víctima, tipología victimaria relaciones entre delincuente y
víctima, grados de coparticipación o corresponsabilidad de la víctima en el delito,
influencias sociales en el proceso de victimización, daños y reparación, comportamiento
de la víctima como agente informal del control penal.

Criminología en Iberoamérica

En Iberoamérica son varios los académicos que se han destacado en esta área,
especialmente los pertenecientes a países como Argentina, Chile, Colombia, México y
Venezuela. Entre ellos sobresale la labor de criminólogos como: Alfonso Quiróz Cuarón,
Rosa Del Olmo, Emiro Sandoval Huertas, Luis Rodríguez Manzanera, Lolita Aniyar de
Castro, Alfonso Reyes Echandía, Eugenio Raúl Zaffaroni, Juan Manuel Mallorca, Elio Gómez
Grillo, Álvaro Pérez Pinzón, Filadelfo Del Carmen Labastidas, Luis Gerardo Gabaldón,
Christopher Birkbeck, Máximo Sozzo, Juan Antonio Rodríguez, Marcelo Aebi, Lucia
Dammert, Roberto Briceño-León, Carlos Vilalta, entre muchos otros que han colaborado
con esta rama de las ciencias sociales. En España, algunos de los criminólogos más
importantes han sido: Antonio Beristain Ipiña, Elena Larrauri Pijoan, Vicente Garrido
Genovés, Jorge Sobral, Per Stangeland, Santiago Redondo, Miguel Clemente, Eugenio
Garrido Martin, Enrique Echeburua, Cándido Herrero, César Herrero Herrero, María de los
Ángeles Luengo, Carmen Herrero, Alfonso Serrano Gómez, Alfonso Serrano Maíllo y Juanjo
Medina Ariza.

En cuanto a los estudios universitarios, el primer programa de estudios universitarios a


nivel licenciatura en Latinoamérica surgió en 1978 en la Facultad de Derecho y Ciencias
Sociales (hoy Facultad de Derecho y Criminología) de la Universidad Autónoma de Nuevo
León (UANL), en Monterrey, México, aunque con un enfoque curricular que apunta más a
la criminalista. La primera Escuela de Criminología de Sudamérica se abrió en la
Universidad de Los Andes en Mérida, Venezuela en 1992 y su primer egresado es el
criminólogo y profesor Juan Antonio Rodríguez, primer licenciado en criminología
graduado en ese país.30

En 1996 surge en México la primera Maestría en Ciencia Jurídico Penal con Especialización
en Criminología, con la enseñanza a cargo del Instituto Nacional de Ciencias Penales
INACIPE, dependiente entonces de la Procuraduría General de la República.

En la Patagonia argentina, nace en 1998 la primera escuela de Criminología Social de ese


país, dirigida por el criminólogo y psicólogo social argentino Roberto Víctor Ferrari. En
España, las primeras escuelas donde se imparten criminología, que dependían de la
facultad de derecho, fueron creadas en Barcelona (1955) y en Madrid (1964)

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