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Se presume que el imputado conocía procedencia ilícita del celular al querer venderlo en

“Las Malvinas” [RN 122-2016, Lima]

Para resolver la cuestión en debate, es necesario recordar los hechos que dan motivo a la
comisión del delito y al presente recurso de nulidad, en el hecho fáctico, se establece que el 23 de
febrero del 2013, dos personas en horas de la noche (21:00 horas) Rigoberto Meza Martínez y
Milton Guevara Coronel, interceptan y despojan mediante violencia y amenaza con arma de
fuego las pertenencias a Celso Raúl Alarcón Sánchez, quien se encontraba transitando por la
Avenida Antúnez de Mayolo con dirección a su domicilio, en el caso se precisa que uno de los
imputados le golpea en la cabeza y le despoja su billetera, donde tenía varios documentos, y un
celular Motorola XT-910, el cual va ser motivo de análisis en el presente caso, luego de
despojarle los bienes a la víctima estos se dan a la fuga a bordo de un vehículo de placa de rodaje
A2X 507, el cual es conducido por un tercer sujeto.

Los imputados son intervenidos el 28 de febrero, a las 10 de la mañana aproximadamente, por el


personal policial, en el distrito de independencia, avenida 17 de Noviembre con calle delegados,
a bordo del mismo vehículo, dentro de este se les encuentra pasta básica de cocaína y marihuana,
además, a Meza Martínez, se le encuentra en su poder el celular sustraído, quien justifica que el
había sido convocado por Guevara Coronel, para que le ayude vender dicho bien en “Las
Malvinas”, en vista de estos hechos, se les condena a través de la sentencia de fecha 23 de
Noviembre del 2015, a los dos imputados por el delito contra el patrimonio – receptación, en
agravio de César Saúl Alarcón Sánchez, a una año de pena privativa de libertad, treinta días
multa y el pago solidario de un mil nuevo soles por concepto de reparación civil a favor del
agraviado.

Justamente a esta sentencia va dirigida el recurso de nulidad, presentado por la abogada de


Milton Guevara Coronel, dando argumentos, de los cuales importa para este caso, que Guevara
no tenía responsabilidad por el delito de Receptación, porque no había suficiente prueba que lo
demostrase, además que Guevara no tenía conocimiento de la procedencia del bien que se iba a
vender, y por tal el delito de Receptación solo se quedaría en grado de tentativa.

Ante ello el Tribunal Supremo dentro de sus fundamentos 18 y 19, establece, en base al delito de
receptación, el cual se encuentra en el artículo 194 del código penal, señala que para que se dé
este delito es necesario que el sujeto activo no debe haber intervenido en otro delito anterior
(robo agravado), y que el sujeto pasivo sea el mismo, además señala que la doctrina penal, a
través de la teoría de la receptación sustantiva establece que un sujeto que sabe y conoce de
actividades delictivas, de las cuales recibe un objeto, será responsable no de la infracción anterior
sino de la operación comercial a través de la cual obtiene el bien.

El otro fundamento, se basa en que Guevara debió presumir que el celular que se iba a vender era
producto de un delito, puesto a que al mercado al cual estaba destinado era “Las Malvinas”, el
cual es un conocido lugar donde se adquieren bienes robados.

Por lo cual la premisa, Se presume que el imputado conocía procedencia ilícita del celular al
querer venderlo en “Las Malvinas”, da a entender que el imputado, en este caso, Milton
Guevara Coronel, al saber que el mercado al cual se dirigían con el otro imputado, para que
vendan el celular, era “Las Malvinas”, lugar donde se adquieren bienes robados, debió y estuvo
en la obligación de presumir que el celular provenía de un delito, por lo cual el fundamento que
presentó su abogada para el recurso de nulidad, que su patrocinado desconocía de la procedencia
del celular, es decir, que no sabía que este provenía de un delito, y por tal no sería responsable
del delito de receptación por falta de medios probatorios no procede, ya que Guevara si tenía
conocimiento de que el bien provenía de un delito, justamente es esa una de las razones por la
cual, el Tribunal Supremo, declara que no hay nulidad de la sentencia que condenó a este y a
Rigoberto Meza Martínez como autores del delito contra el patrimonio – receptación.

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