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Cómo funciona la 

Matemática financiera en una


empresa
Como es sabido, mientras las leyes de capitalización nos permiten modificar el
vencimiento de un capital a una fecha posterior a la actual (por ejemplo,
estaremos capitalizando si contratamos una imposición a plazo fijo), las leyes de
descuento hacen lo contrario, es decir, cambiar el tiempo de su vencimiento a
una fecha anterior, como pueda ocurrir con el cobro de una letra por anticipado.
A su vez, según la ley de descuento que apliquemos, las operaciones financieras
pueden dividirse tres modelos:

 Descuento comercial
 Descuento racional
 Descuento compuesto

Los descuentos comercial y racional  forman parte de la denominada ley de


descuento simple, la operación financiera que sutituye un capital futuro por otro
equivalente con vencimiento presente. Es decir, es una operación inversa a la de
capitalización y, por otra parte, se diferencia del descuento compuesto por sus
intereses no productivos.
También se distinguen por los plazos, ya que los descuentos simples (comercial y
racional) se utilizan en operaciones a corto plazo (menos de 12 meses),
mientras que las operaciones de descuento compuesto se pueden aplicar a
operaciones de corto y largo plazo.
 

Cómo calcultar los descuentos comercial  y


racional
Tanto el descuento comercial como racional suponen adelantar el vencimiento de
un capital futuro, lo que implicará el cálculo de los intereses que se descontarán
de ese capital para así poder adelantar su disponibilidad. Se trata, por lo tanto,
de una operación inversa a la capitalización, que precisa la realización de cálculos
para determinar los intereses descontados por la operación.

Fórmula del Descuento comercial


El descuento comercial es el tipo más simple de descuento, similar a la fórmula
del interés simple. Por ejemplo, si deseamos calcular el importe de los intereses
de descuento de un capital de X euros, a un tipo de interés y por un plazo
determinados, aplicaríamos la Ley de descuento comercial, cuya expresión
matemática es la siguente:  D = Co * d * t, donde D es la cantidad a descontar y
Co equivale al valor actual, inicial o efectivo, d será el tipo o tasa de descuento y t
es el tiempo.

Fórmula del descuento racional


El descuento racional equivale a la capitalización simple, pero en sentido inverso
y, a diferencia del descuento comercial, si al capital adelantado le sumáramos los
intereses obtendríamos el capital final. En este caso, para averiguar el descuento
que se obtendría con la la Ley de descuento racional, aplicaríamos la fórmula: D =
( Co * d * t ) / (1 + d * t).
Al igual que ocurre con otras herramientas financieras, decidir
la conveniencia de la utilización o no de un determinado tipo de descuento
dependerá de los elementos que se consideren a la hora de su elección, tanto con
respecto a la duración de las operaciones de corto, medio-largo plazo, como en
relación al importe de los intereses de descuento que proporcionan unos u otros
tipos de operación.

El descuento comercial. Tipos y características


Una de las prácticas más habituales para el pago de facturas en operaciones
comerciales es el uso de efectos comerciales. Esta práctica es muy favorable para
tus clientes, a los que les facilitas el pago aplazado de sus facturas, utilizando
papeles como la letra de cambio, el cheque, el pagaré o recibo con vencimiento,
entre otros. Sin embargo, lo que para ellos es una ventaja, para ti puede suponer
un inconveniente, especialmente cuando no dispones de liquidez suficiente para
hacer frente a tus obligaciones financieras, como el pago de las nóminas de tus
empleados o las deudas contraídas.
Ante estas situaciones, las entidades bancarias te ofrecen la posibilidad de
descontar los efectos comerciales, o dicho de otra forma, de beneficiarte del
descuento comercial. El descuento comercial es un servicio de financiación a
corto plazo, que las entidades bancarias ofrecen a sus clientes para que puedan
financiar el activo circulante de la empresa y atender a sus pagos inmediatos. La
entidad, en estos casos, le facilita a su cliente el valor del crédito no vencido, al
que le descuenta los intereses negociados (que variarán en función del tiempo
que falte hasta la fecha de vencimiento) y otros gastos de gestión. Por su parte,
la empresa le cede a la entidad financiera el cobro del papel comercial (pagaré,
cheque, etc.) descontado, con la peculiaridad de que, en caso de impago, la
entidad no asume ningún riesgo. Ante este supuesto, la entidad cargará el importe
en la cuenta del cliente.
Tipos de descuentos comerciales
Las entidades bancarias diferencian los descuentos comerciales en función de dos
características:

 En función de la frecuencia de su uso. Atendiendo a esta propiedad, el


descuento puede clasificarse en:
o Línea de descuento permanente. Se denominan así las líneas de
descuento cuando el uso de este servicio es recurrente. En estas
situaciones la entidad y el cliente negocian las condiciones sobre el
volumen de efectos a descontar, el tipo de intereses o los requisitos
para la renovación.
o Descuento transitorio o circunstancial. Algunas empresas no
suelen hacer uso de este tipo de financiación, sin embargo, por
diferentes motivos, se pueden ver en la necesidad de requerir
liquidez y solicitar este servicio como algo excepcional. En estos
casos, las condiciones del descuento se negocian de manera
individual, sólo para esa vez.

 En función de las comisiones y gastos acordados con el cliente. En este


caso se puede diferenciar entre:
o Ordinario o “al tirón”. Es el más habitual. Así se denomina cuando
al valor nominal se le descuenta tanto las comisiones como los
intereses originados desde el cobro del descuento hasta el
vencimiento
o Forfait. En este caso, tanto las comisiones como el tipo de interés
que se aplica son fijos. No varían en función del plazo de
vencimiento ni de los posibles riesgos.

Si bien el uso del descuento comercial para obtener liquidez es común, no todas
las empresas se pueden beneficiar de este servicio financiero. Las entidades
bancarias realizan un estudio tanto de los clientes, para conocer su situación
económica antes de abrir una línea de descuento o llevar a cabo un descuento de
tipo transitorio, como de los efectos comerciales a descontar, para comprobar su
validez y calidad. Con el fin de asegurar el cobro de este tipo de operaciones, las
entidades pueden negarse a descontar el efecto o solicitar un aval.

Las claves del descuento comercial


El descuento comercial o bancario es un instrumento de financiación a corto plazo
que permite a la empresa obtener liquidez de créditos comerciales no
vencidos, a cambio de un precio pactado por ambas partes. A través de esta
operación, las entidades financieras les anticipan el importe de sus créditos
comerciales no vencidos instrumentados mediante efectos mercantiles. A cambio
de la cesión o endoso de los efectos mercantiles (letras de cambio y otros), la
entidad financiera (cajas de ahorro, bancos o entidades de crédito) cobra un
precio determinado en función de distintos intereses, gastos y comisiones. Es
decir, si bien se le cede a ésta una parte del importe de las ventas realizadas a
terceros, gracias a esta operación conseguimos disponer anticipadamente de
efectivo.
Conocer sus claves puede ayudarnos a sacarle todo el partido. No en vano, se
trata de un instrumento de financiación que requiere de un control constante y
sujeta a condiciones de liquidación a distintos tipos, por lo que la negociación
puede ser determinante para una buena gestión y planificación financieras. Como
apunta el economista Mario Cantalapiedra Arenas "conocer sus particularidades y
técnicas de negociación puede ayudar a que el responsable financiero optimice
su gestión y contribuya mejor al logro de los objetivos de la compañía".

Una financiación a corto plazo muy utilizada


Así es, esta modalidad de crédito constituye una forma de financiación a corto
plazo muy empleada por las pequeñas y medianas empresas, a la que han
recurrido para anticipar el importe de las ventas. De hecho, el descuento comercial
es la forma de financiación a corto plazo más conocida y utilizada por las pymes
para para financiar el ciclo productivo, ya que les permite financiar el circulante de
la empresa. En otras palabras, representa una financiación a corto plazo que
permite obtener la liquidez que necesitan para afrontar sus pagos a tiempo.

¿Qué documentos podemos descontar?


Los efectos comerciales pueden ser letras, pagarés, recibos bancarios o
certificaciones:

 Letras de cambio: Son los documentos más utilizados en esta operación.


Antes de presentarla al banco la libraremos al cliente por el importe
correspondiente en una fecha determinada a favor de un tercero, tomador o
beneficiario, cuyo nombre ha de figurar. Cuando el cliente la acepta y nos la
devuelve podremos endosarla a un tercero, es decir, a la entidad bancaria.
 Pagarés: En este caso el cliente o librador hace una promesa incondicional
de pago a un tercero, en la fecha y cantidad reflejados. Mediante su
expedición se genera un documento descontable, cuyo importe podemos
cobrar anticipadamente, según las condiciones pactadas con el banco, con
unos límites que serán los asociados a la línea de descuento.
 Recibos bancarios: Para poder recurrir al descuento de recibos éstos han
de estar normalizados y también han de cumplirse requisitos formales, pues
el formato ha de ser el establecido por el Consejo Superior Bancario. Al
obtenerse antes que el pagaré, pues podemos obtenerlos una vez
facturadas las mercancías o servicios, el descuento será más rápido .
 Certificaciones de obra: Documentos que se descuentan como si fuesen
letras de cambio, calculando intereses hasta la fecha de pago acordada. Es
común en las empresas suministradoras o ejecutoras de obras para una
entidad pública.

Ventajas e inconvenientes del descuento


comercial
Sin entrar en detalles, las principales ventajas del descuento comercial son su
accesibilidad, la liquidez inmediata que proporciona y consumir pocas garantías.
Es ágil y cómodo, pues permite ir obteniendo recursos conforme se vayan
necesitando, y su financiación flexible . Sin embargo, será difícil ajustar esos
recursos financieros a las necesidades reales, sobre todo en caso de que los
efectos sean de un importe elevado. Del mismo modo, agrupar varios pagarés o
letras de cambio de un menor importe puede ahorrarnos gastos. Los costes
efectivos de la operación lo convierten en un instrumento financiero que resulta
caro, especialmente si se utiliza con frecuencia y también exige un control
permanente, además del riesgo que conlleva en cada entidad bancaria.
Aún así, puede ser interesante como alternativa al préstamo bancario, que
exigen determinar las cantidades solicitadas desde un primer momento. El
descuento comercial, por contra, permite recurrir a él en función de la marcha
de la empresa, en un sentido y en el otro, pues si hay más ventas, éstas podrán
traducirse en una mayor financiación, independientemente de que se trate de
saldos no vencidos, pues la entidad financiera anticipará el dinero que los clientes
se comprometieron a pagar en el futuro. Y a la inversa, si la empresa tiene malos
momentos habrá evitado hacer frente a un hipotético préstamo que hubiera
contratado. En principio, si nuestra empresa vende más, tendremos mayores
posibilidades de recurrir al descuento como financiación, puesto que generaremos
un mayor volumen de efectos. En cambio, otros productos financieros, por ejemplo
los préstamos bancarios, exigen que se determine desde un primer momento los
fondos que vamos a utilizar.

Cómo funciona y algunos consejos prácticos


La forma de operar es sencilla. Cuando la empresa tiene saldos no vencidos
susceptibles de descuento solicitará a la entidad financiera el anticipo de ese
dinero. Previamente, el cliente habrá abierto una póliza de descuento, los que
les permite presentar efectos sin restricciones, siempre que se respeten
las limitaciones descritas en la póliza sobre el volumen a descontar de forma
simultánea y vencimiento máximos. Una vez abierta la línea de descuento,
presentaremos al banco los efectos que deseamos descontar y, si no hay ningún
problema podremos obtener los fondos el mismo día de su presentación siempre
que cumplamos los requisitos, puesto que el plazo de la póliza de negociación
no caduca, podremos recurrir a esta fórmula cada vez que lo deseemos.
A la hora de negociar, intentemos que la comisión de valor nominal sea un
porcentaje, dejando la comisión fija para los mayores importes. A su vez, sería
importante valorar la conveniencia de las operaciones de bajo importe en función
de los gastos mínimos que se vayan a aplicar. Por último, tampoco es
recomendable descontar papel de clientes morosos, pues los impagos nos
generan importantes comisiones por devolución, si bien el banco puede solicitar
avales o garantías para garantizar el cobro.

Diferencias entre descuento comercial y racional


La tasa de descuento es un proceso u operación financiera que deduce la tasa
del interés a un capital pagable a futuro (letra de cambio o promesa de pago),
con el que el banco financia a sus clientes anticipando el importe de su valor
nominal. Así, la cantidad deducida al valor nominal de la tasa de interés aplicada
es la tasa de descuento por lo que, a cambio, se deduce el interés
anticipadamente por el tiempo que falta para que venza la obligación.
Esa deducción supone un ingreso para el banco, mientras los clientes consiguen
el cobro anticipado de las obligaciones de sus acreedores, ya que los intereses
se pagan desde un principio por adelantar la disposicíón del capital. Se trata de
una operación financiera que constituye una práctica habitual en los bancos, tanto
en su variante de descuento comercial como racional, por la que una entidad
financiera anticipa a las empresas el dinero que le deben sus clientes. Antes
de entrar en la descripción y diferencias entre la modalidad comercial y
racional los englobaremos dentro del grupo del descuento simple (se diferencia
del descuento compuesto por sus intereses no productivos), la operación que
realiza un procedimiento inverso al de la capitalización representando un capital
futuro por otro equivalente con vencimiento presente mediante la aplicación de la
fórmula del descuento simple.
Dependiendo del capital que se considere a la hora de calcular los intereses,
obtendremos bien un descuento racional o un descuento comercial, si bien
el punto de partida siempre es un valor futuro conocido, que representamos
por un valor actual que ha de ser calculado, por lo que en la práctica resulta
interesante comparar el ahorro de intereses para decidir el más conveniente
también en función de los plazos. Básicamente, cuando el capital sobre el que
calculamos los intereses es el inicial obtendremos el descuento racional, y
será comercial cuando el capital sobre el que los calculamos es el nominal. A
continuación, desarrollamos cada uno de ellos para poder diferenciarlos de forma
más clara.

Descuento comercial: cálculo sobre el valor nominal


En el descuento comercial, el tipo más simple de descuento, se calculan los
intereses sobre el valor nominal del documento, por lo que debemos determinar
primero el descuento y posteriormente el valor actual o capital inicial. Es una
operación financiera de descuento que liquida por anticipado los intereses. La ley
financiera del descuento comercial puede definirse como una operación que se
utiliza sólo a corto plazo, es decir, en operaciones a menos de un año,
habitualmente para los pagares de hasta 60 días para obtener efectivo a partir de
los créditos y a cambio del pago de unos intereses.

Descuento racional: cálculo sobre el efectivo


El descuento real, racional o matemático también se realiza a corto plazo, a
diferencia del descuento compuesto, que puede llevarse a cabo dentro de un corto
o largo plazo. Su cálculo se efectúa a partir de la diferencia entre el monto a pagar
o valor nominal y su valor actual, por lo que no se toma el valor nominal sino el
valor real, y en ello radica la principal diferencia con respecto al descuento
comercial. Se calcula a partir del valor nominal del capital en el momento en que
se negocia, y se define como el interés simple calculado sobre el valor actual, con
una tasa de interés.
En otras palabras, calcular el descuento racional requiere determinar el valor
actual de la suma a la tasa indicada y restar ese valor actual de dicha cantidad.
Como resultado obtendremos el descuento racional, que será igual a la cantidad a
pagar menos el valor actual del capital. Así, es el descuento de su respectivo
interés aplicado al valor nominal de un título-valor, calculado a partir de la tasa de
interés nominal vencida o con la tasa de interés efectiva vencida.
El descuento racional permite la reversibilidad entre sus variables, es decir, a
través de la tasa de descuento (la tasa de interés nominal vencida o la tasa de
interés efectiva vencida) el valor futuro del título-valor puede convertirse en un
valor presente y viceversa. Por último, si al capital adelantado le sumamos los
intereses obtendríamos el capital final, algo que no ocurre con la modalidad
comercial.

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